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Los “adultos emergentes” son aquellas personas entre 18 y 35 años que no son adolescentes pero tampoco adultos, según definición del profesor de la Universidad de Massachusetts Jeffrey Arnett. No son adultos del todo porque no pueden emanciparse.
Ha habido una distribución desproporcionada de los costes de la crisis en contra de la juventud. La justicia intergeneracional del Estado de bienestar no está precisamente a favor de ese segmento de la población sino de la gente mayor. Según algunos analistas, el gasto en tercera edad en España en el periodo de la crisis económica (pensiones, sanidad,…) ha sido 34 veces superior al de la infancia y juventud (educación…). Esto es una anomalía mundial; no hay ningún país de la OCDE en que esta diferencia de gasto sea superior a 10.
“¡No future!”: no es país para jóvenesEl 92,5% de las contrataciones a menores de 30 años son temporalesJOAQUÍN ESTEFANÍA27 NOV 2016 Los “adultos emergentes” son aquellas personas entre 18 y 35 años que no son adolescentes pero tampoco adultos, según definición del profesor de la Universidad de Massachusetts Jeffrey Arnett. No son adultos del todo porque no pueden emanciparse. Los datos recién publicados por el Consejo de la Juventud indican la amplitud de esta brecha en España: solo el 20% de la población joven (en este caso, entre 16 y 29 años) ha conseguido emanciparse de sus padres; el 92,5% de las contrataciones realizadas a personas menores de 30 años fueron de carácter temporal; los jóvenes deberían cobrar 4,2 veces su salario anual sólo para hacer frente a la entrada de una vivienda en régimen de propiedad.Estas cifras corroboran la idea de que la herida más lacerante que ha dejado la Gran Recesión es la quiebra de las expectativas de futuro de una generación: las materiales y las emocionales, aquellas para las cuales se formaron. No hay ninguna otra cohorte de edad en que sea más amplia la precarización, el paro, el apartheid salarial y la emigración. Hasta tal punto de que vuelve a escucharse aquella canción que hizo famoso el grupo punk Sex Pistols a finales de los años setenta, titulada irónicamente God save the Queen, que gritaba “¡No future, no future!”.El Observatorio de Emancipación da otro dato escalofriante que, sin embargo, hay que matizar: el 38,2% de las personas jóvenes se encuentra debajo del umbral de pobreza. El riesgo o el umbral de pobreza es una medida relativa que no significa lo mismo en España que en Suecia o en Sudán del Sur. El umbral bajo el que se está en riesgo de pobreza coincide con el 60% de la renta mediana (aquel punto de la distribución por debajo del cual está la mitad de la población). Se considera que debajo de ese 60% el joven está en riesgo de pobreza, pero esa renta mediana es distinta en un sitio que en otro. Esta situación depende, entre otras cosas, del mercado laboral (tasa de paro del 46,5%) y del mercado de la vivienda: un joven debe destinar, como media, el 60,3% de su salario para poder adquirir una casa en propiedad, y la superficie máxima a la que podría aspirar sería a 49,2 metros cuadrados.Ha habido una distribución desproporcionada de los costes de la crisis en contra de la juventud. La justicia intergeneracional del Estado de bienestar no está precisamente a favor de ese segmento de la población sino de la gente mayor. Según algunos analistas, el gasto en tercera edad en España en el periodo de la crisis económica (pensiones, sanidad,…) ha sido 34 veces superior al de la infancia y juventud (educación…). Esto es una anomalía mundial; no hay ningún país de la OCDE en que esta diferencia de gasto sea superior a 10.En el año 2012, en plena campaña electoral a la Presidencia de Francia, el socialista François Hollande dijo: “Si soy el próximo presidente quiero ser evaluado por un único criterio: ¿viven los jóvenes en 2017 mejor que en 2012? Pido ser juzgado sólo por ese compromiso, sobre esa verdad, sobre esa promesa”. A punto de cumplir su mandato, no parece que la Historia vaya a absolver a Hollande. Ni a la mayor parte de la política española.http://economia.elpais.com/economia/2016/11/27/actualidad/1480275702_213165.htmlEsto se llama escribir con manifiesto desprecio a tu seguridad laboral. Todavía estoy perplejo de haberlo leído en El País.
Sobre las generaciones futuras y sus derechos, cf. G. Pontara, Etica e gene-razioni future. Una introduzione critica ai problemi filosofici [1995] (trad. cast. deI. Riera, Ética y generaciones futuras, Ariel, Barcelona, 1996) y la amplia biblio-grafía allí recogida. La primera y solemne referencia normativa a las generacionesfuturas está contenida, como recuerda Pontara (op. cit., pp. 7 y , en el exordio dela Carta de las Naciones Unidas de 1945: «Nosotros, los pueblos de las NacionesUnidas, resueltos a preservar a las generaciones venideras del azote de la guerraque dos veces durante nuestra vida ha infligido a la Humanidad sufrimientos in-decibles...». Pontara recuerda además la Stockholm Declaration on the HumanEnvironment de 1972, cuyo preámbulo afirma que «defender y mejorar el medioambiente humano para las generaciones presentes y futuras se ha convertido enmeta imperiosa de la humanidad», y cuyos dos primeros artículos imponen «pro-teger y mejorar el medio ambiente para las generaciones presentes o futuras», asícomo preservar «los recursos naturales de la tierra, incluidos el aire, el agua, elsuelo, la flora y la fauna [...] en beneficio de las generaciones presentes y futuras».Análogos principios se establecen en la Bern Convention on the Conservationof European Wildlife and Natural Habitats de 1979 y en la Asian Conventionon the Conservation of Nature and Natural Resources de 1985. Una específica Declaración Universal de Derechos Humanos de las generaciones futuras ha sidoadoptada por la UNESCO el 26 de febrero de 1994. En el ordenamiento italiano,la primera referencia a las generaciones futuras está contenida en la ley n.º 394 de6.12.1991, que instituye los «espacios naturales protegidos» imponiendo, en el ar-tículo 2, párrafo 1.º, «la intervención del Estado a los fines de su conservación paralas generaciones presentes y futuras». Y en fin, de «derechos de las generacionesfuturas» habla expresamente el artículo 1, párrafo 2.º, de la ley n.º 36 de 5.1.1994titulada Disposiciones en materia de recursos hídricos: «Cualquier uso de las aguasse efectúa salvaguardando las expectativas y los derechos de las generaciones fu-turas a disfrutar de un patrimonio ambiental íntegro». Pero es claro que estos «derechos» son a su vez «futuros», tanto como los sujetos de las generaciones futuras.
Salarios, paro y experimento demográfico http://www.vozpopuli.com/opinion/Salarios-paro-experimento-demografico_0_1058295111.html
Los ‘Z’, una generación de contradiccionesBasan todo en una inmediatez que no existe en la empresaNo quieren ser jefes, pero les gustaría emprenderDe la generación Y o mileniales se ha escrito ya casi todo. Sus gustos, sus fobias, sus actitudes ante el trabajo y la sociedad, su impacto en cada sector económico... Pocos secretos quedan por conocer de quienes nacieron después de 1980. El reto es ahora descifrar a la siguiente generación, los nacidos entre 1994 y 2009. Algunos, los más mayores, comienzan a llegar a las empresas. Y no son tan fáciles de predecir.Por ello, Deusto Business School y la consultora de comunicación Atrevia han presentado la segunda parte de su estudio sobre los jóvenes que componen la generación Z, aquellos que han crecido desde siempre en la era de internet. “Siete millones de personas en España que ya están empezando a tomar el poder”, como afirmó ayer el director de Deusto Business School en Madrid, Iñaki Ortega.La presidenta y fundadora de Atrevia, Nuria Vilanova, los definió como “la generación de las cuatro íes: internet, que forma parte de su manera de vivir, aprender de relacionarse...; son irreverentes, porque asumen que las generaciones anteriores saben menos que internet, se cuestionan todo lo establecido; inmediatez, están acostumbrados a conseguir cualquier cosa en poco tiempo;e inclusión: todo y todos están conectados”.El estudio, titulado El dilema, traza seis grandes características que vendrían a definir a los Z: son digitales, emprendedores, comprometidos, marquistas, autodidactas e inconformistas. Pero ya sea de cara a la sociedad, al mundo laboral o en sus hábitos de consumo son, por encima de todo, contradictorios. Lo son en su visión de la política. El informe, realizado a partir de 600 entrevistas a jóvenes de entre 14 y 22 años y siete grupos de enfoque, en los que también participaron profesionales de marketing y recursos humanos, pone de relieve que los Z sí se sienten interesados por la política, y que en un 78% de los casos ejercieron su derecho a voto en las últimas elecciones. Pero, pese a participar de él, afirman no creer en el sistema actual, y a la llamada “nueva política” ya la consideran en el grupo de la vieja. “Ante esto, ¿se desconectan o se movilizan? Esta es una generación que ante las contradicciones eligen las dos opciones”, explicó Vilanova. Lo mismo ocurre con la educación: consideran obsoleto el sistema, sobre todo la universidad, a la que ven poco práctica, pero la mayoría acude a la educación superior para formarse. Igual situación se da con las marcas que consumen:son fieles siempre y cuando respondan a sus expectativas y a sus necesidades lo antes posible.“Los Z van tan rápido que cuando llegan al mundo real, esa velocidad les hace frenar de golpe”, describió Iñaki Ortega. Acostumbrados a esa inmediatez que rige su rutina gracias a los avances digitales, el primer contacto con la universidad o con la empresa les supone un frenazo brusco, ya que las velocidades a las que se mueven estas instituciones está varios escalones por debajo. “Esta generación puede aportar muchas cosas pero el mundo les frena. El reto será acompasar esa velocidad a una realidad que todavía va demasiado lenta”, añadió Ortega.Esa es la gran contradicción y el gran dilema con el que conviven estos jóvenes, que, de cara al ámbito laboral, muestran su preferencia por iniciar su propia empresa, según el 27,9% de los encuestados, mientras que el 27,2% preferiría trabajar por cuenta ajena y el 20,8%, ser funcionario. A las empresas les exigen ética y transparencia, y capacidad para innovar, además de buen ambiente laboral, herramientas de conciliación y condiciones para desarrollarse profesionalmente. No les gustan las jerarquías y tampoco ser jefes, aceptan que cambiarán continuamente de empresas pero, al mismo tiempo, valoran la estabilidad y, por supuesto, un buen salario.Según Ortega, “los Z no se pueden encontrar una empresa vieja, con los procesos de promoción de antes, porque no tienen paciencia y se van a ir. Y las diferentes generaciones que coinciden deben cooperar”.CitarLas prioridades de los ZSalud. Los encuestados por Deusto y Atrevia consideran la salud como el elemento más importante, con una puntación de 3,73 sobre 4. La priorizan a una buena formación, a unas buenas relaciones familiares y al éxito en el trabajo. Ganar dinero es su sexta prioridad, por detrás del medioambiente.Formación. El 64% de los jóvenes encuestados cree que invertir en educación es prioritario para el desarrollo del país. Las deficiencias formativas las cubren, dicen, desarrollando habilidades autodidactas... y viendo vídeos de Youtube.Internet. Es el principio de casi todo lo que hacen. En materia de consumo, el 92% afirma que es su principal canal para informarse de las marcas y productos que van a comprar, frente al 42% de la televisión.u Actualidad. Las noticias no son su gran prioridad. Las redes sociales son su gran vía de acceso a la información, y ahí le dan gran valor a la figura de los influencer.
Las prioridades de los ZSalud. Los encuestados por Deusto y Atrevia consideran la salud como el elemento más importante, con una puntación de 3,73 sobre 4. La priorizan a una buena formación, a unas buenas relaciones familiares y al éxito en el trabajo. Ganar dinero es su sexta prioridad, por detrás del medioambiente.Formación. El 64% de los jóvenes encuestados cree que invertir en educación es prioritario para el desarrollo del país. Las deficiencias formativas las cubren, dicen, desarrollando habilidades autodidactas... y viendo vídeos de Youtube.Internet. Es el principio de casi todo lo que hacen. En materia de consumo, el 92% afirma que es su principal canal para informarse de las marcas y productos que van a comprar, frente al 42% de la televisión.u Actualidad. Las noticias no son su gran prioridad. Las redes sociales son su gran vía de acceso a la información, y ahí le dan gran valor a la figura de los influencer.
https://cincodias.elpais.com/cincodias/2017/04/26/fortunas/1493224687_036103.htmlCitarLos ‘Z’, una generación de contradiccionesBasan todo en una inmediatez que no existe en la empresaNo quieren ser jefes, pero les gustaría emprender[...] la generación Z, aquellos que han crecido desde siempre en la era de internet. “Siete millones de personas en España que ya están empezando a tomar el poder”, como afirmó ayer el director de Deusto Business School en Madrid, Iñaki Ortega.
Los ‘Z’, una generación de contradiccionesBasan todo en una inmediatez que no existe en la empresaNo quieren ser jefes, pero les gustaría emprender[...] la generación Z, aquellos que han crecido desde siempre en la era de internet. “Siete millones de personas en España que ya están empezando a tomar el poder”, como afirmó ayer el director de Deusto Business School en Madrid, Iñaki Ortega.
El coste económico de los hijos (entre 6.000 y 11.000 euros el primer año y algo más de 100.000 euros hasta llegar a los 18 años, según un informe de la Federación de Consumidores Independientes); un giro radical en los valores sociales que relega la paternidad y maternidad en el orden de prioridades de los españoles; la crisis económica que volatiliza las expectativas y retrasa la emancipación de los jóvenes y la consolidación de la posición laboral y profesional, y una política natalista inexistente o como mucho con propinas electorales, y con las ayudas económicas a los hijos más paupérrimas de Europa son los factores que están detrás del derrumbe de la natalidad.Unas tienen más arreglo que otras, pero bastaría con copiar aquello que sociedades más maduras han ensayado antes y que ha funcionado, como Francia, que ha dado la vuelta a la situación en los últimos 25 años con estímulos muy poderosos a la natalidad. Las ayudas fiscales intensas y sostenidas para tener hijos deben considerarse siempre inversión y nunca gasto, y políticas activas de conciliación que no quiebren las carreras profesionales deben intensificarse normativa y fiscalmente.