Sareb, Cerberus y Echegoyen: unas puertas giratorias de 6.000 millones de eurosEl exdirector del Banco Malo ha fichado por la inmobiliaria de uno de los fondos que más dinero ha ganado con las pérdidas de la entidad bajo su mandato.
Yago Álvarez Barba
@EconoCabreado
Coordinador de la sección de economía
19 JUL 2022 14:55
Si la gravedad en los casos de puertas giratorias se midieran por el daño que se le ha hecho a las arcas públicas durante la duración del puesto y el beneficio obtenido por la empresa o sector en el que se acaba trabajando, el fichaje de Jaime Echegoyen por la inmobiliaria Haya Real Estate, propiedad del fondo Cerberus, rompería cualquier tipo de escala de medir.
Jaime Echegoyen Enríquez de la Orden fue nombrado presidente de la Sareb en 2014, tras haber sido consejero delegado de Bankinter y máximo responsable de Barclays en España. En mayo de 2021, el hasta entonces director de la entidad semipública dimitió al poco de conocer que el Gobierno tenía intención de que el Estado se hiciera con otro porcentaje de la Sareb, superar el 50% de las acciones y tomar el control de esta. Pero también fue poco después de que la chapuza hecha por Luís de Guindos de intentar colar la deuda del Banco Malo, avalada por el Estado para librar a los bancos que eran accionistas de más de la mitad del préstamo, nos estallara en la cara. El Eurostat obligaba al Estado español a reconocer los 35.000 millones de deuda de la entidad como deuda pública. Una cantidad que hizo que pasáramos a tener una deuda del 117% al 120% del PIB en plena pandemia. Y también fue tan solo después de que se conociera que en 2020 las pérdidas de la Sareb batían un nuevo récord al perder 1.073 millones en dicho periodo, un 13,3% más que el año anterior.
La gestión al frente del Banco Malo, si lo vemos desde el punto de vista de resultados, es un auténtico desastre. Desde que Echegoyen ha dirigido la entidad, la Sareb ha perdido 6.439,3 millones de euros, si tenemos en cuenta 2021 completo, donde el Banco Malo perdió otros 1.626 millones. El Banco Malo ha perdido más de 6.000 millones de euros bajo la batuta de Echegoyen mientras los fondos del sector por el que ha fichado incrementaban sus beneficios y cobraban comisiones.
Esto despierta una pregunta básica: ¿qué fondo de inversión puede tener interés en fichar a un directivo que, pese a tener millones de euros en activos, no es capaz de conseguir beneficios ni un solo año? La única respuesta que puede venirle a la cabeza a alguien tras leer estos datos es que esa contratación sea el pago a unos servicios realizados con anterioridad, una puerta giratoria. Sobre todo si vemos que la empresa a la que se va Echegoyen es una de las principales beneficiadas de las pérdidas que ha dado el Banco Malo.
“La madre de todas las inmobiliarias”, llamaba al fondo y sus múltiples sociedades Felicia Barrio, en el perfil sobre Cerberus que publicó en El Salto en su sección Sistémico Madrid. “Desde hace una década, Cerberus se ha centrado básicamente en tres cosas: comprar carteras inmobiliarias, trocearlas para controlar el riesgo, reagruparlas y ofrecerlas en los mercados financieros”, resumía Barrio la actividad del fondo.
Cerberus empezó a sonar en nuestros oídos cuando descubrimos que José María Aznar Botella, hijo del expresidente Aznar y la exalcaldesa de Madrid Ana Botella, trabajaba en él y el fondo obtuvo el contrato de venta en exclusiva de los inmuebles de Bankia valorados en 22.000 millones de euros. “Su mejor contacto en España era Aznar”, explica Manuel Gabarre, investigador del Observatorio CODE y autor del libro Tocar fondo. La mano invisible detrás de la subida del alquiler (Traficantes de Sueños, 2019), que explica gran parte de la historia oculta de la Sareb. “Para lucrarse con la privatización de la mayor inmobiliaria de Europa, Cerberus contrató a Aznar Botella y de esta manera recibió el encargo para comercializar sus bienes”, explica a El Salto el investigador. Viviendas y créditos a promotores de la Sareb que Cerberus ha vendido con total opacidad. “No sabemos ni de qué bienes se trataba ni su precio de venta” lamenta Gabarre. En 2019 terminaba el contrato de Sareb con Haya, la inmobiliaria de Cerberus que esta semana ha anunciado el fichaje de Echegoyen, lo que debaja a la inmobiliaria en una situación financiera muy delicada, pero alguien salió a su rescate: ·Echegoyen renovó su contrató y de esta manera la salvó”, afirma Gabarre. Además, señala el investigador, “durante la presidencia de Echegoyen, Sareb lanzó el proyecto Esparta que le dio continuidad a Haya”, la cuál tenía un contrato hasta finales de 2019. “Si no llega a ser por esta adjudicación, Haya podría haber quebrado”, dice Gabarre.
La creación de inmobiliarias para comprar y gestionar esas propiedades y activos fue la estrategia normal en este tipo de fondos con el Banco Malo. Se usa el nombre de “servicers” para referirse a estas entidades que colaboran con la entidad pública para deshacerse de los activos y recuperar algo de la enorme factura que se suma a nuestra deuda y déficit público. Cuatro de estas inmobiliarias, la de Cerberus y otras de los grandes bancos españoles han sido las encargadas de gestionar estos activos. Haya Real Estate (Cerberus), Servihabitat (CaixaBank), Solvia (Banco Sabadell) y Altamira (Banco Santander).
La Sareb paga a las cuatro inmobiliarias pero “no revela cuánto le paga a cada inmobiliaria, ni tampoco las inmobiliarias lo hacen”, lamenta Gabarre que señala que “todo es secretismo en Sareb”. Pero sí que podemos ver cifras globales. El Banco Malo ha pagado a estas cuatro empresas 1.590 millones de euros entre 2015 y 2021. Dado que Haya tenía cerca del 40% de la gestión de activos de la Sareb (de los créditos de Bankia), se podría realizar una regla de tres que apunte a que la inmobiliaria donde trabaja ahora Echegoyen ha ingresado unos 630 millones de euros. Pero, repito, la opacidad de la Sareb imposibilita saber a ciencia cierta cuánto ha ganado.
“Que se haya organizado el sistema de gestión a través de servicers ha demostrado con claridad otro gigantesco fracaso”, explica a El Salto el responsable del área económica y de elaboración programática de IU Carlos Sánchez Mato, “empresas relacionadas con los accionistas privados, que han cobrado una monstruosa cantidad de dinero, más de 1.800 millones de euros, y cuyos resultados han sido desastrosos”, lamenta Mato que se pregunta si hacía falta pagar gigantescas comisiones para vender con pérdidas los activos y quién ha ganado con todo esto. “Es evidente que los fondos de inversión y los máximos responsables de Sareb son los que han ganado con esta gestión y hemos perdido todas y todos los demás”, afirma.
¿Qué hacemos?Ya nos hemos preguntado en alguna ocasión qué podríamos hacer con la Sareb. Pero este escandaloso caso de puertas giratorias con el fichaje de Echegoyen por la inmobiliaria de Cerberus reabre el debate de las puertas giratorias, sino el de la opacidad de una instrumento que ha servido para limpiar de activos tóxicos a los bancos, dar beneficios a fondos e inmobiliarias y cargar todo sobre las espaldas de los contribuyentes.
“Es imprescindible poner en marcha una comisión de investigación parlamentaria que establezca las responsabilidades políticas de la gestión realizada con Sareb que ha causado un descomunal coste y quebranto de fondos públicos”, pone como primer paso Sánchez Mato. La toma de control público que el Estado puede ejercer tras la compra de parte de las acciones y superar el 50% “deberá incorporar la creación de un organismo que permita el seguimiento de la actividad de la sociedad y la comprobación del cumplimiento de sus objetivos, más allá de los órganos de control de la sociedad”, añade Mato que defiende que en el Consejo de Administración y en dichos organismos de seguimiento deberían participar los ministerios que tengan competencias en derechos sociales y vivienda.
Tanto Mato como Gabarre coinciden en que se debe realizar una auditoría contable de la Sareb y de los bienes que dispone, “con su identificación catastral” añade Gabarre. Pero también, y sobre todo visto lo visto estos días, se debe hacer una auditoría de lo que ha sucedido en el Banco Malo hasta ahora. Un análisis que, según Gabarre, “debería comprender la identificación de los bienes que ha vendido Sareb, su precio y su destinatario, siempre que éste sea persona jurídica con la finalidad de no vulnerar la Ley de Protección de Datos”.
Parque público de viviendaAunque la Sareb posee unos 57.000 inmuebles, no todos son viviendas, también hay garajes o locales. Sin embargo, “una parte importante podrían formar parte de una estrategia para facilitar vivienda asequible y eso supone que los ‘activos’ comiencen a concebirse como viviendas que integren el parque social para garantizar acceso a la vivienda de la población”, dice Sánchez Mato.
Esa gestión pública de las viviendas también debe usar la Sareb con fin social. “Se tienen que suspender de forma indefinida los procedimientos de desahucio con objeto de que los servicios sociales puedan ofrecer soluciones a las personas que habiten viviendas propiedad de Sareb y que se encuentren en situación de vulnerabilidad económica sin alternativa habitacional”, explica el economista de IU, que añade que se debe realizar una gestión activa y directa para gestionar alquileres sociales “entre 100 y 300 euros” dependiendo de la situación de vulnerabilidad.
En lo que coinciden las fuentes consultadas sin ninguna duda es que este no es un caso cualquiera de puertas giratorias y que esa relación entre fondos de inversión, bancos, sus inmobiliarias, las cúpulas que han controlado el Banco Malo y las pérdidas millonarias que van a recaer sobre la ciudadanía merecen una comisión de investigación que arroje luz y depure responsabilidades sobre este desfalco de dinero público. “Todas las personas y sociedades que han pululado en torno a la privatización de Sareb se han lucrado de una manera indecente, dejando a la sociedad española sin 500.000 viviendas públicas y con una deuda de decenas de miles de millones de euros”, finaliza Gabarre.
https://www.elsaltodiario.com/sareb/banco-malo-cerberus-haya-echegoyen-puertas-giratorias-6000-millones-euros