[Mientras muchos, incluso en nuestras filas, creían que El Pisito era solo marchitable al ritmo de un caracol un día de frío, nosotros acertábamos con el
Catacrack y el
Recatacrack, las dos sorpresas que las autoridades monetarias han dado a casi todos —no a nosotros—; la primera, en la tercera semana de
julio-2022, subiendo los tipos de interés de intervención el doble de lo unánimente esperado; y la segunda, en los primeros días de este
febrero-2023, contradiciendo la idea, también unánime, de que la inflación estaba vencida y que empezaba la relajación monetaria. Acertamos porque
leemos entre líneas al Gobernador, que es un señor que tiene hilo directísimo con el Vicepresidente del BCE y sabemos que este y la Fed, y otros, actúan coordinados de verdad, con más que conocimiento por parte del BM-FMI y el BIS.
Hay mucha más planificación central de la que los mentecatos creen.
Llevamos tiempo diciendo que LA INFLACIÓN ES MENTIRA. Ahora añadimos que EL CAPITALISMO HA FRACASADO EN LA PROVISIÓN DE VIVIENDA. Esto segundo significa un
cambio en nuestra percepción del ortograma.
No entendíamos al Gobernador cuando hablaba tanto de la
incertidumbre. ¿Cómo podía ser que no diera por hecho el cambio de modelo, habiendo sido patrocinado desde hace tantos años por el bancocentralismo?
No nos dábamos cuenta de que la incertidumbre de que avisaba no se refería al cambio de modelo en sí, sino a ver si es que, DE LA MANO DEL CAMBIO DE MODELO, DADA LA CANTIDAD DE LISTOS QUE HAY, RESULTA QUE VIENE UN
LIBERALISMO-SIN-LIBERTAD A LA RUANDESA.
Nuestro error se ha debido a que no hemos caído en
la gravedad de la situación en la banca en la sombra. En efecto, hemos pecado de ingenuos en relación con:
— la enormidad del agujero por la FINANCIERIZACIÓN DEL ALQUILER;
— la jaula de grillos ingobernable que es la banca en la sombra, toda ella, sin excepción, dirigida por trabajadores-directivos superasalariados y, como buenos obreros con clase, con grandes intereses inmobiliarios personales;
— el
potencial desestabilizador del falsoliberalismo, con su individualismo anarcoide, todo el día insultando a los bancos centrales, cacareando la leyenda ofertademandista con la guinda del 'yonotengoporqueísmo', que ellos confunden con la libertad; encima, yendo de
progres, diciendo que son ateos o que el matrimonio es un coñazo o sacando a pasear carcamales muertos verticales rojos, esto último para regocijo de los socialdemócratas (Biden, Scholtz, Macron y el nuevo willybrandt);
— la idiocia dostoyevskiana de la
mayoría natural electoral, que cree que es posible 'depositar' dinero en entidades en la sombra; mayoría pánfila que se tomó en serio la estupidez del Nuevo Ciclo Dorado, cuando la Reburbuja-para-Desagüe 2016-2018 (lo que era lógico dada la biografía, no solo inmobiliaria, de quién presidió EEUU entre 2017 y 2021); que ahora está tomándose en serio que el euro es una moneda mala malísima, ¡puaj!; y que ve con buenos ojos la resucitación de la deducción fiscal por adquisición de vivienda y la ultrahotelización del inquilinato, y sus hijos, «que espabilen».
Los planes no eran exactamente como creíamos, señoras, señores. No profundizamos suficiente en
el significado del 'due course' con que, unas semanas antes de la primera sorpresa bancocentralista, Lagarde, la presidenta del BCE, contestó a una pregunta imbécil, «¿para cuándo la reducción de Balance?», como si el BCE fuera un banquito causante de todos los males y la inflación rara no tuviera nada que ver con la ludopatía popularcapitalista, dos ideítas-fuerza del comemierdismo.
La suelta de la Era Cero podría coincidir con un
lío monumental, señoras, señores. La nación no habría venido en posición cefálica, sino pedálica; y el bebé estaría en la incubadora.
Lo que pudiera suceder a partir del
Requetecatacrack 2023-2024 (el coma inducido por la pasteurización —lo que llaman recesión—) podría ser asombroso en grado superlativo, pero para mal. Una distopía de película con efectos especiales. Desde luego, ya impera el día a día y nuestra obligación es poner a los nuestros a salvo.
Gocen de lo que está pasando porque sucede pocas veces en la vida. Un servidor lo habría vivido 3 veces:
— de la Autarquía al Desarrollismo, en personita sin conocimiento, pero a través de mi padre, que tenía muchos amigos 'vip';
— del Desarrollismo al Popularcapitalismo, con plena conciencia de lo que estaba viviendo, ya en los mismísimos Pactos de la Moncloa, incluso participando modestamente; y
— del Popularcapitalismo a la Era Cero, ofuscadísimo por uno de ustedes, que me tiene fritito, ja, ja, ja.
Todas las transiciones estructurales son tabú. Lo extraordinario de esta es
la susceptibilidad de muchísimos cerebros individuales de la clase obrera; clase que se supone que no tendría nada que perder en los cambios de modelo, sino todo lo contrario —ahora, tampoco, aunque nunca ha tenido menos cantidad y calidad de conciencia—. Dicho de otro modo,
esta transición estructural se hace contra la conciencia de la mayoría natural, algo inaudito. Es un cambio de modelo que se hace de tapadillo.
Pero en el fondo es para bien de todos. Es un
arrebatamiento. La suelta de la Era Cero es una
parusía, de modo que no solo resucitamos con el sistema y ascendemos a los cielos los castos, je, je, sino que también habrá paz para los comemierdas arrepentidos que superen el juicio final; al resto, que les den —y no nos deben dar pena: han tenido muchas oportunidades de salvación—.]