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Uno de los puntos de fricción entre la nueva realidad laboral y los grandes núcleos urbanos radica en que estos no fueron diseñados para que sus habitantes trabajaran desde casa. Conceptos como ‘ciudades dormitorio’ solo tienen sentido en una visión urbanística basada en el trabajo presencial masivo.La pandemia ha llevado al teletrabajo a instalarse abruptamente en el día a día de las personas, trastocando la vida en las ciudades tal y como la conocíamos. Se habla del coronavirus como «la nueva gran revolución urbanística» porque un alto porcentaje de la población activa ha cumplido más de medio año realizando sus tareas, total o parcialmente, desde sus domicilios, lo que supone múltiples cambios en el pulso y la fisionomía de las metrópolis. Hay quien se pregunta si están listas para asumirlos. Aunque aún está por ver lo que sucederá cuando el virus haya sido vencido, todo indica que la modalidad de trabajo remoto permanecerá entre nosotros de una manera generalizada. De esta forma, uno de los posibles puntos de fricción entre esta nueva realidad laboral y los grandes núcleos urbanos radica en que estos no fueron diseñados para que sus habitantes trabajaran desde casa. En el libro de instrucciones de cualquier gran ciudad actual, la gente vive y trabaja en lugares distintos y, de hecho, ocupa buena parte de su tiempo moviéndose entre esos espacios.Conceptos como ‘ciudades dormitorio’, que han ido acumulando grandes volúmenes de población en los alrededores de las principales áreas de actividad empresarial, como es el caso de Madrid o Barcelona, para nutrir a sus empresas de trabajadores, solo tienen sentido en una visión urbanística basada en la premisa del trabajo presencial masivo. Lo mismo puede decirse de los distritos financieros, centros empresariales o polígonos industriales, zonas que concentran la actividad profesional de una ciudad y en torno a las cuales se establece todo un microcosmos de negocios auxiliares –como restaurantes, gimnasios, peluquerías o sucursales bancarias– destinado a atender a esa población itinerante que acude allí a diario a trabajar.El diseño presencial también marca la anatomía de las urbes. Las comunicaciones enfocadas al transporte de personas se convierten en esenciales, ya que deben ser capaces de soportar un interminable caudal diario de viajeros que se desplazan desde sus casas a sus lugares de trabajo y viceversa, con especial incidencia en unas determinadas horas punta. La proximidad a los centros laborales se convierte en un elemento que marca el valor inmobiliario. Y también el espacio es un factor en reformulación. Puesto que la gente tiende a pasar pocas horas de su vida en sus casas, la cantidad de metros cuadrados que se estiman necesarios para habitarlas ‘confortablemente’ tiende a reducirse. Pasar muchas horas fuera del domicilio también afecta al ocio o a la compra de suministros. En una cultura de escasez de tiempo y de ‘coche para todo’, los centros comerciales suponen la solución más alineada con un estilo de vida urbanita en el que la vida de barrio ha sido vaciada de contenido. Pero el teletrabajo no supone una revolución únicamente por razones urbanísticas. Parte de los que lamentaban el ritmo frenético y deshumanizado de las grandes capitales se sienten amenazados por la sombra de la pausa letal y el enclaustramiento que sobrevuela al trabajo remoto. Y se preguntan: ¿qué será de la ciudad sin el vibrante impulso de sus cines, teatros y restaurantes llenos y sus calles a rebosar? Sin embargo, el teletrabajo no tiene por qué acabar con ese pulso. Al contrario, puede suponer una oportunidad para humanizarlo y racionalizarlo. Atascos, contaminación atmosférica y acústica, aglomeraciones, prisas, estrés, tiempos de desplazamiento, gastos en transporte o en comer fuera, dificultades para conciliar… Como ya se encargó de demostrar el confinamiento, todos estos efectos secundarios del trabajo presencial mejoran sensiblemente en un escenario urbano consagrado al teletrabajo. También puede facilitar desarrollar otros aspectos que habían quedado relegados, como el comercio de proximidad o la economía circular, o devolver parte de esa población huida de la España vacía a sus lugares de origen. Habrá que hacer cambios, reajustar, rediseñar. Pero ya se estaba haciendo. El pasado mes de febrero, la Comisión de la Unión Europea presentó el proyecto de la nueva Bauhaus (*) para la remodelación de las ciudades por covid-19, «un proyecto de esperanza para explorar cómo vivir mejor juntos después de la pandemia, combinando sostenibilidad con estilo, llevando el Pacto Verde Europeo más cerca de las personas y los hogares», en palabras de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. Entre los principales objetivos: movilidad, zonas verdes y menos coches.Así, el teletrabajo parece alinearse a la perfección con los nuevos modelos de ciudades inteligentes, digitalizadas, energéticamente sostenibles y limpias de contaminación hacia los que nos dirigimos. Plantearse si las ciudades serán capaces de adaptarse al teletrabajo es como cuestionarse si un fumador empedernido viviría mejor sin tabaco. Si se pide opinión al fumador, probablemente buscará justificaciones para agarrarse a su hábito. Pero, pregúntele al neumólogo.
- El desarrollo urbanístico supondrá la creación de 250.000 puestos de trabajo.- La inversión total estimada para este proyecto asciende a unos 7.300 millones.- BBVA, Merlin y Sanjose son los tres promotores de la conocida como Operación Chamartin.
House prices in the rich world are boomingUnusually, suburbs not cities are feeling the heatON A SUNNY afternoon in Kingsmere, a new suburb of Bicester, a town 50 miles (80km) north of London, the streets are abuzz with people strolling and children playing. In ten years 1,600 homes have been built on the site, and another 900 are soon to follow. In the sales office for Bovis Homes, Flip Baglee says she has “never known it to be so busy”. Sentiment in Rhinebeck, a village 80 miles north of New York City, is similarly buoyant. Many of the properties advertised in the window of Gary DiMauro Real Estate—from mansions to cottages—are already taken.
Una pena Madrid nuevo norteque mediocridad por dios!
Derby, estoy totalmente de acuerdo con lo que dices de España, siempre que voy a España pienso que viajo a una realidad paralela, es alucinante, sobre todo porque les funciona, ahí están tan contentos. Es un tema que no entiendo, pero creo que siempre fue así... Enviado desde mi SM-T580 mediante Tapatalk
La inversión inmobiliaria se hunde un 60% en el arranque del añoLas adquisiciones caen hasta los 1.600 millones en el primer trimestreEl Hotel Madrid Edition, la mayor compra por 205 millones
[...] Pues parece que en Madrid no se dan por aludidos, y se van a fundir 7.300 millones de euros de todos los españoles en el Madrid Nuevo Norte, para hacer de Madrid más Mierdrid de lo que es:
Cita de: pedrito en Abril 05, 2021, 23:21:30 pm[...] Pues parece que en Madrid no se dan por aludidos, y se van a fundir 7.300 millones de euros de todos los españoles en el Madrid Nuevo Norte, para hacer de Madrid más Mierdrid de lo que es:A ver, Pedrito, que veo que no la coges. Mierdriz no nos gusta, pero como alegoría de "Burbujón de Madrid" pues tiene un pase. "Mierdrid" es abiertamente un insulto gratuito... que no voy a tolerar.Éste es el último aviso que te doy.
Somos asquerosamente pobres y quieren que celebremos la miseriaExiste una diferencia sustancial entre administrar riqueza y administrar precariedad. Lo primero suele requerir prudencia, mientras que lo segundo, imaginaciónhttps://www.vozpopuli.com/opinion/pobreza-precariedad-prensa.htmlRelataba un periódico hace un tiempo las ventajas del coliving, es decir, de compartir piso con desconocidos. Alababa la capacidad que esa opción proporciona para conocer otras culturas y socializar con gente joven y enérgica; y cualquiera podría preguntarse si por la mente de su redactor había pasado alguna vez una idea que no estuviera relacionada con la felicidad. Pero con esa felicidad que proporcionan los barbitúricos, que es tan artificial como peligrosa.[...]En el periódico anteriormente mencionado, que es El País, aparecía hace unas horas otro texto que ilustraba sobre las ventajas de determinados modelos de vivienda sin cocina . Se hacía eco de la opinión de una arquitecta, becada en la Universidad de Harvard, muy viajada ella e interesada por esta forma de vida.[...]“En una sociedad en la que todo al llegar a cierta edad, se plantean si no es mejor compartir la custodia de un hijo con un amigo, que no con una pareja inestable”. [...]
Wanderer, si te apetece puedes decir por qué estás cabreadísimo con asustadísimos. Y si no, pues no.Yo me tomo la libertad de dar mi opinión tanto respecto al discurso de asustadísimos como a al tema de su presunta alineación con el PSOE.Y me parece que deberíamos ser escrupulosos, cuidadosos o cautos con el uso de algunos términos. En la Democracia que tenemos la voluntad popular se canaliza mediante los partidos políticos. Se nos da la oportunidad de elegir unos representantes en las instituciones, que en principio van a hacer lo que les dicten desde su partido.
El FMI eleva al 6,4% la previsión de crecimiento de España pero aplaza a 2023 la salida de la crisisEl organismo mejora en cinco décimas el pronóstico para este año. La economía española será, junto a Italia, la única que no recuperará en 2022 el nivel de PIB anterior a la pandemia
Wanderer, si te apetece puedes decir por qué estás cabreadísimo con asustadísimos. Y si no, pues no.