[Esto es
mucho Tuit, traído por El Casco:
https://www.transicionestructural.net/index.php?topic=2628.msg244880#msg244880https://www.larazon.es/murcia/obispo-orihuelaalicante-pide-que-catolicos-precios-razonables-alquileres-pisos_20250619685423810221901ab113f9cc.htmlEl obispo de Orihuela-Alicante: «
Hay que tener en cuenta los recursos económicos de las personas que alquilan viviendas, y no solo el mercado».
No son bichos. Son personas. Y el 'mercao' son los padres: el poder de fijación de precios lo tiene el casero. ¡Perfecto!
La iglesia, luchando eficazmente contra la avaricia inmobiliaria.
El siguiente peldaño es que el Ladrillo, además de inmoral, es una
estafa.
El tuit perfecto sería del papa con la frase de Xi Jinping pero en latín: «
Habitatio habitetur non ad quaestum».
Si supiera, haría con la IA un vídeo con el papa Juan Pablo II (tiene que ser él) diciendo esta frase en latín y con subtítulo en español: «La vivienda es para habitarla, no para para especular».
No, en serio, lo que digo es que cuanta más 'auctoritas' tenga quien interviene en el proceso de Tuit, mejor que mejor. Y cuanto más de derecha, mejor aún.
Un obispo no es un cualquiera. En España hay 126. El de Alicante-Orihuela es un obispo destacado. Nació en San Sebastián. Habla euskera. Leo que «
fue nombrado obispo por el papa Benedicto XVI... Durante la misa de toma de posesión recibió un aplauso de varios minutos de duración... Sin embargo, la mayoría de los párrocos y otros sacerdotes de la diócesis mostraron su rechazo a la designación por considerar que sus postulados reaccionarios no estaban en consonancia con la línea pastoral y estilo eclesial en fidelidad al espíritu del Concilio Vaticano II». También leo que «
se ha manifestado a favor de las terapias de reorientación sexual para homosexuales».
Me encanta que se meta con la usura inmobiliaria un obispo facha y anti-woke. Ya saben nuestra tesis de que ya no habría Ladrillo si en vez de llamarse «
sindicato de inquilinas» se llamara «
patronal por el empoderamiento de los salarios». Porque
la lucha contra el Ladrillo no le pertenece a la clase obrera, sino al Capital. El verdadero perjudicado por el Ladrillo es el Capital. Es de él de donde sale la financiación del juego usurario de dinero sin trabajar. El Capital necesita Trabajo bien dormido y comido. Por eso la derecha política está tan loquita. Los pro-Ladrillo en el mando de los partidos políticos de derecha son una plaga. Cuando cayó Felipe creíamos que, por fin, acabaría la burbuja popularcapitalista en España. Por fin entraba una gente pro-Capital. ¡Ja! Resultaron ser supermegahiperpisitofiloscreditófagos, los muy caraduras. La culpa viene del franquismo, porque el franquismo es socialismo-de-derecha, al principio fascistoide, luego bienestarista.]