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Pero si echamos a los negros entonces... ¿Quien va a comprar los pisitos?Necesitamos respuestas.
Cierre masivo de pisos turísticos en Santiago: «Mis ahorros estaban ahí»Cientos de familias, entre 600 y 800, están afectadas por la ordenanza que prohíbe las VUT en gran parte de la ciudad. ABC entra en estas viviendas para conocer sus historiasPatricia Abet · 2024.06.08 Estancia de una de las viviendas turísticas, ubicada en la zona nueva, afectada por la nueva regulaciónMIGUEL MUÑIZMaría abre la puerta del piso que tiene en una segunda planta de la zona nueva de Santiago con orgullo. Meses de reformas y un importante desembolso de cerca de 30.000 euros no pasan desapercibidos en esta vivienda rehabilitada, que lleva más de un año funcionando como vivienda de uso turístico. Antes de iniciar su actividad, esta familia inscribió el piso en el registro de la Xunta, único requisito para empezar a operar según la ley gallega vigente. Pero la modificación del PXOM aprobada por el gobierno socialista de Xosé Sánchez Bugallo el pasado invierno truncó sus planes. María, como cientos de propietarios más —las cifras no son exactas, pero se mueven entre los 650 y los 800— vieron peligrar sus negocios con una nueva normativa que prohibía las VUT en la zona vieja y las limitaba a bajos y primeros en la nueva. Su única esperanza, tras el cambio de gobierno en Raxoi, era que la nueva alcaldesa plasmase en una ordenanza lo que de manera informal le había dicho a los afectados en distintas reuniones —«en precampaña reconoció que no veía problemas en regularizar las que ya estaban funcionando» apuntan desde Aviturga—, pero la hoja de ruta no ha sido la prometida. La redacción del texto que los propietarios llevaban año y medio esperando cayó la semana pasada como un jarro de agua fría sobre los cientos de familias que habían invertido sus ahorros en reformar sus segundas residencias y que ahora deben echar el cierre. «Van a dejar la ciudad sin alojamientos de calidad» introduce el portavoz de Aviturga en la ciudad, Óscar Soneira, poniendo sobre la mesa uno de los argumentos esgrimidos por los defensores de este tipo de alojamiento.Las palabras de María conectan con él. «Cuidamos la casa hasta el último detalle, solo hace falta ver las notas que tenemos en las plataformas y lo contenta que se va la gente que se queda aquí. Ahora solo nos queda cerrar el piso» reprocha esta afectada, que descarta dedicar la vivienda a un alquiler tradicional o estudiantil. «Si meto estudiantes aquí durante el curso tendré que hacer un desembolso en verano para volver a pintarla y arreglarla de nuevo, no me compensa» reflexiona. Su opinión la comparten otros muchos, que no barajan más alternativa que echar la llave o directamente vender.En este segundo caso está Bernardo, dueño de un ático en una de las calles más céntricas de la ciudad, que solo le ha dado disgustos desde que lo compró allá por 2007. Primero se lo alquiló a estudiantes, pero las quejas de los vecinos por el barullo y las fiestas en la terraza lo llevaron a alojar en él a una pareja de hosteleros. Estos inquilinos solo pagaron los dos primeros meses, y después de casi medio año tratando de echarlos, el propietario tuvo que abonar una factura de 4.000 euros por el gas que habían consumido durante el invierno. Con un nudo en la boca del estómago, como él mismo describe, lo habló con su mujer y decidieron convertir la vivienda en un piso turístico. «Hacienda se lleva una parte muy importante de estos ingresos y eso es una forma de generar riqueza que no se está teniendo en cuenta a la hora de legislar» afea. También, como el resto de los consultados, recuerda que sus inquilinos gastan en comercio local y que por lo general son viajeros que usan las casas «para dormir y desayunar» y que no generan problemas de convivencia.35.000 eurosLa historia se repite entre los dueños afectados por la política desarrollada desde Raxoi, que comparten perfil y sensaciones. La mayoría solo poseen una vivienda, que arreglaron para acabar de completar la economía familiar. Lo explica Lucas, que se dejó todos sus ahorros, unos 35.000 euros, en reformar un apartamento en la almendra de la ciudad, la zona más penalizada. «Me dejé todo ahí, quedé a cero, vacío, para ponerlo moderno y bonito, comprar electrodomésticos... cuando acabé fui al ayuntamiento a preguntar qué papeleo tenía que hacer y me dijeron que no hacía falta nada, así que me inscribí en el REAT y empecé a operar hace ya siete años», relata. Los ingresos de ese apartamento que remozan una vez al año para mantener el estándar de calidad pasaron a formar parte de la economía familiar de Lucas y su pareja, que acaban de comprarse un piso en el que viven en otra zona de la ciudad y que sin estos beneficios no saben si podrán costear. «Tengo una hipoteca y ahora nos dicen que no podemos seguir con nuestra actividad, no sabemos qué vamos a hacer. Yo por el momento sigo adelante porque no me ha llegado ninguna notificación, pero llegará» se resigna. En su caso tampoco valora la alternativa de un alquiler, y menos para estudiantes. Por sus características, asegura, no es una vivienda «ni para universitarios ni para una familia».Desde el umbral de la puerta de su casa, María espera para recibir a los que serán unos de sus últimos huéspedes. Sus argumentos a favor de los pisos turísticos —generan riqueza y democratizan los viajes— resuenan con fuerza, pero la esperanza de un cambio de rumbo en el último momento se desvanece. Como ella, la mayoría tienen ya en mente un plan B para cuando bajen la persiana definitivamente, aunque pocos piensan en reconvertirse al alquiler tradicional.
https://x.com/MedvedevRussiaE/status/1800103568239702099
La Xunta invertirá 43,2 millones en suelo para levantar 20.000 viviendas protegidas y 5.000 libresLa previsión es tener los terrenos en el 2028 e iniciar la comercialización de la parcelas y las obras de construcción. Los pisos se levantarán en las siete ciudades y Vilagarcía, las zonas de más demanda de GaliciaEl Gobierno gallego aprobó hoy lunes un presupuesto de 43,2 millones de euros que se destinarán a la compra de terrenos y a la tramitación urbanística de 20.000 viviendas protegidas y otras 5.000 libres.La decisión anunciada por el presidente, Alfonso Rueda, se enmarca en la apuesta de la Xunta para abordar el encarecimiento de la vivienda. Esa apuesta incluye el compromiso de «dobrar o parque residencial público» en la actual legislatura, que debe pasar de 4000 a 8.000 propiedades.La otra pata del plan es la construcción de esos 25.000 pisos protegidos y libres. La conselleira de Vivenda, María Martínez Allegue, explicó que el plan tiene dos fases. La primera consiste en la compra de suelo, unos 3,3 millones de metros cuadrados, y el planeamiento de las viviendas. En ello se emplearán los 43,2 millones presupuestados por el consello de la Xunta.El plan del Gobierno gallego se centrará en las siete grandes ciudades y en sus áreas metropolitanas. También en el concello de Vilagarcía y el entorno de O Salnés. Martínez Allegue explicó que en esas zonas se concentra el 90 % de los demandantes de vivienda pública inscritos en el registro oficial de la Xunta.La Consellería de Vivenda analizó el planeamiento urbanístico de esas áreas para buscar las parcelas más adecuadas para la construcción de viviendas. A partir de hoy, los responsables de la Xunta se pondrán en contacto con los ayuntamientos afectados para instarles a colaborar con el proyecto. Las autoridades locales podrán participar aportando una parte de los fondos necesarios para ejecutar de las obras y comprando el suelo que proporcionalmente les corresponda de acuerdo con su aportación.Los desarrollos urbanísticos, explicó Martínez Allegue, se desarrollarán mediante la figura del proyecto de interés autonómico (PIA), que en cada caso debe ser aprobado por el consello de la Xunta. Ese mecanismo debe acelerar y simplificar los trámites.La conselleira precisó que esa primera fase de planificación, compra del suelo, redacción de proyectos y firma de acuerdos con los concellos se desarrollará entre los años 2025 y 2028. La segunda parte del plan, que incluye la ejecución de las obras de urbanización, la comercialización de las parcelas mediante concursos públicos para la construcción de viviendas de protección autonómica en régimen especial, general y concertado entre promotores y cooperativistas, y la ejecución de los edificios, se desarrollará a partir del 2028. Esos plazos son más difusos, ya que la construcción de inmuebles requiere distintos trámites. Allegue señaló que se intentará simultanear la venta pública con la urbanización, y no descartó que algunas obras se inicien antes del 2028.La Xunta señaló que las promotoras adjudicatarias deberán hacer las obras de edificación en un plazo máximo de tres años. El IGVS dispondrá del mismo plazo tras el fin de las obras de urbanización para la construcción de viviendas de protección pública.Además, la titular de Vivenda explicó que las parcelas elegidas por la Xunta para desarrollar las viviendas son urbanizables y se adquirirán mediante el sistema de expropiación. Los cálculos de su departamento que concluyen que será necesario adquirir unos 3,3 millones de metros cuadrados de suelo prevén que las viviendas tengan unos 80 metros cuadrados útiles de media.Martínez Allegue subrayó que la Xunta primará las viviendas protegida de régimen especial, con el fin de atender a la elevada demanda existente entre los jóvenes menores de 35 años. En la planificación también se tendrá en cuenta a ese colectivo con el fin de ofrecerles pisos que se adecúen a sus necesidades.(...)Tanto Rueda como la conselleira plantearon la necesidad de que el plan cuente con la cooperación de las demás Administraciones públicas, del sector privado y las cooperativas, con el fin de que, sumado a la ampliación del parque público de viviendas, sirva para aliviar los precios.
(...)Otra f distinta es la de Frente Obrero, que se merecía coincidir en Estrasburgo con su odiada amiga la trepa (así la llama él), la incomodahombres, que no incomoda ya nada. Igual surgía el amor (N. B.: un servidor le pidió matrimonio a su mujer en Estrasburgo). Yolanda Díaz dimite porque el PCE (4.º en la lista) se queda fuera por culpa de su subordinación revisionista al nacionalismo étnico-cultural, particularmente, el catalanoide. Le pediríamos ortodoxia: o Mao o Ma_oma. Más Madrid (5.º) estará que trina.(...)
La 'rojiparda' Sahra Wagenknecht da la campanada en Alemania y se come a la izquierdaEl partido de Sahra Wagenknecht, simpatizante de Rusia y crítico con la Agenda 2030, consigue 6 diputados en el hemiciclo. Salida de Die Linke, en su programa coge elementos de izquierda y derecha del espectro políticoLas elecciones europeas en Alemania han estado cargadas de titulares: el buenísimo resultado de la ultraderecha de AfD, la debacle de los socialistas del actual canciller, Olaf Scholz, que caen a un tercer puesto, el desplome de los Verdes... Pero también la irrupción, como elefante en una cacharrería, de la candidata 'rojiparda', populista y suigéneris Sahra Wagenknecht y su partido, escindido de la izquierda de Die Linke y fundado hace apenas unos meses.La "Alianza Sahra Wagenknecht por la Razón y la Justicia" (BSW, por sus siglas en alemán) consigue entrar en el Parlamento Europeo tras lograr el 5,7% de los votos alemanes, lo que corresponde a 6 asientos en el hemiciclo. El partido de la Razón y la Justicia se ha postulado como la quinta fuerza política más votada por la ciudadanía alemana, superando con un 4% de votos más a la izquierda alemana de Die Linke. Tal y como auguraban los sondeos, la Unión Demócrata Cristiana de Alemania (CDU) se ha postulado como la fuerza más votada, con el 30% de los votos alemanes, seguida del partido ultraderechista AfD, quien ha subido 9 escaños, obteniendo, en total 15 asientos.(...)La líder del BSW, Sahra Wagenknecht (1969, Jena), abandonó Die Linke en el año 2023 para crear su propio partido, poniéndole, incluso, su nombre. Cuando en el discurso de salida explicó por qué dejaba atrás lo que había sido su formación política durante más de una década, Wagenknecht defendió que, “sin un cambio radical”, en diez años los alemanes no reconocerán a su país. Ahora, con la entrada al Parlamento Europeo, las medidas populistas de la alemana tratarán de influir en la legislación de la Unión Europea de estos próximos cinco años.Escritora y experta en redes sociales, con más de 600.000 seguidores en su cuenta de YouTube, Sahra Wagenknecht ha conseguido formarse una imagen de mujer defensora de la clase trabajadora que no encuentra soluciones en los partidos de izquierda alemanes. Por ello, reniega de los valores apoyados por la izquierda en materia de género, migración y ecologismo, entre otras, para centrarse en los problemas "reales" que azotan a la clase obrera alemana.En concreto, el partido personalista de "Sahra" defiende medidas socialistas en lo económico, pero derechistas en lo socialpolítico. Por ello, su lideresa, decidió abandonar la etiqueta de "izquierda", la cual considera que se acerca más a la "ideología de género que aleja a los votantes" para adoptar una postura socialista desde el conservadurismo. Una suerte de "rojipardismo" que se opone a las políticas de migración de Angela Merkel, a la que criticó por acoger a los refugiados durante el contexto de la guerra civil en Siria, por no proporcionar los recursos económicos necesarios.Para ella, "la migración no regulada" empeora los problemas estructurales de Alemania, entre los que se encuentran el encarecimiento de la vivienda o la falta de recursos en el sistema educativo. Según la presidenta del partido, ahora es más necesario que nunca fortalecer las políticas migratorias porque, en Alemania, "la integración ya no es posible".Sin embargo, no solo la migración sería la causa de los males del país. El ecologismo y las políticas verdes son, para esta formación política, los culpables del empeoramiento de la industria alemana. Por este motivo, aboga defender una "revisión de las políticas ambientales" en un momento en el que las prioridades europeas de la Agenda 2030 pasan por conseguir la reducción del 45% de las emisiones para ese año.Además de su oposición a la migración, la lideresa del BSW ha criticado abiertamente la pandemia, los confinamientos y las vacunas del covid-19. Su rechazo a las políticas adaptadas durante la pandemia era tal que se jactaba públicamente de no haberse vacunado ni de ponerse mascarillas. Mientras tanto, la Comisión Europea garantizaba un total de 4.200 millones de dosis de vacunas covid-19 hasta conseguir la vacunación del 84,8 % de la población adulta de la UE en agosto de 2023.Estas, de hecho, fueron las primeras polémicas que le hicieron chocar frontalmente con la izquierda de Die Linke para convertirse, posteriormente, en una voz disidente de las posturas oficiales dentro del partido. Cuando Shara, considerada por algunos como "la oradora con más talento de la política alemana", tomó la decisión de marcharse, otros nueve diputados de Die Linke —que actualmente cuentan con escaños en el Bundestag— le acompañaron en su nueva aventura política. Este movimiento hizo que la izquierda en el país perdiese más de una cuarta parte de sus diputados y entrase en una nueva división política cada vez más alejada de lo que alguna vez fue el bipartidismo alemán.Rechazo a las armas y justicia socialEntonces, ¿cuáles son las medidas de izquierda que apoya el BSW? Su tono crítico con el capitalismo, el rechazo a la OTAN, la defensa de la justicia social y la paz. Precisamente, para conseguir este "Estado de paz", el BSW rechaza la resolución de los conflictos a través de los medios militares y el gasto armamentístico, oponiéndose firmemente al desarrollo de las armas nucleares. Aboga, además, por la creación de una Europa independiente de Estados Unidos que consiga tener democracias lo suficientemente soberanas como para poder alejarse de la creación de un mundo de confrontación entre China, Rusia y Estados Unidos.Precisamente es Rusia con quien su partido ha mostrado más simpatía. Desde un inicio, Wagenknecht ha criticado las sanciones contra Moscú, las que, según dice, afectan gravemente a la economía alemana. Alejándose del aislamiento contra el país ruso, pide volver a importar gas y petróleo de este país, en la misma línea que demanda el Partido ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD). En estos últimos meses, el acercamiento de la AfD a Rusia ha sido tal que el propio canciller alemán, Olaf Scholz, ha tachado de "vergonzosos" los elogios vertidos al presidente ruso, Vladímir Putin, por parte de esta formación política.Estas decisiones en materia de defensa se oponen frontalmente a las políticas que apoyan en la Comisión Europea desde que Rusia inició su invasión en Ucrania. Dictámenes, como el Fondo Europeo para la Paz, es solo uno de los múltiples ejemplos de ayudas a Ucrania que han sido aprobadas por la Unión. La aspiración de que Europa cuente con un Ejército propio y recupere los sueños de los padres fundadores - que abogaban por la creación de una Unión Europea de la Seguridad y la Defensa - parecen estar cada vez un poco más cerca de poder materializarse. No es nada nuevo que, de cara a esta próxima legislatura, el principal objetivo de la Comisión es conseguir invertir más en armas que estén fabricadas en Europa. Un made in Europe dentro de un panorama belicista.Producción nacional y rechazo a la privatizaciónEn lo económico, la lucha contra la desigualdad social creciente es una de las principales medidas que la rojipardista quiere implementar desde su partido. Que las personas trabajadoras con problemas para llegar a final de mes sean las que paguen menos impuestos, entre otras, es una de las grandes luchas de esta formación política. Defiende, además, la paralización de la privatización en servicios como en la salud o en la vivienda y lograr un sistema tributario justo que alivie la carga de las personas con los ingresos más bajos. El partido es también un gran defensor del concepto “racionalidad económica”. Un término que apoya la defensa de la industria y de las PYMES alemanas a través de la mejora de las infraestructuras del país con el fin de contribuir a paralizar el empeoramiento de los servicios alemanes. En este sentido, y según las encuestas, el 83% de los alemanes se muestran preocupados y solo una pequeña minoría se muestra optimista de cara a la solución de los "grandes problemas" alemanes.Para el politólogo de la Universidad de Munster, Benjamin Höhne, el BSW “se trata de un experimento político que puede sacudir el sistema de partidos alemán”. Nunca ha habido en la República Federal de Alemania un partido de izquierdas que defienda posiciones estrictamente conservadoras en la dimensión sociopolítica”, añade.La estabilidad de la que Alemania parecía gozar en su clase política ha desaparecido. A la entrada en el Parlamento del BSW, se suma que la AfD ha conseguido la segunda posición en las elecciones para el Parlamento Europeo, ganando hasta siete nuevos escaños hasta situarse en 16. Con estos resultados, el avance nacionalpopulista se afianza en Alemania. Neugabauer, de la Universidad Libre de Berlín, afirma que, "los partidos de centro deben reforzar la confianza en la cultura política democrática, asumiendo los problemas reales de los ciudadanos, comunicándoles las dificultades e implicándolos en las soluciones". El reto es hacerlo cuando los votantes alemanes creen que la clase política cada vez está más alejada de las necesidades y los problemas de sus ciudadanos. Sin embargo, el partido izquierdista-nacional ha sabido escuchar (y convencer) a sus votantes a través de una nueva oleada de discursos populistas que cada vez suman más adeptos entre la población alemana.