PPCC-Pisitófilos Creditófagos-Verano 2022

[Benzino Napaloni]

Exageraos... que no... Que ya prendieron y no va a repeteir los mismos errores:












[  ]

¿Qué pasa, que los blancos ya no compran?

Pues como los negritos y los hispanos no piquen, verás qué risa. Más de uno ya está escaldado.


Con todo esto, como suelo decir por aquí, hay una predicción de PPCC que tengo muchas ganas de comprobar. En 2007-08 hubo algo así como una fusión del reactor, y casi se va todo al cuerno. Veremos si esta vez es cierto que el "core" de la banca y de todo ya no está expuesto a los restos del ladrillo. Porque aún está pendiente la purga del ladrillo que no se hizo en la crisis.

[pollo]

Este es el problema principal que le veo yo al tema de la vivienda para que no le metan mano.

Un efecto riqueza negativo de esta magnitud frenaría aún más el gasto de los consumidores", asegura el experto de Oxford Economics.

Que por coherencia deberían llamar efecto pobreza.

[Manu Oquendo]

En páginas precedentes varios compañeros han hablado de la abrumadora  Propaganda que recibimos como si fuera  información. La propaganda es una parte menor de la "gestión del espacio cognitivo" como se conoce por profesionaes del oficio.
Dado que para abordar la cuestión hay que conocer la psicología y el comportaniento instintivo de aquellos a quienes esta manipulación va dirigida --las personas en nuestro comportamiento habitual-- no nos viene mal recordar las raíces gregarias de la conducta humana.  No suele entusiasmarnos pero ignorarlo nos pone constantemente a los pies de los caballos.


El objeto de estas líneas es, por tanto,  recordar algunos rasgos de la psicología humana que, en vez de ayudarnos a discernir y a compartir correctamente la realidad,  facilitan el trabajo de quienes tratan de manipularnos estableciendo en nuestras mentes su relato interesado y fraudulento.
Este trabajo soterrado de los “creadores y gestores de la opinión pública” se da en todos los regímenes políticos pero sorprende que exista en tan gran escala en regímenes que se pretenden respetuosos con las libertades y los derechos –-de pensamiento, expresión, información, etc.-- de sus ciudadanos.  La calidad de nuestro “espacio cognitivo” es precaria y con ella nuestra capacidad de captar la realidad.

Si en las sociedades que nos tenemos por libres los ciudadanos pasamos por alto esta intromisión en la “gestión de nuestro espacio cognitivo” perdemos nuestra principal diferencia con las sociedades despóticas y totalitarias: naciones de súbditos, no de ciudadanos a las que, tal parece, el poder en Occidente parece envidiar hoy día.


El hecho es que los seres humanos somos muy influenciables y bastante menos racionales, en nuestros actos, de lo que creemos. Pero, a los efectos de este breve post, voy a circunscribirme a los resultados de dos experimentos psicológicos bien conocidos que muestran la fragilidad de nuestras convicciones y de sus bases. Se trata de los experimentos de Milgram y de Asch. que alguna vez han sido objeto del foro al igual que la "ventana" de Overton.

El primero de ellos, Milgram, confirma nuestra predisposición instintiva a la obediencia  que, en contra incluso de nuestras convicciones morales, nos lleva a ignorar los derechos naturales de otros seres humanos  cuando actuamos bajo órdenes o sugerencias  de una autoridad establecida.
Su famoso experimento de los años 60 en Yale, publicado en  1973, muestra la facilidad con la que suministramos descargas eléctricas crecientes  a un “paciente” siguiendo las indicaciones del director del experimento llegando a causar daño y gritos de dolor a la víctima.

Es decir, la obediencia a las señales de la autoridad bloquea nuestros criterios de bien y mal y es asombrosamente escaso el número de personas que tiene valor para resistir o dejar de hacer lo ordenado. 
El experimento muestra igualmente que la dignidad de la persona sometida a dicha tortura decrece en la mente de quien la administra cuando se siente respaldada por la “autoridad”. 
El ejercicio legítimo del poder en sociedades libres y democráticas se debe basar siempre en la división de poderes y en una suerte de desconfianza estructural hacia el poder. Sin embargo en nuestra naturaleza predomina el modelo ancestral. Caso contrario, poder ilegítimo

El segundo, el conocido experimento de Asch en los años 50 del pasado siglo,  es otro ejemplo de la fuerza de nuestro instinto gregario y demuestra la facilidad con la que mentimos para no discrepar de la opinión que creemos mayoritaria y sabiendo perfectamente que la opinión del grupo es falsa.

Nada menos que el 37% de las personas lo hacen de modo espontáneo y sin presión alguna.  No hace falta esforzarse mucho para visualizar qué sucedería si esta presión fuese coactiva y explícita como está sucediendo en Canadá y otros países donde ya existen sanciones civiles y penales por no usar determinadas palabras en algunas interacciones sociales.  Los famosos “neo-pronombres”de género.

Es fácil ver que la práctica totalidad de la población opta por el silencio temeroso --o incluso la adhesión ferviente-- evidenciando  que en nosotros perdura firme el viejo instinto de las manadas. Rebaños que rechazan, incluso violentamente, al discrepante como, allá por 1916,  nos hizo ver el neurólogo y cirujano inglés Wilfred Trotter en su célebre obra “Instincts of the Herd in Peace and War”.

Ambos rasgos son muy relevantes para entender el importante  papel de los medios de información y su “autoridad” en el establecimiento de la opinión. Y están de plena actualidad hoy cuando nos decimos, sin rubor y comprensivos,  que la primera víctima de las guerras es la verdad. Aunque, pensando con más finura,  quizás sea más cierto decir que mucho antes del comienzo de las hostilidades físicas la verdad llevaba largo tiempo muerta y hasta enterrada.

Si la realidad fuese conocida del público todas las guerras y muchas de las ingenierías sociales que hoy imperan serían mucho más difíciles o no tendrían lugar. Es bastante evidente que a menor capacidad de manipulación de los gobiernos, --a mayor transparencia, más conocimiento ciudadano, más verdad y menos “postverdad”-- menor posibilidad de guerras entre naciones y menos ingenierías sociales destructivas.
 
En momentos como los actuales en los que el relato oficial occidental nos habla con inusitada frecuencia de libertad,  es oportuno no perder de vista lo que realmente sucede. Y, para ello, además de conocer las distorsiones de la información que nos ofrecen, es vital que seamos  conscientes de lo que se oculta. Aquello que “está pasando” pero  nuestros medios no dicen. Es más fácil descubrir lo que hay de cierto en una noticia falsa que imaginar lo que se esconde tras un manto de silencio. A ambas cosas, falsedades y silencios,  debemos estar atentos.

En la reciente reunión de la OTAN en Madrid, el pasado mes Julio, esta organización --que concentra mucho más de la mitad del gasto militar mundial para menos del 15% de la población, un dato que impresiona--, incluyó nuestro “espacio cognitivo” como una de las cinco áreas clave de su actuación estratégica.  Que una práctica impropia y siempre vergonzante para naciones libres y democráticas pase a ser explícita,  me temo que no augura un futuro prometedor.

Doy por sentado que otros regímenes son peores en esta falta de respeto a sus ciudadanos –de esto se trata, de respeto--  pero esta no es la cuestión.
La cuestión es que, si pretendemos ser verdaderamente diferentes y si la verdad significa algo,  no pueden nuestros gobiernos gestionar el monopolio de la misma –. Sin embargo y también a propósito de la guerra de Ucrania los gobiernos occidentales  han cerrado a sus ciudadanos el acceso a cadenas estatales rusas como RT o Sputnik.
Con este tipo de medidas han conseguido que, de toda la población mundial, sólo los ciudadanos de los EEUU y la UE se vean privados de escuchar y ver versiones alternativas de los hechos. Es decir, más de seis mil millones de personas tienen una libertad de información de la que no disponemos los aproximadamente mil millones de occidentales.

Otra de las consecuencias, lógicas por otra parte,  es que, también a primeros de Julio pasado, la UE por boca del Sr. Borrell se ha visto obligada a reconocer literalmente que “estamos perdiendo la batalla del relato” sic. ¿Podemos sorprendernos? 

En esta intricada cuestión de la libertad de información, su veracidad y el libre acceso a la misma,  cuentan mucho los rasgos de nuestro comportamiento que nos muestran con crudeza los experimentos de Milgram y de Asch.

Rasgos del alma que nos demuestran  debilidades innatas y nos ayudan a entender  que nuestra  dependencia de la voluntad y del interés del poder ajeno es un residuo potente de los instintos gregarios que siguen rigiendo nuestro comportamiento.


Saludos

[Saturio]

Como bien sabemos y hemos experimentado no se necesita ningúna crisis demográfica ni ningún teletrabajo ni ninguna gran jubilación ni pandemias ni ninguna gaita para formar y explotar una burbuja.

El terror de la explosión de la burbuja se está produciendo cuando los bancos centrales han empezado la senda de la subida de tipos de interés.

[sudden and sharp]

[...] Doy por sentado que otros regímenes son peores en esta falta de respeto a sus ciudadanos –de esto se trata, de respeto--[/b][/i]  pero esta no es la cuestión.
La cuestión es que, si pretendemos ser verdaderamente diferentes y si la verdad significa algo,  no pueden nuestros gobiernos gestionar el monopolio de la misma –. Sin embargo y también a propósito de la guerra de Ucrania los gobiernos occidentales  han cerrado a sus ciudadanos el acceso a cadenas estatales rusas como RT o Sputnik.
Con este tipo de medidas han conseguido que, de toda la población mundial, sólo los ciudadanos de los EEUU y la UE se vean privados de escuchar y ver versiones alternativas de los hechos. Es decir, más de seis mil millones de personas tienen una libertad de información de la que no disponemos los aproximadamente mil millones de occidentales.

Eso no tiene lógica.

Que nosotros no tengamos acceso al 100% de la información, no implica en absoluto que otros sí la tengan.









Pensar que por ahí fuera tiene buena información, y no sé por que entiendes que al menos mejor que la nuestra, es de una candidez incomensurable.

[wanderer]

[...]
Otra de las consecuencias, lógicas por otra parte,  es que, también a primeros de Julio pasado, la UE por boca del Sr. Borrell se ha visto obligada a reconocer literalmente que “estamos perdiendo la batalla del relato” sic. ¿Podemos sorprendernos? 
[...]

Mucho hay en este post que merece comentario, pero me centraré meramente en la frase del Sr. Borrell. Creo que ya todos saben que mi postura sobre esta no-guerra; ¿deberíamos llamarla operación militar especial, como cínicamente hace Putin  ?  se acerca más a la hawkish que a la dovish, y lo digo sin ningún recato ni vergüenza. Puedo admitir que hay bastante de esa pérdida del relato, pero que los rusos sean culturalmente "de los nuestros" no me sirve para de excusa para justificar su comportamiento, sino más bien todo lo contrario. Merecen toda la leña que se les dé, y aún muchísima más.

Los EEUU nunca crearon un verdadero imperio (ni lo pretendieron), pero es obvio que crearon tanto un área de influencia enorme, y eso lo cimentaron en poder económico, un poder militar como no ha habido ningún otro, pero asimismo también un poder blando, en la terminología de S.Huntington como tampoco ha habido ningún otro. Al fin del día, ese poder blando es el que les permitía (en mi opinión), ese grado sin paralelo de poder. Los otros tipos de poder, siendo mucho más evidentes, para mí sólo fundamentaban que el poder blando no fuera una mera fachada.

Nuestra libertad es obvio que no sólo está muy mediatizada como toda libertad lo  está por razones internas (somos unos seres, que sin ser deterministas, estamos mucho más determinados de lo que nos gustaría aceptar), sino que en específico esta nuestra está sujeta a limitaciones externas como las que Manu son explica muy bien en su post. Aún así, con todos sus defectos, yo elijo civilización y cultura occidental, o en su defecto civilización oriental tipo de la coreana o la japonesa, y reniego de aquello en lo que la rusa se está convirtiendo: me corrijo sobre lo de que "son de los nuestros". Lo fueron, pero ya, no.

[Benzino Napaloni]

Como bien sabemos y hemos experimentado no se necesita ningúna crisis demográfica ni ningún teletrabajo ni ninguna gran jubilación ni pandemias ni ninguna gaita para formar y explotar una burbuja.

El terror de la explosión de la burbuja se está produciendo cuando los bancos centrales han empezado la senda de la subida de tipos de interés.

Una burbuja es un ejemplo concreto de estafa piramidal. La pincha cualquier cosa que haga que no entren nuevos incautos por la base.

Las burbujas especulativas en concreto necesitan dinero en abundancia. Por lo que es cierto que es su punto débil más obvio. Se cierra el grifo del crédito, adiós burbuja. Pero no todas pinchan así, la mera falta de nuevos compradores también las echa abajo. Que en España no haya más que una Gran Jubilación no quita que en San Francisco y Londres ha petado el precio de las oficinas. La crisis demográfica y el teletrabajo no habrán sido los detonantes inmediatos, pero van a contribuir y mucho.


En esto último, en la tan cacareada recesión que se avecina, ya se empieza a sospechar que esta vez apenas habrá aumento del paro. Más concretamente en España donde ya no hay la marabunta de obreros de la construcción que se fueron al paro en 2008.

Creo que se está subestimando, y mucho, el invierno demográfico.

[senslev]

Lo que austadísimos considera correlación de la señorita pepis: políticas expansivas de los bbcc (IR-s + QEs) y burbujas.

[el malo]

Manu gran post (no cito para no dificultar la lectura). Le añado un pequeño momento de iluminación que he tenido esta semana (que no es estadísticamente significativo, pero ahí está).

Creo que no es ningún secreto para nadie que las redes sociales están manipuladas para "modelar" nuestro pensamiento. El contenido que no interesa no se promociona, se esconde o directamente se censura, hasta el punto de que unos cuantos chavales imberbes censores de Facebook o Twitter deciden "qué es verdad" y qué no lo es.

Un censor de Facebook tuvo los santos coj.. de censurar al BMJ porque uno de sus artículos revisado por pares ponía en duda el relato oficial sobre el covid y las vacunas. Twitter censura a Trump porque no le gusta lo que dice (independientemente de lo tremendamente mal que me cae el sujeto, es el presidente saliente de Estados Unidos).

Esta semana he tenido una situación en el trabajo donde uno de mis equipos ha estado bajo mucha presión. Por decirlo de forma suave, la forma de reaccionar bajo presión ha sido muy diferente en hombres y mujeres y el manager del equipo se vio un poco desbordado por la situación. Requieren mi presencia para "arbitrar" la situación. Un par de conversaciones, lágrimas y aspavientos más tarde, las aguas vuelven a su cauce. Todo bien.

Me ha hecho pensar en lo difícil que es tratar estos temas con un manager novato. La empresa, la sociedad (y por supuesto las redes sociales) nos dicen que hombres y mujeres somos iguales y el que se atreva a cuestionarlo que se prepare para la hoguera. Aun así le he explicado al manager novato que es completamente normal que una mujer llore en un momento puntual en el trabajo. No se habla de ello, pero pasa constantemente. A mi parecer, nuestra misión como supervisores es escuchar y permitir que la gente se exprese como crea conveniente (siempre que no se falte al respeto).

He hablando con unas cuantas mujeres de mi entorno y todas sin excepción me han confirmado que han llorado en el lugar de trabajo alguna vez y que no están de acuerdo con la corriente actual de igualdad mal entendida. Una de ellas me dice que ha hablado este mismo tema hace poco con sus amigas y que todas pensaban igual.

Por curiosidad abro Instagram y trato de buscar historias al respecto pero todo lo que veo es en la línea de mujer emponderada y feminismo irracional y obsceno. Cientos de mensajes de mujeres que parecen no representar para nada a la mujer que me rodea a mí (que son de todas las edades, razas y tendencias). ¿De dónde salen todas estas de Instagram?

Pues salen de la "linea editorial" de Facebook. Lo woke se promociona y el resto se pierde. Ya ni siquiera entro en si hay bots detrás publicando historias falsas con apariencia de reales. Lo que tengo clarísimo es que afortunadamente el mundo real, fuera de internet y de la televisión, sigue siendo mucho más normal de lo que nos venden.

Qué ganas tengo de que llegue la moda de dejar los smartphones en casa (no tengo duda de que llegará) y la gente vuelva a creer más a sus propios ojos que a lo que le dice la pantalla que tiene que creer.

[wanderer]

[...]
Qué ganas tengo de que llegue la moda de dejar los smartphones en casa (no tengo duda de que llegará) y la gente vuelva a creer más a sus propios ojos que a lo que le dice la pantalla que tiene que creer.

Será que yo soy superraro, pero eso lo hago muy a menudo (si no espero hacer ni recibir ninguna llamada, por ejemplo).

Creer en la evidencia no es tan fácil como parece, como el experimento de Asch que menciona Manu atestigua, o como la historia nos muestra con Galileo.

[senslev]

Llegará, pero sólo cuando te hayas implantado el metachip y te pongas las googleglasses o las googlelenses.

[pollo]

[...] Doy por sentado que otros regímenes son peores en esta falta de respeto a sus ciudadanos –de esto se trata, de respeto--[/b][/i]  pero esta no es la cuestión.
La cuestión es que, si pretendemos ser verdaderamente diferentes y si la verdad significa algo,  no pueden nuestros gobiernos gestionar el monopolio de la misma –. Sin embargo y también a propósito de la guerra de Ucrania los gobiernos occidentales  han cerrado a sus ciudadanos el acceso a cadenas estatales rusas como RT o Sputnik.
Con este tipo de medidas han conseguido que, de toda la población mundial, sólo los ciudadanos de los EEUU y la UE se vean privados de escuchar y ver versiones alternativas de los hechos. Es decir, más de seis mil millones de personas tienen una libertad de información de la que no disponemos los aproximadamente mil millones de occidentales.

Eso no tiene lógica.

Que nosotros no tengamos acceso al 100% de la información, no implica en absoluto que otros sí la tengan.









Pensar que por ahí fuera tiene buena información, y no sé por que entiendes que al menos mejor que la nuestra, es de una candidez incomensurable.

La verdad siempre es muy difícil de saber o incluso imaginar. Lo que hay que hacer es poner en tela de juicio todo lo que oigamos y veamos.

Incluso lo que uno sabe de primera mano puede ser engañoso.

Eso sí, hay que aplicarlo a todas las fuentes, no sólo a las que nos interese.

[pollo]

Como bien sabemos y hemos experimentado no se necesita ningúna crisis demográfica ni ningún teletrabajo ni ninguna gran jubilación ni pandemias ni ninguna gaita para formar y explotar una burbuja.

El terror de la explosión de la burbuja se está produciendo cuando los bancos centrales han empezado la senda de la subida de tipos de interés.

Una burbuja es un ejemplo concreto de estafa piramidal. La pincha cualquier cosa que haga que no entren nuevos incautos por la base.

Las burbujas especulativas en concreto necesitan dinero en abundancia. Por lo que es cierto que es su punto débil más obvio. Se cierra el grifo del crédito, adiós burbuja. Pero no todas pinchan así, la mera falta de nuevos compradores también las echa abajo. Que en España no haya más que una Gran Jubilación no quita que en San Francisco y Londres ha petado el precio de las oficinas. La crisis demográfica y el teletrabajo no habrán sido los detonantes inmediatos, pero van a contribuir y mucho.


En esto último, en la tan cacareada recesión que se avecina, ya se empieza a sospechar que esta vez apenas habrá aumento del paro. Más concretamente en España donde ya no hay la marabunta de obreros de la construcción que se fueron al paro en 2008.

Creo que se está subestimando, y mucho, el invierno demográfico.

Hay varios factores que contribuyen tanto a la generación como al pinchazo de las burbujas económicas. El peso de estos factores a su vez es otra variable más a tener en cuenta en el sistema, y este peso es dinámico, no se mantiene siempre igual, con lo que algunos factores influyen más o menos según el momento en el tiempo que se considere.

Quizá la dinámica demográfica no tenga tanto peso... de momento. Ya veremos si decimos lo mismo dentro de 3 o 4 años, cuando sea mucho más obvio aún.
Hace unos pocos años recuerdo haber destacado una noticia de EE.UU. en la que se decía que en los próximos 10 años iban a morir 20.000.000 de norteamericanos de edad avanzada (detalle este importantísimo), y sus posibles consecuencias en el mercado de la propiedad inmobiliaria. ¡Veinte fucking millones!

Bueno, pues ya se están muriendo. Que queden millones de viviendas libres, o se hereden, o lo que sea que pase con ellas, considero que es un factor enorme a tener en cuenta. Y estamos sólo parcialmente en el proceso.

[pollo]

Por curiosidad abro Instagram y trato de buscar historias al respecto pero todo lo que veo es en la línea de mujer emponderada y feminismo irracional y obsceno. Cientos de mensajes de mujeres que parecen no representar para nada a la mujer que me rodea a mí (que son de todas las edades, razas y tendencias). ¿De dónde salen todas estas de Instagram?

No cometas el error de pensar que hay una coherencia. En las redes se hace postureo. Luego hablas con esas mismas personas y no tienen nada que ver, entre otras cosas porque cuando das la cara no puedes decir o hacer según qué burradas sin que te manden a la mierda, te miren como a una loca o te denuncien.

Las bobadas que dice esta gente son una fantasía masturbatoria de resentidas (y resentidos) que está totalmente fuera de la realidad. Y como se creen que consiguen algo (muchos creen que están cambiando la sociedad  ) siguen con su campaña. Es otro aspecto más de la infantilización de Occidente y que estamos pagando muy caro en forma de idiocracia.

El segundo error que cometemos es creer que una minoría con un gran altavoz (redes sociales, internet, etc.) represente a la mayoría. Hay una cantidad nada desdeñable de mujeres que están tan hartas como nosotros (no tienen traumitas ni intereses) y ya lo dicen en voz alta.

[sudden and sharp]

Manu gran post (no cito para no dificultar la lectura). Le añado un pequeño momento de iluminación que he tenido esta semana (que no es estadísticamente significativo, pero ahí está).

Creo que no es ningún secreto para nadie que las redes sociales están manipuladas para "modelar" nuestro pensamiento. El contenido que no interesa no se promociona, se esconde o directamente se censura, hasta el punto de que unos cuantos chavales imberbes censores de Facebook o Twitter deciden "qué es verdad" y qué no lo es.

Un censor de Facebook tuvo los santos coj.. de censurar al BMJ porque uno de sus artículos revisado por pares ponía en duda el relato oficial sobre el covid y las vacunas. Twitter censura a Trump porque no le gusta lo que dice (independientemente de lo tremendamente mal que me cae el sujeto, es el presidente saliente de Estados Unidos).

Esta semana he tenido una situación en el trabajo donde uno de mis equipos ha estado bajo mucha presión. Por decirlo de forma suave, la forma de reaccionar bajo presión ha sido muy diferente en hombres y mujeres y el manager del equipo se vio un poco desbordado por la situación. Requieren mi presencia para "arbitrar" la situación. Un par de conversaciones, lágrimas y aspavientos más tarde, las aguas vuelven a su cauce. Todo bien.

Me ha hecho pensar en lo difícil que es tratar estos temas con un manager novato. La empresa, la sociedad (y por supuesto las redes sociales) nos dicen que hombres y mujeres somos iguales y el que se atreva a cuestionarlo que se prepare para la hoguera. Aun así le he explicado al manager novato que es completamente normal que una mujer llore en un momento puntual en el trabajo. No se habla de ello, pero pasa constantemente. A mi parecer, nuestra misión como supervisores es escuchar y permitir que la gente se exprese como crea conveniente (siempre que no se falte al respeto).

He hablando con unas cuantas mujeres de mi entorno y todas sin excepción me han confirmado que han llorado en el lugar de trabajo alguna vez y que no están de acuerdo con la corriente actual de igualdad mal entendida. Una de ellas me dice que ha hablado este mismo tema hace poco con sus amigas y que todas pensaban igual.

Por curiosidad abro Instagram y trato de buscar historias al respecto pero todo lo que veo es en la línea de mujer emponderada y feminismo irracional y obsceno. Cientos de mensajes de mujeres que parecen no representar para nada a la mujer que me rodea a mí (que son de todas las edades, razas y tendencias). ¿De dónde salen todas estas de Instagram?

Pues salen de la "linea editorial" de Facebook. Lo woke se promociona y el resto se pierde. Ya ni siquiera entro en si hay bots detrás publicando historias falsas con apariencia de reales. Lo que tengo clarísimo es que afortunadamente el mundo real, fuera de internet y de la televisión, sigue siendo mucho más normal de lo que nos venden.

Qué ganas tengo de que llegue la moda de dejar los smartphones en casa (no tengo duda de que llegará) y la gente vuelva a creer más a sus propios ojos que a lo que le dice la pantalla que tiene que creer.

No, no somos iguales li-te-ral-men-te. Por eso, a las mujeres hay que "hablarlas"  en su lenguaje. Por no aburrir: With more "strings" added.

Esto es, no hay que ser vago y escribir más... En lenguaje las féminas nos Dan mil vueltas a los varones... Sí, los cortitos en esto somos nosotros.

Aquí tengo que ser feminista --o ecuánime--, y decir que la culpa es vuestra, de los varones.

Gritan menos... pero SUELEN tener razón.

Mis 2 cents.... Sigan.