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La dimisión de Macron encaja en la Hipótesis 'Mutisanglo'.
[En España, sumando votos (incluso escaños, en determinadas circunstancias), ha ganado la izquierda, pero el mapa de ganadores que sale es este:'Se Acabo La Fiesta' es una locución nominativa que nos viene a los estructuralistas como anillo al dedo. Se ha colado entre PP y Vox, ¿al servicio del PSOE o del Estado?Frente Obrero se merecía estar. Y la incomodahombres, como que no va a incomodar nada.En la UE, sumando votos o escaños, gana el centro-derecha, pero más europeo y menos prooccidental. Sigue con plena vigencia el 'pendant'.La dimisión de Macron encaja en la Hipótesis 'Mutisanglo'.Tengo menos miedo. Se aclara el final del popularcapitalismo.]
Respecto a la UE y la guerra con Rusia. La censura y el sesgo de las comunicaciones en el mundo occidental es tan brutal que me parece que me están llamando idiota a la cara. Según occidente, Ucrania lleva consiguiendo importantes victorias y resistencias numantinas desde el principio de la guerra. Leyendo las noticias pareciera que siempre les falta "el último empujón" de occidente para echar a los rusos y de paso quedarse con unos cuantos metros de Rusia. Primero fueron los Himars, luego los blindados y los Leopard, ahora el permiso de occidente para usar las armas contra suelo ruso (es que antes luchaban con la mano atada a la espalda, por lo visto). Cuentos y más cuentos.¿Nadie más ve el paralelismo entre Ucrania y la Guerra Civil española? El motivo de que las armas lleguen con cuentagotas es porque se están probando en un escenario de guerra totalmente nuevo y disruptor. Está claro que occidente se ha quedado completamente obsoleto en sus tácticas de guerra y que los drones juegan un papel mucho más importante. Es posible que la nueva generación de tanques, si llegamos a verla, serán tanques tortuga, más preocupados de la defensa anti-dron que de los cazatanques terrestres.Nos llega muy poco de Oriente Medio pero parece que esos mismos drones y misiles de corto alcance son suficientes para volver loco al poderosísimo sistema AEGIS. Que una nación de cuarta división sea capaz de hundirte un portaaviones no es tontería. Te mandan uno al fondo del mar y te has pulido el presupuesto anual de Defensa de un país como España, y eso si lo mandan vacío, sin contar el coste de todas las aeronaves embarcadas (el Ford él solito lleva 90 aviones.. por comparar, España tiene 70 eurofighters y 83 EF-18).Esta maldita guerra es un ensayo y un campo de pruebas planificado, y mi opinión (de barra de bar) es que es muy posible que gracias al fiasco de las armas occidentales nos salvemos de una guerra mundial. Cualquiera entra en guerra y pone medios carísimos cuando un par de drones de miles de euros manejados por chavales sin más preparación que horas de videoconsola te revientan un carro de combate de 8 millones de euros.Estas elecciones europeas (para las que me reservo otro post) es la manera de decirle a todos estos gobernantes con ínfulas (hola, Macrón) que se metan su agenda por el trasero, incluída su guerra con Rusia. Creo que antes veremos a los europeos usando las armas contra sus propios gobernantes que contra soldados rusos en la estepa ucraniana. Si les dan un arma y les ponen delante a un Dmitri cualquiera que está igual de hasta la coronilla que ustedes o a Borell, ¿a quién apuntarían?
Study Finds a Quarter of Bosses Hoped Return-To-Office Would Make Employees QuitPosted by msmash on Monday June 10, 2024 @11:21AM from the closer-look dept.An anonymous reader shares a report:CitarA study claims to have proof of what some have suspected: return to office mandates are just back-channel layoffs and post-COVID work culture is making everyone miserable. HR software biz BambooHR surveyed more than 1,500 employees, a third of whom work in HR. The findings suggest the return to office movement has been a poorly-executed failure, but one particular figure stands out - a quarter of executives and a fifth of HR professionals hoped RTO mandates would result in staff leaving.While that statistic essentially admits the quiet part out loud, there was some merit to that belief. People did quit when RTO mandates were enforced at many of the largest companies, but it wasn't enough, the study reports. More than a third (37 percent) of respondents in leadership roles believed their employers had undertaken layoffs in the past 12 months as a result of too few people quitting in protest of RTO mandates, the study found. Nearly the same number thought their management wanted employees back in the office to monitor them more closely. The end result has been the growth of a different office culture, one that's even more performative, suspicious, and divisive than before the COVID pandemic, the study concludes.
A study claims to have proof of what some have suspected: return to office mandates are just back-channel layoffs and post-COVID work culture is making everyone miserable. HR software biz BambooHR surveyed more than 1,500 employees, a third of whom work in HR. The findings suggest the return to office movement has been a poorly-executed failure, but one particular figure stands out - a quarter of executives and a fifth of HR professionals hoped RTO mandates would result in staff leaving.While that statistic essentially admits the quiet part out loud, there was some merit to that belief. People did quit when RTO mandates were enforced at many of the largest companies, but it wasn't enough, the study reports. More than a third (37 percent) of respondents in leadership roles believed their employers had undertaken layoffs in the past 12 months as a result of too few people quitting in protest of RTO mandates, the study found. Nearly the same number thought their management wanted employees back in the office to monitor them more closely. The end result has been the growth of a different office culture, one that's even more performative, suspicious, and divisive than before the COVID pandemic, the study concludes.
Pero si echamos a los negros entonces... ¿Quien va a comprar los pisitos?Necesitamos respuestas.
Cierre masivo de pisos turísticos en Santiago: «Mis ahorros estaban ahí»Cientos de familias, entre 600 y 800, están afectadas por la ordenanza que prohíbe las VUT en gran parte de la ciudad. ABC entra en estas viviendas para conocer sus historiasPatricia Abet · 2024.06.08 Estancia de una de las viviendas turísticas, ubicada en la zona nueva, afectada por la nueva regulaciónMIGUEL MUÑIZMaría abre la puerta del piso que tiene en una segunda planta de la zona nueva de Santiago con orgullo. Meses de reformas y un importante desembolso de cerca de 30.000 euros no pasan desapercibidos en esta vivienda rehabilitada, que lleva más de un año funcionando como vivienda de uso turístico. Antes de iniciar su actividad, esta familia inscribió el piso en el registro de la Xunta, único requisito para empezar a operar según la ley gallega vigente. Pero la modificación del PXOM aprobada por el gobierno socialista de Xosé Sánchez Bugallo el pasado invierno truncó sus planes. María, como cientos de propietarios más —las cifras no son exactas, pero se mueven entre los 650 y los 800— vieron peligrar sus negocios con una nueva normativa que prohibía las VUT en la zona vieja y las limitaba a bajos y primeros en la nueva. Su única esperanza, tras el cambio de gobierno en Raxoi, era que la nueva alcaldesa plasmase en una ordenanza lo que de manera informal le había dicho a los afectados en distintas reuniones —«en precampaña reconoció que no veía problemas en regularizar las que ya estaban funcionando» apuntan desde Aviturga—, pero la hoja de ruta no ha sido la prometida. La redacción del texto que los propietarios llevaban año y medio esperando cayó la semana pasada como un jarro de agua fría sobre los cientos de familias que habían invertido sus ahorros en reformar sus segundas residencias y que ahora deben echar el cierre. «Van a dejar la ciudad sin alojamientos de calidad» introduce el portavoz de Aviturga en la ciudad, Óscar Soneira, poniendo sobre la mesa uno de los argumentos esgrimidos por los defensores de este tipo de alojamiento.Las palabras de María conectan con él. «Cuidamos la casa hasta el último detalle, solo hace falta ver las notas que tenemos en las plataformas y lo contenta que se va la gente que se queda aquí. Ahora solo nos queda cerrar el piso» reprocha esta afectada, que descarta dedicar la vivienda a un alquiler tradicional o estudiantil. «Si meto estudiantes aquí durante el curso tendré que hacer un desembolso en verano para volver a pintarla y arreglarla de nuevo, no me compensa» reflexiona. Su opinión la comparten otros muchos, que no barajan más alternativa que echar la llave o directamente vender.En este segundo caso está Bernardo, dueño de un ático en una de las calles más céntricas de la ciudad, que solo le ha dado disgustos desde que lo compró allá por 2007. Primero se lo alquiló a estudiantes, pero las quejas de los vecinos por el barullo y las fiestas en la terraza lo llevaron a alojar en él a una pareja de hosteleros. Estos inquilinos solo pagaron los dos primeros meses, y después de casi medio año tratando de echarlos, el propietario tuvo que abonar una factura de 4.000 euros por el gas que habían consumido durante el invierno. Con un nudo en la boca del estómago, como él mismo describe, lo habló con su mujer y decidieron convertir la vivienda en un piso turístico. «Hacienda se lleva una parte muy importante de estos ingresos y eso es una forma de generar riqueza que no se está teniendo en cuenta a la hora de legislar» afea. También, como el resto de los consultados, recuerda que sus inquilinos gastan en comercio local y que por lo general son viajeros que usan las casas «para dormir y desayunar» y que no generan problemas de convivencia.35.000 eurosLa historia se repite entre los dueños afectados por la política desarrollada desde Raxoi, que comparten perfil y sensaciones. La mayoría solo poseen una vivienda, que arreglaron para acabar de completar la economía familiar. Lo explica Lucas, que se dejó todos sus ahorros, unos 35.000 euros, en reformar un apartamento en la almendra de la ciudad, la zona más penalizada. «Me dejé todo ahí, quedé a cero, vacío, para ponerlo moderno y bonito, comprar electrodomésticos... cuando acabé fui al ayuntamiento a preguntar qué papeleo tenía que hacer y me dijeron que no hacía falta nada, así que me inscribí en el REAT y empecé a operar hace ya siete años», relata. Los ingresos de ese apartamento que remozan una vez al año para mantener el estándar de calidad pasaron a formar parte de la economía familiar de Lucas y su pareja, que acaban de comprarse un piso en el que viven en otra zona de la ciudad y que sin estos beneficios no saben si podrán costear. «Tengo una hipoteca y ahora nos dicen que no podemos seguir con nuestra actividad, no sabemos qué vamos a hacer. Yo por el momento sigo adelante porque no me ha llegado ninguna notificación, pero llegará» se resigna. En su caso tampoco valora la alternativa de un alquiler, y menos para estudiantes. Por sus características, asegura, no es una vivienda «ni para universitarios ni para una familia».Desde el umbral de la puerta de su casa, María espera para recibir a los que serán unos de sus últimos huéspedes. Sus argumentos a favor de los pisos turísticos —generan riqueza y democratizan los viajes— resuenan con fuerza, pero la esperanza de un cambio de rumbo en el último momento se desvanece. Como ella, la mayoría tienen ya en mente un plan B para cuando bajen la persiana definitivamente, aunque pocos piensan en reconvertirse al alquiler tradicional.
https://x.com/MedvedevRussiaE/status/1800103568239702099