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Dollar weakness is turning all fund managers into currency tradersHedging against falls in the dollar has not been a prime concern but Trump 2.0 is changing the moodThe dollar has fallen due to expectations of US economic weakness but also because of the broad evaporation of trust in American institutions under Donald Trump © Brandon Bell/Getty ImagesDonald Trump spent time on the campaign trail advocating a weaker dollar, imagining this would be the key to unlocking a great renaissance in American manufacturing.We should give the man his due. Few thought it was possible to pull the world’s most important currency lower, pointing to the US’s long-running dominance over the global economy and markets. And yet through the magic of radical uncertainty and the erosion of America’s foundational values and institutions, he has succeeded in engineering a 7 per cent decline. A masterful gambit.Whether this helps at all with the effort to support US industry is a question for the long term. The bet right now has to be “not really”, given all the other impediments to companies — especially foreign ones — investing in people and equipment in the US in this age of heightened uncertainty. But that is not the element that investors are thinking about currently. Instead, Trump has turned fund managers all over the world into currency traders, whether they like it or not.Many stock investors have barely thought about foreign exchange risk for years. Why bother? During the American exceptionalism era of 2010 to 2024, US-based investors overwhelmingly put money to work at home. They were riding the Big Tech wave to dizzying heights and taking a close to zero chance that a blow-up in famously unpredictable currency markets could leave a mark on the value of their investments. Jim Caron at Morgan Stanley Investment Management tells me that a lot of his clients have as little as 3 per cent of their portfolios invested outside the US — a proportion he is encouraging people to increase.Elsewhere, investors rode the same Big Tech wave but also a smooth 40 per cent ascent in the dollar, on the Federal Reserve’s trade-weighted measure. It is tricky to figure out the precise degree to which non-US investors had shielded themselves against a bout of dollar weakness in recent years. Obviously every portfolio is different, but hedging rates appear to be low. Analysis from BNP Paribas, for instance, suggests that hedging rates on dollar assets held by Dutch and Danish pension funds have recently sunk to, or close to, record lows. The bank reckons the Eurozone pension fund industry holds as much as $770bn in unhedged dollar exposure.Market movements so far in 2025 have focused the mind here. US stocks have recovered handily since the tariffs-related shock of early April, dragging the main index, the S&P 500, into positive territory for the year so far. But that is in dollars. In euro terms, the index is still down by more than 7 per cent this year, as the buck has fallen due to expectations of US economic weakness but also because of the broad evaporation of trust in American institutions under Trump 2.0. So much for the counterbalance of the dollar’s reserve currency status — that is struggling under the new regime. Meanwhile, European stocks are performing very nicely, in part due to the new German government’s intentions to spend its way out of trouble, combined with an accommodative central bank. In dollar terms, though, the performance is even more sparkling, enabling dollar-based investors brave enough to venture overseas to amplify returns.Now, analysts often say the top question they are receiving from investor clients is how to manage the risk that the dollar could keep falling and eating into their portfolios.Stock and bond investors know that the stocks and bonds they buy can go down as well as up. (If they don’t, they should probably find another job.) This is still the biggest risk to portfolios. But analysis from Canadian bank RBC shows that currency-specific risk, as a slice of overall portfolio risk, is rising across the world outside the US, especially in Europe, Australia and Canada, with the US dollar accounting for the bulk. For euro-based investors, currency movements account for nearly one-third of total risk — way beyond the currency sensitivity of US-based investors. How investors deal with this depends on where they are. It is easier, and less costly, to hedge in bigger, more actively traded currencies, for example. But RBC reckons that a 5 per cent increase in dollar hedges would add up to some $2tn worth of dollar selling over time. A massive, sudden drop in the dollar would be bad news for a number of reasons but would at least make US assets and exports look like a bargain. But we are not there yet. Instead, gradual, lasting dollar weakness is just another reason for investors to doubt that American exceptionalism can make a comeback, and to keep a growing slice of future allocations at home.
Infobae se hace eco de lo que publicó Funcashttps://www.infobae.com/espana/2025/06/12/estamos-ante-una-burbuja-pero-no-de-credito-sino-de-expectativas-los-precios-de-la-vivienda-en-espana-se-disparan-mientras-comprar-se-convierte-en-un-lujo/“Estamos ante una burbuja, pero no de crédito, sino de expectativas”: los precios de la vivienda en España se disparan mientras comprar se convierte en un lujoLa construcción de nuevas viviendas en España se ha desacelerado desde 2023, mientras la falta de alternativas accesibles para compradores se mantiene como uno de los obstáculos centrales del sector inmobiliarioEspaña está ante una burbujaEspaña está ante una burbuja inmobiliaria, pero no es igual que la de 2008. (Montaje Infobae/Pexels/Canva)Los precios del mercado inmobiliario en España están haciendo que el acceso a una vivienda digna sea prácticamente misión imposible. La oferta no ha logrado seguir el ritmo de la creciente demanda de los últimos años, y esto, junto a un índice casi inexistente de vivienda social (solo un 3,4%), ha llevado al mercado a un punto de saturación.Ante este panorama, surge la pregunta de si estamos, o vamos a estar dentro de poco, ante una burbuja inmobiliaria similar a la que se vivió en el país hace 17 años. ¿La respuesta? Sí, pero no.“Las personas que compran lo hacen pensando que van a rentabilizar esa inversión”Las últimas cifras del Instituto Nacional de Estadística indican que el valor medio de la vivienda libre en España ha aumentado un 3,5% durante el primer trimestre de 2025, y las de nueva construcción han experimentado un repunte del 6,3%.Y esta tendencia no es reciente. Según el último Informe de Estabilidad Financiera del Banco de España, la construcción de nuevas viviendas en nuestro país ha sufrido un claro retroceso desde 2023. Además, desde la entidad indican que la escasez de opciones asequibles para la compra seguirá siendo uno de los principales desafíos del mercado inmobiliario en los próximos años.“Estamos viendo que el precio se va alejando de su valor fundamental de equilibrio” nos indica Raymond Torres, director de Coyuntura de Fundas, a Infobae España, refiriéndose al precio de referencia que deberían tener las viviendas. Y matiza: “Cada vez son menos los hogares que pueden comprar al contado, sobre todo si no poseían antes otra vivienda”.Para el experto, ahora mismo estamos “ante una burbuja, pero no de crédito, sino de expectativas”, lo que significa que “procede de expectativas que se retroalimentan”, al contrario que la burbuja inmobiliaria de 2008, que “estaba alimentada por el crédito bancario”. “Las personas que compran lo hacen, aunque sea ya a un precio muy caro, pensando que se va a revalorizar y, de alguna manera, van a rentabilizar esa inversión”, aclara Torres.Claves para acabar con la “burbuja de expectativas”Esta urgencia por comprar antes de que suban los precios también viene dada por la escasez de oferta. “Cuanto más suba la oferta, más complicado va a ser mantener los precios altos”, explica el experto de Funcas, puntualizando que “faltan, según estimaciones, en torno a 600.000 viviendas”.“La principal de las medidas es la construcción, elevar la oferta es lo que va a acabar con esta burbuja de expectativas”, detalla Torres. Pero, además de la construcción de más vivienda, otra alternativa también sería “cualquier limitación a la compra de viviendas por parte de no residentes”. “Esto puede tener una incidencia enorme en la dinámica del precio, lo mismo que las restricciones al alquiler turístico”, argumenta el director de Coyuntura de Funcas.Con todo esto, Torres confirma que “en algún momento” terminará esta situación, y que “el precio podría caer si la burbuja de expectativas también cae”, pero “no se sabe cuándo, esa es la pregunta del millón”.Y puede que ya se estén viendo los primeros indicios del final. El Banco de España confirma que, en los primeros meses del año, se ha registrado una desaceleración, tanto en el número de operaciones como en el precio de la vivienda.La demanda de vivienda ha disminuido, teniendo en cuenta los máximos alcanzados en 2024. Mientras, según la entidad, los valores a los que se venden las viviendas han dejado de subir con la misma fuerza que en años anteriores, sobre todo en grandes ciudades y en zonas de costa.¿Qué pasó en otros países?Pero, aunque no se sepa cuándo va a terminar, o estallar, esta burbuja, sí podemos fijarnos en otros países que han vivido situaciones similares a la nuestra. “Algo así ha ocurrido en Francia y Alemania, y desde hace un par de años el precio ha caído, en términos reales entre un 10% y un 15%”, relata el experto.“Llega un momento en que son muy pocos los que pueden comprar, y en ambos países el fin de la burbuja de expectativas tuvo que ver con la sensación de que la economía iba a crecer mucho menos, lo que incidió en las decisiones de compra y, por tanto, revirtió la curva de precios”, explica Torres. Y sentencia que “esto podría ocurrir también en España”.Aunque este año todavía se espera que los precios sigan subiendo de manera desorbitada, “a partir del año que viene ya hablamos de un crecimiento mucho más moderado”.El precio de la vivienda libre se disparó un 12,2% en el primer trimestre del año en relación al mismo periodo de 2024, registrando así su mayor alza interanual desde el primer trimestre de 2007, según el Índice de Precios de Vivienda (IPV) del Instituto Nacional de Estadística (INE) publicado este viernes. (Fuente: Europa Press / EBS)“Han vendido su bien y compran otro bien”En el caso de España, actualmente se están pidiendo cada vez menos hipotecas, y su valor también es más bajo. “Esto es porque la mayoría de las personas que compran han vendido su bien y compran otro bien y necesitan poco préstamo”, aclara Raymond Torres, explicando que “se vende y se compra simultáneamente”.Igualmente, aclara que estos casos no son relevantes para burbuja de expectativas, porque son aquellos que no les importa invertir mucho dinero: “Venden y compran caro”. Lo que sí ha disminuido, y es más importante, son los que pueden comprar al contado, “sencillamente porque el precio es muy caro”.“Ahora mismo, la gente compra por razones de inversión, obtiene su rentabilidad, sobre todo por el crecimiento del precio, y no tanto por el subyacente de la rentabilidad, que es, por ejemplo, el alquiler”, concluye el experto.
El desajuste entre una oferta de vivienda escasa y una elevada demanda lleva tiempo empujando los precios al alza sin atisbarse todavía el fin de las subidas. A la vez que las compras no dejan de crecer, cada vez se detectan menos anuncios de pisos a la venta. Según un estudio publicado este martes por la tasadora UVE Valoraciones a partir de datos de Idealista, en el último año la oferta de viviendas disponibles para la compra se ha reducido un 18,8%, manteniendo así la caída de los últimos años. En cambio, la oferta de alquileres empieza a registrar ligeros repuntes, a la espera de que se consolide el cambio de tendencia.El estudio contabiliza actualmente en torno a 381.000 viviendas a la venta en el portal inmobiliario, significativamente por debajo de las cerca de 469.000 anunciadas en junio de 2024. Este descenso registrado en los últimos doce meses no es novedad, ya que la oferta de pisos en venta acumula una caída prácticamente ininterrumpida desde la pandemia —cuando llegaron a superarse los 650.000 anuncios activos—. No obstante, el análisis de UVE valoraciones apunta a que se estaría produciendo una ralentización en el ritmo de descenso. En los últimos dos meses el número de pisos disponibles ha bajado menos de un 0,5% en tasa mensual, por debajo de las caídas mensuales de en torno al 2-3% registradas en los meses anteriores.La oferta de viviendas en venta se reduce casi un 20% en un año mientras la de alquileres empieza a repuntarAnuncios de viviendas en venta y alquiler en el escaparate de una inmobiliaria.Europa PressEl desajuste entre una oferta de vivienda escasa y una elevada demanda lleva tiempo empujando los precios al alza sin atisbarse todavía el fin de las subidas. A la vez que las compras no dejan de crecer, cada vez se detectan menos anuncios de pisos a la venta. Según un estudio publicado este martes por la tasadora UVE Valoraciones a partir de datos de Idealista, en el último año la oferta de viviendas disponibles para la compra se ha reducido un 18,8%, manteniendo así la caída de los últimos años. En cambio, la oferta de alquileres empieza a registrar ligeros repuntes, a la espera de que se consolide el cambio de tendencia.El estudio contabiliza actualmente en torno a 381.000 viviendas a la venta en el portal inmobiliario, significativamente por debajo de las cerca de 469.000 anunciadas en junio de 2024. Este descenso registrado en los últimos doce meses no es novedad, ya que la oferta de pisos en venta acumula una caída prácticamente ininterrumpida desde la pandemia —cuando llegaron a superarse los 650.000 anuncios activos—. No obstante, el análisis de UVE valoraciones apunta a que se estaría produciendo una ralentización en el ritmo de descenso. En los últimos dos meses el número de pisos disponibles ha bajado menos de un 0,5% en tasa mensual, por debajo de las caídas mensuales de en torno al 2-3% registradas en los meses anteriores. "Aunque el mercado de compraventa sigue en descenso, comienza a mostrar signos de estabilización en determinadas provincias", opina el presidente de UVE Valoraciones, Germán Pérez Barrio, al hilo del estudio publicado este martes, que apunta a que Barcelona, Madrid y Melilla han sido los únicos puntos que han escapado en los últimos cuatro meses al descenso de la oferta de viviendas en venta. En concreto, el conjunto de la provincia de Barcelona acumula actualmente unos 39.150 anuncios activos y Madrid, 22.044, un 1,3% y un 2,9% más que en febrero de este mismo año.Más estable aun está siendo la evolución de la oferta de alquileres. El análisis contabiliza 61.590 anuncios activos actualmente en la plataforma —sin distinguir entre arrendamientos permanentes y temporales—, ligeramente por encima de los 58.300 registrados hace un año. De este modo, en los últimos doce meses se habría producido un crecimiento de la oferta de arrendamientos a nivel nacional de un 5,7%. Esta leve recuperación se produce después de una primera mitad de 2024 en la que se rondaron niveles mínimos, con poco más de 50.000 viviendas disponibles. Desde entonces, según los datos manejados por UVE Valoraciones, se observa un ligero ascenso que rompe con la tendencia a la baja que se venía arrastrando desde la pandemia, cuando se llegaron a superar los 120.000 anuncios activos en pleno parón de la movilidad y la economía. En concreto, a la reciente recuperación detectada ha contribuido el crecimiento mes a mes de la oferta en un 11,6% desde febrero, un alza que contrasta con la caída de más del 12% experimentada en los últimos cinco meses del año pasado.A la espera de constatar si se confirma el cambio de tendencia en la evolución de la oferta de pisos en alquiler o si se trata de un comportamiento estacional del mercado, desde UVE Valoraciones apuntan a que las subidas de precios, tanto en venta como en alquiler, podrían estar incentivando a los propietarios a sacar inmuebles al mercado, especialmente en las grandes ciudades. "La subida de los precios es un gran acicate para vender y para ofrecer viviendas en alquiler", señala el estudio, que plantea que "es posible que Madrid y Barcelona estén señalando el camino que seguirá en los próximos meses el conjunto nacional".Aunque se detectan comportamientos divergentes en función de la provincia, Madrid y Barcelona están entre las que más estarían notando el incipiente cambio de tendencia en el mercado del alquiler, con 11.596 y 6.516 anuncios activos de viviendas disponibles para arrendar. El análisis de la compañía tasadora atribuye esta brecha en el volumen de oferta entre ambos territorios a la declaración de zonas tensionadas en Cataluña y los consecuentes topes al precio de los alquileres. "En el caso de Barcelona, se sugiere que las políticas de limitación del precio del alquiler pueden haber provocado un trasvase de inmuebles hacia el mercado de compraventa", valora Pérez Barrio.