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Cita de: R.G.C.I.M. en Marzo 24, 2013, 04:53:31 amBecerro, que el vellocino era de Ulises.Sds.Jasón y los argonautas.
Becerro, que el vellocino era de Ulises.Sds.
Persuadir, no intimidarUna cosa es ser escuchados y otra ser obedecidos, asegura el autorFernando Savater Que el ejercicio de la política necesita una revisión a fondo en muchos países europeos —entre ellos, desde luego España— es una evidencia que apenas cabe discutir. Los representantes electos dan a menudo la impresión de formar una casta cerrada sobre sí misma, impermeable a todas las demandas populares difíciles de encauzar según las rutinas burocráticas, expertos en disculpar los errores propios agigantando los ajenos y para quienes siempre lo que se hace es lo único que puede hacerse, por mucho sudor y lágrimas que cueste… a la sufrida ciudadanía. Pero la docilidad resignada (o desesperada) de esta parece a punto de acabarse. Hay grupos muy dinámicos que quieren hacerse oír saltándose a los habituales intermediarios y que están dispuestos a llevar a las calles los debates que se echan en falta en el Parlamento.Por tanto va a ser cada vez más corriente que los ciudadanos reclamen directamente a sus representantes y les expongan sus quejas, con maneras mejor argumentadas o más tumultuosas. Pero una cosa es ser escuchados y otra ser obedecidos. Los representantes electos (no digo “los políticos” porque políticos son también, para lo bueno y lo malo, quienes les interpelan) deben tomar en consideración las voces ciudadanas apremiantes que les llegan, aunque no sea por el conducto reglamentario, pero luego tienen que decidir de acuerdo con su leal saber y entender pues para eso fueron votados por mucha más gente de la que suele manifestarse. Que se vean escarnecidos en sus vecindarios, coaccionados con simulacros de linchamiento y se intimide a sus familias no solo es democráticamente intolerable sino que arroja sombras de sospecha sobre la “espontaneidad” de los que protestan.Quienes se desgañitan diciendo que si no se les hace caso no hay democracia son poco de fiar. Porque la democracia consiste también en procedimientos, garantías y respeto institucional: lo demás es demagogia y populismo, o sea democracia basura. El que crea que una buena causa justifica malos modos debe recordar que abre la puerta a que sean empleados para otras menos de su gusto: hoy puede ser para acabar con los desahucios, pero mañana para abolir la despenalizacióin del aborto o la doctrina Parot, quizá para reivindicar la pena de muerte. Bienvenida la participación más amplia y enérgica de los ciudadanos, no de los borrokas.FE DE ERRORESEste artículo apareció publicado inicialmente por error con el título de 'Democráticamente intolerable'. http://sociedad.elpais.com/sociedad/2013/03/22/actualidad/1363979789_368030.html
‘Escrache’ como derecho donde no lo hayEl autor defiende que los ciudadanos usen las medidas de presión a su alcanceGuillem Martínez¿Es el escrache un ejercicio de coacción? Respuesta: sí, absolutamente. Lo que indica que la pregunta es otra: ¿la coacción ciudadana es un derecho? Para el Gobierno, que ayer mismo advirtió que el escrache no está contemplado en el derecho de manifestación, no lo es. Para el tipo que firma estas líneas, lo es. O, al menos, es de la opinión de que, ante la coacción financiera, debería de haber algún tipo de derecho. Lo que, a su vez, puede orientar hacia la posibilidad de que la pregunta del millón sea otra: ¿qué derechos le queda a la sociedad frente a la coacción que recibe?Porque la coacción es llamativa. La democracia, esa cosa que solo fue posible en el Estado, se ha deslocalizado hacia otras instancias no estatales ni democráticas. Los Gobiernos carecen de programas. O son irrelevantes, pues las políticas les son indicadas desde otros organismos —BCE, FMI, BCE—, no democráticos. El caso Bárcenas, incluso, ofrece la sospecha de que las políticas, además, sean incentivadas, previo pago, por empresas. El Bienestar, la forma de democracia en Europa, está desapareciendo. Recortes y contrarreformas como la educativa, la sanitaria, la financiera, o la laboral, suponen, por sí mismos, esa desaparición y una coacción social radical. Todo esto ilustra una crisis de representatividad. Amplia. Europea. Que en el sur es dramática. En España resulta casi imposible hablar —entendiendo hablar como un intercambio— con la clase política que, en su gran mayoría, vive en otra cultura —varias generaciones la llamamos Cultura de la Transición—, cuyos marcos, inamovibles y delimitados hace décadas, solo permiten ver las tensiones de la realidad que hayan sido señaladas como tales por los Gobiernos.No, el escrache no es una manera de hablar con diputados. Para ello sería necesario un cambio de cultura en el diputado que, por cierto, haría innecesario el escrache. Es una manera de coacción democrática. Las hay. Son antiguas y modularon, en su día, el nacimiento de los derechos sociales: huelga, la protesta, la manifestación. La sociedad empieza a saber mucho de coacción. Y puede discernir entre la coacción posdemocrática —la reducción de derechos que sufre—, y las formas de coacción que utiliza en su defensa. El pensador francés Pierre Rosanvallon habla un poco de ello cuando, al tratar del futuro de una democracia en crisis, dibuja un quinto poder, consistente en la ciudadanía en la calle, modulándola. Quizás eso —la posdemocracia y la ciudadanía en la calle—, es lo que está pasando.http://sociedad.elpais.com/sociedad/2013/03/22/actualidad/1363980819_162332.html
El informe del Senado de EE.UU. que perturba a los grandes bancosJuan Laborda (23-03-2013) Casualidades de la vida, a la vez que se extendía el sainete sobre la quiebra de Chipre y su rescate, en Estados Unidos se daba a conocer el informe Levin-McCain sobre las investigaciones del correspondiente subcomité del Senado en relación a las multimillonarias pérdidas en operaciones de derivados de JP Morgan, acontecidas entre abril y mayo de 2012 en sus oficinas de Londres. Ambos casos ponen de manifiesto la necesidad de limitar el tamaño del sistema financiero y de los bancos individuales en relación a la economía. Sin embargo, en nuestro país la tendencia es exactamente la contraria, se tiende a concentrar todavía más, en unas pocas manos, la actividad bancaria. No hemos aprendido nada.Si se permite que unos pocos bancos sean muy grandes en relación a la economía, entonces sus pasos en falso suelen causar enormes daños, y al final, como está demostrando el devenir de la actual crisis sistémica, los costos acaban recayendo sobre la ciudadanía. Las pérdidas sufridas por los bancos chipriotas, alrededor de los 6.000 millones de euros, equivalen al 30% de su PIB. En nuestra querida España el fiasco bancario ya ha incrementado nuestra deuda pública, entre chapuzas del FROB y el posterior rescate europeo, en más de un 10%, mientras que los avales del Estado al sistema bancario rondan al 20% de nuestro PIB. Y esto sólo acaba de comenzar, y todo a costa de los ciudadanos. Recuerden nuestras previsiones: al final el rescate bancario español nos costará entre el 30% y 35% de nuestro PIB.Nada acerca de esta situación es justa para la prosperidad económica. Unos pocos bancos chipriotas apostaron a lo grande en los bonos griegos, y sus pérdidas representan alrededor de un tercio del PIB de Chipre. En el caso de JP Morgan Chase en su affaire en derivados conocido bajo el apodo del trader que lo ocultó y montó, “Whale”, las pérdidas finales superaron los 6.500 millones de dólares. Si JP Morgan Chase sigue siendo a fecha de hoy rentable, es precisamente porque recibe enormes subsidios implícitos de su condición de ser “demasiado grande para quebrar”, lo que a su vez, y paradójicamente, constituye un motivo y oportunidad para ser aún más grande.El informe Levin-McCain: una reseña sobre los abusos y riesgos en derivadosEntre abril y mayo de 2012 JP Morgan en su sucursal de Londres experimentó enormes pérdidas por las posiciones especulativas en los famosos derivados CDS, swaps de incumplimiento crediticio. Bajo ningún control aparente, un solo trader, apodado “Whale”, acumuló en el mercado una descomunal posición en CDS que acabó en enormes pérdidas.Con cierto retraso y lentitud, el subcomité de investigación del Senado de los Estados Unidos inició una serie de pesquisas con el fin de examinar el sistema de gestión de riesgos y sus controles internos de la entidad estadounidense. Dicha investigación ha cristalizado en el informe Levin-McCain, dado a conocer la semana pasada, el 15 de marzo.Los senadores Carl Levin de Michigan y John McCain de Arizona pusieron al descubierto cómo JP Morgan Chase ha sido dirigido desde la crisis financiera y desde la aprobación de la Ley Dodd-Frank, el enésimo intento de autorregulación y lavado de cara del sistema financiero y bancario. El informe revela un profundo desconocimiento de los riesgos por parte de los ejecutivos del mayor banco del mundo. Peor aún, el informe nos muestra con cierto detalle como los bancos, incluso después de la ley Dodd-Frank, pueden manipular fácilmente medidas complicadas de riesgo a fin de que sus posiciones parezcan más seguras de lo que realmente son. Los reguladores bancarios son claramente incapaces de seguir el ritmo de la "innovación financiera", que en realidad es sólo una manera inteligente de dar una información errónea sobre el nivel de riesgo. Los reguladores siguen siendo dóciles y claramente engañados. La idea de que una "regulación inteligente" puede frenar el exceso de asunción de riesgos es completamente inverosímil.Acabar con el riego moral “demasiado grande para quebrar”Pero también empiezan a aparecer voces inteligentes que reclaman un cambio radical. Quizás la declaración reciente más contundente sobre como piensa y actúa el sistema financiero moderno y la necesidad de hacerlo menos peligroso, fue la conferencia del presidente de la Reserva Federal de Dallas Richard Fisher este 16 de marzo bajo el título “Ending too big to fail”. El momento era probablemente una coincidencia, sin embargo, también refleja la rapidez con la que las personas inteligentes están reevaluando los riesgos planteados por la mala gestión de las instituciones financieras.Al final se trata de la política. Y Richard Fisher dio con el enfoque correcto: “En la Fed de Dallas, creemos que cualquiera que sea el número exacto de subsidio, éste existe, es importante y permite a las organizaciones bancarias más grandes, junto con sus subsidiarias no bancarias (muchas empresas de inversión, agencias de valores, o compañías de financiación), crecer más y tomar aún más riesgo… Esto es claramente injusto. Se convierte en un campo de juego desigual, inclinado en beneficio de Wall Street contra Main Street (la economía real), colocando al sistema financiero y a la economía en constante peligro… También socava la fe de los ciudadanos en el Estado de derecho y la democracia representativa”. La era del apalancamiento ha terminado y nos ha llevado a la mayor crisis de deuda de la historia: hay que lidiar con el final de la mismaPeroo, ¿cómo actuar?. Barack Obama debería usar su posición actual para ir directamente a por Wall Street. Es su única oportunidad. Así de simple. Además, si no lo hace, acabará como uno de los peores presidentes de Estados Unidos, como un hombre que permitió que su país acabara en un caos sin límites. Obama debería terminar con la era del apalancamiento que pusieron en marcha Ronald Reagan y Margaret Thatcher, y que nos ha llevado a la mayor crisis de deuda sistémica de la historia. Detrás de sus políticas económicas, impulsadas por las élites extractivas, hay un profundo desconocimiento de cómo se mueven los ciclos capitalistas. La edad del apalancamiento ha terminado, a pesar de todas las protestas en sentido contrario por parte de la plutocracia, y hay que lidiar con el final de la misma.Es más necesaria que nunca la política con mayúsculas, entendida como servicio a los ciudadanos. Franklin Delano Roosevelt, un político excepcional, cuando se enfrentó a una elección similar, tomó la elección acertada, a través de una avalancha de decisiones ejecutivas. Pero lo más importante que hizo no fue lanzar el New Deal, sino cortar las alas a la industria financiera a través de la ley Glass Steagall. Obama ya no tiene espacio fiscal o financiero para un nuevo New Deal, pero tiene el espacio y peso para reducir el tamaño del sector financiero. Y si no lo hace, su segundo mandato acabará siendo una pesadilla y terminará descendiendo a los infiernos.http://www.vozpopuli.com/blogs/2366-juan-laborda-el-informe-del-senado-de-ee-uu-que-perturba-a-los-grandes-bancos
...Aquí podéis ver la evolución del endeudamiento en los últimos 30 años de los países que componen la OCDE (sumando deuda hogares, gobiernos y empresas) , que ha pasado de niveles aceptables del 180% sobre PIB a niveles no asumibles del 300% del PIB. ...
On other news, respecto a Chipre, voy a tener que darle la razon a SK. Los de la UE si tienen un plan. Nadie se ha salido del Euro, han destruido una paraiso fiscal, los pequenhos ahorradores no pierden dinero, los mafiosos pierden un 30%, y se da un aviso a navegantes al resto de la Union. Too good to be true?
Mi apuesta sobre el final de la cuestión chipriota: se quedan en el euro, con las cabezas gachas para regocijo de los votantes de la CDU y sin algún que otro banco, que ira a parar a Rusia junto con las listas de los depositantes que le caigan mal al tío Vladimir; pasteleo Merkel-Putin para poner la pasta y repartirse el gas.
Lean este articulo de cabo a rabo. Musica para nuestros oidos . Los hombres de negro vendran la ultima semana de mayo, y estan muy cabreados con el tema del BM666 y la derrama del FGD para las preferentes