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http://www.expansion.com/2012/03/03/economia/1330772880.html?a=dc79176f565614fde41d6e17ee32345f&t=1330851235La quita es "un fraude". Así de claro y tajante se muestra el economista Leonidas Vatikiotis, quien lidera un grupo de expertos que apuesta por una auditoría independiente de la deuda griega a fin de declarar cual se debe pagar y cual puede ser considerada "ilegítima" y no pagarse.Si bien los partidos gobernantes y la opinión dominante entre los economistas es que el proceso de la quita de la deuda griega puede ayudar al país a hacer más sostenible su deuda, cada vez es mayor el número de sus opositores.De hecho, cuando el plan -conocido como Participación del Sector Privado (PSI)- se votó en el Parlamento, sólo fue apoyado por dos de los cinco partidos presentes y aún entre estos hubo una desbandada de varias decenas de diputados.La PSI significará la retirada de 107.000 millones de euros tenidos en su mayoría por inversores privados a través de un canje por títulos de valor depreciado, algo que en principio debería beneficiar a Grecia.Sin embargo, Vatikiotis pone como ejemplo una simple cuenta matemática: el nuevo préstamo de la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) supondrá 130.000 millones de euros, lo que a pesar de la quita de 107.000 millones arroja un saldo de 23.000 millones de euros adicionales, que se sumará al actual monto de la deuda griega, unos 360.000 millones de euros.Además, la mayor parte de este nuevo préstamo será dedicado precisamente a financiar el proceso de la quita y el resto quedará en una cuenta bloqueada y vigilada por la UE destinada sólo al pago de la deuda.De los 130.000 millones del nuevo crédito, 30.000 millones de euros en dinero líquido serán utilizados como "incentivo" para la banca privada extranjera y al menos otros 35.000 millones se destinarán a recapitalizar los bancos griegos, a pesar de que según los cálculos del centro de investigaciones KEPE, las pérdidas de éstos no serán mucho mayores a 17.600 millones de euros."La mayor carga la soportarán los fondos de pensiones públicos de Grecia", que poseen unos 30.000 millones de euros y perderán unos 12.000 millones de euros, explica Vatikiotis.El ministro de Finanzas, Evangelos Venizelos, ha reconocido este punto y prometió que, como indemnización, se transferirán recursos públicos a estos fondos, algo que el economista griego considera insuficiente, pues asegura que se trata de propiedades cuyo valor inmobiliario decrece cada día.El objetivo de la quita es hacer la deuda más sostenible reduciéndola hasta el 120,5 % del PIB en 2020, frente a más del 160 %) actual, un cálculo que Vatikiotis considera "ridículo" porque se basa en que la economía griega crecerá más del 2 % a partir de 2014 y el Estado tendrá superávit.El reputado economista Nouriel Roubini también rechaza estos cálculos pues cree que "la medicina de la troika va a matar al paciente" y que a los años de recesión que vive Grecia, seguirán "otros cinco años de depresión", afirmó en una reciente conferencia en Atenas."Durante los años de rescate europeo hemos sufrido el mayor aumento de deuda de la historia, pasando del 115 % del PIB en 2009 a más del 160 %", critica Vatikiotis y denuncia que la deuda se ha convertido en una "bola de nieve", pues cuando no se puede pagar se refinancia contrayendo nuevos préstamos."Durante las dos últimas décadas, Grecia ha pagado por la deuda el doble del importe de la deuda en su nivel actual", apunta.Sirva como ejemplo el presupuesto griego de este año -que muestra el economista a Efe durante la entrevista.De sus 212.000 millones de euros, 87.000 millones van destinados a los servicios de deuda (vencimientos, intereses, mantenimiento...), mientras que partidas como Educación reciben sólo 5.000 millones de euros.Otro de los problemas es que los nuevos bonos se emitirán bajo jurisdicción británica."Esto permitirá a los tenedores de la deuda reclamar propiedades del Estado griego en caso de impago de los bonos", denuncia a Efe Stavros Ligerós, analista del diario conservador Kathimerini.Por ello, la ex ministra socialista Luka Katseli votó en contra de la PSI, pues considera que el acuerdo da derecho a los acreedores a confiscar las reservas de oro del Banco Central de Grecia.Entonces, ¿para que servirá el proceso de la quita? "La PSI significa atrasar los vencimientos de la deuda por décadas, hasta 2042, y reducir los intereses que pagaremos por ella", aseguró Venizelos esta semana.El problema, según Ligeros, es que con estos procesos de canje y nuevos préstamos se está convirtiendo una deuda anteriormente en manos privadas en una en manos de Estados y organismos de la UE, lo que "dificultará" futuras reestructuraciones, a pesar de que en su opinión volverán a ser necesarias.
Inminente declaración de quiebra en Grecia: costo de los bonos a un año llega al 1006%Si alguien tiene aún dudas de que existe el terrorismo financiero, aquí tiene la prueba: los bonos de deuda soberana griega han escalado al 1.006% (mil seis por ciento) de interés a un año, lo que indica un rendimiento del 30% mensual.... Esto no hace más que dar cuenta que el mercado espera que de un momento a otro Grecia se declare en impago, desatando el “temido tsunami” en las finanzas europeas.Aunque nadie puede advertir cuando ocurrirá la declaración de impago helena, lo cierto es que todo apunta a que esto sucederá dado que ni los rescates a la banca por más de un billón de euros han podido eclipsar el colapso que se avecina para esa gran banca europea que se hizo adicta a los préstamos fraudulentos sabiendo que los gobiernos debían rescatarla. En aras a este predicamento se han desviado varios centenares de miles de millones de euros cuyo único objetivo ha sido rescatar a la banca alemana y francesa.Tras dos años de farsa, y de las reiteradas advertencias sobre la imposibilidad de elaborar una salida convincente a la crisis griega por la vía de satisfacer a los mercados financieros, esta vuelve a detonar por el lado que más duele al capitalismo: el choque con la realidad, y el alejamiento de los fantasmas del crédito y la deuda.Esto demuestra el fracaso de las políticas de la troika y la absoluta incompetencia de los líderes europeos para comprender la crisis financiera que estalló en 2007. Se ha pretendido que las políticas monetaristas den un alivio al problema, pero no han hecho más que dar un paso en falso tras otro. Han favorecido sin escrúpulos a los fetiches de los mercados financieros y con esa misma prolijidad han demolido a la economía real que impulsa el crecimiento y genera empleo.Los líderes europeos, manipulados por los intereses financieros, no han trepidado en otorgar miles de millones de euros en ayuda a la banca, negando el necesario puñado de euros para la estabilidad fundamental que requiere la democracia. Tal vez la oligarquía financiera quiera implantar un golpe de estado en toda Europa, para seguir los mortales dictados de las políticas monetaristas a costa de la esclavitud de sus ciudadanos.De nada han servido los rescates a la banca de Mario Dragui realizados en diciembre y febrero por más de un billón euros. La fuga de capitales que vive Europa es aún más fuerte y tiene más empuje y decisión que todas las orquestaciones de la troika. El costo de la deuda soberana de España también ha ido en ascenso, a menos de una semana de la inyección a la banca por 500 mil millones de euros, ha llegado a los 315 puntos. El sueño de la moneda única comienza a resquebrajarse.En El Blog Salmón | Grecia consigue un respiro pero sigue bajo el fantasma de la quiebra
Desde ParísHay empresas que roban en nombre de la corona imperial para la cual trabajan sin que nunca les pase nada. Goldman Sachs es una de ellas. El banco de negocios norteamericano llenó sus arcas con un botín de 600 millones de euros (800 millones de dólares) cuando ayudó a Grecia a maquillar sus cuentas a fin de que este país llenara los requisitos para ingresar en el euro, la moneda única europea. La información no es nueva pero hasta ahora, se desconocían los detalles más truculentos del mecanismo con el cual Goldman Sachs engañó a todos los gobiernos europeos que participaban en la creación de la moneda única y cómo evitó luego responder ante la ley. El abanderado de la oligarquía financiera operó protegido por sólidas complicidades en el seno de las instituciones bancarias europeas y dentro del poder político, que hizo todo cuanto estuvo a su alcance para impedir las investigaciones.Dos de los protagonistas de esta megaestafa hablaron por primera vez sobre las transacciones encubiertas mediante las cuales Atenas escondió la enormidad de su deuda. Se trata de Christoforos Sardelis, jefe de la oficina de gestión de la deuda griega entre 1999 y 2004, y de Spyros Papanicolaou, el hombre que lo reemplazó hasta 2010. El resultado de la operación es una gigantesca estafa que hizo del presunto salvador, en este caso Goldman Sachs, el operador del hundimiento de Grecia y de buena parte de Europa. Si se cuentan sólo los bancos franceses, la aventura griega les costó 7000 millones de euros: BNP Paribas perdió 3,2 mil millones, el Crédit Agricole 1,3 mil millones, la Société Générale 892 millones, BPCE 921 millones y el Crédit Mutuel 359 millones. Esto únicamente es lo que le costó al sistema bancario francés: los pueblos pagaron y pagarán en sacrificios y privaciones mucho más que esto.El montaje financiero fue astuto. El Tratado de Maastricht de la Unión Europea fijaba requisitos rígidos para integrar el euro: ningún miembro de la Zona Euro podía tener una deuda superior al 60 por ciento del PIB y los déficit públicos no podían superar tres por ciento. En junio de 2000, para ocultar el peso gigantesco de la deuda griega que ascendía al 103 por ciento de su PIB y obtener así la calificación de Grecia para entrar en el euro, Goldman Sachs ideó un plan: trasladó la deuda griega de una moneda a otra. La transacción consistió en cambiar la deuda que estaba cotizada en dólares y en yenes por euros, pero en base a una tasa de cambio ficticia. Así se redujo de dos por ciento del endeudamiento griego y, con ello, Grecia respetó los criterios fijados por el Tratado de Maastricht para ingresar al euro. Un detalle vino a complicar el maquillaje: Goldman Sachs estableció un contrato con Grecia mediante el cual disimuló el arreglo bajo la forma de lo que se conoce como un SWAP, un contrato de cambio para los flujos financieros que viene a equivaler a una suerte de crédito. Ese esquema fraudulento llevó a que, a raíz de los llamados “productos derivados” implicados en la operación, en apenas cuatro años la deuda que Grecia contrajo con Goldman Sachs pasara de 2,8 mil millones de euros a 5,1 mil millones.Dos periodistas de la agencia Bloomberg, Nick Dunbar y Elisa Martinuzzi, llevaron a cabo una paciente investigación al cabo de la cual pusieron al desnudo este oscuro mecanismo. Según explicó a los periodistas el jefe de la oficina de gestión de la deuda griega entre 1999 y 2004, Christoforos Sardelis, en ese momento la arquitectura de la propuesta de Goldman Sachs se le escapó de las manos. Luego, dice Sardelis, los atentados del 11 de septiembre y una mala decisión de los bancos sembraron la semilla del desastre actual. La conclusión de la investigación es contundente: Grecia y Goldman Sachs hipotecaron el porvenir del pueblo griego y pusieron una bomba de tiempo que, 10 años más tarde, explotaría en las manos de la sociedad.En materia de grandes estafas organizadas por los bancos de inversión la impunidad es la regla. Nadie fue ni será condenado. Christoforos Sardelis afirmó que “el acuerdo con Goldman Sachs es una historia muy sexy entre dos pecadores”. Goldman Sachs sacó jugosos beneficios de esa truculenta organización. Sin embargo, el banco de negocios norteamericano afirma en su defensa que nada hizo de ilegal, que todo lo realizado respetaba al pie de la letra las directivas de Eurostat, el organismo europeo de estadísticas. Eurostat alega que recién tomó conciencia en 2010 de los niveles de endeudamiento griego. La defensa parece pobre porque las primeras denuncias sobre el maquillaje de las cuentas griegas y el papel que en él jugo Goldman Sachs datan de 2003. En un informe de 2004, Eurostat escribió: “falsificación generalizada de los datos sobre el déficit y la deuda por parte de las autoridades griegas”.Gracias a la complicidad del organismo financiero norteamericano y de varias instancias y personalidades europeas, Grecia pudo disimular durante varios años el “paquete” escondido de su deuda. En 2010, Jean Claude Trichet, entonces presidente del Banco Central Europeo (BCE), se negó a entregar los documentos requeridos para conocer la amplitud de la verdad. Ocurre que en el medio de esta gran mentira hay un personaje que hoy es central: se trata de Mario Draghi, el actual presidente del Banco Central Europeo y gran partidario de terminar de una buena vez por todas con el modelo social europeo. Draghi es un hombre de Goldman Sachs. Entre 2002 y 2005 fue vicepresidente de Goldman Sachs para Europa y, por consiguiente, estaba al corriente de la falsificación de los datos sobre las finanzas públicas de Grecia. Fue su mismo banco quien estructuró la falsificación. El liberalismo premia muy bien a sus soldados. Durante dos años, el Banco Central Europeo y los lobbies políticos usaron cuanto truco fuera posible para proteger a Draghi y no permitir que se llevaran a cabo auditorías en torno de las irregularidades cometidas en Grecia. Las comisiones del Parlamento europeo designadas para investigar esta megaestafa chocaron sistemáticamente contra las redes que protegían el secreto.El desenlace final de esta complicidad entre las oligarquías financieras es conocido por todos: casi un continente sumido en la crisis de la deuda, un país, Grecia, expoliado y de rodillas, recesión, despidos masivos, pérdida de poder adquisitivo para los trabajadores, reestructuraciones, sacrificios de los beneficios sociales, planes de ajuste y miseria. Mientras tanto, los 600 millones que Goldman Sachs ganó con esta estafa han seguido fructificándose en la apuesta suicida que el capital hace en beneficio propio contra la humanidad.
Standard & Poor's afirma que Grecia está abocada a otra reestructuración de deudaEl FMI calcula que el país tendrá que realizar ajustes equivalentes al 7% del PIBLa agencia de calificación de riesgo crediticio Standard & Poor's considera que Grecia está abocada a una nueva reestructuración de su deuda pública. "No voy a decir hoy cuándo", afirmó el responsable de deuda soberana de la agencia, Moritz Kraemer, la noche del miércoles en Londres.En el mismo acto, organizado por la London School of Economics, Poul Thomsen, el jefe de la misión del Fondo Monetario Internacional (FMI) en Grecia, afirmó que, aunque el país ha realizado un ajuste fiscal "agresivo", la reestructuración completa de la deuda necesitará al menos una década.El primer ministro griego, Lukas Papademos, consiguió que el Parlamento heleno aprobara el 21 de marzo un duro programa de ajustes impuesto por la UE y el FMI para activar el segundo rescate, por 130.000 millones de euros, necesario para evitar la quiebra del país. Grecia, que tiene previsto celebrar elecciones en abril, llevó a cabo el mes pasado la mayor reestructuración de deuda soberana de la historia, lo que allanó el camino al rescate.Muy dolorosoThomsen dijo que, tras las elecciones, "no hay duda de que [Grecia] tendrá que reducir su déficit fiscal". El jefe del FMI en Grecia añadió que no está claro cuándo el país podrá volver a los mercados para financiarse con normalidad: "Sigue siendo incierto, con este elevado nivel de deuda y los riesgos a los que hace frente el programa por las posibles reticencias a las reformas, cuándo podrá volver a acceder al mercado".Mientras el ajuste fiscal ha sido "muy impresionante, e indudablemente muy doloroso socialmente", Thomsen dijo que "todavía se va a necesitar un ajuste mayor, del 6%-7% del PIB".
Lo que está sucediendo es que nos están sometiendo a un proceso de *saqueo* CALCADO, a los procesos neoliberales que practicaron con latinoamérica con la excusa de la "crisis de la deuda" desde los 70, 80 y 90
Buena teoría, aunque la preferiría con cifras.A no ser que considere Renaults y Bmws como armamento.Entonces se la compro tal que así.Sds.