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http://www.elmundo.es/elmundo/2013/07/29/espana/1375088235.htmlCitarEl Ayuntamiento de Valladolid se ha convertido desde hoy en el primero de España que cuenta con un edil con síndrome de Down.
El Ayuntamiento de Valladolid se ha convertido desde hoy en el primero de España que cuenta con un edil con síndrome de Down.
La corrupción nos cuesta 40.000 millones anuales a los españolesUn estudio de la Universidad de Las Palmas ha contabilizado el coste social del fraude a través del análisis de su impacto sobre la calidad de vida de los ciudadanosUn estudio de la Universidad de Las Palmas (ULPGC) cifra en 40.000 millones de euros el coste social de la corrupción en España, fenómeno que según ese informe tiene una dimensión "mucho mayor" que la que reflejan las estadísticas oficiales.Este estudio, publicado en varias revistas internacionales especializadas en las ciencias sociales y la economía aplicada, ha sido desarrollado por investigadores del Instituto Universitario de Turismo y Desarrollo Sostenible (Tides).El trabajo se basa en un método de estimación del coste social de la corrupción a través del análisis de su impacto sobre la calidad de vida de los ciudadanos, según ha explicado hoy en un comunicado la Ulpgc.Con esta nueva metodología "la corrupción nacional es mucho mayor que la reflejada por las estadísticas oficiales y en el Índice de Transparencia Internacional".Para ello, los investigadores Carmelo J. León, Jorge E. Araña y Javier de León han desarrollado un método de estimación que permite reducir los problemas de subjetividad en la percepción de la corrupción cuando se usan encuestas a expertos o a ciudadanos, tal como ocurre con el Índice de Transparencia Internacional.Concretamente, las estimaciones reportan un coste social de aproximadamente 40.000 millones de euros anuales (precios constantes de 2008)."La corrupción nacional es mucho mayor que la reflejada por las estadísticas oficiales" Los investigadores destacan que, aunque la corrupción es uno de los problemas que más preocupa a los ciudadanos españoles, detectarla y perseguirla "es una tarea extremadamente complicada, entre otros motivos, por la dificultad de su medición".Las mediciones del nivel de corrupción existentes hasta ahora se centran únicamente en el impacto "directo" procedente de casos que salen a la luz pública y que son resueltos judicialmente, explican.Sin embargo, el coste de la corrupción para una sociedad incluye otros aspectos que estas estadísticas no miden, pero que los investigadores de la ULPGC han incluido en este estudio, como el impacto sobre la reducción de inversión extranjera, los casos que no se detectan o no pueden ser probados judicialmente, o el desánimo en la población, que deja de emprender proyectos personales y profesionales por miedo a que la corrupción los detenga.
Enn primer lugar me gustaría dar la enhorabuena a Ángela. Me parece indignante que en el año 2013, todavía cuestionemos que una persona con síndrome de down no pueda desempeñar ese puesto de trabajo. Ángeles ha llegado ahí probablemente desempeñará más y mejor responsabilidades que los que la criticáis, hay muchos grados de síndrome de down y cada mente es un mundo, que tenga síndrome de down no significa que intelectualmente sea inferior a otra persona "normal" para el desarrollo del cargo, a un sindrome de down le cuesta más trabajo aprender que si fuera una persona "normal" pero muchos aparentemente son "normales" y tienen una inteligencia por debajo de una persona con discapacidad (y no es ironía). Habeis dicho que una persona con S.D, es fácil de engañar y manipular, no lo creo así, seguramente tendrá más criterio que muchos aspirantes al cargo, no olvidéis que personas muy intelectuales gobiernan el país y mirar la corrupción que hay, prefiero inocencia a "espabilad".
Eres un insolidario, RGCIM.
...y la desigualdad de poder viene, precisamente, de que, a diferencia de hace un siglo, hoy en día la inmensa mayoría de la población no es necesaria para producir. Por lo que, a todos los efectos, carece de poder, o de medios para ejercerlos.Ese es el problema que tiene a todas las teorías completamente despistadas. Porque todas se basan en que el poder de la producción esta en manos del pueblo. Eso es lo que permite afirmar a los liberales que su teoría funciona. Es la base en la que se sustentan las ideas de Marx y el comunismo. Es también, la base del capitalismo popular socialdemócrata.Ppero es una mentira. Apenas un 1% (siendo generoso) de la población en imprescindible para tareas productivas. El resto, no. Y por lo tanto carecen de poder.Y ninguna, absolutamente ninguna de las ideas, teorías, lo que sea... que menciono anteriormente tienen la respuesta, porque estan pensadas para una situación completamente distinta.De ahí que lo único que se nos viene a todos sea redistribución de la riqueza. Claro, ¿Como? Ese es el tema. Tal y como lo veo, a priori, la única oslución pasa por que el control de la producción marque el poder. Estamos en una sociedad tremendamente compleja; el que produce la carne de vaca es totalmente imprescindible, pero a estas alturas, el que sirve la hamburguesa, también.¿Como repartir el poder entre esos dos?
Game OverEntre la vergüenza y la tragediaJavier Benegas (29-07-2013) El pasado lunes 22 de julio Mariano Rajoy por fin dio su brazo a torcer y anunció que comparecería en el Parlamento para dar las correspondientes explicaciones sobre la presunta corrupción en el Partido Popular, cuyo nudo gordiano es Luis Bárcenas. “Creo que este es el momento adecuado para que yo explique la situación y aclarar las dudas de los ciudadanos”, dijo el presidente, con la mirada perdida y demostrar convicción alguna.Lo de dar explicaciones en el Parlamento se le antoja a este gallardo personaje una excentricidad. En estos tiempos turbulentos, en los que todo hijo de vecino echa pestes de la clase política, lo mejor es confiar en los pactos secretos que llevan semanas, por no decir meses, cociéndose. Y olvidarse de espectáculos gratuitos de cara a la galería, porque estos últimos los carga el diablo y los tontos los disparan sin saber a dónde apuntan. A fin de cuentas, en el Parlamento no están los representantes del pueblo, sino aquellos que los jefes de los partidos designan con su dedo. Y así visto, nadie debería sentirse ofendido si el presidente pasa de largo.Pese a todo, Mariano ha tenido que bajar de la montaña y prometer que dará su versión sobre las acusaciones que se han vertido durante semanas contra la cúpula de su partido e, incluso, contra su propia persona. Pero no lo ha hecho por exigencias domésticas, sino porque el escándalo había alcanzando velocidad de crucero más allá de nuestras fronteras. Es decir, quienes sostienen nuestra deuda estaban alarmados al ver cómo la marca España se cubría de roña. Y cómo el presidente se negaba en redondo a pasarle el plumero.Eso sí, Mariano comparecerá pero ganando el tiempo que necesitan los estrategas del partido para preparar una oportuna puesta en escena con la que dejar el 'caso Bárcenas' en segundo plano y poner en valor la consigna de que “España va mejor”, por obra y gracia de la Encuesta de Población Activa y otros datos económicos positivos que auguran, según ellos, el fin de la recesión.Ha sido en mitad de este lío de imposturas y apaños cuando el tren Alvia 01455 descarrilaba fatalmente en la curva de A Grandeira, a escasos kilómetros de la ciudad de Santiago de Compostela. Y en un abrir y cerrar de ojos, por obra y gracia de los mass media, los habitantes de una pequeña aldea gallega se convertían en héroes. Y por extensión, todos los españoles. El país entero, en boca de los cronistas, se mostraba unido en la tragedia. Atrás quedaban por unos días, o al menos eso se ha pretendido, la crispación generalizada y el desprecio creciente hacia la clase política. El luto ponía punto y final a un curso político de espanto, al que sólo le resta la pantomima del uno de agosto, en la que a buen seguro Mariano demostrará seguir instalado en la creencia de que el pan todo lo cura. Y nos dará gato por liebre; es decir, brotes verdes a cambio de decencia.En cuanto al ciudadano común, le invito a que haga una reflexión a cuenta de esta terrible tragedia. Si bien es cierto que la solidaridad de los lugareños de Angrois evidencia una empatía de la que carece la España política, no deberíamos lanzar las campanas al vuelo. Que la gente auxilie a sus semejantes es lo normal, lo que cabe esperar de cualquier sociedad sana o, en su defecto, de toda persona bien nacida. De hecho, esa empatía debería servir no sólo para ayudar a las víctimas de un accidente ferroviario, sino para hacer frente a todo tipo de problemas colectivos. Por ejemplo, para impedir que la clase dirigente haga de España su cortijo y que millones de personas se conviertan en víctimas de un modelo político inviable que descarriló hace ya tiempo. A fin de cuentas, las sociedades que sólo se mueven o conmueven a golpe de catástrofe, terminan siendo adictas a la tragedia.Les deseo a todos ustedes un buen mes de agosto.http://www.vozpopuli.com/blogs/2917-javier-benegas-entre-la-verguenza-y-la-tragedia
El problema Wanderer, es que el paradigma que Benegas y su gente no plantean -pero que defienden- es la extensión a lo bestia de lo que nos ha llevado hasta aquí, la anglosajonización económica, cultura, social y religiosa/moral -calvinismo y sus evoluciones presbiteriana/evangelistas-.Ya somos expertos aquí en bonitos discursos genéricos a los que cualquiera se sumaría, pero que detrás llevan escondidos modelos dantescos.