Analicemos cordialmente el artículo de El País
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https://elpais.com/economia/2022-12-08/el-sector-inmobiliario-mundial-se-prepara-para-una-tormenta-perfecta-en-2023-precios-a-la-baja-y-morosidad-al-alza.html?event_log=oklogin
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Qué difícil es redactar con este doblepensar, de que lo bueno para los himbersores tenga que ser lo bueno para el resto de la población. Las crónicas imposibles del no-mercado, donde para evitar el regreso ad infinitum entre morosidad y bajada de precios aparece el Primer Motor Inmóvil, llamado Estado, que mueve sin ser movido, compra sin necesidad de vender. Entelequia a la que quisieran asemejarse los seres materiales.
Estamos en la Champions League de la economía, y tenemos la banca más sólida del mundo.

Antes del crack de 2008 un familiar mío me dijo "los pisos no van a bajar porque si bajan nos vamos a tomar por saco". Difícil resumir mejor por qué se hace wishful thinking acerca de que aquí no va a pasar nada. Porque no tenemos red. Para los otros países un pinchazo inmobiliario no es algo demasiado serio. Aquí es una pulmonía.
Si Lo País y el resto de la "prensa canallesca" está con el megáfono en mano diciendo que aquí no va a pasar nada... es que va a pasar y gordo. Eso sí, después de las elecciones.

Sobre las elecciones en sí, me da que en el Congreso hay más de uno (de varios partidos) rezando para que no tengamos que volver a tragarnos una repetición de las elecciones. Si ya vamos justos de gasolina para el año que le queda a la legislatura, medio año de gobierno en funciones puede ser fatal. Ya comenté aquí que mi apuesta es que el ladrillo lo fíe todo a la campaña de verano, y luego llegar como se pueda a las elecciones. Si el verano de 2023 ya pinta que no será tan boyante como éste, el motor puede acabar petando antes de que se acabe el ciclo electoral. Y eso pondría al personal muy muy nerviosito.