Volví a La Habana, hacía más de dos años que no pasaba por allí, estuve cinco días, fuí acompañando a un amigo empresario que tenia unos cobros pendientes por discrepancias en las especificaciones en el suministro de unos componentes eléctricos, dadas mis viejas relaciones con algunos funcionarios de empresas del ministerio de industria cubano le acompañé para ayudarle en la gestión.
La cosa salió bastante bien, se aclararon algunos equívocos técnicos y con una pequeña rebaja en la factura se saldó la cuestión, a la vuelta en el aeropuerto de La Habana, mi amigo me dijo, ahora ya todo aclarado puedo volver a realizar negocios con esta gente.
Le dije: olvídate, a no ser que cojas la ictericia y te vuelvas amarillo, aquí ya no tienes nada que hacer, todo ya está copado por los chinos, aproveché las visitas para husmear un poco en el nuevo equipamiento industrial y todos los nuevos equipos que ví son chinos.
En las grúas del puerto donde existían equipos eléctricos fabricados en España, ahora ya son chinos, en Antillana del Acero de Las Tunas ocurre lo mismo, y la generación eléctrica es distribuida descentralizada con plantas chinas, incluso todos los electrodomésticos de consumo que se ven en las tiendas también son chinos. Los camiones y autobuses que se observan son nuevos y chinos, etc
Ha ocurrido en Cuba y está ocurriendo en toda Latinoamerica, Venezuela, Ecuador, Bolivia, etc, España está perdiendo por cerrazón política el mercado natural que suponía latinoamerica para sus productos industriales, hasta ahora los USA tenían una postura hegemónica que han perdido, pero España con una política sumamente torpe, y seguidista de los yanquis, ha desperdiciado la posibilidad de cubrir parte de ese hueco, que China está aprovechando.
Un venezolano me dijo en el hotel de La Habana: "Cuando se juega a montar golpes de estado como aquel del 12 de abril contra Chavez en el que participó Aznar o se insulta llamando "gorila" o se ridiculiza el jersey de Evo Morales no se puede esperar otra cosa, latinoamerica ya no somos virreinatos y vuestra ministra la Trinidad Jimenez parece más una sirvienta de la Hillary Clinton que una ministra de un país soberano y amigo".
Y leyendo "El País" o escuchando la SER tengo que darle la razón, y España necesita urgentemente exportar para equilibrar su balanza comercial, pero seguimos instalados en nuestra sempiterna estupidez.