Cuando Asustadísimos se refiere al Hos*** o al Punto Final... lo que viene inmediatamente después es una caída o un derrumbe de precios. Y la noticia de hoy, por asociación de ideas, me ha llevado a pensar precisamente en el derrumbe y en las consecuencias del mismo. La caída de los precios inmobiliarios provocará el aplastamiento a nivel económico o financiero de tanta gente que ha invertido y se ha endeudado en el inmobiliario. Es una imagen o representación mental, nada más.
Una de "huevofritismo".
Seis personas de mi cercanía extendida (de unas ¿80? que conozco más o menos bien) han comprado piso después de la pandemia. Sólo una para vivir. El resto como inversión para alquiler.
Ninguno se va a ir a la quiebra. Pueden palmar bastante dinero y quedarse con un pisito bastante difícil de colocar, pero ninguno va a dejar de pagar la poca hipoteca que tienen, todos han metido del 50% al 100% en efectivo.
Haciendo unas cuentas rápidas veo que en Madrid hay 2.500.000 pernoctaciones al año de un millón y pico de turistas. 25.000 viviendas vacacionales por 365 me da 9 millones. Aquí se ve que la oferta demanda no funciona del todo y sin contar con la existencia y nueva proliferación de hoteles.
Habrá alguno que deba millonadas y quiebre y le deje 10 zulos al banco, pero ni de coña ni al 80% de deuda.
Si los constructores no están construyendo algo se olerán de lo de la demanda. Desde la pandemia que sigo unos Lofts con terraza que me interesaron y ahí siguen a la venta. ¿Es normal más de 3 años para vender una promoción con lo malisimamente mal que está la oferta?
Ahora mismo no se está construyendo mucho. Lo "inmobiliario" contrata a cuatro corbatas verdes. No veo que nos arrastre a la caida como en 2007. Más bien al revés, nos desahogaría bastante.
No sé, creo que ahora mismo si se fuera al peo el precio del pisito no veo a nadie arruinandose "2008 style". Perdiendo fantasias animadas sí.
Otra cosa son los fondos buitres y demás chiringuitazos, pero esos son especialistas en desaparecer y dejar la oficina limpia de un día a otro y a unos miles de filatélicos asustados.