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A vueltas con la España vacía

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jmap:
Lo primero de todo es congratularme publicamente del nivel y decoro del foro. Viniendo de Burbuja, uno había ya dado por perdido el tono educado y el debate constructivo alejado de niñatos y demás ralea.

Me interesa particularmente iniciar una conversación sobre vuestros puntos de vista en lo que a La España vacía se refiere. Estoy hablando del desolador panorama que nos espera (y que ya es una realidad) en gran parte del tercio nor-oeste de España: toda esa transregión que cubre desde Segovia hasta Castellón pasando por Soria, Cuenca, parte de Burgos, Teruel... Y si bien es cierto que no es un mal localizado unicamente en estas geografías (zonas como Galicia o Extremadura también acusan una despoblación apabullante) es en concreto en los lugares indicados donde se alcanzan densidades de población inferiores a 0,6 habitantes por km2. Esto, señores, es a día de hoy la cifra más reducida de todo el continente Europeo incluyendo zonas remotas de Laponia.

Pero más allá del análisis demográfico, a mi me gustaría poner el foco en algo que choca con esta situación y que creo es un sentir colectivo que está ocurriendo al mismo tiempo: el hastío generalizado por la vida en las grandes urbes (sobre todo Madrid y Barcelona) y el (tantas veces escuchado) retorno al mundo rural, que ya por los 80 tuvo un importante auge y que hoy vuelve a estar en boca de muchos.

De igual forma, y sin ser tan extremos, he podido ver múltiples casos de gente que abandona las capitales y vuelve o directamente emigra (sin tener arraigo familiar) a una capital de provincia. Siendo racionales, parecería la opción más adecuada: vivienda económica, mayor calidad de vida generalizada y todo sin perder el acceso a una red de servicios públicos de calidad y una oferta cultural que (por lo menos en el norte) es más que decente. Sin ir más lejos, en mi entorno (sanidad) somos muchos los que gracias a las politicas desarrollistas de las regiones, tenemos a disposición importantes hospitales en capitales de provincia donde poder desarrollar nuestro trabajo en buenas condiciones. Hoy en Oviedo se puede estar igual de bien atendido que en Madrid vaya.

Las preguntas que me surgen y que darían pie a debate serían:


* ¿Existen los medios básicos para vivir en un entorno rural? Uno puede comprar por cuatro duros una casa de campo e incluso ser energéticamente independiente. Es posible incluso (gracias a la tecnología móvil) disponer de acceso a internet 4G que permita desarrollar cualquiera de los múltiples trabajos relacionados con internet. ¿Pero los servicios básicos como sanidad o educación?
* ¿Es la vida en una capital de provincia una alternativa aceptable? Si bien no resulta la desconexión absoluta con los entornos urbanísticos, sí que supone un contacto mayor con la naturaleza, la posibilidad de vivir sin losa hipotecaria del orden de 500k, así como la ganancia de tiempo y salud resultantes de una menor contaminación y trayectos más reducidos en el día a día
* ¿Qué futuro le esperan a estos nucleos de población a medio plazo? En mi caso voy y vengo a Madrid desde una capital de provincia del norte y atestiguo la desoladora foto que supone ver decenas de locales comerciales (incluso en calles principales) cerrados o en venta/alquiler. Sí, probablemente sea debido a que los rentistas no se bajan del guindo y quieren aprovechar la subida debido al fin de los alquileres de renta antigua, pero no deja de dar una imagen del caos calmo, de una especie de muerte anunciada, de un "qué será de nosotros" en una ciudad de funcis que poco a poco va muriendo...
Hagan sus apuestas, señores.

sudden and sharp:

--- Cita de: jmap en Marzo 12, 2019, 20:29:46 pm ---Lo primero de todo [...]

--- Fin de la cita ---

Bienvenido, jmap.

wanderer:
Ésto me ha parecido curioso:


--- Citar ---Cuándo morirá el último habitante de la Tierra
https://www.elmundo.es/papel/futuro/2019/03/13/5c87e7b2fdddfff7578b46c1.html

Durante el primer semestre del año pasado nacieron en España 179.794 niños y murieron 226.384 personas. Hagan la resta: son 46.590 ciudadanos menos en sólo seis meses. Nunca desde que comenzaron los registros históricos del Instituto Nacional de Estadística (INE) en 1941 se había contabilizado un número tan bajo de nacimientos y un número tan alto de defunciones. Según los cálculos del INE, el número de fallecimientos superará al de nacimientos en nuestro país durante al menos los próximos 15 años y España sólo seguirá ganando población hasta el año 2022 gracias a la inmigración. Las cuentas no salen. Si cada vez nace menos gente y muere más gente, ¿cuánto tardará España en quedarse sin gente? ¿Cuándo morirá el último español? ¿Cuándo se vaciará el mundo como en las pelis de ciencia ficción?

Los canadienses Darrell Bricker y John Ibbitson son los autores de El planeta vacío, un provocador ensayo que llega mañana a España de la mano de Ediciones B y que analiza el "shock del declive de la población mundial". Una tendencia que, evidentemente, no es exclusiva de nuestro país y que contradice las teorías que sostienen que el problema del mundo es la superpoblación y que pronto tendremos que buscar apartamento en el espacio exterior si no queremos vivir como sardinas en este planeta.

Según Naciones Unidas, la población mundial pasará durante este siglo de los 7.000 a los 10.000 millones y se estabilizará a partir del año 2100. Un número creciente de demógrafos, en los que se apoyan Bricker e Ibbitson en su libro, sostienen que los cálculos de la ONU son demasiado optimistas. La población del planeta, aseguran ellos, llegará a los 9.000 millones entre 2040 y 2060 y a partir de entonces comenzará la cuesta abajo.

Piense en cuántos hijos tuvieron sus abuelos, cuántos tuvieron sus padres, cuántos tiene usted y cuántos tienen sus hijos. Intente adivinar ahora cuántos hijos tendrán sus nietos o sus bisnietos. Tic, tac, tic, tac... "Una vez que comience el declive, nunca terminará", dicen Bricker e Ibbitson.

¿Por qué se equivoca la ONU? "Porque no tiene en cuenta la aceleración de la urbanización en el mundo en desarrollo. El 55% de la población humana vive ahora en ciudades. Los niños han dejado de ser un activo para trabajar en el campo y se han convertido en una responsabilidad, en otra boca para alimentar", explica Ibbitson, periodista en el Globe and Mail de Canadá. "En las ciudades, las mujeres tienen mayor acceso a la educación. La educación lleva al empoderamiento, y las mujeres empoderadas a menudo eligen tener menos hijos que sus madres. El poder de la religión y las presiones de los lazos familiares también se erosionan en los entornos urbanos".

En el año 2007, la ONU declaró que, por primera vez, el mundo era más urbano que rural pero no calibró las consecuencias. Los autores del ensayo han dado la vuelta al mundo para contrastar su teoría y los números son alarmantes. A principios del siglo XIX las mujeres blancas en Estados Unidos tenían una media de siete hijos. A lo largo de ese siglo, el índice de fertilidad se redujo a la mitad. Antes de la Segunda Guerra Mundial, la tasa ya había descendido al 2,2 y hoy apenas llega al 1,8, por debajo de los 2,1 bebés por mujer que necesita un país para mantener una tasa poblacional estable. En España, la cifra es aún peor: cada mujer trae al mundo a 1,3 niños.

Según Alejandro Macarrón Larumbe, director de la fundación Renacimiento Demográfico y autor de Suicidio demográfico en Occidente y medio mundo, la población española será en 2100 la mitad de la actual y el país habrá perdido casi dos tercios de su población activa. Nuestra tasa de fertilidad es de las más bajas de Europa, donde el índice medio es del 1,6. "No creo que se haga lo necesario para revertir la situación si no nos asustamos de verdad, porque la baja natalidad es parte central de nuestro modelo de sociedad", alerta.

Seguimos la travesía. En Italia, en 2015 nacieron menos niños que en toda su historia. "Somos un país moribundo", se lamentaba entonces su ministra de Sanidad. En 2060 Portugal podría haber perdido la mitad de la población y, según estimaciones de la ONU, los países del Este de Europa habrán perdido desde 1990 unos 18 millones de personas, el equivalente a toda la población de Holanda.

Entre 2010 y 2015, Japón, la sociedad más anciana de la Tierra, perdió otro millón de personas y el crecimiento de África pronto no será suficiente para sostener el planeta. "En todo el continente africano las niñas que van a la escuela cada año son más que las que fueron el año anterior y ya sabemos en qué desemboca esto", escriben Bricker e Ibbitson.

¿Cuál es la situación que más les ha impactado en este recorrido por el mundo? "Nos sorprendió la cantidad de mujeres en Brasil que optaron por las cesáreas cuando querían que el próximo hijo fuera el último, de modo que el médico también pudiera realizarles una ligadura de trompas. Allí lo llaman cerrar la fábrica", cuenta John Ibbitson. "Y cuando las mujeres de los barrios pobres de Nueva Delhi nos hablaban de cómo soportaban la presión de sus familias para tener más hijos nos dimos cuenta de que no quitaban la vista de sus smartphones. Ya tienen todo el conocimiento en sus manos y eso significa que pronto podrán ejercer algún control sobre su futuro".

Frente a las teorías del último medio siglo que alarmaban sobre la explosión demográfica y la falta de recursos del planeta, Ibbitson asegura que las noticias para el medio ambiente son al menos alentadoras. "Si, como predicen los demógrafos disidentes, la población humana se estanca en los 9.000 millones, esto ayudará en la lucha para contener el calentamiento global". A cambio, será muy complicado (ya lo está siendo) para los Gobiernos de todo el mundo sostener los programas de atención médica y el sistema de pensiones: "Cada vez hay menos niños para generar crecimiento económico".

- ¿Cuál es la solución?

- La inmigración es la única solución a corto y medio plazo. Pero muchos países consideran que la noción de tantos extranjeros en su tierra es inaceptable. Para ellos, el declive será inevitable. En cualquier caso, a medida que los países en desarrollo bajan sus tasas de natalidad, los inmigrantes podrían ser un día difíciles de conseguir.

- En su libro sostienen que Corea del Sur podría ser el país más viejo de la Tierra y si se mantiene la tendencia actual, el último coreano moriría hacia 2750. ¿Cuándo morirá el último habitante de la Tierra?

- Confiamos en que mucho antes de 2750, los patrones de población cambien, aunque no podemos predecir cómo ocurrirá. Tal vez la gente se sienta sola y comience a hacer muchos bebés nuevamente. Pero en este siglo, al menos, el declive de la población dominará la economía y la política del mundo desarrollado, y cada vez más también del mundo en desarrollo. China comenzará a perder población en pocos años. Sólo piensen en ello.

--- Fin de la cita ---

He de decir que estoy lejos de compartir tanto las conclusiones principales del artículo (las proyecciones a largo plazo son prácticamente inútiles cuando de fenómenos humanos se trata, pues nosotros somos actores con volición de cualquier modelo de nosotros mismos, de modo que la condición previa de distanciamiento entre el modelizador y su modelo se diluye), como el alarmismo que se destile en él (a corto y medio plazo, que la población disminuya para mí son excelentísimas noticias, y excusas como "el mantenimiento del sistema de pensiones" me parecen de un egoísmo vomitivo, y en todo caso, es absolutamente falaz que el mantenimiento del sistema haya de pasar por tener una gran población, sino antes al contrario, que la población que haya, que mejor que no sea demasiada y que esté mayormente ocupada en sectores con productividad suficiente para tirar del sistema económico y de protección social).

Por último, añadiré que los natalistas, son pisitófilos avant la lettre, sin excepción. Y si añaden lo de "que nos paguen las pensiones", es que se me despeja cualquier posible duda.

En fin, en el artículo mencionan a Macarrón, que siempre me ha parecido un impresentable, por decir algo suave...

alpha:

--- Cita de: jmap en Marzo 12, 2019, 20:29:46 pm ---Lo primero de todo es congratularme publicamente del nivel y decoro del foro. Viniendo de Burbuja, uno había ya dado por perdido el tono educado y el debate constructivo alejado de niñatos y demás ralea.

Me interesa particularmente iniciar una conversación sobre vuestros puntos de vista en lo que a La España vacía se refiere. Estoy hablando del desolador panorama que nos espera (y que ya es una realidad) en gran parte del tercio nor-oeste de España: toda esa transregión que cubre desde Segovia hasta Castellón pasando por Soria, Cuenca, parte de Burgos, Teruel... Y si bien es cierto que no es un mal localizado unicamente en estas geografías (zonas como Galicia o Extremadura también acusan una despoblación apabullante) es en concreto en los lugares indicados donde se alcanzan densidades de población inferiores a 0,6 habitantes por km2. Esto, señores, es a día de hoy la cifra más reducida de todo el continente Europeo incluyendo zonas remotas de Laponia.

Pero más allá del análisis demográfico, a mi me gustaría poner el foco en algo que choca con esta situación y que creo es un sentir colectivo que está ocurriendo al mismo tiempo: el hastío generalizado por la vida en las grandes urbes (sobre todo Madrid y Barcelona) y el (tantas veces escuchado) retorno al mundo rural, que ya por los 80 tuvo un importante auge y que hoy vuelve a estar en boca de muchos.

De igual forma, y sin ser tan extremos, he podido ver múltiples casos de gente que abandona las capitales y vuelve o directamente emigra (sin tener arraigo familiar) a una capital de provincia. Siendo racionales, parecería la opción más adecuada: vivienda económica, mayor calidad de vida generalizada y todo sin perder el acceso a una red de servicios públicos de calidad y una oferta cultural que (por lo menos en el norte) es más que decente. Sin ir más lejos, en mi entorno (sanidad) somos muchos los que gracias a las politicas desarrollistas de las regiones, tenemos a disposición importantes hospitales en capitales de provincia donde poder desarrollar nuestro trabajo en buenas condiciones. Hoy en Oviedo se puede estar igual de bien atendido que en Madrid vaya.

Las preguntas que me surgen y que darían pie a debate serían:


* ¿Existen los medios básicos para vivir en un entorno rural? Uno puede comprar por cuatro duros una casa de campo e incluso ser energéticamente independiente. Es posible incluso (gracias a la tecnología móvil) disponer de acceso a internet 4G que permita desarrollar cualquiera de los múltiples trabajos relacionados con internet. ¿Pero los servicios básicos como sanidad o educación?
* ¿Es la vida en una capital de provincia una alternativa aceptable? Si bien no resulta la desconexión absoluta con los entornos urbanísticos, sí que supone un contacto mayor con la naturaleza, la posibilidad de vivir sin losa hipotecaria del orden de 500k, así como la ganancia de tiempo y salud resultantes de una menor contaminación y trayectos más reducidos en el día a día
* ¿Qué futuro le esperan a estos nucleos de población a medio plazo? En mi caso voy y vengo a Madrid desde una capital de provincia del norte y atestiguo la desoladora foto que supone ver decenas de locales comerciales (incluso en calles principales) cerrados o en venta/alquiler. Sí, probablemente sea debido a que los rentistas no se bajan del guindo y quieren aprovechar la subida debido al fin de los alquileres de renta antigua, pero no deja de dar una imagen del caos calmo, de una especie de muerte anunciada, de un "qué será de nosotros" en una ciudad de funcis que poco a poco va muriendo...
Hagan sus apuestas, señores.

--- Fin de la cita ---

Conozco algo las provincias de Castellón, Teruel, Guadalajara.
Castellón sufrió un despoblamiento fuerte pero contenido dentro de la provincia, del interior a la costa, donde se juntaban la naranja y el azulejo
Teruel fue un caso tan dramatico de marginación que dió lugar al famoso "Teruel Existe"
Guadalajara es una de tantas victimas de ese monstruo que es Madrid que va vaciando poco a poco las dos Castillas.

Aparte de intereses personales, solo se me ocurre que una mayor posibilidad de teletrabajo facilita (lo he visto) que la gente mantenga sus residencias en sus pueblos de origen, con el efecto en cadena que esto tiene.
A un nivel más general, me parece que en ESP hay poca planificación destinada a equilibrar demografias y economia de las diferentes regiones. Tampoco parece que sean una prioridad los ejes no radiales (corredor mediterráneo, cantábrico-mediterráneo, etc..)

CHOSEN:
Bienvenido jmap.
Dices:

--- Citar ---¿Existen los medios básicos para vivir en un entorno rural? Uno puede comprar por cuatro duros una casa de campo e incluso ser energéticamente independiente. Es posible incluso (gracias a la tecnología móvil) disponer de acceso a internet 4G que permita desarrollar cualquiera de los múltiples trabajos relacionados con internet. ¿Pero los servicios básicos como sanidad o educación?
--- Fin de la cita ---

Y no estoy de acuerdo. Porque según la hipótesis que planteas, yo diría que casi ideal, vivir en el campo sería una alternativa viable. Pero la realidad es que NO es una alternativa viable, y precisamente por eso hablamos de "la España vaciá". Si fuera viable no existiría este tema de conversación.
Y no es viable porque el gasto, consumo, o llámalo como quieras, es superior a vivir en la urbe. De hecho, puedes comprobar que el fenómeno de los chalecos amarillos es precisamente por esto. Venimos debatiendo este tema hace mucho, mucho tiempo antes de que se declarase la emergencia.
1º te venden la casa viaja de la abuela a precio de chale unifamiliar.
2º En consecuencia los salarios ya no dan para tener dos coches por familia, a veces ni siquiera uno (por eso los chavales usan blablacar)
3º del hachazo vía impuestos, mejor ni hablamos.

Esto y mas, convierte la vida en el campo en poco menos que un lujo.

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