[Los llamamos publirreportajes, pero no son publicidad, ni siquiera son 'neuromarketing'. Son mera propaganda y brujería ('philocaptio'). No están dirigidos a aproximarte al producto sino a manipular tu miedo. Como ya ha salido en estas páginas, encima, se conjuga con falta de vergüenza —que no hay que confundir con falta de sentido del ridículo—, por lo que penetran en el mundo de la psicopatía. No debemos ser tan amables llamándolos publirreportajes.][Derby: Hemos encontrado una versión curiosa de 'Carnival', de Natalie Merchant.
https://www.youtube.com/watch?v=Hpo6NUPC_8M ]PRIMA DE RIESGO IMBÉCIL, SESGO IMBÉCIL Y SÍNTESIS IMBÉCIL.—Que se hable tanto del '
moron risk premium' (prima de riesgo imbécil) denota que hay un '
moron bias' (sesgo imbécil).
En el sesgo imbécil hay un denominador común:
la creencia de que la Historia no tiene leyes objetivas, sino que unas élites mueven el mundo a su antojo, de modo que la misión de uno —donnadie pueblerino/provinciano pero hidalgo de caldo claro— es sintonizar sus propios intereses con los de dicha élite, ¿como?, 'himbirtiendo' —no solo en inmuebles sobrevalorados, sino también en ideítas, ya de un lado, ya de otro, desde el 'reiki' ofertademandista hasta lo 'woke'—.
Centrándonos en el sesgo imbécil 'de derecha', curiosamente, reina la
crítica subjetiva a ese invento liberal que es el Estado, pero, eso sí, con
respeto (miedo) reverencial a las élites. Es como el rojerío-de-toda-la-vida, solo que 'de derecha'. Las élites serían el equivalente a los popes del Comité Central.
Tratándose de Economía, la
indignación antiestatalista de derecha se mezcla con conceptos de la
Síntesis Neoclásica Keynesiana —y la extensión monetarista—. Y es así como el sesgo imbécil hace cumbre originando su propia síntesis, la síntesis imbécil ('
moron synthesis').
A la indignación antiestatalista de derecha, presa del
neomalditismo, ante la evidencia de que las criptomonedas son una estafa, le está dando por compensar arremetiendo contra las cbdc, 'central bank digital coins'. Ya entraremos en ello en otra ocasión.
Según la síntesis imbécil, por ejemplo,
las élites deciden los precios inmobiliarios y lo hacen actuando sobre la oferta y la demanda; no pueden actuar directamente sobre ellos (no se lo permite el bienpensar); además, no les interesaría bajarlos (no dicen por qué), por lo que la síntesis imbécil concluye que «no van a bajar mucho», a pesar de las evidencias de su desplome en 2006-2010 —y también ahora, todavía disimuladas en grandes operaciones posreburbuja inspiradas por la banca, de las que damos cuenta en estas páginas—.
El sesgo imbécil ha sido clave en la
desmovilización que ha metido al sistema capitalista en la pesadilla de la burbuja popularcapitalista.
El Gran Capital no participa en el juego de dinero-sin-trabajar inmobiliario, que es de esencia socialdemócrata (obreros resarciéndose). Al principio consintió con él porque
era gratis. Cuando todo empieza, a mediados de los 1980, las viviendas se revalorizaban mágicamente, pero los asalariados las tenían compradas y pagadas de antes. Entonces, el 'todos capitalistitas' fue
una fiesta con pocas víctimas a la que se apuntó el socialismo-de-derecha y el liberalismo heterodoxo. La primera alza explosiva de toda burbuja se hace con pocas transacciones.
Desafortunadamente, la saturación y el estrangulamiento llegan demasiado tarde.
En la ecuación actual de intereses inmobiliarios
hay pocos profesionales, como es lógico, tratándose de un timo popular. Abunda el aficionado. Terreno abonado para el sesgo imbécil.
El Pisito/El Chaletito
no es genético. No forma parte de lo inconsciente colectivo. No nacemos con esa tara. No está inscrito en los símbolos universales ancestrales, como la imagen del género opuesto o la propia consciencia. Es algo
adquirido. Y todo lo que se adquiere, es suceptible de ser
soltado, máxime si es opresivo. Malas noticias para donnadies y 'enteraos'... imbéciles.
Dante, que sentía vacío espiritual —su época era de cambio de modelo, como ahora—, fue persuadido por Virgilio para visitar el mundo de los muertos, para ver si acaso ahí encontraba lo que creía que le faltaba, que en realidad siempre iba dentro de él (v. La divina comedia).
Con lo que sí nacemos es con ese viaje interior al mundo de los muertos que en algunos sitios llaman
sueño americano, que no tiene nada que ver con América o, mejor, con la angloesfera o particularmente con el luteranismo; esto es harina de otro costal.
No recuerdo dónde se dice (¿'Las mil y una noches'?) que ese viaje interior consiste en que nos despertamos un día en nuestra cama en busca de algo que creemos que nos falta, como Dante. Y abrimos la puerta de nuestro cuarto. Tras ella, hay un pasillo que da a un portal. Portal que está en una calle que se convierte en camino. Y nos echamos a él. Subimos montañas, bajamos valles y, como buenos muertos, enterramos a nuestros muertos. Y volvemos al camino una y otra vez, a la búsqueda, empujados por nuestra voz interior. Buscando lo que no encontramos, encontramos lo que no buscamos, pero no lo valoramos porque no lo buscábamos. Un buen día el camino se convierte en una calle donde vemos un portal. Entramos. Hay un pasillo que termina en una puerta que da a un cuarto, tu cuarto, donde esta tu cama aún sin hacer.
Al sistema capitalista solo le importa el pequeño mundo de señor Feliciano, tu sueño americano,
si tú acumulas capital de verdad. Pero, 'Houston tenemos un problema', la sobrevaloración inmobiliaria es frontalmente contraria a la acumulación de Capital. El Capital es abstracto, es el Activo (bienes y derechos) menos el Pasivo (deudas y obligaciones), todo orientado a la Producción. La sobrevaloración inmobiliaria descapitaliza: infla lo que tienes y le quita importancia a lo que debes.
Lo que, en principio, sí es genuinamente americano es el
jazz, ¿no?. El jazz es lo que da potencia a la música popular, con ese gusto por la disonancia en acordes extendidos de 9ª y 11ª. No nos cansaremos de repetir que el jazz surge a finales del x. XIX en Storyville, New Orleans, Louisiana, cuya población de color, durante la dominación española y después francesa, había gozado de libertad y, en muchos casos, de estatus social, por lo que en sus casas había Cultura y, en particular, pianos, partituras y amor a la ópera.
El jazz surge de la conjugación de tres elementos:
• 'work songs' (de donde saldría el blues)
• 'marching bands'
• virtuosismo pianístico ('ragtime') —amenizar las fiestas de amor y alcohol en Storyville, inundando de música bailable y sensual sus casas españolas desde el patio central ('impluvium' romano)—.
Añadan que New Orleans era el puerto donde desembocaba ese magnífico canal de comunicación y transporte norte-sur que era el río Mississippi y que el norte era francés. Pregúntense por qué la calle principal de Storyville se llama calle de los Borbones (que aún reinan en España: Felipe VI). Storyville fue cerrado en 1917 y muchos músicos navegaron río arriba hasta Chicago. La improvisación pasó de ser colectiva a individual. Luego vendría le época 'swing', con sus orquestas, que se benefició de la radio. Tras la Segunda Guerra Mundial, vinieron el 'Bebop' (Harlem), el 'Cool' (West Coast) y el 'Hard Bop', con su 'Funky' y la recepción de elementos del 'gospel'. En los 1960, se experimentó: 'Free jazz' y 'Modal Jazz'. En los 1970, se fusionó con el 'Rock'. Desde entonces, hay madurez y pluralidad estilística. Nunca morirá.
Del bolero, hablaremos otro día:
https://www.youtube.com/watch?v=gjv6JOfOxZYCuando visitas Nueva Orleans, cuna del jazz, descubres que, sin la vigencia en la Louisiana del Derecho, primero, español y, luego, francés, no habría surgido el jazz, porque la población negra del delta del Mississippi jamás habría tenido acceso a la Cultura con mayúsculas. Y, si a finales del s. XIX había entre la 'free colored people', ya en decadencia, pianistas virtuosos y músicos que se atrevían con cromatismos, síncopas, disonancias, sonido sucio, etcétera, era porque habían pasado por allí españoles y franceses. Dicho de otro modo, el jazz no es simple y, sin conocimiento técnico abundante, no hay jazz. ¿Cómo fue posible que unos supuestos esclavos lo alumbraran?
En suma, el jazz, como el sueño, no es tan americano.
La Historia tiene
leyes objetivas. No hay nada escrito por ninguna élite. Nosotros influimos, sí, pero con el tren yendo por su carril. Todo se escribe de acuerdo con el fondo de esas leyes objetivas, algunos de cuyos elementos son
aleatorios e incomprensibles, 'residuos', como los llama H. de Cos, tomando el concepto de la programación lineal.
El Pisito/El Chalet será mal recordado. El actual hacinamiento y pobreza en África e India, y la violencia en América son hijos suyos. Detrás de cada doblepensador con el riñón cubierto en nuestro mundo, hay una cohorte de muertos de hambre.
[Dedicado a los mismacestahuevones que se creen alguien o de algún lugar.]