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Muchísimo 'tuit' hoy: «El tajante mensaje de Rufián a Sánchez: 'El drama de la vivienda puede acabar con su Gobierno'»:
https://www.youtube.com/watch?v=F_y3XAlAsrcEsto es muy muy tuit, aunque pretendiendo lo contrario. Tanto la pregunta, como la contestación van en la línea conservadora del Ladrillo, aunque no lo parezca: el Ladrillo solo sería un problema de los jóvenes y de los pobres de pedir, no de la clase media, y la culpa sería de la derecha y ultraderecha política.
Iría en contra si Rufián hubiera usado la palabra
estafa y Sánchez le hubiera contestado en nombre del
Capital.
Forma parte de la
nueva política socialdemócrata 'Doble A' («¡Ánimo!, Alberto»): arrincona a las CC. AA. (titulares de las competencias inmobiliarias clave), que están en manos de la oposición y se niegan a aplicar la Ley de Vivienda, encabezadas por este Mierdrid en el que una sola fruta 'ful de Estambul' se ha cargado el mercado de áticos chamberileros: ¿cómo va a competir tu dinero bueno con el malo?
Se supone que
la derecha política debiera defender los intereses del Capital y, por tanto, estar en contra de:
• activos ficticios
• sobrendeudamiento
• impuestos privados sobre las nóminas.Pero no puede hacerlo. Perdería el voto de la derecha sociológica.
La socialdemocracia sí está en su papel poniendo parches para sostener el tocomocho con navaja con el que pretende robarle sexi al comunismo frente a la clase obrera, clase que sigue ahí explotadísima como nunca, ahora además de por los capitalistas normales, por los usureros del Ladrillo, aunque ella crea que «ya soy clase media».
En este momento, el vídeo al que enlazamos resulta mucho más 'tuit' que una proclamación 'comme il faut' sobre la verdadera esencia criminal del Ladrillo. Ya vendrá. No falta mucho.
Los dos socialdemócratas se dirigen al asustadísimo medio: «
Estamos trabajando en ello; pero las cosas de palacio van despacio... por culpa de la derecha y la extrema derecha de tu administracioncita cercana». El asustadísimo medio pensará: «
Marujita, abre un lata de fabada Litoral y quita el cartel de se vende del apartamento de Matalascañas». Pero el 'enterao' correrá a vender.
El sector ha optado por la
línea de comunicación 'Triple A': «Falta oferta y se tardará años, pero aaaños, aaaños, aaaños, en ajustarse». Y tanto la socialdemocracia como la derecha política se han apuntado.
La derecha política pensará: «
Si no hay crash inmobiliario, no tumbaremos a Sánchez; y, además, como lo va a haber sí o sí, y no nos vamos a oponer porque queremos estar a bien con la derecha económica, nos interesa que pase antes de las elecciones».
Lo primero que la derecha política debiera hacer es desactivar el 'lawfare' de la señorita Pepis. Es contraproducente. La gente no es tonta. Le hace quedar en ridículo.
Sánchez, a su vez, pensará: «
A la mínima que yo vea que ya viene el 'crash', convoco elecciones, y ojalá que los jueces sigan dale que te pego con su politiqueo —y los difamadores creyendo que difaman—». Esta es la razón por la cual al principio de la respuesta parlamentaria dice que va a aguantar hasta completar la legislatura.
Pero no las tiene todas consigo. La derecha económica, el Capital de verdad, sí está con él, pero querría más efectividad selectiva contra el sector parásito: preservar los montajes de la Operación Desagüe, sacrificando al 'himbersor'.
El popularcapitalismo, con su gran embuste, hace que Maquiavelo parezca Gloria Fuertes —que me perdone desde el Cielo, que es donde está—.
Vamos a cerrar 2025 con los precios bajando en toda España. Los valores de catálogo no importan. Los usureros saben que lo que sale en los portales de internet es mentira.]
