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Mensajes - The Resident

Nada mas a pie de calle se me ocurre que crear una empresa.

Este hilo es para dar los primeros esbozos y pedir opiniones, contactos, o interesados entre los foreros para el desarrollo de empresas TE.

Sean discretos, y en cuento puedan lleven sus discusiones al ambito privado; pero aprovechen la riqueza que nos da la gran cantidd de conocimiento y personas que aqui nos encontramos.

Si logran llevarlas a cabo, hagannos participes de sus evoluciones, nos alegraremos con Vds.

En cuanto puedan, contactense privadamente y organicense fuera del foro.

Suerte a todos.

Quizas seria interesante, ademas de proponer a muy grandes rasgos las ideas, indicar que tipo de conocomientos y recursos se ven necesarios, asi como un perfil propio profesional y deseado en colaboradores.


Hechos
- Burbuja inmobiliaria [1985 - 2008]
- España será Europa o no será
- 1 EURO fuerte >(más que)> 166 pesetas débiles
- Ni izquierda ni derecha: HACIA ADELANTE
- Inquilinato, solución a la parálisis actual
- Hay crisis porque NO bajan
- Ladrillo y turismo = trabajo BASURA
- España, país de los mercados cautivos
- Europa, una sociedad civil en la que mirarse

Propuestas
- Disciplina monetaria
- Sistema de cupos para las autonomias
- Vivienda Barata, no mas expolio
- AA: Alquiler Asequible para todos
- Transparencia TOTAL cuentas y cargos públicos. Sino te gusta, a la privada.
- Separación de poderes (No al RD por decreto)
- Inversión en Bienes de equipo, objetivo: Exportación


Frases
- Si la Transición es Mentira, haremos una de Verdad
- Soy un inquilino, no un ciudadano de segunda clase
- España es un Estado Mafioso. Intervención YA
- Soy jóven. ¿Quién se ha llevado mis oportunidades?
- Capitalismo de verdad o capitalismo de amiguetes. ¿QUÉ PREFIERES?
- España NO es el Primer Mundo:
- Hay opciones: elige la PASTILLA ROJA


Definiciones
- Europeísta
- Internacionalista
- Anticorrupción
- Sin filiación política


Queremos
- Que se haga cumplir la ley
- Que no se especule con bienes de primera necesidad
- Que no haya falta de libertad
- Que haya un norte claro, un proyecto, no decisiones cortoplacistas e interesadas
- Que no haya grandes o graves desigualdades sociales



Editando, voy poniendo arriba esas pequeñas ideas que conforman un todo.

//
El momento debería haber sido hace tiempo pero nunca es tarde. Spanish style  ;D

Tenemos que sentar unas bases mínimas de consenso, unas guías que sean un mensaje corto, conciso y coherente, para que "lo que salga" de aqui sea RECONOCIBLE. Y digo "de aqui" porque somos mucha gente, y el "corpus" lo tenemos perdido en el interior de diezmil mensajes, distribuidos en quinientos hilos a lo largo de 2 o 3 foros y años de postprocesado y afinado.

Un neófito no debe tener que tragarse el hilo de PPCC para ver de que va esto!!! No es amigable. Es imposible.
Si a eso le sumamos las turbulencias propias de la época (la sociedad patas arriba, la prensa, la política, la calle...) tenemos razones de más para tratar de alejarnos de ese lío generalizado y facilitar las cosas en la medida de lo posible. Hacer de faro.

Sabemos que los mensajes cortos son los que calan.
Apliquemoslo.
Sentemos unas bases que representen la TE.

Lo llevo pensando tiempo y lo digo ahora a colación el "repaso" :) (merecido, jejeje) de Visi a unas infografías de Sunami en otro hilo (por cierto, tb gracias por el trabajo que te estas currando, va a quedar bien). Pero es que no hay ni una triste guia a la que remitirse los interesados en llevar "la palabra" allende los mares.
Propongo unos patrones. Unos mínimos comunes que defender.
Por ejemplo yo definiría el foro principalmente como:
Europeísta
Internacionalista
Anticorrupción
Sin afiliación política


Todo eso que pusimos en las normas de funcionamiento que tan bien quedaron redactadas, deberíamos colocarlo en 6 o 7 frases, de tal forma que si alguien quiere gastar buenamente su tiempo en unos carteles, unos gifs animados o una carta al director de un periódico, sepa con que puntos generales contará con el apoyo público y promoción de los integrantes del foro.

Y por supuesto dejarlo como chincheta en el foro de iniciativas o como se quiera llamar. Estoy seguro de que en esos 4 puntos todos estamos de acuerdo. Y fijo que hay más.
Como lo veis.
Política a la parmesana
http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2012/08/120816_politica_parma_italia_jgc.shtml

Alan Johnston

Los parmesanos tienen el poder

En la ciudad italiana de Parma, los ciudadanos toman las riendas al elegir un alcalde que representa a un movimiento que se rige por consulta popular.

Por generaciones, los alcaldes de Parma, en el norte de Italia, han ejercido el poder desde el ayuntamiento medieval de la ciudad.

Pero sus antiguos muros nunca vieron a nadie como el recién elegido Federico Pizzarotti, un nuevo tipo de alcalde que representa una forma de poder popular que ya sacude a la política italiana.

En mayo, los votantes parmesanos rechazaron a los políticos tradicionales, escogiendo en cambio a candidatos de una red de ciudadanos concebida en internet.

Ahora este municipio está controlado por el movimiento "Cinco Estrellas", cuya victoria fue parte de un mejor desempeño en las elecciones locales.

A los partidos tradicionales de la derecha, incluido el del exprimer ministro Silvio Berlusconi, les fue particularmente mal.

Al mismo tiempo, la red de ciudadanos se benefició sin duda del descontento con las medidas de austeridad impuestas por el gobierno actual -no elegido- de tecnócratas, encabezado por Mario Monti.

Así, Pizzarotti, de 38 años, se encuentra a cargo en Parma, yendo cada mañana a la alcaldía en bicicleta.

Jamás había sido elegido a ningún cargo. "No tenemos experiencia política para administrar una ciudad, es cierto", dijo el nuevo alcalde, que anteriormente era consultor de tecnología de la información.

"Pero tenemos experiencia de vida: buen juicio, que podemos aplicar a la vida política. Actuamos en defensa de los intereses ciudadanos".

Contra la corrupción

En el núcleo de la filosofía de Cinco Estrellas está el desprecio por lo que sus simpatizantes consideran el corrupto sistema político italiano.

El partido surgió del mundo virtual de internet para enfrentar la dura realidad de gobernar.

Parma es el primer lugar importante en el que candidatos de Cinco Estrellas llegan al poder.

Aquí se pondrán a prueba sus ideas y desempeño ante el resto de Italia, antes de probar suerte en el Parlamento.

Pizzarotti habló de lo que para él los políticos tradicionales han hecho mal en Parma. Expresó que gastaron dinero en proyectos de construcción caros e innecesarios en vez de invertir en el pueblo.

"Creo que el tejido social es lo que contiene el potencial de una ciudad, de un estado", indicó.

"No relanzaremos nuestra economía construyendo un edificio. Tenemos que cambiar nuestra forma de pensar".

"Espero que al final de nuestro gobierno, Parma haya entendido que hay modelos diferentes, sustentables, que pueden producir una buena economía local".

Hay un tema ecológico en los cambios que plantea: menos uso de autos, menos énfasis en el consumo, mayor conciencia de la necesidad de ahorrar energía.

La idea fundamental del movimiento es que la gente no debería seguir votando y después esperar que los políticos electos hagan lo correcto.

Los ciudadanos deberían en cambio permanecer involucrados en el proceso de formación de políticas.

¿Receta para la parálisis?
Parma

A pesar de una próspera tradición empresarial, Parma tiene más de US$900 millones en deudas.

El movimiento favorece la toma de decisiones continua y colectiva.

"Debemos consultar a los ciudadanos", señaló Pizzarotti. "Antes de gastar millones en un proyecto, debemos estar de acuerdo en que es lo que nosotros -ellos- queremos hacer".

La vicealcaldesa de Pizzarotti, Nicoletta Paci, dijo que de "mil ideas" saldrá un consenso a través de la discusión y votación.

La decisión final será más fuerte y aceptada, agregó, "porque todos estuvieron involucrados y dieron su opinión".

Se le preguntó si no sería una receta para algo cercano a la parálisis: mucha discusión pero una toma de decisiones lenta y quizás una sensación de inacción.

Paci respondió que no habría necesidad de consultas masivas en asuntos menores o cotidianos. El proceso sólo se aplicaría a los "asuntos grandes, los más importantes que deben compartirse con la población".

Pero los desafíos ante los nuevos concejales ciudadanos son enormes, y muchos "asuntos grandes" podrían requerir decisiones dolorosas.

Parma ha prosperado con el paso de los años. Se ubica en un rico cinturón de tierras agrícolas que produce el jamón, queso y otros productos lácteos más famosos de la región, con fuertes tradiciones empresariales.

Pero las finanzas públicas de la ciudad son caóticas. Está endeudada en más de US$900 millones, acumulados por previas administraciones.

El funcionario nombrado por Cinco Estrellas para las finanzas, Gino Capelli, señaló que se deben poner en orden sus libros, "con todo lo que ello implica en términos de impuestos, costo de servicios y contracción de gastos".

Pero no habrá un plan detallado hasta después del verano.

Necesidad de cambio

Hay en Parma quienes creen que los concejales ciudadanos sin experiencia no están a la altura de la tarea.

"Hemos visto poco hasta ahora", dijo Nicola dall'Olio, portavoz del opositor Partido Democrático en el municipio. "No hemos visto ninguna acción gubernamental".

"Hay una clara falta de experiencia, de entendimiento de la máquina burocrática, y se les está haciendo difícil comenzar a tomar decisiones".

"Hay cosas que funcionan cuando uno está en la oposición, pero ahora tienen que gobernar".

Sin embargo, Dall'Olio acepta el significado del surgimiento del movimiento de Cinco Estrellas, en Parma y en todo el país. "Ya están transformando la política italiana", aseguró.

Espera que la presión de la red ciudadana obligue a un cambio para bien en organizaciones políticas más antiguas, como la suya. "Los partidos como los conocemos ya no funcionan más, tienen que ser renovados", admitió.

La figura central del partido Cinco Estrellas -su estrella guía- es el popular comediante convertido en activista político Beppe Grillo, un irreverente y satírico azote del sistema, que dijo que Parma es sólo el principio, que el movimiento desafiará a los partidos tradicionales a nivel nacional, en el Parlamento.

Y con las encuestas de los últimos meses que les otorgan entre 15% y 20%, los activistas de Cinco Estrellas podrían ser una considerable fuerza en las próximas elecciones generales.

en: Julio 28, 2012, 16:36:19 pm 4 General / Divulgación T.E. / Wiki transicionalista

Hola, hace cuestión de unas semanas lancé una idea en un post de un tema
que rezaba algo así como :

A riesgo de equivocarme reflotando el hilo, os comento que llevo unos días "gastanto tiempo" en conversaciones sobre la situación actual entre gente de a pie, y mis impresiones son que la gente no es consciente del por qué de las cosas, por ejemplo, el por qué de los recortes, y su relación con los bancos y cajas -y deuda pública vs deuda privada-

Los más cerriles achacan esto a la herencia recibida, las ayuditas y los inmis, antes que a los desfalcos de la castuza y demás amigos.

Mi pregunta es, ¿sabéis dónde puedo encontrar algo así? Creo que considero de vital importancia hacer o tener algún tipo de documento claro, veraz y sencillo dónde poder entender esto, más que nada para lo que se puede avecinar de aquí en adelante, sería como estar preparado para poder dar respuestas a preguntas de la gente de a pie.

Por ejemplo los libros de alex saló son interesantes pero muy extensos.

Saludos.

P.D:

Si consideráis que esto puede dar para un tema más largo o diferente al de este hilo, sería interesante abrir otro.


En concreto está aquí para por si queréis leer más comentarios
http://www.transicionestructural.net/a-pie-de-calle/panfletos-y-octavillas/msg38826/#msg38826

La cuestión es que creo que aunque sea poco a poco, voy a intentar hacerlo, pero necesito la participación de todos, ya que yo soy un recién despertado.

Quizá, por la condición de recién despertado, muchas cosas aún no entiendo, no encajan o simplemente me pierdo y paso mucho tiempo leyendo e intentado seguiros. Es difícil y agotador leer por ejemplo 10 páginas de la La Travesía o de PPCC pero más aún será hacerse entender a los demás.

Otro forero, en el hilo del PPCC lo resumía de forma bastante acertada a lo que quiero referirme y a dónde quiero llegar:

No puedo compartir las opiniones que van en estos dos sentidos:

1.- Para la TE no hay que hacer nada.

2.- El foro y la dialéctica sólo sirve para informarnos [visto como contraposición a actuar]

Señor@s, creo que estamos muy pero que muy cerca del punto de no retorno, si es que no lo hemos pasado ya. Hay que empezar a hacer cosas gordas right now, que darán fruto en diez o veinte años.

¿Qué hay después de la devaluación interna?.

Si hacemos algo:
- independencia energética,
- economía del conocimiento vs. mano-de-obra-intensiva
- posicionamiento en la tarta de la producción UE (yo no me despistaría con la necesidad decreciente del factor trabajo).

Si no hacemos nada:
- geriátrico para rubios repleto de masajistas, peluqueras, cocineros y camareros.

Si la conclusión es que un grupo humano, aunque sea reducido, que está informado bastante por encima de la media, con anticipación a la realidad y que hace diagnósticos acertados para los problemas de verdad, en lugar de justamente lo contrario... si esta gente, digo, a lo máximo que aspira es a informarse, thankearse y avisar a sus primos de la debacle, no me extraña que estemos tan mal. Dicho como crítica y como autocrítica.


---
pS.: Hace poco me he enterado de que una compañera, al quedarse en paro, ha montado una especie de tienda de galletas artesanales. Esta persona es ingeniera (o como se diga) y estaba trabajando como jefa de proyectos de software. Miren un poco a su alrededor, el poco tejido industrial/tecnológico que había, se está yendo por el desagüe.


Es decir, empezar a hacer algo, y creo que lo más eficiente y divulgativo sería un wiki dónde todos podamos ir rellenando, editando y debatiendo de forma paralela el qué poner pero sin ensuciar el contenido y dónde todas las opciones estén contempladas. Muchas veces en el foro el leído "buah no salimos del debate, dónde hace x días lo dejamos claro" o " luego vendrá otro con lo mismo  y vuelta a empezar, así no avanzamos". Tener una referencia dónde poder consultar esto debatido sin perderse en post ni historias sería muy adecuado para todos.

Esto es simplemente una idea de cómo hacer algo y cómo canalizarlo, desde una perspectiva más divulgativa, para cuando la gente busque preguntas y encuentre opciones válidas.

Ayer, sin ir más lejos, y haciendo un poco de offtopic, me sucedió que estando entrenando, salí a puerta a tomar un poco de aire, dónde me encontré con una persona y comenzamos a hablar brevemente. Mientras a lo lejos, una chica, rubia, ojos azules, delgada, no un bellezón pero bastante mona, repartía publicidad; al llegar a nosotros, muy educadamente nos ofreció un panfleto, de buena calidad, en la que iba impreso un billete de 100€ que al despegarlo narraba una historia en comic. En realidad hablaba de la iglesia adventista del 7º día (o similar, mi amigo me lo quitó de las manos y lo tiró) y de salvación y verdad.

Volviendo al quid de la cuestión, propongo que me ayudéis a buscarle un nombre significativo al wiki, así como intentar elaborar un índice para poder ir rellenandolo de información.

La ideas de nombre que se me ha ocurrido son:

- la píldora roja (en realidad lo propuso el forero pringaete, por el despertar de matrix, aunque personalmente pienso que si hablamos de colores la gente podría asociarlo con algún tinte político)

- TransiciónAbierta
- openTE

Estos dos últimos solo se centran en la TE, pero la idea es que abarque desde el inicio de la crisis, el sistema que nos venden, la idea del terruñismo, de cómo hemos llegado aquí y continúe con las soluciones que tenemos y/o de lo que queremos para nuestro futuro. Camareros, masajistas, geriátricos vs todo esto más ingenieros, mecánicos, industria, ect ect.

Y por último, trazar un índice para ver el esqueleto del wiki.

Creo que por hoy está bien ya.

GxL y saludos.

P.D: Lo mismo los mods del foro permiten hacer algo así, pero vamos, la idea sería hacerlo en un wiki exterior dónde podamos todos modificar y colaborar.
Último artículo de Ricardo Vergés Escuín, en que vuelve sobre el tema de la deuda y el origen de los fondos.

Salidas a la crisis (3)
Alemania se pudo equivocar - ¿Qué defiende Ángela Merkel?
Ricardo Vergés


http://www.colectivoburbuja.org/Alemania.pdf













en: Junio 27, 2012, 14:54:25 pm 6 General / Transición Estructural / MFBH -p

En previsión del largo debate que se generará sin duda en los próximos meses y años, y convencido de la OBLIGACIÓN MORAL que todo ser humano tiene (debería tener) de evitar dolor y sufrimiento a sus congéneres en la medida de lo posible, abro este hilo monográfico del MFBH-p.

No es tarea fácil la salvación global -de hecho es imposible-, sin embargo deseo contribuir a que cada cual tome sus decisiones teniendo el máximo posible de información a su alcance. Debatamos hipótesis futuras, y luego que cada cual actúe según su parecer y entender.

¿Que es el MFBH-p?
Según el internauta PPCC (gran orador y creador del vocablo) es el Mayor Festín Bursátil de la Historia -pensiones.
Explicado en palabras del gran forero Newclo:
El desembarco del dinero de las pensiones en los capitales de las empresas cotizadas..

Observemos que como hecho fehaciente aún no ha tenido lugar, es una hipótesis.
Seguramente no se lleve a cabo de forma planificada, ni se llegue a plantear hasta dentro de muchos años como suceso cierto. Ahora bien, una vez el fenómeno haya explotado con toda su crudeza y se vea como algo obvio, ya será demasiado tarde.
Tenemos el ejemplo inmediato de la burbuja inmobiliaria, un hecho pasado y certificado que incluso hoy sigue siendo negado por gran parte de la población.

Análogamente y como en todas las burbujas, nadie avisará del MFBH, y quienes lo hagamos seremos ahogados por la exhuberancia. Eso lo doy por supuesto.
Como siempre, un hecho sucederá cuando se den unas condiciones que aboquen a tal situación. Yo personalmente creo que esas condiciones ya se están dando -las planteo mas adelante- y solo falta la chispa que prenda la mecha, el pistoletazo de salida.


¿Cuando sucederá?
La buena noticia es que por cuestión formal una operación así tendrá un punto de partida definido, ya que implica un cambio legislativo relativamente importante. Por tanto y formalmente el pistoletazo lo dará el BOE.

Probablemente antes de ésto asistiremos a numerosas señales que lo anticipen.
Empezarán los globos-sonda de la "posible" entrada de un sistema "supletorio" por capitalización, justificado en cualquier excusa: que el estado es incapaz de abordar las prestaciones, que tiene que haber libertad de elección, que a la larga es mas beneficioso... cualquiera slogan valdrá, el motivo es indiferente.

Entonces se estará empezando a gestar la gran burbuja de las pensiones cotizadas. Los buitres ya habrán olido el dinero.


¿Como se gesta?
Como todas las burbujas. En este sentido no tiene nada de especial.
Sería una burbuja de activos financieros de toda la vida, con la salvedad de que el combustible esta vez no vendrá del crédito o el apalancamiento, sino del tiempo cotizado (=dinero) de los futuros pensionistas.

Hagamos analogía con la burbuja inmobiliaria, la burbuja más reciente.
La burbuja inmobiliaria ha tenido lugar en un escenario muy concreto: cuando la generación '70 ha necesitado independizarse y formar una familia, es decir,  cuando la generación viva mas numerosa ha necesitado un techo.

Podemos acotar por tanto el MFBH, y como primera aproximación circunscribirlo al momento en que la generación '70 se vaya a jubilar.



De hecho, me permito ampliar el concepto del MFBH y encuadrarlo dentro de un fenómeno global derivado de la mera existencia de una "Generación Burbuja".

Me explico:
Todas las necesidades básicas de la generación viva más numerosa son susceptibles de formar una burbuja, derivada de la escasez inicial de un bien. El sistema productivo trata de suplir dicha necesidad, formando irremediablemente una burbuja intrínseca a la naturaleza financiera del propio sistema.

Y he aqui un regalo intelectual: asistimos hoy (año 2012) a movimientos importantísimos en el sistema productivo que anticipan y confirman este hecho. Si nos fijamos, observamos la preparación del sistema de cara a la necesidad de servicios sanitarios que irremediablemente llegará cuando la generación más numerosa alcance los 60 años. ¿A nadie le extraña la proliferación de hospitales privados, o el expolio a la sanidad pública justo en este momento?
Tiene su explicación, es la toma de posicion en el tablero, anticipando un hecho natural e irremediable: el envejecimiento de la generación viva más numerosa. El sistema productivo se adapta a las necesidades dominantes. En el futuro seguramente veamos cosas bizarras como corporaciones sanitarias en el IBEX35.


Bajando a lo concreto, el MFBH:
Como se está diciendo, la conversión del fondo de pensiones en capitalización ha de tener una fecha definida (BOE), a partir de la cual los activos "dopados" experimentarán el crecimiento y desarrollo propios de una burbuja.

Como las jubilaciones van por edades, habrá un grupo al que le toque ser el primero en jubilarse, y disfrutar de la fase ascendente de crecimiento (llamémoslos T). He aqui a los primeros beneficiados de la burbuja, los triunfadores. Por comodidad, descontamos a los "otros" triunfadores inherentes al sistema; Tanto del productivo -que ya están tomando posiciones- como del financiero, por ser juez y parte.

Puesto que hablamos de una burbuja, las primeras generaciones de jubilados serán las que se beneficien -y lo harán- del MFBH. De hecho generaciones mas viejas ya se están beneficiando indirectamente de la gran masas de cotizantes que les sustenta sobre la pirámide poblacional. Tras las primeras generaciones de jubilaciones doradas con el nuevo sistema, se irá corriendo la voz del nuevo paradigma: capitalización. Ya tenemos la burbuja montada. Nunca baja. Euforia. Vamos al fondo de pension privado.

Otra vez la analogía con la burbuja inmobiliaria. Nos hemos cansado de escuchar a ministros alabando las bondades del sistema. Viajar es de idiotas, mejor hipoteca. Propietarios ricos porque su pisito valía un potosí. Ahorrar es tirar el dinero. Mételo a ladrillo que nunca baja, etc. Estas frases las escuchamos en lo más álgido de la burbuja inmobiliaria, y las volveremos a oir otra vez, solo que cambiando PISITO por PENSIONCITA. Reeditaremos lo mismo que con la burbuja inmobiliaria, esta vez con la pensión.


La clave es LA MASA generacional nacida en los '70.

Analizando la pirámide poblacional, es facil suponer cuando se darán estos hechos. Año arriba/abajo el punto álgido debería ser en torno a 2035. En este año los nacidos en 1975 (tomado como punto medio de la generación) tendrán 60 años y estarían cerca de jubilarse y/o PREJUBILARSE atraídos por la brillantez de su tesoro. Como siempre los avispados se saldrán antes, pero los avaros y los mal informados caerán con todo el equipo. Esto son estimaciones personales y cada cual deberá hacer la suya. Si finalmente se retrasa la edad de jubilación -lo cual está por ver, verbigracia Francia- podría llegar hasta 2040.
Lo que es un hecho innegable es que esta generación se jubilará por esos años.

La burbuja inmobiliaria se estima que ha tenido un ciclo de aprox. 20 años hasta máximos (96-06). Muchas burbujas financieras tienen este ciclo de vida, ésta también lo tendrá con toda probabilidad.

http://es.wikipedia.org/wiki/Ciclo_econ%C3%B3mico

Según mi humilde entender, la explosión de la burbuja de activos financieros sucederá cuando la gran masa de jubilados ejecute su plan capitalizado de pensiones, haciéndolo todos a la vez. En este momento y por mera lógica económica, los activos verán disminuido su valor de mercado.

Como digo y según la pirámide de población, la explosión a "cobrar la pensión" tocaría de lleno dentro de 25 años aprox. ya que depende de la edad de jubilación para entonces. Pero aqui se llega tras un largo proceso, el proceso de formación de una burbuja, que es el MFBH-p.

La delicadísima situación económica de los Estados y la inversión de la pirámide poblacional hacen NECESARIO que se desarrolle alguna forma de artificio financiero que de solución al "problema" de las pensiones futuras, de la misma forma que para solucionar el "problema" habitacional se desató la mayor burbuja inmobiliaria de la historia. No actuar a tiempo significaría rebajar las pensiones a la mitad -mitad de contributentes o el doble de jubilados- y eso es algo que la casta política NO VA A HACER, paradójicamente motivados por el voto cautivo de los mismos futuro-pensionistas que van a sufrir las consecuncias del MFBH.

El desarrollo del MFBH:

El límite máximo, siendo como es 2035-2040 la fecha límite del MFBH, viene derivado de la jubilación simultánea de gran número de individuos. pero la fecha de comienzo (20 años antes) nos viene dada por la edad de jubilación de la generación anterior -actualmente gestora del destino de la población por fáctum biológico- ante la previsible INCAPACIDAD del Estado español para mantener el nivel adquisitivo de las jubilaciones ya comprometidas en la actualidad.

Casualmente estos primeros futuro-pensionistas hoy en activo se encuentran en la cúpula de poder actual, por un hecho meramente biológico como es haber nacido antes. Como artífices del invento, vivirán una jubilación dorada fruto de los primeros 10 años de crecimiento asegurado de MFBH.

Año tras año, los siguientes jubilados y prejubilados (nacidos en los años 59,60,61,62,63,64 etc) disfrutarán de su enoooorme activo de carácter financiero creado ex-profeso por/para la generación masiva, la que por entonces engordará la pirámide poblacional haciéndola totalmente regresiva.

Los 20-25 años totales de MFBH (tenemos marcado el límite máximo) separados en dos tramos de 10+10 serán tiempo suficiente para que los primeros beneficiados (a punto de jubilarse y en el poder) y los futuro-pensionistas, realimenten la burbuja, hecho matemáticamente necesario para alcanzar el crecimiento exponencial de toda burbuja.

Cuando la masa nacida en los '70 rompa a jubilarse, la población total en España escasamente llegará a los 35 millones, la mayoría jubilados. Por pura matemática, no habrá soporte natural y asistiremos al final del MFBH. Será la parte más desagradable.

Dicho lo cual, el pistoletazo -publicación en el BOE- no debería tardar más de 5 años, a contar desde 2012 (máximo año 2017).


¿Se dan las condiciones?
Objetivamente si se dan las condiciones para crear el MFBH.
Hay una grandísima masa de dinero latente en las cotizaciones pendientes de generar en estos próximos 25 años. Dicha futura masa monetaria -no materializada-, existe de forma más tangible incluso que el crédito traído del futuro en éstos últimos años de orgía inmobiliaria. Si se ha traído del futuro un dinero incierto para honrar al dios del pisito... ¿que impedimento hay para traer un dinero cierto -las cotizaciones- al presente?
No hay ningun impedimento, mas al contrario: todo serán parabienes, deducciones y bonificaciones. Sumado a la necesidad real de percibir una renta cuando no se puede trabajar por edad (comparemos con la necesidad real de un techo).

Como antesala del MFBH, repito, el sistema productivo ya se está orientando hacia los servicios sanitarios que esta generación va a necesitar en un futuro cercano. Por eso se está desmontando el sistema sanitario público para dar paso a los agentes privados.

Hay combustible y hay comburente. Solo falta la chispa que haga iniciar la reacción.


Cabe destacar que el MFBH no debería ser exclusivamente español, pues la generación X (masiva) es un fenómeno internacional derivado a su vez de la WW2. Si bien éste fenómeno se haría notar con mas fuerza en los sistemas financieros no anglosajones, con un sistema eminentemente público de histórica fortaleza y donde apenas existe el mercado privado de gestión de pensiones (p.ej. España).


Si has leído hasta aquí y te resulta interesante, no dejes de leer uno de los primeros mensajes (2008) en los que el internauta PPCC da nota del MFBH.
http://bichitos.blog.com.es/2008/08/20/viviremos-el-m-f-b-h-p-4615909/


Espero que podamos debatir aquí sobre este interesantísimo tema.
Un saludo.
Artículo de Ricardo Vergés Escuín sobre los argumentos de negociación que podría utilizar el Gobierno para conseguir una quita de la deuda.

www.colectivoburbuja.org/BazasPrensa.pdf

El dudoso origen del dinero prestado para el “boom” inmobiliario, baza negociadora ante los bancos europeos

Ante el hundimiento simultáneo de los mercados de producción y de liquidez en España y la  imperiosa necesidad de taponar la hemorragia de liquidez para conseguir el empate entre moneda y producción, se impone avanzar por la vía de la negociación como prácticamente único recurso antes de iniciar la remontada que solucionará la crisis.

Para abordar esta  vía negociadora, hoy por hoy casi ilusoria (el reino ni se rinde ni negocia…),  lo que sí podemos es delimitar ciertas bazas decisivas a la hora de conseguir acuerdos, según  apunta el arquitecto y economista Ricardo Vergés en un artículo publicado en el último número de la revista Observatorio Inmobiliario y de la Construcción   

La primera de estas bazas negociadoras es el dudoso origen de parte del dinero prestado desde  2003 por bancos europeos a nuestros propios bancos. En este sentido, los datos del FMI y de la  OCDE revelan un aumento progresivo (especialmente en Alemania, pero también en Austria y   Bélgica) en la relación entre masa monetaria y PIB, que empezó con el Tratado de la Unión y  terminó con la conversión de las monedas  nacionales al Euro. Estos datos ponen en entredicho  la tradicional explicación de que tales ingentes sumas de dinero que inundaron el mercado español con destino al sector inmobiliario, procedían del superávit de ahorro de los alemanes. 


La segunda, baza negociadora reside en el valor real o de garantía de los activos -tóxicos o no-  en manos de promotores, bancos e intermediarios, tasados en su origen en medio billón de euros  por el FMI y el Banco de España.

Vergés plantea desintoxicar la información financiera tanto de pasivo como de activo acumulados por el sector desde 2003, “no vaya a ser que se nos haya prestado dinero malo transformado  en peor por nuestra mala praxis, y que de ahora en adelante debamos devolverlo bueno; es decir, con nuestras rentas de trabajo y las de nuestros hijos”. 
Empecemos por aquí y vamos viendo..

http://lacartadelabolsa.com/leer/articulo/es_la_tecnologia_estupido
Citar
¡Es la tecnología, estúpido!
Fernando Herráiz Sánchez -  Sábado, 25 de Febrero


"No sabemos lo que pasa, y eso es lo que pasa J. Ortega y Gasset. Allá por el otoño de 1992 Bill Clinton, joven y telegénico gobernador de Arkansas, aspiraba a convertirse en presidente de Estados Unidos. Para lograrlo, debía derrotar en las urnas a George Bush padre. La empresa parecía harto difícil, pues el presidente en ejercicio acumulaba un impresionante currículo en política exterior: había visto caer el muro de Berlín, y obligado a morder el polvo al archienemigo iraquí. James Carville, estratega del Partido Demócrata, comprendió que debía centrarse en los puntos débiles del rival, e ideó una tabla de eslóganes para uso interno de la candidatura. ¡Es la economía, estúpido! fue uno de ellos. La expresión hizo fortuna y se convirtió en el lema oficioso de la campaña de Clinton. Tras su inesperado triunfo, la frase adquirió ribetes de profecía o premonición, perdió gran parte de su carga ofensiva, y su uso se extendió para describir todo tipo de situaciones en las que se cometen errores de bulto, o se presta atención al detalle y se olvida lo fundamental.

El 27 de marzo de 2007, el presidente del gobierno del Reino acudió a un programa de televisión. Se le preguntó si llegaríamos a los 3 millones de parados. Rodríguez Zapatero esbozó una sonrisa, y dejó bien claro que “de ninguna manera entraba en las previsiones del gobierno”.  En aquel año proliferaban las sonrisas.


Más o menos por las mismas fechas, Santiago Niño Becerra, economista catalán entonces poco conocido, acudía a otro programa y vaticinaba que pasaríamos de los 5 millones. La afirmación fue recibida por sus contertulios, todos expertos en la cosa economía, con aspavientos y carcajadas contenidas.
Ya bien entrado 2009, el gobierno hubo de reconocer que la situación era grave. Rodríguez Zapatero ya no sonreía. La oposición y la ciudadanía le reprochaban no haber visto venir la crisis, y manejar datos y previsiones económicas fantasiosas.


Nadie nos avisó, respondió el presidente, y el Reino se quedó (o debió hacerlo) con la boca abierta. Lo cierto es que no mentía. Nadie nos avisó. Y cuando decimos nadie nos referimos a aquellos que debieron hacerlo: el FMI, la FED, el Banco Mundial, la OCDE, la Comisión Europea, el BCE, el Banco de España, la CNMV, las agencias de calificación, los centenares de fundaciones y gabinetes de estudio de bancos, cajas de ahorro, aseguradoras.., y por supuesto el gobierno del Reino.


Hoy, la mayoría escurre el bulto y apoyándose en uno u otro informe ambiguo (todos lo son en cierta medida) se apuntan al ya lo decía yo. Pero la verdad a pies juntillas es que lo que se nos vino encima no fue anunciado por ninguna de las instituciones económicas encargadas de hacerlo.


¿Qué ocurrió? ¿Cómo fue posible un error de tal magnitud?  Y…, ¿qué dicen los protagonistas del desaguisado?


En general, se ha pasado de puntillas sobre tan comprometedor asunto, pero alguna explicación había que dar. Y se han ofrecido dos:


La economía no es una ciencia exacta. Es la que se ha transmitido al gran público, y sin ánimo de hacer sangre, suena a excusa de patio de colegio. Porque una cosa es equivocarse en unas decimas en tal o cual previsión, prever las consecuencias de súbitas guerras, conflictos políticos o accidentes financieras localizados, y otra bien distinta, asumir y pregonar a los cuatro vientos que la economía mundial va en una dirección, cuando en realidad va exactamente en la contraria.

La segunda explicación, reservada a ambientes más especializados, afirma que efectivamente, en determinadas instancias (léase bancos de inversión y agencias de calificación principalmente) se sabía o al menos se intuía que el estado de la cosa económica era insostenible, pero los que estaban en el ajo ganaban tanto dinero que lo dejaron correr…


Esta versión suele tranquilizar a muchos, pues se identifican unos culpables (los malditos especuladores) y una causa: la codicia y la infinita avidez de riqueza.


La infinita avidez es por definición mala, y los especuladores, ya se pueden imaginar…  Bien, ya sabemos cuál es la causa de las penurias que sufren millones de ciudadanos del mundo. Sin embargo…, la pregunta no era ¿quiénes son los culpables?.. sino ¿por qué no se vio venir la crisis?
Veámoslo más de cerca. Solo el gabinete económico de La Moncloa cuenta con un centenar de economistas. El FMI con más de 3000, el Banco Mundial y la OCDE con cantidades similares…si añadimos el resto de instituciones mencionadas…nos salen muchos, muchísimos economistas perfectamente cualificados…, ¿estaban todos conjurados en un pacto de silencio?


Aunque salta a la vista que se trata de un gremio extraordinariamente gregario, es difícil de creer… ¿Entonces…? Quizá les ocurrió algo semejante a lo sucedido a Mr. Bush en las elecciones del 92.


Para situar el problema, repasemos las repuestas que han ofrecido las principales corrientes de pensamiento económico a la pregunta de ¿por qué estamos en crisis?


Liberal-Conservadora.


Esta corriente (la más influyente) no ha hecho un intento mínimamente serio de explicar a la ciudadanía las razones del cambio de ciclo. Más bien se ha limitado a acuñar eslóganes. El más exitoso: estamos en crisis porque hemos vivido por encima de nuestras posibilidades.


Socialdemócrata.


Su vocero más conocido es Paul Krugman. Estamos en crisis por la falta de regulación de los mercados. Esto ha llevado, entre otras cosas, a una política crediticia suicida.

Izquierda.


Minoritaria, pero política e ideológicamente en ascenso. Estamos en crisis a causa del aumento de la desigualdad en la distribución de la propiedad y las rentas. Su origen se remonta a los primeros 80, cuando comenzaron a materializarse las políticas neo-liberales que han drenado la capacidad adquisitiva de los trabajadores, propiciando una disminución continuada de la demanda.


¿Quién lleva razón? Para intentar averiguarlo, probemos a introducir un elemento soslayado, o al menos infravalorado, por las tres corrientes.


Si se utilizase la tecnología disponible en 2000 para producir el mismo volumen de bienes y servicio que en 1975, los trabajadores necesarios se reducirían en los siguientes porcentajes:

 

                          OCDE                   -35%
                          Asía Meridional         -48,5%
                          Asia Orienta             -50,6 %         
                        América Latina 22,5                                
                        África Subsahariana     -23,5

Estas cifras ponen de manifiesto algo de sobra sabido: toda innovación tecnológica introducida en el ciclo económico tiene como objetivo reducir el tiempo de trabajo necesario para la producción de un bien o servicio. O lo que es lo mismo, destruye puestos de trabajo.


Podríamos poner infinitos ejemplos , pero basta echar un vistazo alrededor, fijarse en la manera en que hoy se hacen las cosas, y compararla con la de 20 años atrás. El contraste es notable, aún asumiendo que el grueso de los cambios pasa desapercibido al gran público, pues se realizan en el seno de las empresas. En su mayoría se trata de pequeñas o ínfimas innovaciones que automatizan, simplifican o aceleran alguna etapa de los innumerables procesos productivos utilizados hoy en día.
Junto a estos avances acumulativos, de cuando en cuando ocurren autenticas revoluciones tecnológicas que trastocan las bases mismas de la producción (petróleo, electricidad, telégrafo, informática, internet, código de barras,...) y aceleran vertiginosamente la sustitución de seres humanos por máquinas.


No les quepa duda de que en este preciso instante miles de mentes de todo el mundo están estudiando la manera de abaratar y aumentar la eficacia de cualquier actividad imaginable.
Pero la tecnología no solo avanza que es una barbaridad, sino también se ha extendido bárbaramente. En el siguiente mapa se señalan los países en los que se producían automóviles en 1967.





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En 2010…



 


Es claro que en vez de automóviles podríamos referirnos a infinidad de productos industriales. La ventaja tecnológica de occidente es cada vez más exigua, quedando reducida a sectores como el militar, aéreo-espacial, biotecnología, nuevos materiales, nanotecnología, maquinaria de precisión…, y poco más.


Como decimos, esto es perfectamente conocido y ningún economista, sea cual sea su tendencia lo niega, pues las cifras son apabullantes.


Ahora bien, el fenómeno se suele encarar argumentando de la siguiente manera: de acuerdo, la tecnología destruye puestos de trabajo en la agricultura e industria, pero los crea en el sector servicios. ¿Es eso cierto, o se trata de otro mito de economistas? Veamos.  El siguiente gráfico refleja la evolución de la población ocupada en USA en el último siglo.


Fuente: OCDE.


Como se ve, el porcentaje de trabajadores del sector primario ha caído drásticamente, convirtiendo esta actividad en casi puramente tecnológica. Por su parte la industria aumentó su peso relativo hasta los años 80, momento en que inicia un suave declive. Y efectivamente, el sector servicios ha experimentado una monumental escalada. Parece pues, que la hipótesis de la neutralidad de la tecnología en relación al número absoluto de puestos de trabajo se confirma. Ahora bien, lo relevante consiste en preguntarse si el sector servicios compensa la totalidad de los puestos de trabajo destruidos en agricultura e industria.


Para saberlo, comparemos el valor del total de lo producido en USA a partir de 1980 con el volumen de la población involucrada en dicha producción.

 




Fuentes: Banco Mundial. Bureau of Labor Statistics.
                          Elaboración Propia.


La horquilla que forman ambas líneas tiende a abrirse. Esto significa que para producir la misma cantidad de bienes y servicio, se precisa cada vez menos mano de obra.


Es decir, que en la patria y vanguardia de la informática, internet, video juegos, telefonía móvil, redes sociales, bio-tecnología, nano- tecnología, aéreo-espacial, nuevos materiales. De los innovadores, los empresarios imaginativos, visionarios,  emprendedores, filántropos, capitalistas compasivos. De las fundaciones, bancos solidarios y corporaciones comprometidas socialmente…, la tecnología está destruyendo más puestos de trabajo de los que crea. Lo cual no tiene nada de raro, pues precisamente ese es su objetivo.


Visto con algo más de detalle, la incapacidad del sector servicios para absorber los excedentes de fuerza de trabajo se acelera a partir de mediados de los 80, coincidiendo con el desembarco masivo de la informática y la explosión tecnológica en Asia.

Añadamos una última consideración, también conocida y admitida por la mayoría de los economistas: en un sistema de libre mercado moderno, solo se produce aquello que se puede consumir. O más exactamente, aquello que se puede vender. De donde se sigue que la capacidad de consumo determina la cuantía de lo producido, y no al revés.


En términos teóricos, los liberal-conservadores defienden la ley de Say, que afirma que todo bien o servicio producido crea una demanda equivalente a su valor. Pero en la práctica, olvidan el postulado y admiten implícitamente la primacía esta última.


Esto se evidencia en una de sus recetas favoritas: cuando un país o zona económica entra en recesión, debe aumentar su competitividad a toda costa, es decir, debe conseguir más demanda para sus productos, pues es la única manera de crecer. En definitiva, la demanda es la que finalmente mueve la economía.


Ahora bien, ocurre que tal demanda precisa de un consumidor final que cierre el ciclo productivo, y resulta que en los países desarrollados, entre el 70% y el 80% de los consumidores son trabajadores asalariados. Luego, el volumen de lo producido y por tanto el crecimiento y la salud de la economía, depende principalmente de la capacidad de consumo de los trabajadores, o lo que es lo mismo, del nivel de los salarios.


Bien, reuniendo los aspectos tratados, podemos comenzar a construir un relato verosímil de los orígenes de esta crisis.


La tecnología disminuye las necesidades globales de mano de obra. Este proceso se agudizó a partir de la década de los 80.  En un sistema de libre mercado, la fuerza de trabajo es una mercancía como otra cualquiera, sometida a las leyes de oferta y la demanda, luego…, su valor debió de disminuir. ¿Ocurrió así realmente?


. Fuente: INSEE (2006), Comisión Europea (2007), FMI (2007)
                        Michel Husson. La subida tendencial de la tasa de explotación.

 

El gráfico anterior muestra la evolución de las rentas del trabajo en relación al PIB en los países de la Unión Europea y el G7.  Es una suerte de radiografía que refleja el declive relativo de los salarios en el mundo desarrollado. En torno a 1984, se cruzó en sentido descendente la línea del 65%, cifra que funciona como indicador de futuras dificultades.


Si como hemos señalado, el volumen de la producción depende en última instancia del nivel de salarios, a partir de los 80, el PIB de los países mencionados debería haber disminuido, cosa que no sucedió. ¿Cómo fue esto posible? En siguiente gráfico nos aclara el misterio.




Fuentes: OCDE. Cecchetti, Mohanty and Zampolli. The real effects of debt.

 

Esta fue la evolución de la deuda contraída por familias (+600%), empresas (+310%) y estados (+440%) en los países de la OCDE. La conclusión es clara: a los trabajadores
se les pagó relativamente menos, pero se les permitió endeudarse mucho más.
Así se salvó el consumo, y por tanto la producción, y… se consiguió crecer.


El relato completo queda pues de la siguiente manera:


-El avance y extensión de la tecnología implican una reducción mundial de la necesidad de fuerza de trabajo.
-Esto ha supuesto un descenso de su valor, y por tanto de la capacidad adquisitiva de los salarios.
-Dado que esta capacidad es la que determina finalmente el volumen de la producción, se recurrió al crédito generalizado para evitar el desplome.
-La deuda de las familias contagió a empresas y estados.
-Cuando el monto total se hizo insostenible, comenzó la crisis.


Por lo que estamos atrapados en un bucle perverso.


      Exceso de crédito       =    Crisis de deuda.
      Restricción del crédito =    Estancamiento o recesión.

 

Se comprende lo delicado de la situación. Atendiendo al esquema liberal-conservador, la única salida posible es conseguir que las deudas se extingan, e intentar reiniciar el ciclo. Digerir las deudas implica pagar las existentes, y no contraer otras nuevas (recortes, restricción del crédito), lo cual requiere su tiempo. En esa fase nos encontramos. Para acelerar el proceso, tendrán lugar quitas o ampliación de plazos en todos los niveles de la economía, además de maniobras contables destinadas a compensar la disminución del valor de los activos de la banca.


Todo ello supondrá un largo periodo de penuria para amplias capas de la población, retrocediendo el estándar de vida en una o más décadas.


No hay que descartar tropiezos que rompan el precario equilibrio mundial, en forma de contestación social, crisis de deuda, pánico bursátil o burbujas incontrolables, pero si el capitalismo consigue reiniciar el sistema, se enfrentará a las consecuencias de un proceso implacable: en el ínterin, la tecnología habrá desarrollado nuevas y eficaces maneras de producir cualquier cosa que se pueda vender.


La necesidad de fuerza de trabajo habrá disminuido y con ello la capacidad de consumo. Y el eterno dilema capitalista (¿a quién vender?) volverá a la casilla de partida.

Por lo que en el fondo, estamos en crisis porque el actual diseño productivo-financiero es incapaz de gestionar correctamente la tecnología disponible (y previsible). O de otra manera. Las líneas maestras de lo que hoy conocemos fueron trazadas tras la II Guerra Mundial, tomando como referente un nivel tecnológico muy diferente al actual.


A poco que se reflexione, se comprende que lo raro, lo extraordinario sería que con cambios tan importantes en las raíces de la economía, el tinglado pudiese seguir manejándose con los métodos de siempre

Visto desde este ángulo, la afirmación liberal-conservadora de que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades, suena a broma de mal gusto. Si el crecimiento se ha sustentado en deuda, ha sido porque ellos lo decidieron, o más bien, porque dada su absoluta aversión a un reparto equitativo de las rentas, no tenían otro mecanismo a su alcance. En cuanto hemos dejado de vivir por encima de nuestras posibilidades, el sistema se ha parado.


Sus nuevas consignas son: no basta con recortar, es necesario también estimular. Y sobre todo: es imperativo que el crédito retorne a la economía real. O sea, vuelta a las andadas. Con el agravante de que simultáneamente se imponen políticas destinadas a mermar la capacidad adquisitiva de los asalariados. ¿Creen realmente que en estas condiciones, el ciclo deuda-consumo puede volver a funcionar como en los viejos y buenos tiempos? Sospechamos que no. Barruntamos (más bien nos tememos) la existencia de un plan B, que poco a poco se irá revelando a la población.

En cuanto a los socialdemócratas, su desfondamiento ideológico es clamoroso. La crisis los cogió con las vergüenzas al aire, pues hacía mucho que no entraba en sus cálculos que el capitalismo pudiese sufrir un accidente de importancia. La desregulación financiera propició una política crediticia suicida. Efectivamente, la que sirvió para crecer, la que llevó a exclamar al señor Rodríguez Zapatero en 2006 “España ha entrado en la Champions League de la economía”.


Por su parte, la izquierda tiene razón al afirmar que el aumento de las desigualdades propiciado por las políticas neoliberales está en el origen de la crisis. Pero suele obviar que si estas políticas se pudieron imponer, si Margaret Thatcher pudo someter a los sindicatos y Reagan y siguientes otorgar infinitas ventajas fiscales a los más ricos, se debió a que sobraba mano de obra, y se sabía que iba a sobrar mucha más. Sin este presupuesto, la dirigencia capitalista se habrían visto obligada a negociar, tal y como lo había hecho en el pasado. De nuevo la tecnología.


Más allá de esta consideración, la izquierda (especialmente la sindical) debe revisar su relación con el hecho tecnológico, pues es heredera de una concepción de la cultura del trabajo que está siendo ampliamente superada por los hechos.


Y es que los hechos están superando y cambiando muchas cosas, entre otras, el significado de conceptos tan añejos como dinero, ahorro y trabajo. De eso hablaremos en otra ocasión.

 

¡Es la tecnología, estúpido! El siguiente gráfico recoge la evolución del número de habitantes del planeta. Se observa un cambio brusco del ritmo de crecimiento a partir de la revolución tecnológico- industrial.


Luego, somos hijos, o más bien productos de la tecnología. Sin ella, la mayoría de nosotros no estaríamos aquí. Que el factor tecnológico es determinante se evidencia en el hecho de que no estamos dispuestos a prescindir él. Salvo fuerza mayor, jamás aceptaremos volver a segar a mano, descargar camiones al hombro, caminar kilómetros para ir al colegio o prescindir de la electricidad.

Se entenderá que opinemos que a lo largo de esta crisis la atención se ha focalizado en exceso en lo financiero, cuando es seguro que, para bien o para mal,  lo que permanecerá será lo tecnológico.


Interesante artículo de Rafael Poch sobre Alemania y la construcción europea 

http://blogs.lavanguardia.com/berlin/el-fraude-del-modelo-aleman-y-el-mito-de-su-%E2%80%9Cproyecto-politico%E2%80%9D/

Citar
El fraude del modelo alemán y el mito de su “proyecto político”
Rafael Poch | 03/02/2012

En la Europa de hoy, más que problemas de naciones torcidas, hay un problema internacional de estupidez

Cada día se habla de Alemania de forma más contradictoria. Por un lado se murmura contra su “proyecto europeo”, por otro se elogia su “modelo”. Está claro que ésta contradicción se resolverá en un sentido o en otro, según evolucione la eurocrisis. Es decir, probablemente no evolucionará bien para el prestigio de Alemania. Pero quedémonos en el día de hoy.

Por un lado se critica la doctrina alemana de que la crisis es “crisis de deuda de algunos países” y no, “crisis de un sistema internacional en el que todas las miserias están interrelacionadas y que fue desencadenada por un sector financiero que campa a sus anchas”, por ejemplo. Se maldice también su receta, basada en la austeridad unilateral, que empeora las cosas en los países endeudados de Europa, en lugar de intentar ajustar los desequilibrios internos en la zona euro y poner al Banco Central Europeo al servicio de lo público.

 Se desconfía también de los sospechosos conceptos introducidos por la canciller alemana, como la “Marktkonforme Demokratie”, la “democracia acorde con el mercado”, una democracia adjetivada que Merkel acuñó el uno de septiembre en una entrevista radiofónica en la que dijo:  “Vivimos en una democracia parlamentaria y, por tanto la confección del presupuesto es un derecho básico del Parlamento, pese a ello vamos a encontrar vías para transformarla de tal manera que pueda concordar con el mercado”.  Esa presunta “nueva democracia” ya está implícita en la llamada “regla de oro”, porque al meter el tope de gasto y endeudamiento en la constitución, el dogma neoliberal se hace ley suprema y las políticas neokeynesianas poco menos que ilegales.

La guinda de este despropósito la ha puesto esta semana la pretensión alemana de nombrar un “comisario” europeo que gobierne económicamente a Grecia, restándole a ese país devastado su última apariencia de soberanía. Alemania “no debería ofender”, ha dicho el canciller austriaco, Wernar Faymann. “El mayor país de Europa debería ser más cuidadoso”, ha añadido el ministro de exteriores de Luxemburgo, Jean Aselborn.

Murmullo y elogio

Pero junto a este murmullo de desagrado, que evidencia el creciente aislamiento de Alemania en Europa, se sigue citando a ese país como modelo. El Presidente francés, Nicolas Sarkozy, enarbola incluso la ejemplar bandera de su vecina como recurso electoral para las presidenciales de abril. “Apoyamos y vamos a estar a la cabeza” de la doctrina anticrisis alemana, ha dicho Mariano Rajoy en su primera visita a Berlín.

Esta situación evidencia hasta qué punto es actual, y esquizofrénico, el “modelo alemán” y su “proyecto europeo”. Pero, ¿qué hay detrás de esos clichés?.

Evidentemente estaría muy bien, por ejemplo en un país como España, aprender de lo mucho virtuoso y valioso que hay en cualquier otro país. En el caso de Alemania la lista salta a la vista: no han tenido burbuja inmobiliaria interna, conservan un tejido industrial sólido, son un país europeo aún capaz de fabricar, tienen una particular propensión al ahorro, mantienen un consumo familiar que no ha estado basado en el endeudamiento, disponen de una administración federal pequeña, eficaz y bien coordinada con la de los Länder, de un empresariado más responsable y un trabajo más dignificado cuyos sindicatos tienen una considerable participación en las decisiones empresariales; practican una menor destrucción del paisaje y del entorno natural hacia el que tienen mayor sensibilidad: no se puede construir cualquier cosa en cualquier lugar para enriquecer al alcalde o al promotor ( su pariente); dedican una atención verdaderamente ejemplar, tanto a nivel federal como regional, hacia los temas de educación, que pueden decidir elecciones (las últimas de Hamburgo) y cuyo sistema –desde los colegios hasta las universidades- es público en más de un 90%. Por esa misma razón, el presupuesto educativo es el único que no ha sufrido recortes en la actual crisis…  Lamentablemente no es de esa larga y obvia lista, a la que podríamos añadir mucho más, de lo que se habla cuando hoy se menciona el “modelo alemán”. Lo que se vende como modelo es, sobre todo, el ajuste neoliberal y antisocial realizado en los últimos veinte años en Alemania, en condiciones y plazos bien diferentes a las de la Europa del sur.

Alemania no está mejor porque “hizo antes los deberes” (¿quién pone esos “deberes”?, ¿quién es el maestro?), es decir porque hizo un ajuste antisocial adverso a los intereses y las condiciones de vida y trabajo de la mayoría antes que otros. En realidad Alemania llegó mucho más tarde al ajuste neoliberal que Estados Unidos y el Reino Unido comenzaron con Reagan y Thatcher  a finales de los setenta. Fue de los últimos en “hacer los deberes” en Europa. La verdadera película es otra.

Crisis por una reunificación política

Alemania tuvo una crisis en 1990, ligada a su anexión de la RDA, cuando, por razones políticas optó por prometer prosperidad inmediata a 16 millones de alemanes del Este mediante el establecimiento de la paridad entre el Deustche Mark y el marco del Este, metiéndose con ello en un agujero económico, que otra fórmula menos abrupta y efectista habría evitado. A corto plazo fue como si a los alemanes del Este les hubiera tocado la lotería. Gracias a la expectativa de los “paisajes floridos” prometidos por el canciller Helmuth Kohl se disolvieron los programas y discursos, mayoritariamente verdes y socialistoides, que manejaban los líderes civiles de la RDA; escritores, intelectuales y disidentes. Kohl y su CDU, que estaban de capa caída en 1990, recibieron la mayoría de los nuevos votos del Este y se mantuvieron en el gobierno ocho años más, hasta 1998. En ese sentido la reunificación fue una anexión a la medida de la derecha política alemana: una nueva revolución fallida que añadir a la historia nacional.

Pero a medio y largo plazo aquella fiesta política capitalizada por los conservadores, determinó una seria crisis de digestión. El  precio fue un duro lastre para la economía alemana, con mucho paro y casi total desindustrialización del Este. Se estima que el coste de la reunificación, tal como se hizo por imperativo político, fue de un billón de euros. El euro fue la salida de la crisis: la moneda única configuró enormes ventajas para la exportación alemana en su principal mercado.

Euro como solución

Gracias al euro (virtual en 1999, efectivo en 2002) Alemania “salió de la crisis” de la reunificación, una crisis creada porque el imperativo político de mantener a Kohl y su CDU ocho años más en el gobierno se puso por delante de la estricta racionalidad económica, para escándalo del Bundesbank de entonces. El ajuste antisocial aplicado en 2003 con la llamada “Agenda2010”, a cargo de los socialdemócratas, no tuvo apenas repercusión en el crecimiento. En 2007 The Economist cifró esa repercusión en un 0,2% del PIB. Fueron sobre todo el euro y el estancamiento salarial -que restó competitividad a sus competidores europeos- los que hicieron supercompetitivos los productos alemanes en Europa. Hoy se dice que fue el tardío ajuste neoliberal la clave del éxito y que con él otros saldrán del agujero en Europa. Y dicen que Alemania es modelo por que tiene “poco paro”.

No hay modelo, sino diferencia

Pero en Alemania se trabaja hoy, “con poco paro”, prácticamente el mismo tiempo que cuando había “mucho paro”: lo que ha cambiado ha sido el reparto de ese tiempo de trabajo y la contabilidad del desempleo. Mediante trucos contables se ha barrido más de un millón de parados debajo de la alfombra. Al mismo tiempo donde antes trabajaba uno en condiciones decentes, ahora trabajan más, y muchos de ellos en condiciones precarias.

En Alemania hay 8,18 millones de personas en trabajos temporales, a tiempo parcial, minijobs y “autónomos precarios”: el 75% de los nuevos empleos que se crean pertenecen a esta categoría. En Alemania hay “poco paro” porque se ha creado un “segundo mercado de trabajo” que es más pariente del desempleo, que puente hacia un trabajo decente del que poder vivir sin caer en la pobreza. En un país que era laboralmente confiado, se ha instalado la inseguridad. Y en un país que era socialmente más nivelado que la media europea, se ha disparado una desigualdad de tipo estadounidense: el 1% más rico de su población concentra el 23% de la riqueza, y el 10% más favorecido el 60% de ella, mientras la mitad de la población sólo dispone del 2% (cifras de 2007, que casi calcan las de EE.UU del mismo año).

Contabilizando todo eso, es verdad que en Alemania hay menos paro que en España (en algunas zonas de Baden-Württemberg incluso casi hay pleno empleo sin trampa), de la misma forma que hay menos paro en el País Vasco que en Extremadura o Andalucía, lo que nos lleva a la banalidad del descubrimiento de la diferencia.

Alemania tiene menos paro, por todo lo anterior, y también porque es diferente: porque tiene una estructura económica particular: industrial, exportadora, con fuertes empresas medianas y pequeñas que son líderes mundiales, con una intensa participación laboral en las empresas y también con grandes consorcios multinacionales. Es un país con una sola cosecha, con una sociedad que tiene su propia mentalidad, como cualquier otra. Lo que allí se ve como cualidad, en otros lugares es defecto, y viceversa. Transplantar mecánicamente sus recetas –y precisamente aquellas que han hecho perder a Alemania muchas de sus virtudes-  sin atender a las diferencias estructurales, es tan ridículo como pretender convertir Andalucía en un País Vasco. En el País Vasco también hay industria y menos paro que en el resto de España, y una administración eficaz y menos corrupta que en el Levante.

 No hay “proyecto alemán”

A Alemania se le pide liderazgo en la eurocrisis, y es natural porque es la primera economía de Europa y la nación más poblada. Pero Alemania no tiene “proyecto europeo”. Mientras se agitan todo tipo de fantasmas sobre su pretendido “dominio”, la simple realidad es que Alemania no sabe qué hacer con esa responsabilidad y sus políticos no parecen preparados para asumirla. Su tradición nacional hacia Europa no es precisamente ejemplar -¿que nación europea lo es, por otra parte?- y además es un país particularmente provinciano, sin experiencia colonial, con una tradicion nacionalista que tiende más al racismo que al universalismo como decía Heine, con problemas para ponerse en el lugar del otro y que durante el medio siglo de posguerra tuvo su soberanía hipotecada por los resultados de su desastrosa segunda guerra mundial, soberanía y que apenas ahora comienza a estrenar en el mundo. En esas condiciones y circunstancias, Alemania hace lo que todos en Europa: política nacional.

El “proyecto europeo” de Merkel no va mucho más allá de ganar las próximas elecciones generales en Alemania, o, como dice, “que Alemania salga fortalecida de la crisis en el G-20”. Su “visión” no alcanza mucho más allá de otoño de 2013 y en ella Europa es, ante todo, un asunto de política interna: demostrar firmeza a su electorado que cree que Alemania es el pagador de una Europa endeudada, asunto en el que su país no tiene la menor responsabilidad. El proyecto político de Merkel es poder repetir en la campaña electoral de 2013 lo mismo que dijo a los alemanes en su último mensaje de fin de año: “tenemos menos paro que hace veinte años, a Alemania le está yendo bien”. Para eso basta con mantener estable la situación actual.

Eso quiere decir; en primer lugar mantener las exportaciones alemanas, favorecidas por un euro barato, confiando en que no haya un enfriamiento global que impida seguir compensando la caída de ventas en el sur de Europa con los incrementos de la demanda en China, Estados Unidos, Rusia, etc., porque tal enfriamiento derribaría el actual “milagro” como un castillo de naipes y sumiría a Alemania en una crisis seguramente peor que las meridionales pues su potencial autárquico es menor.

En segundo lugar, mantener su coalición de gobierno, que incluye cohabitar con el FDP, un partido muy sectario, convertido en marginal y extraparlamentario por los sondeos, pero que determina mucho, y mantener a raya a los machos de la CDU-CSU que podrían soñar con arrebatarle el liderazgo. Y en tercer lugar, mantener el nacional-populismo que marcan la prensa más retrógrada y cierto discurso empresarial: el mito de la nación virtuosa que debe enseñar a vivir a los manirrotos europeos, los perezosos griegos, los sensuales franceses y los demás fantasmas del panteón de complejos nacionales.

Mantenido todo eso, que la periferia europea se desmorone y se vaya al infierno, es un dato periférico para lo principal, que es 2013. Incluso cuanto mayor sea la ruina ajena, más se incrementará la diferencia de Alemania con la periferia, lo que alimentará el temeroso consuelo de su población que hoy sostiene el consenso esencial en materia de crisis: “por lo menos a nosotros no nos va tan mal”.

Alemania no es lo peor: lo peor es España

Se dirá que todo esto es necio, y lo es, pero no es lo más necio: lo más necio es lo nuestro.

Si en la línea alemana hay por lo menos una lógica político-exportadora, que podíamos calificar de irresponsable, temeraria y corta de miras, ¿cómo calificar el disciplinado seguidismo masoquista de los gobiernos de Francia, España y los demás, que ni siquiera defienden vanos intereses nacionales y consienten una política que incrementa su crisis?

En España ni siquiera ha habido un “mea culpa” por el ladrillo. Ningún aeropuerto inútil o destrucción del litoral ha llevado a nadie a la cárcel. Al revés, el discurso político del actual partido del gobierno reivindica aquella “etapa de crecimiento”, que el actual partido de la oposición nunca puso en cuestión.

No sabemos si hay un “plan” para esta crisis, más allá de la evidente voluntad de aprovecharla para acabar con el desmonte del Estado social y del consenso europeo de posguerra, pero hemos de ponernos de acuerdo en una cosa: en la Europa de hoy la estupidez es internacional.

Frente a la división de una Europa en países virtuosos y manirrotos, que pretende disolver problemas sociales en cuestiones nacionales, hay que constatar la absoluta unidad de la estupidez europea como primer paso del internacionalismo ciudadano.

Y una cosa más: los reyes son los padres.

Los “mercados” son los bancos

Dicen por doquier que hay que ayunar y matar a la abuela porque es improductiva, que hay que ponerse los pañales para ir al trabajo bien disciplinado e intimidado por el paro y aceptar injusticia y explotación en nombre de la “competitividad”, porque así lo exigen “los mercados”. Dicen  que “los mercados somos todos”. No, los mercados son quienes los gestionan y los manejan: son los bancos, los fondos de inversión, las agencias de calificación, etc., etc. Si los reyes son los padres, los mercados son los bancos. Así, cuando alguien le diga que hay que hacer algo, “porque lo exigen los mercados”, échese la mano a la cartera porque se la están robando.
Parece que los trileros de Credit Suisse no estaban solos  ::) ( http://www.transicionestructural.net/the-big-picture/operadores-de-credit-suisse-detenidos-por-fraude-millonario/ ).... y estos casos son sólo la punta del iceberg, lo  que se da a conocer en un solo país... no te digo ya lo que nunca llega a sarlir a la luz o la rapiña que se produce de forma totalmente legalizada... y el resultado de la investigación será... que a partir de ahora estos "brokers" (curioso que siempres se nombra a los subalternos, estas noticias nunca salpican a los altos directivos) estarán obligados a cifrar sus emails para que no vuelva a pasar (para que no vuelva a pasar que les pillen)... :roto2:

http://noticias.lainformacion.com/economia-negocios-y-finanzas/seis-gigantes-financieros-acusados-de-manipular-los-prestamos-de-todo-el-mundo-para-ganar-mas-dinero_nsReCafbmlKLxeI32uHZU6/

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Seis gigantes financieros acusados de manipular los préstamos de todo el mundo para ganar más dinero

17/02/2012 | Roberto Arnaz

Citigroup, Deutsche Bank, HSBC Holdings, JPMorgan Chase, Royal Bank of Scotland y UBS están en el punto de mira de la Comisión del Mercado de Valores canadiense. Los gestores acordaban por correo electrónico o mensajería instantánea a través del móvil cuál era la estrategia a seguir para maximizar sus beneficios.
La autoridad reguladora del mercado canadiense ha destapado la última gran conspiración financiera en la que podrían estar implicados trabajadores de seis de las entidades más grandes de todo el mundo –Citigroup, Deutsche Bank, HSBC, JPMorgan, Royal Bank of Scotland y UBS–, que habrían alterado el devenir del mercado de préstamos interbancarios en su propio beneficio.

El ‘modus operandi’ de los bróker implicados en la presunta trama consistía en ponerse de acuerdo para manejar a su antojo el índice Libor –el Euribor británico, es decir, el tipo de interés al cual las entidades financieras piden prestado fondos en el mercado interbancario de Londres y que se utiliza como referencia en préstamos personales a personas y países–, para maximizar sus beneficios según su posición en los mercados.

En la demanda presentada por la Comisión del Mercado de Valores canadiense, los gestores de un banco que no se identifica en el texto habrían confirmado que “podían empujar hacia arriba o hacia abajo los tipos de interés de manera artificial”.

El diario económico 'Wall Street Journal' asegura que el banco suizo UBS ha actuado como ‘garganta profunda’ con las autoridades bancarias canadienses apoyado en un acuerdo de cooperación que le garantizaría cierta inmunidad de cara al futuro proceso judicial. Sin embargo, como recoge la agencia de noticias Reuters, la entidad aún no ha confirmado ni desmentido su implicación en la trama ni su colaboración con los investigadores.

El caso se encuentra en su fase in inicial y, de momento, no se han presentado cargos contra trabajador alguno de los seis bancos presuntamente implicados.

A la vista de todos

Según se desprende de los documentos judiciales, los ‘bróker’ que participaban en la alteración exógena del índice de préstamos interbancarios no escondían demasiado su actividad, llegando a acuerdos sobre la cotización del Libor a través del correo electrónico o de mensajes de texto enviados a través de los servicios de mensajería instantánea de sus móviles personales.

Además, aunque la demanda asegura que la mayoría de las maniobras para alterar el mercado tuvieron el efecto deseado, reconoce que “no todos los intentos por afectar al Libor tuvieron éxito”.

La Comisión del Mercado de Valores canadiense también investiga a las firmas de inversión londinenses ICAP PLC y RP Martin Holdings Ltd “por conspirar” con las entidades presuntamente implicadas en el escándalo, y considera que el fraude podría extenderse también a compañías que operan en otros mercados.

Desde 2010 los investigadores vigilan el mercado de préstamos interbancarios ante la sospecha de que las entidades financieras modificaban los índices Libor (Londres) y Tibor (Tokio), utilizados como referencia para la concesión de billones de euros en préstamos, de acuerdo con sus intereses.

De hecho, decenas de brókers que operaban en la capital británica o los mercados asiáticos han sido despedidos, suspendidos de empleo y sueldo o puestos en excedencia obligatoria por su presunta implicación en la trama, según publicó la semana pasada ‘The Financial Times’.

en: Enero 08, 2012, 23:11:39 pm 11 General / Transición Estructural / El mito del fracaso japones

The Myth of Japan’s Failure


http://www.nytimes.com/2012/01/08/opinion/sunday/the-true-story-of-japans-economic-success.html?pagewanted=1&_r=1

DESPITE some small signs of optimism about the United States economy, unemployment is still high, and the country seems stalled.

Time and again, Americans are told to look to Japan as a warning of what the country might become if the right path is not followed, although there is intense disagreement about what that path might be. Here, for instance, is how the CNN analyst David Gergen has described Japan: “It’s now a very demoralized country and it has really been set back.”

But that presentation of Japan is a myth. By many measures, the Japanese economy has done very well during the so-called lost decades, which started with a stock market crash in January 1990. By some of the most important measures, it has done a lot better than the United States.

Japan has succeeded in delivering an increasingly affluent lifestyle to its people despite the financial crash. In the fullness of time, it is likely that this era will be viewed as an outstanding success story.

How can the reality and the image be so different? And can the United States learn from Japan’s experience?

It is true that Japanese housing prices have never returned to the ludicrous highs they briefly touched in the wild final stage of the boom. Neither has the Tokyo stock market.

But the strength of Japan’s economy and its people is evident in many ways. There are a number of facts and figures that don’t quite square with Japan’s image as the laughingstock of the business pages:

• Japan’s average life expectancy at birth grew by 4.2 years — to 83 years from 78.8 years — between 1989 and 2009. This means the Japanese now typically live 4.8 years longer than Americans. The progress, moreover, was achieved in spite of, rather than because of, diet. The Japanese people are eating more Western food than ever. The key driver has been better health care.

• Japan has made remarkable strides in Internet infrastructure. Although as late as the mid-1990s it was ridiculed as lagging, it has now turned the tables. In a recent survey by Akamai Technologies, of the 50 cities in the world with the fastest Internet service, 38 were in Japan, compared to only 3 in the United States.

• Measured from the end of 1989, the yen has risen 87 percent against the U.S. dollar and 94 percent against the British pound. It has even risen against that traditional icon of monetary rectitude, the Swiss franc.

• The unemployment rate is 4.2 percent, about half of that in the United States.

• According to skyscraperpage.com, a Web site that tracks major buildings around the world, 81 high-rise buildings taller than 500 feet have been constructed in Tokyo since the “lost decades” began. That compares with 64 in New York, 48 in Chicago, and 7 in Los Angeles.

• Japan’s current account surplus — the widest measure of its trade — totaled $196 billion in 2010, up more than threefold since 1989. By comparison, America’s current account deficit ballooned to $471 billion from $99 billion in that time. Although in the 1990s the conventional wisdom was that as a result of China’s rise Japan would be a major loser and the United States a major winner, it has not turned out that way. Japan has increased its exports to China more than 14-fold since 1989 and Chinese-Japanese bilateral trade remains in broad balance.

As longtime Japan watchers like Ivan P. Hall and Clyde V. Prestowitz Jr. point out, the fallacy of the “lost decades” story is apparent to American visitors the moment they set foot in the country. Typically starting their journeys at such potent symbols of American infrastructural decay as Kennedy or Dulles airports, they land at Japanese airports that have been extensively expanded and modernized in recent years.

William J. Holstein, a prominent Japan watcher since the early 1980s, recently visited the country for the first time in some years. “There’s a dramatic gap between what one reads in the United States and what one sees on the ground in Japan,” he said. “The Japanese are dressed better than Americans. They have the latest cars, including Porsches, Audis, Mercedes-Benzes and all the finest models. I have never seen so many spoiled pets. And the physical infrastructure of the country keeps improving and evolving.”

Why, then, is Japan seen as a loser? On the official gross domestic product numbers, the United States has ostensibly outperformed Japan for many years. But even taking America’s official numbers at face value, the difference has been far narrower than people realize. Adjusted to a per-capita basis (which is the proper way to do this) and measured since 1989, America’s G.D.P. grew by an average of just 1.4 percent a year. Japan’s figure meanwhile was even more anemic — just 1 percent — implying that it underperformed the United States by 0.4 percent a year.

 
Times Topic: Japan — Earthquake, Tsunami and Nuclear Crisis (2011)
A look at the underlying accounting, however, suggests that, far from underperforming, Japan may have outperformed. For a start, in a little noticed change, United States statisticians in the 1980s embarked on an increasingly aggressive use of the so-called hedonic method of adjusting for inflation, an approach that in the view of many experts artificially boosts a nation’s apparent growth rate.

On the calculations of John Williams of Shadowstats.com, a Web site that tracks flaws in United States economic data, America’s growth in recent decades has been overstated by as much as 2 percentage points a year. If he is even close to the truth, this factor alone may put the United States behind Japan in per-capita performance.

If the Japanese have really been hurting, the most obvious place this would show would be in slow adoption of expensive new high-tech items. Yet the Japanese are consistently among the world’s earliest adopters. If anything, it is Americans who have been lagging. In cellphones, for instance, Japan leapfrogged the United States in the space of a few years in the late 1990s and it has stayed ahead ever since, with consumers moving exceptionally rapidly to ever more advanced devices.

Much of the story is qualitative rather than quantitative. An example is Japan’s eating-out culture. Tokyo, according to the Michelin Guide, boasts 16 of the world’s top-ranked restaurants, versus a mere 10 for the runner-up, Paris. Similarly Japan as a whole beats France in the Michelin ratings. But how do you express this in G.D.P. terms?

Similar problems arise in measuring improvements in the Japanese health care system. And how does one accurately convey the vast improvement in the general environment in Japan in the last two decades?

Luckily there is a yardstick that finesses many of these problems: electricity output, which is mainly a measure of consumer affluence and industrial activity. In the 1990s, while Japan was being widely portrayed as an outright “basket case,” its rate of increase in per-capita electricity output was twice that of America, and it continued to outperform into the new century.

Part of what is going on here is Western psychology. Anyone who has followed the story long-term cannot help but notice that many Westerners actively seek to belittle Japan. Thus every policy success is automatically discounted. It is a mind-set that is much in evidence even among Tokyo-based Western diplomats and scholars.

Take, for instance, how Western observers have viewed Japan’s demographics. The population is getting older because of a low birthrate, a characteristic Japan shares with many of the world’s richest nations. Yet this is presented not only as a critical problem but as a policy failure. It never seems to occur to Western commentators that the Japanese both individually and collectively have chosen their demographic fate — and have good reasons for doing so.

The story begins in the terrible winter of 1945-6, when, newly bereft of their empire, the Japanese nearly starved to death. With overseas expansion no longer an option, Japanese leaders determined as a top priority to cut the birthrate. Thereafter a culture of small families set in that has continued to the present day.

Japan’s motivation is clear: food security. With only about one-third as much arable land per capita as China, Japan has long been the world’s largest net food importer. While the birth control policy is the primary cause of Japan’s aging demographics, the phenomenon also reflects improved health care and an increase of more than 20 years in life expectancy since 1950.

Psychology aside, a major factor in the West’s comprehension problem is that virtually everyone in Tokyo benefits from the doom and gloom story. For foreign sales representatives, for instance, it has been the perfect get-out-of-jail card when they don’t reach their quotas. For Japanese foundations it is the perfect excuse in politely waving away solicitations from American universities and other needy nonprofits. Ditto for the Ministry of Foreign Affairs in tempering expectations of foreign aid recipients. Even American investment bankers have reasons to emphasize bad news. Most notably they profit from the so-called yen-carry trade, an arcane but powerful investment strategy in which the well informed benefit from periodic bouts of weakness in the Japanese yen.
 

Times Topic: Japan — Earthquake, Tsunami and Nuclear Crisis (2011)
Economic ideology has also played an unfortunate role. Many economists, particularly right-wing think-tank types, are such staunch advocates of laissez-faire that they reflexively scorn Japan’s very different economic system, with its socialist medicine and ubiquitous government regulation. During the stock market bubble of the late 1980s, this mind-set abated but it came back after the crash.

Japanese trade negotiators noticed an almost magical sweetening in the mood in foreign capitals after the stock market crashed in 1990. Although previously there had been much envy of Japan abroad (and serious talk of protectionist measures), in the new circumstances American and European trade negotiators switched to feeling sorry for the “fallen giant.” Nothing if not fast learners, Japanese trade negotiators have been appealing for sympathy ever since.

The strategy seems to have been particularly effective in Washington. Believing that you shouldn’t kick a man when he is down, chivalrous American officials have largely given up pressing for the opening of Japan’s markets. Yet the great United States trade complaints of the late 1980s — concerning rice, financial services, cars and car components — were never remedied.

The “fallen giant” story has also even been useful to other East Asian nations, particularly in their trade diplomacy with the United States.

A striking instance of how the story has influenced American perceptions appears in “The Next 100 Years,” by the consultant George Friedman. In a chapter headed “China 2020: Paper Tiger,” Mr. Friedman argues that, just as Japan “failed” in the 1990s, China will soon have its comeuppance. Talk of this sort powerfully fosters complacency and confusion in Washington in the face of a United States-China trade relationship that is already arguably the most destructive in world history and certainly the most unbalanced.

Clearly the question of what has really happened to Japan is of first-order geopolitical importance. In a stunning refutation of American conventional wisdom, Japan has not missed a beat in building an ever more sophisticated industrial base. That this is not more obvious is a tribute in part to the fact that Japanese manufacturers have graduated to making so-called producers’ goods. These typically consist of advanced components or materials, or precision production equipment. They may be invisible to the consumer, yet without them the modern world literally would not exist. This sort of manufacturing, which is both highly capital-intensive and highly know-how-intensive, was virtually monopolized by the United States in the 1950s and 1960s and constituted the essence of American economic leadership.

Japan’s achievement is all the more impressive for the fact that its major competitors — Germany, South Korea, Taiwan and, of course, China — have hardly been standing still. The world has gone through a rapid industrial revolution in the last two decades thanks to the “targeting” of manufacturing by many East Asian nations. Yet Japan’s trade surpluses have risen.

Japan should be held up as a model, not an admonition. If a nation can summon the will to pull together, it can turn even the most unpromising circumstances to advantage. Here Japan’s constant upgrading of its infrastructure is surely an inspiration. It is a strategy that often requires cooperation across a wide political front, but such cooperation has not been beyond the American political system in the past. The Hoover Dam, that iconic project of the Depression, required negotiations among seven states but somehow it was built — and it provided jobs for 16,000 people in the process. Nothing is stopping similar progress now — nothing, except political bickering.
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