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Además, estamos en un foro medio serio y tal, venir aquí a desquitarnos de la burbuja para ser ahora los listos de entrar primero en la siguiente es de muy mal gusto, no jodas. Que todo esto entra dentro de los puntos que definen al capitalismo popular ¿o no?
En cualquier caso, veo difícil encontrar una justificación para hacer la jugada, pero ojo, no hace falta ninguna. Es decisión personal e irrenunciable, puedes intentarlo, y también te puede salir mal. Hablar de moralidad o conciencia ante algo así es demasiado difuso. Como mucho, lo veo como un tema estético, eso sí.
“Mamá, ¿qué son las preferentes?”El descalabro económico de la crisis impulsa la implantación de la educación financieraReino Unido acaba de incluir la asignatura en el currículo académico......................Prueba del creciente interés en la educación financiera es su inclusión en los test de PISA. El año pasado, se preguntó por primera vez a los estudiantes de 15 años —también a los españoles— sobre sus conocimientos financieros. Los resultados sin embargo, no se conocerán hasta 2014. El documento marco en el que se justifica la necesidad de este nuevo test (PISA 2012 Financial Literacy Framework) da por probada la relación entre el analfabetismo financiero y el agravamiento de las crisis. Resalta además entre los cambios sociales a los que pretende atender el estudio “la amplia transferencia del riesgo a los individuos. Muchos gobiernos están reduciendo las pensiones estatales y algunos también los sistemas públicos de salud se traslada a los trabajadores la responsabilidad de ahorrar para su seguridad financiera y su jubilación”......................http://sociedad.elpais.com/sociedad/2013/03/11/actualidad/1363030947_970160.html
Flavia Rodríguez Ponga, directora general de Seguros y Fondos de Pensiones, puso ayer fecha a una de las demandas más insistentes entre las compañías dedicadas al seguro previsión: la comunicación a los potenciales beneficiarios de una pensión pública de jubilación de cuánto podrán cobrar.Será a partir de 2014 cuando el Gobierno informará a los mayores de 50 años de cuál es la estimación de la pensión que percibirán.El sector de seguros criticó ayer que las rebajas en las calificaciones de las agencias de calificación crediticia limitan su capacidad para invertir en deuda soberana y contribuir así al desarrollo de la economía.El vicepresidente primero del grupo Mapfre, Esteban Tejera, explicó ayer durante la Semana del Seguro, que la rebaja de la calificación de la deuda soberana española es un obstáculo para las aseguradoras a la hora de invertir en bonos del Estado, ya que se arriesgan a que la nota de su propia deuda sea rebajada.“Si hiciéramos caso a las agencias de ‘rating’ tendríamos que haber vendido deuda español, llendo contra los intereses de nuestros asegurados y haber comprado deuda alemana para seguir en los mercados donde estamos”, ha señalado.Más explícito aún fue el presidente de Catalana Occidente, José María Serra, quien explicó que su grupo decidió hace unos días prescindir de los servicios de la agencia Standard & Poors: “Es bueno de vez en cuando romper con lo políticamente correcto”.Los ponentes apuntaron que el sector se enfrenta a dos importantes problemas, la “hiperregulación” a nivel internacional y el excesivo peso que se otorga a las calificaciones de las agencias de calificación crediticia –que “ponen nota” a la deuda de estados y empresas–.La medida, que había sido anunciada previamente pero para la cual no había una fecha concreta, es aplaudida por parte del sector asegurador, que ha alertado en numerosas ocasiones de que los trabajadores tienden a sobreestimar la pensión que pueden llegar a cobrar cuando lleguen a los 65 o 67 años.“Es deseable que todos los ciudadanos dispongan de esa información para que puedan calcular la diferencia entre lo que piensan que van a recibir y lo que van a recibir realmente”, así como la forma de afrontar esa diferencia, ahorrando o contratando seguros, explicó Flavia Rodríguez Ponga durante la celebración de la Semana del Seguro, organizada por Inese y Cap Gemini.En un reciente informe realizado por VidaCaixa –uno de los líderes del sector en planes de pensiones–, se apuntaba que el 61% de los encuestados no tenía ninguna referencia sobre cuál será el importe que recibirá al jubilarse. Al mismo tiempo, un 57% reconoce que la pensión pública a la que tendrá derecho no le permitirá vivir como le gustaría.Otra de las demandas más frecuentes del sector es la necesidad de potenciar los planes de pensiones de empleo, que gestionan las empresas y son muy frecuentes en otros países.La máxima responsable de la DGS, Rodríguez Ponga, también se refirió a otros proyectos que tiene entre manos el supervisor, como el informe que se enviará al Congreso antes del 30 de junio sobre el desarrollo de la previsión social complementaria en España. También continúa la tramitación de la ley del Contrato del Seguro, aunque “los tiempos los marca el Ministerio de Justicia”.
Estaria entonces justificado entrar en el FMBHp para sacarle tajada?
Al mismo tiempo que el Gobierno aprobó el viernes la reforma de la jubilación parcial y anticipada, abrió la puerta a una gran y permanente reforma de pensiones: la creación del factor de sostenibilidad. Bajo este tecnicismo se esconde una fórmula matemática que periódicamente irá estableciendo aspectos fundamentales de cualquier sistema de pensiones como la edad de jubilación, el periodo de cálculo de la prestación final o la revalorización anual basándose en criterios como la esperanza de vida, el número de cotizantes o la marcha de la economía.La reforma de pensiones de 2011 preveía la creación de este factor de sostenibilidad para 2027 y que actuara por primera vez en 2032. Pero estos plazos tan largos no gustan ni en Bruselas ni, sobre todo, en Alemania, donde este mecanismo funciona desde 2005. El Gobierno ha tomado nota y en el decreto de reforma de la jubilación anticipada y parcial publicado ayer en el BOE anuncia la creación de una comisión de expertos en un mes para que elabore un informe con una propuesta sobre el factor.Ese documento se remitirá luego al Parlamento del que tendrá que salir más pronto que tarde, a tenor de las prisas de Bruselas, una de las más importantes reformas de la Seguridad Social en toda su historia. Probablemente, solo en 2011, cuando se retrasó la edad de jubilación legal de 65 a 67 años como norma general se dio un cambio de un calibre similar.¿Cómo tiene que ser? ¿Qué elementos debe tener en cuenta? ¿Qué parámetros fundamentales debe cambiar? “El objetivo es reducir la dinámica de gasto creciente del sistema de pensiones”, explica Fidel Ferreras, ex director general del Instituto Nacional de Seguridad Social, “y para eso debe actuar sobre los tres elementos que marcan su evolución: la revalorización anual, la evolución demográfica [la edad de jubilación] y la cuantía de las nuevas pensiones”.De la misma opinión es José Enrique Devesa. Este profesor de Ciencias Actuariales de la Universidad de Valencia especializado en cálculos sobre pensiones defiende que tanto en los factores que integran la ecuación de sostenibilidad como en sus consecuencias finales se tenga en cuenta más de un aspecto. Y pone un ejemplo: “Si para crear el mecanismo solo se tuviera en cuenta la esperanza de vida, cada cinco años habría que elevar la edad de jubilación unos seis meses”.Ferreras, también colaborador del Instituto Max Planck, de Munich, es incluso más pesimista. “Si se tuviera en cuenta lo sucedido en 2011, la esperanza de vida al cumplir los 65 años aumentó en 48 días y eso por sí mismo aumentó el gasto en pensiones en 408 millones. Así que hay dos opciones o se retrasa la edad de jubilación por el mismo periodo o reduce la pensión proporcionalmente”, añade basándose en un estudio suyo publicado recientemente.El Ministerio de Empleo ha tomado nota de este tipo de planteamientos y quiere llevar el factor de sostenibilidad más allá de la ley de 2011, que plantea un factor de sostenibilidad en el que partiendo solo de la esperanza de vida en el momento de la jubilación (ahora 18,4 años para los hombre y 22,3 para las mujeres) modifiquen aspectos fundamentales del sistema (edad de retiro, cuantía de la pensión o periodo de cálculo de la prestación). Tomás Burgos, secretario de Estado de la Seguridad Social, contempla tener presente la evolución del número de cotizantes o la marcha del PIB.El envejecimiento de la población europea combinado con su baja tasa de natalidad lleva a pronósticos preocupantes sobre la evolución del gasto en pensiones. Según el último informe de la Comisión Europea al respecto, de 2012, solo en seis países de la Unión bajará el gasto en 2060. En España, subirá en más de tres puntos del PIB, hasta los 13,7%. No obstante, en estas proyecciones a tan largo plazo no se contemplan cambios legales o variables imprevistas como los shocks migratorios.Hay otro dato que justifica la reforma permanente del sistema: el número de personas entre 16 y 64 años por cada pensionista. En 2010 esta ratio era de 3,4; los pronósticos para 2060 rebajan la relación hasta 1,6.Juan López Gandía, catedrático de Derecho del Trabajo de la Universidad Politécnica de Valencia, comparte los cálculos y los pronósticos demográficos, pero no está de acuerdo en que cuando se habla del factor de sostenibilidad solo se tengan en cuenta los aspectos relativos al gasto. “Nunca se habla de financiación”, se queja. “¿Por qué no se cuestiona el modelo de ingresos solo a través de cotizaciones? Se puede utilizar el IVA o crear un impuesto finalista [modelo seguido en Francia]. Incluso subir las cuotas sociales, hay países en que se sube”, propone.López Gandía advierte de que la edad no es un elemento sobre el que se pueda jugar permanente. “Fisiológicamente es imposible. Además, en España el problema es que la tasa de actividad y empleo de los mayores de 60 años [el 37,3% y el 31%, respectivamente]. Las empresas no contratan a esta gente, la despiden. Qué más da que se aumente la edad de jubilación o se obstaculice la anticipada”.Pero López Gandía es consciente de que la dirección que han tomado las reformas de pensiones en España siguen la misma dirección que las europeas: lo apunta al mimo tiempo que lo lamenta. Alemania fue uno de los países pioneros, ya 2005. Berlín, en su fórmula no solo toma la esperanza de vida, también contempla el número de cotizantes y pensionistas. Portugal, en cambio, solo utiliza la primera variable. Modelo que ha seguido Italia.
Central banks, guardians of the world’s $11 trillion in foreign-exchange reserves, are buying stocks in record amounts as falling bond yields push even risk- averse investors toward equities. In a survey of 60 central bankers this month by Central Banking Publications and Royal Bank of Scotland Group Plc, 23 percent said they own shares or plan to buy them. The Bank of Japan, holder of the second-biggest reserves, said April 4 it will more than double investments in equity exchange-traded funds to 3.5 trillion yen ($35.2 billion) by 2014. The Bank of Israel bought stocks for the first time last year while the Swiss National Bank and the Czech National Bank have boosted their holdings to at least 10 percent of reserves. “In the last year or so, I have spoken with 103 central banks on diversification,” Gary Smith, London-based global head of official institutions at BNP Paribas Investment Partners, which oversees about $649 billion, said in a phone interview. “If reserves are growing, so are diversification pressures. Equities are not for every bank tomorrow, but more are continuing down this path.” Managers of banks’ assets are looking for alternatives to holding government bonds after efforts to stimulate growth from the Federal Reserve, the Bank of Japan and the Bank of England helped send yields near to record lows. Central banks’ foreign- exchange holdings have increased by about $8.5 trillion globally in the past decade, exceeding levels needed for day-to-day currency administration.