[Mirar el precio, ver el dinero.— «Estoy a la escucha, pero no oigo nada». Ante la oleada de insolencia inmobiliaria, ahora que estamos ya en el nuevo orden, sigan a rajatabla la máxima de «mirar el precio, ver el dinero»:
—¿Qué precio tiene?
—Tropecientosmil.
—No sabía que el dinero valía tan poco.]
[Teoría de los tres adjetivos.— Aunque en Retórica u Oratoria no hay una formulación de esta hipotética teoría, para describir un sustantivo se usan a menudo tres adjetivos o locuciones equivalentes para dar énfasis y persuadir. Los tres adjetivos se organizan 'in crescendo'. Por ejemplo, «una, grande y libre» o «limpia, fija y da esplendor».
Derecha ordinaria, faltona y chulizafia.
Gracias, respectivamente, Urederra, Frommer y sargento.algodon.]