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Limpiada 2020 http://blogs.publico.es/moncho-alpuente/2013/09/06/limpiada-2020/
Yo los JJOO se los daría a Estambul, que es un poco como la Barcelona de los 80, una ciudad emergente camino de convertirse además en el puente entre Oriente y Occidente (Turkish Airlines ya es un grande, mayor que nuestra demediada Iberia) y que rentabilizaría de verdad las infraestructuras que se iban a construir. A Tokio si fuese deportista o espectador desde luego que no iría, en 2.020 incluso puede estar peor porque se harán visible efectos de Fukushima que ahora se opta por tapar.A Madrid ahora mismo le faltan el túnel transversal del tren (que se haría si de verdad sale lo de Eurovegas), la L11 de metro , la estación de Chamartín (no hace falta toda la "operación", solamente la estación) y cerrar la M50, en total unos €10.000M, pero para eso tampoco hacen falta unos JJOO que traen colateralmente muchos derroches en instalaciones e infraestructuras innecesarias.
Cita de: Republik en Septiembre 06, 2013, 12:30:12 pmYo los JJOO se los daría a Estambul, que es un poco como la Barcelona de los 80, una ciudad emergente camino de convertirse además en el puente entre Oriente y Occidente (Turkish Airlines ya es un grande, mayor que nuestra demediada Iberia) y que rentabilizaría de verdad las infraestructuras que se iban a construir. A Tokio si fuese deportista o espectador desde luego que no iría, en 2.020 incluso puede estar peor porque se harán visible efectos de Fukushima que ahora se opta por tapar.A Madrid ahora mismo le faltan el túnel transversal del tren (que se haría si de verdad sale lo de Eurovegas), la L11 de metro , la estación de Chamartín (no hace falta toda la "operación", solamente la estación) y cerrar la M50, en total unos €10.000M, pero para eso tampoco hacen falta unos JJOO que traen colateralmente muchos derroches en instalaciones e infraestructuras innecesarias.le faltan... el estadio, la piscina, restaurar por enésima vez la caja mágica... las bibliotecas, las escuelas de música, la recogida de basura... pagar los 8000 millones de deuda, etc.
Por eso al final saldría caro...
Cita de: Маркс en Septiembre 06, 2013, 10:09:17 amCitar(...) Un país en el que se trabaja poco será pobretón, por mucho que subjetivamente sus vagos valoren sus cosas. Los que tienen dinero y los que quieren tenerlo de verdad, saben que lo que lo que renta es trabajar y que el Capital no es más que Trabajo acumulado.Buah... Qué lenguaje.Este pájaro es un incendiario.Eso en su contexto me parece que es de lo más revolucionario del discurso de ppcc. Lo que él dice -aunque con sus particulares formas- es que sin trabajar (es decir, siendo "un vago"), no merece uno acumular capital ni gozar de rentas, y en cambio en España la MN se ha dirigido gozosamente a un mundo mágico en el que el dinero brota de la nada, y acaban llamando "vagos" a los jóvenes a los que exprimen con alquileres.
Citar(...) Un país en el que se trabaja poco será pobretón, por mucho que subjetivamente sus vagos valoren sus cosas. Los que tienen dinero y los que quieren tenerlo de verdad, saben que lo que lo que renta es trabajar y que el Capital no es más que Trabajo acumulado.Buah... Qué lenguaje.Este pájaro es un incendiario.
(...) Un país en el que se trabaja poco será pobretón, por mucho que subjetivamente sus vagos valoren sus cosas. Los que tienen dinero y los que quieren tenerlo de verdad, saben que lo que lo que renta es trabajar y que el Capital no es más que Trabajo acumulado.
Cita de: Republik en Septiembre 06, 2013, 10:40:13 amCita de: Маркс en Septiembre 06, 2013, 10:09:17 amCitar(...) Un país en el que se trabaja poco será pobretón, por mucho que subjetivamente sus vagos valoren sus cosas. Los que tienen dinero y los que quieren tenerlo de verdad, saben que lo que lo que renta es trabajar y que el Capital no es más que Trabajo acumulado.Buah... Qué lenguaje.Este pájaro es un incendiario.Eso en su contexto me parece que es de lo más revolucionario del discurso de ppcc. Lo que él dice -aunque con sus particulares formas- es que sin trabajar (es decir, siendo "un vago"), no merece uno acumular capital ni gozar de rentas, y en cambio en España la MN se ha dirigido gozosamente a un mundo mágico en el que el dinero brota de la nada, y acaban llamando "vagos" a los jóvenes a los que exprimen con alquileres.Si, pero haría bien en usar otro término, para no confundir el trabajo del que yo interpreto que habla (tratamiento y transformación útil de la naturaleza o de la información) del mero trabajo humano o trabajo en sentido clásico.En la producción de bienes y servicios, tangibles o no, hay cada vez más intervención de la tecnología, de las máquinas y de los algoritmos, y cada vez menos -y bajando- intervención humana. Eso es un buen petardazo en la línea de flotación de la teoría del plusvalor (por cierto rarita, rarita, pero eso para otro día...). El caso es que a los obreros en paro que deja la tecnología a su paso (principalmente el software y la automatización, pero no exclusivamente) no les está "robando" nadie el dichoso plusvalor. Es que sobran. Pero riqueza se genera, vaya si se genera; producción hay, vaya si la hay; y beneficio también, vive Dios. Y precios. Y todo.La teoría de ppcc es conservadora, hace siempre lo mismo: partiendo de que nunca hay ni habrá nada nuevo bajo el sol, identifica las distorsiones que se han producido en el capitalismo-como-dios-manda, las expone y propone su regresión, y todo ello brillantemente... pero yo creo que sí hay cosas nuevas bajo el sol.
La chapuza de la reforma de las pensionesTodo sistema de pensiones de reparto es inherentemente inestable. A menos que el número de trabajadores crezca lo bastante rápido como para mantener a lo largo del tiempo la ratio entre el número de ocupados y el número de pensionistas, o a menos que el incremento de la productividad de los trabajadores supla el deterioro de esa ratio, el sistema de reparto se cae y nos aboca a alguna de estas dos salidas: o se incrementan las cotizaciones sociales o se recortan las pensiones.En cambio, el sistema de capitalización es perfectamente sostenible: no ya porque cada persona sea la responsable de costear su propia jubilación, sino porque la pensión percibida en el futuro depende de la riqueza que cada persona haya sido capaz de generar con ese ahorro. El sistema de capitalización no se basa en promesas infundadas cuyo cumplimiento dependa de elementos exógenos al sistema: al contrario, se basa en las decisiones financieras que adopte el futuro pensionista. Acaso por ello produzca tanta desazón: porque individualiza responsabilidades y no permite traspasarle al vecino el muerto de los errores propios. Pero mi intención no es reflexionar sobre las múltiples virtudes del sistema de capitalización cuanto ubicar el debate sobre la enésima reforma de la Seguridad Social española dentro de la implacable lógica de los sistemas de reparto.La reforma definitiva del sistema de repartoSabido es que, hace apenas un trimestre, el “Comité de Expertos sobre el factor de sostenibilidad del sistema público de pensiones” emitió un informe con una propuesta de reforma de nuestra Seguridad Social que pretendía ser la definitiva. En efecto, durante los últimos 30 años las pensiones públicas españolas han sido sometidas a toda una serie de “retoques” (mega-recortes de todo tipo: ampliación del período de cómputo de la base reguladora, elevación de la edad de jubilación, separación de las fuentes de financiación de las pensiones y la sanidad, etc.) que han sometido a los pensionistas españoles a la arbitrariedad de la camarilla gobernante de turno: cada vez que este insostenible sistema quebraba, no quedaba otro remedio que reunir a los mandarines políticos y oficiar una nueva quita con efectos y damnificados inciertos.No es que el comité de expertos haya dado con la fórmula mágica para evitar estos recortes, sino que se contenta con automatizarlos y transparentarlos. Así, su propuesta consiste en someter el cálculo de las pensiones a dos correctores objetivos que permitan su ajuste (recorte) dinámico.El primero, el llamado Factor de Equidad Intergeneracional, busca equiparar las pensiones totales que percibirán dos jubilados con distintas esperanzas de vida: es decir, quien viva más ha de cobrar cada mes algo menos y quien viva menos ha de cobrar algo más. Por tanto, conforme se alargue la esperanza de vida de los españoles, sus pensiones deberán minorarse.El segundo, el Factor de Revalorización Anual, busca corregir los desequilibrios estructurales entre los ingresos y los gastos del sistema de Seguridad Social mediante el aumento o la disminución de las pensiones medias: cuando los ingresos del sistema crezcan más que los gastos (determinados por el aumento del número de pensionistas y por la sustitución de jubilados con pensiones bajas por jubilados con pensiones altas), se podrá revalorizar las pensiones medias hasta que ambos se igualen; cuando los gastos crezcan más que los ingresos, habrá que rebajarlas hasta que, también, se igualen. Además, si la situación de partida es de un desequilibrio general entre ingresos y gastos, habrá que modificar escalonadamente las pensiones para que desaparezca ese desequilibrio de partida. Los expertos sólo aceptaron proscribir los recortes nominales de las pensiones para los jubilados actuales y por una mera cuestión de equidad. En esta sede, su recomendación fue utilizar el capital del Fondo de Reserva de las pensiones para compensar la minoración nominal que sí debería aplicárseles a los jubilados para equilibrar las cuentas de la Seguridad Social.Ambos correctores (pero, sobre todo, el segundo) garantizan la sostenibilidad de cualquier sistema de pensiones de reparto. Obviamente, lo hacen a costa de institucionalizar los recortes anuales de las prestaciones de los jubilados en cuanto los ingresos devengan insuficientes. Pero eso –recortes estructurales– es lo máximo a lo que puede dar de sí un sistema de reparto.El Gobierno agua la reformaEl pasado lunes, Fátima Báñez presentó a los siempre mal llamados “agentes sociales” la propuesta de reforma de las pensiones pergeñada por el Ejecutivo a partir de las sugerencias del Comité de Expertos. Aunque en apariencia el PP fue bastante obediente, la realidad es que, ciñéndonos a lo anunciado, convirtió en papel mojado las recomendaciones del Comité. Lo menos grave del asunto fue que retrasó a 2019 la entrada en funcionamiento del Factor de Equidad Intergeneracional lo que provocará, como ya le advirtió el Comité, la necesidad de tijeretazos mucho más duros en las pensiones del futuro. Pero lo mollar no fue la alteración de los tiempos propuestos, sino de los factores de ajuste.En concreto, el Gobierno pretende restringir la revalorización anual de las pensiones a una horquilla que oscile entre un mínimo del 0,25% y un máximo del IPC+0,25%. Es decir, ninguna pensión podrá jamás sufrir un recorte nominal: pese a que el Comité de Expertos sólo propuso blindar de los recortes a los pensionistas actuales, el Gobierno ha optado por extender su manto protector sobre el conjunto de los jubilados presentes y futuros. Y con ello ha inoculado de nuevo el virus de la insostenibilidad al sistema de reparto; ante las insuficiencias de ingresos, las pensiones no podrán reducirse nominalmente, de modo que al Estado sólo le quedarán dos caminos: o subir la tributación o aprobar una nueva reforma-recorte de las condiciones del sistema.Ahora mismo, de hecho, el sistema de Seguridad Social presenta un déficit anual de 15.000 millones de euros; un desajuste que, a largo plazo, sólo hará que ensancharse. En este contexto, es evidente que las pensiones deberían reducirse (ya sea alargando la edad de jubilación, incrementando el período de cálculo de la base reguladora, disminuyendo los porcentajes aplicables a la base reguladora o rebajando las pensiones actuales) pues al ritmo actual el Fondo de Reserva se habrá vaciado en cuatro años.Pero el Gobierno se ha atado las manos, con lo que el gigantesco agujero de la Seguridad Social no podrá corregirse a corto y medio plazo. A lo que asistiremos, pues, es a una congelación de facto de las pensiones (revalorización del 0,25% anual) durante bastantes años hasta que la inflación consiga por la vía real aquello que el Gobierno tiene arrestos para hacer por la vía nominal: que el poder adquisitivo de los pensionistas se hunda el mísero nivel que permite sostener nuestro fraudulento sistema de reparto.Ahora bien, para que estas tramposas cuentas le cuadren al PP será necesario que la inflación sea lo suficientemente elevada como para compensar los efectos de la caída del número de cotizantes, del aumento del número de pensionistas y del incremento de la pensión media por efecto sustitución. Con una inflación moderada (esto es, con un robo monetario moderado), la Seguridad Social seguirá quebrada y una reforma que podría haber sido definitiva se quedará en otro parche que, para más inri, los diversos gobiernos populistas que vendrán no tendrán el más mínimo reparo en extirparse. Ni transición al sistema de capitalización, ni reforma seria del sistema de reparto. Para variar, una chapuza más de este Gobierno.
No le objeto -más bien le aplaudo porque es algo que se trata de ocultar desde arriba- el hecho de poner de manifiesto la triste realidad de que en la era de los mercado financieros hiperautomatizados y los bancos centrales "acomodaticios" y visiblemente coaligados con los intereses del gran dinero, es cierto que las rentabilidades reales del dinero a larg son magras en promedio y míseras para la mayoría (pura estadística); aquí juega un papel clave la deliberada confusión de las referencias merced a la inflación.
Sí es verdad que la teoría del plusvalor tendrá que adaptarse mucho para explicar lo fenómenos típicos de nuestra época que aportan valor aparente al trabajo (si dividimos VAB entre personas) pero realmente proceden de activos cada vez menos tangibles (imagen, marca, patentes, procesos, gestión); en ese punto me desconcierta que aún existan adherentes a la teoría del valor-trabajo como un todo, si bien tampoco podemos tratar de eludirla (la teoría y la discusión). Imagino que se pasará a cuestionar el origen del capital que va a permitir esa enorme transferencia desde rentas desde trabajo a capital (y realmente esa acumulación no está ocurriendo por procedimientos neutrales y "de mercado" sino en muchos casos mediante obscenas manipulaciones de los mecanismos más o menos "naturales" entre las que destacan los oligopolios colusivos y de modo creciente las patentes y otros derechos, cuya atribución, "enforcement" y duración no son nada neutrales en este proceso de acumulación moderna de capital) que apunta a un mundo en el que el capital genera para sí mismo casi todas las rentas.
la teoría del plusvalor (por cierto rarita, rarita, pero eso para otro día...).
A partir de 2016, precisamente...
Cita de: sudden-and sharp en Septiembre 06, 2013, 16:17:59 pmA partir de 2016, precisamente...En otras palabras, el que venga detrás que se apañe, hasta entonces, que siga la fieshtah