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La agricultura y ganaderia a futuro va a estar totalment industrializada. Lo estamos viendo ahora con la desaparicion de las cuotas lacteas. Todos los ganaderos que tengan mens de 200 vacas productras terminaran desapareciendo. Ahora mismo una ganaderia industrial en aragon se ha planteado doblar la produccion, pasando de 2.000 a 4.000 vacas productoras. En unos años la graja tipica tendra mas de 10.000 cabezas de ganado.Cuando la capacidad de consumo crece por debajo de la producividad del trabajo, este ultimo solo le queda el camino de deflactarse.
Dos millones de jamones son muchísimos. No será en Extremadura porque eso es todo lo que se produce de ibérico . Pero en plan industrial si que es posible montar un monstruo así.
http://www.elconfidencial.com/tecnologia/2015-06-30/hadrian-el-robot-albanil-que-promete-construir-una-casa-en-dos-dias_909019/Y se llama Hadrian...
Cita de: lectorhinfluyente1984 en Junio 30, 2015, 11:45:30 amhttp://www.elconfidencial.com/tecnologia/2015-06-30/hadrian-el-robot-albanil-que-promete-construir-una-casa-en-dos-dias_909019/Y se llama Hadrian... Lo vi ayer por la noche. La verdad es que mola infinito y la tecnología para llevarlo a cabo está entre nosotros desde hace tiempo.Pese a todo me he quedado pensando. ¿Realmente esto se implantaría en un país como el nuestro?. Aunque seamos amantes del ladrillo. Trabajo en un ámbito totalmente alejado de esto pero he visto en múltiples ocasiones desechar la implementación de una solución robotizada a un problema simplemente porque la mano de obra es muy barata en comparación con los costes del cacharro. Casi gratis, "benditos" becarios de laboratorio.Entre esto y los módulos prefabricados chinos, cada vez va quedando más claro que la vivienda no debería costar levantarla ni dos puñetas. Cada día pienso más que todo lo que hay alrededor de la construcción es un precio hinchado, ansias de pelotazo y rentismo.
Cita de: El afilador en Julio 01, 2015, 08:46:39 amCita de: lectorhinfluyente1984 en Junio 30, 2015, 11:45:30 amhttp://www.elconfidencial.com/tecnologia/2015-06-30/hadrian-el-robot-albanil-que-promete-construir-una-casa-en-dos-dias_909019/Y se llama Hadrian... Lo vi ayer por la noche. La verdad es que mola infinito y la tecnología para llevarlo a cabo está entre nosotros desde hace tiempo.Pese a todo me he quedado pensando. ¿Realmente esto se implantaría en un país como el nuestro?. Aunque seamos amantes del ladrillo. Trabajo en un ámbito totalmente alejado de esto pero he visto en múltiples ocasiones desechar la implementación de una solución robotizada a un problema simplemente porque la mano de obra es muy barata en comparación con los costes del cacharro. Casi gratis, "benditos" becarios de laboratorio.Entre esto y los módulos prefabricados chinos, cada vez va quedando más claro que la vivienda no debería costar levantarla ni dos puñetas. Cada día pienso más que todo lo que hay alrededor de la construcción es un precio hinchado, ansias de pelotazo y rentismo.La vivienda ya no costaba levantarla ni dos puñetas (al menos respecto a lo que se pedía por ella). Si la vivienda está cara no es por que sea cara de construir. Y como la vivienda, un montón más de cosas.
PARÍS – En 1983, el economista y premio Nobel norteamericano Wassily Leontief hizo lo que por entonces fue una predicción alarmante. Las máquinas, dijo, probablemente reemplacen la mano de obra humana de la misma manera que el tractor reemplazó al caballo. Hoy, con unos 200 millones de personas desempleadas en el mundo -30 millones más que en 2008-, las palabras de Leontief ya no parecen tan estrafalarias como en otro momento. De hecho, pocas dudas existen respecto de que la tecnología está en proceso de transformar completamente el mercado laboral global.Sin duda, las predicciones como la de Leontief hacen que muchos economistas se sientan escépticos, y con buenos motivos. Históricamente, los incrementos de la productividad rara vez destruyeron el empleo. Cada vez que las máquinas mejoraban la eficiencia (incluido cuando los tractores sustituyeron a los caballos), desaparecían los antiguos empleos, pero se creaban nuevos. Es más, los economistas son expertos en desmenuzar los números, y los datos recientes demuestran una desaceleración -no una aceleración- de las alzas de productividad. En lo que concierne a la cantidad real de empleos disponibles, existen razones para cuestionar las predicciones sombrías de los agoreros. Sin embargo, también hay motivos para pensar que la naturaleza del trabajo está cambiando.Para empezar, como observó el economista del MIT David Autor, los avances en la automatización de la mano de obra transforman algunos empleos más que otros. Es cada vez más factible que los trabajadores que desempeñan tareas de rutina como el procesamiento de datos sean reemplazados por máquinas; pero aquellos que desarrollan labores más creativas tengan más chances de experimentar mejoras en la productividad. Mientras tanto, los trabajadores que ofrecen servicios en persona podrían no ver un cambio en absoluto en sus empleos. En otras palabras, los robots pueden dejar sin trabajo a un contador, impulsar la productividad de un cirujano y no afectar en nada el trabajo de un peluquero.Los trastornos resultantes en la estructura de la fuerza laboral pueden ser, al menos, tan importantes como la cantidad real de empleos que se ven afectados. Los economistas definen el desenlace más probable de este fenómeno como "la polarización del empleo". La automatización crea empleos de servicios en el extremo inferior de la escala salarial y aumenta la cantidad y rentabilidad de los empleos en el extremo superior. Pero se crea un pozo en el sector medio del mercado laboral.Este tipo de polarización viene desarrollándose en Estados Unidos desde hace décadas, y también está ocurriendo en Europa -con consecuencias importantes para la sociedad-. Desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, la clase media ha sido la espina dorsal de la democracia, el compromiso civil y la estabilidad; aquellos que no pertenecían a la clase media de manera realista podían aspirar a ser parte de ella, o inclusive creer que ya eran parte de ella, cuando no era el caso. En tanto los cambios en el mercado laboral derriban a la clase media, podría desatarse una nueva era de rivalidad de clases (si es que esto ya no sucedió).Además de los cambios generados por la automatización, el mercado laboral está siendo transformado por plataformas digitales como Uber que facilitan los intercambios entre consumidores y proveedores individuales de servicios. Un cliente que llama a un conductor de Uber está comprando no sólo un servicio, sino dos: uno de la compañía (la conexión con un conductor cuya calidad está avalada por las calificaciones de los clientes) y el otro del conductor (el transporte de un lugar a otro).Uber y otras plataformas digitales están redefiniendo la interacción entre consumidores, trabajadores y empleadores. También están tornando redundante la empresa reconocida de la era industrial -una institución esencial, que permitía la especialización y ahorraba costos de transacción.A diferencia de lo que sucede en una empresa, la relación de Uber con sus conductores no se basa en un contrato de empleo tradicional. En su lugar, el software de la compañía actúa como mediador entre el conductor y el consumidor, a cambio de un honorario. Este cambio aparentemente pequeño podría tener consecuencias de amplio alcance. En lugar de ser regulado por un contrato, el valor de la mano de obra está siendo objeto de las mismas fuerzas de mercado que afectan a cualquier otra mercancía, ya que los servicios varían de precio dependiendo de la oferta y la demanda. La mano de obra pasa a estar marcada por el mercado.Otros cambios menos disruptivos, como el ascenso del capital humano, también podrían mencionarse. Una cantidad cada vez mayor de graduados jóvenes rehúyen a empleos aparentemente atractivos en compañías importantes. Prefieren ganar mucho menos y trabajar para empresas nuevas o industrias creativas. Si bien esto puede explicarse en parte por el atractivo del estilo de vida que conlleva el empleo, también puede ser una manera de aumentar su ingreso general de toda la vida. En lugar de alquilar su conjunto de habilidades y competencias por un precio preestablecido, estos graduados jóvenes prefieren maximizar el flujo de ingresos de toda la vida que pueden obtener a partir de su capital humano. Una vez más, este comportamiento mina el contrato de empleo como una institución social básica y hace que muchas de sus características asociadas, como la tributación anual sobre la renta, disten de ser óptimas.No importa lo que pensemos de los nuevos acuerdos, es poco probable que podamos detenerlos. Algunos podrían sentirse tentados a resistir -prueba de ellos son los recientes enfrentamientos entre conductores de taxis y de Uber en París y las demandas legales contra la compañía en muchos países-. El acuerdo de Uber puede ser fraudulento según el marco legal existente, pero ese marco, llegado el caso, va a cambiar. Los impactos transformadores de la tecnología a la larga se harán sentir.En lugar de intentar frenar lo irrefrenable, deberíamos pensar en cómo poner esta nueva realidad al servicio de nuestros valores y bienestar. Además de repensar las instituciones y las prácticas predicadas sobre los contratos de empleo tradicionales -como los aportes a la seguridad social-, necesitamos empezar a inventar nuevas instituciones que empleen esta transformación impulsada por la tecnología para nuestro beneficio colectivo. La médula espinal de las sociedades del mañana, después de todo, no será erigida por robots o plataformas digitales, sino por sus ciudadanos.
...Sin duda, las predicciones como la de Leontief hacen que muchos economistas se sientan escépticos, y con buenos motivos. Históricamente, los incrementos de la productividad rara vez destruyeron el empleo. Cada vez que las máquinas mejoraban la eficiencia (incluido cuando los tractores sustituyeron a los caballos), desaparecían los antiguos empleos, pero se creaban nuevos. ...
Man killed by a factory robot in GermanyVolkswagen attributes the death to human error.by Megan Geuss - Jul 2, 2015 1:12am BST
On Wednesday, Volkswagen said that a 22-year-old external contractor for the company had been killed by a robot at a production factory in Baunatal, Germany. Heiko Hillwig, a VW spokesperson speaking to the AP about the incident, said that the robot grabbed the worker and crushed him against a metal plate. The worker died later at a nearby hospital due to complications from his injuries.Hillwig told the AP, "initial conclusions indicate that human error was to blame.” He added that the contractor was helping set up the robot and was inside the metal safety cage that usually separates personnel from the metal-manipulating robots. Another worker was present when the incident occurred, but because he was behind the barrier, he was unharmed. Ars has reached out to Volkswagen but has not yet received a response.According to the Financial Times, "A Volkswagen spokesman stressed that the robot was not one of the new generation of lightweight collaborative robots that work side-by-side with workers on the production line and forgo safety cages.”German newspaper HNA reported that the robot in question is used to build electric engines for Volkswagen, and the FT noted rather bleakly that the robot suffered no damage in the accident.No further details were given by Volkswagen because prosecutors have launched an investigation into the incident.The story gained some morbid attention earlier today when a Financial Times employment reporter named Sarah O’Connor tweeted the story, not realizing the connection between her name and character who has a similar name (Sarah Connor) in the Terminator series. Her tweet was retweeted more than 3,500 times and she received an influx of messages making jokes about the news. "Feeling really uncomfortable about this inadvertent Twitter thing I seem to have kicked off,” she tweeted later today. "Somebody died. Let's not forget.”