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Cita de: puede ser en Agosto 04, 2022, 00:28:36 amTengo curiosidad por saber qué argumenta nuestro querido Rallo en este artículohttps://blogs.elconfidencial.com/economia/laissez-faire/2022-08-01/los-jovenes-no-se-estan-volviendo-propietarios_3469541/Si alguien lo tuviere a mano...CitarLos jóvenes no se están convirtiendo en propietariosLa mayoría de políticas públicas se orientan a transferir miles de millones de euros anuales a los pensionistas (los hogares más ricos)Por Juan Ramón Rallo | 01/08/2022
Tengo curiosidad por saber qué argumenta nuestro querido Rallo en este artículohttps://blogs.elconfidencial.com/economia/laissez-faire/2022-08-01/los-jovenes-no-se-estan-volviendo-propietarios_3469541/Si alguien lo tuviere a mano...
Los jóvenes no se están convirtiendo en propietariosLa mayoría de políticas públicas se orientan a transferir miles de millones de euros anuales a los pensionistas (los hogares más ricos)Por Juan Ramón Rallo | 01/08/2022
Es curioso que, siendo el mercado de la vivienda (y sus efectos en el resto de la economía) el eje principal de este foro, y después de haber pasado tanto tiempo, haya visiones tan distintas entre unos y otros.Cierto es que, con respecto a lo básico, hay bastante consenso: la sobrevaloración inmobiliaria deviene en una suerte de impuesto privado mediante el cual la clase propietaria esquilma a las clases productivas, lo que, aparte de ser tremendamente injusto, lastra la productividad y pervierte el sistema de incentivos.También hay bastante acuerdo en que nos estamos adentrando en un periodo de recesión, caídas de los activos financieros y, probablemente, vaivenes políticos.Sin embargo, más allá de este diagnóstico compartido, el consenso se diluye. No hay acuerdo ni en las causas del proceso ni sobre lo que vendrá después.Dentro de las posibles causas, la de la inevitabilidad podría ser la que más éxito tiene: los factores externos (demográficos, tecnológicos, geopolíticos) y las contradicciones internas hacen que la pervivencia del Capitalismo Popular sea imposible, e inevitable la transición hacia otro modelo. A esto se le une una especie de instinto de supervivencia del Sistema, no se sabe bien si dirigido o autoorganizado, que se revuelve contra el modelo caduco para no ser arrastrado con él. Se le presume, pues, cierta inteligencia, consciente o inconsciente, pero sin duda colectiva, para dirigirse como un todo en cierta dirección.A esta visión se contraponen otras más sombrías. Una sería, simplemente, que no hay nadie al timón: cada agente rema en una dirección y los cambios, si bien inevitables, no siguen ningún rumbo predeterminado; sencillamente, la nave va a la deriva. La otra sería la de grupos de poder con intereses oscuros (o no tanto) que mueven los hilos del sistema a su favor, o bien para pescar en río revuelto, o para simular que cambia todo para que nada cambie. Para ello, se valen del apoyo de ciertos sectores sociales que, a cambio de apuntalar su poder, también salen beneficiados.Esta diversidad de opiniones sobre las causas se refleja en múltiples posibles desenlaces. El escenario optimista nos lleva al triunfo del Trabajo & Empresa, a la vivienda básica asequible y a la represión del rentismo improductivo. El intermedio nos conduce al punto de partida, con los mismos grupos de poder y la misma escala de valores, y a una decadencia lenta y progresiva. Y el pesimista nos lleva a un futuro distópico, autoritario, inseguro, violento, mísero y desquiciado, donde el precio de la vivienda o la inflación serían el menor de nuestros problemas.Lo que sí que creo que es general es una visión derrotista ante los acontecimientos. La realidad se observa, se analiza y se pronostica, pero no se modifica. Es simplemente algo ajeno a nosotros, donde no podemos intervenir. Uno de los motivos que se esgrime para justificar esta actitud es la existencia de una Mayoría Natural cuyos intereses coinciden con los del modelo, a los cuales nunca se podrá convencer ni derrotar, pues nos superan en número.Pues bien, pienso que en esto nos equivocamos. La Mayoría Natural está dejando de serlo poco a poco, está muriendo de vieja pero también de éxito. No hay más que ver cómo crece el porcentaje de inquilinos frente al de propietarios. Es cuestión de tiempo que, o bien se resetee el ciclo y se vuelva a empezar, con una nueva remesa de propietarios de vivienda asequible, o el equilibrio gire hacia la mayoría inquilina, lo que acabe en la provisión de vivienda semipública ultrarregulada en alquiler. Se abrirá entonces una ventana de oportunidad para desmontar la retórica pisitófila y poner en marcha los mecanismos que eviten que resurja el rentismo o este se sustituya este por un oligopolio extractivo.El simple hecho de que exista este foro y otros similares es un paso fundamental, porque expone el problema y sus causas. Era muy difícil que estas ideas calasen en la vieja Mayoría Natural, porque hubiese sido tirarse piedras sobre su propio tejado. Pero la futura mayoría no tendrá esos prejuicios, o al menos se contradirán con su propia realidad, por lo que será un terreno abonado para que florezcan. Entonces, escribir, comentar, analizar, debatir, deja de ser una actitud pasiva y se convierte en la semilla para que, en las mentes libres de pisitofilia, se fragüen unos nuevos valores y una nueva visión sobre cómo tienen que ser las cosas.Sin embargo, para que ese cambio parezca factible y se incite al movimiento, me temo que no basta con quedarse en el diagnóstico, sino que hay que adentrarse en lo político y en lo concreto. Hace falta un marco nuevo, pero también hace falta definir los pasos y medidas que lo pondrían en marcha. ¿Cómo se evita el rentismo? ¿Cómo se aumenta la oferta de vivienda? ¿Promovemos la vivienda en propiedad o en alquiler? ¿Cuál es el equilibrio entre lo público y lo privado? ¿Cómo evitamos la colusión, los oligopolios? ¿Cómo hacemos que el parque de vivienda no se degrade y que los barrios sean habitables? ¿Cómo hacemos que todo esto no nos cueste un ojo de la cara y que nadie se enriquezca en el proceso?Sé que todo esto puede parecer pensar en vacío, hablar sobre una realidad que nunca existirá. Pero es que, si nunca la imaginamos, nunca nadie la podrá hacer suya y defenderla.=========================No es mi intención desviar el debate, pero necesitaba desembarazarme un poco de tanto pesimismo. Y, si se abre un poco la puerta a pensar un futuro mejor (aunque no nos lo creamos del todo), pues adelante.Gracias a todos por mantener vivo este sitio.Enviado desde mi Aquaris X mediante Tapatalk
A mí me da la sensación de que estamos poniendo por delante preocupaciones que serán secundarias.Ya sólo la tendencia de cosas como la escasez de agua, serán absolutamente determinantes para todo. Las noticias que van llegando sobre la cordillera del Himalaya pueden acabar provocando catástrofes. Y lo peor es que llevamos años en los que se ha hecho poco o nada, y lo que se pretende hacer no tiene ningún sentido.
Con el espejismo del consumismo, como especie hemos dilapidado recursos económicos en "tecnología" de chichinabo a precio de oro, cochecitos, casitas, pantallitas y gilipolleces, que sólo nos han apolillado el cerebro (y más aún a los niños y jóvenes) y se han dedicado muy pocos recursos en serio (es decir, producción industrial con economías de escala) a otras tecnologías mucho más necesarias: energía, agua, reforestación, eficiencia, agricultura no destructiva... o en resumen, a todo aquello que pueda hacer que un país o territorio tenga la menor dependencia posible de recursos de terceros y sea eficiente en su utilización.
Por cierto, nos quejamos del tapón generacional sufrido, pero se viene la madre de todos los tapones (generación del 75 la más numerosa de la historia, ya está ocupando el mando y le quedan 20 buenos años profesionales). Las siguientes cohortes son la mitad, y ni eso.
Mi visión, y lo que yo identifico como el verdadero problema, es que ese giro no está en las mentes. En la mente del obrero, seguro que no está. La gran pregunta es si está, o va a estar, en las mentes de los que tienen que conducir el cambio. Yo creo que no está. En todo el mundo mundial, la vivienda es el fin, no el medio. El medio es el trabajo -precario- o mejor, el pelotazo. En todos estos años no he conseguido ni una sola prueba sólida de que las autoridades -o cuarteles generales- no estén tan complacidos como el obrero cuando la vivienda sube. Sólo hay que fijarse en la retórica; cuando la vivienda baja es una mala noticia que se da con preocupación, cuando sube es una buena noticia de salud económica y futuro.Así que mi bando sería el pesimista en tanto que las autoridades (públicas y empresariales) en general, no lo ven. Y aquellos que lo ven, pienso que se dividen en dos: los que creen que pueden compatibilizarse precios altos y productividad, y los que tienen miedo de quitarle el caramelo de la boca a la gente.
Lo que tiene valor en este foro es una idea muy simple pero genial. El giro copernicano: que la vivienda debería ser un medio, y no un fin.Un medio para la felicidad obrera, que lleva a la establidad, y termina generando acumulación de capital por la vía del trabajo organizado.Lo contrario nos mantiene en la inestabilidad (periodos de crisis sucesivas y política chusquera), y endeudamiento.Mi visión, y lo que yo identifico como el verdadero problema, es que ese giro no está en las mentes. En la mente del obrero, seguro que no está. La gran pregunta es si está, o va a estar, en las mentes de los que tienen que conducir el cambio. Yo creo que no está. En todo el mundo mundial, la vivienda es el fin, no el medio. El medio es el trabajo -precario- o mejor, el pelotazo. En todos estos años no he conseguido ni una sola prueba sólida de que las autoridades -o cuarteles generales- no estén tan complacidos como el obrero cuando la vivienda sube. Sólo hay que fijarse en la retórica; cuando la vivienda baja es una mala noticia que se da con preocupación, cuando sube es una buena noticia de salud económica y futuro.Así que mi bando sería el pesimista en tanto que las autoridades (públicas y empresariales) en general, no lo ven. Y aquellos que lo ven, pienso que se dividen en dos: los que creen que pueden compatibilizarse precios altos y productividad, y los que tienen miedo de quitarle el caramelo de la boca a la gente.¿La solución?A mi pesar, la generación X y aledañas son pisitófilas como fueron sus padres. Para los más jóvenes, el comienzo es prometedor, pero aún les queda hacerse mayores y pasar del mochileo a la vida real, y entonces veremos. Lo que, a medio y largo plazo va a determinar el futuro son los límites de la física, con probable petardeo final desorganizado. Pero la opción que me parece más probable a corto plazo es la del continuismo disfrazado. Que baje sólo lo inevitable, hasta que podamos volver al vender la coexistencia de productividad con precios altos.Se va a invertir más en tecnología y conocimiento, pero sólo para poder volver a las casitas.--Por cierto, nos quejamos del tapón generacional sufrido, pero se viene la madre de todos los tapones (generación del 75 la más numerosa de la historia, ya está ocupando el mando y le quedan 20 buenos años profesionales). Las siguientes cohortes son la mitad, y ni eso.
De hecho, pocas cosas hay más internacionales, interclases sociales e intergeneracionales como la pisitofilia. Lo que es particular del caso español es su sobredimensionamiento y acaparamiento en la actividad económica. Aquí prácticamente los únicos que no son pisitófilos son o bien los que no pueden, y entonces caen en aquello del cuento de la zorra y las uvas, o bien cuatro mataos como los que pululamos este foro y algún otro como Burbuja.Por cierto, yo quiero viviendas asequibles (ya sean en propiedad o alquiladas), pero me temo que a poco que los precios empiecen a bajar, la demanda foránea tratará de hacerse con las mejores piezas.Pero el peak currantes afecta también a todos los países desarrollados en mayor o menor medida, así que el pretender que los pisitos si no pueden ser colocados a nuestra demanda local (especialmente jóvenes), tampoco se los acabaremos pudiendo colocar a extranjeros (o a marcianos, llegado el caso). El problema es el tiempo que emplee todo ese proceso.
Por cierto, una anécdota personal que relaciono con el peak currantes:Desde hace unas semanas, mi móvil y su servicio de avisos de Google, que tengo configurado para noticias frikis, de ciencia y de política, de repente no deja de mandarme avisos de noticias de trabajo en plan linkedin cutre.