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Zeitgeist II: "You know it's a bubble when everyone starts telling you it’s not a bubble."
Me ha pasado bastante últimamente observar cómo leyes, normativas, protocolos se convierten en argumento irrebatible para eludir la propia responsabilidad. Ejemplo normalísimo: el otro día un conductor de autobús fue incapaz de esperar 30 segundos a un señor mayor que caminaba despacio hacia la parada porque él tenía que salir a su hora y lo demás le daba todo igual. Era cosa de verse su seguridad en que las normas le disculpaban de toda posibilidad de humanidad.
Íñigo Domínguez09 jun 2024 - 05:30 CESTYo creo que a Sigmund Freud hoy le daría algo si tuviera que formular su famosa tesis sobre el principio de placer y el principio de realidad, dado que la realidad es algo cada vez más resbaladizo. Yo soy un cuñado de libro en esto y mis conocimientos no van mucho más allá, pero era algo así: el impulso de satisfacción inmediata se contrapone al choque más reflexivo con la realidad, que obliga a posponer el placer y a buscar una forma distinta y más equilibrada de llegar a él. Ahora bien, si no chocas con la realidad, porque te la fabricas o te la fabrican a tu medida y te da la razón todo el rato creo que este esquema se va a la porra.En este entorno tan maleable es muy curioso lo que está ocurriendo en nuestra relación con las reglas y las obligaciones. No se me vayan a la amnistía y cosas tan serias, hablo de situaciones de andar por casa. Me ha pasado bastante últimamente observar cómo leyes, normativas, protocolos se convierten en argumento irrebatible para eludir la propia responsabilidad. Ejemplo normalísimo: el otro día un conductor de autobús fue incapaz de esperar 30 segundos a un señor mayor que caminaba despacio hacia la parada porque él tenía que salir a su hora y lo demás le daba todo igual. Era cosa de verse su seguridad en que las normas le disculpaban de toda posibilidad de humanidad. Creo que el español se esconde cada vez más en las reglas y esto es algo que antes no pasaba. Para renunciar a su propia iniciativa, esto es, con un desinterés por el otro y sus problemas. Porque no son asunto suyo y además las reglas le salvan. No quiere líos. Dimite de pensar por sí mismo, o más bien, solo piensa en sí mismo.Se combina paradójica, pero perfectamente, con ese énfasis en la libertad, en que nadie me puede impedir hacer lo que quiera. Por ejemplo, llevado al extremo, puedo llegar a pensar por qué demonios el Estado tiene que quitarme el dinero de mi nómina o mis beneficios, que es mío, que lo he ganado yo, y a saber dónde va, a pagar a vagos y sinvergüenzas. Es así como se ve a los demás, potenciales maleantes y aprovechados de los que defenderse. La idea de comunidad se diluye, más bien se refuerzan grupos de interés. Más que chocar con la realidad, chocamos unos contra otros, entre la codicia y la supervivencia. El denominador común de todo esto tan aparentemente contradictorio es la indiferencia hacia el otro. Refugiarse en las reglas cuando me permiten desinteresarme del otro, y renegar de ellas cuando me obligan a interesarme por su suerte.Pero luego, redondeando la paradoja, lo cierto es que te topas con un borreguismo creciente. Todos nos creemos muy especiales, libres e individualistas, pero en realidad nos movemos en masa por raíles. ¿No ven cada vez más colas en todas partes? A la gente ya no le cuesta nada hacerlas. Antes, ibas a un restaurante, veías más de tres personas esperando en la puerta y te ibas. Ahora los que llegan se unen mansamente a la fila y demuestran una paciencia sorprendente, sobre todo si tienen la convicción de que merece la pena porque es un sitio de moda o es algo que hay que hacer, que no te puedes perder. Casi obligado, vamos.Quizá pensarán que todo esto no tiene nada que ver con las elecciones europeas, pero la urna es puro principio de realidad, donde uno decide por sí solo qué quiere para todos, tiene que pensarlo bien, y yo no tendré problema en hacer cola para votar, una de las pocas colas que me gustan.
[...] 'Se Acabo La Fiesta' es una locución nominativa que nos viene a los estructuralistas como anillo al dedo. Se ha colado entre PP y Vox, ¿al servicio del PSOE o del Estado?Frente Obrero se merecía estar. Y la incomodahombres, como que no va a incomodar nada.En la UE, sumando votos o escaños, gana el centro-derecha, pero más europeo y menos prooccidental. Sigue con plena vigencia el 'pendant'.La dimisión de Macron encaja en la Hipótesis 'Mutisanglo'.Tengo menos miedo. Se aclara el final del popularcapitalismo.]
[En España, sumando votos (incluso escaños, en determinadas circunstancias), ha ganado la izquierda, pero el mapa de ganadores que sale es este:'Se Acabo La Fiesta' es una locución nominativa que nos viene a los estructuralistas como anillo al dedo. Se ha colado entre PP y Vox, ¿al servicio del PSOE o del Estado?Frente Obrero se merecía estar. Y la incomodahombres, como que no va a incomodar nada.En la UE, sumando votos o escaños, gana el centro-derecha, pero más europeo y menos prooccidental. Sigue con plena vigencia el 'pendant'.La dimisión de Macron encaja en la Hipótesis 'Mutisanglo'.Tengo menos miedo. Se aclara el final del popularcapitalismo.]
La dimisión de Macron encaja en la Hipótesis 'Mutisanglo'.
Respecto a la UE y la guerra con Rusia. La censura y el sesgo de las comunicaciones en el mundo occidental es tan brutal que me parece que me están llamando idiota a la cara. Según occidente, Ucrania lleva consiguiendo importantes victorias y resistencias numantinas desde el principio de la guerra. Leyendo las noticias pareciera que siempre les falta "el último empujón" de occidente para echar a los rusos y de paso quedarse con unos cuantos metros de Rusia. Primero fueron los Himars, luego los blindados y los Leopard, ahora el permiso de occidente para usar las armas contra suelo ruso (es que antes luchaban con la mano atada a la espalda, por lo visto). Cuentos y más cuentos.¿Nadie más ve el paralelismo entre Ucrania y la Guerra Civil española? El motivo de que las armas lleguen con cuentagotas es porque se están probando en un escenario de guerra totalmente nuevo y disruptor. Está claro que occidente se ha quedado completamente obsoleto en sus tácticas de guerra y que los drones juegan un papel mucho más importante. Es posible que la nueva generación de tanques, si llegamos a verla, serán tanques tortuga, más preocupados de la defensa anti-dron que de los cazatanques terrestres.Nos llega muy poco de Oriente Medio pero parece que esos mismos drones y misiles de corto alcance son suficientes para volver loco al poderosísimo sistema AEGIS. Que una nación de cuarta división sea capaz de hundirte un portaaviones no es tontería. Te mandan uno al fondo del mar y te has pulido el presupuesto anual de Defensa de un país como España, y eso si lo mandan vacío, sin contar el coste de todas las aeronaves embarcadas (el Ford él solito lleva 90 aviones.. por comparar, España tiene 70 eurofighters y 83 EF-18).Esta maldita guerra es un ensayo y un campo de pruebas planificado, y mi opinión (de barra de bar) es que es muy posible que gracias al fiasco de las armas occidentales nos salvemos de una guerra mundial. Cualquiera entra en guerra y pone medios carísimos cuando un par de drones de miles de euros manejados por chavales sin más preparación que horas de videoconsola te revientan un carro de combate de 8 millones de euros.Estas elecciones europeas (para las que me reservo otro post) es la manera de decirle a todos estos gobernantes con ínfulas (hola, Macrón) que se metan su agenda por el trasero, incluída su guerra con Rusia. Creo que antes veremos a los europeos usando las armas contra sus propios gobernantes que contra soldados rusos en la estepa ucraniana. Si les dan un arma y les ponen delante a un Dmitri cualquiera que está igual de hasta la coronilla que ustedes o a Borell, ¿a quién apuntarían?
Study Finds a Quarter of Bosses Hoped Return-To-Office Would Make Employees QuitPosted by msmash on Monday June 10, 2024 @11:21AM from the closer-look dept.An anonymous reader shares a report:CitarA study claims to have proof of what some have suspected: return to office mandates are just back-channel layoffs and post-COVID work culture is making everyone miserable. HR software biz BambooHR surveyed more than 1,500 employees, a third of whom work in HR. The findings suggest the return to office movement has been a poorly-executed failure, but one particular figure stands out - a quarter of executives and a fifth of HR professionals hoped RTO mandates would result in staff leaving.While that statistic essentially admits the quiet part out loud, there was some merit to that belief. People did quit when RTO mandates were enforced at many of the largest companies, but it wasn't enough, the study reports. More than a third (37 percent) of respondents in leadership roles believed their employers had undertaken layoffs in the past 12 months as a result of too few people quitting in protest of RTO mandates, the study found. Nearly the same number thought their management wanted employees back in the office to monitor them more closely. The end result has been the growth of a different office culture, one that's even more performative, suspicious, and divisive than before the COVID pandemic, the study concludes.
A study claims to have proof of what some have suspected: return to office mandates are just back-channel layoffs and post-COVID work culture is making everyone miserable. HR software biz BambooHR surveyed more than 1,500 employees, a third of whom work in HR. The findings suggest the return to office movement has been a poorly-executed failure, but one particular figure stands out - a quarter of executives and a fifth of HR professionals hoped RTO mandates would result in staff leaving.While that statistic essentially admits the quiet part out loud, there was some merit to that belief. People did quit when RTO mandates were enforced at many of the largest companies, but it wasn't enough, the study reports. More than a third (37 percent) of respondents in leadership roles believed their employers had undertaken layoffs in the past 12 months as a result of too few people quitting in protest of RTO mandates, the study found. Nearly the same number thought their management wanted employees back in the office to monitor them more closely. The end result has been the growth of a different office culture, one that's even more performative, suspicious, and divisive than before the COVID pandemic, the study concludes.