SOBERBIA 'ON' / SOBERBIA 'OFF'.—Hay
terrorismo en el alquiler porque nadie quiere comprar. Y se complementa con
terrorismo en la inflación. Terrorismo, obviamente, en sentido figurado: dar miedo.
Pero pasa como con todo terrorismo: es más el ruido que las nueces.
No nos dejemos llevar por el ruido.
Aunque se escuche, el
no-mercado inmobiliario popularcapitalista ('popcap')
no alterna períodos de:
•
mercado de compradores y
•
mercado de vendedores;
o, como dicen los cursis 'ofertademandistas', mercado de demandantes y mercado 'de oferentes' —dicen oferentes porque les suena fino y elegante, pero oferente tiene que ver con ofrecer, no con ofertar, y se contrapone a aceptar, no a demandar—.
En el no-mercado inmobiliario popularcapitalista, lo que de verdad
alterna son
dos MODOS:
• SOBERBIA 'ON'
• SOBERBIA 'OFF' (HUMILDAD, poca);
y en el modo de Soberbia Off la sociedad ha aprendido que:
— las rentas y precios inmobiliarios
sí bajan nominalmente mucho, tanto que la bajada se hace indisimulable,
— las
empresas mercantiles han de llevar —y llevan— el ajuste valorativo inmobiliario a sus balances porque así lo exigen los principios contables de Imagen Fiel y Prudencia Valorativa, aparte de que lo favorece el Impuesto sobre Sociedades, y
— sin embargo,
no se termina de reconocer oficialmente:
• por la
Autoridad Monetaria, mientras no lo se lo permita la estabilidad de los balances de los bancos (lo que incluye dejar que los ganchos del timo popularcapitalista utilicen al sistema financiero como falsa causa de la caída de precios y rentas —falacia 'non causa pro causa'—, utilización con la que se aíslan todavía más del sistema capitalista), y
• por la
Autoridad Fiscal, nunca... mientras haya popularcapitalismo.
Ahora estamos aprendiendo que las Autoridades no lo reconocen diligentemente pero
lo ansían, tanto que son capaces de inducir un coma inmobiliario arrostrando con ser tachadas de 'economicidas'.
Para el reaccionarismo popularcapitalista:
— las bajada de precios y rentas
inmobiliarias siempre 'es'
temporal, pero
— la inflación o pérdida de poder adquisitivo del
dinero (el dinero es el antagonista del ladrillo) siempre 'es'
permanente.
La llamada Crisis-2008 —en realidad, Turning Point Popularcapitalista 2006-2010— fue la gran
cura de humildad de la soberbia 'popcap', que no había tenido ningún susto de importancia desde sus inicios a mediados de los 1980.
La suelta, en 2025, de la ya en marcha Era Cero es su
humillación definitiva.
Pero, atención, eso no quiere decir que no haya
residuos popularcapitalistas.
Hoy, a finales de noviembre de 2022, la situación es la siguiente:
— estamos gozando del
Modo Soberbia Off desde 2018, después de concluir la Reburbuja-para-Desagüe de basura inmobiliaria e hipotecaria; la pandemia de cóvid catalizó el cambio de modo, aunque lo veló, es decir, le restó consciencia;
— tras tres trimestres de resaca pospandemia, hay evidencia de que la actividad productiva ha empezado a perder fuerza, cuando no menguando, como pasa en EEUU;
— no puede disimularse que las rentas y precios inmobiliarios han flexionado a la baja; en EEUU es oficial;
— la evidencia contrasta con las
deposiciones siempre soberbias de los jugadores popularcapitalistas, lo que las hace asqueantes, sobre todo, las relativas a la usura consustancial al inquilinato (deposiciones antiinquilinato que redoblan para ver si por fin venden de verdad —vid. obra nueva acumulada en sociedades instrumentales de promotoras o constructoras o inmuebles de todo tipo en la órbita patrimonial secundaria de los bancos—);
— una
inflación rara azuza el miedo de la gente a hacer dinero con el ladrillo (ansiogénesis monetaria), dando confort a la posesión de inmuebles (ansiolisis inmobiliaria); además, la inflación ayuda a administrar la sobrevaloración de la Deuda, dinero incluido, y para recaudar más tributos antes de que se desate la crisis económica más anunciada de la Historia en la que el dinero bueno será rey indiscutible (porque no estamos ante una recesión normal, sino la recesión que acompaña a todo cambio de modelo);
— los
medios de comunicación, infestados de jugadores popularcapitalistas, contribuyen al
doble 'hype':
• miedo a estar invertido en
dinero y
• miedo a vivir de
alquiler;
— se suma otro tercer miedo perenne: miedo a
pensiones futuras de hambre;
— en suma, estamos en
Modo Soberbia Off, pero con golpes terroristas, para que tú yerres comprando y ellos acierten vendiéndote;
— el '
window dressing' cara al cierre contable a
31/12/2022 ayuda a hacer creer que la decisión errónea se adopta en calma;
— en el primer trimestre de 2023 se desatará la crisis en EEUU;
— a la eurozona, le tocará en el segundo trimestre;
— en el verano, la alarma será mundial;
— en España, deberían adelantarse las elecciones generales (10/12/2023) utilizando como excusa la falsa ruptura del PSOE con Podemos; porque, si no, hay peligro cierto de que PP y Vox intenten hacerle un zapatero a Sánchez, rentabilizando el cabreo general por la plena toma de conciencia de la estructuralidad de la situación.
La vivienda es un producto de consumo de primera necesidad.
Sin embargo,
para el popularcapitalismo la vivienda es un producto de inversión —el ahorro del pobre, lo que hace que en vez de
clase obrera haya
obreros con clase—; y no cualquier producto de inversión, sino el mejor. Es como si nos empeñáramos en que el pan es carne.
He aquí la
causa de la causa de los males estructurales que nos aquejan.
Que el pan no es carne lo acreditan los propios jugadores popularcapitalistas cuando, en lugar de expresar su regocijo con cada subida de sus precios y rentas inmobiliarias,
lo viven con culpa, culpa que transfieren al Estado, aprovechándose del
victimismo exculpatorio falsoliberal. Para ello utilizan un argumento extraordinariamente simple, el
ofertademandismo. No dicen que el nivel de rentas y precios es inmoral, sino que 'desafortunadamente' (para ti) lo es y que la culpa la tiene el Estado.
Pero contra rentas y precios peligrosamente altos
solo hay dos recetas:
— intervención directa («
control»)
— intervención indirecta ofertademandista («
enfriamiento económico») con medidas 'de oferta' o 'de demanda', que cuando tienen efecto puedes haber muerto.
Ustedes mismos. O carne o
magia manoinvisibilista:
—Me duele aquí.
—Pues ponte allí.
—Me sigue doliendo.
—No te preocupes. Muriéndote se te pasa.
He aquí un ejemplo impagable de todo esto que decimos, impagable por cuanto se trata de un personaje representativo de El Sector:
https://www.transicionestructural.net/index.php?topic=2578.msg207304#msg207304Habla el
diplomado en Contabilidad, Economía y Financiación de Empresas por Esite (leemos en 'www ejeprime com', pero es la primera vez que escuchamos esto de Esite y sus diplomaturas), magnate inmobiliario y
Presidente reelecto de la APCE:
—«El inversor institucional o fondo requiere
seguridad jurídica. Cuando realizan una inversión, quieren tener un retorno más o menos previsible».
¡Retorno no es seguridad jurídica! Es seguridad económica. Seguridad jurídica es certeza en el Derecho aplicable para evitar la indefensión. Nada de 'retorno', concepto cursi donde los haya, que se dice para evitar usar beneficio, ganancia, lucro.
—«
Las ventas (de obra nueva) del año que viene están realizadas en un 80%».
Esto es imposible. Si son 'del año que viene', no hay realización todavía. Escucharlo causa rubor. Denota desconocimiento absoluto del contenido jurídico y económico del concepto de realización, que se refiere a las prestaciones que consituyen el contenido de las relaciones obligacionales. Toda venta realizada tiene que estar contabilizada e incluirse en las declaraciones tributarias. Da que pensar que se diga esta 'boutade'. ¿Probaría que se están dando por ventas operaciones solo proyectadas o simuladas, encima, vinculadas? O se cree que somos tontos.
—«¿Qué [malo] nos puede ocurrir? Que
la sensación que tenga el comprador respecto de lo que pueda ocurrir en el primer trimestre del año que viene le genere una desconfianza y podamos tener un parón».
No importa, pues, que ocurran cosas ni siquiera que puedan ocurrir; solo importa la sensación de lo que pueda ocurrir, atención, sensación que tenga el 'comprador', o sea, tú, que no estás en el ajo. Lo importante es crear sensaciones en ti, es decir, la pre-suasión, no la persuasión. 'Emocracia', no democracia. Ni que decir tiene que de lo que va esto es de manejar esa sensación.
—«El INE está anticipando que, en 15 años, la
población española va a aumentar en cinco millones de habitantes».
Esto es mentira. Primero, el Instituto Nacional de Estadística no anticipa la población que va a haber. Solo hace proyecciones condicionadas a que se mantengan las tendencias actuales y acaba de darse una estabilización de la natalidad, en mínimos históricos. Y, segundo, las proyecciones de crecimiento poblacional que le salen al INE para los 15 próximos años solo son 4 millones de habitantes, no 5; y 2,7 millones de hogares, de los que, atención, el 51% serían de una sola persona. Lo tienen aquí:
https://www.ine.es/dyngs/INEbase/es/operacion.htm?c=Estadistica_C&cid=1254736176953&menu=ultiDatos&idp=1254735572981Previsiones, no proyecciones, es lo que se hace, por ejemplo, en 'Population-Pyramid Net' (PPN), de forma consistente para toda la población mundial, y que da para España lo siguiente dentro de 15 años:
En los próximos
15 años:
— según la proyección del INE, la población pasaría de 47.432.805 a 51.669.140 (aumento de 4.236.335)
— según la previsión de PPN, solo habrá 46.471.306 habitantes (
disminución de -961.499)
— la diferencia entre la proyección del INE y la previsión de PPN es de 5.197.834 a la baja, curiosamente los aproximadamente 5 millones de lo que habla El Sector... solo que al revés.
Considérese que el dato de población es importantísimo para el peso político y presupuestario dentro de la UE. También que, dentro de España, el método del 'padrón continuo' parece estar diseñadao para que los municipios hinchen sus poblaciones por idénticos motivos. En otras ocasiones hemos hablado de por qué creemos que la población residente en España no llega a 40 millones de habitantes.
Unos creen que la población va a crecer sensiblemente (¿en úteros maduros —con los problemas sanitarios que conlleva— o por inmigración?). Pero otros creemos que el dato de población está hinchado y, además, que no va a haber inmigración como la ha habido durante el popularcapitalismo rampante —y, con el turismo, igual, aparte de que va a evolucionar a más baratero aún—.
Lo que tiene que decirse es si se cuenta con robarle población a
Marruecos o, si no, a qué país. Y, también, dado que se asegura que se van a construir muchas menos viviendas que hogares proyectados (pre-suasión: 'escasez = valor'), tiene la obligación de decirse por qué eso no es
racionamiento de un producto de primera necesidad, salvo que se esté pensando en algo parecido a esto (que creo que no, ¿o sí?):
'Coliving'
'Coworking'
Como ofertademandistas de pro, se jactan de lo bueno que es para la inversión inmobiliaria embalsar demanda y racionar la oferta, aunque transfieran la culpa al Estado:
—«Es muy difícil que, con la
demanda embalsada que tenemos, vayan a bajar los precios».
—«Cuando se limitan los precios, ¿cuál es la reacción del mercado?:
retirada del producto».
Es el manido y cansino soniquete de siempre, que sale de las sesudas reflexiones del robot matemático neoclásico. ¡Qué hartos estamos de tanta queja de millonetis de los pisitos, todo el día de plañideras con buenos sentimientos hacia los 'pobreticos' pobres, cuando el 'himbersor' se pirra por que la vivienda esté cotizadísima!
Resultan
asustaviejas, aunque se muerdan la lengua:
—«Hacemos un flaco favor a quien le condenemos a estar eternamente de alquiler con unas
pensiones como las que se suponen que vamos a tener... Yo no sé si va a quebrar o no».
Independientemente de que dé o no miedo vivir de alquiler, ¡es que da miedo de la jubilación!
Finalmente, lo importante para nosotros. En particular al entrevistado, se escapa un secreto personal:
—«Salí [de Vía Célere-Värde] en 2019, cuando se cerraron los mercados de capitales para las inmobiliarias».
¡No me digas que en 2019 'se cerraron los mercados de capitales para las inmobiliarias'! Entonces, nosotros tenemos razón, ¿no? Recuérdese que decíamos que
la inflexión de la Reburbuja-para-Desagüe había tenido lugar en 2018 y que, a mediados de 2019, cuando la crisis de Vía Célere-Värde, ya estábamos en pleno proceso de pinchazo, aunque no se notara en los precios (se notó sin disimulo en febrero de 2020). Escribimos, en relación con este asunto que, entre pitos y flautas —operaciones corporativas con resultado de revalorización—, Vía Célere había dejado que se le pasara el arroz bursátil. Ya no era tiempo de salidas a Bolsa para entelequias inmobiliarias de la Reburbuja, como se ha comprobado después. Concluíamos: «Da igual que el magnate inmobiliario haya dimitido o que le hayan echado. Les ha pillado el toro del Rerrebajón». ¡Cómo nos gusta que, al final, doblen la cerviz y nos den la razón los propios protagonistas de este siniestro teatrillo montado para pre-suadirte y desplumarte abusando de tu necesidad básica de vivienda! Sí, señores, en 2019 se le cerraron los mercados de capitales nada menos que al Presidente de Asprima y Apce, como reconoce expresamente él mismo. Desde entonces, todos no dan más que tumbos.
Al final de las burbujas y, mucho menos de las reburbujas, no hay que creerse ni una sola palabra de nada. No hay fondos superprofesionales con entradas y salidas programadas que le entregan el testigo de ganancias sin límite a otro. Dejan que corran, las agotan y adiós muy buenas. La caridad es excepcional en el mundo mercantil y mucho más en negocios en los que todos saben lo mal que están los demás y lo exprimida que está la clientela. Además, por encima de negocios particulares, están los intereses del Capital productivo y del Estado. Por no hablar de cuestiones morales.
No hay inflación de verdad: los mercados de Deuda lo están proclamando a diario. Y
no hay problema en los alquileres, que no sea el de la usura de poca monta de siempre; antes al contrario, hay una crisis muy importante del alquiler vacacional con vuelta al de larga duración; lo que no hay son salarios que exprimir. Y siempre hay grandes operaciones diseñadas para ser publicitadas y media docena de zulos infectos sobrevalorados para enseñar porque se necesitan para el 'hype' —por no decir terrorismo, en sentido figurado—.
Está entrando la situación en un terreno que da miedo de verdad pero no por el alquiler y la inflación, sino por la muchísima gente con el agua al cuello que hay y demasiado listo insultado a las Autoridades. Recordemos el papel de estas: