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Hace algún tiempo me tocó hacer un estudio del comercio al por menor en Barcelona. Conclusión: la mitad de los costes totales son alquileres e impuestos. Si usted se toma "algo" en un bar y paga dos euros uno va a estos conceptos, si se compra ropita en alguna tienda lo mismo....y así.El tema no proviene del ayuntamiento ya que su presupuesto en el 2014 fue de 2.500 MM de Euros y en la ciudad existen 113 millones de m2 construidos, lo que equivale a una incidencia de 22 €/año-m2 por servicios municipales. En este sentido el ayuntamiento es bastante eficiente, al ser la ciudad tan concentrada los costes operativos son muy contenidos. ¿ Entonces por qué la ciudad es tan cara ?Un dato curioso es que en la ciudad existen 822.000 viviendas dadas de alta en el catastro para una población de 1.6 millones en 2014. Esto nos da una ocupación media de 1,95 personas por vivienda, casi la mitad que la media de España. En Barcelona hay pisos vacíos a mares, se represa la oferta artificialmente para mantener altos los precios y de aquí semejante extracción, esto es indicio de una gran concentración de propiedades en muy pocas manos.Semejante extracción de rentas proviene de los propietarios de esos 113 millones de m2.
http://www.elconfidencial.com/economia/2015-07-23/espanoles-en-londres-la-clase-pobre-del-paraiso-anglosajon_938028/
PD: No entiendo la función de esas puertas de ala de gaviota más allá de lo espectacular, un tipo alto se puede dar una castaña, además que si las juntas fallan un poco te entra agua en el coche. Por cierto, las puertas delanteras son de apertura normal.
Como la industria del automóvil es uno de los grandes generadores de trabajo a nivel mundial es interesante ver las tendencias de los más arriesgados del mundillo.Tesla tiene sobre la mesa el nuevo model XCon unas características espectaculares:- 4x4 gracias a 2 motores- 3 versiones: 60kWh, 85kWh y 85kWh Performance- Potencias entre 381cv (376hp) con 490 Nm y 700 (691hp) con 931 Nm- Autonomia: 362km (225 millas) para el de 60kwh y 474 km (295 millas) para el de 85kwh-Precio desconocido pero yo creo que se moverá en la horquilla de 50-70 k euros.Dignas de un super-deportivo, pero en una carrocería familiar, te tienes que ir a coches muy gordos para ver características semejantes. Es cuestión de tiempo que los mecánicos dejen de cambiar correas, aceites, refrigerantes, embragues, turbos..... porque un motor eléctrico carece de todos estos elementos, así que en cuestión de 15-20 años solo se dedicarán a cambiar ruedas suspensiones y cuatro cosillas más, y ojo, porque la vida útil de un motor eléctrico es mucho más larga que la de un motor de explosión.Tema pendiente: Las baterías, pues usan las mismas que tenemos en el movil (ion-litio), que sufren desgaste y una limitada capacidad. Aún no existe una alternativa a este tipo de almacenamiento de energía.
El futuro no es sólo tecnológicoEl futuro presenta para el sector desafíos importantes en diversos campos. En el tecnológico, habrá innovaciones como el coche autónomo, que no necesita conductor, o el eléctrico, que ya está en marcha, pero que Mario Armero opina que se lanzó sobre unas previsiones demasiado altas; aunque las ventas van aumentando, consideró que sería un éxito alcanzar un porcentaje del 3% para el año 2040. Más urgentes son otras novedades: “Un joven de hoy lo primero que pregunta cuando se compra un coche es si está conectado”.Más allá de los cambios tecnológicos, Armero percibe en los consumidores más jóvenes una progresiva falta de interés por el automóvil a la que habrá que prestar atención; y luego ha señalado otras novedades como las webs y aplicaciones para el uso compartido del coche, que cree que beneficiará a la industria, ya que el ahorro y el uso frecuente impulsarán a los usuarios a comprar más coches nuevos y renovar el parque.Sus expectativas inmediatas, a pesar de estos posibles escollos, son de crecimiento, beneficiado por la gran calidad y competitividad del sector español, que le gusta ejemplificar con lo que él mismo ha reconocido como “una boutade”, dicha, de todos modos, completamente en serio: “el kilo de coche es más barato que el kilo de ternera”.http://www.apie.es/mario-armero-el-kilo-de-coche-esta-mas-barato-que-el-kilo-de-ternera/
A fin de cuentas, se trata de mantener la plantilla de los 300.000 empleados del sector y seguir ganando las subastas de modelos que hacen las multinacionales entre sus propias plantas.Eso sí, Mario Armero dibuja el coche del futuro y el escenario no es sencillo. El automóvil del futuro será conectado y compartido. Si no funciona con una o varias pantallas de ordenador no sirve. “La sexta pantalla”, dice Armero. Desconozco cuáles son las cinco anteriores, porque aun contando móvil, ordenador, tableta y televisión me sigue faltando una (¿será el reloj? ¡Qué anticuado me estoy quedando!).Así que Armero, en conversación con Hispanidad, se atreve a más: “La duda es quién fabricará el coche del futuro, Apple o BMW?”.Y no sólo eso, el coche del futuro, que ya no es lo que era, será compartido: “El hombre que nazca ahora dentro de 1 año no comprará un coche, comprará movilidad”. Espíritu UBER: seleccionados por trayectos y sin propietario fijo. La idea sería… no quiero cargar con un coche.¿Peligro para las actuales plantillas? La robotización. El empleo de máquinas en la cadena de montaje, por ahora en funciones poco creativas, pero cada día más numerosas.http://www.hispanidad.com/mario-armero-anfac-quien-va-a-fabricar-el-coche-del-futuro-bmw-o-apple.html
AIX-EN-PROVENCE – Cada mes de julio, economistas, líderes empresarios, ONGs y políticos de todo el mundo se reúnen en Aix-en-Provence, Francia, para la conferencia Encuentros Económicos que dura tres días y es organizada por el Círculo de Economistas. El foro de este año se centró en la naturaleza cambiante del trabajo. El momento en que tuvo lugar la reunión, que coincidió con un encendido debate en Francia sobre el innovador servicio Uber que permite compartir coche, no podría haber sido más oportuno.Sin duda, el tema del foro se eligió en parte en respuesta a los temores de que los avances tecnológicos se terminen traduciendo en un desempleo generalizado, conforme las máquinas se tornan lo suficientemente avanzadas como para reemplazar a los seres humanos en la realización de una creciente cantidad de tareas. Como señaló Andrew McAfee del MIT, históricamente, las revoluciones tecnológicas "generaron más empleos, aunque diferentes ", pero, con máquinas que se vuelven cada vez más inteligentes, "esta vez puede ser diferente".Frente a esta posibilidad, sugiere McAfee, quizá necesitemos reconstruir nuestras sociedades de manera que, en tanto las máquinas inteligentes aumentan la productividad, la demanda menguante de mano de obra humana tenga resultados que mejoren el bienestar, como ingresos más elevados (y distribuidos más equitativamente) y más tiempo de ocio. No es el único: John Maynard Keynes predijo esta posibilidad hace 85 años.Uber, que le permite a la gente conectarse con conductores disponibles a través de una aplicación para teléfonos inteligentes, es precisamente el tipo de compañía innovadora que impulsa el cambio. Los conductores de taxis en Francia y en todo el mundo están particularmente furiosos con UberPOP (llamado UberX fuera de Europa), un servicio práctico y funcional. Uber a partir de eso canceló UberPOP en Francia, al menos temporariamente -aunque no antes de que dos de sus principales gerentes fueran arrestados por ignorar la orden del gobierno de suspender el servicio.Sin embargo, el tipo de innovación que Uber ejemplifica no se detendrá tan fácilmente. El software de Uber, en un sentido, hace el trabajo de miles de subastadores walrasianos que actúan localmente en tiempo y espacio, lo que deriva en una discriminación de precios casi perfecta. Las aerolíneas desde hace mucho tiempo vienen empleando esta discriminación de precios, ofreciendo múltiples precios para la misma distancia volada, dependiendo de la fecha y la hora. Pero la manera de fijar precios que tiene Uber es única en su inmediatez y es algo que consiguió aprovechando al máximo la tecnología de las telecomunicaciones moderna.En términos de trabajo, Uber crea más empleos de los que destruye. Esto conduce a un claro incremento de la eficiencia y ofrece alzas de ingresos generales. Aún si se compensara plenamente a los perjudicados, la suma de las ganancias -compartidas por la firma, sus trabajadores principalmente de tiempo parcial y sus clientes- compensaría por lejos las pérdidas.De todos modos, existen problemas reales que deben resolverse. Para empezar, están los perdedores: los conductores de taxis tradicionales, que muchas veces han tenido que pagar grandes honorarios por licencias y, por ende, no pueden competir con los precios bajos de Uber. Si bien este problema siempre se plantea cuando aparecen nuevas tecnologías innovadoras, la innovación y la adopción están ocurriendo cada vez más rápido. A los conductores de taxis se les pide que se adapten en cuestión de días, no de años, lo que les deja a los sistemas democráticos poco tiempo para decidir cuál es la compensación que deberían recibir y cómo se la debería distribuir.Otro problema es la regulación. Los taxis generan no sólo impuesto a las ganancias sino también impuestos al valor agregado o a las ventas. Pero el software de UberPOP, al menos hasta el momento, no permitió cobrar el impuesto al valor agregado. Para nivelar el campo de juego, las autoridades locales o nacionales deberían exigir a la compañía que integrara un software en su aplicación que permitiera cobrar el impuesto. El hecho de que los conductores de UberPOP, a diferencia de los conductores de taxis, no cubran el seguro de los pasajeros también habla de una competencia injusta, y se debe encontrar una solución.Es más, en Francia, los conductores de taxis deben someterse a exámenes regulares de salud y profesionales, que no se aplican a los conductores de UberPOP. Como todos los conductores de Uber, están "monitoreados" por los usuarios, que los evalúan a través de la aplicación después de cada viaje. Esto puede ser una innovación útil, pero no es realmente un sustituto válido para, digamos, un examen de la vista.El problema final con las compañías innovadoras como Uber es que los retornos financieros recaen abrumadoramente sobre el liderazgo de la compañía, y no sobre quienes ofrecen el servicio. Más allá de cualquier justificación, si la hubiera, el aporte de este tipo de compañías a la creciente desigualdad de ingresos -y, en consecuencia, a la cautividad reguladora, al sesgo en los medios de comunicación y a una influencia desproporcionada en las elecciones- no se puede ignorar. Uber es sólo un ejemplo de innovación perturbadora que genera enormes incrementos de la eficiencia, así como verdaderos desafíos sociales y en materia de regulación, un punto que el ministro de Economía francés, Emmanuel Macron, enfatizó en su discurso en Encuentros Económicos. Y, por cierto, Uber es una de las innovaciones menos problemáticas, porque es un generador de empleo neto. La proliferación de computadoras capaces de reemplazar a los trabajadores de los servicios telefónicos de atención al cliente, por el contrario, está resultando en importantes pérdidas de empleo neto. En un sistema democrático, los desafíos que conllevan estas tecnologías innovadoras deben enfrentarse de una manera que garantice la ecuanimidad, sin impedir el progreso. La destrucción creativa de la llamada "segunda era de las máquinas" no se puede y no se debe frenar. Pero pensar que los mercados por sí solos pueden gestionar su impacto transformador es un total disparate -un hecho que dejó en claro la reciente crisis económica global, que tuvo sus raíces en una innovación financiera desenfrenada-. Lo que se necesita ahora son nuevas políticas sociales y reguladoras, muchas veces de naturaleza global, que encarnen un nuevo contrato social para el siglo XXI.
El error está en pensar que los trabajos mentales no desparecerán, incluso el pensar se puede informatizar o robotizar.