Si en este país se hubiera enfocado la educación hacia las necesidades empresariales, todos hubiéramos estudiado para paletas, electricistas, aparejadores y arquitectos. Las mejores profesiones para la época post-burbuja.
En este sentido defiendo las carreras, incluso las perroflauticas. La multiplicación del saber y del conocimiento en las manos de la gente no puede llevarnos a un peor lugar. Es posible que no es al lugar que imaginaron nuestro padres para cada uno de nosotros como individuos (ingeniero en una gran empresa , abogado prestigioso en un bufete,... ) pero si a un mejor lugar como sociedad al ofrecer más posibilidades de reflexión y actuación a cada uno de nosotros.
Me gustaría ilustrar esto con un ejemplo:
Quedé impresionado al conocer en su día la tasa de alfabetización de Suecia en el siglo XVII que era de un 60% en hombres. En España en esa época era mucho menor, creo que de un 15%. El motivo era que la reforma protestante exigía que cada uno pudiera leer la biblia en soledad y así se aplicó a los individuos. El resultado no fue evidente en el momento, pero 300 años más tarde, con la revolución industrial uno de los dos países tenía una fuerza de trabajo más culta. 400 años más tarde la diferencia sigue siendo patente.
A día de hoy los cambios económicos son más rápidos aún y es la cultura la que nos permite adaptarnos como sociedad a los nuevos retos. ¿Quién sabe que conocimientos y tecnología darán trabajo en el futuro?
Si algo se le puede achacar a la universidad de cara a la multiplicación del conocimiento es su hermetismo. ¿Por qué no existen cursos abiertos con asignaturas sueltas? ¿Y si me apetece aprender algo de macroeconomía con un temario estructurado? ¿Y si me apetece aprender algo de mecánica cuántica o estadística? ¿O botánica? ¿Y por qué no puedo hacer tampoco esto con conocimientos profesionales? ¿Si quiero aprender a soldar? ¿O a trabajar la madera?... Internet suple algunas de estas carencias, pero hay ciertas cosas que necesitan de una estructuración de la materia para conseguir una comprensión profunda.