SERÁ EL 31/12/2022 (CONT. 2): LA CULPA DERIVATIVA DE LA SOBREVALORACIÓN INMOBILIARIA YA NO ES DE LA BANCA, SINO DEL FISCO.—Quedan
seis trimestres para vender el máximo número posible de maulas atrangantadas a idiotas dostoyevskianos 'yanosestamosrecuperandistas', resentidos comemierdas y crédulos de la inflación.
Para que esta
última operación escoba de la Burbuja popularcapitalista salga bien hacen falta fachas-de-mierda que enerven a las masas.
Habla
Stiglitz, Premio Nobel de Economía:
ttps://www.project-syndicate.org/commentary/us-inflation-red-herring-by-joseph-e-stiglitz-2021-06/spanish— «… Gran parte de la presión inflacionaria actual surge de los cuellos de botella de corto plazo del lado de la oferta, que son inevitables cuando se reinicia una economía que ha estado temporariamente cerrada…
Deberíamos reconocer el actual "debate sobre inflación" por lo que es: una falacia…».
No va a haber inflación de relevancia ni siquiera en EEUU, único país del sistema capitalista que podría gozar de ella a costa de los demás.
Que quienes más entonan el que viene el lobo de la inflación sean los '
mismacestahuevones' es la gran prueba de que el dinero no va a perder poder adquisitivo.
En
las tres precariedades popularapitalistas —residencial, laboral y familiar—, hay
una sola culpa originaria —la culpa de las culpas— y
varias culpas derivativas.
Los mistificadores dan las culpas derivativas por El Pecado Original y eluden hablar de este. Pero todos sabemos qué nos pasa.
El popularcapitalismo ha descanalizado al Movimiento Obrero, revolviéndolo contra el Estado, en su doble frente monetario-fiscal.
Pero el Estado está ahí para
perpetuar el sistema, no para impedir que cambie el modelo. Desde el Pinchazo de la Burbuja a mediados de los 2000, los poderes públicos se limitan a
controlar el incendio de la mecha de la bomba popularcapitalista, cuya detonación las autoridades centrales llevan tiempo avisando que será dada en 2023.
La Burbuja popularcapitalista es
La Droga de nuestro tiempo, droga en el sentido de William S.
Burroughs:
— «El comerciante de droga no vende su producto al consumidor,
vende el consumidor a su producto. Si queremos aniquilar la pirámide de la droga, tenemos que empezar por la base de la pirámide:
el adicto de la calle, y dejarnos de quijotescos ataques a los llamados 'de arriba', que son todos reemplazables de inmediato. El adicto de la calle que necesita la droga para vivir es el único insustituible en la ecuación de la droga».
Los trabajadores popularcapitalistas necesitan de la sobrevaloración de sus mierdas de viviendas para vivir.
Sobreviven creyéndose capitalistitas. Nadie quiere ponerle el cascabel al gato y, a los estructuraltransicionistas, los mistificadores nos llaman terroristas.
Son solo seis trimestres, señores. Apretemos los dientes.
A los usureros y sus ganchos le urge, pues:
— que se crea que el Repinchazo, proceso que ya estaba en marcha cuando sobrevino la pandemia de coronavirus, es
solo una mera crisis inmobiliaria 'de demanda' causada por la crisis sanitaria, del mismo modo que, en el Pinchazo, interesó que se creyera que solo era una crisis de liquidez causada por la banca;
— que se crea que la
superación de la crisis sanitaria significa la cesación de la causa de la debilidad inmobiliaria;
— que se dé por hecho que la recuperación será explosiva y duradera, para lo que necesitan de alzas espectaculares de precios, que solo podrán ser verosímiles en pocos sitios, que llamarán cínicamente, '
zonas tensionadas'; y
— para cerrar el círculo, que los pobretones crean que el
poder adquisitivo del dinero está a punto de derrumbarse.
'Yanosestamosrecuperandismo' y proinflacionismo, las dos sempiternas ruedas de molino con las que se teje la esperanza durante toda decadencia, la '
slope of hope' que sucede a 'wall of worry'.
Por poner fechas, como hacen ellos, el 'dies ad quem' del actual proceso de retirada del velo de la pandemia de coronavirus y la vacunación será
31/12/2022, e irá acompañado de la consiguiente oficialización de la catalización silenciosa del Repinchazo de la Reburbuja que ha supuesto la pandemia de coronavirus, un
herida que la humanidad va a tardar mucho tiempo en cicatrizar.
Los usureros saben que
lo que no vendan en el próximo año y medio tendrán que medio regalarlo. Después del
Catacrack de 2023, ya no habrá Rebajas/Rerrebajas. Las campanadas del 31 de diciembre de 2020 serán, lisa y llanamente,
las 00:00 horas de la Cenicienta de todas las Cenicientas que ha habido en el odioso popularcapitalismo ochentero. A partir del 31 de diciembre de 2022, se verá que
el 'hactibo' del pobre no era sino una calabaza y los lacayos, ratas.
El tiempo para introducir controles de precios hace mucho que pasó. Es más, ahora interesa al proceso estructuraltransicioinista exactamente lo contrario: que, al grito de
'Libertad con ira', como pasa en 'Mierdrid', se perpetre una usura jamás vista contra la Renta productiva del Trabajo & Empresa. Interesa asegurarse el máximo
Efecto Tierra Quemada y, con él, la calma de cementerio de usureros que ha de haber en
2025 durante la suelta del nuevo modelo de sustitución del malhadado popularcapitalismo, nuevo modelo caracterizado por el reconocimiento de que el dinero es aún más fortísimo que lo es ahora o, con otras palabras, que se abre un horizonte de gran estabilidad monetario-cambiaria sin inflación—la otra opción es la sustitución en bloque del sistema capitalista por el de planificación central—.
El sistema capitalista está carcomido por el modelo popularcapitalista y ello es bueno para el sistema contrario, el de
planificación central, que disfrazado de la abuelita 'capitalistoide' de Caperucita está asaltando cotas en la hegemonía económica mundial a un ritmo jamás soñado por sus epónimos Marx, Lenin, Stalin y Mao Tse Tung:
Los reaccionarios que, desde mediados de los 2000, se echaron al monte resentidos, ciscándose en la banca —y en el banco central—,
a partir del Catacrack, van a emprenderla contra el fisco. Y no les faltará razón.
Nosotros no ejercimos en su día de bancaculpistas y ahora no ejerceremos de fiscoculpistas.
Al soberano financiero-monetario, que le puso la proa a la sobrevaloración inmobiliaria y al rentismo financiero a mediados de los 2000, solo puede acusársele de haber hecho todo lo posible —'whatever it takes'— por la supervivencia del sistema capitalista —no del modelo popularcapitalista—. Se ha empeñado en ello hasta que
la política monetaria ha dejado de ser eficaz.
Sin embargo, el soberano financiero-fiscal, hasta ahora, sigue exprimiendo el
Efecto Falsa Riqueza ("La Droga" de Burroughs en nuestros días), sin tocar ni un ápice las reglas de cálculo de bases imponibles computables en sus esquemas liquidatorios. Hay aquí, pues, una quiebra del ortograma. Parte del poder económico tiene pendientes de hacer sus deberes. Aunque últimamente ha avanzado mucho en materia presupuestaria, se ha quedado
muy atrás en materia tributaria.
Esta semana hemos sabido pseudoficialmente —'archivos secretos' del 'Internal Revenue Service'— que
a buena parte de los ricos norteamericanos no les da la gana pagar impuesto sobre la renta:
https://www.propublica.org/article/the-secret-irs-files-trove-of-never-before-seen-records-reveal-how-the-wealthiest-avoid-income-taxLos que hemos vivido en EEUU sabemos que siempre que sales de allí tienes la
autoestima a la altura del betún y tus
referencias morales cabiadas para mal. ¡Y esto ya nos pasaba mucho antes de Trump! España es un país my norteamericano, especialmente, 'Mierdrid'. Viviendo
en EEUU se pasa miedo, señores. Miedo en muchos ámbitos y formas. Hoy ha salido en televisión una exenferma de covid quejándose de que el hospital le ha pasado al cobro una factura de decenas de miles de dólares por su paso por la UCI:
— «¡Y eso que tenía seguro, porque, si no, la factura habría sido de varios centenares de miles! El sueño americano es deuda, vivir con la tarjeta y de cheque en cheque».
La seguridad, como decía
Montesquieu, es la libertad:
— «
La libertad es la tranquilidad de espíritu que proviene de la confianza que tiene cada uno en su
seguridad. Para que esta libertad exista, es necesario un gobierno tal
que ningún ciudadano pueda temer a otro» (Montesquieu, 'El espíritu de las leyes').
El EEUU tardopopularcapitalista se dice rico, pero
no respeta el derecho a la Vivienda, a la Sanidad y a la Educación. Y la verdad es que la calle de EEUU está llena de
sinvergüenzas y psicópatas. ¿De verdad que esto es ser rico?
Como ya ocurriera años ha en EEUU, «
las mejores mentes de mi generación están destruidas por la locura» (Gingsberg). Pero ahora no es por causa del alcohol y la heroína, sino por el cinismo falsoliberal-neoliberal del 'todos capitalistitas'.
Debiera aprovecharse el actual delirio norteamericano para
asestarle el golpe definitivo al sistema capitalista, si sique perseverando en mostrarse impotente para desembarazarse de su repugnante modelo popularcapitalista de los 1980.
Dejemos que cunda el
pensamiento mágico 'de mercado' y la descomposición que conlleva. Limitémonos a no hacer nada. Roma no paga traidores.
La culpa originaria de la sobrevaloración inmobiliaria, madre de todos los males que sufre el sistema capitalista actualmente, la tienen
los ganadores y los 'inmomutilados' de la estafa piramidal-generacional popularcapitalista iniciada a mediados de los 1980, cuyas raíces se remontan a la escisión socialdemócrata (Segunda Internacional) del Movimiento Obrero tras el éxito cosechado por el sistema capitalista con la puesta en marcha de su Estado del Bienestar (Bismarck).
Desde el principio de la Burbuja popularcapitalista, a mediados de los 1980,
la sobrevaloración inmobiliaria fue explotada por la banca de depósitos para maximizar su inversión crediticio-hipotecaria, es decir, su reclutamiento de deudores a largo plazo, principalmente, entre los perceptores de rentas salariales. El negocio de la banca de inversión vino a continuación. Precisamente, el Pinchazo de la Burbuja, a mediados de los 2000, tiene lugar porque dicho reclutamiento había sobrepasado sus
límites razonables, poniendo en riesgo al sistema en su conjunto. Como el sistema financiero es un algoritmo, no solo era previsible —con precisión asombrosa— el Pinchazo de la Burbuja sino, también, sus secuelas, principalmente, la r
epresión del rentismo financiero o, lo que es lo mismo, la
no-inflación y el desplome del nivel de tipos de tipos de interés.
El Pinchazo significaba, por tanto,
que la Política Monetaria perdería toda su eficacia, cosa que pasó hace tiempo. La pelota quedó, así, en el tejado de la
Política Fiscal. Pero
el popularcapitalismo se ha encargado de que el fisco sea insuficiente y descentralizadísimo —no solo en España—, aparte de denostado por el mercherismo o pensamiento mágico 'de mercado', propio del falsoliberalismo neoliberal, ideología de acompañamiento del 'todos capitalistitas'. Llevamos ya una década en la que la Política Fiscal debiera haber estar actuando a favor del cambio estructural, sin ambages. Y no solo no lo está, sino que
buena parte del sector público está infestada de 'tontos de los pisitos' confabulados contra el sistema capitalista a favor de no sabemos exactamente qué, pero que se parece mucho a
Auschwitz Monowitz —lo mismo podemos decir de toda la subclase de trabajadores-directivos y sus corifeos mediáticos bienpagados, en el sector privado—.
La
efímera Reburbuja del tercer cuarto de los 2010 no ha sido una burbuja propiamente dicha, sino una mera
operación de desagüe de la basura inmobiliaria e hipotecaria atragantada en los balances del sistema bancario primario —banca no en la sombra—.
La culpa de la banca en la Burbuja y su Pinchazo solo es derivativa. Y la culpa del banco central, derivativa de segundo grado, por ser el prestamista de última instancia —banquero de bancos—. Por el contrario, los mistificadores se empeñan en que banca y banco central son los grandes culpables de la Burbuja. Pero, como no nos cansaremos de repetir, lo único que hacen banca y banco central, desde la Capitulación 2010, es controlar el incendio de la mecha de la bomba popularcapitalista, bomba que se empeña en engordar cada día más como si el mundo se fuera a acabar —en efecto, su mundo se va a acabar—: por un lado, el 'brexit', Trump, el 'procés', etcétera; y, por otro, Bolsa, inmuebles, materias primas, criptomonedas, cotizaciones-meme, 'tokens' no fungibles, 'special purpose acquisition companies', etcétera.
El sistema capitalista se ha llenado de fachitas desfachatados de espaldas a la 'Überbau'. Algo impensable. Y los capitalistas "de sombrero de copa y puro", replegados. Por eso decimos que, de fracasar el cambio de modelo, bienvenido sea el Partido Comunista Marxista-Leninista-Pensamiento Mao Tse Tung, porque
la República Popular China empieza a verse como la única proveedora de tranquilidad de espíritu.
Ahora, cuando se oficialice el proceso de Repinchazo —proceso que insistimos ya existía antes de la pandemia de coronavirus—, las mismas voces que a mediados de los 2000 culpaban cínicamente a la banca y al banco central van a volverse contra el fisco. De hecho, ya lo están haciendo. ¿Qué es, si no, tanto odio contra los políticos? ¿Acaso los políticos no son los gestores fiscales?
Podemos llegar a la misma recaudación tributaria con:
—
tipos de gravamen
altos y
bases imponibles
bajas o
— lo contrario,
tipos bajos, pero
bases altas.
Antes de la Burbuja y en los comienzos de esta, había tipos altos y bases bajas o estrechas. Piénsese, por ejemplo, que cuando tiene lugar la Primera Alza Explosiva de la Burbuja (1986-1989), la informática estaba en pañales.
Durante la vigencia de la Burbuja, el afán del legislador fiscal-tributario ha sido que las bases imponibles inmobiliarias se declararan/computaran cada vez mejor.
Ahora, ensanchadas las bases, sin embargo, seguimos arrastrando los tipos altos del principio. Una situación insostenible porque
la sobrevaloración inmobiliaria se sostiene actualmente no en causas económicas sino en normas trasnochadas sobre determinación de la base imponible en casi todos los impuestos, normas que vieron la luz durante los días de vino y rosas de la Burbuja, normas:
— del Fisco LOCAL, a los efectos de los IMPUESTOS sobre:
• BIENES INMUEBLES e
• INCREMENTO DEL VALOR LOS TERRENOS DE NATURALEZA URBANA
— del Fisco REGIONAL, a los efectos de los IMPUESTOS sobre
• TRANSMISIONES PATRIMONiALES y
• SUCESIONES Y DONACIONES; y
— del Fisco ESTATAL, a los efectos de los IMPUESTOS SOBRE:
• LA RENTA DE LAS PERSONAS FÍSICAS Y
• VALOR AÑADIDO.
Casi todas estas figuras tributarias, para tener potencia recaudatoria, necesitan actualmente de bases hipertrofiadas. Estas bases constituyen un
control indirecto de precios, una red de seguridad para su ajuste Si no, los tipos de gravamen altos que padecemos serían tachados de confiscatorios con toda la razón. Mientras la Burbuja/Reburbuja se hincha, no se nota. El problema viene con el deshinchado del proceso de Pinchazo/Repinchazo. Los precios de mercado se vienen abajo pero se encuentran con el tope de las normas de cuantificación que impiden que las bases imponibles recojan la caída. ¡Qué cínico es ponerse interesante contra la paja del control precios en el ojo del alquiler no viendo la viga en el ojo de la determinación de las bases imponibles!
El IVA es un caso especial. Si eres promotor o promotor-constructor, en principio, necesitas vender el producto final para poder deducirte el impuesto soportado en tus aprovisionamientos. Las nuevas construcciones «están todas vendidas» —a
sociedades comercializadoras de la órbita inmobiliaria, incluso del mismo promotor—. Todos los días se simulan ventas, señores, porque, si no se devenga IVA, no pueden deducirse razonablemente —pasando inadvertido para la Inspección de Hacienda— las cuotas soportadas durante la promoción y construcción. Lo más práctico siempre es
sacar del Balance sus existencias de obra construida a la sociedad promotora o promotora-constructora, inmediatamente después de terminar la obra
y liquidarla. Además, nunca olviden que la proliferación de '
pases de suelo', estando la Burbuja pinchada o casi, fueron las operaciones que acabaron con las Cajas de Ahorros. Llueve sobre mojado.
No hay que confundir Construcción con Actividades Inmobiliarias. Son dos sectores de actividad distintos. Son tan distintos que entran
en contradicción. No hay nada que un 'tonto de los pisitos' odie más que se construya donde tiene su 'himbersión'.
España tiene Construcción. Estamos muy de acuerdo.
¡Que una inmensa ola de construcción recorra España, especialmente en 'Mierdrid'!