ESTÁ CUNDIENDO EL PÁNICO ENTRE LOS PISITÓFILOS CREDITÓFAGOS A NIVEL MUNDIAL.—El inmobiliario en velocidad de crucero es un
no-mercado inmoral: la supuesta ley de la oferta y la demanda funciona al revés, y todos actúan como si fueran capitalistitas usureros —injusticia conmutativa—. Pero hay un momento en el que
las cañas se tornan lanzas. Ese momento llegó a mediados de los 2000 y el sistema se puso manos a la obra. Desde entonces, los pisitófilos creditófagos, resentidísimos, han perpetrado todas las
añagazas roñosas que han podido —como la hotelización del inquilinato—, pero como diría un budista, a costa de
ennegrecer su 'kharma', tanto que irremisiblemente van a reencarnarse en ratas de cloaca.
Desde 2018, hemos ido entrando poco a poco en la
supercrisis final del modelito de los 1980, hoy madurísima. Ahora mismo tenemos dos
crisis conjugadas, coyuntural y estructural, siendo lo inmobiliario, precisamente, la clave de bóveda del modelo que desaparece. No es que la crisis inmobiliaria sea una tercera crisis. La crisis inmobiliaria es la parte principal de la propia crisis estructural, y no la energía, como dicen los mistificadores, aparte de que las crisis inmobiliarias casi siempre desencadenan recesiones coyunturales. En la situación que tenemos ya no queda ni una caña, todo son lanzas, y el miedo —asustadísimos— está dando paso al pánico.
Este histórico 2022, hemos sido avisados por las autoridades, primero que
el PIB-Renta está menguando; y, segundo, de que:
— si sube la porción del PIB-Renta que va a:
• rentas inmobiliarias y
• rentas financieras (el BCE acaba de subir ayer los tipos de interés de intervención en 75 puntos básicos),
— ha de bajar la porción del PIB-Renta que va a:
• rentas salariales,
• rentas empresariales y
• pensiones.
Así, las autoridades financieras, ya monetarias, ya fiscales, han
oficializado la recesión mundial, sí, pero también han proclamado la
conveniencia de formalizar un pacto de rentas —porque va a haber una redistribución estructural, no meramente coyuntural, de la Renta y es mejor administrarla que abandonarla a la supuesta mano invisible del 'reiki' mágico falsoliberal-neoliberal—. Nótese que, para nosotros los estructuraltransicionistas, es mejor que dicho pacto no cite las rentas inmobiliarias, para que no haya compromiso alguno que funcione como tope mínimo en el ajuste a modo de red de seguridad para los usureros, dado que sí o sí la situación conlleva una crisis inmobiliaria.
Las rentas inmobiliarias van a bajar sí o sí. Nada de subiditas moderadas del 2%. Bajada y bajada muy notable, tanto en alquileres como en plusvalías; en estas, empezamos a hablar a partir de
-50% en lo que el Banco España llama centros y playas.
No olviden que, en estas situaciones escatológicas, siempre se ven sonadas
operaciones vinculadas. Mientras los precios son extravagantes, se tiene mucha holgura para simular compraventas por motivos inconfesables. No hay que creerse nunca ninguna operación con ningún activo burbujeado. Pero mucho menos con los reburbujeados y, encima, al final del reburbujeo. Jamás de los jamases hay que creerse absolutamente nada que provenga de un usurero. Por eso, frunzan el ceño cuando escuchen, por ejemplo, que fulanito y menganita se casan o se separan y compran o venden su mansión por una cifra delirante.
Entre los que han entrado en pánico al hacerse evidente para el gran público el giro copernicano que ha dado el montaje inmobiliario ochentero
en todo el mundo, con EEUU a la cabeza, se incluye, por supuesto, el falsoliberal-neoliberal que todo hijo de vecino llevamos dentro. Algunos no tienen madurez para controlar sus esfínteres y apestan con sus deposiciones escurriendo por sus pantalones.
Las
transiciones estructurales en economías avanzadas son procesos largos. Siempre son '
nice' para el sistema y empiezan '
easy', pero terminan '
rough':
https://www.youtube.com/watch?v=hzQnPz6TpGceAlgunos subprocesos en marcha, con avances sustanciales en alguno de ellos, pero endureciéndose todos:
— el bréxit
— el MFBH-p
— el autonomizazo
— el pensionazo
— los tipos bajos
— el EUR/USD
— la inflación
— los precios inmobiliarios
¿Por qué no se ha incluido el
estrangulamiento financiero total final en esta lista? Muy sencillo: no hace falta porque, en materia de endeudamiento, estamos sobrepasadísimos.
¿Qué pretenden quienes a mitad de etapa ciclista niegan, no solo que aún no se haya llegado a la meta, sino que no hay
puerto de montaña final? Quizá, nada. Quizá solo sea que son
gafes. Desde luego, muy limpio no respiran los pisitófilos creditófagos vergonzantes.
Algunos no son conscientes de lo que está pasando porque en sus
representaciones mentales falta lo más importante: que detrás de todo está la imperiosa necesidad que tiene el sistema capitalista de poner los precios inmobiliarios en su sitio, que es bajísimo —porque la extravagancia inmobiliaria la paga con Trabajo & Empresa y Dinero & Capital, y el sistema no va a suicidarse—. Su imaginación no se permite esta sencillísima idea, porque al cerebro no le interesa la verdad, sino sobrevivir. Así, sus esquemas mentales no son más que
poliedros imposibles —el ejemplo más sencillo: no puede razonablemente abordarse la 'inflación rara' sin destrucción de las 'fantasías inmobiliarias animadas de ayer y hoy', por lo que
la inflación es 'rara' y empieza a verse 'rota' allí donde ya es oficial el proceso de ajuste inmobiliario, vid. las curvas de rendimientos de las deudas públicas—. Entonces, se convierten en patéticos gafes. Los que más peligro tienen son los pisitófilos creditófagos que vienen a nosotros a ver cómo va lo suyo, lo que no les quita de su cojera mental.
Cuando hablen de economía con alguien, empiecen por escudriñar sus
expectativas inmobiliarias. Inmediatamente, sabrán ante quién están, no solo en cuanto a su economía personal, con un grado de precisión que les asustará.
La 'inflación rara', última añagaza roñosa de los rocamboles y los resentidos echados al monte en su búsqueda de cuadratura del círculo, no es la enésima entrega del alza generaliza de precios 'de toda la vida', que salva a perdedores aventureristas. Es algo nuevo, administrado y relativamente benigno. Pero los perdedores no lo saben. Siempre tienen en su cabezota ponencias como la de Charro y Pérez, que ahora resultaría que tenían razón («¿Por qué las hipotecas fijas son tan convenientes?»):
https://www.youtube.com/watch?v=qPJc_7EWei8Estamos de acuerdo con la autoridad financiera en que hemos de
hablar de la 'inflación rara' con la boca pequeña. Señores, hay que
respetar al dinero. Ni se les ocurra mofarse de la CNMV, como han hecho hace unos días los 'bitcoiners', en su aquelarre de Madrid, guasa que forma parte de su pufo.
Una cosa es
Resucitación (volver a la misma —mierda de— vida) y otra
Resurrección (emerger a una nueva vida —superior—). El problema es semántico. Se usa mal resucitado por 'resurreccionado'. Resucitado es como estuvo Lázaro después de las maniobras de resucitación que le hizo su amigo Jesús, rabino itinerante heterodoxo y sanador 'de Urgencias y Emergencias', que le devolvió milagrosamente a su entrañable vida-de-mierda. Luego, cuando fuera, Lázaro moriría. Sin embargo, Resurrección es lo que pasó con el propio Jesús al tercer día de su ejecución por sedicioso. Murió y se reveló como Cristo, Mesías Celestial atemporal, algo que no se entendió bien hasta mucho más tarde, cuando lo elaboró el muy judío Saulo de Tarso, que tiene tanta relevancia que pasa por ser, sin serlo, uno de los más conspicuos 'doce discípulos', doce, porque fueron doce las tribus de Israel y esta gente militaba en la
Restauración de Israel, anunciando un inminente golpe de Estado contra los romanos, que llamaban
Llegada del Reino de Dios, obviamente, del Dios exclusivista de los judíos —precisamente Pablo resolvió la cuestión de la exclusión de los paganos, por lo que fue él quien fundó el Cristianismo de hoy—. De no haberse cortado teológicamente con la confusión resucitacionista —'
yanosestamosrecuperandista', diríamos en Economía—, aún estarían saliendo falsos profetas barbudos diciendo que son Jesús, intentando hacerte 'un Emaús' (hablarte como te habla Dios).
¿El día después de la 'Dead line 2025' va a haber barbudos del ladrillo? Sí, pero serán el hazmerreír.
Nosotros, los profetillas y maestrillos estructuraltransicionistas, no predicamos ninguna inminente Llegada de ningún Reino de Dios —ninguna revolución—. Solo avisamos de que
el Imperio está destruyendo Sodoma y Gomorra y hay romanos para rato.
Los pisitófilos creditófagos
descafeínan la supercrisis coyuntural y estructural reduciéndola a una 'doble crisis por el cóvid y por la energía', esta segunda por la guerra en Ucrania, doble crisis que habría desencadenado la 'escalada de precios' que el sistema tenía pendiente de dar. No entienden nada. Su capacidad para prever qué va a pasar es nula.
Lo que están llamando inflación, visto el fenómeno en su conjunto y libres del pañuelo de cuatro nudos calado hasta las orejas, no es más que parte de un proceso histórico consistente en
alcanzar ('catch up'). ¿Pero alcanzar qué? Alcanzar unas
nuevas reglas de juego para convivir con la deflación. Es evidente que muy pronto esta 'inflación rara' va a ser domeñada y revertida, pero va a suceder de una forma muy distinta a como se hizo en la época yeyé.
Va a ser todo muy psicoeconómico.
Es como el proceso de rehabilitación del brazo derecho de Marc Marquez tras su última operación, brazo del 'gas', qué casualidad, tan de moda. El modelo de los 1980, con su estúpido 'todos capitalistitas' y sus bufones falsoliberales-neoliberales, ha sufrido una sucesión de
fracturas por estrangulamiento financiero. El estrangulamiento financiero no se mide en términos de Patrimonio —como defienden los zorros disfrazados de abuelita de Caperucita—, sino en términos de Renta: el estrangulamiento financiero se da cuando los ingresos ordinarios del deudor, repetimos,
los ingresos ordinarios son insuficientes para honrar el flujo de renta comprometido con el acreedor. El concepto actual ha sido perfilado por los modelos econométricos de recaudación tributaria ('fiscal limit'). Como hay tres agentes —Estado, empresas y familias, o mejor dicho, Adminstraciones Públicas, Empresas Financieras y No Financieras, y Hogares e Instituciones sin Fines de Lucro—, hay tres troncos de modelos econométricos diferentes. Además, los bancos tienen modelos aplicables a cada tipo de operación y a cada operación concreta. España lleva tiempo en Estrangulamiento Financiero Total, total porque afecta a los tres agentes. Cuando lo estuvo, enseguida se publicitó, mediando un preaviso elíptico del Servicio de Estudios del BBVA relativo solo al 'fiscal limit'. Desde entonces, la situación ha ido empeorando. Al principio, para un aprieto como es el cóvid, se puede funcionar con transferencias sin contrapartida, financiadas fundamentalmente con ahorro alemán, pero eso es un
ingreso extraordinario efímero. La Guerra de Ucrania ha acabado con el velo y la transitoriedad. El Estrangulamiento, además, es
Final porque
no admite administración: no hay alternativa al cambio estructural —los cambios estructurales son, han sido y serán por estragulamiento financiero, de ahí que repitamos sin cesar que 'toda crisis es financiera, porque, si no, no es crisis', y que 'decir que una crisis es de etiología financiera es tan tautológico como decir que una enfermedad es un problema de salud'—.
Lo importante de
2022 es que el sistema ha pasado de no soportar las fracturas por estrangulamiento financiero a tomar una
decisión drástica: lo que otras veces hemos llamado
pasteurización, nada de modulación leydeofertademandista. Más vale una vez colorado que ciento amarillo. Por eso la autoridad monetaria de EEUU habla de '
reset' inmobiliario y la de la eurozona de que todo vendrá cuando corresponda ('
due course', denotando la coordinación que hay). Han podido pasar a la acción espectacular porque antes han liberado a la banca de su
secuestro por la pisitofilia creditofágica. Por fin, ha (hemos) conseguido que el sistema financiero primario tenga las cosas claras y bien puesto su
escudo —Basilea III y Operación Desagüe de basura inmobiliaria—. Ahora, vamos a nacer a una nueva vida, dejando que quiebre el que quiera, siempre que se trate de entidades de la banca en la sombra, claro está —los falsoliberales-neoliberales, con su
estúpido liquidacionsimo, debieran estar contentísimos, en vez de mofarse de las autoridades—. La novedad está en que ya no somos ni queremos ser 'todos capitalistitas', sino
vivir más seguros y tranquilos con una buena planificación central. El delirio popularcapitalista es Historia. De hecho, la consciencia sobre los
límites del crecimiento económico se ha extendido tanto que todos los días escuchamos algo al respecto en los medios de comunicación de masas. Vamos a prepararnos para quemar el 'Tochorro de oro' al que adoramos idiotamente y vamos a reverenciar de nuevo al Dinero y al Capital y, por tanto, al Estado. Y plumas y alquitrán para el pensamiento mágico 'leydeofertademandista', por la sencilla razón de podríamos morirnos de hambre antes de que las hipotéticas curvitas de la 'Síntesis de Marshall' consigan encontrar ese punto de equilibrio que dicen que existe.
Vamos a 'resurreccionar' en una nueva vida en la que lo importante no va ser la extracción de rentas, sino el Trabajo & Empresa. Y no lo vamos a hacer a golpe de voluntarismo, sino forzados por el estrangulamiento financiero total final y con impulso proveniente del centro del sistema capitalista.
Nosotros
no hacemos predicciones, sino previsiones. El sistema tiene un
ortograma y hay un
'iter' estructural. Nuestra misión es desentrañarlo. Tenemos gran éxito en ello, como ha quedado demostrado este mes de julio, en el que las autoridades financieras han proclamado el Catacrack —lo han hecho tan bien que solo unas semanas después, los asustadísimos han entrado en pánico y hablan incluso de
hecatombe inmobiliaria—. Nosotros solo prevemos torpemente lo que va a pasar. Imagínense las posibilidades que tendríamos si tuviéramos medios. Fundamos nuestras previsiones en un
análisis prospectivo multiescenario, colectivo y pluridisciplinar que volcamos en estas páginas. No vendemos crecepelo ni anunciamos el Reino de Dios para pasado mañana. Trabajamos más con la
Historia Económica que con la Teoría Económica, por decirlo en términos de asignaturas de la carrera de Económicas.
¿Por qué
mienten descaradamente algunos?
La penúltima mentira ha sido que el bitcóin no es una sucesión de ceros y unos empaquetada como correo electrónico exclusivo transmisible, con un creador difuso —la red, la comunidad bitcóin y sus quedadas—, y unas supuestas almas caritativas que le dan liquidez en dólares norteamericanos. Defienden los ganchos de este timo que es un activo como el ladrillo, es decir, real —no financiero—, además, escaso e inconfiscable, cuando tiene 21.000.000 X 100.000.000 de unidades de cuenta (21 X 10^14) y no está excluido legalmente de embargabilidad por fiscos o jueces.
La última mentira parece un fragmento de un publirreportaje inmobiliario de fin de semana: que los precios inmobiliarios no están cayendo indisimuladamente en EEUU y UK, Canadá, Australia y Nueva Zelanda, por cierto, cuatro países donde reinaba Isabel II, que ya descansa en paz —que no se olvide que fue clave inclinando la balanza a favor del bréxit—.
En Economía se miente por una de tres:
— porque se es tonto (buena fe)
— porque se es listo (mala fe)
— por los garbanzos (estado de necesidad)
Ya no nos da la gana ser condescendientes con los garbanceros. Lo fuimos. Pero sanseacabó.
Ya no hay pecados veniales en la mistificación sobre la Transición Estructural. Todos son mortales.
Van a ser moviditos los
tres años y medio que quedan para el 31/12/2025 —fecha marcada, no por nosotros, sino por las autoridades a lo largo de años e implícita en el «due course» bancocentralista—. Más nos vale armarnos de paciencia.
Puede haber
sorpresas muy desagradables. Mejor no citar ninguna para no dar ideas. El bréxit ha sido una, por ejemplo. Era tan malo para el sistema capitalista, para el Capital en su conjunto, que en teoría era un escenario que tenía muy poca probabilidad de acaecimiento. La efectividad del bréxit ha sido una sorpresa por cuanto mostró que
la vulnerabilidad del sistema imperial capitalista es inmensa —sistema capitalista, no modelo popularcapitalista—, confirmando la metáfora maoísta de que es un tigre de papel. Es lo que tienen las democracias formales, especialmente cuando cunde el resentimiento asociado a la proliferación de nuevos pobres. El bréxit es una importantísima señal de peligro en los cuarteles generales del sistema. Lo mismo podemos decir del trumpismo y, en España, del referéndum 'nazi-onanista' catalanista, que ha culminado con un 'autonomizazo' jamás soñado, tan noqueante que ha sacado al Banco Sabadell fuera de Cataluña.
Pasa que los perdedores se sienten
estafados. Todas las cañas han mutado en lanzas. Se han echado al monte y
cualquier cabronada es posible. Como estas cabronadas o actos de boicot antisistema son eventos catalizadores no esperados de la Transición Estructural, el sistema mira para otro lado. Han ayudado a que todos tengamos claro que urge pasar página por lo corruptas que están las mayorías naturales popularcapitalistas.
En Madrid pasa también. Saquémosle partido. '
Mierdrid' es como el bréxit, una estupidez en sentido 'cipolliano': falsoliberalismo-neoliberal quintaesenciado, ejercido por donnadies y contrario a los intereses de la capital y del Capital. Tanta taberna es por emulación del 'putsch' de la Bürgerbräukeller.
Las cabronadas solo responden al visceralismo de la pisitofilia creditofágica, a la par que
sirven a intereses objetivos norteamericanos. Gran contradicción intrasistema, que aprovecha la República Popular China y ahora Rusia.
¿Es rebobinable el bréxit? No tanto como los demás epifenómenos del resentimiento antisistema. Sus efectos nocivos van a perdurar. Desde luego,
le echarán la culpa a la reina recién fallecida y va a dar lugar a una
época turbulenta de deducción de
responsabilidades dentro de UK e incluso en EEUU. El daño infligido al sistema es grande. El bréxit ha abierto los ojos a muchos sobre algo que tenemos muy claro en este blog desde el principio: que
la verdadera esencia del modelo de El Pisito es antisistema, que Roma no paga traidores y que el dinero siempre se venga. Para abrir boca, el año que viene,
Alonso (español, de Asturias, cuna de la Reconquista), cuya novia es austriaca, va a correr en la F1 en un equipo con sede (Silverstone), nombre (Aston Martin) y color (verde), las tres cosas 'superbritish', pero, atención, con dueño canadiense de Montreal, Quebec (francoparlante, por tanto), y con tecnología alemana (Mercedes Benz o, quizá, Audi, incluso Porsche); y va a correr teniendo de pupilo al hijo del dueño, también de Montreal y con novia italiana, que no lo hace nada mal, aunque podría faltarle algo de 'porpoising', es decir, vibrato; hela aquí:
https://www.youtube.com/watch?v=CP_2_5YOmOkEn suma, mantengámonos fríos y en
rabiosa liquidez (ustedes nos entienden: inversiones lo más líquidas que se pueda y sin extravagancias, todo sencillito, para estar preparado para pasar a la acción en el momento oportuno). Tal y como van las cosas todo apunta a que ya ha quedado atrás la etapa 'easy'. Estamos en plena
intensificación del proceso transicional. Como se esperaba van a coincidir la madurez de
dos subprocesos: crash bursátil e inmobiliario, por un lado, y necesidad imperiosa de reformar las pensiones, por otro. Van a recrudecerse los intentos de montar el controvertido
Pilar II (ingresos públicos y gestión privada de las pensiones). No le queda otra al falsoliberalismo neoliberal. No piquen. Después del desastre del experimento chileno, lo mejor es quedarse en el aburrido
Pilar I (ingresos públicos y gestión pública) y, si se desea, tocar un poco el
Pilar III para degravar en el IRPF del año (ingresos privados y gestión privada), aunque es mejor tener una cartera de valores propia gestionada por uno mismo, porque no nos fiamos de unos gestores de fondos, meros trabajadores-directivos, que solo saben insultar al Estado.