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Pero, ¿quién manda aquí?lLos expertos cada vez coinciden más en la opacidad del poderLo que no saben con certeza es si se debe a un ocultamiento voluntario o a un caos disperso que dificulta su identificaciónhttp://sociedad.elpais.com/sociedad/2013/06/29/actualidad/1372527309_683794.html
Eduardo Punset no cree en la opacidad del poder actual: “Cualquier tiempo pasado fue peor”, afirma. Lo que no significa que no utilice técnicas espurias para imponerse. “La mentira pura y dura. Nos han dicho que la crisis es planetaria como si Neptuno, Urano o Saturno pudieran ser responsables del déficit que nos agobia”. ¿Cómo podemos detectarlas los ciudadanos? “Aceptando que no estamos divididos en izquierdas o derechas irremediablemente, sino en aquellos que no han cultivado el pensamiento intuitivo y emocional y los que ya están aplicando —aunque son muy pocos— las bases del aprendizaje social y emocional”, afirma el responsable del programa Redes.
Es curioso, no me funciona usado directamente, pero buscado en duck duck go, el mismo enlace es válido. ¿?¿?¿?https://duckduckgo.com/?q=Pero%2C+%C2%BFqui%C3%A9n+manda+aqu%C3%AD%3F+site%3Aelpais.comEdito para comentar que, según Punset, los españoles no hemos sido capaces de detectar y prevenir el deterioro del sistema político porque no leemos sus pastiches pseudofilosóficos, que él nos quiere vender como pensamiento crítico.CitarEduardo Punset no cree en la opacidad del poder actual: “Cualquier tiempo pasado fue peor”, afirma. Lo que no significa que no utilice técnicas espurias para imponerse. “La mentira pura y dura. Nos han dicho que la crisis es planetaria como si Neptuno, Urano o Saturno pudieran ser responsables del déficit que nos agobia”. ¿Cómo podemos detectarlas los ciudadanos? “Aceptando que no estamos divididos en izquierdas o derechas irremediablemente, sino en aquellos que no han cultivado el pensamiento intuitivo y emocional y los que ya están aplicando —aunque son muy pocos— las bases del aprendizaje social y emocional”, afirma el responsable del programa Redes.Por otra parte, que a este ex-político le hayan dejado erigirse en el equivalente español de Carl Sagan o de David Attenborough dice mucho de la opacidad del poder.
Gerardo Iglesias: Estamos marchando a pasos agigantados a la frontera de lo que fué el franquismo[...]En esos años España sufrió la reconversión industrial. Un proceso que afectó muy duramente a su tierra, Asturias. Siempre se han vendido estas medidas como que no había alternativa. ¿Cree que la había? ¿Y cree que su partido supo plantearla en ese momento?No me atrevería a afirmar que teníamos una alternativa completa. Evidentemente, se plantó cara y hubo luchas importantes en contra de aquel modo de reconvertir la industria asturiana. Yo ya había vivido la reconversión de la minería en una primera etapa, no en esta, cuando se pasó a la acción concertada de las minas, el embrión de Hunosa. Previamente, se ingresaron cantidades de dinero a la empresa pública y yo que estaba trabajando allí vi verdaderas barbaridades. Se abandonaban explotaciones a pleno rendimiento, se gastó el dinero, se desbarató y al final tuvo el Estado que cargar con unas minas desatendidas y medio desmanteladas. En la reestructuración fuerte, la de los ochenta, ofrecimos alternativas. Decir si teníamos una, digamos, integral, no sé si la teníamos lo suficientemente hilvanada. Tampoco tuvimos fuerza para oponernos a todo esto que nos ha llevado adonde estamos.En Asturias hemos tenido muy mala suerte. Yo estaba en Madrid y entonces se conocía el Gobierno de Murcia, el de Cantabria, no digamos el andaluz o el catalán, pero el de Asturias era como si no existiera. Porque aquí hubo una serie de Gobiernos, el primero presidido por Rafael Fernández que, bueno, trató de poner algunos cimientos. Pero luego vinieron otros presidentes, quizá con la excepción de Pedro de Silva, siempre muy dóciles y muy sometidos a los mandatos de Madrid. Las propuestas que se hacían desde Asturias pronto se quedaban en el baúl de los recuerdos en cuanto llegaban a Ferraz. Nunca hubo una tensión dialéctica.Por citar un ejemplo, se instituyó una plataforma en defensa de la variante del Pajares, ya que uno de los grandes problemas históricos de esta comunidad es la comunicación con el resto del mundo. Y el PSOE estaba en contra porque se lo ordenaban en Madrid.Por eso la reconversión industrial no tenía detrás una política bien pensada. Se hizo a golpe de improvisación. Una de las medidas fueron las prejubilaciones. Eso solo tenía el fin de evitar el conflicto social. Una gran inversión que no era productiva. Cuando el prejubilado se va a su casa con una buena pensión, su hijo se queda en la calle. Y el hijo del otro. Y cuando el prejubilado llega a los sesenta y cinco se queda con la pensión que le toca como a todo el mundo y ahí se acabó todo. E incluso las inyecciones que se metieron en polígonos industriales fueron muy mal administradas. A los sucesivos Gobiernos de Asturias, no voy a entrar en el último que no tiene recorrido, no les podría poner buena nota.Empezó el vaciado del tejido productivo de España…No sé si recuerdas aquella frase de Solchaga, de que este era el país donde más fácil era hacerse rico. Ese era el fin de la política económica española, ponerse en manos de los tiburones financieros y no articular un proyecto industrial, de carácter integral, con perspectivas de futuro.¿Pero realmente era factible en aquel momento ponerse a trabajar a largo plazo con todas las dificultades inmediatas que atravesaba el país?El PSOE pudo hacer muchas cosas porque tuvo mayorías para ello. Estuvo mucho tiempo en el Gobierno. Hizo cosas importantes, incluso en la etapa de Zapatero, pero ni González ni Zapatero, en el meollu de la cuestión, la política económica, la que hicieron fue tanto para un rotu como para un descosiu. Puedes llamar a ese rotu PSOE y a ese descosiu PP. Es decir, lo mismo. A lo que el PSOE nunca estuvo dispuesto y parece que sigue sin estarlo es a orientarse hacia un modelo económico distinto, plantando cara a los que nos dirigen desde «los mercados», que no sé yo qué es eso de los mercados, aunque sé sus nombres y apellidos. Empezaron a llevárselo todo a China, Vietnam, a Singapur donde la mano de obra era tirada y ahora quieren traernos el modelo laboral de allí, que trabajemos largas jornadas por cuatro pesetas o euro y medio, y dejándonos en el camino importantísimos derechos sociales. A esto hay que plantarle cara, pero no parece que…
Gregorio Morán: Los padres de la transición eran absolutamente impresentables[...]En el último libro publicado sobre Adolfo Suárez —Puedo prometer y prometo, de Fernando Ónega (Debate, 2013)—, en su página ciento veintiocho, después de describir lo bien que se entendieron finalmente Adolfo Suárez y Josep Tarradellas (entonces presidente de la Generalitat en el exilio), su autor, refiriéndose a la situación actual en Cataluña, opina: «nunca entenderé por qué se ha roto aquel entendimiento. Tiendo a pensar que en algún momento España y Cataluña perdieron aquellos hombres de Estado». ¿Es, a su modo de entender, real esa diferencia entre los políticos de la Transición y los actuales?Ese tema me tiene ya harto. Ahora parece que los padres de la Transición fueron unos políticos acojonantes. Mire usted: los padres de la Transición eran absolutamente impresentables. Lo que pasa es que la cosa salió bien. Le pongo un ejemplo: Miguel Roca Junyent. Este señor consiguió arruinar prácticamente a todo el mundo que se implicó en la campaña política más derrochadora de la historia de España, que fue la de la Operación Reformista. Y todo para no conseguir salir elegido ni él. Solo sacaron un diputado en todo el país.Cuando en 1976 Adolfo Suárez, que aún no era presidente del Gobierno, defiende ante las Cortes franquistas el Proyecto de Asociación política, pronuncia un gran discurso. En tu libro destacas un trozo que tiene mucho significado: «Pensar, a la altura de 1976, que la eficacia transformadora del sistema no ha sido capaz de fundar sólidas bases para acceder a las libertades públicas es, señorías, tanto como menospreciar la gigantesca obra de ese español irrepetible al que siempre deberemos homenajes de gratitud y que se llamaba Francisco Franco». ¿Qué opinión le merece ese fragmento?Ese es un texto de Fernando Ónega dictado palabra a palabra por Torcuato Fernández Miranda. El texto es genial, fruto de la privilegiada mente de Torcuato. Adolfo Suárez, hasta que se celebra el referéndum sobre la ley para la reforma política de diciembre de 1976, no es más que una marioneta inteligente en manos de Torcuato. La ruptura se produce en enero. Cuando gana la consulta popular Adolfo Suárez decide: «ahora me toca a mí». Ya ha aprendido. Ha, por así decir, terminado el máster. Entonces es cuando se celebra en el palacio de la Zarzuela aquella comida del Rey, Suárez y Fernández Miranda en la que este último nota que está perdiendo pie.Usted cuenta en su biografía de Suárez que después de esa comida, a la que había asistido también la Reina y las esposas de los dos políticos, y acompañados de la hermana del Rey, doña Margarita, y su esposo, que se incorporaron a los postres, pasaron a otra sala a ver una película. Entonces, cuando se acababan de apagar las luces —según su relato—, se oyó la voz de Suárez que decía: «¿Pero cómo no voy a estar agradecido a Torcuato? Sería entonces un malnacido».Torcuato Fernández Miranda se indignó cuando leyó ese relato aquel día que lo visité en su chalet de Somió. «¿Quién le dijo esto?», me suelta. Y yo le pregunto: «¿Es mentira?». Y él: «No, no, pero es que yo ni me acordaba de la película. ¿Quién se lo contó?».Claro, pero ocurre que en aquella sala solo había ocho personas. Los cuatro matrimonios.Bueno, y el cámara que proyecta la película.[Gregorio Morán se ríe satisfecho por el hecho de mantener sus fuentes en secreto, después de más de treinta y cinco años, y saber que muchos, entre ellos el entrevistador, quisieran conocerlas].¿Qué significó para Adolfo el general Andrés Casinello en aquellos primeros años de la Transición?Casinello había estado en los servicios secretos del almirante Carrero Blanco y luego a las órdenes de Arias Navarro. Andrés Casinello fue una figura importante de la Transición.Se ha escrito que Andrés Casinello, en 1974, cuando estaba en los servicios secretos de Franco, facilitó los pasaportes a los socialistas —entre ellos a un joven llamado Felipe González— para acudir al congreso de Suresnes (Francia). Y que influyó sobre ellos para que tuvieran una actitud pacífica y negociadora durante la Transición.Eso no me lo creo. Los servicios secretos de Franco tenían dos obsesiones: el PCE y Gil Robles. Cualquier conexión democristiana era más peligrosa —para los servicios secretos— que los socialistas. Al PSOE no le hacían ni puto caso. Es alucinante cómo se cuenta, pasados unos años, la historia. Mire, le voy a poner un ejemplo. Hace unos años conocí a unos chicos que iban contando que su padre, que tenía mi edad, era el encargado durante el franquismo de pasar por el puerto de Pajares, entre Asturias y León, a Felipe González. Yo me quedé de piedra. Según estos muchachos su padre facilitaba —como si hubiera en el puerto de Pajares una frontera muy vigilada por los cuerpos de seguridad— las visitas a los mineros asturianos de González cuando venía de Madrid. Yo he pasado por Pajares miles de veces y nunca ha habido allí ni una pareja de la Guardia Civil. Además, si la hubiera habido, no habrían conocido a Felipe. Pues ahora la gente va y se inventa la clandestinidad donde no la hubo. Yo asistí como periodista al XXVII Congreso del PSOE que se celebró en Madrid en diciembre de 1976. El partido aún no era legal. Pero ellos celebraron tranquilamente su congreso en un hotel madrileño.Allí vi a Olof Palme, a Willy Brandt a Altamirano, el chileno… Y la policía no entró a detener a nadie.¿Es verdad que Andrés Casinello pasaba información sobre Arias Navarro a Suárez?Se la pasaba a Torcuato que era el analista, el que sabía manejar los tiempos de la defenestración de Arias Navarro. El viaje del Rey a EE. UU. lo organiza Torcuato.¿El Rey no participaba en toda aquella estrategia para quitarse de en medio a Arias Navarro?El Rey no tenía talento para todo aquello. El Rey tiene un talento borbónico, es decir: muy limitado. Lo ha demostrado reiteradamente, no es una calumnia. Además de que históricamente no hubo ningún Borbón con talento. Se les dieron bien —porque eran reyes— las mujeres, la caza, etc… El dinero incluso. Pero para la política nunca tuvieron mucho talento.[...]Hay una famosa carta que usted reproduce íntegra y en castellano en su biografía de Suárez de 2009. Me refiero a la que presuntamente envió el Rey al Sha de Persia pidiendo diez millones de dólares para la UCD, el nuevo partido de Adolfo Suárez. Esta carta aparece citada también en Los que le llamábamos Adolfo, el libro del periodista Luis Herrero (La esfera de los libros, 2007). ¿Se financió de este modo la creación de UCD?Según Suárez en su partido no entró ni un duro proveniente de esa fuente. Tuve que comprar el libro —The Sha and I de Asadollah Alam, un antiguo ministro de Reza Pahlevi— en el que aparece esa carta. lo compré en EE. UU. Y gracias a mi mujer, que traduce del inglés, realicé la transcripción en castellano.Pero hay diferentes versiones sobre las fuentes de financiación de la UCD. Se habla de Irán, de Arabia Saudí, de los bancos españoles, de la CIA….Hay un nombre importante en este asunto, el de Prado y Colón de Carvajal, el amigo del Rey. Este señor, que era un personaje absolutamente increíble, es otro que se ha llevado muchos secretos a la tumba. En mi libro cuento que se aprovecha de que Suárez no habla inglés para confundirlo con los millones y los miles.Es muy importante, hablando de la financiación, el dinero que se pone para liquidar a Suárez. Llega un momento en que la CEOE, y a su cabeza Ferrer Salat, piensa que Adolfo Suárez es un peligroso izquierdista, que es capaz de pactar con el PSOE, o peor, con el PCE. Recuerdo haber hablado de este tema con Ferrer Salat en el 79, cuando preparaba el primer libro sobre Suárez. Entonces estaban muy amedrentados porque Adolfo Suárez había ganado las elecciones. Ahí se monta la conspiración para acabar con Suárez desde dentro del partido. Comenzaron a decir que los iba a llevar a la ruina. Curiosamente se decían entonces de Suárez cosas parecidas a las que hoy se dicen de Mariano Rajoy. Pero con la diferencia de que Rajoy tiene mayoría absoluta y es gallego —que eso es importante— y no les hace ni puto caso.Entonces Suárez no dimite, sino que lo hacen dimitir. ¿Es así?Absolutamente. Entre la derecha, el ejército y el Rey, se lo cargan.La historia de que los generales le ponen a Suárez las pistolas encima de la mesa ¿es verdad o una leyenda?Es verdad, pero no literalmente. No hay pistolas. No es exactamente así. Eso de las pistolas forma parte del guión tipo Hollywood de la Transición. Se celebra una comida en el Palacio de la Zarzuela. Adolfo Suárez no sabe que se va a celebrar. El Rey lo invita a última hora y se encuentra allí con la cúpula militar. Suárez se mosquea mucho. En un momento dado el Rey se levanta y dice: voy un momento al lavabo. Y los deja solos. A los militares y a Suárez. Entonces los militares le dicen que no están dispuestos a consentir que la cosa continúe así. En ese momento sí hay alguno que hace metáforas con la palabra pistola. Pero no llegan a sacarlas, no era necesario. Hubiera sido algo absurdo. Hay que decir —haciendo un inciso— que Suárez tiene tropecientos defectos, pero hay que reconocerle algo que demostró siempre: una valentía inigualable. Muy superior a la de esos mando militares. Si es algo referente a la inteligencia o al talento, se le puede cuestionar. Pero la cuestión testicular la tenía muy bien colocada. Cuando el Rey volvió, el almuerzo continuó. Pero Suárez tenía ya bastante claro que había llegado a un punto de no retorno.¿Eran conscientes el Rey y Torcuato Fernández Miranda de que tenían poco tiempo para llevar a cabo la Transición? Lo digo porque si se analiza una cronología de aquel periodo todo transcurre con mucha rapidez.La Transición empieza con la muerte de Franco, en noviembre del 75, y termina con la victoria en la elecciones generales del PSOE de octubre del 82. Es verdad que, sobre todo en su primera parte, la Transición va bastante rápido. Había que contentar a los diferentes sectores, principalmente a la izquierda. Una de las cosas más curiosas que ocurren entonces es lo que podíamos calificar de los engañadores engañados. Es decir: Adolfo Suárez y la derecha pensaban que el poder de la izquierda era acojonante. Carrillo tiene el talento de convencer a Suárez de que él puede poner en la calle a miles y miles de activistas. También le ofrece —en aquella primera reunión clandestina— que a partir de la legalización, el PCE será capaz de frenar cualquier movimiento desestabilizador. Pero, le dice, siempre que ocurra algo tendrás que avisarme a mí. Fíjese qué astucia la de Carrillo. De ese modo se convierte en un interlocutor privilegiado. Suárez terminará dándose cuenta de que a la postre dicho intermediario no le sirve para nada. Porque Carrillo controlaba poca cosa. Y sobre todo después de las elecciones generales de junio del 77, en las que el PCE pasa a ser un partido más (veinte diputados y un nueve por ciento de votos). Entonces todo cambia.¿En qué consistió el llamado «El pacto de los editores», ese acuerdo para no publicar informaciones que podían comprometer o perjudicar al Rey y a la monarquía que tuvo vigencia durante la Transición? ¿Continúa en vigor ese pacto?Yo no creo que, como parece indicar la expresión, los editores de los medios de comunicación más importantes de la época se reunieran y acordaran nada. Sencillamente se produciría en algunos casos una llamada de Zarzuela para decir a un editor (o dueño de medio de comunicación) lo que tenía que hacer en un momento determinado. Era obvio que el Rey era una figura intocable. Por lo tanto no se podían sacar informaciones sobre él. En una medida semejante a lo que ocurre ahora. Es decir: que si hay un reportaje en el que el Rey aparece en una situación no decorosa o comprometida, llamaran desde Zarzuela a un millonario para que simplemente compre esas fotos. Así se arreglan las cosas.Hablemos del papel de la prensa y el resto de medios durante la Transición. ¿Hasta qué punto cumplió con su función de control al poder?Visto desde la perspectiva de hoy, diciembre de 2013, la prensa de la Transición era lo más audaz y temerario que uno se puede imaginar. Porque ahora ya no se puede decir absolutamente nada. En la Transición hay varios periodos. El anterior a las elecciones de junio del 77 es un periodo interesante. No porque se pudiera decir de todo, sino porque todo era muy raro. Por ejemplo: a mí me detienen por aquel asunto del comisario Conesa. http://www.march.es/ceacs/biblioteca/proyectos/linz/Descargas/download.aspx?file=R-54477&busqueda=.pdf Y la detención ocurre en la misma redacción del periódico, Diario 16. Nunca tuve del todo claro por qué me habían detenido. Luego supe que el general Milán del Bosch estaba detrás. Me llevaron a la calle del Reloj número cinco, donde había entonces un famoso sitio de torturas. Pero no ocurrió nada. Había un policía que me hizo los papeles y allí me quedé. Luego, delante del juez, pregunté que por qué había tenido que pasar allí la noche. «Mire, yo no lo sé —me dijo el militar togado— yo lo único que le puedo decir es que mi general Milán del Bosch me dijo: “quiero a ese chaval (que no debió decir chaval sino ‘ese hijo de la gran puta’) aquí mañana a las nueve”». A las nueve del día siguiente firmé y me marché.En la página web de la Fundación March se puede consultar el Archivo Linz de la Transición española. En ese archivo se guarda la noticia que el diario El Alcázar publicó el 21 de mayo de 1977 sobre su detención. Le leo, por lo curioso que hoy resulta, el final de la noticia: «El tribunal que entiende el caso planteado abrió proceso contra Gregorio Morán el pasado 10 de mayo que se encuentra en estos momentos en libertad condicional, tras haber pagado una fianza de doscientas mil pesetas. El señor Conesa pide una indemnización de veinte millones de pesetas, pues estima que la publicación le ha perjudicado una operación que mantenía con la editorial Planeta». Parece que con su reportaje en Diario 16 fastidió el negocio de este señor para publicar algo en Planeta.Sí, claro, seguro que tenía ya hablado con la editorial la publicación de un libro. Puede que para contar la liberación de los generales secuestrados por el GRAPO, el grupo terrorista. No lo sé. El periodismo durante la Transición no se puede afirmar de forma categórica que fuera más libre. Sí que fue más caótico. Había más posibilidades. Por ejemplo me acuerdo de lo que entonces era ser fotógrafo de prensa. Entonces había una cantera magnífica de fotógrafos. Es verdad que luego la trayectoria que han seguido algunos de esos fotógrafos fue curiosa. Por ejemplo yo me acuerdo de que el fotógrafo más audaz —no el mejor técnicamente, pero sí el más valiente— era Alfonso Rojo. Entonces Alfonso era mi fotógrafo y además era el representante de la CNT. Vete a recordárselo ahora. Y nos metimos en unos líos tremendos. Porque entonces investigaba yo las tramas ultraderechistas y ese es un tema delicado.¿Eran los GRAPO un grupo terrorista organizado por la ultraderecha? Se argumenta esta posibilidad en El zorro Rojo (una biografía de Santiago Carrillo recientemente publicada por Paul Preston). Dice Preston (Página 298) que tres ministros (Gutiérrez Mellado, Martín Villa y De la Mata Gorostizaga) estaban convencidos de ello. Los secuestros de Antonio María de Oriol y Urquijo y de Emilio Villaescusa, que fueron reivindicados por el GRAPO, serían junto con los asesinatos de los abogados laboralistas del despacho de la calle Atocha, y siempre según esa teoría, esfuerzos de la ultraderecha para desbaratar la Transición.Hombre, después de lo de Pio Moa… El que redactaba los comunicados del GRAPO era el hoy escritor Pio Moa. Hay historias paralelas muy interesantes. ¿Sabía usted que los archivos del Movimiento Nacional se quemaron? Pues esta es una de esas cosas interesantes que poca gente sabe. Martín Villa ordenó en 1977 que se prendiera fuego a todos aquellos papeles. Con lo que, por ejemplo, toda la información sobre confidentes e infiltrados se la llevaron las llamas. En Barcelona se conoce la fábrica en la que se quemó todo. Eran mucho kilos de papel. Yo he trabajado (investigado) en los archivos de la administración que hay en la calle Alcalá, pero lo más interesante no está allí. Uno de los rasgos más característicos de la Transición es que se amnistiaron a sí mismos. Yo fui militante clandestino durante un montón de años. A mí me hubiera gustado saber qué confidente tenía yo. Yo sabía que había alguien de mi entorno que pasaba información sobre mí. Si esos archivos no se hubieran quemado, habría sabido quién fue. Pero siempre me quedaré con la duda. El GRAPO no fue una invención policial. Lo que si hubo fue lo que podríamos llamar una instrumentalización del GRAPO. Los integrantes del GRAPO venían de Galicia y eran claramente unos pringados a los que manipularon.¿Infiltró la extrema derecha a alguien en los GRAPO?No se podía meter a un agente de extrema derecha en un grupo como aquel. En los movimientos subversivos se puede infiltrar un agente, pero debe ser alguien que en apariencia sea más radical que los que ya están dentro. Recuerdo el caso del Lobo, el famoso infiltrado en ETA. Recuerdo que en aquella época había muchas detenciones y a mí se me había encargado por el partido que documentara aquellos arrestos. Hoy lo de ETA parece una leyenda viva, pero las situaciones que se daban entonces eran para partirse de risa. Al comando en el que estaba infiltrado el Lobo, después de cometer varios atentados, no se le ocurre otra genialidad que convocar al infiltrado a una reunión en el Paseo Rosales de Madrid. Van y le dicen: «Oye, estamos sospechando que tú eres un confidente», el Lobo va y responde como ofendido: «¿Cómo? ¿Que sospecháis de mí? Pues a partir de ahora estoy fuera. Vosotros decidiréis qué vais a hacer conmigo. Yo con esa sospecha no estoy dispuesto a seguir. Quedo a la espera de vuestra decisión». Esa noche no quedó ninguno, los detuvieron a todos. La policía se los llevó a todos ellos a comisaría. Claro. Por gilipollas.En el reciente libro del historiador Paul Preston sobre Santiago Carrillo, El zorro Rojo, su último capítulo lleva el llamativo título de «De enemigo público número uno a tesoro nacional 1970-2012». Carrillo, en 1974, decía cosas como que «Juan Carlos es una criatura de Franco…» y que no había más salida que la República. Entonces decía públicamente que era necesaria la ruptura democrática. «¿Qué realismo es ese que se imagina el paso de una dictadura fascista a una democracia sin que medie una verdadera revolución política?» es otra de sus frases de la época. ¿Cómo cambió tanto en tan poco tiempo para aceptar la petición de un enviado de Juan Carlos de Borbón (Nicolás Franco) de mantener la calma cuando se produjera el «hecho sucesorio» y luego para aceptar la propuesta de Suárez de renunciar a la bandera y a la República a cambio de la legalización?Es una cuestión bastante compleja porque ahí se mezclan, como en todo, elementos personales. Cuando éramos jóvenes dábamos poca importancia a los elementos personales y pensábamos que las coyunturas, las crisis, los contextos, etc… tenían más trascendencia. Vamos a ver: la legalización del PCE es un acuerdo al que llegan Adolfo Suárez y Santiago Carrillo solos. Sin el Rey y sin Torcuato. Para entender la legalización del PCE los elementos personales son fundamentales.¿Entonces no es cierto que el Rey habló con Ceaucescu, el Presidente de Rumanía, que tenía buena relación con Carrillo?Eso es verdad, pero había ocurrido mucho antes. Es verdad que el Rey mandó a Prado y Colón de Carvajal a hablar con Ceaucescu. Lo que el Rey quería durante todo aquel periodo previo a la legalización era que el PCE aceptara un cambio de nombre, que se hiciera la legalización a la griega. En Grecia el partido comunista había participado en la Guerra Civil y se le dejó luego participar en política, pero con otro nombre. Algo así como Agrupación Democrática de Izquierdas. Esa fórmula al Rey le gustaba mucho porque de ese modo, quitándose de encima la palabra comunista, eliminaba la presión de los militares. Además a los EE. UU. también le hubiera gustado mucho que se hiciera así. Es decir: había muchas opiniones que coincidían en que había que legalizar el Partido Comunista pero sin que fuera el Partido Comunista. Ahora —treinta y cinco años después—, cuando analizo estos asuntos, me doy cuenta de la importancia de los aspectos personales. Carrillo, entonces, cuando vuelve a España, tenía ya una edad, casi setenta años. Aquel que pasa por delante de él es el último vagón del último tren. En mi libro Miseria y grandeza del Partido Comunista de España cuento que Carrillo, al morir Franco, sabe que ese tren se ha puesto en marcha. Entonces reúne en París a su cúpula, la del PCE en el exilio —catorce personas— y les dice: « Todos tenéis que volver a España». Les dice que él también va a volver. Le sugieren un debate, pero él dice que no hay nada que discutir, que «a volver todos». Recuerdo que yo tuve que recoger desde dentro de España a muchos de ellos, modestos funcionarios de la revolución, que venían acojonados. Treinta o cuarenta años sin pisar España y regresaban con mucho miedo. Entonces Carrillo fuerza las situaciones. Monta una rueda de prensa en la calle Atocha de Madrid (noviembre de 1976) con muchos periodistas presentes. Rueda de prensa con la que busca ser detenido. Quiere que lo detengan porque si eso no ocurre sabe que va a quedar en ridículo. Si no lo detienen significa que no es peligroso, que no tiene poder. La detención es pura parodia. Martin Villa, entonces ministro de Interior («de Gobernación» se llamaba entonces al cargo), le ofrece un pasaporte para volver a París. Carrillo se niega y, claro, lo meten en la cárcel. Pero no pasa fin de año en la cárcel. Entonces viene la negociación con Suárez.La negociación se tuvo que realizar en el más absoluto secreto. El Rey no se podía enterar porque estaba en contra de la legalización tal y como se hizo. No solo era contrario el Rey, sino todo el gobierno y por supuesto los militares.Y Torcuato Fernández Miranda también era contrario a la legalización, ¿no?Lo de Torcuato es curioso. Torcuato —me lo dice a mí en las conversaciones que mantuvimos para la biografía de Suárez— era partidario de la legalización del Partido Comunista, pero a su ritmo. Y quiere ser él el que se entreviste con Carrillo en Madrid. Le sentó mal que Suárez se le adelantara. Su argumento era que un presidente del Gobierno no debe encontrarse con un dirigente de un partido ilegal, pero que él sí hubiera podido hacerlo. Entonces él era el presidente de las Cortes, con lo que opino que su argumento era bastante débil, pues él también era el representante de una institución del Estado. De ahí el cabreo de Torcuato cuando se entera de la reunión secreta de Suárez con Carrillo. Aquí entra José Mario Armero como intermediario entre Suárez y Carrillo. José Mario Armero era un informador de los Estados Unidos.Se dijo que José Mario Armero era un agente de la CIA.No. Un simple agente de la CIA puede ser un pringado. José Mario Armero era alguien más importante, informaba directamente al Departamento de Estado de los Estados unidos.Vernon Walters fue entre 1972 y 1976 director adjunto de la CIA y llegó a entrevistarse con Franco. ¿Tuvo Armero relación con él?Claro. José Mario Armero era amigo de Vernon Walters. Armero es el que monta el encuentro de Carrillo y Suárez. Y visto desde hoy podríamos decir que fue como una reunión de Anna Magnani con Sophia Loren. Dos actrices soberbias, dos vedettes. La conversación duró muchas horas. Me contó José Mario Armero que tuvo que mandar a su mujer a comprar algo para que comieran porque la cosa se alargaba. Ellos estaban a lo suyo, contándose su vida, sus batallas. Amor a primera vista. Parece ser que Suárez, en aquella primera reunión, ejercitando su capacidad de seducción, le dice a Carrillo: «En España hay dos políticos: usted y yo».Hay que decir que pasaron al tuteo a la primera de cambio. Allí nació una amistad. El pacto fue muy sencillo. Carrillo le dijo a Suárez que no podía cambiar el nombre del partido, pero que si le legalizaba el PCE, podía aceptar la monarquía y la bandera y comprometerse a controlarle cualquier movilización o revuelta callejera. Fíjate si Carrillo cumplió lo pactado con Suárez que recuerdo un mitin del PCE en la plaza de toros de Las Ventas, durante los primeros años de la democracia, en que a unos chicos se les ocurrió sacar una bandera republicana. Pues llegó la seguridad del propio PCE y los forró a hostias. Había órdenes estrictas.
En 1984, en Toledo, en un lugar llamado San Juan de la Penitencia y promovido por la Fundación José Ortega y Gasset, la clase política y algunos historiadores se reunieron para definir —según dices en un artículo— cómo debía pasar a la historia la Transición. En 2007 se funda la Asociación para la defensa de la Transición que comienza presidiendo el teniente general Andrés Casinello. Los firmantes de la escritura fundacional son Andrés Cassinello, Rafael Ansón, Aurelio Delgado, Ignacio García López, José Luis Graullera, Ernesto Jiménez Astorga, Eduardo Navarro y Manuel Ortiz, los más cercanos a Suárez. En 2000 (veinticinco aniversario), el congreso concedió cuatrocientos millones de pesetas y se creó una comisión para estudiar históricamente la Transición. ¿Por qué hace falta defender tanto la Transición?Hombre, porque la Transición fue un negocio fabuloso. Lo que pasa ahora es que la empresa ha quebrado, pero entonces fue un gran negocio. La Transición es una operación que se realiza entre muy pocas personas. Y todos ganan. Unos ganan más que otros, pero todos ganan. Ganan todos los que participaron, no me refiero a la población. Y ganan mucho. Por ejemplo Carrillo. En sus últimos años Carrillo parece un senador romano. La gente iba a verle como si fuera a ver a san Pablo. Todos se quedaban admirados ante él: «qué señor, qué bien se expresa, que humildad, que sencillez». Eso exclamaban al verlo. Cuando en los últimos años veía a Carrillo se me revolvían las tripas. Ver a un señor que conoces muy bien, que sabes que es capaz de lo peor y verlo convertido en un abuelo encantador. Pues imagínese lo que pasaba por mi cabeza.¿Por qué siempre que se ha intentado debatir sobre la Transición a lo largo de estos años se ha acabado en los insultos? Por ejemplo Javier Tusell y Javier Pradera contra Viçenc Navarro en El País y en Claves de la Razón Práctica en 2010. O Fernando Savater en su artículo «¿El final de la cordura?» de 3 de noviembre de 2008, en El País, donde termina escribiendo: «Ahora veo derribar la cárcel de Carabanchel, en la que hace cuarenta años pasé una breve y no diré que feliz temporada. La despido sin tanta nostalgia como muestran por ella los que no la conocieron por dentro. Y así me gustaría ver irse también al olvido a los hunos y los otros, como diría don Miguel, a quienes no olvidan porque su memoria viene de la ideología y no de la experiencia. Son el peor cáncer de la España actual, la de la crisis, el paro y la hostilidad centrífuga».Esto se debe a su propia mala conciencia. Yo ahora publicaré un libro, un folleto de unas ochocientas páginas o cosa así, en el cual cuento la Transición exclusivamente desde el punto de vista de los intelectuales. Es un libro que abarca desde el 62 hasta el 96. Ahí aparecerán muchas de estas manifestaciones. Todos estos eran más que radicales al comienzo y durante la Transición. Es el golpe de estado del 23 de febrero de 1981 lo que los conmociona y los convierte a todos en simpatizantes del PSOE. No se quiere revisar ese periodo histórico, lo que se llamaría el tardofranquismo, los últimos años de Franco y los primeros de la democracia, porque las cosas que se dijeron eran una bestialidad. Bestialidad en el sentido de que, por ejemplo, había algunos que eran partidarios de la lucha armada. Todo eso hasta que llega el 23-F. Después del golpe se les baja la adrenalina, todos se acojonan e ingresan en masa en el PSOE. Pero es que revisar la Transición, para muchos, es revisar su propia vida. Ahí tienes a Martín Villa. Acaba de entrar en la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas un tipo que es un fascista.De ese asunto quería yo también preguntarle. El discurso de entrada de Rodolfo Martín Villa en la citada Real Academia de Ciencias Morales y Políticas que fue pronunciado el 26 de noviembre de 2013, y que se puede leer en internet , tuvo como título «Claves de la Transición, El cambio de la sociedad, la reforma en la política y la reconciliación entre los españoles». En ese discurso utiliza Martín Villa un párrafo de libro de Raymond Carr y Juan Pablo Fusi, España, de la dictadura a la democracia, para definirse a él mismo y a los que como él trajeron la democracia: «El factor generacional fue un componente decididamente importante del aperturismo. Se trataba de jóvenes procedentes del falangismo universitario, de la ACNP, o del monarquismo, nacidos hacia 1930-1940 y que por tanto no habían luchado en la Guerra Civil… Era una generación liberal, dialogante y europeísta, convencida de que la nueva y modernizada sociedad española de los sesenta exigía un sistema político igualmente moderno y nuevo equiparable a las democracias occidentales. Esto no era obstáculo para que muchos de ellos ocupasen cargos públicos, aceptasen la legalidad del sistema y, en suma, asumiesen las responsabilidades que se derivaban de su integración política en el Régimen. Creían en la reforma desde dentro, no en la revolución desde fuera». ¿Qué opina de esto?Esto es un olvido absoluto de un fascista medular. Me afecta a las neuronas. Si eso es así, si ellos eran demócratas ya en el franquismo, entonces los demás, los que vivíamos en la clandestinidad, éramos gilipollas integrales. Porque según eso lo que teníamos que haber hecho era hacernos de Falange y esperar. Claro. Es que esto que dice Martín Villa es una auténtica ofensa generacional. Porque es verdad que les salió bien y por eso pueden seguir escribiendo estas cosas. Pero esto sigue siendo una mentira absoluta y escandalosa.¿Les salió bien? No todo el mundo está de acuerdo en que les saliera bien la Transición. En el año 1991 se emitió un debate especial en el programa La Clave (dirigido por el periodista José Luis Balbín) que entonces se podía ver en Antena 3. Se tituló «500 claves de la transición» y en él se contiene una muy valiosa intervención de Antonio García Trevijano, que a la afirmación de José Mario Armero en el sentido de que en España sí hay democracia, argumenta que en España lo que hay son libertades pero no una democracia auténtica y completa. Apoya su afirmación en dos realidades: primero, el elector (por haber en España un sistema electoral proporcional en lugar de mayoritario) no elige realmente al representante que él quiere. «El sistema proporcional termina inevitablemente en el gobierno de una oligarquía» dice García Trevijano. Y segundo porque «igual que con Franco, hay un solo poder, que es el ejecutivo, que es el que manda sobre el judicial y el legislativo». Concluye García Trevijano manifestando que «la Transición fue un pacto y de algo así solo puede derivar corrupción».Les ha salido bien a los que les ha salido bien. Les ha salido bien a los bancos y a aquellos que capitanearon la Transición. Incluso a aquellos que tenían serias dudas de que la Transición fuera a funcionar y temían por sus intereses. A esos les salió que ni bordado. Fue la operación perfecta. El PSOE de la primera etapa, por ejemplo. ¿Cómo Solchaga no va a decir que la Transición fue modélica? Si cuando yo lo conocí era asesor de la UGT en Bilbao donde ganaba una mierda de dinero y ahora es multimillonario. Les ha salido como Dios. Lo que ocurre ahora con la infanta y con Urdangarin es una herencia de la Transición. En el comienzo de la Transición hubo cosas como estas, pero no se sabían. Vamos, las sabían solo los que las sabían, punto.Se publica en 2013 La Transición contada a nuestros padres de Juan Carlos Monedero (Editorial Catarata). Según Monedero, la corrupción que sufrimos en España viene de la Transición porque seguimos teniendo una sociedad franquista. No hemos tenido el «antifascismo» que según Monedero «es una reclamación radical del republicanismo democrático caracterizado por virtudes públicas que hacen, por ejemplo, que los políticos dimitan cuando se ven inmersos en casos de corrupción». Según Monedero ese antifascismo opera en Alemania, pero no en Italia y en España ¿Está de acuerdo con esa visión de la Transición?Si, si, por supuesto. En Alemania hay una expresión acerca del nazismo que generó mucha polémica: «El pasado que no quiere pasar». Aquí, el pasado, no es que no quiera pasar, es que ni ha pasado. Se ha borrado incluso de la historia. Se ha quemado.
Lo que está sucediendo es que nos están sometiendo a un proceso de *saqueo* CALCADO, a los procesos neoliberales que practicaron con latinoamérica con la excusa de la "crisis de la deuda" desde los 70, 80 y 90
Franquismo S.AMADRID// En el archivo del diario ABC hay una fotografía del Valle de los Caídos con una anotación en el reverso, en la que se advierte de la necesidad de borrar el cartel de la constructora Huarte que aparece en la imagen. La rúbrica es un perfecto ejemplo para ilustrar cómo las grandes empresas españolas intentan borrar, con la connivencia de los medios de comunicación y los gobiernos de esta democracia, los vestigios de la instrumentalización que hicieron del franquismo para construir su imperio económico. Algunas empresas que cotizan en el IBEX 35, como Gas Natural, OHL o Iberdrola, se lucraron con la represión y el modelo autárquico que impuso el dictador y, a día de hoy, siguen sin reparar a las víctimas.Las empresas obtuvieron beneficios de distintos modos: algunas usaron mano de obra forzada, otras se aprovecharon de la represión de sus competidores por pertenecer al bando republicano y otras,simplemente, se lucraron gracias a la cercanía con Franco cuando el régimen efectuó su inmensa obra pública: el Valle de los Caídos. Además, el franquismo propició unas condiciones laborales muy ventajosas para las empresas, ya que no existía el sindicalismo ni se podían negociar unas condiciones salariales y de trabajo dignas.Una muestra del funcionamiento de esta red clientelar es la carta enviada a Franco el 25 de mayo de 1970 por Pedro Barrié, dueño de Fuerzas Eléctricas del Noroeste (FENOSA) y del Banco Pastor, para que intercediera ante el Ministerio de Hacienda, que ponía dificultades a su empresa ASTANO (Astilleros y Talleres del Noroeste). Barrié se quejaba ante el caudillo de que no se le permitía al Banco Pastor apoyar económicamente a su astillero y planteaba que las únicas opciones que le quedaban era la mediación del dictador ante Hacienda o, en su defecto, la intervención estatal a través del Instituto Nacional de Industria o los astilleros públicos. La misiva, a la que ha tenido acceso La Marea, concluye de este modo: “Espero que, como todos los años, si usted me lo permite, pueda visitarlo este verano en el Pazo de Meirás. Recordaremos nuestros muchos años de amistad y podré reiterarle mi inquebrantable lealtad y afecto”.Según Javier Pueyo, profesor de la Universitat Pompeu Fabra, la clase empresarial española encontró un hábitat idóneo para poder desarrollarse sin la competencia. El periodo más intenso de esta oligarquía monopolística ocurrió en los años 50 cuando, tal y como explica el historiador en su artículo Las relaciones entre las empresas eléctricas y el Estado franquista, “se dieron unas condiciones extremadamente favorables consistentes en la altísima protección exterior, una fuerte intervención estatal, defensa de la industrialización acelerada y una financiación inflacionista”. Este tipo de organización económica dotaba de privilegios y favores a los empresarios más afines y cercanos al régimen de Franco. De esta relación de favores surgió una oligarquía con la que se forjaron grandes imperios y empresas de las que beben muchas corporaciones que cotizan hoy en el IBEX 35. El artista Luis Quintanilla, en una conferencia en Nueva York en 1938 desde el exilio, explicaba esta simbiosis del siguiente modo: “El fascismo no es ni más ni menos que la burguesía armada contra el proletariado”.Gas Natural FenosaLa empresa que mantiene como consejero al expresidente del Gobierno Felipe González nació en el año 2009 de la fusión de Gas Natural y Unión Fenosa. Esta última empresa se creó en el año 1982 como resultado de la unión de otras dos, FENOSA y Unión Eléctrica Madrileña. El dueño de FENOSA, Pedro Barrié, amplió su fortuna ayudado por la cercanía con el dictador y como recompensa tras haber sido uno de los grandes financieros de la Guerra Civil para el bando nacional. Como ejemplo de este vínculo sirve la concesión del Condado de Fenosa al empresario por parte del dictador en el año 1955 en agradecimiento por los servicios prestados en general y, en particular, por la cuestación popular que Pedro Barrié hizo para regalarle el Pazo de Meirás, que todavía ocupan los Franco para su asueto canicular.Barrié, uno de los empresarios del sector eléctrico más importantes de Galicia, forjó su imperio tras el fusilamiento de un diputado republicano. FENOSA nació de la fusión forzosa de Fábrica de Gas y Electricidad, la pequeña empresa de Barrié, y Unión Eléctrica Coruñesa, una empresa que era propiedad de la familia de José Miñones, un parlamentario que fue ejecutado en el año 1937 en el Campo de la Rata, junto a la torre de Hércules, en A Coruña. Gas Natural-Fenosa, al ser contactada por La Marea para conocer si existe o ha existido alguna acción de reparación por estos hechos, ha declarado que la compañía “compró Unión Fenosa hace cinco años y esto es una cuestión pasada de otra empresa”.AccionaJose Manuel Entrecanales, actual presidente ejecutivo de Acciona, debe su cargo y posición a la fortuna que su abuelo José Entrecanales hizo durante el franquismo junto a su socio Manuel Távora. La empresa Entrecanales y Távora, integrada hoy en Acciona, fue una de las constructoras de cabecera del régimen, como reconoce en su web corporativa: “En los años de la posguerra, la compañía fue muy activa, consolidando su posición como una de las compañías más innovadoras del país”.En 1929 se construyó una zona residencial burguesa en Sevilla con motivo de la exposición universal de ese mismo año. El lugar tenía graves problemas de vertidos y, en plena Guerra Civil, el Ayuntamiento de Sevilla encargó a la empresa Entrecanales y Távora la construcción de un canal que llevara los vertidos lejos de los barrios ricos de Heliópolis y La Palmera. Para ello se instaló el campo de concentración de El Colector, donde 250 presos republicanos se apiñaban para trabajar en la obra de la constructora Entrecanales y Távora. La Marea ha tratado de conseguir, sin éxito, algún tipo de declaración al respecto sobre las posibles medidas de reparación que la empresa haya tomado con las familias o personas afectadas por estos hechos.OHLLa compañía de Villar Mir nació de la fusión de otras tres: Obrascón, Huarte y Laín. Una de ellas, Huarte, fue junto a San Román (filial de Agromán), Estudios y Construcciones Molán y Banús, la empresa encargada de construir el Valle de los Caídos usando mano de obra esclava. Fue precisamente una fotografía del Valle de los Caídos con el cartel de la empresa constructora Huarte, la que esgrimió Joan Tardà (ERC) en el Congreso en 2011 para pedir que fueran las constructoras del enclave de Cuelgamuros las que pagaran las exhumaciones de las decenas de miles de represaliados que todavía se encuentran enterrados allí. Tardà recordó en su intervención que hubo empresas “que se capitalizaron a partir del trabajo esclavo de los republicanos”.Es el caso de Nicolás Sánchez Albornoz, preso en el Valle de los Caídos. “Los que estábamos condenados a trabajar allí estábamos alquilados a las empresas que hacían la obra, Huarte y Banús, por 10,50 pesetas al día. A nosotros nos daban 50 céntimos a cada uno. Los patronos tenían obreros a precio de saldo y disciplinados”, explica el propio Sánchez en declaraciones recogidas por Alejandro Torrús en un artículo en Público. La empresa de Villar Mir sigue negándose a hacer ningún tipo de declaración sobre este asunto, que empaña la imagen de una de las mayores constructoras del país: “No vamos a contestar ningún tipo de preguntas sobre este tema, Adiós”, fue la respuesta hostil y definitiva del departamento de comunicación de OHL.ACSLa constructora de Florentino Pérez, presidente del Real Madrid, también se benefició de mano de obra forzosa a través de su filial, ahora integrada, Dragados. En 2003, un artículo de Leslie Crawdford en Financial Times llamado Franco’s Slaves habla de Dragados citando un informe gubernamental de 1952 del programa de Redención de Penas por el Trabajo en el que se define como “un muy importante grupo de construcción que ha hecho uso de mano de obra presa durante los últimos 12 años”.Una de las obras en las que Dragados usó mano de obra esclava fue en la construcción del pantano de Mediano, en Huesca. Los trabajos tuvieron lugar entre 1952 y 1955. Para ellos, Dragados usó un destacamento de 35 penados que tras las obras fueron enviados a la prisión de Huesca. Los datos al respecto, que constan en la Memoria general de instituciones penitenciarias de 1955, son recogidos por los historiadores Lola Martínez Macías y Fernando Moreno Moreno. Otro de los grandes accionistas de ACS es la familia March, con un 18,2% de las participaciones de la empresa dirigida por Florentino Pérez. Juan March fue uno de los mayores impulsores económicos del golpe de Estado de 1936 y financió incluso el viaje del Dragon Rapide que llevó a Franco de Canarias a Marruecos para el levantamiento militar. La empresa tampoco ha contestado a las preguntas de La Marea.IberdrolaLa compañía actual nació de la fusión en 1992 de Hidroeléctrica Española e Iberduero. Esta última se creó a partir de la fusión de Saltos del Duero e Hidroeléctrica ibérica. La gran empresa energética española de la actualidad se forjó gracias al compromiso con Franco de Jose María de Oriol y Urquijo, presidente de Hidroeléctrica Española (Hidrola) desde el año 1941 hasta 1985. El empresario vasco fue alcalde de Bilbao desde 1939 hasta 1941, y jefe provincial de Falange en diferentes periodos.Jose María de Oriol y Urquijo fue jefe de Falange Española Tradicionalista de 1937 a 1941, e impulsó la formación de la Brigada de Investigación y Vigilancia, que en palabras del propio Oriol al diario Hierro, elaboró en 1938 informes de 80.000 personas en la provincia, para ser usados en la posterior represión, según se recoge en un libro sobre los alcaldes de Bilbao, escrito por Joseba Aguirreazkuenaga [et al.]. En la misma obra, haciendo referencia a artículos de prensa, se sostiene que los ministros del sector se tuvieron que resignar a que Franco despachara con el jefe de Hidrola las obras e infraestructuras españolas en contraprestación a la ayuda económica que la familia Oriol y Urquijo dio al dictador para el golpe de Estado. La empresa eléctrica pasó de ser meramente testimonial en la España de los años 30 a convertirse en la compañía número 20 en activos netos en 1948, con 580 millones de pesetas; en 1960 ya era la quinta empresa más importante del país, con un activo neto de 11.468 millones de pesetas. Desde Iberdrola han asegurado a La Marea que no pueden valorar las actuaciones personales de los dirigentes en los más de 100 años de historia de la compañía.La empresa vasca Saltos del Duero (Iberduero), otra de las que dio lugar a Iberdrola, fue la encargada de realizar otras muchas obras en la época autárquica del franquismo. Uno de los ejemplos de la conexión económica y política de la época fue la inauguración del Embalse de Aldeadávila de la Ribera, en Salamanca. El 17 de octubre de 1964 se inauguró el pantano con la presencia de Francisco Franco, el dictador de Portugal, António de Oliveira y Salazar, y Pedro de Careaga y Baseabe, presidente de Iberduero. La fotografía del acto refleja la cercanía entre el franquismo y el mundo empresarial, que permitió la creación de grandes imperios económicos a base del sudor y la sangre de muchos represaliados. Esos beneficios de la represión a día de hoy cotizan en el IBEX 35 y sus empresas siguen sin proporcionar la reparación que cualquier democracia debería exigir.
..... 100% recomendable ....
Cita de: NosTrasladamus en Mayo 12, 2015, 21:26:06 pm ..... 100% recomendable .... ¿no le faltan algunos condimentos para un buen guiso?, por ejemplo, una pizca de injerencias foraneas;¿como se describe la vida de una colonia sin hablar de los colonizadores?; ¿se integra el pais en occidente -previo compromiso de pago- y no se habla de ello?;
El 20 de diciembre de 1973 era asesinado Carrero Blanco, con su muerte, desaparecía uno de los principales promotores, para utilizar militarmente la energía nuclear. El día anterior a su muerte, sostuvo una entrevista con el secretario de estado norteamericano, Henry Kissinger. En esa entrevista se trataron asuntos como la amenaza de la URSS y una hipotética Guerra Nuclear, fueron temas recurrentes en ese encuentro. En aquel momento Kissinger sabía a través de la CIA, que España junto a Taiwán, Corea del Sur, Argentina, Sudáfrica e Israel, podían llegar a tener sus propias armas nucleares. España estaba almacenando plutonio suficiente para fabricar una bomba atómica. Gibraltar era la excusa del Gobierno español para no renunciar a su capacidad nuclear.
El PSOE, clave de bóveda de la dominaciónDe la Dictadura de Primo de Rivera a las elecciones de 1982Ángeles Maestro | rebelion.org | 01/02/2016El próximo 12 de marzo hará 30 años de la votación en el Referéndum sobre la permanencia del Estado español en la OTAN. Un ajustado resultado a favor del SI permitió que la Península Ibérica y sus archipiélagos se hayan convertido en instrumentos privilegiados de la estrategia imperialista euro-estadounidense en una escalada bélica sin precedentes desde el final de la II Guerra Mundial.Cuando el ruido de los bombardeos se escucha cada vez más cerca, cuando en medio de criminales políticas de “austeridad” aumentan los gastos en Defensa y Seguridad al tiempo que se avanza en la jibarización de las pocas libertades que quedaban, en definitiva cuando guerra y fascismo vuelven a conformar las políticas de un capitalismo en crisis sistémica, es imprescindible tener bien identificados los hechos y sus responsables.El impasse político que ha sucedido a las elecciones del 20 de diciembre abre fundamentalmente dos posibilidades de gobierno en el Estado y en ambas aparece el PSOE. Una de ellas sería un “pacto de izquierdas” del PSOE con Podemos y otras fuerzas políticas. Esta opción es vista con esperanza por los sectores populares frente a la temida y más probable coalición PP-Ciudadanos-PSOE. En este artículo pretendo refrescar la memoria acerca de la abyecta trayectoria de la dirección del que fue el primer partido político de la clase obrera en temas cruciales para el escenario de guerra que se abre ante nosotros.La deriva política de Podemos hacia la indefinición política, extirpando cualquier propuesta rupturista de su discurso y de su programa, así como la de IU, ha sido analizada en otros trabajos. Sin embargo estimo que es necesario insistir en la caracterización del PSOE como partido que – en mucha mayor medida que el PP – siempre ha sido la clave de bóveda para garantizar que para las clases dominantes todo siguiera atado y bien atado.La confirmación de la integración en la OTAN y la entrada en la CEE, ambos hechos sucedidos en 1986, constituyen para muchos analistas el fin de la Transición. La consumación de la incorporación de España en las estructuras claves del “Bloque Occidental” culminaba la derrota infligida por las clases dominantes de la Dictadura – a las que se sumaba una nueva burguesía surgida de las privatizaciones del PSOE – a una clase obrera que pudo amenazar con convertir el final del franquismo en un proceso con tintes revolucionarios tanto o más serios que los que alumbró la “Revolución de los Claveles” en 1974.Los elementos claves de este proceso denominado como Transición, y justamente ensalzado por todos los poderes establecidos, fueron la complicidad del PCE 1– que controlaba los resortes fundamentales del movimiento obrero y popular – y la recreación del PSOE.En 1979 el PSOE conmemoraba el centenario de su fundación con el curioso lema “100 años de honradez”. A un observador desinformado de la época le hubiera extrañado que tras una durísima dictadura, un partido “socialista y obrero” exhiba como hecho identificatorio el que sus dirigentes no hubieran metido la mano en la bolsa pública2, cuando obviamente no habían participado en gobierno alguno desde la II República La sabiduría socarrona de una clase obrera que se había forjado en la dura lucha contra la Dictadura sobre la hegemonía comunista, iba a arrojar luz y completar tan escueto lema: “100 años de honradez…y 40 de vacaciones”Y es que efectivamente el partido de Pablo Iglesias creado, como otras organizaciones socialistas, al calor de la Comuna de París – primer intento de “asaltar los cielos” – y de raíces genuinamente marxistas, estuvo desaparecido durante las cuatro décadas de la Dictadura. Sobre esa ausencia casi absoluta del PSOE y la UGT de las duras luchas obreras y populares, que fueron minando el Régimen y confiriendo a la oposición una fuerte identidad de clase, se fue edificando el relato mistificado de la Transición. La historia oficial escrita una vez más al servicio de las clases dominantes – y cuyo máximo exponente “de masas” fue la serie de TVE “La Transición española”3 – ha sido edificada sobre la infravaloración del movimiento obrero más potente y estructurado de Europa occidental que además incorporaba a sus luchas concretas objetivos políticos como “Libertad, Amnistía y Derecho de Autodeterminación de los Pueblos”La contradictoria historia del PSOE tuvo otros episodios anteriores en los que sus principales dirigentes protagonizaron oscuros episodios de colaboración, no sólo de clase, sino con las dos dictaduras que ocuparon la historia de buena parte del siglo XX.Entre 1923 y 1930, en un periodo marcado por la victoria de la revolución soviética y el auge del fascismo, dos de sus más destacados líderes – Julián Besteiro y Largo Caballero – colaboraron estrechamente con la Dictadura de Primo de Rivera apoyada por la Monarquía y por la Iglesia, contribuyendo decisivamente a legitimarla; el primero teorizó la conveniencia de participar de sus instituciones y el segundo llegó a formar parte del Consejo de Estado. Todo ello mientras se suspendía la Constitución, se disolvían los ayuntamientos y se intervenía la Mancomunidad de Cataluña, se extendían los somatenes al medio urbano y a todas las provincias, y se declaraba el estado de guerra. Al tiempo que el PSOE – mediante el control de UGT – aseguraba la “paz social” y se integraba en el “Consejo del Trabajo”, la represión más dura se cernía sobre la otra gran fuerza obrera, la CNT, y sobre el PCE, creado en 19204.En marzo de 1939, un sector del PSOE encabezado por Julián Besteiro5, ejecutó junto al cenetista Cipriano Mera y al coronel Segismundo Casado el golpe de Estado contra el gobierno del también socialista Juan Negrín, entregando Madrid a los fascistas6. La ignominia de esta traición que abrió las puertas al exterminio de cientos de miles de hombres y mujeres, mientras se justificaba para “acabar con el sufrimiento de la guerra” y por el compromiso de Franco de “respetar la vida de los vencidos” es uno de los hechos que más celosamente oculta la historiografía oficial7.Los 40 años de “vacaciones” no fueron óbice para que el PSOE desempeñara un papel clave en la Transición. Su escasísima presencia en los movimientos de lucha contra la Dictadura – o precisamente por ello – no le impidió protagonizar episodios como el que documenta Joan Garcés8, citando un informe del embajador de EE.UU. en Madrid al Departamento de Estado. El gobierno norteamericano planeaba minuciosamente el postfranquismo con un mensaje claro: “antes de que Franco deje de mandar deben hacerse preparativos para asegurar que España continúa bajo un gobierno fuertemente pro-occidental”. Joan Garcés relata así las relaciones de dirigentes socialistas con la embajada de Washington en Madrid, citando los informes oficiales correspondientes dirigidos al Departamento de Estado: “Algunos ofrecimientos a colaborar en éstos planes llegaron espontáneamente a los servicios de EE.UU., como el de Carlos Zayas Mariátegui de la Agrupación Socialista Universitaria -ASU- o los “socialistas del interior” (en disidencia con la fracción del PSOE asentada en Toulouse, Francia), quien aparece informando asiduamente a la Embajada sobre personas de sensibilidad socialista suceptibles de sumarse a combatir al Partido Comunista si recibieran los apoyos materiales que buscaban. Zayas señalaba, entre otros, a Joan Raventós Carner en Barcelona, a Jose Federico de Carvajal y a Mariano Rubio Jiménez en Madrid …”. El mismo autor da cuenta de que “durante el postfranquismo, Felipe González sentó a Zayas en el Parlamento, a J. Raventós le hizo embajador en Francia, a F. de Carvajal, presidente del Senado y a Mariano Rubio, gobernador del Banco de España, ..”.En 1974 se vivía un auge del movimiento popular marcado por las luchas victoriosas de liberación nacional que iban a tener sus máximos exponentes en la derrota de EE.UU. por el pueblo vietnamita y en el fortalecimiento de la izquierda latinoamericana. En Europa se reflejaba en la revolución portuguesa del 25 de abril, en el resurgir de la izquierda griega tras la derrota en referéndum de la monarquía fascista que había apoyado la “dictadura de los coroneles” auspiciada por EE.UU. 9 y en las potentes luchas obreras y estudiantiles en Francia, Italia y Alemania. En el Estado español, mientras Franco comenzaba su agonía física, la descomposición del régimen se aceleraba en la misma medida que se fortalecía la lucha obrera y popular.Existe abundante documentación que acredita cómo las cancillerías de Francia y la República Federal Alemana trabajaron coordinadamente con EE.UU. precisamente en la dirección que los dirigentes del PSOE habían propuesto algunos años antes al Embajador USA en Madrid: apoyar económica, mediática y organizativamente a un partido socialista capaz de neutralizar la hegemonía comunista tras la muerte de Franco.. En 1984, responsables de la fabrica de armas Flick declaraban ante una comisión del Bundestag haber financiando al PSOE; aún en 1992 se informaba al Parlamento alemán de que la fundación Ebert, ligada al SPD, continuaba haciéndolo 10 .Cuando pregunté por todo esto a Pablo Castellano, ex dirigente del PSOE y diputado de Izquierda Unida en varias legislaturas, además de certificar el rigor y la veracidad del trabajo de Garcés, añadió esto: “Antes del Congreso de Suresnes, se hablaba de Nicolás Redondo – secretario general entonces de la UGT , de Felipe González y del propio Pablo Castellano como posibles candidatos a la secretaría general del PSOE. Un mes antes, todo el mundo supo que el Pentágono se había decidido por Felipe González”.Otro de los documentos claves para establecer el código genético del PSOE como instrumento del imperialismo es el libro de Alfredo Grimaldos: “La CIA en España” (2006). En él se amplían los testimonios ofrecidos por Garcés al respecto y se recogen las declaraciones como las del ex agente de la CIA Philip Agee a la revista Zona Cero en marzo de 1987: ” Dentro del «Programa Democracia” elaborado por la Agencia, se cuida con especial atención a las fundaciones de los partidos políticos alemanes, principalmente a la F riedrich Ebert Stiftung del Partido Socialdemócrata y la Konrad Adenauer Stiftung de los democristianos. Estas fundaciones habían sido establecidas por los partidos alemanes en los años cincuenta y se utilizaron para canalizar el dinero de la CIA hacia esas organizaciones, como parte de las operaciones de«construcción de la democracia», tras la Segunda Guerra Mundial. Des pués, en los sesenta, las fundaciones alemanas empezaron a apoyar a los partidos hermanos y a otras organizaciones en el exterior y crearon nuevos canales para el dinero de la CIA. Hacia 1980, las fundaciones alemanas tienen programas en funcionamiento en unos sesenta países y están gastando cerca de 150 millones de dólares. Operan en un secreto casi total”. (…) “Las operaciones de la Friedrich Ebert Stiftung (Fundación del SPD), fascinan a los norteamericanos, especialmente sus programas de formación y las subvencio nes que hicieron llegar a los socialdemócratas de Grecia, España y Portugal, poco antes de que cayeran las dictaduras en esos países e inmediatamente después» 11Tras el decisivo papel jugado por el Partido Socialista Portugués de Mario Soares – repetidamente acusado de estar en nómina de la CIA – para yugular la Revolución de los Claveles, tuvo lugar el tormentoso XXVIII Congreso del PSOE en mayo de 1979. En él, el Secretario General Felipe González quedó en minoría con su tesis que propugnaba el abandono del marxismo, resultado que no aceptó y dimitió de su cargo.Una de las voces que se alzaron en apoyo de las tesis de González fue “el viejo profesor” Tierno Galván, de formación marxista, fundador del Partido Socialista Popular 12 y recién elegido alcalde de Madrid. Sus argumentos fueron así de sutiles: si no se hace sí “mañana mismo los alemanes cortan la financiación del partido, [y] en unos días más los tanques ocupan las calles de Madrid”.El partido quedó a cargo de una gestora presidida – curiosamente – por el ya citado candidato a colaborar con EE.UU. a cambio de sus tareas anticomunistas Jose Federico de Carvajal. Tres meses después y tras los arreglos correspondientes las aguas volvieron a su cauce. Se celebró un nuevo Congreso que aceptó la propuesta de González y este regresó a la Secretaría General.El camino para ser considerado por el imperialismo euro-estadounidense como “uno de los nuestros” estaba abierto.Notas:1 El papel del PCE y de CC.OO. ha sido analizado por mi, entre otros, en estos trabajos http://www.lahaine.org/est_espanol.php/la_fuerza_de_la_memoria_y_el_poder_consthttp://www.lahaine.org/est_espanol.php/el-hundimiento-del-engranaje-de2 Treinta y seis años más tarde, precisamente eso mismo –ser o no corrupto– bastaría para definir el debate político en una campaña electoral.3 Rodriguez, Emmanuel. (2015) “Por qué fracasó la democracia en España. La Transición y el Régimen del ’78”. Reciente libro en el que se desmontan los mitos de la Transición y se cuestiona su éxito desde el punto de vista de la estricta democracia. Lo hace desde la imprescindible afirmación de que “el Régimen de la Transición fue, como todos los sistemas políticos, un régimen de clase”.4 El golpe de Estado de Primo de Rivera, con el decidido apoyo de Alfonso XIII, fue respondido con la convocatoria de una huelga general por UGT y CNT, que no tuvo el suficiente respaldo. Ambos sindicatos fueron ilegalizados, así como el embrionario PCE, sus dirigentes encarcelados al tiempo que la durísima represión –incluidos los asesinatos– se abatía sobre la clase obrera.5 Según informa Joan Garcés, en su trascendental libro “Soberanos e intervenidos” (1996), pág 156, no sólo Jualián Besteiro, sino también Indalecio Prieto y Largo Caballero apoyaron el Golpe del coronel Casado.6 http://marquetalia.org/2013/12/10/traicion-la-republica-3-el-golpe-de-estado-de-casado/7 Afortunadamente, historiadores de la talla de Ángel Viñas y Fernando Hernández , han reconstruido con un apoyo documental abrumador, la ignominia de los traidores y de potencias como Francia y Gran Bretaña, y la dignidad del gobierno Negrín apoyado por el PCE. Como demuestran exhaustivamente su objetivo prioritario era, no tanto esperar a la internacionalización del conflicto con el desencadenamiento de la II Guerra Mundial, sino sacar de España a decenas de miles de dirigentes sindicales y políticos que sin duda iban a caer asesinados por Franco. “El desplome de la República” (2009)8 Garcés, J. (2009). “Soberanos e Intervenidos”. Pág 1619 El rey Constantino, hermano de la ex reina Sofía, fue expulsado de Grecia. Aún así vendió en Londres el tesoro real, patrimonio público, en 14 millones de euros http://www.mundiario.com/articulo/politica/griegos-no-olvidan-expolio-familia-constantino-saco-pais-tesoro-real-y-vendio-londres-142-millones-euros/20140309142223015995.html10 Ibid. Pág. XX11 Grimaldos, A. (2006) “La CIA en España”. Pág 15012 El PSP, junto al PCE y otros partidos, formó parte de la Junta Democrática que abogaba por la ruptura con la Dictadura. Tras el éxito electoral del PSOE en 1977, sus exiguos resultados (6 diputados) y la marginación por parte del primero de sus dirigentes, el PSP se integra en el PSOE en 1978.Artículo escrito para la revista Espineta y Caragolins