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Los socios del Gobierno apoyarán el decreto “trampa” que obliga al uso de mascarillas al aire librePese a no confiar en la utilidad de esta medida, reconocen que no pueden votar en contra de los dos otros asuntos que regula la norma: la revalorización de las pensiones y la contratación de sanitarioshttps://www.larazon.es/sociedad/20220201/mg6ppwg2kvaz5gjkvcbkk24i5q.html
MentirasJUAN MANUEL DE PRADAhttps://www.abc.es/xlsemanal/firmas/juan-manuel-de-prada-mentiras.htmlMe resultaron de un cinismo conmovedor todas las muestras de repudio e indignación que causaron las presuntas ‘mentiras’ del tenista Djokovic, en su intento por evitar que lo deportaran. En realidad, aquellas presuntas ‘mentiras’ no eran sino trapacerías improvisadas chapuceramente; pues cualquier persona que resuelve mentir a las autoridades se preocuparía de urdir astutamente coartadas que blinden su mentira. Nada de esto hizo Djokovic, a quien por otra parte las inicuas autoridades australianas deportaron por razones que nada tenían que ver con aquellas trapacerías de poca monta.[...]
Libertad, pero no muchoJavier Sanzhttps://www.elliberal.com/libertad-pero-no-mucho/[...]Djokovic fue elevado a los cielos (su padre incluso le comparó con Jesucristo) por decidir, dentro de su total libertad, no vacunarse y anteponer esta decisión a participar en el primer Grand Slam de la temporada, el Abierto de Australia, y tener la posibilidad de convertirse en el mejor tenista de la historia. Hasta aquí, todo perfecto. De hecho, yo mismo considero que Djokovic es un ejemplo de lucha por las libertades individuales. Muy pocos priorizan sus convicciones personales a la presión social. Y mucho menos si tienes el honor de poder convertirte en el jugador con más majors desde el inicio de este deporte, allá por el siglo XIX.[...]Pese al bullicio y al ruido del hecho en sí (una moda pasajera más), Nadal se ha plantado con un par de bemoles en la final del primer grande de la temporada. Está, él sí, a un pasito de convertirse en el tenista con más títulos de Grand Slam, en detrimento de Djokovic y su elección de no vacunarse. Me temo, que algunos de los falsos libertarios intentaran quitar méritos a Rafa. Otros, autoalimentando su hipocresía, se volverán a subir al carro del español si el domingo, en Australia, se proclama mejor tenista de la historia.
Juan Manuel de Prada, y las mentiras:CitarMentirasJUAN MANUEL DE PRADAhttps://www.abc.es/xlsemanal/firmas/juan-manuel-de-prada-mentiras.htmlMe resultaron de un cinismo conmovedor todas las muestras de repudio e indignación que causaron las presuntas ‘mentiras’ del tenista Djokovic, en su intento por evitar que lo deportaran. En realidad, aquellas presuntas ‘mentiras’ no eran sino trapacerías improvisadas chapuceramente; pues cualquier persona que resuelve mentir a las autoridades se preocuparía de urdir astutamente coartadas que blinden su mentira. Nada de esto hizo Djokovic, a quien por otra parte las inicuas autoridades australianas deportaron por razones que nada tenían que ver con aquellas trapacerías de poca monta.[...]No me acaba de convencer la posición del Sr. de Prada; más ecuánime me parece ésta otra:CitarLibertad, pero no muchoJavier Sanzhttps://www.elliberal.com/libertad-pero-no-mucho/[...]Djokovic fue elevado a los cielos (su padre incluso le comparó con Jesucristo) por decidir, dentro de su total libertad, no vacunarse y anteponer esta decisión a participar en el primer Grand Slam de la temporada, el Abierto de Australia, y tener la posibilidad de convertirse en el mejor tenista de la historia. Hasta aquí, todo perfecto. De hecho, yo mismo considero que Djokovic es un ejemplo de lucha por las libertades individuales. Muy pocos priorizan sus convicciones personales a la presión social. Y mucho menos si tienes el honor de poder convertirte en el jugador con más majors desde el inicio de este deporte, allá por el siglo XIX.[...]Pese al bullicio y al ruido del hecho en sí (una moda pasajera más), Nadal se ha plantado con un par de bemoles en la final del primer grande de la temporada. Está, él sí, a un pasito de convertirse en el tenista con más títulos de Grand Slam, en detrimento de Djokovic y su elección de no vacunarse. Me temo, que algunos de los falsos libertarios intentaran quitar méritos a Rafa. Otros, autoalimentando su hipocresía, se volverán a subir al carro del español si el domingo, en Australia, se proclama mejor tenista de la historia.Dado que esto lo escribió J.Sanz antes del triunfo de Nadal, sus palabras resultan proféticas.
Que quieren que les diga, pero me parece que esa pretendida muestra de valentía y dignidad es digna de mejores causas. Porque la causa de los llamados antivacunas es lo más esperpéntico que he visto en mi vida. De hecho, es tan absurdo y patético todo, que ha servido a partidos de toda ralea como leit motiv en los últimos dos años para pastorear al votonto y disputarse el gobierno de muchos Estados, mientras se velaban las cosas importantes de verdad.Por una vacuna, hoyga. Por una jodida vacuna que en otros tiempos, con motivo de otros virus y por razones de salud pública, nuestros ancestros han estado obligados a llevarse, como poco, un pinchacito, habiendo pasado muchos de ellos la barrera de los 100 años vivitos y coleando.Cuanto más lo pienso, más me encabrono, así que he decidido no dedicarle un minuto más. Sigan mareando la perdiz.
4. Las vacunas de ARNLas vacunas de ARN tienen un nivel de riesgo que sería inaceptable en otras circunstancias. Tienen un nivel de toxicidad importante. La plataforma de nanopartículas lipídicas que utilizan es muy inflamatoria, lo que podría estar relacionado con los efectos secundarios de la vacuna, pero es necesaria para su acción inmunológica. Las personas que mueren a causa de la vacuna pueden hacerlo muy rápido. Un amigo mío es farmacéutico, y tuvo una persona de 35 años que llegó a su farmacia el mismo día de su vacunación sintiéndose muy mal, muriendo al día siguiente. Algunas de las muertes se han relacionado con la trombocitopenia, un bajo recuento de plaquetas en la sangre. En la mayoría de los casos, las muertes tras la vacunación afectan a personas ancianas y frágiles, a menudo con patologías previas. El patólogo jefe de la Universidad de Heidelberg, Peter Schirmacher, instó a que se realizaran más autopsias a las personas recientemente vacunadas que fallecieron y fue duramente criticado por una sugerencia tan razonable. Está claro que las autoridades quieren restar importancia a los riesgos de la vacunación.El número de muertes por la vacuna es muy bajo, alrededor de 8 por millón, mucho menos que el número de muertes por COVID, e incluso mucho menos que las muertes naturales esperables. Sin embargo, el pequeño riesgo de morir no es el único riesgo de las nuevas vacunas.No me gusta la naturaleza ARN de estas vacunas. El número de nanopartículas lipídicas que contienen ARN modificado en una sola inyección es enorme, del mismo orden de magnitud que el número de células de nuestro cuerpo. En lugar de llegar a la mucosa, como el virus, se distribuyen de forma desigual por todo el cuerpo a través de los sistemas linfático y circulatorio (el hígado parece ser un objetivo preferente), donde se introducen en las células equivocadas y las marcan para su destrucción por los linfocitos T citotóxicos. La cuestión del tropismo tisular inadecuado de la vacuna COVID y sus problemas de seguridad rara vez se plantea. Desde el principio temí que con el tiempo muchas personas pudieran desarrollar enfermedades autoinmunes a causa de ella, y ya está ocurriendo: "New-onset autoimmune phenomena post-COVID-19 vaccination".Contraer una enfermedad autoinmune por la vacuna es para toda la vida y mucho peor que el COVID para la mayoría de las personas. Uno puede desarrollar una enfermedad autoinmune por la vacuna años después de recibir la inyección. Cada inyección adicional aumenta el riesgo. Existe una falsa sensación de seguridad en las personas que acuden a recibir dosis adicionales.No tiene sentido vacunar a los niños (con algunas excepciones) porque no les ayuda y no ayuda a la sociedad. El riesgo de desarrollar efectos futuros es inaceptable a esa edad. Las vacunaciones repetidas con vacunas de ARN probablemente tengan más efectos negativos que positivos. Los ancianos podrían necesitar vacunas anuales para controlar su mucho mayor riesgo. Esperemos que en el futuro se desarrollen vacunas mejores y más seguras.