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¿Y relación entre Bunge y  Cargill?: Paraísos fiscales

Relación entre Bunge y Cargill.-

Para empezar ésta:

Cargill y Bunge son la punta del iceberg de la evasión fiscal

Año 3. Edición número 125. Domingo 10 de octubre de 2010
Por Pablo Galand
pgaland@miradasalsur.com

La exportadora de granos Cargill es investigada por haber evadido más de 100 millones de pesos entre 2000 y 2003. (BLOOMBERG)

Las cerealeras ganan más que nunca y no quieren repartir

Son apenas un puñado, pero integran lo más concentrado de la economía nacional. Algunas, muy pocas, son de origen local. La inmensa mayoría son transnacionales. Todas se constituyeron en grandes beneficiarias del dólar competitivo y, en mayor o menor medida, recurren a técnicas de planificación fiscal que reducen al mínimo el pago del Impuesto a las Ganancias. La estrategia se extiende a los aportes patronales; en este caso mediante la tercerización de tareas.

Agua para el propio molino

Molinos Río de La Plata es la principal trianguladora del país.” La frase, dicha por una fuente de la Administración Federal de Ingresos Públicos (Afip) a Miradas al Sur, se inscribe en la ofensiva lanzada por el Gobierno para detectar maniobras de evasión y elusión fiscal. La misma fuente precisó que la empresa, propiedad de la familia Pérez Companc, “exportó a Uruguay por unos u$s 1.000 millones durante 2009”.

Clarín gana y no reparte

A pesar de la complicada situación judicial que afecta a sus principales empresas subsidiarias –Multicanal, Fibertel y Papel Prensa–, el Grupo Clarín obtuvo desde 2006 a la actualidad utilidades millonarias que le permitieron revertir la crítica situación financiera que atravesaba, fruto de una expansión basada en el endeudamiento. Los datos surgen de los balances consolidados presentados por la corporación ante la Comisión Nacional de Valores (CNV).

Una ley más dura con los infractores

Los casos millonarios de presunta evasión fiscal de grandes empresas como Bunge y Cargill puso nuevamente en el tapete la necesidad de reformar la Ley Penal Tributaria. En marzo de este año, el Poder Ejecutivo envío un proyecto al Congreso con la intención de establecer penas más duras a los evasores. La iniciativa está bajo el estudio de la Comisión de Legislación Penal que preside el diputado Juan Carlos Vega, de la Coalición Cívica, y poco se ha avanzado en ese sentido.

Las ganancias empresarias, en alza

Los datos son tan contundentes como incuestionables. En el primer semestre del año, 74 compañías domésticas que cotizan en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, muchas de ellas integrantes del núcleo más concentrado de la economía local, acumularon ganancias por 8.590 millones de pesos, lo que representó un aumento del 93 por ciento en relación con el mismo período del año pasado. Medida en dólares, la ganancia alcanzó los 2.183 millones y el incremento se tradujo en una suba interanual del orden del 86 por ciento.
La recaudación de 2010 llegó a $409.899 millones

La recaudación impositiva trepó en 2010 a $409.899,6 millones y registró una suba de 34,4% con relación al año anterior. Resultó así un 16% superior a la meta prevista en el Presupuesto del año pasado.

En tanto, los ingresos fiscales de diciembre totalizaron $38.155,6 millones, lo que significó un aumento de 35,5%, más que en igual mes de 2009. Los datos fueron ofrecidos por el ministro de Economía, Amado Boudou, junto al titular de la AFIP, Ricardo Echegaray, y al secretario de Hacienda, Juan Carlos Pezoa, durante una conferencia de prensa.

Un informe de la AFIP revela que si bien las ventas subieron en diferentes ramas de la producción, las empresas de estos sectores tributan cada vez menos.

A partir de investigaciones llevadas adelante por la Administración federal de Ingresos Públicos (Afip) y la Justicia, se conoció esta semana la forma en que dos de las empresas que más facturan en la Argentina, la aceitera Bunge y la exportadora de granos Cargill, evadirían impuestos a las Ganancias a través de “triangulaciones nocivas”. Se trata de cifras astronómicas, ya que en el caso de la primera, la evasión ascendería a 1.200 millones de pesos y, en el caso de la segunda, a 200 millones.

La magnitud del caso Bunge llevó a la presidenta Cristina Fernández a señalar vía Twitter desde Alemania que se trata de “la mayor evasión tributaria en la Argentina”. Lo cierto es que la forma de actuar frente al fisco de estas dos grandes empresas constituiría la punta de un iceberg de una metodología que sería moneda corriente de parte de las corporaciones, y que genera un enorme daño al conjunto de la sociedad.

El titular de la Afip, Ricardo Echegaray, afirmó el miércoles pasado que, durante 2009, unas 500 empresas que facturan más de 100 millones de pesos anuales “pagaron cero pesos” de Impuesto a las Ganancias. Pero además, datos de las propia Afip muestran, por un lado, que en algunas actividades existe un enorme desfase entre los porcentajes de venta y el pago de impuestos y, por el otro, que pese a que el volumen de venta en comparación con el 2008 aumentó notablemente o se mantuvo estable, los montos impuestos pagados, en algunos casos, se redujeron a la mitad.

A partir de cruzar las declaraciones juradas presentadas por las empresas con otros datos de la economía general, la Afip realiza una serie de informes por actividad, vinculados a las ventas y los impuestos a las Ganancias, así como una comparación entre la rentabilidad del sector con la general de la economía. El cruce de esta información no sólo aporta datos interesantes acerca del comportamiento de algunas actividades, sino que, además, provee elementos que pueden servir para detectar casos flagrantes de evasión de parte de grupos económicos concentrados, con una altísima rentabilidad económica.

Se sabe, por ejemplo, de la marcada concentración que existe en actividades relacionadas con la exportación de materias primas como el aceite y los cereales, sectores en los que se desempeñan Bunge y Cargill, respectivamente. Los números son elocuentes en ese sentido. En el caso de las aceiteras, las grandes empresas representan el 58,3% de todo el sector y venden el 99,1% del total de las ventas. En el caso de las exportadoras de granos, el 47,4 de las empresas son grandes y venden el 97,2% del total que comercializa el sector.

También resulta sorprendente observar cuál es su costo laboral. En el caso de las primeras, representa el 2,9% del total de las ventas y en el de las segundas, el 2,3%. Se trata de índices sensiblemente inferiores a la media del resto de las actividades que ronda el 10%.

Números que no cierran. Pero en lo que tiene que ver con el pago de impuestos, los datos resultan inquietantes. Las aceiteras en su conjunto vendieron a lo largo del último año fiscal 32.588 millones de pesos, lo que representa el 2,2% del total de las ventas de toda la economía. Sin embargo, en lo que tiene que ver con el impuesto a las Ganancias, pagaron 243 millones de pesos, que representa apenas el 0,6% del volumen total de lo recaudado. El comportamiento de las exportadoras de granos es muy parecido. Durante el último período fiscal, vendieron por 49.733 millones de pesos, es decir el 3,4% del total de ventas de la economía. Pero pagaron de impuestos 304 millones de pesos, o sea el 0,7%.

Esta falta de correspondencia entre el nivel de ventas y de pago de ganancias no es exclusivo de estos dos sectores. Otros informes realizados por la Afip demuestran un patrón de comportamiento común en actividades como la elaboración de aluminio y la automotriz. En la primera, las ventas del último año fiscal fueron de 3.274 millones de pesos, que representa un 1% del total de las ventas de la economía. Sin embargo, pagaron por impuestos a las Ganancias apenas el 0,01% del total de la economía. En el caso de las automotrices, sus ventas llegaron a 59.100 millones de pesos, que representan el 4,1% del total de las venas de la economía. Pero por Impuestos a las Ganancias sólo pagaron el 1,2% del total de la economía.

Otro dato que llama la atención es la diferencia que se observa en el pago de impuestos en el último período fiscal con respecto al anterior y su correspondencia con las ventas. El caso de las empresas de aluminio es el más elocuente. En 2008 vendieron por 3.162 millones de pesos y pagaron 146 millones de Ganancias. En 2009, vendieron 3.274 millones de pesos y sólo pagaron 4 millones de pesos. Las automotrices tuvieron una merma del 10,8% en sus ventas en 2009 con respecto al año anterior, pero la caída en el pago de Ganancias fue muchísimo mayor, pasaron de tributar 1.132 millones de pesos en 2008, a 528 millones en 2009, es decir un 53,3% menos.

Dos casos testigos. Las informaciones reveladas esta semana en referencia a Bunge y Cargill permiten inferir algunos de los mecanismos a los que recurren las grandes empresas para evadir sus compromisos fiscales. En el caso de la aceitera, la Afip secuestró documentación luego de detectar que la compañía no pagó impuestos a las Ganancias durante los períodos 2007, 2008 y 2009, mientras que anteriormente tributaba un promedio de 350 millones de pesos. Desde el organismo se empezó a sospechar que Bunge recurría a una etapa intermedia entre el origen de los productos que exportaba y su destino final.

De acuerdo con los datos que la Afip aportó a la Justicia para que investigue el supuesto fraude fiscal, la exportadora utilizaría a su filial en Uruguay para llevar adelante una triangulación. Sucede que el 98 por ciento de las exportaciones de la aceitera se exportan a Uruguay. La sede de allí se ubica en la zona franca de Montevideo y por lo tanto no paga impuestos a las Ganancias. Se calcula que mediante esta metodología Bunge dejó de pagar 400 millones de pesos por año.

El caso de Cargill es muy similar, aunque en este caso la investigación judicial se encuentra más avanzada ya que el Juzgado Nacional en lo Penal Económico Nº4, a cargo de Alejandro Catania, dispuso el viernes el procesamiento del presidente del directorio de la firma, Héctor Orlando Marsili, y de su par en Uruguay, Javier Gustavo Fernández Rockboer. A ambos se los acusa de evasión agravada. y recibieron un embargo de 100 millones de pesos por las maniobras perpetradas durante los períodos 2000, 2001, 2002 y 2003.

La Afip fue el querellante y denunciante y, de acuerdo con un comunicado que difundió, “la causa se inició por una evasión superior a los 56 millones de pesos, a la cual se le fueron sumando los períodos sucesivos”. Según el organismo, “con este fallo, los responsables de la cerealera Bunge podrían correr con el mismo destino”, ya que “la causa presenta importantes similitudes con las maniobras de planificación fiscal nociva de triangulación con la investigación de la cerealera Cargill.

Desde el organismo que conduce Ricardo Echegaray sospechan que la evasión impositiva que realizan las grandes empresas a través de esta triangulación con Uruguay trepa a los 8.800 millones de dólares y que metodologías similares se aplicarían a través de otros paraísos fiscales como Suiza, Barbados y las Islas Caimanes.

Cargill y Bunge son la punta del iceberg de la evasión fiscal | Miradas al Sur

Para quien no lo sepa, Argentina está actualmente "arrasada" de transgénicos. "Arrasada" significa el empobrecimiento de la tierra debido a los semillas, fertilizantes, herbicidas, etc. dejando el suelo hecho un erial. Los antiguos ricos pastos de la Pampa ya casi prácticamente no existen. Uno de los mayores problemas que se están observando es el cruce de las semillas transgénicas con la flora de las selvas de Brasil.

co2:
Publicamos también aquí, el post de Maple Leaf del hilo "Independencia y lonchafinismo energético", que por su interés nos ayudará a perfilar quien realmente manda.

http://www.transicionestructural.net/energia/independencia-y-lonchafinismo-energetico-alimentario/15/


--- Citar ---¿Porqué es tan importante producir tus propios alimentos?

GREG PAGE, el hombre que controla la alimentación del planeta

http://xlsemanal.finanzas.com/web/articulo.php?id=66619&id_edicion=6127

Citar

    Tiene 59 años y jamás concede entrevistas. Seguramente, su nombre y el de su empresa no le digan nada. Pero por sus manos pasa la mayoría de los alimentos que usted pueda imaginar. Cargill es una de las cuatro compañías que controlan el 70 por ciento del comercio mundial de comida. Mientras el mundo se enfrenta a la mayor crisis alimentaria en décadas, ellos hacen caja ‘leyendo los mercados’… Así funciona.

    Usted no lo sabe, pero la tostada de su desayuno es una mercancía más valiosa que el petróleo. La harina con la que está hecha tiene nombre: Cargill. ¿Le suena? Pues también se llaman Cargill la grasa de la mantequilla que unta su tostada y la glucosa de la mermelada que la endulza. Cargill es el pienso que engordó a la vaca lechera y a la gallina que puso los huevos que se fríen en la sartén. Cargill es el grano de café y la semilla de cacao; la fibra de las galletas y la bebida de soja. ¿El endulzante del refresco, la carne de la hamburguesa, la sémola de los fideos? Cargill. Y el maíz de los nachos, el girasol del aceite, el fosfato de los fertilizantes... ¿Y qué me dice del biocombustible de su coche, ese almidón que las petroleras han refinado para convertirlo en etanol y mezclarlo con gasolina? Adivine.

    No, no busque marca o etiquetas; no las encontrará. Cargill ha pasado de puntillas por la historia. ¿Cómo puede ser que una empresa fundada en 1865, con 131.000 empleados repartidos en 67 países, con unas ventas anuales de 120.000 millones de dólares que cuadruplican la facturación de Coca-Cola y quintuplican la de McDonald’s, sea tan desconocida? ¿Cómo se explica que una compañía tan gigantesca que sus cuentas superan la economía de Kuwait, Perú y otros 80 países haya pasado tan inadvertida hasta ahora? En parte, porque es una empresa familiar. Sí, sus números pasman, pero Cargill no cotiza en Bolsa y no tiene que dar explicaciones. Sus socios son un enjambre de tataranietos de los fundadores, los hermanos William y Samuel Cargill, campesinos de Iowa que levantaron un imperio en el siglo XIX gracias a un ascensor de cereal arrimado a la vía del tren en un pueblecito de la pradera que no venía en los mapas. Más tarde, un cuñado -John MacMillan- tomaría las riendas. Durante décadas, los Cargill y los MacMillan fueron añadiendo silos de grano, molinos harineros, minas de sal, mataderos y una flota de barcos mercantes. Hoy, unos 80 descendientes se reparten los dividendos y juegan al golf. Poco más se sabe de ellos, salvo que los varones visten falda escocesa en las fiestas para honrar a sus antepasados. Y que siete se sientan en el consejo de administración y están en la lista Forbes de los más ricos del planeta, con fortunas que rondan los 7000 millones por cabeza. El presidente de la compañía es Greg Page, un tipo flemático al que le gusta decir, con cierta sorna, que Cargill se dedica «a la comercialización de la fotosíntesis».

    Pero no está el patio para bromas. Los precios de los alimentos básicos se han disparado en el último año: el trigo, un 84 por ciento; el maíz, un 63, y el arroz, casi un diez; los tres cereales que dan de comer a la humanidad. Son máximos históricos, advierte la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO). Por encima de los que en 2008 causaron revueltas en 40 países y condenaron a la hambruna a 130 millones de personas. Y los precios seguirán subiendo, pronostica Financial Times. «El coste de los cereales es crítico para la seguridad alimentaria porque es la materia prima de referencia en los países pobres. Si los precios continúan elevándose, habrá más algaradas.»

    Las razones son múltiples. Un cóctel de sequías, malas cosechas y especulación. Pero los ganadores son muy pocos. Y entre ellos están las mastodónticas empresas que controlan el comercio mundial de cereales. Cargill ha triplicado sus beneficios en el último semestre y sus ganancias superarán los 4000 millones de dólares, récord alcanzado en 2008 en el río revuelto de la crisis alimentaria. La compañía apostó a que la sequía en Rusia, uno de los grandes productores mundiales, obligaría a Vladimir Putin a prohibir las exportaciones para asegurar el consumo interno. Y acertó. «Hicimos un buen trabajo ‘leyendo los mercados’ y reaccionamos con rapidez», explicó una portavoz de Cargill. ¿En qué consiste esa reacción? En esencia, se trata de jugar al Monopoly comprando cosechas en el mercado de futuros, en ocasiones antes de que se plante una sola semilla. Y moviéndolas de un lugar a otro del planeta, allá donde resulte más rentable.

    Las grandes cerealeras basan su poder en el control de las redes de distribución. Silos, almacenes, ascensores de grano estratégicamente situados en los tendidos ferroviarios, flotas mercantes transoceánicas... No poseen la tierra. Prefieren que los agricultores corran el riesgo de perder la cosecha. Si hay abundancia, las compañías hacen acopio y esperan. Si un desastre climático arruina la producción en un lugar del mundo, tienen la capacidad para transportar los excedentes desde otros lugares, por lejos que estén.

    Es un juego arriesgado. Rusia, por ejemplo, suministraba a Egipto y otros países árabes. Cargill vio venir el desabastecimiento antes que nadie -por algo tiene un servicio de inteligencia que han comparado al de la CIA: utiliza satélites de comunicación, sensores de clima y un ejército de informadores y ‘ topos’ en los gobiernos- y se adelantó a sus competidores: las también estadounidenses Archer Daniels Midland (ADM) y Bunge y la francesa Louis Dreyfus. Estas cuatro firmas -todas, centenarias, familiares y muy reservadas- controlan en torno al 70 por ciento del comercio mundial. Así que Cargill acaparó trigo de otros productores para colocarlo en los puertos del norte de África y apretó las clavijas en el precio. Negocio redondo. Solo que el pan subió en todo el Magreb y el espectro del hambre se sumó al ansia de libertad. La mecha de la revolución estaba preparada para que Facebook la prendiese.

    Para apagarla, algunos países árabes han incrementado sus importaciones de trigo, como Argelia y Arabia Saudí. Ejemplo que han seguido otros gobiernos, como el de México, escarmentado por la reciente crisis de las tortillas y donde grupos de desesperados armados con piedras y machetes asaltan los trenes cargados de cereal y los saquean, a razón de 35 toneladas cada mes. Pero acumular reservas provoca que los precios sigan al alza. Pura ley de la oferta y la demanda. Y la demanda no deja de crecer. Porque la población mundial aumenta y porque la emergente clase media china e india come cada vez más y mejor. Las inundaciones en Australia y Paquistán también han contribuido a que escasee el grano. Las reservas mundiales actuales totalizan 432 millones de toneladas, lo que equivale a solo 70 días de consumo, que bajarán a 64 en primavera.

    «Hemos entrado en un terreno peligroso. El precio mundial combinado de cereales, grasas vegetales, productos lácteos, carne y azúcar lleva seis meses consecutivos subiendo y ha superado los niveles del último pánico alimentario. Y todavía hay margen para que se encarezcan mucho más si la ola de calor en Argentina se convierte en sequía, o si Ucrania y Rusia vuelven a tener malas cosechas», explica Abdolreza Abassian, economista jefe de la FAO. El Banco Mundial prevé que los precios elevados se mantendrán al menos hasta 2015. Hay quien va más allá y considera el cambio climático otro factor inflacionario. Algunos expertos estiman que por cada grado que aumente la temperatura se perderá un diez por ciento de la producción agrícola. «La era de los alimentos baratos ha terminado», sentencia Gonzalo Fanjul, de Intermón Oxfam. La cesta de la compra en América Latina ya se ha encarecido un 45 por ciento desde el verano. Y el relator especial de la ONU en derecho alimentario, Jean Ziegler, considera un «genocidio silencioso» que cientos de millones de toneladas de cereal se quemen como biocarburantes.

    Con estas perspectivas, que los especuladores entrasen a saco en el mercado de materias primas y hayan convertido la Bolsa de Chicago -el parqué de referencia en materias primas- en un casino donde las fichas son habas, granos y frijoles estaba cantado. Es algo que viene sucediendo desde que estalló la crisis financiera en 2007. La burbuja inmobiliaria y crediticia es ahora una burbuja alimentaria. Según la desaparecida consultora Lehman Brothers, alrededor de 270.000 millones de dólares habrían emigrado de Wall Street a la caza de chollos en los contratos de futuros de Chicago, cuyas ganancias se han disparado un 65 por ciento en el último año. Bancos de inversión, fondos de pensiones y de alto riesgo (hedge funds) se están dando un festín a costa del hambre de millones de personas. Se aprovechan de mecanismos tan sofisticados que les permiten apalabrar compraventas descomunales desembolsando un porcentaje muy pequeño del valor de mercado. «¿Cómo es posible que un especulador pueda adquirir el 15 por ciento de la producción de cacao sin pagar un céntimo para revenderla después?», se preguntaba, escandalizado, el presidente francés, Nicolas Sarkozy.

    Pero estos recién llegados no dejan de ser unos advenedizos en un negocio controlado desde hace más de un siglo por los mismos de siempre: las cerealeras surgidas al calor de la Revolución Industrial, cuando millones de campesinos emigraron a las ciudades y dejaron de comer lo que cultivaban para depender del pan. En Europa, las dinastías del trigo surgieron a lo largo del Rin: los Fribourg (Continental), los Louis-Dreyfus y los Bunge. De origen humilde, se ganaron la amistad de reyes y tuvieron algunos momentos de gloria. En 1870 salvaron de la hambruna a los parisinos que, cercados por el Ejército prusiano, se comían sus propias mascotas. Y en 1917 burlaron el bloqueo de los submarinos alemanes que estrangulaban las rutas de abastecimiento a los países aliados. Después de la Segunda Guerra Mundial, el Plan Marshall sirvió para colocar los excedentes norteamericanos y alimentar a medio mundo, incluida España. Fueron esfuerzos heroicos, aunque muy bien remunerados.

    Hoy, el mundo les pide que estén a la altura de las circunstancias. Pero el negocio es el negocio. Hay un dicho en Argentina: «Bunge le da al campesino crédito, le vende la semilla y le compra el grano. Y cuando la cosecha está lista, le vende la soga para ahorcarse». Por eso, algunos organismos piden que se cree una reserva mundial de grano de la que puedan echar mano los gobiernos cuando haya escasez y que, además, sirva para estabilizar los precios. Porque esta vez, advierte la ONU, además de condenar a millones de personas a no poder llenar el estómago en los países desfavorecidos, todos notaremos en mayor o menor medida las consecuencias de la burbuja alimentaria.

    Carlos Manuel Sánchez



--- Fin de la cita ---

CdE:
CO2, ando en otras tramas y no tengo tiempo ahora para seguir este hilo como se merece, pero en cuanto pueda traigo por aquí algunas cositas de Cargill.

co2:

--- Cita de: CdE en Noviembre 27, 2011, 22:58:28 pm ---CO2, ando en otras tramas y no tengo tiempo ahora para seguir este hilo como se merece, pero en cuanto pueda traigo por aquí algunas cositas de Cargill.

--- Fin de la cita ---


Aquí te esperamos. Mientras, un inciso sobre el "Codex Alimentarius" (herramienta de imposición por Decreto Ley?):

->¿Qué es según la versión oficial?:


--- Citar ---La Comisión del Codex Alimentarius fue creada en 1963 por la FAO y la OMS para desarrollar normas alimentarias, reglamentos y otros textos relacionados tales como códigos de prácticas bajo el Programa Conjunto FAO/OMS de Normas Alimentarias. Las materias principales de este Programa son la protección de la salud de los consumidores, asegurar unas prácticas de comercio claras y promocionar la coordinación de todas las normas alimentarias acordadas por las organizaciones gubernamentales y no gubernamentales.
--- Fin de la cita ---

http://www.codexalimentarius.net/web/index_es.jsp


->¿Qué puede ser según otras fuentes?:


--- Citar ---Codex Alimentarius: Big Brother's Plan to Control Health Supplements


    http://educate-yourself.org/cn/codexalimentarius15jan09.shtml
    January 15, 2009

    Codex Alimentarius: Big Brother's Plan to Control Health Supplements (Jan. 15, 2009)

    Forward courtesy of Dorothee K

    Ian Crane's talk is quite a good introduction into the very complex matter
    http://video.google.com/videoplay?docid=5800206429960925518

    Codex Alimentarius:
    Monstrously Toxic Power Play for Control of the Global Food Supply & Natural Health Industry

    http://www.livingnutrition.com/articles/codex.html

    September, 2007
    From: Food & Health Safety News #20
    Living Nutrition Magazine vol. 20
    http://www.livingnutrition.com

    Compiled from various sources and edited
    by David Klein, B.S., Ph.D.

The Codex Alimentarius agenda, which has long metastasized in the recesses of closed board rooms and governmental chambers, is now coming to light. This is the paramount issue of our times, yet few know about it. If Codex standards ever replace the current laws in the U.S. governing food and dietary supplements, it will affect not just Americans' right to choose supplements, but our right to grow crops with untampered seeds, to buy pure organic food, and to live free of the tyranny of Big Agro-Chem-Pharma-Med, through health-destructive FDA rules enacted and enforced by a pro-corporate government that cares nothing about our health freedom. In other words, the "natural health" industry will perish. Now more than ever, we must exercise our democratic duty and be vigilant in protecting that freedom, the health and survival of the Earth, and all her creatures and citizenry.

(...)

Codex is not just about nutritional supplements, although that is an important aspect. In fact, it is the primary political battlefield where the war is being waged about who will regulate and control the global food supply, from field and stable to table. This "war" is being waged by an increasingly tangled web of global governmental and international authorities, aligned with big business and financial interests, wherein human health takes a back seat to profit and power goals.

(...)

Do we want to see a world where our access to safe, nutritious foods and effective dietary supplements is restricted, suppressed, and controlled by government in alliance with its pharmaceutical and chemical bedfellows? If not, we must act now, before it's too late.

(...)

The Codex Alimentarius Commission, organized by the United Nations in the 1960s, is charged with "harmonizing" food and supplement rules among all nations of the world. As a result of Codex rules, those vitamins and minerals that would compete with medicines would require a doctor's prescription. The European Union has already adopted Codex-type regulations that will be in effect across Europe later this year (2005). This raises concerns that Europeans will challenge our relatively open market for health supplements in a WTO forum. This is hardly far-fetched, as Congress has already changed our tax laws to comply with a WTO order.

Make no mistake about it: those international standards are moving steadily toward the Codex regime and its draconian restrictions on health freedom. Pharmaceutical companies have spent billions of dollars trying to get Washington to regulate your dietary supplements. So far, that effort has failed, in part because of a 1994 law called the Dietary Supplement Health and Education Act. Big Pharma and the medical establishment hate this Act, because it allows consumers some measure of freedom to buy the supplements they want.

The largely government-run "healthcare" establishment, including the nominally private pharmaceutical companies, want government to control the dietary-supplement industry so that only they can manufacture and distribute supplements providing any real benefit. If this takes place, as it has in Europe, the high-potency, beneficial supplements that you can now buy over the counter will be available, if at all, only by prescription and at a much higher cost. This alone is sufficient reason for Congress to oppose the unconstitutional, freedom-destroying CAFTA bill.

(...)

Codex will control:
1. Vitamins, minerals and nutrients,
2. Genetically modified organisms,
3. Toxic residues,
4. Antibiotics, drugs, growth stimulants, and other hormones in food animals,
5. Organic foods, and
6. Irradiation of food.

The plan is to suppress all beneficial, high-potency nutrients, and to allow only those and a few other vitamins and minerals that will be high-priced, low-dosage, and synthetically-made by drug companies.

(...)


--- Fin de la cita ---


continúa...

co2:

--- Citar ---Organic foods
From the drug cartel's point of view, the primary advantage in getting rid of true organic food is that in the absence of quality food, people will become ill and buy more prescription drugs. As a lesser advantage, the farmers will buy more insecticides and chemical fertilizers. The standards and definitions of "organic food" will be changed. Under Codex, a farmer or rancher will be able to call his products "organic" when they are full of toxic poisons. Under Codex, "organic food" may include as little as 70% organic contents, but this will not be noted on labels. (The other 30% can consist of poisons or contaminants.)

The new laws requiring genetically modified crops, pesticides, hormones and antibiotics in foods will be cost-prohibitive to people living in developing nations, and billions of people may die and/or sicken as a result of these policies.

Codex is not based on science or democracy
Unelected government officials, working in cooperation with vested industry and trade interests, make decisions that result in domestic and international standards, which in turn are to be enacted into law by the member states of the WTO. When the WTO was created, the enforcement mechanisms for Codex and other international standards were created. With this enforcement mechanism in place, an increased incentive therefore arose to hijack the original purpose of Codex (i.e., to provide clean and safe food for the planet with no international barriers to the movement of that food), instead promoting a restrictive governmental agenda of suppression of natural alternatives to pharmaceutical medicines.

(...)

What Codex will accomplish
These new standards and guidelines will:
1. Protect the multimillion euro (European equivalent of dollars) investments of the large drug companies as well as their government-blessed monopolies.
2. Lead people away from natural healing methods, resulting in more power for the government-medical-pharma cartel, more suffering and death for the populace, and the further degradation of life on Earth.

The power behind the throne
Codex is a joint venture between the United Nation's World Health Organization and the Food and Agriculture Organization (WHO/FAO). The WTO stated that it will enforce Codex "guidelines" as the world standard for trade in food and food supplements. Both the FAO and the WHO are intended to protect the health and welfare of the world's population, but it is clear they have shirked this responsibility in regard to Codex.

An immense German, French, U.S., and British drug cartel is behind this. Codex is also working with other groups supporting the following agendas:

1. The chemical industry's aim that all animals be treated with antibiotics and hormones.
2. The largest seed company in the world (Monsanto) is working toward 100% genetically-modified crops.
3. The nuclear industry's goal of irradiating all foods including plants and livestock.
4. All industries' goal: phasing out truly organic foods, or at least, making them extremely difficult to obtain.

(...)

Actions by the European Union and the United Nations affect millions of lives. What makes it possible for drug companies to have so much influence at the EU and UN and even within our own FDA? The answer is rather simple: drug companies make excessive profits by overcharging on patented medicinal drugs. They claim that the profits are needed for research into new drugs. Yet, the costs of that research only come down to paying the salaries of some lab technicians. It is well-known that most of the profits are used for lobbying politicians, advertising, and similar methods of increasing sales.

The powers on the throne
Some 167 countries are members of the Codex Alimentarius Commission (CAC). Here are some of the international organizations working closely with Codex in order to accomplish its objectives:
--- Fin de la cita ---


Aquí aparecen viejos conocidos:


--- Citar ---* Food and Agriculture Organization (FAO):
* International Atomic Energy Agency (IAEA)
* International Consultative Group on Food Irradiation (ICGFI)
* Joint FAO/WHO Expert Committee on Food Additives (JECFA):
* The European Commission on Food Safety (ECFS)
* United Nations (UN)
* World Health Organization (WHO)
* World Trade Organization (WTO)

The bottom line is that, for all their power, the pharmaceutical companies could no more force you to buy their drugs and accept their medicines than Wal-Mart could force you to buy its pots and pans. It is the overriding dictates of monopolistic legislation enacted by Congress, coupled with the government-enforced monopoly given to government-licensed and approved medical doctors, that restrict our healthcare choices. Without these laws, you could reject "Big Pharma" with impunity as you bought and used all the natural health products you wanted in a truly free market.

There are more than 20 Codex Alimentarius Committees.
These committees develop guidelines (there are more than 16,000 pages of working documents) on every aspect of food, and present those guidelines to the Codex for ratification. Trade organizations with strong publicly documented ties to the pharmaceutical, chemical and agricultural industries have a very influential voice at these meetings. There has been no significant representation from health advocates, nutritional supplement manufacturers, natural healthcare professionals, or similar groups at the Codex meetings, except for the National Health Federation (NHF), which is the only health-freedom organization with official International Nongovernmental Organization (INGO) status at these meetings. The NHF is the only INGO voice consistently speaking out for health freedom year after year at these meetings.

The Codex Commission meets every year, alternating between Rome and Geneva, while its various committees meet in different host countries (such as France, Germany, Canada, Australia, the US, etc.). The U.S. representatives to Codex have well-documented, unsavory connections to the very industries that stand to profit from the wholesale implementation of the Codex standards. Insofar as the FDA is concerned, consumers have virtually no say at all.

The governments of both India and South Africa have repeatedly expressed their dissatisfaction with the foolish restriction of nutrients and herbs under Codex, but their protests have been regularly disregarded during meetings by ill-defined "consensus" tactics that do not allow full discussion or debate on these crucial issues, or even true consensus.

(...)

WTO placed corporations over nations
The WTO has put the mechanisms in place to override any national law that interferes with multinational corporate profits in international trade. That is one of the reasons why Congressman Ron Paul tried to remove us from the WTO in 2000 via House Joint Resolution 90. Congress failed to enact his proposal.

(...)

--- Fin de la cita ---



http://educate-yourself.org/cn/codexalimentarius15jan09.shtml

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