–60% y 2025.—
El Euromaidán y la guerra de
Ucrania forman parte sustancial de la transición estructural del modelo popularcapitalista al planificado. Lo son tanto como la
política de endurecimiento monetario (que no solo es de tipo de interés) conjugada con la
política fiscal de vivienda asequible.
2024 es un año electoral, tanto en EEUU, como en la UE y en Reino Unido, incluso en Rusia. Ha sido mala suerte. Las elecciones siempre nublan la vista. Desde finales de los 1990 sabíamos que 2025, una generación (15 años) después de la capitulación 2006-2010, sería el año del vuelo en solitario del nuevo modelo.
Se va a amontonar trabajo estructural-transicionista.
Los procesos de ajuste no son lineales. Siempre hay dos oleadas o fases. La primera, aterrizaje suave. La segunda, aterriza como puedas.
La intensidad más que proporcional en la segunda fase es aparte del pecado venial permanente de la
postergación: se van dejando los deberes de un día para otro y, cuando falta poco para la fecha señalada, entran las prisas.
La sola circunstancia electoral ha retrasado la llegada de los efectos del endurecimiento monetario a la estafa inmobiliaria 'residential'. Sin embargo, en la 'commercial' ya se vive la nueva realidad del
–60% en valores contables y precios.
Es importante que la lucha contra la inasequibilidad de la vivienda, núcleo duro del popularcapitalismo, haya sido el eje del discurso de investidura de la Sra. Von der Leyen, del Partido Popular Europeo, y que así se recoja en las primeras planas de los periódicos.
«
Europa se enfrenta a una crisis inmobiliaria que afecta a personas de todas las edades y familias de todos los tamaños», ha dicho.
El anuncio del
plan europeo de acción prioritaria en construcción de vivienda asequible, con transferencia de dinero público y levantamiento de la restricción en materia de ayudas de Estado (
https://archive.is/6V8fy), descompone directamente las expectativas de los acaparadores y retenedores de viviendas.
Sin embargo, aún quedan las elecciones norteamericanas, que podría ganarlas el rechinante magnate inmobiliario venido a menos al que le silban las balas, y que cumpliría 80 años durante su mandato. Mala suerte otra vez, pero solo para EEUU. La UE ya se ha apuntado a la nueva era. Incluso, el recién estrenado gobierno laborista del Reino Unido ha anunciado un plan de construcción de 1,5 millones de viviendas en los próximos cinco años.
En esta cuestión de la desincronización de ciclos económicos americano y europeo, también es relevante el anuncio de un
plan de prosperidad europeo, literalmente, 'para competir con EEUU', aparte de para contrarrestar a China.
El que pueda vender, que venda.
El tiempo, en esta combinación de desinmobiliarización y desincronización, lo va a marcar el proceso de
aceptación del 'non-prevail' de Ucrania y consiguiente ridículo patético de la OTAN.
A medio plazo, dará lugar a las esperadas evoluciones de la OTAN y de la PSCD (Política Común de Seguridad y Defensa:
https://www.europarl.europa.eu/factsheets/es/sheet/159/la-politica-comun-de-seguridad-y-defensa). Pero a corto plazo vamos a vivir una descomposición de expectativas de grado muy superior a las inmobiliarias.
Serguéi Shoigú, exlíder del partido Rusia Unida, exgobernador del Óblast de Moscú, exministro de Situaciones de Emergencia (con Yeltsin y con Putin), exministro de defensa (desde 2012 hasta este 12 de mayo de 2024) y, actualmente, Secretario del Consejo de Seguridad de Rusia, declaró hace tres meses que
la operación militar especial en Ucrania terminará en 2025. Y este señor no habla por boca de ganso.
En suma, nuestro ticket está más vigente que nunca: –60% y 2025.