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La misión de Europa en el siglo XXI es:1) ofrecer paz, prosperidad y estabilidad a sus ciudadanos,2) superar las divisiones en el continente,3) velar por que sus ciudadanos puedan vivir con seguridad,4) promover un desarrollo económico y social equilibrado,5) hacer frente a los retos de la globalización y preservar la diversidad de los pueblos de Europa,6) defender los valores compartidos por los europeos, como el desarrollo sostenible y el cuidado del medio ambiente, el respeto de los derechos humanos y la economía de mercado social.
A monetary union is more than just a single currency and a single central bank. Countries that join a monetary union lose more than one instrument of economic policy. They lose their capacity to issue debt in a currency over which they have full control.This separation of decisions – debt issuance on the one hand and monetary control on the other – creates a critical vulnerability; a loss of market confidence can unleash a self-fulfilling spiral that drives the country into default (see Kopf 2011). The economic logic of this is straightforward.
Uno de los economistas más escuchados sobre el lío de las deudas europeas habló con EL TIEMPO.Bruselas. Profesor de Economía Internacional en la prestigiosa Universidad de Lovaina,Paul de Grauwe (Uccle, Bélgica, 1946) es muy crítico con la forma en que la eurozona intenta gestionar la crisis.Publica regularmente en el diario británico Financial Times y es autor de varios libros, entre ellos Economics of Monetary Union, convertido ya en un clásico para los estudiosos de la eurozona.Además de su puesto en la universidad belga, De Grauwe es miembro del grupo de asesores en análisis de política económica de la Comisión Europea. También enseña en la Universidad de Múnich, en el Centre for European Policy Studies de Bruselas y fue diputado del parlamento belga de 1991 al 2003.Ha sido profesor invitado en las universidades de París, Michigan, Pennsylvania, Ámsterdam y Milán.De Grauwe respondió a las preguntas de EL TIEMPO.¿Qué piensa del nuevo plan de ajuste griego? ¿Cree que Grecia podrá algún día pagar sus deudas?El gobierno griego ha sido forzado a aplicar más austeridad. Eso no ayudará a reducir la deuda, simplemente porque el PIB griego se reducirá más despacio que la deuda. Es exactamente lo que pasó con el primer programa de austeridad aprobado hace año. Y no hay ninguna razón para que ahora sea diferente.Los planes de ajuste en países como Grecia y Portugal podrían tener sentido. Pero ¿lo tienen en países como Holanda o el Reino Unido o son solo una opción política?El programa de austeridad británico es solo una opción política. En Holanda, es posible por un ciclo económico favorable, pero también está influenciado por las condiciones políticas internas.Hace años, países como Argentina o Uruguay reestructuraron su deuda. ¿Por qué la UE está en contra de esa idea?Hay una diferencia importante entre los casos de América Latina y la eurozona. En Europa, los mercados financieros están mucho más interconectados. Por eso, el riesgo de contagio es mucho mayor en la eurozona. Creo que es una de las razones que hacen que los dirigentes de la eurozona no quieran reestructurar. Otra es que los bancos del norte de Europa tienen mucha influencia política, y una reestructuración de deuda dañaría sus balances. Harán todo lo que puedan para evitarlo. Eso hace que la resistencia a la reestructuración sea mucho más fuerte.¿Cree que España o Italia están en peligro?Creo que están en una posición mucho mejor que Grecia, Irlanda o Portugal. Pero cuando a los mercados financieros les dan ataques de pánico, también pueden afectar a España, Italia y Bélgica.Usted defiende la creación de eurobonos. Para países como Alemania, Finlandia y Holanda, eurobonos significaría compartir su bienestar económico con los países más pobres -muchos dicen perezosos- del sur de Europa. ¿Esa clase de argumentos -a veces muy cercanos al populismo- no son un peligro para la UE?Los eurobonos son una manera de organizar la solidaridad financiera entre los miembros de una unión monetaria. Alguna forma de solidaridad es esencial para la supervivencia de la eurozona. Si los países del norte de Europa rechazan cualquier tipo de solidaridad, la eurozona estará sentenciada.¿Cree que los rescates van a funcionar? Los diferenciales de las tasas de interés siguen siendo muy altos, incluso para los países ya rescatados, y no pueden acceder a los mercados financieros. ¿Cuál sería la solución?Los rescates no funcionan bien porque han sido mal diseñados, se ha impuesto demasiada austeridad y los intereses de los préstamos son muy altos. El resultado es que Portugal e Irlanda difícilmente podrán mejorar su situación.Las agencias de calificación parecen ser Dios, pero su trabajo es muchas veces criticado. Tienen un papel muy importante en esta crisis y en el modo en que los gobiernos la gestionan. ¿No tienen demasiado poder?Sí, tienen demasiado poder, que no merecen porque han cometido muchos errores. Pero no debemos olvidar que tienen ese poder porque las instituciones europeas se lo han dado. El Banco Central Europeo (BCE) usa las calificaciones de las agencias de rating para decidir su política de liquidez. Eso hace que el BCE les transfiera el poder de decidir quién tendrá liquidez y quién no. Así que los dirigentes europeos no deberían quejarse de la actuación de las agencias de rating porque el BCE podría reducir su poder simplemente anunciando que no seguirá sus calificaciones.El presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, habló de la creación de un ministerio de economía europeo, que tendría competencias fiscales y presupuestarias. ¿Cree que es buena idea?Solo si ese ministro tuviera el poder de aprobar impuestos y de gastar. Si no, no necesitamos tal ministerio; sería como el presidente del Consejo Europeo: mucho prestigio sin poder y completamente irrelevante.Para el resto del mundo, desde septiembre del 2007, el mundo vive una crisis económica. Para la UE es también política. ¿Por qué?Porque los políticos europeos discuten sobre cómo resolver la crisis. La crisis podría haber sido resuelta fácilmente y no se ha hecho porque no quieren transferir más soberanía a la UE. Eso hace que las instituciones europeas estén paralizadas.¿El euro está en peligro?Sí.
As numerous studies over the last two decades have shown, interest rate policies of a large number of central banks can be explained by the so-called Taylor Rule. According to this rule, which is consistent with inflation targeting, the policy rate is determined by a neutral real rate, the target inflation rate, the output gap, and the deviation of inflation from the target (or expected) rate. In this formula, the output gap can be interpreted as a leading indicator for inflation, as suggested by an augmented Phillips-curve inflation model, where the deviation of actual inflation from the target has the character of an error-correction term.There is no room for financial variables, such as money, credit, or asset prices, in this policy rule.Leading economists and central bankers have indeed suggested that monetary policy should abstain from trying to prick asset price bubbles, but stand ready to support banks and financial markets when the bubbles burst (Bernanke and Gertler 2001).Only a minority have seen this differently and argued that monetary policy should lean against asset price inflation and monitor credit developments closely to this effect (ECB 2005).As technical progress and global trade integration depressed prices in the 1990s and 2000s the Taylor Rule suggested that policy rates be kept low over an extended period of time despite strong credit growth and asset price increases. In this column we show how the policy of inflation targeting, which essentially implies that the central bank minimise the output gap, has led to excessive credit growth that eventually bred financial instability.
Una de las causas más importantes por las que el euro está fracasando, aparte de la cuestión fiscal y la deuda compartida es que en su concepción, la autoridad monetaria sólo tenía como objetivo controlar la inflación. Muy a tener en cuenta.Se habla mucho de deuda, ajuste de balances, recortar, recortar, recortar.¿Cuantos personajes políticos insisten machaconamente en que se debería cambiar la política del BCE? Se pueden contar con los dedos de un manco.
El mercado común europeo, la unión europea y más tarde el Euro, son, siempre serán y han sido siempre muy perjudiciales para la economía alemana y para la prosperidad y el nivel de vida económicos de los ciudadanos alemanes. Para la sociedad y los ciudadanos alemanes estar en el mercado y en la moneda común europeas supone y siempre supondrá sacrificar parte del nivel de vida que habrían logrado solos. Cuando los políticos y la sociedad alemanes decidieron en su día apoyar la creación de ese mercado común y la supresión de las fronteras económicas eran completamente conscientes de que eso requería aceptar ese sacrificio de su prosperidad económica y aceptaron pagar el cheque de ese sacrificio. La sociedad alemana nunca podrá obtener ventajas económicas de la unión europea, sino solo sacrificio económico y si la sociedad alemana aceptó ese sacrificio, ha aceptado ese sacrificio 50 años y está dispuesta a seguir aceptando ese sacrificio económico es porque a cambio de aceptar ser menos prósperos o más pobres obtienen algo que para la sociedad alemana es incomparablemente más importante que la prosperidad económica, algo que para ellos es sagradamente importante: cumplir una promesa que se hizo a sí misma la sociedad alemana, cumplir la promesa que se hizo a sí mismo el padre de cada alemán, la promesa que se hizo a sí misma la abuela de cada alemán: nunca jamás volvería a haber una guerra en Alemania. Nunca jamás en el futuro volverían las familias alemanas a ser sacadas en medio de la noche de sus hogares para ser conducidas en vagones de ganado al matadero. Nunca jamás volverían los niños de las escuelas de Dresde, Coventry, Gernika o Hiroshima a ser quemados vivos por las bombas de fosforo. Nunca volvería a ocurrir porque se prometieron a sí mismos que jamás permitirían que ocurriese de nuevo, costase lo que costase porque el precio de ningún sacrificio sería un precio demasiado alto y ellos, y sus hijos y los hijos de sus hijos siempre estarían dispuestos a pagar el precio preciso para evitar una guerra en Europa. Ese era el objetivo del acto político tras la creación del mercado común: erradicar para siempre de Europa el fantasma de la guerra, un fantasma que ha vivido en Europa los últimos 5.000 años. Hoy, ese fantasma de la guerra, que ha asolado a cada generación de europeos desde que existe Europa, que ha exigido cada 25 años para sí el hambre, la miseria, el terror, la sangre de cada generación de veinteañeros, el infierno, es en buena medida un fantasma exorcizado. Es muy difícil imaginar hoy al ejército alemán invadiendo Polonia, Francia o Bélgica, una guerra entre Italia y España o nuevas batallas navales en el canal entre flotas de Inglaterra y Francia. Hoy en Europa, por primera vez en 50 siglos de historia europea, nacen niños que no han conocido la guerra, que tienen padres y abuelos que tampoco conocieron la guerra. Hoy, en Europa, viven chicas que nunca perderán a su novio en una guerra, que nunca verán a sus niños aplastados por las bombas y hombres que jamás tendrán que volver al hogar para encontrar el infierno donde antes estaba ese lugar que habían llamado hogar. Muy pocas civilizaciones en la historia de la humanidad recibieron de sus abuelos un regalo sagrado de esa magnitud, una magnitud tan absoluta que nuestra sociedad de ratones y no de hombres, en su grotesca pequeñez y mezquindad, ignora. Nada es más valioso que ese logro supremo de la política, sí, de la política, de los políticos europeos de los 40, 50 y 60, y del esfuerzo sobrehumano de las generaciones de gigantes europeos que nos hicieron ese regalo, que nos concedieron ese derecho supremo. Frente a este logro sagrado, el trabajar 36 o 40 horas, el tener dentista gratis, el jubilarse a los 62 o a los 64, el tardar 3 o 5 horas cuando se viaja en tren, el poder cambiar de coche o de móvil cada 2 o cada 6 años o el no poder tener nunca coche o móvil, son minucias insignificantes. El trabajador, el ciudadano, el empresario, el ahorrador, el inversor alemán escuchará en silencio, muy serio cuando le dicen que su jubilación será a los 70 y no a los 66, cuando le dicen que tendrá que pagar aún más impuestos, obtener menos beneficios o trabajar más horas, cuando le dicen que ha perdido un tercio de sus ahorros o la mitad de su inversión porque es necesario garantizar que Eslovenia alcance un nivel de desarrollo europeo, porque es necesario financiar a Portugal o salvar a Grecia. Escuchará en silencio, muy serio y luego, sin decir nada, lo aceptará. Lo aceptará porque cuando fue un niño prometió a su abuela que lo haría, le prometió que cumpliría la promesa que su abuela se hizo a sí misma, la promesa que su abuela le hizo a Europa, la promesa que el niño prometió cumplir: nunca, jamás, ninguna chica en Europa volvería a ver a su niño ardiendo envuelto en fósforo blanco. Nunca. Ellos, en el norte, nunca juegan con esto, nunca lo utilizan como herramienta, lo venden, lo prestan o hablan de ello. Jugar con el fantasma terrible y sagrado de la guerra, tratar de gestionarlo, pretender utilizarlo, tirar inconscientemente de la cola del dragón, es solo algo que se permiten los insectos de la política, los juguetes grotescos del poder, los minúsculos caciques, los idiotas perfectos que forman esa de parásitos que se llama clase política del Sur de Europa. Muñecas acomplejadas como Rajoy, garrapatas persistentes como Sánchez Gordillo, enfermos mentales como Rubalcaba, idiotas infinitos como Anguita o Lara, adolescentes infinitamente imbéciles como Zapatero y Chacón, o simplemente infinitamente imbéciles sin ser adolescentes como los Mas, Patxi Lopez o Urkullu o parásitos platónicos infinitamente ignorantes como los Toxos o Mendez, son los que juegan a remover viejos odios para obtener con habilidad una consejería de turismo en un ridículo Gobierno de barrio, los que pretenden en su grotesca arrogancia el habernos otorgado derechos con su esfuerzo como líderes, los que hurgan en las viejas heridas porque así logran una pensión vitalicia, los que amenazan desde su ignorancia, su pequeñez y su estupidez ilimitada con utilizar en sus mezquinos chantajes la baza de despertar al fantasma dormido. Los insectos. De esto trata el “mercado común”, de esto ha tratado todo el tiempo, desde el principio. Trata solo de una promesa, de la promesa que se hicieron a sí mismas las abuelas de Europa, de una promesa que todo europeo tiene el deber sagrado de cumplir. El mercado común, es un mercado aplastado, pervertido, violado, sometido a infinitas trampas, alcaldadas, caciquismos, intervencionismos, distorsiones interesadas, abusos de poder, posiciones de dominio, privilegios legales y cronyismos. El mercado común europeo es, y fue desde el principio, un mercado herido, desfigurado, prisionero y enterrado bajo los millones de toneladas de la mezquindad de la política en miniatura de los políticos insectos de Europa, pero el mercado común europeo es, a pesar de todo eso, bajo todas esas toneladas de mezquindad, un mercado. Un salvaje, chapucero, caótico y limpio mercado. Aunque un mercado es una herramienta económica, cuando los políticos europeos, los políticos que había en Europa cuando aún había políticos y no solo insectos en Europa, aceptaron que naciese un mercado común en Europa no buscaban obtener ni la prosperidad económica ni la erradicación de la pobreza que proporciona un mercado. Esa prosperidad podría ocurrir pero no era importante que ocurriera, lo importante no era la economía, ni siquiera erradicar la pobreza era importante. Lo importante era esa otra bendición secreta y sagrada que todo mercado nos regala: la erradicación de la guerra. El mercado europeo, ese mercado común en Europa, no fue creado, pensado, diseñado o producido por aquella generación de políticos, políticos gigantes frente a nuestros políticos insectos. Lo que hicieron fue simplemente dejar que naciese, que viera la luz ese mercado, liberar un mercado que había estado prisionero durante milenios. Quitaron algunos de los atroces grilletes que habían mantenido aplastado, durante siglos, a ese mercado y el mercado se puso a trabajar, como siempre hace un mercado. Unos grilletes atroces que tantos payasos locos sueñan con volver a ver, unos grilletes atroces que nunca permitiremos que vuelvan. Nadie conoce tanto al hombre como el mercado, porque el mercado está hecho solo de hombres y es más viejo que ningún hombre. El mercado transforma nuestro egoísmo en prosperidad pero, también, nos obliga a emplear solo para construir la fuerza y las herramientas de nuestra destructividad. En el mercado, en el profundo mercado, solo ganas si todos ganan contigo, si todos ganan cuando tú ganas, por eso la gente, en un mercado, no mata a sus clientes, ni abusa de sus proveedores, ni aplasta a sus empleados ni roba a la empresa que le da empleo. Eso es lo que se esperaba de este mercado: que matase al fantasma de la guerra y eso es lo que el mercado ha hecho por nosotros, cumplir la promesa sagrada que hicieron nuestras abuelas. A los esforzados, eficientes, productivos europeos del Norte corresponde mantener la presión en la caldera, hacer que la máquina siga trabajando y los europeos del norte lo harán, siempre lo han hecho. A los chapuceros, holgazanes y caóticos europeos del Sur corresponde el esfuerzo de la generosidad, de la grandeza, el esfuerzo de pensar como hombres y no como ratones. A los europeos del Sur corresponde desparasitar Europa, expulsar a las cucarachas, y eso requiere altruismo, nobleza y generosidad. Algo que no debería ser difícil porque los europeos del Sur siempre han sido infinitamente generosos: un escondido secreto que aquellos políticos europeos conocían muy bien, un secreto que el mercado ha conocido desde siempre.
Cito un post de Luisito2 en burbuja sobre el fracaso del euro y la Unificación de Europa: CitarEl mercado común europeo, la unión europea y más tarde el Euro, son, siempre serán y han sido siempre muy perjudiciales para la economía alemana y para la prosperidad y el nivel de vida económicos de los ciudadanos alemanes. http://www.burbuja.info/inmobiliaria/burbuja-inmobiliaria/342165-alguien-decirme-razonamientos-ultimos-de-alemania-y-paises-nordicos-3.html#post7185075Me parece un razonamiento muy parcial, no es extraño viniendo de quién viene. Ignora por completo la cuestión geopolítica, y que los aspectos económico y militar son interdependientes. Ser un imperio cuesta sacrificios. A todos.
El mercado común europeo, la unión europea y más tarde el Euro, son, siempre serán y han sido siempre muy perjudiciales para la economía alemana y para la prosperidad y el nivel de vida económicos de los ciudadanos alemanes. http://www.burbuja.info/inmobiliaria/burbuja-inmobiliaria/342165-alguien-decirme-razonamientos-ultimos-de-alemania-y-paises-nordicos-3.html#post7185075
Cita de: Currobena en Septiembre 12, 2012, 15:51:42 pmCito un post de Luisito2 en burbuja sobre el fracaso del euro y la Unificación de Europa: CitarEl mercado común europeo, la unión europea y más tarde el Euro, son, siempre serán y han sido siempre muy perjudiciales para la economía alemana y para la prosperidad y el nivel de vida económicos de los ciudadanos alemanes. http://www.burbuja.info/inmobiliaria/burbuja-inmobiliaria/342165-alguien-decirme-razonamientos-ultimos-de-alemania-y-paises-nordicos-3.html#post7185075Me parece un razonamiento muy parcial, no es extraño viniendo de quién viene. Ignora por completo la cuestión geopolítica, y que los aspectos económico y militar son interdependientes. Ser un imperio cuesta sacrificios. A todos.