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CitarLa gran diferencia entre los metales preciosos y el dinero fiduciario sin valor intrinseco es que uno es fruto del acuerdo voluntario entre los diferentes actores ya que salen beneficiados ambos de utilizar un dinero neutro y creado descentralizadamente, mientras que el fiduciario es creado de forma centralizada por instituciones que tienen el privilegio legal de hacerlo y es impuesto por el poder estatal (o imperial) como medio de pago legal.Este hecho diferencial, sobre el bien mas importante (el dinero) crea una supraestructura politico-financiera-geopolitica acorde a sus caracteristicas. Lo que dices sería cierto si se utilizasen monedas de oro puro; en el momento que se pasa a papelitos como representación de valor hay un actor central/imperial/gubernamental/malo malísimo que controla la relación oro-papelito; como actualmente no sería posible volver todos a las monedas de oro puro no vale el razonamiento y existiría el mismo problema de imposición de masa monetaria.La supraestructura es previa al dinero y éste es su herramienta, no al revés.
La gran diferencia entre los metales preciosos y el dinero fiduciario sin valor intrinseco es que uno es fruto del acuerdo voluntario entre los diferentes actores ya que salen beneficiados ambos de utilizar un dinero neutro y creado descentralizadamente, mientras que el fiduciario es creado de forma centralizada por instituciones que tienen el privilegio legal de hacerlo y es impuesto por el poder estatal (o imperial) como medio de pago legal.Este hecho diferencial, sobre el bien mas importante (el dinero) crea una supraestructura politico-financiera-geopolitica acorde a sus caracteristicas.
No no, no las niego. Gracias por lo aprendido sobre terminología. Y por explicar lo de porqué no paga IVA. Entiendo que ningún producto financiero lo paga, entonces ¿no? Corrígeme si me equivoco. Ok. Lo importante para mi, dentro de este debate, es que sí que lo veas como una forma de dinero, incluso dentro del sistema fiat. Pero antes de seguir permíteme que me aproveche y aprenda alguna cosa de finanzas.La duda que me queda es la siguiente:Tú no dices que sea "un producto financiero". Dices que es un bien de inversión. Pero ¿No son todas las commodities bienes de inversión o especulación? Los mercados de futuros de materias primas y esas cosas. O, simplemente comprar casas para venderlas más caras jejejje. ¿No puede ser "bien de inversión" prácticamente cualquier cosa que se pueda comprar o vender? Incluso intangibles.Y otra cosa que no acabo de acoplar.Cuando compras petróleo pagas IVA. Pero ¿lo pagas cuando compras futuros de petróleo o acciones de una petrolera? Supongo que no. Yo entiendo que son cosas diferentes las tres. La materia prima en sí por un lado, los productos financieros vinculados a su comercio por otro, y las acciones de empresas de extracción/procesado/venta por el suyo. No sé... El Dinero se gasta en bienes para disfrutarlos o para invertir/especular. O se gasta en productos financieros, otra forma de inversión/especulación derivada. Pero cualquiera de las tres opciones implica gastarlo. O tienes el dinero, o tienes la acción o tienes el ETF. Para volver a tener el dinero, debes vender. Una cosa o la otra, y son muy diferentes. ¿Cómo puede algo ser dinero e inversión a la vez? ¿Cómo puede algo ser dinero y materia prima a la vez? Eso me cuesta acoplarlo en un sistema coherente. De entrada choca con la idea de que una de las cosas que coronaron al oro como dinero universal fué, entre otras características, que no es necesario para nada. A eso me refiero con que "no es commodity". Sólo me funciona desde un esquema FIAT, donde hay OTRO dinero. Pero cuando hablamos del patrón oro, no lo encajo ni de coña.¿Cómo va todo esto? Aparte de la curiosidad, es que tendré que aprender la clasificación oficial si quiero hacerme entender. Qué lata (ya, soy la leche... pero mira, aprendo así. Y la verdad, estoy seguro de que aunque use terminología "poco ortodoxa" y te chirríen los oídos cuando patino, en realidad entiendes perfectamete lo que quiero decir...)
En realidad depende, porque hay diferentes forma de enfocarlo que pueden dar diferentes resultados. Si le damos importancia al token (es decir, al objeto físico) sería el equivalente a hacer monedas más pequeñas. ¿Importa que estas monedas tengan más o menos cantidad de metal? Yo diría que depende de si quie nlas recibe le da importancia o no a este hecho. La mayoría de la gente no la da, ya que está confiando en la abstracción del token, no en la abstraccion de la cantidad de átomos de oro presentes en la moneda. Si yo llamo 1 Janderklander a una moneda de 1g y después de unos años emito monedas de 2g o de 0,5 g pero que valgan lo mismo, ¿realmente cambia de valor? ¿Tiene valor el metal en sí o tiene valor la abstracción que representa el metal? Porque si tiene valor el metal en sí, realmente es un bien más.
Realmente el problema viene de hacer trampa, más que de un sistema u otro.
Pero es que ahora, solo existe el token en si mismo por lo que no hay limite alguno en su creacion.
Cita de: Parado(x) en Enero 09, 2013, 12:56:44 pmPero es que ahora, solo existe el token en si mismo por lo que no hay limite alguno en su creacion. Si lo hay, se llama disciplina monetaria.De ahí vienen la austeridad y el fiscalcliff
Para solucionar el techo de deudaKrugman apoya la acuñación de la moneda de un billón de dólares
Sigues argumentando falsedades y montándote tu película de ficción donde los últimos 70 años de desarrollo económico no existen. Según tú la economía no podría existir al no estar basada en el oro, pero sin embargo existe, lo que demuestra que las personas no necesitan oro para sus transacciones.
El oro no se adapta bien al carácter de nuestras mercancías. ¡Oro y paja, oro y trigo, oro y hierro, oro y cueros, oro y petróleo! Sólo una ilusión, una enorme fantasía, sólo la teoría del valor es capaz de concebir semejante antagonismo. Las mercaderías en general, trigo, carne, lana, cueros, petróleo, no podrán canjearse con seguridad más que cuando para todos sea completamente igual poseer dinero o mercancías; y esto no ocurrirá hasta que el dinero cargue también con todas las propiedades perniciosas "inherentes" a nuestros productos. Y es lógico. Nuestras mercancías se pudren, se descomponen, se rompen y oxidan; cuando también la moneda posea propiedades corporales, que compensen las citadas desventajas, podrá cimentarse un intercambio rápido, seguro y barato, ya que semejante moneda no merecería la preferencia de nadie, en ningún lugar y tiempo.Una moneda tal, que envejece como un diario, que se pudre como las papas, que se volatiliza como el éter, es la que sólo puede servir como medio de cambio para diarios, papas, hierro, etc., pues ella no sería preferida a la mercancía, ni por parte del comprador, ni del vendedor. Únicamente se entrega la propia mercancía por dinero, porque se necesita de éste como medio de cambio, y no porque se busque alguna ventaja en su posesión.Debemos, pues, empeorar al dinero como mercancía, si hemos de mejorarlo como medio de cambio, y ya que los poseedores de mercancías tienen siempre apuro en el cambio, justo es que también los poseedores del medio de cambio sientan el mismo apremio. La oferta se encuentra bajo presión directa, intrínseca; lógico es que se coloque la demanda también bajo idéntica presión.
Pero un dinero así, con fecha pronta de caducidad, condenaría el ahorro ¿no?Y sin ahorro... los cambios que supone eso son enormes y globales. Al primero que se me ocurre es que se cambiaría la acumulación de dinero por la acumulación de bienes. No sé si eso funcionaríamejor o ayudaría cara a una sociedad más igualitaria, pero algo me dice que más bien al contrario. ¿no?
Pero es que dudo mucho que sea el dinero lo que hace ahorradora a la gente. Yo apostaría a a que es al revés, que es el sentido del ahorro el que selecciona Dineros no perecederos.
Recomiendo a quienes no conozcan a Gesell que lo hagan.http://www.eumed.net/cursecon/textos/Gesell_Libremoneda.htm
Unterguggenberger pretendía cambiar esta situación con la introducción de dinero local (llamado “billete de aseguramiento del empleo”, o “billete-AB”, por sus siglas en alemán) cuya característica consistía en que éste perdería regularmente en valor con el paso del tiempo, tal como lo hace un bien real: una manzana se pudre, un neumático se desgasta, el metal se oxida, una canción pasa de moda. Es decir se pone al dinero al mismo nivel de la riqueza creada con las manos y con la mente de la gente. La pérdida en valor de estos billetes (1% mensual) estimularía a los habitantes a hacerlos circular, a fluir
Tide bottles have become ad hoc street currency, with a 150-ounce bottle going for either $5 cash or $10 worth of weed or crack cocaine. On certain corners, the detergent has earned a new nickname: “Liquid gold.”
Cita de: EsquenotengoTDT en Enero 10, 2013, 01:04:32 amPero es que dudo mucho que sea el dinero lo que hace ahorradora a la gente. Yo apostaría a a que es al revés, que es el sentido del ahorro el que selecciona Dineros no perecederos.Completamente de acuerdo... es la busqueda de una reserva de valor estable en el tiempo el motor de la competencia entre esos diferentes bienes que pueden servir para ello. El problema es el mismo para todos: si el bien demandado como reserva de valor se puede producir, se producira anadiendo nuevas unidades que restan valor a las anteriores hasta que la oferta supere la demanda y caiga su precio (destruyendo su capacidad para ser reserva de valor). Cuanto mas facil de producir, menos tiempo servira de reserva de valor. Esa es, en mi opinion, la base de las burbujas (la gente cambia su dinero por otro bien que espera funcione mejor como reserva de valor) y las hay de todo tipo inmobiliarias, de acciones, de campos de golf, de tulipanes...
Cita de: Parado(x) en Enero 10, 2013, 10:54:13 amCita de: EsquenotengoTDT en Enero 10, 2013, 01:04:32 amPero es que dudo mucho que sea el dinero lo que hace ahorradora a la gente. Yo apostaría a a que es al revés, que es el sentido del ahorro el que selecciona Dineros no perecederos.Completamente de acuerdo... es la busqueda de una reserva de valor estable en el tiempo el motor de la competencia entre esos diferentes bienes que pueden servir para ello. El problema es el mismo para todos: si el bien demandado como reserva de valor se puede producir, se producira anadiendo nuevas unidades que restan valor a las anteriores hasta que la oferta supere la demanda y caiga su precio (destruyendo su capacidad para ser reserva de valor). Cuanto mas facil de producir, menos tiempo servira de reserva de valor. Esa es, en mi opinion, la base de las burbujas (la gente cambia su dinero por otro bien que espera funcione mejor como reserva de valor) y las hay de todo tipo inmobiliarias, de acciones, de campos de golf, de tulipanes...Como decía antes yo no considero que el dinero deba ser reserva de valor, sino solamente método de intercambio. Esto no es una cuestión de terminología, sino de concepto sobre lo cual hay distintas teorías, la que defendeis es una y la que propongo otra , ambas con literatura de por medio.
Cita de: Gardel en Enero 10, 2013, 13:12:24 pmCita de: Parado(x) en Enero 10, 2013, 10:54:13 amCita de: EsquenotengoTDT en Enero 10, 2013, 01:04:32 amPero es que dudo mucho que sea el dinero lo que hace ahorradora a la gente. Yo apostaría a a que es al revés, que es el sentido del ahorro el que selecciona Dineros no perecederos.Completamente de acuerdo... es la busqueda de una reserva de valor estable en el tiempo el motor de la competencia entre esos diferentes bienes que pueden servir para ello. El problema es el mismo para todos: si el bien demandado como reserva de valor se puede producir, se producira anadiendo nuevas unidades que restan valor a las anteriores hasta que la oferta supere la demanda y caiga su precio (destruyendo su capacidad para ser reserva de valor). Cuanto mas facil de producir, menos tiempo servira de reserva de valor. Esa es, en mi opinion, la base de las burbujas (la gente cambia su dinero por otro bien que espera funcione mejor como reserva de valor) y las hay de todo tipo inmobiliarias, de acciones, de campos de golf, de tulipanes...Como decía antes yo no considero que el dinero deba ser reserva de valor, sino solamente método de intercambio. Esto no es una cuestión de terminología, sino de concepto sobre lo cual hay distintas teorías, la que defendeis es una y la que propongo otra , ambas con literatura de por medio.Si el dinero es reserva de valor, cuando se considera que no merece la pena intercambiar dinero por bienes, servicios o posiciones de inversión, se acumula dinero.Si el dinero no es reserva de valor, cuando se considera que no merece la pena intercambiar dinero por bienes, servicios o posiciones de inversión, se intercambia dinero por lo que se considere reserva de valor, acumulando "reserva" (unos) y "dinero" (otros) hasta que los tenedores de "reserva" deciden no intercambiar más.En cualquier caso, hay estancamiento.
Hace 75 años que terminó el experimento de Wörgl con “dinero menguante”- Un principio de solución en tiempos de crisisAUTOR: Wolfgang Broer, Zeit-FragenTraducido por Vicente Romano. Revisado por Luis Montilla Hace 75 años, en noviembre de 1933, a causa de una decisión del Tribunal Administrativo de Viena, se puso fin a un experimento monetario en la comunidad tirolesa de Wörgl. Era un intento de autosalvación en los tiempos de la crisis económica que por entonces tuvo un fuerte impacto no sólo en Austria. Se informó de él en toda Europa, incluso en los Estados Unidos, y hasta se imitó en parte.Según el periódico “Wiener Tag” del 20 de junio de 1933, el alcalde de Wörgl, Michael Unterguggenberger, se convierte en los años 1932/33, junto con el alcalde de Viena, Karl Seitz, en el munícipe más conocido de Austria, y, durante un corto espacio de tiempo, más famoso aún que éste. El rotativo vienés “12-Uhr-Blatt” escribió entonces: “Wörgl ha alcanzado de repente fama mundial. Unterguggenberger está a punto de convertirse en una personalidad histórica”. El experimento de Wörgl, que el alcalde Michael Unterguggenberger puso en marcha en los años 30 del siglo pasado, plagia un pensamiento del economista alemán Silvio Gesell y lo adapta a la realidad política y social de su comunidad.Esta idea consiste esencialmente en introducir, junto a la oficial, una segunda moneda válida únicamente en su municipio. Esta segunda moneda pierde mensualmente el 1% de su valor. Para eludir esta devaluación, (se entiende que) la gente gasta rápidamente este “dinero menguante”. Así que de una vez hacen circular rápidamente el dinero en su comunidad, en vez de atesorarlo como antes, para obtener altos intereses (entre el 8 y el 12%) o por miedo a tiempos peores, desproveyendo así a la economía nacional. Así, el dinero indolente, que en Austria dormita literalmente en sacos de paja y calcetines, recibe de repente piernas en Wörgl. Aprende de nuevo a andar. La consecuencia: la economía local florece, vuelven a aumentar los impuestos del mercado y los padres de la comunidad pueden de esta forma dar trabajo a los parados. A pequeña escala se pone en marcha un ciclo autorreforzante para sanear una economía mortalmente enferma.Y esto funciona sorprendentemente bien bajo las condiciones de la política deflacionista que entonces se llevaba a cabo en Austria y en todo el mundo. Esta política económica deflacionista con sus devastadoras consecuencias tuvo una aportación considerable en la supresión del Parlamento en marzo de 1933 y en la guerra civil en febrero de 1934.El experimento monetario de Wörgl y sus éxitos, puestos en duda por algunos, están bien documentados hoy día. Ya en 1933, el astuto observador Dr. Franz Klein escribió en el Österreichischen Volkswirt, la mejor y más influyente revista económica, lo siguiente: El municipio tirolés de Wörgl ha podido gastar en el miserable año de 1932, comparativamente, mucho más de su propio bolsillo en trabajos públicos y, al mismo tiempo, poner orden en su presupuesto.De todos modos, el número de desempleados durante el tiempo del experimento monetario de Wörgl, desde julio de 1932 hasta septiembre de 1933, se redujo en un 25%. Extrapolándolo a toda Austria, esto equivaldría a una reducción de 100.000 desempleados. Pero, en realidad, entre 1932 y 1933 el desempleo aumento un 20% en toda Austria.Para el periodista francófono Claude Bourdet, de la influyente “L’Illustration”, Unterguggenberger es un “diablo”. De hecho, en la Austria políticamente desgarrada de los años 30, consigue realizar un trozo de utopía política y social, en verdad digna de un “diablo”. Todas las decisiones del consejo comunal de Wörgl se toman por unanimidad. Un alcalde socialdemócrata tiene el apoyo ilimitado del párroco del lugar y de su ayudante, así como del jefe de la guardia local Georg Stawa. “Y esto en un clima general en Austria que apenas medio año más tarde desemboca en la guerra civil. ¿Habría podido impedir esa fantasía y ese sentido común que mostró Wörgl los trágicos acontecimientos de febrero de 1934?, se pregunta el historiador Josef Nussbaumer.El suizo J. B. Rusch opina incluso en sus «Republikanische Blätter» que toda Austria se habría mantenido libre e independiente si se hubiera extendido a Austria el experimento de Wörgl. Es una tesis bonita, aunque no demostrable científicamente. Pero lo cierto es que: “Una paz verdadera no puede alcanzarse sin que la mayoría de la población encuentre medios para salir de la pobreza”, como se dice en la justificación del Comité del Nobel para el otorgamiento del premio de 2006 a Mohammed Yunus, el creador de los microcréditos.El alcalde Unterguggenberger pugna incansable por su idea. Juega incluso con la idea de convocar un “Estado libre de Wörgl” como “laboratorio monetario” bajo el mandato de la Sociedad de Naciones. Él, el socialdemócrata, entabla contactos intensivos con la guardia paramilitar derechista y fascistoide (por ejemplo, con el jefe de Viena Emil Fey y el de Tirol Richard Steidle), llevando también sus ideas al Ministro de Justicia de entonces, Schuschnigg, y al gobernador de Estiria Rintelen.El gobierno socialcristiano de Innsbruck estorba las exhortaciones del Ministerio de Finanzas de Viena para poner fin al “absurdo” de Wörgl, ralentizando conscientemente el curso de las actas y emitiendo incluso respuestas defectuosas.En cualquier caso, con la emisión de “dinero menguante” Unterguggenberger se atreve a hacer algo que adoptan también los municipios de St. Pölten y Lilienfeld, Kirchbichl en Tirol y Liezen en Estiria. Finalmente son 200 municipios los que quieren introducir en Austria experimentos monetarios semejantes al de Wörgl.El Jefe de Gobierno Engelbert Dollfuss, que en una sesión del Consejo de Ministros se manifestó favorable al “dinero menguante”, terminó por echarle luego el freno. Por indicación del Ministerio de Finanzas y, sobre todo, del Banco Nacional bajo su presidente Viktor Kienböck, que Dollfuss utiliza como excusa, el Tribunal Administrativo prohíbe definitivamente el experimento de Wörgl en noviembre de 1933. El “dinero menguante” tuvo que retirarse ya en septiembre.El experimento de Wörgl traspasa las fronteras de Austria, incluso después de estar prohibido. Atrae incluso al Presidente del Gobierno Edouard Daladier, que en 1934 visita personalmente Wörgl y mantiene con Unterguggenberger una conferencia de tres horas. Fascina al poeta americano Ezra Pound, quien dedica al experimento de Wörgl dos canciones de sus famosos “Cantos Pisanos”.1 Schilling de WörglEl experimento de Wörgl cruza incluso el gran charco y llega a los Estados Unidos. 22 ciudades norteamericanas imitan en 1933 el ejemplo de Wörgl. En el Senado de los EEUU y también en la Cámara de Representantes se presenta un proyecto de ley en el que se pide la introducción de “dinero menguante” según las ideas de Silvio Gesell y el modelo de Wörgl. También en Checoslovaquia, un gran número de municipios deciden introducir una especie de “dinero menguante”. En el principado de Liechtenstein piensan hacer también lo mismo. Y otro tanto en el principado de Mónaco, París y Niza. Suiza, donde algunas ciudades quieren dar también “dinero gratis”, prohíbe incluso a Unterguggenberger la entrada en el país. El Gobierno federal y los bancos no quieren que la “fiebre monetaria de Wörgl” se extienda por el país. En el reino de Yugoslavia (concretamente en Serbia), en Francia y España distintos municipios copiarán al del Tirol todavía en 1934, 1935 y 1936.Sin ser conscientes de ello, o ni siquiera justificarlo teóricamente, Unterguggenberger inventó y aplicó, en los años 30 del siglo pasado, en la práctica, el “ciclo monetario complementario”. El diccionario electrónico Wikipedia lo formula así: “Una moneda complementaria es el convenio, dentro de una comunidad generalmente pequeña, para aceptar adicionalmente algo como medio de pago junto al dinero oficial. Esta moneda adicional puede ser tanto una mercancía, un servicio o un bono equivalente. Se concibe como dinero en el sentido de que cumple la función originaria y propiamente dicha del dinero como medio de cambio. El objetivo de semejante convenio estriba en compensar los existentes desequilibrios sociales, económicos y ecológicos que resultan del monopolio de la moneda oficial en tiempos de escasez permanente sin que se quiera desplazar por completo la moneda estándar.”Lo que el economista teórico Silvio Gesell formuló hace casi un siglo en su obra de 18 volúmenes y que el práctico Unterguggenberger aplicó en Wörgl durante la década de 1930 guarda relación con el presente y vuelve a tratarse en los modernos libros de economía. “El sistema de intereses produce de modo invisible e inconsciente para la mayoría una redistribución constante de abajo hacia arriba. En contra de la tan difundida opinión de que cada uno se beneficia de este sistema cada vez que obtiene algún interés, en realidad, sólo se beneficia una pequeña minoría, mientras que la gran mayoría de la población son los sufridores o perdedores del sistema de intereses.” Eso es lo que afirma el renombrado economista Bernd Senf, catedrático de Economía Política de Berlín. Y añade: “Crédito significa interés, e interés significa recaudar más de lo que se da.” “En nuestra época también se vuelve a reconocer como necesaria la demanda de la economía de pequeños espacios”, según Erich Kitzmüller y Herwig Büchele en su libro “Das Geld als Zauberstab und die Macht der internationalen Finanzmärkte» (El dinero como varita mágica y el poder de los mercados financieros internacionales). La economía de pequeños espacios y el sentido de comunidad solidaria es precisamente lo que se dio en Wörgl con el “dinero menguante”.No es de extrañar que el ejemplo de Wörgl siga repercutiendo hoy de formas múltiples. A principios de la década de 1980, con la fundación del primer sistema de cambio, se puso en marcha un movimiento que, según el experto monetario internacional Bernard Lietaer, presenta hoy más de 4000 monedas complementarias en el mundo, en EEUU, en Europa y en casi todos los países industriales, así como en los países en desarrollo y emergentes. En ellos se experimentó y se experimenta con gran diversidad. Hay monedas complementarias clásicas como en Wörgl (por lo general sin devaluación), círculos de intercambio, sociedades de trueque, bolsas temporales y vales regionales (vales mercantiles que sólo pueden canjearse en una región), existen incluso experimentos con “monedas” energéticas, a fin de garantizar en el futuro ventajas ecológicas y económicas para las regiones. Siempre surgen nuevas iniciativas que no caben en el cajón.Las monedas complementarias son casi como una caja de herramientas de la que uno se puede servir para arreglar algo. Pero el objetivo es siempre configurar un sistema a la medida del municipio, de la ciudad o de la región para la creación de valor adicional en beneficio de la comunidad.En Austria existen cientos de círculos de trueque. Funcionan, dicho en términos sencillos, así: un informático ofrece a un panadero mejorar su sistema electrónico. Por este servicio recibe un valor virtual o mediante un vale. Con este valor puede comprar pan en la panadería o pagar al instalador.Pero también hay monedas complementarias clásicas (“dinero local”), como por ejemplo el “Babenbergertaler” de Mödling, el “Styrrion” de Graz, el “Silbergulden” de Hall. Emitidas por la municipalidad, estas “monedas” sólo pueden gastarse en las tiendas y empresas de servicios de la ciudad, lo cual debe reforzar la economía local. También en Wörgl vuelve a haber un pequeño experimento de moneda: el 1 de octubre de 2005 se introdujo una moneda complementaria juvenil. Pueden emplearla jóvenes a partir de los 12 años. Son útiles en instalaciones sociales, asociaciones, o en la vecindad. Por ella reciben tarjetas de valor temporal, como patrón rige una tarjeta de 2,50 € por hora. Estas tarjetas pueden cambiarse en la oficina municipal por vales de empresas regionales para compras o actividades de ocio (piscina, pista de tobogán, pista de hielo).Fuente: Vor 75 Jahren endete das Wörgler Schwundgeldexperiment - Ein Lösungsansatz in Zeiten der KriseArtículo original publicado el 12/1/2009Vicente Romano y Luis Montilla son miembros de Tlaxcala, la red de traductores por la diversidad lingüística. Esta traducción se puede reproducir libremente a condición de respetar su integridad y mencionar al autor, al traductor, al revisor y la fuente.URL de este artículo en Tlaxcala: http://www.tlaxcala.es/pp.asp?reference=6977&lg=es
El experimento de WörglEste experimento (Tenéis más información aquí) consistió esencialmente en introducir, junto a la oficial, una segunda moneda válida únicamente en este municipio cercano a Viena en 1932. La base del experimento es la siguente; esta segunda moneda pierde mensualmente el 1% de su valor, para eludir esta devaluación la gente gasta rápidamente este “dinero menguante”. Así que este dinero circula rápidamente por la comunidad, en vez de ser ahorrarlo. Por tanto, mientras la pasta se queda debajo del colchón en Austria en Wörgl le ponen piernas y aprende de nuevo a andar. La consecuencia es por tanto que la economía local florece, vuelven a aumentar los impuestos del mercado y los padres de la comunidad pueden de esta forma dar trabajo a los parados. A pequeña escala se pone en marcha un ciclo virtuoso para sanear una economía enferma. Y esto funciona sorprendentemente bien bajo las condiciones de la política deflacionista que entonces se llevaba a cabo en Austria y en todo el mundo.El experimento monetario de Wörgl y sus éxitos, puestos en duda por algunos, están bien documentados hoy día. Ya en 1933, el Dr. Franz Klein escribió en el Österreichischen Volkswirt, la mejor y más influyente revista económica, lo siguiente: El municipio tirolés de Wörgl ha podido gastar en el miserable año de 1932, comparativamente, mucho más de su propio bolsillo en trabajos públicos y, al mismo tiempo, poner orden en su presupuesto. Por otro lado, el número de desempleados durante el tiempo del experimento se redujo en un 25%. Extrapolándolo a toda Austria, esto equivaldría a una reducción de 100.000 desempleados cuando lo que pasó fue un incremento del 20% en toda Austria.El experimento de Wörgl también llegó a los Estados Unidos. 22 ciudades norteamericanas imitan en 1933 el ejemplo de Wörgl. En el Senado de los EEUU y también en la Cámara de Representantes se presenta un proyecto de ley en el que se pide la introducción de “dinero menguante” según las ideas de Silvio Gesell y el modelo de Wörgl. También en Checoslovaquia, un gran número de municipios deciden introducir una especie de “dinero menguante”. En el principado de Liechtenstein piensan hacer también lo mismo. Y otro tanto en el principado de Mónaco, París y Niza.Este experimento practicado en la década de los 30 guarda relación con el presente. “El sistema de intereses produce de modo invisible e inconsciente para la mayoría una redistribución constante de abajo hacia arriba. En contra de la tan difundida opinión de que cada uno se beneficia de este sistema cada vez que obtiene algún interés, en realidad, sólo se beneficia una pequeña minoría, mientras que la gran mayoría de la población son los sufridores o perdedores del sistema de intereses.” Eso es lo que afirma el renombrado economista Bernd Senf, catedrático de Economía Política de Berlín. Y añade: “Crédito significa interés, e interés significa recaudar más de lo que se da.”No es de extrañar que el ejemplo de Wörgl siga repercutiendo hoy de formas múltiples. A principios de la década de 1980, con la fundación del primer sistema de cambio, se puso en marcha un movimiento que, según el experto monetario internacional Bernard Lietaer, presenta hoy más de 4000 monedas complementarias en el mundo, en EEUU, en Europa y en casi todos los países industriales, así como en los países en desarrollo y emergentes. En ellos se experimentó y se experimenta con gran diversidad. Hay monedas complementarias clásicas como en Wörgl (por lo general sin devaluación), círculos de intercambio, sociedades de trueque, bolsas temporales y vales regionales (vales mercantiles que sólo pueden canjearse en una región), existen incluso experimentos con “monedas” energéticas, a fin de garantizar en el futuro ventajas ecológicas y económicas para las regiones. Siempre surgen nuevas iniciativas que no caben en el cajón.Las monedas complementarias son casi como una caja de herramientas de la que uno se puede servir para arreglar algo. Pero el objetivo es siempre configurar un sistema a la medida del municipio, de la ciudad o de la región para la creación de valor adicional en beneficio de la comunidad.En Austria existen cientos de círculos de trueque. Funcionan, dicho en términos sencillos, así: un informático ofrece a un panadero mejorar su sistema electrónico. Por este servicio recibe un valor virtual o mediante un vale. Con este valor puede comprar pan en la panadería o pagar al instalador.Pero también hay monedas complementarias clásicas (“dinero local”), como por ejemplo el “Babenbergertaler” de Mödling, el “Styrrion” de Graz, el “Silbergulden” de Hall. Emitidas por la municipalidad, estas “monedas” sólo pueden gastarse en las tiendas y empresas de servicios de la ciudad, lo cual debe reforzar la economía local. También en Wörgl vuelve a haber un pequeño experimento de moneda: el 1 de octubre de 2005 se introdujo una moneda complementaria juvenil. Pueden emplearla jóvenes a partir de los 12 años. Son útiles en instalaciones sociales, asociaciones, o en la vecindad. Por ella reciben tarjetas de valor temporal, como patrón rige una tarjeta de 2,50 € por hora. Estas tarjetas pueden cambiarse en la oficina municipal por vales de empresas regionales para compras o actividades de ocio (piscina, pista de tobogán, pista de hielo).Como veis este experimento demuestra que nos guste o no la economía moderna está diseñada para que funcione con la inflación como activador del consumo y si bien siempre nos ha preocupado su existencia ahora que estamos a salvo de ella lo que nos preocupa es su ausencia.
Bitcoin, ¿una alternativa a las divisas tradicionales? Últimamente se está hablando bastante de la divisa virtual Bitcoin. Y esto es simplemente porque es la divisa que más se ha revalorizado frente al dólar en 2012. http://soberlook.com/2012/12/the-2012-winner-for-best-performing.htmlYa hemos hablado alguna vez de Bitcoin por aquí. Es una divisa virtual, que no pertenece a ningún Estado ni está respaldada por nada y con alguna particularidad especial: está diseñada para que su masa monetaria aumente por un algoritmo prefijado (que tiene que ver con el número de transacciones y tiene un límite de unidades en circulación que se alcanzará en algún momento), impidiendo tener inflación por decisiones arbitrarias.La forma de hacer esto es a través de complejos algoritmos criptográficos. Los diseñadores de Bitcoin han creado artículos científicos, y se han estudiado los ataques que podría sufrir esta moneda. http://bitcoin.org/bitcoin.pdfLa conclusión es que lograr crear moneda es prácticamente imposible (pero es difícil afirmarlo categóricamente, ya que los conocimientos matemáticos necesarios para analizar el sistema son muy avanzados).Actualmente hay bastante escrutinio público y por parte de expertos en la materia y las conclusiones son claras. La capacidad de crear monedas de la nada (que es lo realmente preocupante en una divisa, es decir, la posibilidad de crear falsificaciones de una forma masiva) es inexistente.Actualmente existe una cantidad de Bitcoin en circulación de aproximadamente 140 millones de dólares. La ventaja principal, siempre que sea segura, es que no puede haber un político imprimiendo moneda que devalúe su valor. Su inconveniente principal es que en la actualidad no se puede usar en casi ningún sitio, si exceptuamos servicios online. Existen casas de cambio pero no está asegurado que haya suficiente contrapartida para hacer transacciones importantes.¿Podemos estar ante una burbuja de Bitcoin? Puede ser. Por ejemplo, en 2011 el valor de un bitcoin pasó de 1 dólar a 30 dólares en sólo dos meses. http://bitcoincharts.com/charts/mtgoxUSD#tgSzm1g10zm2g25zv Luego este valor bajó gradualmente hasta volver a los 2 dólares. En la actualidad está en 13,70 dólares. No es una gran inversión para el que compró en el pico de la cresta, desde luego.¿Podría convertirse en un valor refugio, para evitar la inflación creada por el constante aumento de la masa monetaria de las divisas tradicionales? Sí, pero tendría que estar claro el riesgo de ataques al sistema criptográfico y por otro lado que haya suficiente liquidez para convertir en divisas de uso normal y evitar que con un poco de fama el volumen haga que haya burbujas como la que tuvo lugar en 2011.
Comienzan las monedas virtuales: BitcoinLas monedas virtuales están en el punto de vista del mundo desde que Facebook lanzó los Facebook credits, que se pueden utilizar para comprar cosas en Facebook. Por ejemplo alquilar una película o objetos virtuales. La idea es que en el futuro pudiéramos utilizar esas monedas para comprar bienes físicos que nos traen a casa.No obstante, tengamos en cuenta que si al final lo que sucede es que unos Facebook credits son dólares a un tipo de cambio fijo, los créditos de Facebook no dejan de ser dólares. Es como el dinero que se compra y se puede utilizar única y exclusivamente dentro de un parque de atracciones. En Second Life si no me equivoco también existía una moneda equivalente.Lo interesante es cuando esa moneda no tiene nada que ver con otra moneda generada por un banco central, como son los dólares, los euros o los reales brasileños. La forma en la que en principio se me ocurre hacer esto es tener una moneda pegada a una mercancía por ejemplo el oro.Es decir, yo tengo oro y emito moneda. La cantidad que puedo emitir está limitada, y esta moneda la vendo en el mercado. Con los créditos se pueden comprar ya que si se confía en que no emitiré más moneda de la que tengo al fin y al cabo esa moneda virtual que he creado no se trata de más que de oro. Seguramente si yo tuviera una cantidad de oro suficiente no sería raro ver futuros sobre mi moneda en el mercado de tipo de cambio.Claro que eso depende de mi reputación para no emitir más de lo que tengo en reservas de oro. Donde digo oro podemos poner plata, diamantes, petróleo, granos de cacao o cualquier cosa que aceptemos que tenga valor.La diferencia con Bitcoins que se propone es que los Bitcoins no son más que archivos de ordenador. Estos se pueden crear en un ordenador. No es un proceso simple, pero es posible realizarlo. Además existen mercados en los que se intercambias Bitcoins por divisas reales (como yenes o libras).Y la pregunta es ¿seguro que eso es completamente seguro? ¿Seguro que no se pueden crear esas monedas de otro modo? Porque si llega alguien en cualquier rincón del mundo y consigue crear más monedas de lo esperado creo que la hemos fastidiado. Si algo tiene valor para ser hackeado es muy probable que alguien lo acaba consiguiendo. Es decir, la fortaleza de esta moneda virtual depende de que no exista nadie con la habilidad suficiente para desmontarla y generar toda la moneda que quiera. Una vez realizado esto la moneda deja de valer nada.