Buenas. Hacía años que no me pasaba por aquí (entiéndase por la fuente de sabiduría sobre la transición que se avecina dentro de … bueno, que se avecina). Y he sido iluminado con conceptos que ya conocía y otros nuevos. Quiero hacer un resumen para ver si lo he entendido bien.
La estructura actual, la del “popular capitalismo pisitofilo créditofago”, es la de un sistema económico que, por un lado, detrae gran parte de los capitales que necesita y de las rentas que genera para “invertirlas” en ladrillo, inmuebles cuya producción cuesta una fracción reducida del precio de venta que se pide (y se paga) por él y, por lo tanto, al inflar los precios condiciona, por tanto, los rendimientos que se esperan obtener por ellos. Esto genera que gran parte de las rentas obtenidas por las familias (que quieren vivir con un techo sobre ellas y, a ser posible, relativamente cerca de sus puestos de trabajo) por su trabajo se vayan a satisfacer esas rentas “pasivas” (concepto tributario, detallado en la regulación de la transparencia fiscal internacional, tan citada y tan poco usada). Eso impide el ahorro que, acumulado, genera capital productivo y se ha extendido el engaño que la inversión en el “pisito” es otra forma de ahorro, que rentará en el futuro (no en este mundo, en el otro tras la jubilación). Parece ser que , abandonado el patrón oro, el soporte del valor de la moneda en circulación es el ladrillo y su parte del PIB.
Tenemos una legión de pequeños propietarios pero cuyos derechos de propiedad, base de la riqueza, son casi manos muertas, esperando la desamortización del moderno Mendizabal que las ponga en marcha.
Esto, en este país, con todos los problemas históricos que tiene para amasar un capital y poder ponerlo a funcionar, es dramático.
Si la transición estructural© no llega tan rápido como esperamos es porque los que han de iniciarla han de preparar su futuro para que la ola no les arrastre a ellos (y a todo lo que merece la pena salvar, no vayamos a tirar al niño con el agua de la bañera) y llevan un tiempo “desaguando” sus posiciones y exposiciones al mercado inmobiliario, pasando la patata caliente a punto de estallar a otros.
Sobre cómo se va a hacer esta transición estructural© lo que tenemos claro es que va a generar dolor, mucho dolor y rechinar de dientes. Muchos se arruinaran cuando los activos que soportan su patrimonio dejen de valer lo que les han hecho creer (sus madres, los bancos y los chicos con corbata verde) y veremos que cae con ellos.
El Propietariado pasará a ser simplemente Proletariado (¿situación de donde nunca debió salir o constatación de que siempre lo fue?), una fuerza de trabajo que seguirá vendiéndose pero ya no tendrá ni la zanahoria (siempre a un palo de distancia) ni la carga de la vivienda en propiedad. ¿Qué hará con la renta que consiga ahorrar y no tenga que gastar en adquirir una vivienda carísima o trasladarla sin solución de continuidad al propietario de un bien inmueble arrendado o al banco que le prestó el dinero para comprar un activo sobrevalorado?
¿Qué harías tú en una transición estructural©? (entónese con la música de “Ataque preventivo de la URSS”)
No te preguntes que puede hacer la transición estructural© por ti, pregunta qué puedes hacer tú por la transición estructural©. Qué sacrificios te exige.
¿Es el actual dirigente de la socialdemocracia aparente en este país (no de la realmente existente) el elegido para gobernarnos a través de la transición estructural©, es el Chosen One?
¿Cómo se va a conjugar la transición estructural© del ladrillo que viene con la transición estructural® en la que ya estamos respecto a la energía, las producciones industriales y agrícolas y el transporte para evitar el cambio climático?