www.transicionestructural.NET es un nuevo foro, que a partir del 25/06/2012 se ha separado de su homónimo .COM. No se compartirán nuevos mensajes o usuarios a partir de dicho día.
0 Usuarios y 5 Visitantes están viendo este tema.
La derecha sin Dios El objetivo del supermercado conservador del sur de Europa es satisfacer las necesidades del mayor número posible de clientes. Ha renunciado al capitalismo individualista con unas virtudes morales y socialesFuera de Italia, Berlusconi ha sido siempre tomado un poco a broma. Pero haríamos mal en desdeñar el impacto de Berlusconi y de lo que representa para otras democracias. Como recuerda Alexander Stille, otros tres fenómenos incubados en Italia también fueron minusvalorados inicialmente. La mafia, el fascismo y el terrorismo de izquierdas (Brigadas Rojas) parecían unas excentricidades italianas, intransferibles a democracias más serias. Sin embargo, esas tres supuestas rarezas se convirtieron, con o sin cambios cosméticos, en pesadillas en muchos otros países. Igualmente, el berlusconismo es exportable y, si nos centramos en sus características centrales, veremos que, de hecho, lleva bastante tiempo entre nosotros. ¿Cuáles son los componentes del berlusconismo? ¿Cuál es la esencia de la superficialidad política? Creo que la clave no son sus aspectos más reconocibles: las velinas, la televisión como espectáculo desinformador, el control casi monopolista de los medios de comunicación para alcanzar el poder. Nos podemos reconfortar con la idea de que el enorme poder político de Berlusconi ha sido el resultado de una persona excepcional (un ciudadano Kane dicharachero) en unas circunstancias extraordinarias (el colapso del sistema de partidos italianos en los noventa). Pero Berlusconi es simplemente la punta visible de un iceberg enorme que se pasea por el Mediterráneo: la derecha sin principios. Una derecha sin Dios, si por Dios entendemos algo que está por encima de nuestro interés egoísta. Es cierto que es una derecha con Iglesia, pero una Iglesia que ha dejado de lado la promoción de la moral social. Como explicó Miguel Mora para este diario, el apoyo del que ha gozado Berlusconi en la Iglesia se ha basado en la doctrina, inconcebible en otras confesiones cristianas, del pensador católico Vittorio Messori: “Mejor un putero que haga buenas leyes para la Iglesia que uno catoliquísimo que nos perjudique”. La Iglesia, pues, tiene mucho que hacer para convertirse en un faro moral y esperemos que el papa Francisco se ponga a ello rápidamente. Mientras, la derecha del sur de Europa promueve un laissez faire sin restricciones sobre el comportamiento individual. Casi cualquier cosa vale para enriquecerse o ganar elecciones. Esto se observa en la tolerancia que los partidos de derechas han mostrado ante la proliferación de todo tipo de actividades ilícitas u opacas: desde la manipulación de las estadísticas griegas hasta el entramado Gürtel-Bárcenas, pasando por todos los escándalos alrededor de Berlusconi. Los partidos de izquierda han tragado sus buenas dosis de corrupción también, pero en la derecha no hay visos ni de introspección profunda ni de propuestas de regeneración. Pero no es en las prácticas ilícitas, sino en las lícitas, donde el sinDiosismo de nuestra derecha se percibe con más claridad. Si miramos a otros países de la OCDE, vemos unos programas políticos de derecha regidos por unos principios, surjan de las universidades (de economistas liberales) o de las Iglesias (de intelectuales luterano-cristiano-demócratas), que aspiran a construir una sociedad más virtuosa y justa. Así, el laissez faire económico queda atemperado por un conservadurismo cívico (en Reino Unido), compasivo (en EE UU) o socialcristiano (en la Europa continental), además de por un ideal de movilidad social. Tanto Thatcher como Reagan tuvieron una narrativa construida por intelectuales próximos La altura intelectual de la derecha británica es un ejemplo. El conservadurismo de Cameron parte de un diagnóstico de su país como una sociedad rota y propone, junto a medidas dinamizadoras del mercado, una combinación de principios paternalistas y de devolución de poder a las comunidades locales y barrios que bebe directamente de Edmund Burke, considerado el padre filosófico del conservadurismo occidental moderno. Bueno, del nuestro no, claro, pues Burke dedicó su vida a denunciar el “capitalismo de amiguetes” y el individualismo rampante destructor del tejido social —dos tendencias bien estimuladas en nuestras latitudes—. Por su parte, el thatcherismo y el reaganismo estaban fundamentados en las ideas de intelectuales —como Milton Friedman, Friedrich Hayek o William Niskanen— que consagraron su vida a pensar cómo podemos tener sociedades mejores. La vida política para muchos conservadores europeos implica un diálogo permanente con intelectuales y, en muchos casos, son los propios políticos quienes escriben panfletos o libros (y no solo esas listas de buenas intenciones llamadas programas electorales) proponiendo una nueva narrativa ideológica. En lugar de ese esfuerzo intelectual creativo, los de aquí suelen entrar en política ganando una oposición y luego a esperar su turno en la cadena ascendente de nombramientos administrativo-políticos. Podemos discutir obviamente qué es lo que entienden otros conservadores europeos por una sociedad más justa y si sus propuestas generan más costes que beneficios. Pero, y aquí radica la cuestión, no podemos discutir con nuestras derechas qué es justicia social —ni tan siquiera cómo activar el ascensor social o la compasión— porque sencillamente son conceptos fuera de su discurso habitual. Mientras los políticos de derechas continentales y anglosajones buscan inspiración en universidades e iglesias, los nuestros parece que se inspiren en un supermercado. El objetivo no es construir un relato que mezcle individualismo capitalista con unas virtudes morales y sociales. El objetivo del supermercado conservador del sur de Europa es satisfacer las necesidades del mayor número posible de clientes. Así, en una estantería, exhiben leyes al gusto de la jerarquía de la Iglesia, Opus, Legionarios de Cristo y otros grupos católicos. En la de enfrente, pero es que en la mismísima estantería de enfrente, ofrecen Eurovegas y trajes legales a medida para quien traiga negocio al país, aunque sea a costa de fomentar vicios. En la estantería de más allá, metros y trenes para satisfacer el ego de cualquier alcalde o mandamás provincial que se precie. Da igual que endeudemos a las generaciones venideras con proyectos de infraestructuras megalómanos y de dudosa rentabilidad —algo impensable en las derechas del norte de Europa, donde la responsabilidad fiscal se antepone al electoralismo cortoplacista—. Lo que une a Berlusconi y Rajoy es que ninguno tiene un proyecto para transformar la sociedad Pero la derecha mediterránea se mueve básicamente para ganar elecciones. No hay proyecto transformativo de la sociedad detrás. Eso une a Berlusconi y a Rajoy, a pesar de que sus estilos sean diametralmente opuestos. Carlos Cué comenzaba uno de sus análisis más recientes sobre nuestro presidente diciendo que “Rajoy suele presumir en privado de su profundo conocimiento de las leyes de la política. En 30 años él ha visto ya de todo, repite. Y esa experiencia y su particular forma de ser casi siempre le dicta que lo mejor es esperar”. Es toda una declaración de intenciones. Para Rajoy, la política no parece que sea una lucha de ideas para transformar el mundo, donde cada segundo cuenta; la política parece más bien una lucha de personas por ocupar puestos y, como en la guerra, la inacción puede ser una gran aliada. Me diréis que la izquierda también cojea ideológicamente, incapaz de formular un mensaje innovador. Que lleva años inmersa en una larga travesía por el desierto, sin encontrar la ideología prometida. Pero la diferencia es que intelectuales y políticos de izquierda —en el sur como en el norte de Europa— siguen buscando sin cesar. No pasa semana sin que leamos algún artículo con propuestas sobre cómo vigorizar el proyecto socialdemócrata o de izquierdas. Los hay más o menos prometedores, más o menos fundados en trabajos académicos sólidos, más o menos pragmáticos. Pero es indudable que hay una constante lucha intelectual detrás. La izquierda, pues, sigue caminando, inspirada por unos ideales que trascienden el interés individual (una sociedad sin pobreza, con igualdad de oportunidades); o sea inspirada por su Dios. El desierto es duro, pero Dios da fuerzas para seguir. Nuestra derecha mediterránea, por el contrario, parece como si, renunciando a caminar, hubiera decidido acampar en un confortable supermercado, entregándose a la adoración del becerro de oro, entre casinos, sobres marrones y confetis. Víctor Lapuente Giné es profesor en el Instituto para la Calidad de Gobierno de la Universidad de Gotemburgo. http://elpais.com/elpais/2013/08/21/opinion/1377094990_904508.html
Yo este año he valorado naves industriales por debajo del coste de reposición...
pisitófilos creditófagos Says:agosto 29th, 2013 a las 9:34EL ATRACTOR DE RALLO, LENTEJAS Y GARBANZOS.-Un atractor es el punto hacia el que tiende un sistema dinámico tras un número elevado de iteraciones.http://www.uco.es/dptos/quimica-fisica/quimica-fisica/MC/QC2.htmCANAL NEOCLÁSICO Y VIOLENCIA MORAL.- Que los precios en general se conformen con las utilidades marginales de ofertantes y demandantes, en el mejor de los casos, sucedería sólo con un puñado de bienes y servicios, los que decimos que “discurren por el canal neoclásico” (ofertas y demandas perfectamente elásticas). En la inmensa mayoría de casos, hay un componente de “trágala”: “Esto son lentejas, si quieres las tomas; si no, las dejas”. En estos casos, habría que hablar de la utilidad de la desutilidad o utilidad a la fuerza: por narices, ‘mi’ utilidad tiene que ser la de quien ha puesto el precio de adhesión que tengo que tragarme. La burbuja-pirámide generacional se ha hinchado con violencia moral, sabiéndose que los precios eran extravagantes. Nosotros declaramos la guerra a la usura (injusticia conmutativa), invocando el valor real. Otros han dedicado su triste y siniestra vida a dar cobertura al expolio, encogiéndose de hombros, invocando la “libertad” y la soberanía de las valoraciones subjetivas, abriendo la puerta al relativismo y diciendo que, a priori, nadie es quién para enjuiciar nada.LO MEJOR DE LA VIDA ES GRATIS.- La secuencia es:1) conocemos que una cosa tiene VALOR (aunque no podamos saberlo con la exactitud de Dios, que es omnisciente); en relación con muchas cosas, tenemos una idea bastante exacta de su valor porque conocemos bien su COSTE de fabricación en términos físicos;2) nos atrevemos a aproximarnos a ese valor dando nuestra VALORACIÓN SUBJETIVA falible, si tenemos capacidad mental para ello; y3) si queremos y podemos, le ponemos PRECIO.La misión de los mixtificadores inmanentistas (“es mejor considerar que no existe nada que no esté dentro de mí”; “hay que erradicar toda agresión contra la sacrosanta acción individual”) es distorsionar la secuencia lógica para desequilibrar la balanza de la acción humana en favor de cierta función empresarial. Puro materialismo y oportunismo interesado (arrimar el ascua la sardina de los propios garbanzos).RALLO SE RALLA.- No me gusta nada de Rallo el método puñetitaísta y sin escrúpulos que tiene, en el que se permite el lujo de malinterpretar cínicamente lo que dice su oponente (cfr. la ecuación Capital x Interés = Renta puesta al servicio del desenmascaramiento del carácter usurero del actual nivel de alquileres). Es la prueba de que carece de sistema y ansía testar con ejemplitos la bondad de la fe decimonónica en la que se ha incluido vehemente creyendo que tendría algún predicamento en el mundo de la oprobiosa empresa posmoderna copado por novísimo clásicos. La prueba de lo que digo es que su subjetivismo tiene grietas importantes. No lo digo por la insistencia con la que predica la interdicción de la arbitrariedad. Lo digo porque, resquebrajándose, ahora ya acepta que las valoraciones subjetivas tienen un orden objetivo (de momento, sólo “a largo plazo”) al que le deben fidelidad. Aquí lo dice expresamente:juanramonrallo.com/2013/08/subjetivismo-no-son-ni-valoraciones-arbitrarias-ni-relativismo-ni-atomismo/- “El subjetivista reconoce que existe un elemento objetivo en torno al cual orbitan a largo plazo los precios de mercado”.Me ha hecho recordar el atractor de Lorenz. Si multiplicando las iteraciones, un sistema dinámico (de valoraciones subjetivas y precios) tiende a una realidad objetiva extramaterialista (un único valor real), a cuento de qué viene tanta insistencia en que lo verdaderamente único que hay es el materialismo de cada iteración. Rallo está perdiendo su fe. Le van a echar de la secta de talibanes del falsoliberalismo puritano esclavizador.LA RESPUESTA A LA CUESTIÓN DEL VALOR ESTÁ EN LA FILOSOFÍA DEL DERECHO.- Por eso el Catastro y el Banco España valoran inmuebles. El intervencionismo se justifica por la manía que tiene el individuo de elegir libérrimamente portarse mal. El Derecho ha tomado desde el principio su decisión contraria a los subjetivistas: el valor real único existe. Otra cosa es que uno pueda conocerlo con total precisión y que el grado de precisión con que se aproxima a él sea siempre el mismo. Pero el Derecho sí puede decir y dice cómo llegar a una valoración que se parezca mucho al valor real único. En este hilo hemos hablado de dos situaciones en que ello sucede: el valor en aduana y la equivalencia de prestaciones. Desafortunadamente, en materia inmobiliaria, hay demasiados intereses espurios y cerdos con tirantes. La gentuza que quiere estafarte está empeñada en que te equivoques en tu aproximación al valor real y pagues precios usureros. Se coacciona imponiendo determinadas valoraciones. Y es mentira que los precios “contengan toda la información”.DESPEDIDA.- Doy por terminada mi participación en este hilo, que me deja el sabor amargo de comprobar, por enésima vez, lo cínica y manodurista que es cierta parte de las arruinadas cohortes nacidas entre 1960 y 1980, incluso montándoselo de friki-dandi vintage.
pisitófilos creditófagos Says: 29 Ago 2013(12:00)(Los Inspectores de Hacienda del Estado no tienen una gorda y, por ello, no pintan nada en esta España de pisitos y paguitas. Ellos mismos, con tanta hipocresía luchafraudista durante la burbuja-pirámide generacional y autoengañándose con un remedo hortera del management posmodernno, se han puesto a punto de caramelo para el bing bang que les viene encima. La AEAT, para ser normal, tiene que multiplicarse por cuatro. En el marco institucional actual, ello es imposible sin contar con las CCAA. Lo único que pedimos es que, se haga lo que se haga -algo hay que hacer porque no se recauda y no se combate el rentismo abusivo que neutraliza los esfuerzos de ajuste-, la organización aduanera debe preservarse aislándola de la masificación del IRPF-IVA-Sociedades, porque la frontera es de la UE y lo que faltaba es que las CCAA se pusieran a administrarla.)29 Ago 2013(12:16)(Veo que me sobran muchas enes: posmoderno, Big Bang. Donde no me sobra la ene es el NO AL RENTISMO ABUSIVO IMPRODUCTIVO; que los ricos sean útiles.)
pisitófilos creditófagos Says:agosto 29th, 2013 a las 9:34EL ATRACTOR DE RALLO, LENTEJAS Y GARBANZOS.-...Rallo está perdiendo su fe. Le van a echar de la secta de talibanes del falsoliberalismo puritano esclavizador...
No piensan bajar las pensiones....
...Pues bien, el desconcierto, la polémica, y las ocurrencias que rodean a la política monetaria actual a escala internacional parecen olvidar todo lo que la teoría y la evidencia empírica nos han enseñado desde que los diferentes autores comenzaron a preocuparse por el funcionamiento del dinero. Sería bueno que la profesión, cuando cita a los autores del pasado, se asegurara de qué es lo que dijeron, dónde lo dijeron y por qué lo dijeron.La demanda de dineroExisten dos conceptos fundamentales para entender la crisis que sufrimos e intentar solucionarla: el concepto de demanda de dinero y la famosa ley de los mercados de J.B. Say. Ambos conceptos tiene mucho que ver con J. M. Keynes, sin duda el último crítico de la ley de Say.A continuación nos vamos a referir al concepto de demanda de dinero y dejaremos para una próxima entrega el problema de la ley de los mercados de J.B. Say. Como hemos venido repitiendo en estas mismas páginas, desde Aristóteles hasta el siglo XV se pensó que la condición necesaria y suficiente para que el valor del dinero permaneciera estable, y de esta forma también los precios lo fueran y no alteraran ni la distribución de la renta ni el contenido de los contratos, era que las monedas tuvieran pleno contenido metálico, esto es, que el valor facial de las monedas coincidiera con el valor intrínseco de las mismas, esto es, con el valor del oro o la plata de que estaban hechas.En el siglo XVI los españoles Domingo de Soto, Martín de Azpilcueta, Tomás de Mercado y Luis de Molina se dieron cuenta de que el pleno contenido metálico, siendo una condición necesaria, no lo era suficiente, y descubrieron la teórica cantidad de dinero de los precios y explicaron las variaciones de los precios por las variaciones en la cantidad de dinero.Nuestros autores, lo mismo que haría Marshall en 1871, aplicaron el análisis de oferta y demanda para explicar el valor del dinero. En el ámbito académico se parte de un supuesto excesivamente fuerte, pero avalado por la evidencia empírica, de que la demanda de dinero es constante y de ahí que pensemos que los aumentos en la cantidad de dinero más allá del aumento de los bienes y servicios intercambiables por dinero se convierten en aumentos del nivel general de precios.Keynes y el dineroPues bien, en 1923 John Maynard Keynes publica un libro titulado Breve tratado sobre la reforma monetaria. En el capítulo III, I, "La teoría cuantitativa del dinero" Keynes analiza los distintos términos de la cuantitativa y pone de manifiesto el supuesto de la constancia de la demanda de dinero afirmando que "en el largo plazo, es probablemente cierto. Pero este largo plazo es una guía confusa para la coyuntura. En el largo plazo estamos todos muertos".Keynes tenía razón y desarrollaría esta idea en la Teoría General con su concepto de preferencia por la liquidez. El que Keynes tenía razón se demuestra porque los inmensos aumentos en la cantidad de dinero que han tenido lugar en los últimos cinco años no han conseguido el más mínimo efecto y ello es debido a que la demanda de dinero es tan alta que todos los aumentos del mismo son absorbidos sin que pasen a los circuitos económicos.Como punto de partida podemos afirmar que el concepto de demanda de dinero está estrechamente relacionado con el concepto de preferencia por la liquidez elaborado por John Maynard Keynes (Teoría General, libro IV, capítulo XIII, II). Señala Keynes aquí los tres motivos para demandar dinero que desarrollaría en capítulo XV.Pero el concepto de preferencia por la liquidez acorde con el fenómeno que estamos sufriendo lo encontramos en el capítulo XXII titulado "Notas sobre el ciclo económico", en el que señala que los orígenes de la crisis se identifican con el colapso repentino del tipo de beneficio que él denomina eficiencia marginal del capital, lo que implica que "el pesimismo y la incertidumbre sobre el futuro ocasionará casi de forma natural un gran aumento de la preferencia por la liquidez", lo que se traducirá en un aumento de la demanda de dinero, porque la gente prefiere dinero a cualquier otro tipo de activos o mercancías.Victoriano Martin es Catedrático de Historia del Pensamiento Económico de la Universidad Rey Juan Carlos
...Ortega se ha ocupado, sobre todo, de tener garantizados unos arrendamientos operativos que le permitieran seguir generando caja y que, actualmente, rondan casi los 500 millones de euros. Eso ha sido posible, entre otras cosas, gracias a operaciones como la que realizó en el año 2007, cuando se quedó con una parte de las oficinas del Banco Santander y que la entidad sigue ocupando en régimen de alquiler por lo menos hasta el año 2019....
Manuel Jove vende una de sus tres sicav y apuesta por hacer caja con el restoHace apenas tres años, en 2010, Jove tenía 128,12 millones de euros repartidos en tres de estas sociedades: Doniños, la mayor, que por aquel entonces sumaba 72,6 millones; Bourdet, que tenía otros 21,59 millones; y Baldaio, con 31,9 millones.Pero los envites de la crisis económica, en general, y la fallida inversión en BBVA, en particular, han hecho que gran parte de esta fortuna se haya desvanecido, hasta el punto de que el patrimonio conjunto de estos vehículos ha quedado reducido a apenas 43,4 millones, un 66% menos que hace tres años.
LA RESPUESTA A LA CUESTIÓN DEL VALOR ESTÁ EN LA FILOSOFÍA DEL DERECHO.- Por eso el Catastro y el Banco España valoran inmuebles. El intervencionismo se justifica por la manía que tiene el individuo de elegir libérrimamente portarse mal. El Derecho ha tomado desde el principio su decisión contraria a los subjetivistas: el valor real único existe. Otra cosa es que uno pueda conocerlo con total precisión y que el grado de precisión con que se aproxima a él sea siempre el mismo. Pero el Derecho sí puede decir y dice cómo llegar a una valoración que se parezca mucho al valor real único. En este hilo hemos hablado de dos situaciones en que ello sucede: el valor en aduana y la equivalencia de prestaciones. Desafortunadamente, en materia inmobiliaria, hay demasiados intereses espurios y cerdos con tirantes. La gentuza que quiere estafarte está empeñada en que te equivoques en tu aproximación al valor real y pagues precios usureros. Se coacciona imponiendo determinadas valoraciones. Y es mentira que los precios “contengan toda la información”.