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Yo, preguntandome por la felicidad del otro, a fecha de hoy:Los PAH, los afectados preferentes, los chipriotas, los clubs de jumbol, los hipotecaditos, los liberales von pisos, los socialdemocratas von cajas, los CEOs IBEXcenses, los politicos acosados, los universitarios y sanidades manifestadores dedistas, los terruñistas, los contubernistas, los funcionarios adedados, los mamporreros, los coaches, los periolistos, los cuñaos, los sicologos, los optimistas de salon, los buenistas...hermanos todos;QSJ!!!!!!!!!Todos.Perdon por mis pecados.Sds.
Habemus sentencia sobre las perdidas en preferentes de las nacionalizadas. A ver que os parece el tajo, y cuanto nos saldra la broma por culpa del PPSOECIUPNV, que yo no tengo ni idea de esto, pero parece que los preferentistas que quieran cambiar sus papelitos por cash se van a llevar una torta de aupa.
Estos días hay jaleo por aquí en Asturias por las subordinadas de Liberbank (de CajAstur). Hablando de ello me he enterado que a unos familiares (80 y tantos años) les "ha pillado", con unos 20.000 € que era más o menos la mitad de los ahorros que tenían.Y bueno, lo de siempre, que se lo dijo el "de toda la vida del banco" que era como un depósito normal y asegurado y esas cosas. La historia es que los contratos, tanto de este matrimonio como de otros tantos, no aparecen! Vamos, que la caja los ha perdido... Y dice el señorín este que a él "el del banco"-ya jubilado- no le dio nada a firmar, que le dijo que le pasaba el dinero ahí, y ya estaba, así que él papeles tampoco tiene ninguno
Cierto es que el problema por el que muchas empresas tienden hacia hispanoamérica es porque los jefes son muy cazurros, en este país de Dios, y casi ninguno sabe hablar inglés decentemente. Y eso, aprece que no, pesa.Aun recuerdo cuando, en una reunión ocn una empresa con la que trabajabamos, reunión a la que asistía uno de los jefazos Europeos de dicha empresa, se nos solicitó si podíamos mantener la reunión en inglés en beneficio de este hombre (que superaba como diez veces en rango a cualqueir otro presente en la sala). Tanto yo como mi jefe, dijimos que sin problema (Mi jefe en ese momento era una excepción, en su momento hizo un doctorado en USA). Pero un jefazo mio (Opusino él, y muy bien contactaó, pero un cabrón e incompetente de tomo y lomo) dijo que de eso nada, que en castellano. Y eso que era joven y dinámico, todo un H de categoría, y con tres filas de dientes, como los tiburones. Pero el inglés, como Franco o como la botella oiga.Este mismo elemento, durante el tiempo que tuvo algo de peso, vetó todas las licitaciones que no fueran hacia sudamérica, por el mismo motivo. No se quería ver en evidencia; pese a que donde realmente hubieramos tenido trabajo era en Europa oriental y cental. Pero así les brilla el pelo a los garrulos hiperpagados que nos mandan.Y me callo, que me caliento.
nuevos tiempos, nuevos tratos; y retroactivos;
La Unión Europea ha dado un paso sin precedentes al alcanzar un acuerdo preliminar, contra la oposición del Reino Unido, para limitar los incentivos salariales de los banqueros. A partir de ahora, los bonus (primas) están limitados a 1 vez el salario fijo, que puede subir al doble si hay acuerdo accionarial.Los banqueros londinenses, en privado, están lívidos. No pueden entender cómo la Unión Europea ha dado un paso tan radical “contra” una industria que es crucial para los intereses del Reino Unido—Alemania no hubiera permitido que se votara una medida contra su industria automovilística, ni Francia contra sus poderosos agricultores. Tampoco pueden entender que el Parlamento Europeo haya mostrado su poder ignorando todas las peticiones que se hicieron desde los lobbies bancarios. Se temen que la prohibición, más allá de lo que les duele, muestra un cambio muy significativo de poder en Europa contra los bancos, contra el Reino Unido, y a favor del Parlamento Europeo.El que ningún político de ningún otro país se haya atrevido a apoyar al Reino Unido en su intento de bloqueo es señal de que esa es una batalla que la opinión pública ha decidido. Y también es señal de que la amenaza de salida del Reino Unido está debilitando irremediablemente su posición, y abriendo un círculo vicioso que conduce a su salida: cuanto menor sea el compromiso del Reino Unido, menor será su influencia y mayor sus ganas de irse. Como Van Rompuy argumentó en Londres hace tres semanas, el Reino Unido no puede convencer a nadie cuando “tiene su mano en el picaporte de la puerta.”
Es decir, la lógica implícita de la posibilidad de los rescates es aplastante. Quien no va a tener responsabilidad completa si las cosas se tuercen, tampoco puede beneficiarse excesivamente si las cosas salen bien. ¿Sería preferible un mundo sin rescates? Sin duda. El capitalismo no puede funcionar cuando el que toma las decisiones no sufre sus consecuencias. Pero mientras esta sea la política de los gobiernos, por supuesto que los contribuyentes pueden, y deben, limitar los bonos.
Una duda, ¿qué pintan en esa lista los psicólogos? Y que quede claro que no es una profesión por la que tengo especial simpatía, pero me ha resultado chocante.
Respecto a la ausencia de violencia en la sociedad española, esto es algo muy visitado por los estudiosos, incluso en alguna parte recuerdo haber visto un análisis que todo lo fiaba al % de menores de 25 en una sociedad como desencadenante de las revoluciones desde 1.789 y porque de antes no hay muchos datos ni tampoco mucho más que revueltas de alcance local/regional.http://econproph.com/2011/01/29/demography-and-revolutions/http://www.insead.edu/facultyresearch/research/doc.cfm?did=47411
José Antonio ZarzalejosNOTEBOOKRefutación de 'La deriva nazi del PP'Josep Fontana no es un académico e historiador cualquiera. Se trata de uno de los más eminentes de Cataluña y, en alguna medida, de la España de los últimos cincuenta años. Es ahora profesor emérito de la Universidad Pompeu Fabra, doctor honoris causa por la de Valladolid y la Rovira i Virgili de Tarragona. Además ha sido distinguido con la Cruz de San Jordi, con el premio de la Generalitat a toda una trayectoria profesional y con la medalla de la ciudad de Barcelona. En su momento, Fontana presidió el Instituto Universitario de Historia Jaume Vicens Vives y desde 1971 a 2012 ha publicado más de una docena de importantes obras y ensayos. Efectivamente, Josep Fontana no es un académico e historiador cualquiera, pero sin embargo, no ha tenido ni empacho ni cautela en firmar el pasado día 11 de marzo en El Periódico de Catalunya un desgraciado artículo bajo el infamante título de La deriva nazi del Partido Popular.Se trata, como me comentaba un socialista retirado de la política activa pero constante observador de la vida española, de un caso típico de ruptura de límites. Nos hemos adentrado en un tiempo histórico de destrucción. Es cíclico en nuestra historia. Y mientras duran esos paréntesis nos damos de bruces con personalidades que, aunque sobradamente conocidas en su militancia ideológica, quiebran fronteras dialécticas y éticas y se permiten licencias moralmente intolerables como es la de comparar al Partido Popular en 2013 con el partido nazi de 1933. El autor de este inhóspito, insólito y aberrante paralelismo lo juzga tan “provocativo” como real. O sea, no se trata de un recurso literario para reclamar atención a su texto en un diario, sino de la exposición a ciencia y conciencia de una tesis que, sobre injuriosa, es falsa de toda falsedad y ofensiva para millones de votantes del Partido Popular.Según Fontana, después de subrayar que entre la España de 2013 y la Alemania de 1933 hay grandes diferencias, sostiene, sin embargo, que “aquello sobre lo cual quiero llamar la atención es la semejanza que tiene, en sus objetivos, la actual política centralizadora del partido popular y la actuación del NSDAP (partido nazi alemán) en 1933, en su lucha por hacerse con el poder absoluto. La mayor de las diferencias reside en que los nazis debieron valerse de la violencia para implantar su política (…) mientras que al Partido Popular le basta su mayoría absoluta en la Cámaras, algo que no tenía Hitler al llegar al poder, para imponerla sin resistencia. Los nazis comenzaron adueñándose del poder en los länder (los Estados equivalentes a nuestras comunidades autónomas) con una ley de coordinación de estas regiones con el Reich, de 30 de marzo de 1933, y procedieron gradualmente a controlar o eliminar todas las organizaciones que pudieran alentar alguna forma de resistencia. El Partido Popular ha seguido un camino parecido a partir de la reforma laboral de febrero de 2012, que mermó la influencia de los sindicatos y la capacidad de resistencia de los trabajadores, y ha continuado después, debilitando las comunidades autónomas con imposiciones legales y con el estrangulamiento económico, a la vez que procedía a vaciar de capacidad política a diputaciones y ayuntamientos, reducidos a funciones administrativas y se preparaba para controlar la enseñanza con la reforma educativa de Wert”.Baste la reproducción del párrafo anterior para hacerse una idea del desvarío intelectual del autor por más que sea, nada más y nada menos, que Josep Fontana y tal texto se publique en un periódico que está en el ranking de los más leídos y difundidos de España.Esta reflexión descoyuntada tiene que ver con la exacerbación en Cataluña, en determinados sectores, de una fobia sin control, ni emocional ni analítica, contra la derecha española que, más allá de sus errores, puede presentar unas credenciales democráticas impecables desde hace muchas décadas. Tantas credenciales y de tanta calidad –y aún mayores (Fontana militó en el discutible comunismo del PSUC)- a las de otros partidos de largo pedigrí. El artículo en cuestión no sólo expresa una fobia: se trata también de una insidia premeditada que busca la estigmatización grosera de la derecha hasta el punto de asimilarla, en sus propósitos, con el nazismo hitleriano, lo cual delata una emocionalidad patológica. Y se trata también de mantener fresca la idea de que el Partido Popular es la opción-refugio de una extrema derecha que, además, estaría condicionando sus políticas, lo cual es del todo manifiestamente incierto.Determinadas figuras académicas que se tenían por razonables y elevadas –en la izquierda y en la derecha, de modo que nadie puede proclamar según qué virginidades- se han comportado con un ánimo guerracivilista. El texto de Fontana resume a la perfección una entraña totalitaria, manipuladora y tergiversadora de la realidad que anida en una sedicente intelectualidad que, soberbiamente y sin motivo, exhibe no se sabe qué superioridad moral. El de Fontana es exactamente un discurso intolerable e inaceptable, no sólo para el PP, sus militantes y votantes, sino, además, aberrante desde la perspectiva social, institucional y política de todos cuantos se sientan demócratas. En definitiva, textos de esta catadura –por muchas que sea las hechuras de la firma que los redacta y precisamente por ello- infligen un daño incalculable al Estado y a la convivencia social. Hay límites que ni en los momentos de mayor obcecación pueden ser franqueados. http://www.elconfidencial.com/opinion/notebook/2013/03/23/refutacion-de-la-deriva-nazi-del-pp-10965/
Josep FontanaLa deriva nazi del Partido Popular Lunes, 11 de marzo del 2013 Entiendo que este título pueda parecer provocativo, porque está claro que hay grandes diferencias entre la España del 2013 y la Alemania de 1933. Pero aquello sobre lo cual quiero llamar la atención es la semejanza que tienen, en sus objetivos, la actual política centralizadora del Partido Popular y la actuación del NSDAP (el partido nazi alemán) en 1933, en su lucha por hacerse con el poder absoluto.La mayor de las diferencias reside en que los nazis debieron valerse de la violencia para implantar su política de Gleichschaltung o «coordinación», mientras que al Partido Popular le basta su mayoría absoluta en las cámaras, algo que no tenía Hitler al llegar al poder, para imponerla sin resistencia.Los nazis comenzaron adueñándose del poder en los länder (los estados, equivalentes a nuestras comunidades autónomas) con una ley de coordinación de los länder con el Reich de 30 de marzo de 1933, y procedieron gradualmente a controlar o eliminar todas las organizaciones que pudieran alentar alguna forma de resistencia.El Partido Popular ha seguido un camino parecido a partir de la reforma laboral de febrero del 2012, que mermó la influencia de los sindicatos y la capacidad de resistencia de los trabajadores, y ha continuado después debilitando las comunidades autónomas con imposiciones legales y con el estrangulamiento económico, a la vez que procedía a vaciar de capacidad política a diputaciones y ayuntamientos, reducidos a funciones administrativas, y se preparaba para controlar la enseñanza con la reforma educativa de Wert.A medida que iba neutralizando a quienes pudieran asumir la dirección del rechazo social, el Gobierno se ha dedicado a desmantelar y privatizar los servicios sociales, en un camino por el que puede seguir todavía más lejos, sin tomar en cuenta la oleada creciente de las protestas colectivas contra el aumento incesante del paro, la disminución de los salarios, la multiplicación de los desahucios (una firma de abogados ofrece «desahucios exprés a 530 euros»), la congelación de las pensiones¿ Unas protestas que se limita ahora a contener con la policía, mientras se prepara para criminizarlas y prohibirlas.Los ciudadanos están hoy alarmados ante los signos de corrupción que afectan al PP. A decir verdad, la corrupción no es un problema de hoy, ni afecta tan solo al PP, sino a todo el proceso desarrollado en nuestro país desde la transición, que facilitó los negocios turbios de las instituciones financieras y las empresas constructoras, cuyos costes se nos obliga ahora a pagar entre todos. Lo único que tiene de particular el caso del PP es que le han pillado con las manos en la masa en unos momentos en que los ciudadanos son más sensibles al problema.Lo que debería preocuparnos más, sin embargo, es la deriva autoritaria que, al ir eliminando toda posibilidad de protesta y resistencia, refuerza la capacidad del Partido Popular para llevarnos por el camino de un desastre anunciado. Porque si, como dice Hans Werner Sinn, presidente del IFO alemán, le esperan a España «10 años más de crisis y una devaluación interna del 30%», ¿qué quedará del país al cabo de este tiempo? ¿A qué extremos habrá llegado el paro juvenil, que el propio PP evalúa en el 50%? ¿Quedarán hospitales, escuelas y universidades públicas, y si se han privatizado, dónde se educará y atenderá a una población empobrecida? Sinn opina que hay que seguir con la austeridad y que «Rajoy debe volver a bajar los salarios», lo cual me parece una excelente receta para la continuidad de los negocios de Alemania, pero suicida para este país.Lo más grave resulta, además, ver en qué manos ha recaído este poder irresponsable. En momentos como estos sería de la mayor importancia poder confiar en un Gobierno al que los ciudadanos viesen con la capacidad suficiente para no someterse mansamente a las instrucciones de la troika para que nos dirija al matadero. Y está claro que este no es el Gobierno actual del PP. Dejando a un lado a Rajoy, sobre cuya existencia real hay dudas fundadas, el poder está en manos de los Montoro, María Dolores de Cospedal, Fátima Báñez, Ruiz-Gallardón, Ana Mato¿ que se pueden permitir incluso disparatar en público, impávidos ante la crítica y la protesta. (Los historiadores del futuro podrán entretener a sus lectores con una divertida colección de chascarrillos, comenzando con la disertación de la señora Cospedal sobre el «finiquito diferido» y acabando con la afirmación de la señora Báñez de que la Virgen del Rocío resolverá el problema del empleo).De ahí la necesidad de resistirnos a una deriva autoritaria que amenaza con dejarnos impotentes y sin capacidad de reacción mientras nos conducen al abismo.http://www.elperiodico.com/es/noticias/opinion/deriva-nazi-del-partido-popular-2336761