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Yo cada dia tengo mas clara la solucion:[foto censurada porque cuando veo esas barbas me pica todo el cuerpo]Pero habra que esperar al menos una o dos generaciones,lo suficiente hasta que EEUU y sus servicios internacionales hayan colapsado y ya no supongan un peligro para ningun pais del mundo;Si consigo ver algo parecido a nivel global cuando llegue a viejo(Si llego),podre morir en paz...
Además, constato un efecto: el no tener que estar constantemente contrarrestando posturas radicales ha hecho que muchos foreros cedan terreno en posturas moderadas y acepten cosas que, en otras circunstancias, jamás me habría imaginado. Eso es algo que me ha llamado poderosamente la atención.
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=141661Silencio, se defrauda: 16.000 millones de euros anuales David Fernández www.setmanaridirecta.info Traducción por S. Seguí para Rebelión El fraude empresarial catalán multiplica por seis los recortes del gobierno neoconvergente · Los nombres de los 1.600 grandes evasores, blindados y protegidos por el propio Estado defraudado · La saga Carulla; el padre de Artur Mas; Carceller, de DAMM S.A.; el futbolista Luis Enrique; el empresario químico Bas Puig; el directivo de RBA Ricardo Rodrigo; el arquitecto Alfredo Arribas; Alejandro Sanz o Emilio Botín, entre los defraudadores Los datos están ahí. El fraude fiscal empresarial catalán, vía paraísos fiscales, blanqueo de capitales e ingeniería contable, sextuplica los peores recortes antisociales aprobados por el Parlamento de Cataluña desde el final de la dictadura. Fuentes sindicales elevan a 16.000 millones de euros el fraude fiscal catalán anual, frente a los 2.700 millones de euros de la tissorada1 del primer presupuesto de Artur Mas. La cifra, en plena obsesión electoral por el 'pacto fiscal', se acerca al volumen del expolio fiscal del Estado que acumularía la Hacienda pública catalana, estimado en cerca de 20.000 millones de euros según diversos estudios soberanistas. Doble moral convergente: exigen nueva fiscalidad de puertas afuera y encubren el fraude fiscal en su propia casa.La comparación merece un resultado similar en el caso del Estado español. El sindicato de técnicos del Ministerio de Hacienda, Gestha (http://www.gestha.es), cifra la economía sumergida en 240.000 millones de euros, no menos de cinco veces los recortes aprobados por Rodríguez Zapatero – 50.000 millones– para el período 2010-2013. Esta realidad supone un fraude fiscal mínimo anual por el que se dejan de ingresar exactamente 25.000 millones de euros al año. Según Gestha, sólo durante 2010 las grandes fortunas y grandes empresas españolas evadieron un mínimo de 42.771 millones de euros, la pequeña y mediana empresa habría defraudado 16.261 millones, mientras que el fraude de particulares se limitaría a 1.543 millones de euros. La otra gran bolsa de fraude, el fraude laboral con la Seguridad Social, vinculado a la economía sumergida, ascendería a 30.000 millones de euros.El fraude no es nuevo sino que se ha cronificado, y Gestha denuncia "que se está perdiendo la batalla contra el fraude fiscal al adoptarse una estrategia claramente equivocada", con una legislación laxa y una política gubernamental que hace años que pone bajo la lupa "las rentas del trabajo, los autónomos y las microempresas en lugar de perseguir las grandes bolsas de fraude" alentadas por las grandes fortunas y las grandes empresas, principales responsables de un fraude masivo del que hay síntomas relevantes. Según datos oficiales, en España hay 3.299 personas que disponen de un patrimonio superior a los 10 millones de euros. Pero sólo 729 de ellas declararon tener un patrimonio superior a esa cifra. De empresarios a deportistas Entre los casos de fraude fiscal más recientes, se podría citar el del piloto motociclista Sete Gibernau –2,8 millones evadidos a Suiza–, el del directivo de RBA Ricardo Rodrigo –2,3 millones, enviados también al país helvético– o el de la saga de los Carulla. Dicha familia, propietaria de Agroalimen, primera industria alimentaria catalana, está siendo investigada por evasión continua, a través de sociedades instrumentales, durante los últimos cinco años. El fraude podría alcanzar los 180 millones de euros, que habrían sido enviados a las Antillas Holandesas para constituir dos sociedades que fueron a su vez readquiridas por dos sociedades mercantiles con sede en Costa Rica y Uruguay y vinculadas a los seis hermanos Carulla.No son los únicos. Demetrio Carceller, propietario indiscutido de Cervezas Damm SA, también está imputado por fraude fiscal continuado durante los últimos 15 años, por un monto que ascendería a los 500 millones de euros. Carceller se habría empadronado falsamente en Portugal para beneficiarse de una política fiscal que grava menos a las grandes fortunas, pero la legislación española obliga a demostrar que se reside allí al menos 183 días al año para elegir con arreglo a qué régimen se declara.Los paraísos fiscales –más de 100 en todo el mundo– son pieza clave en la evasión fiscal y, en el caso catalán, Andorra juega un papel primordial al seguir manteniendo el secreto bancario. El principat tiene depositados entre 2.700 y 3.500 millones de euros de súbditos españoles. El año pasado, los depósitos andorranos experimentaron un crecimiento del 3.000% y la Guardia Civil decomisó hasta 2,5 millones de euros cuando salían del país. El recurso al paraíso fiscal va acompañado de la particular proliferación de nacionalidades repentinas. De hecho, la tenista Arancha Sánchez Vicario es fiscalmente andorrana, como Montserrat Caballé. El piloto catalán de F1 Pedro Martínez de la Rosa, como el español Fernando Alonso o el tenista Carlos Moya, son fiscalmente suizos. De nacionalidad monegasca es Àlex Crivillé, y siendo jugador del FC Barcelona, Luis Enrique se nacionalizó fiscalmente suizo, y fue luego expedientado en 2003 por no haber declarado 600.000 euros. El dinero correspondía a pagos realizados por Nike Europe en la sociedad Fullforce Sport Limited, controlada por el jugador y con sede en las Antillas Holandesas, y había evadido 270.000 euros en impuestos.Anecdótica mención aparte merece el caso de Sánchez Vicario. Empeñada en que José María Aznar asistiera a su boda, comunicó a Hacienda en 2003 que regularizaría su situación para garantizar la asistencia del ex presidente. Aznar acudió, pero Sánchez Vicario no ajustó cuentas de una deuda de 3,4 millones de euros hasta 2009, cuando el Tribunal Supremo dictaminó al respecto. La anécdota se describe en el libro "Estado fiscal y democracia" de quien fue director de la Agencia Tributaria con el gobierno de Aznar, Ignacio Ruiz-Jarabo. En el libro se describe también como Florentino Pérez, presidente del Real Madrid, presionó a Enrique Giménez Reyna –entonces secretario de Estado de Hacienda del PP y posteriormente imputado como cerebro de la trama Gescartera– para que pusiera fin, bajo amenaza de detener la Liga profesional, a las investigaciones sobre futbolistas de élite. El último episodio de esta serie se escribió en el Mundial de Sudáfrica, cuando los jugadores de la selección española recibieron una prima personal de 600.000 euros que decidieron declarar en Sudáfrica. Allí tributaban un 23% mientras en el Estado era un 43%, lo que supuso para cada jugador un ahorro de 132.000 euros. De Liechtenstein a Suiza, del HSBC a LGT: 1.600 defraudadores descubiertos Fraudes masivos que desaparecen rápidamente de los titulares, estafas que nunca se sabe cómo acaban y que acaban a menudo en impunidad y corrupción, y sobre las que se fuerza un rápido olvido. Doble moral, doble economía y doble fiscalidad y una única impunidad para las élites multirreincidentes. Liechtenstein y Suiza, en 2009 y 2010, fueron los dos únicos claros paradigmáticos del cuarto oscuro del fraude fiscal. Dos filtraciones –no una investigación oficial– pusieron al descubierto a 1.600 defraudadores. Delincuencia de altos vuelos fiscales y cuello blanco. Desde entonces, se ha blindado siempre su identidad y se les ha ofrecido discrecionalmente la posibilidad de solucionarlo amistosamente con una 'segunda oportunidad' (mediante declaraciones complementarias exentas de sanción penal o administrativa). Y todavía hoy no está resuelto el enigma de cómo ha acabado todo. Fortunas que han incurrido en delitos fiscales millonarios y que, según los inspectores de Hacienda reunidos en Gestha, han tenido un escandaloso "tratamiento privilegiado y condescendiente". Más escandaloso aún, señalan, en un momento de crisis, recortes y nuevas cargas impositivas a través del aumento del IVA y el IRPF, es decir de recarga fiscal sobre las rentas del trabajo y el consumo.En el caso suizo, que estalló en junio del año pasado, se descubrieron 3.000 cuentas opacas propiedad de ciudadanos del Estado español, de depósitos en el HSBC por un valor de 8.000 millones de euros y que afectaban directamente a 1.500 personas. Hacienda, sin embargo, se centró sólo en 659 casos. A la primera carta que envió –una invitación a regularizar la situación sin costes penales– no respondió ni uno sólo de los afectados. Sólo cuando se incoó expediente sancionador, empezaron a llegar las respuestas. Hasta hoy, se han recuperado 220 millones de euros defraudados. A pesar del férreo silencio, fuentes cercanas a la investigación han aclarado que en el listado "están todas las grandes fortunas que se puedan imaginar". Hay numerosos políticos, empresarios y financieros implicados, entre ellos el padre de Emilio Botín, presidente del Banco Santander. Y hasta han flotado detalles de cómo se llegó a extender el pánico en el seno del establishment: un empresario madrileño cerró su mansión y se marchó al extranjero, remitiendo a Hacienda los billetes de vuelo como prueba de que ya no vivía en el Estado español.Sólo un año antes, se habían descubierto 200 cuentas opacas de ciudadanos españoles en el Liechtenstein Global Trust Group (LGT). Hacienda instó a regularizar la situación a 67 de ellos, de los cuales sólo un 20% lo han hecho. Entre los atrapados destacaban siete ciudadanos catalanes con depósitos no declarados en el paraíso fiscal. Se trata de Josep Bas Puig, empresario catalán del sector químico (fraude de 4,2 millones); Luis Garí Sentmenat, administrador de una empresa náutica en Barcelona (fraude de 7,98 millones); el arquitecto barcelonés Alfredo Arribas (fraude de 311.471 euros); Enrique Clapers Alegre, de la alta sociedad catalana (fraude de 296.905 euros); el empresario del sector de la decoración Jaume Graells (fraude de 1,2 millones) o el auditor vinculado al sector editorial Jorge Sierra Murtra (fraude de 313.442 euros). El séptimo de los catalanes pillados no es otro que Artur Mas Barnet, padre del actual presidente de la Generalitat, Artur Mas, por un fraude de 823.262 euros. De la cuenta era beneficiario, en 2002, el mismo Artur Mas hijo, entonces consejero de Economía y Finanzas de la Generalitat. En la misma operación también resultarían expedientados el cantautor Alejandro Sanz, paladín de la lucha contra la piratería informática, el industrial vasco Alenadro Legarda (director de la todopoderosa CAF) o Carlos Meier (ex directivo de Segundamano y fundador del Instituto de Empresa). El despeñadero de la impunidad efectiva Ambos casos certifican, sin embargo, que en la lucha contra el fraude fiscal masivo y continuo no hay instrumentos adecuados para erradicarlo. Los dos asuntos demuestran claramente la debilidad y la falta de medios: el descubrimiento no fue fruto de investigaciones propias sino de filtraciones, compraventas de disquetes y casualidades. En el caso de las cuentas del LGT de Liechtenstein, el origen es la venta de los datos de 5.828 evasores (con un patrimonio total de 5.000 millones de euros) realizada por un ex trabajador de la entidad, Heinrich Kieber, a los servicios secretos alemanes. Entre ellos, figuraban los 67 ciudadanos del Estado español expedientados. Alemania facilitó sus datos. El caso suizo de HSBC es idéntico: en aquel caso se trató de un ex trabajador que vendió los datos al Estado francés, que los transmitió a la Hacienda española.Una dinámica similar se ha vivido en los casos más sonados de corrupción de los Países Catalanes. En la trama Gürtel, el hecho de que toda la contabilidad fullera estaba en un disco duro extraíble; en el caso del saqueo de Millet al Palau de la Música, por una denuncia inicial hecha desde dentro. Y por último, no hay que menospreciar que los expedientes finalmente incoados se caracterizan después por largas dilaciones judiciales, eficazmente gestionadas por bufetes de abogados de lujo. La última muestra fehaciente es el caso Hacienda, "ejemplo de codicia y suciedad" según el fiscal anticorrupción Emilio Sánchez Ulled de una trama que sobornaba a inspectores a cambio de liquidaciones favorables. El juicio tardó 12 años en celebrarse y este verano se ha hecho pública la sentencia. Doce procesados han sido condenados a elevadas penas de prisión de entre 6 y 13 años, entre ellos Josep Lluís Núñez, el abogado Juan José Folchi o el ex jefe de Inspección de Hacienda en Cataluña en Cataluña Josep Maria Huguet. Sin embargo, todos los condenados están en la calle. Es el punto sobre la i. De la i de impunidad teorizó Hannah Arendt en 'Los orígenes del totalitarismo': desde la Edad Media, los códigos de conducta, castigo y represión que se aplican al resto de la sociedad nunca afectan a los delitos de las élites. protegidas siempre por un circuito de poder que conduce indefectiblemente a su impunidad. En el siglo XXI, las puertas giratorias que vinculan poder estatal y poder económico siguen bien abiertas y operativas. Y mientras la crisis se ceba con la multitud de abajo, los pocos de arriba siguen acumulando riqueza y evadiéndola. Delinquiendo por los ángulos ciegos del capitalismo opaco.http://www.setmanaridirecta.info/noticia/silenci-aqui-es-defrauda-16000-milions-deuros-anuals
Muy interesante el artículoSegún las cuentas, en 2010 el fraude fue:Por evasión:42.771 millones de euros, las grandes fortunas y grandes empresas españolas16.261 millones de euros, la pequeña y mediana empresa 1.543 millones de euros, el fraude de particularesFraude a la Seguridad Social, vinculado a la economía sumergida30.000 millones de euros___________________________90.575 millones de eurosQuizá sería interesante llevar estos datos al hilo de los 17.000 millones para extrapolar esta cantidad con los cálculos que allí se recogieron, y tb estaría muy bien lo de la web que comentaba un forero en la que se pudiera teclear la cifra en cuestión y nos diera un listado de cosas que se podrían hacer con esa cantidad.
The myth of the super-richPeter WilbyPublished 11 September 2008Most of our tycoons are not wealth creators, but wealth drainersMost Britons, and particularly readers of this column, will be familiar with the extent to which the super-rich are soaring away from the rest of us. Over the past five years alone, the average earnings of chief executives of FTSE-100 companies have doubled to £3.2m. Their pay has been rising five times faster than their employees'. The top 1 per cent of the population now enjoy 23 per cent of national wealth, while the poorest half share a mere 6 per cent. For most of the 20th century, Britain became steadily more equal. For the past three decades the movement has been in the opposite direction and it is estimated that Britain's wealthiest person, Lakshmi Mittal, is worth more than twice as much as anybody in the past 150 years.The reasons for the international trend of growing inequality are still disputed. Most economists, however, agree that globalisation and technology both play a role, because they make business more competitive and, therefore, put a high premium on scarce skills, including those of entrepreneurship and leadership. Government policies - tax cuts, deregulation and anti-union legislation - have certainly added to inequality. But, the argument runs, these are made necessary by the increased competition. If we hit the super-rich with what are pejoratively called "punitive" taxes, it is said, they will take their money and wealth-creating prowess elsewhere. Then we all lose.This account is challenged by Stewart Lansley, author of Rich Britain (2006), in a pamphlet put out by the TUC for its annual conference (Do the Super-Rich Matter?). Lansley argues that the largest group among today's super-rich are not wealth creators at all. They make their fortunes from land, property and finance and, in essence, are parasites living off an economy that is being slowly destroyed.The share of domestic bank lending that goes to the manufacturing industry fell from 5.2 per cent in 1999 to 2.3 per cent in 2007. Britain is strong in only two sectors of advanced technology: aerospace and pharmaceuticals, which are both supported by government money.Spending on research and development is declining. Output per worker is still well below the US, France and Germany. Internationally, Britain compares poorly on patent generation.To some degree - which Lansley doesn't fully acknowledge - none of this matters. You could argue Britain is strong in the growth areas of the future, which are mostly services such as education, media and top-class football matches. But Lansley is right to point out that an extraordinary proportion of current investment and top-end earnings go to financial institutions and their employees. In effect, Britain has turned into an enormous hedge fund on which ministers have bet the house. Many of the super-rich specialise in shifting money around, allegedly so it can be used most productively. This too may be described as a service: wealth management for the world. Now the credit crunch has revealed that financiers, to put it mildly, did a less than brilliant job and that large sums ended up in their own pockets. Indeed, the high earnings in the finance industry came mostly from the speculative activity that got us into the present mess. One must wonder how long the world will continue paying for this kind of service.But even if we keep their taxes low, the super-rich will eventually find reasons to leave, because Britain will lack the educated workforce, the transport, the policing, and perhaps even the stable democratic structures that make it a good place to live and do business. The mass of taxpayers will not indefinitely finance state spending while the country's 49 billionaires pay, according to one estimate, just 0.1 per cent of their income in tax.Lansley proposes several measures to "cap unjustifiable fortune-building at the expense of others". Some, such as requiring banks to hold higher levels of capital in proportion to what they lend, might well have restrained a national spending spree built on credit, with the dire consequences that are now familiar. But the best proposal is that the super-rich should simply pay tax at roughly the same rate as most other people. Lansley suggests that, however many tax reliefs and avoidance schemes are available, they should all pay a minimum of 32-40 per cent of their earnings to the Treasury. That would still leave them very rich, but also force them to make a fair contribution to services that they now seem to imagine are provided by the tooth fairy. It is a sad comment on new Labour that it will not contemplate a solution that is so obviously just.
The self-made mythSocietal support key to much wealth creation, report saysBy Thomas Kostigen, CBS.MarketWatch.comSANTA MONICA, Calif. (CBS.MW) -- Some of the wealthiest entrepreneurs in this country say there is no such thing as the "self-made man."With more millionaires making rather than inheriting their wealth, there is a false conceit that they haven't received outside support, a new report says.But society's role in wealth creation is significant, therefore society has an obligation to maintain a level playing field for opportunities to create wealth, contends the report, "I Didn't Do It Alone: Society's Contribution to Individual Wealth and Success."The idea that if government would get out of the way, then every entrepreneur would automatically succeed is wrong, the report says.The report is published by Boston-based United for a Fair Economy, a nonprofit group that researches and raises awareness on issues related to wealth and power. It has signed more than 2,200 multimillionaires and billionaires to a petition to reform and keep the inheritance tax; the "I Didn't Do It Alone" report was gleaned from small sample of those petitioners."Pro-business economic policies and tax policies are often centered on the myth of the self-made man," the report says. But the myth of "self-made" wealth "is potentially destructive to the very infrastructure that enables wealth creation."Individuals profiled believe that they prospered in large part thanks to things beyond their individual control, such as social investments in education, research, technology and infrastructure, the report says. Or as Jim Sherblom, former CFO of Genzyme, says, "We are all standing on the shoulders of those who came before us."He and others profiled believe it's vital to give back to society so that others in the next generation can have the same opportunities they had. This giving goes beyond taxes to charity and mentoring programs."This is not so much a call for increased taxes as it is a highlight of society's role and claim upon us as individuals. We each have a responsibility to the common wealth upon which individual wealth is possible," says Chuck Collins, the report's co-author.In prepared remarks, Collins was more emphatic: "How we think about wealth creation is important since policies such as large tax cuts for the wealthy often draw on the myth of the self-made man... Taxes are portrayed as onerous, unfair redistribution of privately created wealth -- not as reinvestment or giving back to society. Yet, where would many wealthy entrepreneurs be today without taxpayer investment in the Internet, transportation, public education, legal system, the human genome and so on?"Those Collins profiled in the report say their success is attributable to many factors, among them public schools and colleges, government investment in research and small business assistance, contributions of employees, and strong legal and financial systems.The idea behind the report is to point out what often gets lost in translation in the definition of success and to lobby for continued investment in public programs.Just four weeks ago, the Washington Post reported the Bush administration alerted government agencies that if President Bush is reelected, there will be domestic spending cuts, including programs in homeland security, education, nutrition, Head Start, homeownership, job-training, medical research, environmental protection and science.In Arthur Miller's play about the downfall of the American Dream, "Death of a Salesman," Willy Loman says to his son on whom he had placed much hope: "If only you had passed your math, things would have turned out different."Without the chance to study math, Willy wouldn't have a complaint.The myth of the self-made man is that he has "made it" alone.Warren Buffett, founder of Berkshire Hathaway and the second-richest man in the world, says: "I personally think that society is responsible for a very significant percentage of what I've earned."And Eric Schmidt, CEO of Google, says, "Lots of people who are smart and work hard and play by the rules don't have a fraction of what I have. I realize I don't have my wealth because I'm so brilliant."What shines through the report is that those profiled and interviewed have an awareness of what made them successful, and they want to pass that along to future generations in the form of public support. Some of us call that government -- more or less.