DE GUINDOS PORQUE HABLA; HERNÁNDEZ DE COS PORQUE CALLA.—De las
cuatro sobrevaloraciones enemigas del nuevo modelo que quiere el sistema capitalista para sí,
la peor es la inmobiliaria. Las otras tres o están semiresueltas (Deuda) o en vías de solución (Bolsa y dólar), aparte de que sus efectos no son socialmente tan profundos. La banca ha hecho sus deberes y ha quedado fuera de la crisis financiera de la Transición Estructural, que será —ya está siéndolo— de sociedades y fondos de inversión —la llamada banca en la sombra—. Todo está quedando reducido a poner los precios relativos inmobiliarios en su sitio. Los bancos centrales están en ello. Y lo están haciendo bien.
De Guindos y Rato son madrileños. A diferencia de Rodrigo Rato, que nació en
1949, Luis De Guindos, Vicepresidente del Banco Central Europero, nació en
1960, por lo que son, respectivamente, triunfador y perdedor de la burbuja popularcapitalista ('pop-cap'). Pro memoria:
Hernandez de Cos nació en
1971; es por tanto de la segunda generación perdedora de la burbuja 'pop-cap'.
De Guindos nos interesa y tenemos buen concepto de él. Fue al colegio de los marianistas —no de los de Mariano, sino de la Sociedad de María, de Chaminade— del barrio del Niño Jesús. No sabemos cuándo se vinculó al
Opus Dei, de san José María Escrivá, pero sabemos que lo está —contrasta con el ateismo de la actual Presidenta de su partido político en Madrid, nacida en 1978—.
Hizo la carrera de Económicas en la universidad privada
CUNEF, de la Asociación Española de la Banca (H. de Cos, también). Y, como tantos derechistas patrios, no optó por arriesgarse en el mundo de la iniciativa privada, sino por tener la cama hecha a costa del Estado: ganó las
oposiciones de Técnico Comercial y Economista del Estado.
Al cabo de unos cuantos años, con esa red de seguridad pública, decidió arriesgarse a rentabilizar su valía privada metiéndose en '
AB asesores', cuyo lema publicitario es «solucionamos problemas a las empresas y evitamos que tengan problemas con la Agencia Tributaria, la Seguridad Social y con la Administración en general».
Mucho no le debía gustar la empresa porque
saltó a la política. Dada su trayectoria y perteneciendo al Opus Dei, no nos cabe duda de que, sobre todo,
es socialista-de-derecha ortodoxo, 'estadobienestarista' y partidario de la Doctrina Social de la Iglesia. Es poco conservador tradicionalista y algo liberal ortodoxo. No es nada de izquierdas ortodoxas, pero sí tiene un ligero toque de izquierdas heterodoxas, particularmente, del
anarco-individualismo dandi —en línea con la pijotería madrileña— y, desde luego, del popularcapitalismo en su vertiente pisitófila.
Ocupó diversos cargos en los dos primeros gobiernos del Partido Popular (1996 y 2000), llegando a ser
Secretario de Estado de Economía de Rodrigo Rato, cuando rompió a circular el euro, euro acordado por el PSOE con la UE. Fue durante el mandato de De Guindos cuando nos suicidamos apretando a fondo el modelo de vivienda básica cara y la burbuja inmobiliaria se infló de forma descomunal. De Guindos era subordinado pero
amigo del epónimo del 'liberalismo ejpañol', Rodrigo Rato, a quienes los personalistas atribuyen el milagro económico del 'todos capitalistitas' por poseer una mierda de pisito —años más tarde acabarían enemigos—. El caso es que, en aquellos años, De Guindos proclamó cínicamente para la posteridad: «
En España no hay burbuja inmobiliaria, sino una evolución de precios al alza que se van a ir moderando con más viviendas en alquiler y más transparencia en los procedimientos de urbanismo» (página 97):
https://www.abc.es/archivo/periodicos/abc-sevilla-20031102.htmlEntonces fue cuando la jefatura política de De Guindos —que son de los que creen que la Historia se escribe por élites... a las que pertenecen ellos, claro está—, arteramente, se echó a un lado para
que un avergonzado PSOE se comiera el marrón del Pinchazo de la Burbuja. Dicho marrón se lo imputaron a la persona del bambi a quien le tocó ser presidente de Gobierno, y en el que el marianismo político luego
se ciscaría bochornosamente para recuperar el poder (ahora, al actual presidente pretenden darle el mismo tipo de 'putsch' tabernario: para un martillo todo son clavos).
A las pocas semanas de perder el Gobierno, De Guindos se mete en el
banco Lehman Brothers, donde llega alto —jefe para España y Portugal—. Pero al poco tiempo el banco quiebra. Y no es una quiebra normal. Es una
quiebra gafada. Es el banco elegido por el sistema capitalista como
chivo expiatorio mundial del Pinchazo de la Burbuja.
Sin empleo, De Guindos se mete en
PricewaterhouseCoopers (PwC). En relación con esta consultora, recordemos, primero, que fue sancionada por el ICAC por su actividad de auditoría contable en el banco 'del Opus Dei' por antonomasia,
el gafado Banco Popular —de igual nombre que el partido político de De Guindos—, banco quebrado y absorbido por el 'Santa'. Y, en segundo lugar, que PwC sale en la investigación judicial que ha dado lugar al
encarcelamiento del expresdente del Partido Popular en la Comunidad de Madrid. No decimos que De Guindos tenga que ver con ambos episodios, no, no, no, como tampoco que tenga culpa de
que Lehman cayera en desgracia o de
que Rodrigo 'Milagro' Rato diera con sus huesos en la cárcel. ¡Pero qué mala suerte había por donde él pasaba! Creemos modestamente que
De Guindos es un gafe, bendito gafe, con más peligro para sus compañeros que un tartamudo de copiloto de rallies (tengo madera al lado de la computadora y no dejo de tocarla, que se sepa).
No se sabe por qué, pero en 2011, De Guindos ya no está en PwC. Cosa rara, porque aparece por unos meses como
consejerillo de a pie del banco Mare Nostrum, antiguas Cajas de Ahorros de Murcia, Granada y otras (hoy integrado todo en Bankia) e, inmediatamente,
reclamado por el registrador de inmuebles Mariano para ser, por fin, Ministro de Economía.
'Evidenteente' —así pronuncia De Guindos los adverbios en mente— la primera medida del nuevo Gobierno fue
resucitar la deducción-IRPF por 'himbersión' en pisitos-ahorro del pobre. De inmediato,
la prima de riesgo de la deuda pública se descontrola, les obligan a rebobinar la resucitación y De Guindos se ve en la tesitura de tener que
pedir por escrito a la UE que rescate financieramente a España, aunque lo verbaliza así:
«España no necesita un rescate sino una intervención del Banco Central Europeo en el mercado secundario de deuda soberana con ciertas condiciones».
'Ciertaente', ¿quién nos pone la pierna encima para que no levantemos cabeza? ¡¿Quién?!
El caso es que, al Gobierno de la derecha vergonzantemente pisitófilo-creditófaga (vergonzantemente porque el modelo 'pop-cap' es de la socialdemocracia), la UE le pone la pierna encima en forma de un
Memorándum de Entendimiento en el que queda claro que no quiere ver ni en pintura a las Cajas de Ahorros. Solo hay dos gordas. Sigue la mala suerte. En relación con una, se monta un
grotesco simulacro de referéndum separatista en el que los cabecillas neoprovincianos acaban en la cárcel, aunque alguno huye. Y, en relación con la otra, presidida por el hasta entonces exjefe, amigo y predecesor de De Guindos, sobreviene un calvario escandaloso y termina siendo
estatalizada, pagando el agujero tú. 'Eso es el mercado, amigo'. La amistad se rompe y Rato señala a De Guindos como su defenestrador, defenestración de la que, según él, traería causa la caída en desgracia de la Caja de Ahorros transformada en
banko con k de punk —recordemos que se trata de personas convencidas de que la Historia no tiene leyes objetivas, sino que la escriben ellos, que mean colonia—.
Hasta aquí, la biografía de un gafe al que la gente de bien debemos más de lo que parece.
Estando aún de ministro, en 2018, es propuesto para
Vicepresidente del Banco Central Europeo, cargo que aún ocupa. El mandato es de ocho años:
su salida en 2026 coincidirá con el adiós para siempre al modelo 'pop-cap'.
Negó la burbuja. Negó el rescate. Sí. Pero ahora parece que avisa sin ambages de un cambio de tendencia en el mercado inmobiliario. ¡Vaya cambio el suyo personal! Lo hace tan expresamente que es increíble de acuerdo con su ser y estar.
«Todo apunta a un mayor potencial de corrección de precios de la vivienda», «las vulnerabilidades en los mercados inmobiliarios residenciales de la zona del euro están aumentando», «la intención de compra de los hogares parece haber disminuido», dice:
https://www.eleconomista.es/mercados-cotizaciones/noticias/11946352/09/22/Guindos-BCE-avisa-de-un-cambio-de-tendencia-en-el-mercado-inmobiliario-y-antepone-las-subidas-de-tipos-a-la-recesion.htmlhttps://www.ecb.europa.eu/press/key/date/2022/html/ecb.sp220915~84012f3dea.en.htmlSí, sí, sí. Lo dice. Es buen chico,
no dice lo que le pide su corazón sino lo que tiene que decir por los garbanzos.Hernández de Cos, delegado suyo para España, y que es el Gobernador español que mejor habla de todos los que hemos conocido, repite todo igual, pero
no dice estas cosas. Respeta el tabú inmobiliario. Ni siquiera tiene eufemismos para él. Se lo deja a De Guindos. Esta división del trabajo de comunicación denota que ahí hay algo raro. Nuestro deber es monitorizarla.
¿Qué está pasando?
Está claro que
el BCE está alineado con la Fed estadounidense en su política anti-inflación-de-activos, especialmente, inmobiliarios.
'Desinmobiliarizar' es clave para el éxito de la suelta del
nuevo modelo de respeto al dinero y al Estado.
Las siguientes frases 'ofertademandistas' de De Guindos nos dan la pista:
«Es cierto que no estamos en un clásico episodio de sobrecalentamiento impulsado por la demanda, y que la energía sigue siendo el factor principal del aumento de la inflación y la desaceleración del crecimiento. Pero con el bajo nivel actual de los tipos de interés, la política monetaria sigue siendo acomodaticia, lo que respalda la demanda y, en última instancia, también contribuye a las presiones sobre los precios. Con la inflación en niveles récord, una postura de política monetaria tan acomodaticia ya no es apropiada».Nos dan la pista porque se contradicen.
¿Cómo puede decirse a la vez que «no hay demanda recalentada» y que «sí hay demanda respaldada»? De Guindos se lía por lo buena persona que es. Lo suyo solo es negar cosas.
No sabe largar patrañas. No es un estafador. Entre ellos, de lo que hablan es de qué hay que decir cuando les reprochen que subiendo los tipos de interés están causando una recesión, recesión que les importa una higa porque
a lo que van es a por la delirante 'asset valuation' 'pop-cap'. Están de acuerdo en parapetarse en una
inflación que ellos mismos sostienen, precisamente, subiendo los tipos de interés para, supuestamente, bajarla, maravillosa paradoja.
Se pilla antes a un mentiroso que a un cojo. En cuestión de semanas después de estas declaraciones reveladoras,
los 'drivers' canónicos del bienpensar sobre la inflación han colapsado y ya no se puede razonablemente hablar ni de energía ni de acomodaticia ni de leches:
La inflación-inflación está rota y se mantiene a golpe de subidas de tipos de interés y efectos de segunda ronda no evitados (vid. la revalorización asombrosa de las pensiones... que no presagia nada bueno para las mismas), todo
hasta que cedan las expectativas inmobiliarias, que son el
sostén de la inflación a pasteurizar, sostén 'bullet bra'.
Digamos con precisión que el objetivo principal es pasteurizar sobrevaloraciones. Y que los dos secundarios, son recaudar tributos por la expansión nominal de las bases imponibles y tener munición relajadora para el día después.
La inflación que combaten no es la inflación-inflación. Es la inflación-de-activos, solo que no se quiere decir así de crudo, especialmente en economías pisitófilas y pobretonas, por tanto, vulnerables al cambio de modelo, como la española, para no hacer más daño que el estrictamente necesario. Por ello, a H. de Cos le permiten no mentar el tabú ni de refilón.
Siempre hay burbujas de ricos y burbujas de pobres.Como es menester, la Fed, el banco central de ricos por excelencia, va por delante en el señalamiento sin tabúes del objetivo antiinmobiliario:
— 15-jun . . . 'reset'
— 21-sep . . . 'it's a good thing'
— 2-nov . . . 'get back' & 'well out'
— 30-nov . . . 'go through the other side'
— 14-dic . . . 'housing is an essential, like food'
Estamos contentos con que hable De Guindos y calle H. de Cos.
¡Que 2023 más divertido vamos a tener!
Estamos ganando por goleada, señores.
Felices Fiestas.