Abro este hilo porque se ha comenzado en el de PPCC pero quizás no es el lugar. Considero importante que meditemos (cada uno por separado) y debatamos (juntos) cuales son las condiciones políticas para que se de una transición estructural sana, deseable y digna.
Veo, quizás es sólo una impresión equivocada, demasiada confianza en que las aguas vuelvan a su cauce ya que "no hay más cera que la que arde" etc etc.
Para que la transición estructural no vuelva a llevar a una estructura viciada, es condición que la estructura política que la genera/promueve/permite/sustenta (tómese el/los que se quiera) base su legitimidad en la virtud.
Me refiero a la necesidad de quitarse de encima la oligarquía de partidos Estatales que nos gobierna y establecer un verdadero sistema democrático, con separación de poderes y representación del ciudadano. Hablo de libertad política, claro.
La economía no es independiente de la política, y nunca lo será.
De lo contrario, si renunciamos a cambiar las reglas del juego político, nos tendremos que conformar con seguir siendo siervos voluntarios, y nos daremos con un canto en los dientes, si:
1ero; los amos se dan cuenta (a tiempo) de que su parasitismo mata al huésped, y sepan transicionar a un parasitismo que no mate al huésped.
2do; los amos tienen voluntad y saben transicionar hacia un parasitismo que no mate al huésped.
3ro; la realidad de las dinámicas de poderes en una partidocracia permite que los puntos anteriores se den.
No señores, no hay alternativa digna a la libertad política.
La República Constitucional (la de Trevijano) es la única opción digna.
No se si tiene porque ser previa a la transición estructural, pero seguro que no habrá transición estructural digna sin ella.
Abro hilo.