www.transicionestructural.NET es un nuevo foro, que a partir del 25/06/2012 se ha separado de su homónimo .COM. No se compartirán nuevos mensajes o usuarios a partir de dicho día.
0 Usuarios y 3 Visitantes están viendo este tema.
Golpe de Estado en TurquíaEE UU suspende sus operaciones aéreas contra el ISIS desde TurquíaWashington advierte a Ankara que insinuar que pudo tener algún papel en el golpe es "totalmente falso" y "dañino"
Turquía no participará en batalla de Alepo y cerrará frontera con SiriaFuentes políticas bien informadas, y citadas por el diario libanés Ad Diyar, han señalado que el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha manifestado a varios responsables de alto nivel de su país que Turquía no participará en la batalla de Alepo contra el Ejército sirio y cerrará la frontera con Siria con el fin de impedir cualquier paso de militantes de Turquía hacia Siria y viceversa.http://spanish.almanar.com.lb/adetails.php?eid=133736&cid=23&fromval=1&frid=23&seccatid=44&s1=1
Erdogan Warned of Incoming Coup by Russian Alerthttp://en.farsnews.com/newstext.aspx?nn=13950430001452
Los golpistas han regalado una soga a Erdogan para que se ahorque soloEntre los países que desean ver derrocado a Tayyib Erdogan están EEUU, Alemania, Francia, Israel, Arabia Saudí, Egipto, Emiratos Árabes Unidos (EAU), Siria e Irak entre otros, aunque el único con capacidad de hacerlo es EEUU, aliado acusado por las autoridades turcas de haber organizado el motín militar del 15 de julio. En esta línea, el atentado en el aeropuerto de Atatürk del 28 de junio podría formar parte del mismo plan que desde 2012 intenta apartar al rebelde y chantajista presidente turco del poder.Días después de la chapuza intentona golpe de Estado del 15 de julio, tres elementos se destacan para aumentar la confusión sobre los hechos:1.– Que la base militar de la OTAN de Incirlik (el almacén de armas nucleares más grande de la Alianza Atlántica fuera de EEUU) ha sido el centro de las operaciones de los golpistas. ¿Ofrecerá el Pentágono alguna explicación al respecto?2.– Que los golpistas, a pesar de darse cuenta de que el plan había sido descubierto antes de empezar, decidieran seguir. Según algunos diarios de Oriente Próximo, los rusos desde su base militar en Hmeymim (Siria) interceptaron las comunicaciones de los golpistas cuatro horas antes del inicio del golpe y avisaron al Gobierno de Erdogan.3.– Que el equipo de Erdogan dejó que el golpe sucediera, organizando apresuradamente el teatro de su fracaso. Ahora tendrá tres largos meses de estado de emergencia para difundir terror y pánico entre la población y vengarse de todas las voces críticas. Los golpistas han triunfadoDichos elementos se añaden a otros datos de interés: que los golpistas no querían matar o arrestar a Erdogan, provocando una guerra civil. La situación actual parece la que podrían desear: la suicida purga que está realizando el Sultán contra decenas de miles de personas, muchas pertenecientes a los centros del poder, cumpliría con dos de los objetivos de los sublevados: 1. Eliminar, a mano de un Erdogan absolutamente desatado, a aquellas fuerzas que en el futuro podrán ser obstáculos al avance de los planes de los golpistas. Han sido represaliados, hasta hoy, cerca de 8.000 policías, 6.000 soldados, 103 almirantes y generales, 3.000 jueces y fiscales, 15.000 empleados del Ministerio de Educación y 8.777 del Interior, 21.000 maestros, 30 de los 81 gobernadores provinciales (arrestados) y 34 periodistas, entre otras miles de personas. 2. El proceso de demonización de Tayyib Erdogan iniciado por los medios de comunicación occidentales y árabes, y semejante al que sufrieron Sadam Husein, Gadafi y Asad, facilitará su cese incluso violento. La UE está advirtiéndole a Ankara sobre la restauración de la pena de muerte, cuando sus dos principales socios, EEUU y Arabia Saudí, la aplican utilizando medios como silla eléctrica o una espada afilada. La UE no cuestiona la democracia de EEUU a pesar de que haya condenado a cerca de 3.000 menores a cadena perpetua o que 70 de estos niños ni siquiera hayan cumplido los 14 años.La fragmentación social y la inestabilidad política de Turquía, serán explotadas por EEUU y sus aliados árabes e israelíes, para conducirla a las puertas del infierno, y acabar con Erdogan. Les costará: el líder turco ha aprendido del error de su hermano egipcio Mohamad Mursi, y está formando un ejército ideológico fiel para neutralizar al Ejercito clásico, como lo hizo el ayatolá Jomeini, creando a Pasdaran, los Guardianes Islámicos, y una docena de grupos paramilitares. Desde la organización juvenil del Partido de Justicia y Desarrollo y de las cerca de 80.000 mezquitas, cientos de miles de hombres han formado grupos parecidos a los camisas negras de Mussolini, haciendo sus prácticas en el escenario de la guerra de Siria. Éstos se integrarían en el Ejército, para cambiar radicalmente su naturaleza, eso sí, siempre y cuando el Pentágono se quedase mirando, cruzándose de brazos.Un paisaje regional cambianteEl primer país en condenar el golpe y que ofreció a Erdogan “todo tipo de ayuda” fue Irán. Las razones son varias: más tensión en la zona y en sus fronteras amenazaría su seguridad nacional; devuelve el favor al líder turco, quien rompió las sanciones económicas impuestas por EEUU y la UE sobre Irán (aunque él y sus hijos ya recibieron lingotes de oro como recompensa); se trata de la solidaridad religiosa: el régimen turco, aunque sunita, es islamista e iba a ser derrocado por una institución laica; finalmente, hay un factor estratégico: Teherán comparte con él la lucha contra las aspiraciones autonomistas de los kurdos; y un factor económico: que pueda unirse, algún día, al proyecto del gaseoducto Trans Anatolia (TANAP).En cuanto a Arabia Saudí, EAU y Egipto, que dirigen el frente internacional anti Hermanos Musulmanes, esperaban el triunfo de la intentona. Riad lo consideró un “problema doméstico”, tardando dos días en mostrar su “satisfacción” por el regreso del orden en Turquía, sin apoyar a su presidente. Los Al Saud han invertido millones de dólares en derrocar a Bashar al Asad para debilitar a Irán, y no admiten que Ankara ahora negocie la paz con Damasco. El Egipto del dictador Al Sisi, miembro del Comando central de EEUU (US CENTCOM), impidió en el Consejo de Seguridad una declaración de apoyo a la democracia de Turquía.Desde Qatar, el único país árabe dirigido por los Hermanos Musulmanes, su ex emir, Hamad Al Thani, acusaba a EEUU y al ministro de Exteriores saudí, Adel Al-Jubeir, de dirigir el golpe. Y no es un secreto que Israel prefiere una Turquía controlable e incapaz de cuestionar su hegemonía en la región. Este país es el oculto y principal beneficiario de la destrucción de los Estados de Irak, Libia, Sudán y Siria.Rusia, el ganadorVladimir Putin, quien será el primer mandatario en recibir a Tayyib Erdogan después del susto a principios de agosto –y acaba de conocer la decisión tomada por la OTAN en la cumbre de Varsovia de aumentar el cerco militar alrededor de Rusia– ahora sí que podrá pedirle a Erdogan que bloquee el plan de EEUU de tener una flota permanente en el Mar Negro. A cambio dejará de jugar con la cuestión kurda y descongelará el proyecto del gasoducto del Corriente Turco: Turquía ganará millones de euros y rublos, y Rusia podrá prescindir de los gaseoductos de Ucrania e impedir que EEUU controlase el flujo de gas que recibe Europa desde esta región. No es prudente pensar que Putin y Erdogan se han unido en una lucha “antiimperialista” como lo hicieron (de forma intermitente) Lenin y Atatürk contra el enemigo común, el imperialismo británico. Erdogan no tiene doctrina, y mañana puede volver a cambiar de bando.Washington no va a perder a TurquíaEn 2012, Barak Obama ideó que en vez de acabar con Asad lo mejor sería convertir Siria es una trampa donde Rusia, Irán, Turquía, Hamas, Hizbolá, Arabia Saudí, incluso Israel, desgastasen sus fuerzas. A Turquía la castigó por “colaborar con los enemigos” y con el fin de mantenerla en la órbita del Occidente, le hundió en Siria y neutralizó su montaje de la “crisis de refugiados”; armó a la rama siria del Partido de los Trabajadores Kurdos (PKK), respaldó a organizaciones de derecha religiosa como el Movimiento Gülen, y puede que la CIA siga alimentando las “células dormidas” de los Lobos Grises, Ergenekon, o la “Contraguerrilla” que es la rama turca de la red de Gladio experta en las operaciones de “bandera falsa”. Washington ahora fortalece sus bases militares en Irak, sobre todo en la región kurda, donde planea levantar otras cinco bases (y éste fue uno de los 7 motivos de la ocupación de Irak), mientras disfruta de ver cómo el Donald Trump turco, “va calentando su casa, utilizando de combustible sus vigas y puertas”.
IRVING, TEXAS – The Organization of the Petroleum Exporting Countries is dead. Saudi Arabia killed it. Now, OPEC is just a toothless zombie, attracting attention, but without having any impact on the living.Few have noticed OPEC’s demise for a simple reason: it never really had the impact that it was widely perceived to have. It was never actually a cartel, possessing monopolistic market power. Anyone who thought otherwise was mistakenly attributing to it Saudi Arabia’s market power.And Saudi Arabia’s power is expansive. It remains the dominant producer in world oil markets, and its political and economic decisions shape global energy economics. This impact will be intensified if the Kingdom resurrects Arab Light as the global benchmark crude.Of course, new players in the energy-production game could conceivably deal a blow to Saudi Arabia. But, so far, the Kingdom has managed to avoid serious injury.The shale-energy revolution in the United States, for example, has had a far-reaching international impact – far greater than expected. The Atlantic Basin ran an oil surplus – producing more than it consumed – for the first time in a half-century, while the Pacific Basin became the only dumping ground for crude. The surge in domestically produced shale oil caused OPEC members Algeria, Angola, and Nigeria to lose significant market share in the US.Yet that revolution has had little impact on Saudi Arabia, Iraq, or Kuwait, owing to crude quality. Algeria, Angola, and Nigeria were exporting to the US a kind of light sweet crude that is comparable to shale oil. Yet many US refineries are still geared toward the heavier and more sour types of crude that the country imports from the Middle East. As a result, Saudi Arabia’s market share in the US seems relatively secure.This is not to suggest that Saudi Arabia is invincible. On the contrary, it has lost market share among the largest oil importers in Asia, which have increased their purchases of West African crude (diverted from the US). Perhaps most painful, the Kingdom has lost substantial market share in China to Russia.Russian penetration of the Chinese market was spurred by the imposition of Western sanctions after Russia invaded Ukraine and annexed Crimea in 2014. China took full advantage of the Kremlin’s desperation, securing rock-bottom rates for Russian energy resources. Once the door to Asia was open, however, Russian companies seized the opportunity to enter the downstream markets of India and Indonesia – two countries that are critical to the Saudis’ own strategy.Over the last two years or so, Saudi Arabia has made starkly clear that it will not easily give up its market share – to anyone. It has pursued a campaign to recover its former position not just in crude, but also in petroleum products, natural gas liquids, and petrochemicals. To this end, it has sustained a price war, supported by a boost in production, aimed at pushing out weaker competitors.At first, Saudi Arabia took aim at the shale industry. But its strategy for asserting its dominance over global energy markets evolved over time, adapting to new economic information and political circumstances. Ultimately, Saudi Arabia dragged all of OPEC into the price war. Countries increased their production for as long as they could, causing prices naturally to drop. When production peaked, the bottom fell out of the market, because OPEC members were forced to enter into direct price competition with one another.The permanent internal rifts that all of this has produced were painfully apparent at this April’s OPEC meeting in Doha, where a deal to freeze output fell apart. Saudi Arabia refused to cut production unless Iran would do likewise. But Iran – which, like Russia, had lost considerable market share as a result of Western sanctions – refused to cut production outright. Producers that lost market share in the US will not cut production, either.By now, Saudi Arabia recognizes that low oil prices will not fully restore its market share in Asia and Europe. But it also sees that it has no more use for OPEC, an organization that it foisted on the world with the first Arab oil embargo in 1973 and has since used as a shield for its oil policies. With the US shale revolution having rendered OPEC useless, Saudi Arabia has decided that its creature is not worth keeping alive.But this does not mean that there is no hope for energy cooperation. Saudi Arabia is now pursuing a major shift in its foreign, economic, and energy policies, exemplified by the impending privatization of a portion of Aramco, its national petroleum company, which is set to expand its refining capacity.All of this suggests that competition in energy markets may shift from crude oil to refined products. That would create new opportunities for cooperation: producers with large refining and storage capacity could purchase surplus oil from producers lacking such capacities.A shift from competition in crude to competition in petroleum products would have a profound effect on global oil markets and related industries, like shipping. Ultimately, it would most likely boost the overall efficiency of the oil market and strengthen producers’ capacity to weather market volatility. The producers and refiners with the most sophisticated technologies would dominate – beginning with Saudi Arabia.
El deterioro de las relaciones entre Irán y Arabia Saudí, sin lazos diplomáticos desde principios de este año, ha alcanzado un nuevo nivel esta semana a raíz de que el líder supremo iraní, el ayatolá Ali Jamenei, acusara el lunes a los dirigentes saudíes de infieles e incapaces de gestionar los santos lugares del islam. Duras palabras a las que el muftí saudí respondió al día siguiente asegurando que los iraníes, en cuanto chiíes, “no son musulmanes”. Ambos países, que rivalizan por la hegemonía regional, se atribuyen el liderazgo de las dos principales ramas del islam, chií y suní, respectivamente.“Debido al comportamiento represivo de los gobernantes saudíes hacia los huéspedes de Dios, el mundo musulmán debe reconsiderar la gestión de los lugares santos y la cuestión del Haj”, sugiere Jamenei en su mensaje previo a la peregrinación.En vísperas de esa gran cita de los musulmanes y con un lenguaje más hosco de lo habitual, la máxima autoridad de Irán acusa a los dirigentes saudíes de “blasfemos, carentes de fe, dependientes y materialistas”, tras atribuirles la responsabilidad por la inestabilidad regional por su apoyo a los grupos yihadistas, a los que él se refiere como takfiris.“Debemos comprender que aquellos no son musulmanes; son seguidores de magos. Su hostilidad hacia los musulmanes es antigua, en especial hacia los suníes”, afirma el jeque Abdelaziz Bin al Sheij utilizando un término coránico, majus, que se refiere a los zoroastrianos y quienes adoran el fuego. El muftí de Arabia Saudí contestaba al diario Meca sobre las críticas de Jamenei.La mayoría de los iraníes siguen el chiísmo, rama minoritaria del islam que los extremistas suníes consideran herética, una convicción que ha justificado asesinatos y matanzas en Irak, Siria, Pakistán y Afganistán. Que la máxima autoridad religiosa saudí diga que los chiíes no son musulmanes es algo muy serio.“Por supuesto [que] no hay parecido entre el islam de los iraníes y de la mayoría de los musulmanes y el extremismo intolerante que predican el más alto clérigo wahhabí y los maestros saudíes del terror”, se apresuró a responder el ministro iraní de Exteriores, Mohammad Javad Zarif, en su Twitter.También el presidente iraní, el habitualmente moderado Hasan Rohaní, se ha hecho eco de las palabras de su líder supremo y ha pedido a los musulmanes que se unan para castigar a los responsables saudíes por su mala gestión del peregrinaje.“Los países de la región y el mundo islámico, en general, debieran adoptar medidas coordinadas para resolver los problemas y castigar al Gobierno saudí”, manifestó Rohaní durante una reunión del Consejo de Ministros este miércoles, según la agencia estatal IRNA.En su mensaje para el Haj, Jamenei menciona la estampida y el accidente de la grúa que tuvieron lugar el año pasado, y responsabiliza a las autoridades saudíes “en ambos casos”. Ha sido la postura oficial iraní desde que ocurrieron, añadiendo leña al fuego de las malas relaciones bilaterales. De hecho, las diferencias han impedido la participación de iraníes en la peregrinación de este año, algo de lo que también culpan a los saudíes.El Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), que agrupa a las seis monarquías de la península Arábiga, ha cerrado filas con Arabia Saudí. Su secretario general, Abdullatif al Zayani, ha calificado las palabras de Jamenei de “inadecuadas y ofensivas”. “Se trata de una clara provocación y un intento desesperado de politizar el peregrinaje”, ha dicho en un comunicado.
El conflicto ha durado más de 60 años. El motivo son cuatro islas que fueron anexadas en 1945 por la entonces Unión Soviética durante el fin de la Segunda Guerra Mundial.La ocupación de las Islas Kuriles -conocidas en Japón como los Territorios del Norte- condujo a que ambos países no lograran firmar un acuerdo de paz para poner fin a la Segunda Guerra.Desde entonces, la relación entre Rusia y Japón ha sido tensa y técnicamente ambos siguen en guerra.En los últimos meses, sin embargo, el presidente ruso Vladimir Putin y el primer ministro japonés Shinzo Abe se han estado "cortejando" desde lejos. Y esta semana, el 15 y 16 de diciembre, Putin se reunirá con Abe en Japón para formalizar ese cortejo.Durante la visita de dos días se cree que Putin y Abe firmarán varios acuerdos de cooperación e inversión. Pero ¿podrán ambos mandatarios poner fin a su guerra? "Putin ha estado cortejando a Japón, pero de ninguna forma tiene intenciones de regresar la islas a Japón", explica Famil Islmailov, editor de BBC Rusia.Y Japón, por su parte, ha dicho reiteradamente que no firmará ningún tratado de paz mientras no se le regresen las islas.Pero a pesar de la disputa por las islas, ambos países han estado intentando acercarse para desarrollar sus vínculos económicos y comerciales."Para Japón, el asunto de las islas es una cuestión de orgullo nacional", explica el periodista de la BBC, Famil Isamailov."Pero Rusia necesita a Japón por cuestiones económicas, considerando las sanciones que le impuso Occidente". ◾Por qué Vladimir Putin es ahora más poderoso que la semana pasada (y casi no nos dimos cuenta)AcercamientoEn su discurso anual este año en la Duma (Parlamento) el 1 de diciembre, Putin declaró que deseaba tener mejores relaciones con Japón, y en los últimos meses Moscú ha estado buscando acercarse al país asiático.Abe, por su parte, ha dicho explícitamente que Rusia debe ver a Japón -y no sólo a China- como una "puerta de entrada" hacia Asia.Tokio -que mantiene una tensa y larga disputa con China por las islas Senkaku en el Mar de China Oriental- se ha mostrado preocupado por la ascensión de Pekín en la región.Los observadores afirman que este ascenso de China ha impulsado a que Tokio y Moscú busquen nuevas alianzas en la zona."Se trata de maniobrar y tratar de mantener un equilibrio", le dijo a la revista Foreign Policy, Michael Auslin, director de estudios de Japón del American Enterprise Institute. "En relación a China, Rusia es vista como un socio útil para Japón, y viceversa. Y si las cosas se ponen difíciles con alguna de las partes, en particular Rusia, podrá volver a contar con China", agrega.DeportacionesLas cuatro islas que Moscú se anexó en 1945, ubicadas entre el norte de la isla japonesa de Hokaido y el sur de la península rusa de Kamchatka, son Kunashir (conocida en japonés como Kunashiri), Iturup (Etorofu), Shikotan y los islotes rocosos Habomai.Cuando la Unión Soviética tomó control de las islas había unos 17.000 residentes japoneses en ellas.Dos años después deportó a todos los habitantes a Japón.En 1956 ambos países restauraron relaciones diplomáticas pero desde entonces no han logrado firmar un acuerdo de paz debido a la disputa territorial.Entonces Rusia propuso regresar dos de las islas, las dos más pequeñas, pero Tokio rechazó el acuerdo debido a que esas islas representaban sólo 7% de la tierra disputada.Desde entonces no se ha logrado solucionar el conflicto.Tal como señala Famil Ismailov de la BBC, debido a la recesión económica que atraviesa, Rusia actualmente necesita más a Japón que Japón a Rusia.Y aunque no se logre un progreso sustancial para resolver la disputa de las islas, lo más probable es que durante su encuentro ambos líderes hagan un anuncio sobre algún tipo de concesión."Se espera que firmen una serie de acuerdos. Se habla de nuevos vínculos comerciales, culturales y científicos", dice Ismailov.Y sobre las islas, agrega el periodista, "es probable que Rusia reduzca las restricciones para que algunos japoneses puedan viajar a algunas de las islas disputadas"."También podrían crear en las islas una zona de libre comercio, todo como una forma de acercamiento entre los dos países"."Pero no debemos esperar que Rusia regrese las islas", agrega Ismailov.◾¿Cómo se ha fortalecido Putin con los bombardeos de Rusia en Siria?CooperaciónRecientemente Shinzo Abe presentó un plan que incluye la cooperación financiera de Japón para desarrollar los sectores científicos y energéticos de Rusia a cambio de que Moscú suavice su posición sobre las islas.Y se especula que Japón podría estar repensando su enfoque y aceptaría algún tipo de solución, basada en el acuerdo de 1956, que incluya el regreso de dos islas "y algo más"."No debemos tener muchas expectativas", le dijo a la agencia Reuters, Muneo Suzuki, un legislador japonés que ha estado involucrado en las relaciones ruso japonesas y ahora asesora al primer ministro Abe."Será más que suficiente si se llega a tomar un paso hacia la resolución del asunto territorial", afirma.Ese paso, dice Suzuki, podría ser que "ambos anuncien que están de acuerdo en que lanzarán negociaciones concretas -basadas en la declaración conjunta de 1956- para lograr una resolución".Los expertos afirman, sin embargo, que Abe enfrentaría extensas críticas en su país si acepta firmar la paz con la transferencia de sólo dos islas.Durante las reuniones preparatorias de la cumbre, los cancilleres de ambos países dejaron en claro que es poco probable que se firme un tratado de paz."El problema es complicado", dijo el canciller ruso Sergei Lavrov después de reunirse a principios de este mes en Moscú con su contraparte japonés Fumio Kishida."No es fácil cerrar la brecha en las posiciones básicas de ambas partes", agregó.Lo que quiere decir que es probable que estas dos naciones seguirán sin poner fin a la Segunda Guerra Mundial.