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[...] Esa "venganza" se barrunta como un cierre en cadena de empresas endeudadas.
El talento atrofiado: por qué en España escasean los profesionales de alto nivelDecir que en España hay escasez de profesionales cualificados pone a la defensiva a muchos, sin embargo las evidencias son abrumadorasEn 2007, Google compró Panoramio, la 'startup' que fundamos Joaquín Cuenca, Jose Florido y un servidor. Cuando nos incorporamos a la plantilla del buscador, lo que más me impresionó fueron los compañeros, jamás había visto gente con tanto talento. Yo nunca hubiera pasado los legendarios, por estrictos, procesos de selección de Google, así que la adquisición fue una oportunidad única de descubrir un mundo donde el talento estaba a un nivel muy superior. Aquello fue un baño de humildad apabullante: te compra Google, pareces el puto amo, pero de repente te das cuenta de que eres el más tonto del lugar. Y no, no se trata de complejos. En España, tenemos talento en abstracto, talento potencial, pero escasea el talento operativo. El problema es que cuando hablamos de talento a nadie le interesa la potencialidad, sino la capacidad de obtener resultados. En estos tiempos de alta especialización, una persona con talento no puede llegar a niveles extraordinarios de capacidad de manera autodidacta porque difícilmente tendrá acceso a la experiencia operativa necesaria, lo que significa que ese españolito tan brillante que todos conocemos, pero que jamás ha estado en la empresa correcta, probablemente no sea tan bueno como pensamos.Los españoles nos debemos librar de los complejos, pero no ignorar la realidad. Obvio y doloroso: la única manera de aprender a hacer algo brutalmente difícil es haciéndolo. Sin embargo, estos retos solo se presentan en ciertas empresas que llevan la tecnología al límite porque su posicionamiento en el mercado y su ventaja competitiva es precisamente hacer cosas muy difíciles, cosas que otros no sepan hacer, cosas que otros no se atrevan a hacer. Hacer lo que nadie es capaz de hacer es un poco loco porque sin referencias, sin nadie a quien copiar, no sabes si estás haciendo algo absurdo o una genialidad, pero esa incertidumbre es la esencia del sector tecnológico. La mayoría de tecnológicas españolas se limitan a digitalizar procesos haciendo un trabajo que se parece más a hacer ganchillo que tecnología. El drama es que la mayoría de profesionales españoles jamás ha estado en esta tesitura, porque la mayoría de empresas tecnológicas españolas se limita a digitalizar procesos 'offline' haciendo un trabajo que se parece más a hacer ganchillo que a hacer tecnología. Los profesionales educados en estas empresas no saben lo que no saben, ni lo que se están perdiendo. Sin haber enfrentado retos, una persona desconoce sus propias carencias, cree que su realidad es la única posible y sobrevalora su propio talento, pero sin retos ni compañeros brillantes, uno difícilmente puede corregir esas carencias. Unos llevan drones que reconocen blancos con inteligencia artificial y nosotros nos creemos los mejores mientras alzamos nuestros trabucos en señal de victoria. Si todos aceptamos con naturalidad que España tiene un retraso tecnológico respecto a los países más avanzados, ¿por qué insistimos en manifestar que tenemos grandes profesionales de altísimo nivel? Desgraciadamente, no es así. La consecuencia lógica de tener pocas empresas punteras es que pocos trabajadores y directivos han tenido el contexto propicio donde curtirse, desarrollar su talento, cultivarlo y llevarlo a un nivel superior.Crear tecnología innovadora requiere por un lado conocimiento de la teoría y, por otro, experiencia práctica. La parte de conocimiento teórico está hoy en día al alcance de casi cualquiera, pero la experiencia práctica a ciertos niveles solo está al alcance de los empleados de un puñado de empresas vanguardistas. Por ejemplo, crear un chat desde cero está al alcance de cualquiera, pero crear un chat para millones de usuarios simultáneos solo está al alcance de unas pocas empresas en todo el mundo y unos pocos ingenieros de alto nivel. Esto no es un argumento teórico, es la razón por la cual el chat de Wallapop lleva años frustrando miles de compraventas en la 'app'. Decir que en España hay escasez de profesionales cualificados pone a la defensiva a muchos, sin embargo, las evidencias directas e indirectas sobre la falta de un tejido industrial que propicie el desarrollo del talento en España son abrumadoras. La primera cuestión es dirimir si nuestras empresas son realmente innovadoras o no. Uno puede entrar en debates abstractos o buscar una evidencia indirecta. Si una empresa española vende en el mercado EEUU, el más avanzado, exigente, competitivo y rentable, es muy probable que haya hecho algo tecnológicamente meritorio y genuinamente avanzado. Si, por el contrario, alguien que dice hacer algo revolucionario se va a Brasil, México o Italia, puedes tener la seguridad de que su punto fuerte es la creación de equipos comerciales, levantar rondas o cerrar 'deals' en comidas, pero su tecnología es de segunda o incluso una 'commodity' vendida como novedad. Otra evidencia indirecta muy reveladora es la composición de los equipos. La mayoría de miembros de equipos punteros en EEUU es de origen extranjero, pero en España los profesionales son mayoritariamente locales. Es obvio que la gente con más talento tecnológico del mundo no escoge España como lugar donde desarrollar su carrera, por el contrario, los españoles con más talento suelen acabar en EEUU. No solo no captamos talento extranjero, sino que perdemos el propio.La abundancia de cucarachas digitales en 'apps' de bancos y grandes empresas españoles es otra señal indirecta. Empresas que producen tecnología de manera burocratizada con equipos sobredimensionados y magros resultados. Organizaciones que se vanaglorian de usar las metodologías más modernas y las herramientas más de moda, pero cuya deficiente estructura jerárquica imposibilita el control sobre el producto final. El tipo que realmente hace el trabajo no sabe ni qué hace, ni para qué, ni tiene acceso a métricas en tiempo real que le permitan mejorar. En esas condiciones, por mucho talento potencial que tenga un empleado de una gran corporación, es complicado que lo desarrolle. El abrumador peso de la consultoría en el sector tecnológico español es otro impedimento a la creación de talento tecnológico nacional. El éxito de una consultora lo determina la satisfacción del cliente, no la calidad del producto entregado. Un cliente que contrata una consultora porque no tiene la capacidad de crear el producto precisamente por eso está incapacitado para juzgar la calidad del producto final. Trabajando para un cliente ignorante y sabiendo que no será juzgado por los resultados del producto en el mercado, el trabajador de consultoría trabaja con unos incentivos perversos. En las consultoras, se desarrolla el talento, pero otro tipo de talento, talento para saber cómo argumentar, impresionar y satisfacer a un cliente, es decir, el talento para camelárselo. Bajo ese modelo, el consultor exitoso desarrolla una habilidad especial para crear entelequias abstractas, razonamientos enrevesados, entregables impecables y recurrir a 'palabros' sofisticados. En definitiva, onanismo intelectual que justifica altas tarifas, suma muchas horas facturadas y que exhibe un desprecio absoluto por los resultados operativos. No es de extrañar que esta forma de trabajar degenere en la selección negativa del talento y que gran parte de nuestra supuesta élite profesional haya llegado a lo más alto por antigüedad, relaciones, camarillas y apadrinamientos endogámicos.Las escuelas de formación en España forman parte de ese mundo de selección negativa del talento en el que nadie sabe muy bien los méritos objetivos de los profesores para ser fuentes de conocimiento, nunca están claros sus logros, ni el impacto generado. La cantidad de talento potencial es el mismo en una tribu del Amazonas, en Silicon Valley o en Solomillos del Trigal, provincia de Ciudad Real, pero oportunidades para que ese talento se desarrolle y se curta las hay en muy pocos sitios. El trabajo en remoto es un rayo de esperanza que puede permitir que nuestros profesionales tengan la oportunidad de aprender en empresas punteras sin perderlos en el extranjero, pero todo será inútil si ni siquiera somos capaces de reconocer nuestras carencias como profesionales y aprender a reconocer el talento de terceros sin sentirnos ofendidos. Delante de un problema estructural como la falta de talento, no tiene sentido un análisis maniqueísta de buenos y malos, víctimas y culpables. Todos somos parte del problema y todos deberíamos ser parte de la solución. Dejemos de hacer ganchillo y hagamos tecnología innovadora.
Game Stop .... 6.600% en 1 añoAMC (Cines)... 1.000% en 1 año (95% ayer)DogeCoin ...... 16.000% en 1 año
https://blogs.elconfidencial.com/tecnologia/tribuna/2021-06-02/talento-informatica-startups-silicon-valley-google_3112087/?utm_source=twitter&utm_medium=social&utm_campaign=BotoneraWebCitarEl talento atrofiado: por qué en España escasean los profesionales de alto nivelDecir que en España hay escasez de profesionales cualificados pone a la defensiva a muchos, sin embargo las evidencias son abrumadorasEn 2007, Google compró Panoramio, la 'startup' que fundamos Joaquín Cuenca, Jose Florido y un servidor. Cuando nos incorporamos a la plantilla del buscador, lo que más me impresionó fueron los compañeros, jamás había visto gente con tanto talento. Yo nunca hubiera pasado los legendarios, por estrictos, procesos de selección de Google, así que la adquisición fue una oportunidad única de descubrir un mundo donde el talento estaba a un nivel muy superior. Aquello fue un baño de humildad apabullante: te compra Google, pareces el puto amo, pero de repente te das cuenta de que eres el más tonto del lugar. Y no, no se trata de complejos. En España, tenemos talento en abstracto, talento potencial, pero escasea el talento operativo. El problema es que cuando hablamos de talento a nadie le interesa la potencialidad, sino la capacidad de obtener resultados. En estos tiempos de alta especialización, una persona con talento no puede llegar a niveles extraordinarios de capacidad de manera autodidacta porque difícilmente tendrá acceso a la experiencia operativa necesaria, lo que significa que ese españolito tan brillante que todos conocemos, pero que jamás ha estado en la empresa correcta, probablemente no sea tan bueno como pensamos.Los españoles nos debemos librar de los complejos, pero no ignorar la realidad. Obvio y doloroso: la única manera de aprender a hacer algo brutalmente difícil es haciéndolo. Sin embargo, estos retos solo se presentan en ciertas empresas que llevan la tecnología al límite porque su posicionamiento en el mercado y su ventaja competitiva es precisamente hacer cosas muy difíciles, cosas que otros no sepan hacer, cosas que otros no se atrevan a hacer. Hacer lo que nadie es capaz de hacer es un poco loco porque sin referencias, sin nadie a quien copiar, no sabes si estás haciendo algo absurdo o una genialidad, pero esa incertidumbre es la esencia del sector tecnológico. La mayoría de tecnológicas españolas se limitan a digitalizar procesos haciendo un trabajo que se parece más a hacer ganchillo que tecnología. El drama es que la mayoría de profesionales españoles jamás ha estado en esta tesitura, porque la mayoría de empresas tecnológicas españolas se limita a digitalizar procesos 'offline' haciendo un trabajo que se parece más a hacer ganchillo que a hacer tecnología. Los profesionales educados en estas empresas no saben lo que no saben, ni lo que se están perdiendo. Sin haber enfrentado retos, una persona desconoce sus propias carencias, cree que su realidad es la única posible y sobrevalora su propio talento, pero sin retos ni compañeros brillantes, uno difícilmente puede corregir esas carencias. Unos llevan drones que reconocen blancos con inteligencia artificial y nosotros nos creemos los mejores mientras alzamos nuestros trabucos en señal de victoria. Si todos aceptamos con naturalidad que España tiene un retraso tecnológico respecto a los países más avanzados, ¿por qué insistimos en manifestar que tenemos grandes profesionales de altísimo nivel? Desgraciadamente, no es así. La consecuencia lógica de tener pocas empresas punteras es que pocos trabajadores y directivos han tenido el contexto propicio donde curtirse, desarrollar su talento, cultivarlo y llevarlo a un nivel superior.Crear tecnología innovadora requiere por un lado conocimiento de la teoría y, por otro, experiencia práctica. La parte de conocimiento teórico está hoy en día al alcance de casi cualquiera, pero la experiencia práctica a ciertos niveles solo está al alcance de los empleados de un puñado de empresas vanguardistas. Por ejemplo, crear un chat desde cero está al alcance de cualquiera, pero crear un chat para millones de usuarios simultáneos solo está al alcance de unas pocas empresas en todo el mundo y unos pocos ingenieros de alto nivel. Esto no es un argumento teórico, es la razón por la cual el chat de Wallapop lleva años frustrando miles de compraventas en la 'app'. Decir que en España hay escasez de profesionales cualificados pone a la defensiva a muchos, sin embargo, las evidencias directas e indirectas sobre la falta de un tejido industrial que propicie el desarrollo del talento en España son abrumadoras. La primera cuestión es dirimir si nuestras empresas son realmente innovadoras o no. Uno puede entrar en debates abstractos o buscar una evidencia indirecta. Si una empresa española vende en el mercado EEUU, el más avanzado, exigente, competitivo y rentable, es muy probable que haya hecho algo tecnológicamente meritorio y genuinamente avanzado. Si, por el contrario, alguien que dice hacer algo revolucionario se va a Brasil, México o Italia, puedes tener la seguridad de que su punto fuerte es la creación de equipos comerciales, levantar rondas o cerrar 'deals' en comidas, pero su tecnología es de segunda o incluso una 'commodity' vendida como novedad. Otra evidencia indirecta muy reveladora es la composición de los equipos. La mayoría de miembros de equipos punteros en EEUU es de origen extranjero, pero en España los profesionales son mayoritariamente locales. Es obvio que la gente con más talento tecnológico del mundo no escoge España como lugar donde desarrollar su carrera, por el contrario, los españoles con más talento suelen acabar en EEUU. No solo no captamos talento extranjero, sino que perdemos el propio.La abundancia de cucarachas digitales en 'apps' de bancos y grandes empresas españoles es otra señal indirecta. Empresas que producen tecnología de manera burocratizada con equipos sobredimensionados y magros resultados. Organizaciones que se vanaglorian de usar las metodologías más modernas y las herramientas más de moda, pero cuya deficiente estructura jerárquica imposibilita el control sobre el producto final. El tipo que realmente hace el trabajo no sabe ni qué hace, ni para qué, ni tiene acceso a métricas en tiempo real que le permitan mejorar. En esas condiciones, por mucho talento potencial que tenga un empleado de una gran corporación, es complicado que lo desarrolle. El abrumador peso de la consultoría en el sector tecnológico español es otro impedimento a la creación de talento tecnológico nacional. El éxito de una consultora lo determina la satisfacción del cliente, no la calidad del producto entregado. Un cliente que contrata una consultora porque no tiene la capacidad de crear el producto precisamente por eso está incapacitado para juzgar la calidad del producto final. Trabajando para un cliente ignorante y sabiendo que no será juzgado por los resultados del producto en el mercado, el trabajador de consultoría trabaja con unos incentivos perversos. En las consultoras, se desarrolla el talento, pero otro tipo de talento, talento para saber cómo argumentar, impresionar y satisfacer a un cliente, es decir, el talento para camelárselo. Bajo ese modelo, el consultor exitoso desarrolla una habilidad especial para crear entelequias abstractas, razonamientos enrevesados, entregables impecables y recurrir a 'palabros' sofisticados. En definitiva, onanismo intelectual que justifica altas tarifas, suma muchas horas facturadas y que exhibe un desprecio absoluto por los resultados operativos. No es de extrañar que esta forma de trabajar degenere en la selección negativa del talento y que gran parte de nuestra supuesta élite profesional haya llegado a lo más alto por antigüedad, relaciones, camarillas y apadrinamientos endogámicos.Las escuelas de formación en España forman parte de ese mundo de selección negativa del talento en el que nadie sabe muy bien los méritos objetivos de los profesores para ser fuentes de conocimiento, nunca están claros sus logros, ni el impacto generado. La cantidad de talento potencial es el mismo en una tribu del Amazonas, en Silicon Valley o en Solomillos del Trigal, provincia de Ciudad Real, pero oportunidades para que ese talento se desarrolle y se curta las hay en muy pocos sitios. El trabajo en remoto es un rayo de esperanza que puede permitir que nuestros profesionales tengan la oportunidad de aprender en empresas punteras sin perderlos en el extranjero, pero todo será inútil si ni siquiera somos capaces de reconocer nuestras carencias como profesionales y aprender a reconocer el talento de terceros sin sentirnos ofendidos. Delante de un problema estructural como la falta de talento, no tiene sentido un análisis maniqueísta de buenos y malos, víctimas y culpables. Todos somos parte del problema y todos deberíamos ser parte de la solución. Dejemos de hacer ganchillo y hagamos tecnología innovadora.
Parece ser que no se quiere entender. Yo no digo que la gente más joven no emprenda, no oposite, no estudie, no se forme.Digo exactamente lo contrario que hay jóvenes que sí estudian, sí se preparan, sí opositan, sí emprenden y les va bien. Es decir que el pretender englobar a todos los miembros de una generación en que les va mal y no tienen posibilidades y está todo más difícil. Eso no lo comparto.Cuando yo tenía 20 o 25 años también los que tenían más edad, digamos 30 o 35 ganaban más, tenían menos paro, tenían moto, coche o piso o lo que fuera. Por la sencilla razón de que estaban más asentados. Me tocaron los tiempos que me tocaron.Y esos a su vez cuando tenían 20 o 25 también ganaban menos y tenían peores oportunidades que los que tenían 30 o 35. Les tocaron los tiempos que les tocaron.Hay que jugar en los tiempos que le tocan a cada uno.Eso era así, es así y será siempre así.El que era maestro hace 50 años y el que es maestro ahora, en la escuela pública, gana más o menos parecido o el estatus es parecido. El que es médico ahora o si se quiere MIR ahora y el que lo era antes tiene más o menos el mismo estatus. Y todos son jóvenes. Esos jóvenes existen. Existen los jóvenes que montan con otros empresas de todo tipo, atienden farmacias, ortopedias, ortodoncias, empresas de diseño, de publicidad, de estética, de peluquería, de asesorías o academias o empresas de lo que sea. La inmensa mayoría de la gente con la que me relaciono por trabajo son jóvenes; y están bien situados porque están en puestos de trabajo bien remunerados. Es bien sencillo, quieres ser médico. Pues lo que tienes que hacer es sacar las notas más próximas a 10 en bachiller y sacar en la selectividad una nota próxima a 10 y hacer un par de asignaturas para subir nota, y en el global sobre 14 (así era antes al menos) pues sacar 12,5 ó 13. Por si acaso, puedes repetir la selectividad un mes después aunque tengas 12,5 para mejorar nota y te vale para el año que viene. Supongo que estará la nota de corte por ahí. Y luego te tiras 6 años, alguno de ellos salvo que seas un genio, pues en 1º o 2º, salvo que seas un genio, estudias 12 horas al día, pero estudiar. Y así pues pasas 6 años.Luego te tienes que presentar al examen MIR y vienes a tirarte estudiando desde junio hasta marzo sin parar, prácticamente todos los días, incluídos sábados y domingos. De vez en cuando paras un poco, pero no mucho.Luego te presentas a la prueba MIR, y compites con los de aquí y con los que vienen de fuera a realizar esa prueba, para ser médico residente. Y luego pues depende de la nota que tengas, pues eliges o vas eligiendo en lo que te vaya quedando. Y si estás dispuesto haces el petate y te vas donde te asignen plaza. Ahora ya no se elige, te asignan; y si no la coges se está hablando de que te sancionen con 4 o 5 años y no te puedas presentar. Y si obtienes plaza, pues empiezas a cobrar; y bueno, no cobran mal. Y te tienes que buscar vivienda, compartir o alquilar o buscarte la vida. Y la gente lo hace. No todos pero muchos lo hacen.Esto era así antes, es así ahora y todo parece indicar que será así en el futuro; y prácticamente todos son jóvenes de 24, 25 años. Y lo hacen. Y este año el ratio es el mejor que ha habido en mucho tiempo. Sea porque muchos médicos se están y se van a jubilar, la pandemia ha sido la gota que colmó el vaso; sea porque la pandemia ha dejado bien a las claras que se necesita más personal en Sanidad, sea por lo que sea. A mí me parece en todas las categorías unas carreras con buenas salidas. Enfermería no es tan duro. Auxiliar de Clínica no es duro.Ratios MIR y EIR 2021: el año con más posibilidades de conseguir una plazaSegún las primeras estimaciones de Sanidad, se han aceptado 13.638 aspirantes MIR para las 7.989 plazas ofertadas. https://www.redaccionmedica.com/secciones/formacion/mir-eir-ratios-2021-ano-posibilidades-conseguir-plaza-7267Esto no es una oposición pero desmiente el hecho, es verdad, que ya se hizo una selección en selectividad para poder acceder a la Universidad a esta carrera; pero no son no sé cuantos por plaza. Es más, donde apliquen el corte mínimo, que establecen un corte por ejemplo en la plaza 10.500 y esos es como que hubiesen superado la plaza. Pues es probable que si mucha gente por las razones que sean, porque no le da para la especialización que quiere hacer, porque no quiere desplazarse de su localidad de origen, porque vive en pareja y no quiere alejarse de su pareja o de su familia. Y al final es posible que puedan poder tener opción de plaza casi todos los "aprobados", los que han pasado la nota de corte.Y así, si todo va bien en 4 o 5 años eres médico especialista; y tienes que opositar, porque la Sanidad es prácticamente pública en España; y hala a pegarte otra empollada de muerte; y con un poco de suerte tienes plaza.Ya lo comenté, de los 10 primeros, me parece que 9 han sido chicos, a pesar de que se presentan más chicas.Daniel Gómez, de CIUDAD REAL, ha obtenido la máxima calificación este año. Con 102 puntos, este joven de Ciudad Real ha obtenido la mejor calificación de un total de más de 15.000 solicitudes.https://cadenaser.com/programa/2021/04/16/la_ventana/1618582618_678526.htmlY cuenta lo siguiente: "Un resultado tan positivo en el MIR tiene detrás, naturalmente, muchos meses de duro trabajo, e incluso años: “Son muchas horas desde hace mucho tiempo. Ya en selectividad necesitas una nota de corte muy alta, y la carrera es muy exigente. En cuanto al examen, te lo empiezas a preparar desde un año y medio antes, más o menos, pero la etapa más intensiva, en la que estudias 11 o 12 horas al día empieza unos ocho meses atrás”.Este chico, pero vale para quien ha quedado en un puesto que le de acceso a una plaza, incluso a los que han superado la prueba aunque no obtengan nota. No se amilanó. No tiró la toalla en el bachiller (y hay que sacar nota cercana a 10 y cogiendo las de Ciencias), ni en la selectividad, ni en la carrera, ni en nada. Y toma el MIR, te lo juegas todo un día en un examen, te juegas 1 año estudiando 12 horas al día. Además del esfuerzo previo de 2 + 6 años. Y lo que les queda por delante.Esta es la juventud a la que me refiero. Y esa juventud existía hace 20 años y EXISTE hoy en día, ahí está Daniel Gómez, y existirá en el futuro. Siempre se han tenido que meter esas empolladas. Siempre han tenido que quemarse las cejas. ¿Es ahora más difícil que hace 20 años? ¿Es más fácil que dentro de 10 años?Y realizan ese esfuerzo; y lo logran. Hay que tener las cosas muy claras para hacer lo que ha hecho Daniel. Yo no hubiese podido. Y me maravillo de toda esta gente. Y este chico, Daniel, no me cabe la menor duda, de que hará la especialización y obtendrá plaza tras preparar oposiciones durante un año o dos.No se ha quejado. Sabía lo que tenía que hacer y lo ha hecho. Jóvenes así existen en casi todos los sectores.Y los que no obtengan plaza o la especialización que quieren, ¿qué tienen que hacer? Pues si así lo deciden tirarse otro año estudiando y probar suerte el año que viene. ¿Es justo? ¿No es justo? ¿Les pagan poco, regular, mucho para su esfuerzo? ¿Va a ser caro el alquiler de la vivienda si se tienen que desplazar? Se puede contestar lo que sea. Pero la realidad es la que es. Y tendrán que bregar un año más. No hay otra. Es así. Los lamentos no valen de nada.
Como suceso ilustrativo que me pasó hace unos cuantos años: Entré en una empresa y me tomaron por "genio" por saber hacer reglas de tres en papel...Inmediatamente empezaron los celos, o lo que fuera; yo que sé: "el listo este nuevo, noh vah a robah nuestroh derechoh adquiridoh". Acabó mal. Oh sorpresa.
Cita de: Mistermaguf en Junio 03, 2021, 10:28:54 amY ya que hablas de industrias aeroespaciales, te remito a un ejemplo de un conocido, que casi desde el garage se ha montado una https://es.wikipedia.org/wiki/Satellogic, 11 años después de arrancar, iba más o menos así: https://www.telam.com.ar/notas/202007/493485-satellogic-10-anos-de-una-pequena-multinacional-argentina-que-quiere-conquistar-el-cielo.html y en la actualidad está desarrollando un proyecto para una constelación de más de 300 nanosatélites.Buenas,Decías unos post atrás que estás en las antípodas de errozate. No es verdad.
Y ya que hablas de industrias aeroespaciales, te remito a un ejemplo de un conocido, que casi desde el garage se ha montado una https://es.wikipedia.org/wiki/Satellogic, 11 años después de arrancar, iba más o menos así: https://www.telam.com.ar/notas/202007/493485-satellogic-10-anos-de-una-pequena-multinacional-argentina-que-quiere-conquistar-el-cielo.html y en la actualidad está desarrollando un proyecto para una constelación de más de 300 nanosatélites.
No. No es realista (a día de hoy) que unos jovencitos se junten para proveer no-sé-qué a la industria aeroespacial. Ya sé que no te refieres a fabricar motores y hacer la competencia a Rolls Royce, ¿podrías decir algún ejemplo de insumo que unos jovencitos podrían suministrar a la industria aeroespacial?Por supuesto, estás pensando en el capital de los padres para el inicio de la sociedad, pero eso es trampa: los que emprenden entonces son los padres, no los hijos. Y cuando los niños les vayan con esas ideas, ¿sabes en qué les sugerirán los padres invertir? Creo que sí, todos lo sabemos.
Obviamente (hay que explicar lo obvio) todos, hasta los jóvenes, tienen que trabajar para poder optar a un plato de lentejas y compartir piso. La inmensa mayoría de jóvenes lo hacen, y los que no, son alimentados por los papás, mientras éstos los consideran un fracaso de la naturaleza. Lo que significa el meme, es que para eso, más vale trabajar y arriesgar lo justito, pues aunque trabajes y te deslomes y te la jueges, realmente no vas a salir de ese agujero, porque en la práctica, no hay manera de salir a día de hoy, en las condiciones actuales. Y eso no es alimentar a la bestia, sino todo lo contrario, privar de comida (jovencitos frescos, dispuestos a todo y a emprender la carrera de la rata) a la bestia. Muchísimos jóvenes, hermanos pequeños de los cuarentones, ya han visto la jugada. La bestia está muy enfadada con ellos: los tilda de flojos y vagos. Lo más importante, me decía una conocida jubilada, es que la gente joven "cotice".Primero corrige las rentas improductivas, premia (aunque sea un poquito) al que da valor, arriesga y trabaja de verdad, y ya verás tú si la gente emprende o no. Los españoles no somos especiales, ni para bien, ni para mal. Las clases dirigentes, en su margen estrecho de gestión, lo que hacen es exactamente lo contrario, ahogar aún más, y todo lo que haga falta, al sector productivo, en favor del improductivo.
O dicho en forma de meme: dado el actual sistema de reparto de rentas, todo esfuerzo se va como agua en un cesto de mimbre. Vosotros decís que, para llenar el cesto, hay que hacerlo de forma más imaginativa y a un caudal mayor. Los estructural-transicionistas decimos que hay que cambiar el cesto por un cubo bien cerrado.
Cita de: Extemporáneo en Junio 03, 2021, 11:18:41 amhttps://blogs.elconfidencial.com/tecnologia/tribuna/2021-06-02/talento-informatica-startups-silicon-valley-google_3112087/?utm_source=twitter&utm_medium=social&utm_campaign=BotoneraWebCitarEl talento atrofiado: por qué en España escasean los profesionales de alto nivelDecir que en España hay escasez de profesionales cualificados pone a la defensiva a muchos, sin embargo las evidencias son abrumadorasEn 2007, Google compró Panoramio, la 'startup' que fundamos Joaquín Cuenca, Jose Florido y un servidor. Cuando nos incorporamos a la plantilla del buscador, lo que más me impresionó fueron los compañeros, jamás había visto gente con tanto talento. Yo nunca hubiera pasado los legendarios, por estrictos, procesos de selección de Google, así que la adquisición fue una oportunidad única de descubrir un mundo donde el talento estaba a un nivel muy superior. Aquello fue un baño de humildad apabullante: te compra Google, pareces el puto amo, pero de repente te das cuenta de que eres el más tonto del lugar. Y no, no se trata de complejos. En España, tenemos talento en abstracto, talento potencial, pero escasea el talento operativo. El problema es que cuando hablamos de talento a nadie le interesa la potencialidad, sino la capacidad de obtener resultados. En estos tiempos de alta especialización, una persona con talento no puede llegar a niveles extraordinarios de capacidad de manera autodidacta porque difícilmente tendrá acceso a la experiencia operativa necesaria, lo que significa que ese españolito tan brillante que todos conocemos, pero que jamás ha estado en la empresa correcta, probablemente no sea tan bueno como pensamos.Los españoles nos debemos librar de los complejos, pero no ignorar la realidad. Obvio y doloroso: la única manera de aprender a hacer algo brutalmente difícil es haciéndolo. Sin embargo, estos retos solo se presentan en ciertas empresas que llevan la tecnología al límite porque su posicionamiento en el mercado y su ventaja competitiva es precisamente hacer cosas muy difíciles, cosas que otros no sepan hacer, cosas que otros no se atrevan a hacer. Hacer lo que nadie es capaz de hacer es un poco loco porque sin referencias, sin nadie a quien copiar, no sabes si estás haciendo algo absurdo o una genialidad, pero esa incertidumbre es la esencia del sector tecnológico. La mayoría de tecnológicas españolas se limitan a digitalizar procesos haciendo un trabajo que se parece más a hacer ganchillo que tecnología. El drama es que la mayoría de profesionales españoles jamás ha estado en esta tesitura, porque la mayoría de empresas tecnológicas españolas se limita a digitalizar procesos 'offline' haciendo un trabajo que se parece más a hacer ganchillo que a hacer tecnología. Los profesionales educados en estas empresas no saben lo que no saben, ni lo que se están perdiendo. Sin haber enfrentado retos, una persona desconoce sus propias carencias, cree que su realidad es la única posible y sobrevalora su propio talento, pero sin retos ni compañeros brillantes, uno difícilmente puede corregir esas carencias. Unos llevan drones que reconocen blancos con inteligencia artificial y nosotros nos creemos los mejores mientras alzamos nuestros trabucos en señal de victoria. Si todos aceptamos con naturalidad que España tiene un retraso tecnológico respecto a los países más avanzados, ¿por qué insistimos en manifestar que tenemos grandes profesionales de altísimo nivel? Desgraciadamente, no es así. La consecuencia lógica de tener pocas empresas punteras es que pocos trabajadores y directivos han tenido el contexto propicio donde curtirse, desarrollar su talento, cultivarlo y llevarlo a un nivel superior.Crear tecnología innovadora requiere por un lado conocimiento de la teoría y, por otro, experiencia práctica. La parte de conocimiento teórico está hoy en día al alcance de casi cualquiera, pero la experiencia práctica a ciertos niveles solo está al alcance de los empleados de un puñado de empresas vanguardistas. Por ejemplo, crear un chat desde cero está al alcance de cualquiera, pero crear un chat para millones de usuarios simultáneos solo está al alcance de unas pocas empresas en todo el mundo y unos pocos ingenieros de alto nivel. Esto no es un argumento teórico, es la razón por la cual el chat de Wallapop lleva años frustrando miles de compraventas en la 'app'. Decir que en España hay escasez de profesionales cualificados pone a la defensiva a muchos, sin embargo, las evidencias directas e indirectas sobre la falta de un tejido industrial que propicie el desarrollo del talento en España son abrumadoras. La primera cuestión es dirimir si nuestras empresas son realmente innovadoras o no. Uno puede entrar en debates abstractos o buscar una evidencia indirecta. Si una empresa española vende en el mercado EEUU, el más avanzado, exigente, competitivo y rentable, es muy probable que haya hecho algo tecnológicamente meritorio y genuinamente avanzado. Si, por el contrario, alguien que dice hacer algo revolucionario se va a Brasil, México o Italia, puedes tener la seguridad de que su punto fuerte es la creación de equipos comerciales, levantar rondas o cerrar 'deals' en comidas, pero su tecnología es de segunda o incluso una 'commodity' vendida como novedad. Otra evidencia indirecta muy reveladora es la composición de los equipos. La mayoría de miembros de equipos punteros en EEUU es de origen extranjero, pero en España los profesionales son mayoritariamente locales. Es obvio que la gente con más talento tecnológico del mundo no escoge España como lugar donde desarrollar su carrera, por el contrario, los españoles con más talento suelen acabar en EEUU. No solo no captamos talento extranjero, sino que perdemos el propio.La abundancia de cucarachas digitales en 'apps' de bancos y grandes empresas españoles es otra señal indirecta. Empresas que producen tecnología de manera burocratizada con equipos sobredimensionados y magros resultados. Organizaciones que se vanaglorian de usar las metodologías más modernas y las herramientas más de moda, pero cuya deficiente estructura jerárquica imposibilita el control sobre el producto final. El tipo que realmente hace el trabajo no sabe ni qué hace, ni para qué, ni tiene acceso a métricas en tiempo real que le permitan mejorar. En esas condiciones, por mucho talento potencial que tenga un empleado de una gran corporación, es complicado que lo desarrolle. El abrumador peso de la consultoría en el sector tecnológico español es otro impedimento a la creación de talento tecnológico nacional. El éxito de una consultora lo determina la satisfacción del cliente, no la calidad del producto entregado. Un cliente que contrata una consultora porque no tiene la capacidad de crear el producto precisamente por eso está incapacitado para juzgar la calidad del producto final. Trabajando para un cliente ignorante y sabiendo que no será juzgado por los resultados del producto en el mercado, el trabajador de consultoría trabaja con unos incentivos perversos. En las consultoras, se desarrolla el talento, pero otro tipo de talento, talento para saber cómo argumentar, impresionar y satisfacer a un cliente, es decir, el talento para camelárselo. Bajo ese modelo, el consultor exitoso desarrolla una habilidad especial para crear entelequias abstractas, razonamientos enrevesados, entregables impecables y recurrir a 'palabros' sofisticados. En definitiva, onanismo intelectual que justifica altas tarifas, suma muchas horas facturadas y que exhibe un desprecio absoluto por los resultados operativos. No es de extrañar que esta forma de trabajar degenere en la selección negativa del talento y que gran parte de nuestra supuesta élite profesional haya llegado a lo más alto por antigüedad, relaciones, camarillas y apadrinamientos endogámicos.Las escuelas de formación en España forman parte de ese mundo de selección negativa del talento en el que nadie sabe muy bien los méritos objetivos de los profesores para ser fuentes de conocimiento, nunca están claros sus logros, ni el impacto generado. La cantidad de talento potencial es el mismo en una tribu del Amazonas, en Silicon Valley o en Solomillos del Trigal, provincia de Ciudad Real, pero oportunidades para que ese talento se desarrolle y se curta las hay en muy pocos sitios. El trabajo en remoto es un rayo de esperanza que puede permitir que nuestros profesionales tengan la oportunidad de aprender en empresas punteras sin perderlos en el extranjero, pero todo será inútil si ni siquiera somos capaces de reconocer nuestras carencias como profesionales y aprender a reconocer el talento de terceros sin sentirnos ofendidos. Delante de un problema estructural como la falta de talento, no tiene sentido un análisis maniqueísta de buenos y malos, víctimas y culpables. Todos somos parte del problema y todos deberíamos ser parte de la solución. Dejemos de hacer ganchillo y hagamos tecnología innovadora.Dejaros de milongas, si hay escasez de profesionales de alta cualificación en España es simple y sencillamente porque no se pagan. No se pagan en dinero, ni en flexibilidad ni en horas. Mismamente yo resalto algo en mi puesto de trabajo porque estoy rodeado de mediocres e inútiles, pero es lo que tienes cuando quieres tener a gente de IT pagándoles cacahuetes. Yo no tengo aspiraciones profesionales más allá de vivir mejor e intentar trabajar menos, lo asumo, soy un currito no quiero dedicarle eo 75% de las horas del día al trabajo (hace una década que llegué a esa conclusión). Y me consta que es así en todos los sectores. Quieres gente buena y competente, págalo. Los laboratiorios y centros de investigación de todo el mundo están llenos de Españoles (conozco casos de Ginebra, boston, Nueva York, Canadá)... pero estos no vuelven (ni volverán).Podemos discutir si esto se debe al tejido económico del país, a la cultura nacional, al pisito, a Franco o al ano de álguien, pero es así.Conozco muy pocas empresas donde se valore la excelencia y la meriotocracia. Yo llevo 15 años en mi empresa (y no porque se valore nada, simplemente porque lo que me han ofrecido en otras es simplemente peor) pero en mi sector no es lo habitual. Tengo 40 años.Encuesta: Cuanta gente de 30 a 40 años lleva 10 años en su empresa? Da igual el sector, desde camarero a fresador. Sólo me consta que se salva (algo) el sector industrial. Todo el rollo que lleváis más arriba discutiendo entre lo que veis en los jóvenes y no jóvenes es muy simple. En su zona/región/comunidad/unidad del destino hay industria? Si la respuesta es sí, hay trabajo y hay estabilidad.