«BENDITA MIERDA DE CORONAVIRUS QUE JUSTIFICA EL SUPERMEGAHIPERENDEUDAMIENTO CON EL QUE SEGUIR CREYÉNDONOS QUE TODOS SOMOS CAPITALISTITAS».—Ahora viene la última vuelta de tuerca del
Mierdismo, una mentira como la copa de un pino:
— «Gracias a la mierda del coronavirus, los Estados se han supermegahiperendeudado, de modo que la hiperinflación está servida, el dinero no va a valer nada y tonto eres si no te separas de él invirtiendo en ladrillo, oro, bitcoin y demás refugios».
Sin embargo, el Dinero (mayúscula y singular) son
tres dineros (minúscula y plural):
—
dinero estricto o circulación fiduciaria (el dinero contante y sonante, 'helicopterizable', p. ej., en forma de 'renta mínima' a cuenta del IRPF que ha de declararse-liquidarse en junio del año siguiente);
—
dinero bancario o crediticio (el que crea el sistema financiero prestando varias veces más de lo que él tiene prestado); y
—
dinero financiero (el que crean los agentes económicos no financieros, ya públicos, ya privados, instrumentándolo en activos financieros puros o mixtos: desde bonos y obligaciones hasta letras de cambio y pagarés, pasando por toda operación de crédito formalizada, p. ej., el crédito comercial a 30, 60, 90 días, la cuenta corriente mercantil, el «en esta tienda se aceptan vales», etcétera, incluso los vales-comedor y los tiques que te dan al descambiar en los grandes almacenes).
Y, atención, señores,
los dineros que van a crearse con la excusa de la Crisis Sanitaria no compensan ni de lejos los que van a destruirse:
— por ella misma
— por el proceso de Repinchazo/Rerrecesión en curso desde la inflexión 2018, segundo tramo este infinitamente superior y que ya estaba programado, sobre todo en EEUU cara a la reelección del impresentable que ocupa la Casa Blanca, perfecto chivo expiatorio del Hundimiento Popularcapitalista 2025, que es lo que ansía el sistema capitalista, harto de la losa asfixiante de costes inmobiliarios y de la correspondiente dilución del Capital, con tanto capitalistita rechinando.
Parece que los 'poetas' leydeofertademandistas andan divididos. Desde su confinamiento —en pisitos de bloques verticales o tumbados de mierda, por cierto—, unos andan propagando en la red que la Crisis Sanitaria es
'de Oferta' y, otros, que es
'de Demanda'. No se ponen de acuerdo, pero ambos evocan el famoso gráfico de la
Síntesis de Marshall, esquemita que todos los remeros popularcapitalistitas se supone que hemos de tener bien tatuado en nuestro neocortex para enervar el impulso de nuestro cerebro primitivo para moler a ostias a los parásitos del huésped Trabajo & Empresa o, dicho educadamente, a aceptar de buena gana la usura popularcapitalista, so pena de ser tachados de 'agentes sociales indeseables':
La Síntesis de Marshall funciona muy bien con el viento de popa, para narcotizarte y precarizarte laboral y residencialmente: «No desesperes, majete, que el
'trickle down' está a punto de llegarte, dado lo bien que va todo, si no te ha llegado antes es porque
no hay suficiente libertad». Pero cuando cambia el viento, entonces, engolan la voz y te comunican que «la 'ley de la oferta y la demanda' no funciona al revés porque, como te dije, no hay libertad». Todo lo arreglan con La Recetita. Y usan tu odio 'rojo' al Estado para reclutarte, en nombre de no sé qué libertad, para
precarizar aún más, «ya que los
'pequeños propietarios' y pequeños empresarios, pobreticos ellos, acaparan y racionan porque están
desanimados».
Un servidor, a los pobreticos propietarios de capitalitos o pisitos, los animaría a ostias fiscales porque la primera fase de la Transición Estructural ha demostrado que están asustadísimos y
no se animan ni montándoles un neoesclavismo, que solo ha criado cuervos y buitres negreros.
Para los
'poetas' falsoliberales-neoliberales, ya de la derecha, ya de las izquierdas, la usura —injusticia conmutativa— no existe. Si algo tiene un precio desmadrado, «es por la ley de la oferta y la demanda». Lo que existiría para ellos, pues, es lo que llaman mercado pero que, en realidad, es
mercadillo. Como ha demostrado la Política de Muros & Aranceles de la anloesfera tardopopularcapitalista,
no tienen ni puñetera idea de lo que es El Mercado —a diferencia de la República Popular China, que ya podemos considerarla primera potencia económica mundial—:
Así, con la Crisis Sanitaria, es como hemos llegado al
Remierdismo tardopopularcapitalista:
— «Bendita mierda que es todo, que el que se jode siempre eres tú; si quieres trabajar o emprender, tienes que aceptar salarios o beneficios de mierda; si quieres vivienda, tienes que pagarla con la capacidad de ahorro de toda tu vida de mierda; y, cuanto más intensa sea la crisis que venga, más mierda que comes tú, comemierdas».
El tardopopularcapitalismo y su delirio falsoliberal-neoliberal solo propone una
sociedad de comemierdas.
El capitalismo no es esto, evidentemente. Esto es el modelito popularcapitalista de mierda, genialmente bien personificado por el actual Presidente de los EEUU, un usurero inmobiliario metido a empresario de casinos y de concursos de belleza —como nos ha hecho ver 'Derby' en uno de los últimos enlaces, siempre magníficos, sin excepción, una de las razones por las que merece la pena engancharse a este impagable blog—, personaje que juega a telepredicador de la Economía de Mercadillo y del Pensamiento Merchero, cual Cash Luna, pero sin vergüenza en cuanto a exhibición del complejo de superioridad —por lo hortera que se sabe— y a quien no le importa desagradar; gil-y-gil, macho alfa y cipollas (cfr. Carlo Maria Cipolla), imitado en todas partes del Imperio en destrucción, tanto por la derecha como por las izquierdas (en España, p. ej., el trabajador-directivo jubilado Cocacolo y el Marqués y la Marquesa de Hala-a-Pagar).
A luz del Enfoque de la Renta, los 'de Oferta' enfatizan el
parón de la Producción y los 'de demanda', el del Gasto,
parón ya de Consumo, ya de Inversión. Fieles a su anantapódoton,
silencian la Renta, ¡cuando lo que de verdad ha parado en seco es la mierda de distribución populacapitalista de la Renta!, como sabe muy bien el actual Gobierno de España, que ha quedado en evidencia con su
prioridad por preservar el rentismo inmobiliario, ¡pidiendo esfuerzos a los inquilinos exprimidos no a sus caseros, haciéndolo expreso en el famoso minuto 28 de su alocución al «pequeñopropietariado», reconociendo que endeudarse es traerse del futuro la Renta de la juventud, futuro en que dicha Renta dejará de estar:
https://www.youtube.com/watch?v=SfrLzNDqZxk&feature=emb_titleLos 'de la Oferta' y los de la Demanda, sin embargo,
están de acuerdo en dos cosas:
—
olvidarse de que no hay crisis coyuntural que no forme parte de un ciclo estructural... y el ciclo estructural, antes del coronavirus, estaba madurísimo; y
—
cacarear que «de esta se sale tirando dinero desde un helicóptero».Nuestra misión, por contra, consiste en hacer ver:—
la estructuralidad de la situación y
—
la deflación elefantiásica que se nos viene encima, especialmente en la eurozona, con una contracción de Dinero en sentido amplio jamás vista —ya veremos qué dicen los mistificadodres cuando se vea lo caídas que están ya las instituciones de la banca en la sombra—, por mucho 'helicóptero' o 'inyección' o 'máquina de imprimir' —hoy llamada pedantemente Teoría Monetaria Moderna—, metáforas todas ellas simplonas diseñadas para soplagaitas, pollabobas y mangurrianes.
La pandemia mundial declarada es de tal envergadura que, por fin,
se bloquea o gripa definitivamente la pésima distribución de la Renta que venía dándose: tanto capitalistita aproductivo y tan poco bien o servicio público, como la Sanidad o la Vivienda. En estas circunstancias, ¿a los ojos del ortograma capitalista, merecen sobrevivir Gobiernos que se dicen 'de progreso', pero cuya primera medida de Política de Rentas consiste en preservar el rentismo inmobiliario, ya hipotecario ya arrendaticio, encima acuñando legalmente conceptos tan de vergüenza ajena como el de «pequeños propietarios»? ¿Pero qué leches es esto? ¿Para qué queremos derecha si tenemos estas izquierdas?
La crisis sanitaria por el coronavirus de Wuhan —sorprendente ciudad ultramoderna— es importante porque es el
cisne blanco catalizador de la ansiada —por el sistema capitalista y por nosotros— Transición Estructural 2025. En el caso español, además, porque ha revelado la verdadera esencia tardopopularcapitalista de un Gobierno defensor de los intereses del
«pequeñopropietariado», de cagalindes zarrapastrosos, y que, por ello, va a tener muy difícil obtener recursos de su superior jerárquico en el sector público, la Unión Europea.
'Manspreading'
En estas jornadas históricas, de las dos palabras que debemos pronunciar nosotros sin parar, estructural y deflación, la palabra más sagrada es
estructural. La compartimos con el enemigo, que también la pronuncia —aunque para anatematizarla—.
Deflación es la más 'hacker', por cuanto desvela la patraña de que el helicóptero sería la criptonita del dinero. Nunca olvidemos que el momento estructural en el que se da la Crisis Sanitaria se caracteriza por que todo el mundo espera una
revalorización del dinero en relación con el ladrillo y la Bolsa (portada del 'The Economist' de 18-24 de enero, fechas en las que muchos millones de españoles nos contagiamos del coronavirus, y 'serpencamelifarante' del S&P500 histórico):
Posedición:
SIN UNIÓN FISCAL, NO PUEDE HABER TESORO COMÚN.
Los únicos
'coronabonos' posibles hoy son los que emita por su cuenta cada Estado miembro. Eso sí, su cotización en el mercado secundario puede ser pactada, pero no con la Comisión, sino con el BCE, cuyo patrón de decisión es más técnico y menos político.
No es ninguna situación odiosa. Téngase en cuenta que la recaudación primaria que se obtuviera en la emisión de los hipotéticos bonos 'mutualizados' se distribuiría entre los Estados miembros por la Comisión con criterios que no tienen por qué ser tan favorables para el Estado español como los del BCE, cuya misión es la estabilidad estrictamente financiera de la eurozona —y el potencial desestabilizador de una España vergonzantemente reburbujeada y sin turistas es tremenda—.
Cuando haya un fisco supraestatal europeo como Dios manda por encima de los de los estatales, regionales y municipales, España se va a enterar de lo que vale un peine. No está hecha la miel para la boca del asno.
Que España pida 'coronabonos' paneuropeos ahora es originalísimo. La cantinela de los eurobonos en España es harto conocida desde hace década y media. Mucho eurobonos, pero luego
España es el único Estado de la UE que tiene cinco soberanías fiscales originarias: Vizcaya, Guipúzcoa, Álava, Navarra y Territorio Común. Y una sexta en ciernes: Cataluña. En España no somos capaces de mutualizar nuestro insuficiente fisco, proliferan agencias tributarias autónomas en regiones y municipios... ¡y pedimos mutualizar el aún inexistente paneuropeo! En materia fiscal, lo de España es sonrojante, reconozcámoslo. No obstante, hacemos bien pidiendo eurocoronabonos para llamar la atención, como el chiste del cojo en el picnic del toro: «No corráis que es peor».
Finalmente,
el Tesoro Común (eurobonos) empieza por hacer es que la Aduana de la UE sea única de verdad. ¿Qué leches hacemos con una Tarifa Exterior Común y un único Código Aduanero, pero 27 Administraciones Públicas Aduaneras independientes? Siempre, toda unión fiscal empieza por lo aduanero.
P. S.: Llevamos un tiempo echando en falta al compañero BENDITALIQUIDEZ. Ojalá no sea uno de los caídos del coronavirus.
Posedición 2:
En la explicación de por qué no va a haber inflación tras la Crisis Sanitaria, sino deflación, conjugado con que porque no va a haber más Dinero (tres dineros) que antes de ella, sino menos, están las
causas 'neoclásicas' (vid. la
«deflación por deudas», de Fischer), que se resumen en que la creación de Dinero no genera subida de precios si:
— el dinero no sale de la economía meramente financiera porque se utiliza para desapalancamiento, es decir, para liquidar activos financieros (causa de la sobrevaloración actual del dólar, p. ej.)
— el dinero se ahorra
— caen las expectativas y, con ellas, el gasto en consumo o inversión
— cae el empleo
— aumenta el exceso de capacidad
Hemos dado por sabidas estas «causas neoclásicas» obsesionados como estamos con taparles la boca a los ganchos del timo, falsoliberales-neoliberales propopularcapitalistas, que van a salir en tromba el día después a meternos miedo con la inflación para que compremos ladrillos. Desempolvarán su arsenal de ideítas al respecto, que se resume en la frase archiconocida de que,
«ante todo, la inflación es un fenómeno monetario», tan cierta como que, ante todo, que te peguen un tiro es un fenómeno balístico.
Otra patraña a neutralizar es que hay cosas tangibles, como
el oro, que son dinero. El oro no es dinero. El dinero encierra una relación de crédito. En el dinero estricto, el deudor es el emisor soberano. El dinero estricto es el activo financiero plenamente líquido, sin rendimiento ni vencimiento.
El bitcoin tampoco es dinero sino una cosa especial que sirve para permutar con ciertos bienes o servicios.