A 4 DÍAS DE UNAS INSIGNIFICANTES ELECCIONES GENERALES EN ESPAÑA, UNO DE LOS 20 ESTADOS DE LA EUROZONA.—Nos ponemos muy interesantes con nuestras eleccioncitas. Todo cateto cree que lo suyo 'es lo más'.
Especialmente, se ponen interesantes los archipámpanos que creen que los que escriben y definen las etapas históricas (p. ej., el sanchismo) son los líderes. Lo cierto es que
la historia tiene leyes objetivas; y cada misión tiene su líder, no al revés. La función crea al órgano.
Desde la tercera parte de los 2000, el sistema capitalista está pasando página al
modelo popularcapitalista, sentenciado de muerte .
Ahora, en 2023, estamos en el trance final de la transición del modelo popularcapitalista al siguiente de sustitución, que llamamos
Planificación Central Capitalista.
En lo que llevamos de siglo XXI, los intereses creados y recreados han dado un deplorable espectáculo de
lloriqueo de nenazas en el corredor de la muerte.
Los cerdos dan su servicio, pero
a todo cerdo le llega su San Martín.
Los años para debates 'de lege ferenda' pasaron hace dos décadas. En España coincidió con la última fase de la unión monetaria europea y el arranque del euro. Fue entonces cuanto tocaba el 'pactomoncloísmo'.
Pero los guarros 'sanmartineros' no emplearon aquel tiempo —y los primeros años de la transición de modelo—, en debatir nada, sino en perpetrar sus
guarrerías, dejando que fueran terceros quienes dictaran las nuevas leyes.
Los puercos, resentidos y ensoberbecidos, se echaron al monte y solo se dedicaron a
endurecer el modelo sentenciado:
— Estado sobreendeudado;
— precarización del empleo;
— delirio retributivo de empleados-jefe;
— empresas subcapitalizadas;
— vivienda básica anti-Trabajo, a financiar por la Empresa;
— hotelización del inquilinato;
— adelgazamiento del Estado del Bienestar; y, en suma,
— sustitución de la ayuda mutua por un
pacto social de indiferencia mutua.
Los sanmartineros creían que el modelo era el sistema, que era inmortal y decían que no había nada que debatir ni pactar:
La turritopsis dohrnii es una medusa parasitaria que consigue ser inmortal porque, cuando tiene dificultades, da marcha atrás en su tiempo biológico y se revierte a la forma de pólipo, mediante un proceso celular que se llama 'transdiferenciación'; sin embargo, no está a salvo de sus depredadores.
A todo cerdo le llega su San Martín, sí, pero también Roma no paga puercos 'trans' traidores, resucitadores no ya del feudalismo, sino del esclavismo.
Haber renunciado a debatir cómo han de ser tus leyes te ha condenado a que
todos tus problemas son ya solo 'de lege data', encima, respecto de leyes impuestas por terceros (vid. el Memorándum de Entendimiento, de 2012). Aquí, ahora, no hay nada que 'pactomoncloizar', salvo cómo y cuándo el cerdo con tirantes dobla la cerviz.
Lo único que puede hacerse es abrir un
período cuasiconstituyente como Dios manda y de acuerdo con la UE.
La derecha española está desarbolada y dividida, haciendo el ridículo con líderes ateos o refractarios a los sacramentos. Fantasean con un vergonzoso gobierno-escoba. Tienen en contra incluso a los suyos, como el vicepresidente del BCE —si accediera a dejar el cargo para ser 'ministróo' de Economía es que algo gravísimo estaría pasando—.
Las izquierdas españolas están mejor que antes porque han sabido controlar la eclosión de individualismo anarcoide propio del endurecimiento del modelo sentenciado y han domeñado el separatismo. Y ello es reconocido por las izquierdas internacionales, con las presidencias de la Internacional Socialista, del Comité Monetario y Financiero Internacional del FMI y del Parlamento Europeo.
La mayoría natural electoral está asustadísima porque el cerebro se anticipa al peligro, peligro que ya no solo está en su imaginación. Y
no vota ni con el higadillo ni con el bolsillo, sino con el ladrillo, porque este es el núcleo duro del modelo popularcapitalista que está siendo enterrado, y saben que este proceso final no lo para ya ningún conejo sacado de ninguna chistera. Está votando para gozar de
unos minutillos de tiempo de descuento en un partido perdido.
El PP está asustadísimo e invoca el santo 'pactomoncloísmo'. Pero no engaña a nadie. Los pactos de la Moncloa de 1977 respondían a la lógica del ciclo estructural. Y lo que el PP propone ahora solo es un acuerdo coyuntural o 'de legislatura'.
Leemos, en estos días finales de la campaña electoral —en los que no hay que creerse absolutamente nada—, que «Feijóo» propone a «Sánchez» (supuestos grandes actores del devenir histórico de la Nación) unos «nuevos pactos de la Moncloa» (sic) para afrontar 'cinco retos':
«Un pacto que mejore la calidad de la democracia, preservando la división de poderes; otro que garantice la viabilidad de la sanidad publica y la estabilidad del sistema educativo; un tercer pacto que garantice la solvencia a la clase media y lograr un camino más próspero para los más jóvenes; un cuarto, dirigido a las familias y a la conciliación; y, por último, un quinto pacto para fortalecer las autonomías, fomentando el diálogo a favor de las medidas comunes».
¡Estos pactos son de maniobra o de gestión! De su literalidad se desprende. Su lógica, por tanto, es coyuntural, no estructural. Son acuerdos 'de lege data', no pactos 'de lege ferenda'. Y son extemporáneos. Son la trampa saducea —y cínica— con la que se pretende legitimar el
acuerdo de gobierno PP-Vox —plenamente operativo en ayuntamientos y autonomías—. Es como cuando te habla 'como tan normal' quien te hace y te va a hacer daño, para que, al rechazarlo, quede justificada la agresión en falsa legítima defensa.
El acuerdo PP-Vox es, no nos engañemos, para endurecer aún más la mierda de modelo 'cidcampeadoreado'. Les ha funcionado —como les funcionó el linchamiento del Sr. Zapatero— y lo van a intentar otra vez.
Van despertar la ira del sistema, por lo que es mejor desenfilarse de ellos, como están haciendo incluso algunos economistas «ii» (impuestitos e impresoritas). Por eso, también, el PP no quiere mayoría absoluta, sino tener de rehén a Vox.
Muerto el perro del tal «Sánchez», se acabó la rabia —el erotismo del odio en los ataques 'ad hominem'—. Y el PP-Vox, que no van a poder montar un «herencia, heerencia, heeerencia» —no se lo va a permitir el FMI-BCE, que les va a obligar a un buen cierre contable 2023—, va a establecer lo que ya vemos en el 'ayusismo', el «
tú estás en la calle por tu mala cabeza, no me cuentes historias».
Pero Andrómeda está colisionando con la Vía Láctea. La enana ya no tiene nada de blanco. Es casi toda negra. Y los miedos son el pequeño mundo del señor Feliciano.]