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...El filósofo del Jardín enseñaba a los individuos a ser soberanos de sí mismos, y ese es el mejor estimulante para luchar contra todo aquello que nos transforma en esclavos. Basta con decir no a todo lo que nos cosifica, o, en otras palabras, decir sí a una vida que, para alcanzar la ataraxia, desea otorgarnos el bien supremo, que es la ausencia de preocupaciones. La Villa de los Papiros es una arquitectura ideal que sirve para todas las épocas y todos los lugares, incluida la Europa del siglo XXI. Nietzsche se preguntaba: “¿Dónde volveremos a construir el Jardín de Epicuro?” Respuesta: en cualquier lugar en el que haya un epicúreo.
Lágrimas de vergüenzaMaximiliano Diego | Salud Diario | 11/04/2014 Miembro de la Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública de Salamanca (ADSP)Soy médico; cardiólogo, de esos que ponen muelles a los pacientes cuando sufren un infarto. Nuestro trabajo me encanta, pero recientemente salí del hospital un poco más triste que antes.Un paciente que ya habíamos atendido previamente ingresó de nuevo con un segundo infarto y, al mirar sus arterias, encontramos que el stent, el muelle, implantado unos meses antes, se había trombosado, provocando un segundo infarto mucho más grave que el primero.Mientras intentábamos reparar de nuevo su arteria enferma, nos aseguró que seguía tomando sus pastillas, pero la relación entre la trombosis de prótesis endovasculares y el abandono del tratamiento es tan alta que, ante nuestra insistencia, terminó por reconocer que lo había dejado dos meses atrás. La situación es muy sencilla: no tiene trabajo, cobra exclusivamente los cuatrocientos euros de la ayuda extraordinaria para desempleados y el tratamiento le costaba más de cien euros mensuales. Tiene mujer, sin empleo, y un hijo pequeño.“O comemos, o tomo las pastillas”.Allí mismo, este hombre se puso a llorar. Lágrimas silenciosas, sin aspavientos. Lloraba de miedo ante la proximidad de la muerte o de algo peor; pero, sobre todo, lloraba de vergüenza, de tener que mentir a su médico porque no se atreve a reconocer que no tiene suficiente para pagar el tratamiento que éste le receta.Durante el último año, hemos visto esta misma situación en repetidas ocasiones. En demasiadas, creo. Nunca antes, en muchos años de ejercicio profesional, nos habíamos encontrado con algo así. Además, si todo se redujera al dinero, el gasto sanitario que supone una trombosis de stent supera en muchas, muchas veces el gasto farmacéutico del tratamiento complementario.No es él quien tiene que llorar de vergüenza. No lo es.www.adspsalamanca.orgTomado de: http://www.saludadiario.es/Opinion/2045/lagrimas-verguenzahttp://iniciativadebate.org/2014/04/28/lagrimas-de-verguenza/
Lo que está sucediendo es que nos están sometiendo a un proceso de *saqueo* CALCADO, a los procesos neoliberales que practicaron con latinoamérica con la excusa de la "crisis de la deuda" desde los 70, 80 y 90
Como el hilo va también de ética me permito postear el siguiente artículo:CitarLágrimas de vergüenzaMaximiliano Diego | Salud Diario | 11/04/2014 Miembro de la Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública de Salamanca (ADSP)Soy médico; cardiólogo, de esos que ponen muelles a los pacientes cuando sufren un infarto. Nuestro trabajo me encanta, pero recientemente salí del hospital un poco más triste que antes.Un paciente que ya habíamos atendido previamente ingresó de nuevo con un segundo infarto y, al mirar sus arterias, encontramos que el stent, el muelle, implantado unos meses antes, se había trombosado, provocando un segundo infarto mucho más grave que el primero.Mientras intentábamos reparar de nuevo su arteria enferma, nos aseguró que seguía tomando sus pastillas, pero la relación entre la trombosis de prótesis endovasculares y el abandono del tratamiento es tan alta que, ante nuestra insistencia, terminó por reconocer que lo había dejado dos meses atrás. La situación es muy sencilla: no tiene trabajo, cobra exclusivamente los cuatrocientos euros de la ayuda extraordinaria para desempleados y el tratamiento le costaba más de cien euros mensuales. Tiene mujer, sin empleo, y un hijo pequeño.“O comemos, o tomo las pastillas”.Allí mismo, este hombre se puso a llorar. Lágrimas silenciosas, sin aspavientos. Lloraba de miedo ante la proximidad de la muerte o de algo peor; pero, sobre todo, lloraba de vergüenza, de tener que mentir a su médico porque no se atreve a reconocer que no tiene suficiente para pagar el tratamiento que éste le receta.Durante el último año, hemos visto esta misma situación en repetidas ocasiones. En demasiadas, creo. Nunca antes, en muchos años de ejercicio profesional, nos habíamos encontrado con algo así. Además, si todo se redujera al dinero, el gasto sanitario que supone una trombosis de stent supera en muchas, muchas veces el gasto farmacéutico del tratamiento complementario.No es él quien tiene que llorar de vergüenza. No lo es.www.adspsalamanca.orgTomado de: http://www.saludadiario.es/Opinion/2045/lagrimas-verguenzahttp://iniciativadebate.org/2014/04/28/lagrimas-de-verguenza/
Como está el patio! Más Platón y menos Dora, la exploradorahttp://elpais.com/elpais/2017/01/11/opinion/1484154791_967033.htmlLuego viene el fenómeno snowflake student (estudiante copo de nieve). No solo tengo derecho a elegir asignaturas, sino los contenidos de estas. Y aunque no tengo ni idea —ni quiero tenerla—, puedo arrinconar a quien sea para exigir que ni me mencione contenidos que desafíen lo que pienso, alegando que son “ofensivos”. Ahí tenemos lo ocurrido en la Universidad de Glasgow, donde se previene a los estudiantes de Teología —atención, Teología— de que las imágenes de la crucifixión pueden resultarles “incómodas”. Si esto sigue así, van a terminar incluyendo en la guía docente Dora, la exploradora.
Cita de: sudden and sharp en Enero 12, 2017, 17:24:06 pmComo está el patio! Más Platón y menos Dora, la exploradorahttp://elpais.com/elpais/2017/01/11/opinion/1484154791_967033.htmlLuego viene el fenómeno snowflake student (estudiante copo de nieve). No solo tengo derecho a elegir asignaturas, sino los contenidos de estas. Y aunque no tengo ni idea —ni quiero tenerla—, puedo arrinconar a quien sea para exigir que ni me mencione contenidos que desafíen lo que pienso, alegando que son “ofensivos”. Ahí tenemos lo ocurrido en la Universidad de Glasgow, donde se previene a los estudiantes de Teología —atención, Teología— de que las imágenes de la crucifixión pueden resultarles “incómodas”. Si esto sigue así, van a terminar incluyendo en la guía docente Dora, la exploradora.Se comentó en el foro hace meses, a raíz de lo que ocurre en las universidades americanas, con la gilipolli-censura denominada "micro-agresiones": no poder hablar de esclavitud en historia, etc.En definitiva: el fin de la educación por la censura basada en la hipersensibilidad de los analfabetos y/o desequilibrados mentales/emocionales.
Conocen vds que una de.mis actividades por más de dos.décadas ha sido la docencia en unis privadas. Fundamentalmente chulipowermanagers pa tontos y dale un papel a.mi.hijo que pa eso oago un pastón.Ya les comenté muchas anécdotas de las gilipolleces del ssitema privado, aunque diferentes a las del público. Su lavado cerebral es.menos intenso.En fin; que por razones que no vienen al caso, estoy estudiando de nuevo. Pero en lugar del doctorado que me piden pa dar los números que bolonia les pide, un grado medio de fp.Necesitaba hacer algo con.mis manos tras una vida de especumacion.El caso es que ir a clases teóricas es una experiencia absolutamente psicotropica, no por los contenidos y su organización, que también; sino por mis.compis.Les tengo mucho cariño y son muy respetuoso conmigo.Pero son analfabetos profesionales. Sin la eso la mayoría. Algunos no saben.español. 2 moros, uno de ellos vino en el eje de un camion y le pagamos la ropa manutencion y estudios; otro que llama a éste moro ilegal; un paki de.nombre impronunciable; un sij , un adoptado ucraniano con el.sindrome de alcoholismo.materno... Eb fin. El senado galáctico version afarensis.Son encantadores, pero su capacidad de retencion es la de nemo, y de abstracción la de una zapatilla de esparto.Pero les he cogido cariño.Y hasta me sorprenden además de hacerme reír.Son la reserva espiritual de la raza.A éstos, tonterías pocas.Ayer el tutor les dijo que hoy no había clase sino una chrla de género para concienciarles, imouesta por ensenyament.Los.comentarios impresionantes. Y tenemos que aguantar a las bolleras esas? Mañana las bocazas tortis a perder el tiempo, etcEl tutor que es.muy.majo pero tiene presiones y además es bastante progrebuenistatriunfador version artesano flipaba.Y yo me reía entre dientes.Aún hay esperanza entre los brutos sin contaminar. Los que tienen que luchar contra todp desde niños no se dejan tan fácil...Nada. Otra batallita.Tienen entre 16 y 19 añitos.Sds.
[...]Nunca antes en la historia del mundo el ciudadano común había tenido tanto acceso, y tan fácil, a la información; no se había lidiado en otro tiempo con un torrente similar de noticias, datos, teorías, hipótesis, opiniones, ni estas se habían difundido jamás de forma tan invasiva ni a tanta velocidad. Somos la población más informada pero también la más vulnerable, y desde luego la más crédula e ingenua que ha pisado este planeta.Pirrón prevenía a sus discípulos contra “los torbellinos de la sabiduría halagadora”. Esta sabiduría es falsa, es información que requiere de la reflexión y el análisis del que la recibe, y más cuando llega en un torbellino. En aquella época no había tanta información disponible y la credulidad tenía menos recorrido; se creía en los dioses, en las fuerzas de la naturaleza, pero al mismo tiempo la gente pensaba por sí misma, llegaba a sus propias conclusiones, solucionaba sus conflictos sentándose a pensar, o pensando mientras caminaba, o expresando esos pensamientos enfrente de alguien que sabía escuchar, o de un sabio que era capaz de ver más allá. Esa era la red que el ciudadano común tenía en tiempos de Pirrón, una red ligera y sin Google que no le escatimaba el trabajo de pensar, una red abierta hacia el horizonte que no se cerraba, como la nuestra, sobre sí misma.[...]“El fundamento del escepticismo es la esperanza de conservar la serenidad de espíritu”, una serenidad a la que el crédulo, que no piensa por sí mismo, difícilmente puede aspirar. Desde el pasado remoto Pirrón lanza un mensaje contundente: lo crédulo se quita no creyendo, pues “solo persuade aquello que cada uno encuentra por sí mismo”. Sobre todo dentro de la Red.
Siempre culpamos a los políticos del fracaso en la construcción europea, pero ¿no tenemos los ciudadanos de a pie de la UE nuestra parte de culpa? ¿De verdad creemos los europeos en la europeidad? Veamos, hasta ahora, los liderazgos políticos y los gobiernos han llevado adelante el proyecto de manera elitista, sin incluir a las poblaciones de los países en estas complejas cuestiones. Tengo la impresión de que ni siquiera han familiarizado a los partidos políticos ni a los diputados de los Parlamentos nacionales con la complicada materia de la política europea. Bajo el lema “mamá cuida de vuestro dinero”, Merkel y Schäuble han protegido durante la crisis, de manera verdaderamente ejemplar, sus medidas contra la esfera pública.
Entrevista a Habermas: desde sus 89 añoshttps://elpais.com/elpais/2018/04/25/eps/1524679056_056165.htmlCitarSiempre culpamos a los políticos del fracaso en la construcción europea, pero ¿no tenemos los ciudadanos de a pie de la UE nuestra parte de culpa? ¿De verdad creemos los europeos en la europeidad? Veamos, hasta ahora, los liderazgos políticos y los gobiernos han llevado adelante el proyecto de manera elitista, sin incluir a las poblaciones de los países en estas complejas cuestiones. Tengo la impresión de que ni siquiera han familiarizado a los partidos políticos ni a los diputados de los Parlamentos nacionales con la complicada materia de la política europea. Bajo el lema “mamá cuida de vuestro dinero”, Merkel y Schäuble han protegido durante la crisis, de manera verdaderamente ejemplar, sus medidas contra la esfera pública.
«Hay que destruir las raíces del islam con el arma del racionalismo»«En el planeta sólo hay un orden, el nuestro; mejor o peor, sólo existe el orden de los EE UU y sus aliados, nosotros, que está vinculado al capitalismo» Incluso en el paraíso terrenal, que tal parece la casa de Gustavo Bueno en Niembro, se ventea el clima de guerra que, como un fantasma, recorre el mundo desde el pasado martes. En la mañana de ayer, acompañando las ideas con un vino de Jerez y con queso del país, el filósofo reflexionó sobre lo que está sucediendo, los antecedentes y lo que quizá nos aguarde para desgracia de todos.—¿Qué hacer, que diría Lenin?—Hay que atacar las bases mismas del Islam. Como sucedió con la Iglesia en el siglo XVIII y la labor realizada entonces por la Ilustración. Pero mientras se ande con tolerancia no hay nada que hacer. Hay que destruir las raíces del Islam y eso sólo se puede hacer con el arma del racionalismo. La situación es gravísima, porque se descubre de repente una especie de organización terrorista que tiene unos procedimientos y raíces muy específicos. Son suicidas, ésa es la clave.—No ha habido aún declaración de guerra.—Pero todo va en esa dirección. No hay un Estado visible. Es más, como ya han declarado la guerra, al menos verbalmente, tienen que encontrar ahora un Estado para justificar esa declaración. Así se cierra el círculo. Si extraditan a Bin Laden se acaba la función. Si lo extraditan haciéndolo responsable de todo y lo meten en la silla eléctrica, entonces es terrorismo, no es guerra.—Quizá lo maten los talibán.—Claro. Por eso hace falta implicar a un Estado como sea. Todo el mundo dice que será Afganistán. Es el que plantea menos problemas, es un país subdesarrollado y es grande como para desplegar muchas tropas con comodidad.—No hay novedad, entonces.—La novedad de los atentados y de lo que está detrás de los atentados se puede medir de muchas maneras. A mi juicio, está en que se trataría de un movimiento antiglobalización, pero no de forma amorfa como lo de Gotemburgo o de Génova, a base de ONG, macarras y «okupas», de anarquistas en el fondo. Hay antiglobalización anarquista e incluso antiglobalización capitalista, como en el caso de la «tasa Tobin». Muchos antiglobalización lo que buscan es una globalización en sentido contrario. El «informe Lugano» lo dice claramente. Y también el grupo francés, con más de 200 diputados a favor de la «tasa Tobin». Quieren una globalización que sea reformista dentro del capitalismo. La otra globalización es de tipo anarquista. Estos acontecimientos de Nueva York y de Washington responden a un movimiento antiglobalización o si se quiere globalizador de la ideología islámica. Por eso aterra. Se dice que al Islam no se lo puede hacer en conjunto responsable. Son muchos países y muchos de ellos, amigos de Estados Unidos. Pero no es así. Creo que un militante antiglobalizador sólo desde el Islam puede concebir algo así, unos atentados así. Ésa es la cuestión central.—Hay clases hasta en el terrorismo.—Estamos hablando de un terrorismo que sólo sale del Islam. Es un error considerar que todos los terrorismos son iguales. Se parecen en que se oponen al diálogo. A la paz. Pero es una semejanza externa, fenoménica solamente. Cuando se dice que hay que erradicar el terrorismo se dice que hay que ir a las raíces. El que tira una bomba, el terrorista individual, mata ciertamente, pero eso sólo es obra de dementes. No tiene importancia política. Es cosa sólo de psiquiatras. Hay otro terrorismo, como el de ETA. Por cierto, que ahora a todos les interesa decir que todos los terrorismos son iguales, España por ETA, Rusia por Chechenia y a los judíos por los palestinos, para así ir en el mismo barco de los atentados de EE UU y de las consiguientes medidas represivas. Pero no hay tal. Bueno, pues el terrorismo de ETA está planificado y con un objetivo preciso. No es mágico. El terrorismo individual es mágico, es propio de quien cree que tirando una bomba en el Liceo va a conseguir destruir la burguesía internacional. El de ETA no es mágico. Día a día ven sus avances. Y ven cómo aumentan los indiferentes, que es lo más peligroso. Allí ser apolítico es ser independentista. Saben cuál es su estrategia, pero es un terrorismo estúpido, ya que los fines de ETA son insignificantes. Crear una república independiente de Euskadi es de oligofrénicos, no cambia el orden mundial y a nadie interesa. Sería sólo una reforma administrativa. En Europa no tendría importancia. Por eso es especialmente escandaloso matar por eso. El terrorismo individual es de dementes y el de ETA, de estúpidos. Sin embargo, el terrorismo de las Torres Gemelas tiene unas raíces mucho más profundas. Todos los países aliados con EE UU en estos días son cristianos. Europa, Rusia, que es la tercera Roma, y EE UU, que se ven como herederos de Roma como se aprecia en la película «Gladiador». Comparan a los emperadores con Kennedy o Nixon, y ahí están el Capitolio y tantos edificios romanos. Así que tenemos a los cristianos frente a los orientales, que son budistas o islámicos. Se puede decir que esto es metafísica, pero no. Los denominamos por etiquetas religiosas, pero las religiones tienen otras realidades.—Suicidas o no suicidas.—Es clave la idea de individuo corpóreo. Es algo enteramente del cristianismo. Y creo que está ligada a la razón. No podemos razonar sin remitirnos no ya a la conciencia, a la conciencia cartesiana, sino al cuerpo. Razonar es manipular, hace relación al cuerpo. Razonar es hacer cosas con las manos. Y la manipulación es individual, aunque pueden participar otros individuos. Cualquier acción de un individuo tiene que contar con la salvaguarda de su propio cuerpo. Ésa es la exigencia ética. Un terrorista del área cristiano-romana utiliza la alevosía necesariamente. Tiene que guardar necesariamente su propio cuerpo. Los de ETA tienen buen cuidado y eso que saben que no los van a matar.—¿Qué hay funcionando en todo esto con un origen remoto en la historia del pensamiento?—En todo esto sigue funcionando la disputa entre Santo Tomás de Aquino y Averroes. El entendimiento agente contra averroístas. Santo Tomás sostiene que la razón, el entendimiento agente, es individual. Dicho de otra manera, sostiene que es corpóreo. Mientras que Averroes sostiene que es supraindividual. Que nos envuelve a todos los hombres. Que alguien piensa por nosotros. Es la revelación. Es Mahoma. Es el fanatismo. Un terrorismo como el que hemos visto estos días en EE UU es de unos individuos que ponen entre paréntesis su vida. Eso sólo sucede entre los budistas, sean los bonzos que se queman o los kamikazes, y entre los musulmanes. Nunca se da en un europeo o en un americano. Así como el terrorismo individual o el de ETA es, hablando en términos matemáticos, propio de cantidades despreciables, el terrorismo musulmán es de otro orden, no se trata de cantidades despreciables. Eso es lo que aterra. El Islam no tiene faz visible. Pero la red está extendida por todos los países islámicos. En el planeta sólo hay un orden, el nuestro. Mejor o peor, sólo hay el orden de los EE UU y sus aliados, que somos nosotros. Está vinculado al capitalismo. Este terrorismo hace veinte años sería atribuido a la Unión Soviética. Y bombardearíamos Moscú. Pero ahora ya no. Por eso los EE UU tienen la impresión de ser los dueños del mundo y los garantes de la moral y de las buenas costumbres. Y todo lo que no es eso es terrorismo. No preveían un movimiento antiglobalización con una ideología compacta. Pero no es el Islam. Insisto en que no se debe echar la culpa al Islam como tal organización. Pero este terrorismo globalizador y organizado internacionalmente sólo se concibe en el Islam.—Es que Oriente...—Los japoneses también están dispuestos a morir, que, por cierto, es algo muy distinto a ser héroe. Héroe es el que está dispuesto a morir, pero no a matarse. Está dispuesto a que lo maten, pero no a matarse. Pero un musulmán está dispuesto a matarse, a inmolarse. Para nosotros inmolarse es pecado, es absurdo. Están dispuestos a inmolarse y eso es un arma de guerra eficacísima. No está en las reglas del juego. Se supone que nadie quiere morir. Estas cosas, como lo del entendimiento agente y el cuerpo parecen abstractas, pero resulta que funcionan cuando se estrellan dos aviones contra las Torres Gemelas. No hay nada más concreto que la abstracción. Eso es lo que aterroriza.—¿Por qué ahora?—Bin Laden se distanció de EE UU en la guerra del Golfo. Es un millonario del petróleo. Ven el petróleo como algo que descubrió Alá para ellos. Es falso, lo descubrieron los franceses y los ingleses. Ven el petróleo como un don de Alá para hacerse cargo de sus responsabilidades, que consisten en islamizar el mundo. Bin Laden tiene esa revelación y prepara con mucho tiempo el golpe del martes. Van a dar más golpes. No podemos extirpar el problema. No cabe un «Ad extirpanda». Por eso se busca un chivo expiatorio. Los americanos no digieren esto, no lo saben, no lo ven. Hace falta mucha abstracción para ver esto. Por mucho que se diga, los musulmanes no se pueden disolver en agua bendita.—¿Y la tolerancia como medicina?—Si la religión cristiana deja sus dogmas y ritos deja de ser una religión. Se ve en lo que pasa ahora con los profesores de Religión: «Soy cristiana, pero no voy a misa y me divorcio». Luego no eres cristiana, eres deísta. La tolerancia es indiferencia. Si crees en una religión positiva eres intolerante. Claro que ahora la tolerancia se considera una de las virtudes clave de la democracia. Los romanos eran muy tolerantes en religión, se dice. Realmente eran indiferentes. Llegan los cristianos, no juran al emperador ni van al ejército, hacen objeción de conciencia y los machacan. No se puede dar la verdad a quien no le corresponde. La tolerancia es adulación. Es un vicio. La Iglesia al perder poder se hace tolerante. No tiene más remedio. Los musulmanes, sin embargo, son intolerantes. Pero en la Edad Media también lo eran San Raimundo de Peñafort y Raimundo Lulio y ahora están en los altares; realmente ahora no podemos rasgarnos las vestiduras. Bush citó un salmo del Antiguo Testamento. Los musulmanes hablan en nombre de Alá, y Bush les responde en nombre de Yahvé. Los dos están utilizando las religiones directamente.
Mortal:Y por lo tanto, oh Dios, te ruego, si tienes un gramo de misericordia para esta criatura que te sufre, ¡líbranos de tener que tener libre albedrío!Dios:¿Rechazas el mejor regalo que te he dado?Mortal:¿Cómo puedes llamar a eso que me fue forzado a regalar? Tengo libre albedrío, pero no de mi propia elección. Nunca he elegido libremente tener libre albedrío. Tengo que tener libre albedrío, me guste o no.
Muchas teóricas españolas están influenciadas por esta corriente y hablan de “dominación sexual”, considerando la sexualidad como un constructo social exclusivo del poder masculino. Así, el sexo se convierte en el elemento imprescindible de la dominación, de la relación de poder ejercida del varón sobre la mujer y el deseo de éste es un mecanismo de objetivización. Este tipo de pensamientos confía ciegamente en las teorías postmodernas y el constructivismo social. Tiene una visión heterosexista, reduccionista y anticientífica. Es ruidoso, pero creo que está abocado a la inmovilidad y al fracaso.
No quiero decir que no existan desigualdades en razón de sexo o género, de lo que hablo es que nuestros marcos de interpretación de la realidad están obsoletos. Hablar de patriarcado o heteropatriarcado como estructura de dominación, es algo demasiado abstracto, no hay un referente ontológico. Ni siquiera existe un consenso entre las propias teóricas feministas con respecto a la definición de patriarcado, por ejemplo, mientras que para Gerda Lerner es una estructura social primitiva para Kate Mitllet es una política sexual. También recelo de las voces feministas que niegan la historia evolutiva y la validez científica de la diferencia sexual, que no respetan la presunción de inocencia o que abusan del proteccionismo de “Papi Estado”. Las feministas de la primera ola lucharon para que las mujeres no fuéramos tuteladas, ¿por qué estamos contradiciendo ahora esto? La igualdad jurídica no puede suponer la vuelta al paternalismo y al decoro burgués. Creo que educación, investigación y prevención son quehaceres sociopolíticos que hemos sustituido por maniqueísmo, dogmatismo y venganza. Tampoco soporto el pensamiento único y la demonización de la belleza: ya no puedes decir que Kim Kardashian está buena sin que te llamen machista. Me gusta el arte, me gusta el sexo y adoro la belleza femenina, ¿en serio debo sentirme culpable o una hereje?
[...] Hoy, Occidente vuelve a tener su alma escindida. De nuevo estamos bajo la misma dialéctica, aunque ahora adopte nombres más acordes a la liviandad de nuestro espacio público. Los Anywheres contra los Somewheres de los que habla David Goodhart, por ejemplo —los “de todas partes”, los cosmopolitas, frente a los “de alguna parte”, los comunitaristas/nacionalistas—. O la distinción entre defensores de la democracia liberal frente al nacional-populismo; o los de la razón y la búsqueda de la verdad frente a los de la prioridad del sentimiento, del pathos; o privilegiadas élites sonámbulas frente a masivos enjambres inquietos. De vez en cuando asoma algún Settembrini simpático, como Macron, u Obama en su día. Aunque yo, al modo de aquel niño de la película El sexto sentido, veo Naphtas. Por todas partes. Y el más siniestro de todos, su mejor encarnación contemporánea, es Steve Bannon, que se ha autoerigido en guía espiritual para llevar al nacional-populismo al triunfo en las próximas elecciones europeas. [...]
[...] No es sólo, como indica la ciencia moderna, que posiblemente exista una infinidad de Universos dentro de un multiverso esencial dentro del cual a veces aparecen sujetos conscientes dadas las circunstancias (las leyes y constantes particulares de algunos mundos), sino que podría ser el caso de que lo que verdaderamente existiera fuese únicamente el propio multiverso (único, eterno e inmutable), apareciendo fortuitamente ciertas representaciones ilusorias en modo de Universo particular cuando las circunstancias permiten que surjan sujetos capaces de (mal)interpretar la unidad por multiplicidad, lo inmóvil por cambio, y lo homogéneo por heterogéneo. [...]
En el principio era el verbo inflatón...Ciencia y filosofía en torno a la materia o a la "ilusión" de la realidad. Buena divulgación al alcance de cualquiera:Citar[...] No es sólo, como indica la ciencia moderna, que posiblemente exista una infinidad de Universos dentro de un multiverso esencial dentro del cual a veces aparecen sujetos conscientes dadas las circunstancias (las leyes y constantes particulares de algunos mundos), sino que podría ser el caso de que lo que verdaderamente existiera fuese únicamente el propio multiverso (único, eterno e inmutable), apareciendo fortuitamente ciertas representaciones ilusorias en modo de Universo particular cuando las circunstancias permiten que surjan sujetos capaces de (mal)interpretar la unidad por multiplicidad, lo inmóvil por cambio, y lo homogéneo por heterogéneo. [...]
[...]Repárese, no obstante, en algo que seguramente afecta a la naturaleza más profunda de la verdad. La opinión popular, respaldada por algunos filósofos, según la cual la verdad es el acuerdo o correspondencia con algo que se llama “los hechos” está muy bien para tranquilizar las conciencias, pero, además de no tener demasiado que ver con hecho alguno, es un apresurado refugio de la pereza. Que la realidad se componga precisamente de “hechos”, aptos para su emparejamiento con juicios humanos verdaderos, implica una noción de lo real demasiado ordenada y limpia. Conforme a ella, los hechos fueron inventados para que nos dieran la razón y para que el mundo pudiese ser concebido como una inmensa estructura ajustable a nuestro entendimiento, aunque quizá dicho mundo no tenga nada que ver con este piadoso deseo. Lo que se llama realidad no se manifiesta dando respaldo a nuestras afirmaciones ni corrigiéndolas cortésmente, sino burlándose de nuestra confianza en ella y vapuleándonos sin ninguna clase de miramientos. Convencerse de que los hechos se han ceñido a las creencias de uno es una ilusión bien pueril: espere usted un poco más y verá cómo se portan con sus certidumbres, incluida ésa.[...]
Rizando el rizo...La estructura política de la verdadhttps://elpais.com/elpais/2019/04/05/opinion/1554478719_824306.htmlCitar[...]Repárese, no obstante, en algo que seguramente afecta a la naturaleza más profunda de la verdad. La opinión popular, respaldada por algunos filósofos, según la cual la verdad es el acuerdo o correspondencia con algo que se llama “los hechos” está muy bien para tranquilizar las conciencias, pero, además de no tener demasiado que ver con hecho alguno, es un apresurado refugio de la pereza. Que la realidad se componga precisamente de “hechos”, aptos para su emparejamiento con juicios humanos verdaderos, implica una noción de lo real demasiado ordenada y limpia. Conforme a ella, los hechos fueron inventados para que nos dieran la razón y para que el mundo pudiese ser concebido como una inmensa estructura ajustable a nuestro entendimiento, aunque quizá dicho mundo no tenga nada que ver con este piadoso deseo. Lo que se llama realidad no se manifiesta dando respaldo a nuestras afirmaciones ni corrigiéndolas cortésmente, sino burlándose de nuestra confianza en ella y vapuleándonos sin ninguna clase de miramientos. Convencerse de que los hechos se han ceñido a las creencias de uno es una ilusión bien pueril: espere usted un poco más y verá cómo se portan con sus certidumbres, incluida ésa.[...]
Pacto social, democracia, laicidad, igualdad de todos los ciudadanos ante la ley, libertad de creencia y de expresión: Spinoza es el padre de nuestra modernidad política. Un siglo antes que Voltaire y Kant, e incluso algunos decenios antes que Locke, que publica su notable Carta sobre la tolerancia en 1689, es el primer teórico de la separación de los poderes político y religioso y el primer pensador moderno de nuestras democracias liberales.
A lo mejor eres liberal y ni siquiera lo sabesPara el filósofo Michael Walzer, el adjetivo “liberal” define a ciudadanos de mentalidad abierta, tolerantes, alejados del dogma. Y el término es aplicable a múltiples ideologías(...)No hace mucho, el escritor conservador Bret Stephens definía el populismo como el triunfo de la democracia sobre el liberalismo. Creo que a lo que se refería era al triunfo de la democracia mayoritaria sobre sus restricciones liberales. La democracia liberal establece límites al gobierno de la mayoría, normalmente con una Constitución que garantiza los derechos individuales y las libertades civiles, establece un sistema judicial independiente que hace que se respete esta garantía y abre el camino para una prensa libre que pueda defenderla. Las mayorías solo pueden actuar, o actuar legítimamente, dentro de unos límites constitucionales. Al igual que todo lo demás en la política democrática, los límites se debaten tanto en el plano legal como en el político. Pero estas controversias no se zanjan por la regla de la mayoría, sino mediante procedimientos mucho más complejos.(...)Los nacionalistas son personas que ponen en primer lugar los intereses de su país. Los nacionalistas liberales hacen eso y, al mismo tiempo, reconocen el derecho de otras personas a hacer lo mismo (...) Reconocen la legitimidad y los legítimos intereses de las diferentes naciones. Del mismo modo que los demócratas liberales ponen límites al poder de las mayorías triunfalistas y los socialistas liberales ponen límites a la autoridad de las vanguardias obsesionadas con la teoría, los nacionalistas liberales ponen límites al narcisismo colectivo de las naciones.Nosotros, los defensores del adjetivo “liberal”, no negamos que las mayorías tengan derechos, ni que las teorías sobre la sociedad y la economía sean útiles desde un punto de vista político, ni que la pertenencia nacional sea un valor genuino. Pero defendemos a las minorías frente la tiranía de la mayoría y a los activistas corrientes frente a la arrogancia de la vanguardia. Y defendemos a los países que necesitan Estados frente a cualquier Estado nacional enemigo (kurdos, palestinos y tibetanos, por ejemplo, frente a Turquía, Israel y China, respectivamente). Pero lo hacemos sin negar los derechos nacionales de turcos, israelíes y chinos.En cambio, quienes se autodenominan “cosmopolitas” condenan todos los nacionalismos y niegan el valor moral de la pertenencia a un país. ¿Puede existir un cosmopolitismo liberal? Puesto que los filósofos cosmopolitas reconocen un mundo de individuos portadores de derechos, seguramente se les debería llamar liberales. Pero la mayoría de estos individuos conceden un gran valor a su pertenencia particular y se identifican a sí mismos como franceses, japoneses, árabes, noruegos, y no como ciudadanos del mundo. A mi parecer, la negativa a reconocer estas identidades y a valorar el pluralismo que emana de ellas es iliberal. Un Estado global y cosmopolita tendría que reprimir de un modo brutal la identidad nacional o la lealtad étnica de (casi) todo el mundo. Para evitar la brutalidad, los cosmopolitas liberales deberían hacer las paces con los nacionalistas liberales. La paz se llama internacionalismo(...)La mayoría de estos posibles usos del adjetivo “liberal” no son relevantes hoy en día. Pero aquellos con los que empecé no solo me parecen relevantes, sino de una trascendencia fundamental para la política contemporánea. Necesitamos demócratas liberales para combatir el nuevo populismo; socialistas liberales para combatir el frecuente autoritarismo de los regímenes de izquierdas; nacionalistas liberales para combatir los nacionalismos actuales, xenófobos, antiislámicos y antisemitas; comunitaristas liberales para combatir las pasiones exclusivistas y el fiero partidismo de algunos grupos basados en la “identidad”; y judíos, cristianos, musulmanes, hindúes y budistas liberales para combatir el inesperado regreso del fanatismo religioso. Estas son algunas de las batallas políticas más importantes de nuestra época, y el adjetivo “liberal” es nuestra arma más importante.
Los argentinos y los españoles habitamos en las dos puntas más extremas de la cuerda psicoanalítica. Nosotros vamos al psicólogo sin prejuicios y en masa, como quien concurre a la matiné del cine los domingos; ellos lo hacen con gafas de sol y a escondidas del barrio, como quien decide ir por primera vez a un cine porno para ver una cinta indecorosa. Y ni siquiera. En realidad —en los quince años que viví allí, a principios de este siglo— no conocí a ningún español que fuese al psicólogo por propia voluntad. Suelen llevarlos los parientes cercanos cuando huelen el suicidio o la debacle.[...] En nuestro lenguaje coloquial utilizamos los neologismos depre, neura, masoca y persecuta como quien dice «agüita fresca», y también hemos creado los verbos histeriquear, paranoiquear y sicopatear —tuvimos que inventarlos porque no podríamos armar una frase sin conjugar alguna de esas acciones—. El argentino medio conoce las diferencias básicas entre la terapia freudiana y la gestáltica. El español medio, a fuerza de ir siempre al grano, todavía sigue confundiendo psicología con psiquiatría.[...] Los argentinos y los españoles somos dos familias destrozadas. Estamos hechos mierda por motivos tan diferentes, tan extremos y extrañamente tan idénticos, que parecemos rostros calcados en el reverso y el anverso de la misma hoja.[...] Nosotros, los argentinos, deberíamos aprender a bajar dos cambios en la retórica del por qué y preguntarnos, de verdad, quién carajo nos ha hecho tanto daño. (Cuando Argentina mete un gol, los diputados se suben el sueldo porque todos estamos saltando.) Deberíamos matar de una vez al padre de todas nuestras miserias. Aprender de los españoles, al menos, esa mínima enseñanza.Y ellos, está claro, deberían saber que ya es hora de sentarse en el diván, entrecerrar los ojos y empezar a preguntar por qué.
Nazareth Castellanos: “Casi la mitad del tiempo nuestro cerebro es un vagabundo”Solemos pensar en él como un ente invariable e indiferente a las demás zonas del cuerpo. Pero esta neurocientífica que estudia su interacción con el corazón, el intestino y otros órganos, lo tiene claro: nuestra fábrica de pensar es una infinita caja de sorpresas.BORJA HERMOSOMadrid - 14 OCT 2022 - 05:40 CESTNazareth Castellanos (Madrid, 45 años) es licenciada en Física teórica y doctora en Neurociencia por la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Madrid. Se formó y trabajó en prestigiosas aulas y laboratorios de Alemania, Inglaterra y España. Pero un buen día, hace años, cayó en la cuenta de algo: avanzaba como un turborreactor en sus conocimientos técnico-científicos, sí…, pero se había estancado del todo en el conocimiento de su propio yo. Aquello la perturbaba, y dijo “basta”. No es del todo así, porque siguió y sigue investigando —en la actualidad dirige el proyecto Interacción Cerebro-Cuerpo durante la Meditación, bajo los auspicios de la Universidad Complutense—, pero decidió que había que contar, además de los qués, los cómos, los porqués y los para qués. Así que, mientras seguía haciéndose a sí misma todas las preguntas del mundo mediante la práctica de la meditación, se puso a ofrecer algunas respuestas en conferencias, coloquios y mesas redondas. También se puso a escribir libros sobre las relaciones entre el cerebro, el corazón y los demás órganos del cuerpo, como Alicia y el cerebro maravilloso o El espejo del cerebro. El más reciente de ellos es Neurociencia del cuerpo. Cómo el organismo esculpe el cerebro (editorial Kairós).“La mente puede ser el infierno o el paraíso”. John Milton, siglo XVII. ¿De qué depende?Yo creo que depende de un equilibrio, es una balanza. Uno de los conceptos que más me gustan dentro de la neurociencia cognitiva, que es esa relación entre mente, materia y cuerpo, es ese, el de balanza. Por una parte están las influencias y las condiciones, que pertenecen más al ámbito científico, pero por otra están la voluntad y el esfuerzo, cosas que no estudiamos desde el punto de vista científico y que cada vez inculcamos menos en las escuelas. La voluntad y la intención son lo que nos distingue de otros seres. Y a veces llevan al infierno. Aunque es verdad que hay situaciones que son el infierno y no te has metido tú en ellas.Hay bastantes infiernos en llamas… ¿Igual los medios estamos siendo un poco alarmistas?Pues sí, a mi juicio, la visión que están dando los medios es excesivamente dramática. Todo es horrible, es un contexto dramático, todo es incertidumbre… Cuidado: incertidumbre es que no sabes lo que va a pasar, pero, en cambio, se habla de un modo muy determinista, en el sentido de que todo es y va a ser catastrófico. Es como una especie de profecía que se autocumple. Estamos manipulando mucho a las personas y llevándolas a resaltar solo lo mal que estamos.La tentación del “estamos peor que nunca”.Pero estamos mejor que nunca.Bien, bien… no. Mejor que en la Edad Media, desde luego.¡No hace falta irte a la Edad Media! ¿Alguien se cree que con anteriores pandemias, con la gripe española, por ejemplo, iba el Estado allí a ayudar a que los profesores se organizaran, a que las empresas pudieran recibir ayuda, a que hubiera una mínima asistencia sanitaria para todos? Pues no, la gente se las apañaba y punto. Nadie dice esto, y al que lo dice le acusan de ingenuo y de frívolo. Yo he pasado mucho tiempo estudiando recuperación de daño cerebral, y he visto cerebros en muy mal estado cuya plasticidad neuronal ha mejorado muchísimo, pero muchísimo, en seis meses.Perdón, ¿qué es la plasticidad neuronal?Es la capacidad que tiene el cerebro de reorganizarse. El gran descubrimiento de Ramón y Cajal fue que nuestro cerebro está formado por neuronas que no se tocan. Es la teoría neuronal. Y él descubrió que el cerebro tiene la capacidad de ser plástico. Antes de eso se pensaba que el cerebro no cambiaba nunca. Pero sí cambia, y evoluciona.Es más, no creo que los de esta mañana seamos los de esta tarde.Y eso me encanta. Mira el cerebro de los actores…, tienen la capacidad de instaurar la personalidad de su personaje.¿Cambiamos mucho más de lo que pensamos, entonces?Por supuesto, pero no lo vemos.Pues no parece que a la gente le guste mucho que uno cambie.Nos gustan las personas que nos parecen coherentes. ¡Pero claro, coherentes para mí! ¡Que no me cambien el mundo! En el fondo se trata de miedo a la incertidumbre. Tenemos ansia de encajarlo todo. Ahí influyen mucho los medios, y las películas, y las series de televisión. Todo esto es algo que yo ahora estoy estudiando mucho.¿Qué cosa?La influencia que tiene todo lo que nos rodea, lo permeables que somos. Ahora estoy con un proyecto precioso sobre la interacción entre los cuerpos.¿Interacción? ¿En qué consiste?Nuestros cuerpos ahora mismo se están comunicando, en esta conversación, y no solo con la palabra. Los cuerpos hablan, se comunican el cerebro y los sistemas nervioso, cardiaco y endocrino. Esto se llama reciprocidad fisiológica: por ejemplo, tú llegas a casa, has vuelto de trabajar y estás superestresado, con unos niveles de cortisol tremendos. Llegas y dices: “Vale, me voy a calmar”. Vale, pero tu cuerpo está lleno de esa hormona. Y el cuerpo de tus hijos —debido a que son tus hijos— lo recibe, y se empiezan a poner un poco más nerviosos. Es como un virus.¿Se contagia?Desde luego.Suena increíble.Son estudios científicos demostrados. Y en el caso de una madre, la reciprocidad se da por igual con un hijo o con una hija. En el caso del padre, se contagia más a la hija.Cuesta creerlo…Somos esponjas. Y tu corazón y tu cerebro actúan de una forma que llega a tus hijos. Si estás bien y tienes altos tus niveles de oxitocina, suben también los de ellos. No solo ocurre con los hijos, claro. En el trabajo podemos impactar sobre los demás. Si mi compañero de oficina está de mala leche, eso puede impactar en mí. Vivimos en un entorno, y eso hay que tenerlo presente, aunque a veces la medicina nos aísle mucho y parezca que vivimos en el cosmos.Para un lego en la materia, eso de que los cerebros y los corazones interactúan suena a ciencia ficción…Pues es así. Imagina que han hecho una foto de nuestros cerebros hace media hora y que han vuelto a hacerla ahora, que llevamos ya media hora hablando. Se parecen cada vez más. Se copian.¿Habla en serio?Es que, si no, no nos podríamos comunicar. Comunicarse es incorporar al otro. Podría enseñarte imágenes increíbles. Se llama sincronización de fase intercerebral.Pero ahí la voluntad jugará un papel. ¿O esa comunicación y esa incorporación se establecen de manera totalmente involuntaria?Todo es un baile entre lo voluntario y lo involuntario. El filósofo Henri Bergson definía la vida como la libertad insertándose en la necesidad. Eso es la meditación, por ejemplo: un baile entre lo voluntario y lo involuntario. Tú estás ahí, queriendo meditar, ¡pero te acuerdas de que tienes que poner una lavadora!¿La banqueta donde uno se sienta a meditar se parece al diván donde se tumba para la terapia?Son opuestos. La diferencia está clara. En la terapia te analizan, en la meditación te escuchas.Dicen que lo más importante para meditar es no tener expectativas y no esperar resultados. ¿Es así?Es verdad. Las expectativas son un gran obstáculo para meditar. Es lo que más hace abandonar a la gente. Fui una vez a un retiro de meditación de 12 días en Nepal. Antes de empezar, preguntaron: “¿Quién de aquí espera haber aprendido algo?”. Algunos levantaron la mano. “Bueno, pues se les va a devolver el dinero y ya se pueden ir”.Seguramente esta es una reflexión muy tonta, pero estoy pensando en que para estudiar cómo funciona el cerebro, hay que echar mano… del cerebro. No deja de ser un proceso curioso.Un poeta escribió: “Intentar abrir el cofre que contiene la llave que abre el cofre”. Y cuando estoy estudiando o investigando, me digo: “Qué gracia, estoy estudiando cómo funciona mi cerebro para que yo esté estudiando”.Frente a ese “centrarse en algo concreto”, como es una investigación científica, usted habla del “vagabundeo mental”. ¿Puede explicarlo?Es uno de los conceptos más interesantes en torno a la actividad cerebral. [El escritor y sacerdote] Pablo d’Ors decía que hay que pasar de ser un vagabundo a ser un peregrino. En el cerebro existen esos dos estados. Según un estudio de la Universidad de Harvard, casi la mitad del tiempo —más o menos un 47% del tiempo en que estamos despiertos— nuestro cerebro es como un vagabundo. Y de vez en cuando, por ejemplo, cuando investigamos o cuando practicamos meditación, se convierte en peregrino. Y está claro que el cerebro necesita vagabundear, perderse…, ¡pero el 47% es excesivo! Eso es lo que la Universidad de Harvard identifica como una de las mayores fuentes de insatisfacción vital: ese vagabundeo hace que nos sintamos a la deriva. Lo hizo en un artículo publicado en 2010 en la revista Science titulado A Wandering Mind Is an Unhappy Mind [una mente divagante es una mente infeliz].Pero desde un punto de vista neuronal, ¿qué es vagabundear?Es un estado que se llama red neuronal por defecto (RND). La persona que lo descubrió en 1990, Marcus Raichle, de la Universidad de Washington, lo define como “el ruido de fondo del universo”. Durante ese estado, que es espontáneo, el cerebro empieza a generar actividad de forma estocástica, es decir, al azar. Se llaman “sueños diurnos”. Igual te preguntan: “¿En qué piensas?”, y tú respondes: “En nada”, porque no eres consciente. Sin embargo, ahí dentro hay una vorágine descomunal. Ahora bien, de todas esas funciones que hace ese “vagabundeo”, se calcula que solo un 30% es indispensable. El resto se ha comprobado que no sirve para nada, que es una disipación de energía enorme. Todo eso tiene implicaciones en las enfermedades neurodegenerativas: cuanto más tiempo pasas en ese estado a lo largo de tu vida, más probabilidades tienes de tener depósitos de placas de beta-amilo, que es lo que tienen las personas con alzhéimer o con demencia.Esa divagación mental, esa disipación de energía, provocará grandes dosis de frustración…Exacto. Todo ese diálogo interior tiene que ver, por ejemplo, con el narcisismo, con la ansiedad, con una peor valoración de lo que te rodea… porque, en el fondo, se generan muchos pensamientos que son mejores que la realidad.Y de ahí los castillos en el aire, los cuentos de la lechera…Eso es, de repente la mente choca con “madre mía, esto no es lo que yo creía, no todo es tan guay”.¿Por qué se genera esa divagación mental, o qué la genera?Es una actividad espontánea del cerebro, no se sabe qué la genera. Bueno, hoy en día sí se sabe que una de las fuentes es el propio organismo, lo que pasa dentro de él, y entre otros lugares, dentro del intestino. De ahí la importancia que tienen la dieta y el ejercicio físico. Yo no voy a tener hoy el mismo cerebro si he desayunado un dónut con una coca-cola que si he desayunado un café y un buen pan con aceite de oliva.O sea, que las guarrerías alimentarias también influyen en nuestro cerebro. Quién lo iba a decir.Ya se sabe que el cerebro regula estómago e intestino. Si estás nervioso, puedes tener problemas digestivos. Vale. Pero en nuestro cuerpo, son más poderosos los ejes de abajo hacia arriba que los de arriba hacia abajo. Comemos algo, ese algo está media hora procesándose en el estómago y empieza a pasar al intestino. Allí está toda la microbiota intestinal, todos esos microorganismos que no solo tienen la función de ayudar a captar los nutrientes, sino que además informan al cerebro y organizan parte de los neurotransmisores, regulan los factores de crecimiento neuronal, por ejemplo para el aprendizaje, y determinan el estado de ánimo. Hay estudios que han identificado cómo, en los niños, una mala dieta es proporcional al número de rabietas. Y en los adultos, igual. Así que, en definitiva, lo que comemos afecta a zonas del cerebro.Bueno, el eslogan Mens sana in corpore sano no es de ayer…Desde luego. Es que si ya el día a día es difícil de por sí, si además le echamos gasolina al fuego con el tema de la alimentación… o, por ejemplo, respirando mal…¿Respiramos mal?Sí, respiramos por la boca, o nuestra espiración es más corta que la inspiración. Eso provoca situaciones estresantes. Si la espiración es más larga, el cerebro controlará más la respuesta endocrina ante el estrés. La espiración tiene que ser al menos el doble que la inspiración. ¿Por qué? Porque cuando yo inspiro, el cerebro se activa, y cuando espiro, se relaja. Pero casi nadie lo hace bien.Cuántas cosas que no vemos, ni olemos, ni sentimos, sin embargo, nos pasan y explican eso de “uf, qué mal día tengo hoy”, ¿no?Pues sí. Por eso somos vagabundos de nuestro cuerpo. Pero vaya, que esto de cómo la respiración influye en los estados mentales ya lo sabían hace 3.000 años en la antigua India con las técnicas pranayama para el yoga. Pero hay una gran arrogancia occidental con las medicinas antiguas y parece que lo hemos inventado todo nosotros hace poco. Es un desprecio que viene del desconocimiento. Se debería hablar de “medicinas”, no de “la medicina”…, sería más humilde. La medicina china tiene miles de años, y no se habría mantenido si no hubiera sido efectiva.Esas conexiones que usted y otros identifican entre cerebro, corazón y otras regiones del organismo, ¿son bien vistas por todo el mundo científico?Hay cosas que la ciencia no puede explicar al 100%, y entonces intervienen factores filosóficos. El mundo científico a veces es frío, y a mí me parece peligrosa esa frialdad. Eso no es ciencia, eso es técnica, por muy sofisticada que sea. Yo tengo un ordenador que mide 1.000 veces al segundo lo que hace el cuerpo en 7.000 puntos diferentes. Increíble, ¡pero yo eso no se lo puedo contar a mi madre! O sea, que ahí nos encontramos una puerta cerrada. Para mí, el verdadero científico es el que obtiene datos y los transforma en conocimiento. A veces la gente quiere explicaciones más profundas, y como la ciencia no se quiere pronunciar, deja lugar a veces a la charlatanería. Yo he vivido esta revolución, y a mí y a otros nos han llamado de todo por sugerir estas cosas. Era una locura.¿Y se lo siguen llamando?No, claro, porque Harvard, la University College de Londres y otras universidades han dicho que esto era así…En su libro infantil Alicia y el cerebro maravilloso [Penguin Random House], usted sostuvo que a ser feliz se aprende. ¿No es mucho sostener?Claro que se aprende.En el caso de que exista como tal. La felicidad, así como concepto absoluto, quiero decir.La felicidad se aprende cuando aprendemos a cuidarnos. Para mí, está relacionada con un concepto que tendríamos que desarrollar mucho más en la sociedad, que es el de la intimidad. Pascal decía que un gran problema de la humanidad es que no sabemos estar con nosotros.Igual nos da miedo.Claro. En Harvard hicieron un experimento tremendo. Metieron a un grupo de personas en una sala con paredes blancas, sin nada. Les dijeron: “Puedes estar un minuto o una hora; lo único que tienes que hacer es mirar hacia dentro, ver tus propios pensamientos”. La gente aguantó de media seis minutos. El 72% definió la situación como desagradable. La conclusión del experimento fue: es muy duro estar con alguien que no conoces.
Marjan Bouwmeester: “El miedo a la soledad puede ser politizado y manipulado”https://elpais.com/ideas/2022-11-04/marjan-bouwmeester-el-miedo-a-la-soledad-puede-ser-politizado-y-manipulado.htmlLa filósofa holandesa indaga sobre uno de los sentimientos que más nos acecha. A todos, en algún momento, nos tocará. Mejor estar preparadosP. ¿El miedo a la soledad puede ser manipulado políticamente?R. Todo miedo puede ser manipulado. El miedo es una energía que puede ser politizada y es algo peligroso. Puede ser usado para intentar volver a una forma de vida con valores más tradicionales y yo no quiero volver a una vida en la que tenga que desempeñar el papel tradicional de la mujer. Creo que debemos resistirnos a ello.P. ¿Cómo lo combatimos?R. No perdiendo la cabeza, ateniéndonos a los hechos. Mirar lo que está pasando de verdad, no dejarse inundar por el miedo a cosas que podrían pasar o que pueden haber pasado en otro lugar. Mira a tu alrededor. ¿Es realmente necesario sentir ese miedo? Hay que mantenerse sereno. Otra respuesta al miedo es el amor y la esperanza. Y puede sonar muy espiritual, pero creo que es verdad. Practica el amor, la esperanza. No practiques el miedo. No cultives el miedo, cultiva la esperanza.
El increíble arte de traducir las lenguas prerromanas sin una piedra RosettaEl epigrafista Manuel Gómez-Moreno descifró a medidos del siglo XX la escritura de los pueblos de Hispania, lo que permite leer inscripciones como el reciente hallazgo de la Mano de IrulegiJean-François Champollion (1790-1832), considerado el padre de la egiptología moderna, ha pasado a la historia por ser el primero en descifrar, hace dos siglos, en 1822 la escritura jeroglífica, gracias al estudio de la piedra Rosetta, un mismo texto en tres idiomas (egipcio jeroglífico, escritura demótica, propia de la casta sacerdotal, y griego) que fue hallado en 1799 durante las campañas napoleónicas en Egipto. Por ello, el nombre del genial epigrafista francés se recuerda en múltiples artículos, libros, estudios, películas, documentales, estatuas, calles... Sin embargo, no ocurre lo mismo con el granadino Manuel Gómez-Moreno (1870-1970), que descifró las escrituras prerromanas a mediados del siglo XX ―pero sin piedra Rosetta de por medio― armado solo con cuadernos y lápices. Su nombre vuelve así a primer plano tras el reciente hallazgo de la llamada Mano de Irulegi cerca de Pamplona, un objeto de hace 2.100 años, con 40 caracteres en la lengua protovasca y la traducción de su primera palabra (sorioneku, buen augurio) por parte de los catedráticos Javier Velaza y Joaquín Gorrochategui. ¿Cómo pudieron estos desentrañar su significado?Los cinco grandes idiomas (lusitano, celtíbero, íbero, protovasco y tartésico) que se hablaban en el momento en que los romanos desembarcaron en la península (218 a. C.) pueden ser leídos e interpretados gracias a epigrafistas como el marqués de Valdeflores (1722-1772), Gómez-Moreno y Antonio Tovar (1911-1985), si bien aún restan muchas dudas e incógnitas que es necesario despejar. Martin Almagro Gorbea (Barcelona, 76 años), excatedrático de Prehistoria y especialista en protohistoria ibérica, lo resume así: “Actualmente, solo se discute si en un texto pone ‘esta es la estela de Fulano’ o si, por el contrario, hay que traducirlo como ‘aquí está enterrado Fulano’. Y se lo debemos, en gran parte, a Gómez-Moreno, el gran epigrafista español”.La península Ibérica siempre fue una especie de reservorio de lenguas indoeuropeas y no indoeuropeas. Al estar en el Finisterre del continente y, por lo tanto, alejada de los grandes flujos migratorios occidentales, sus idiomas se mantuvieron arcaizantes y con escasos cambios. Los habitantes de Hispania, dividida en dos grandes masas terrestres (atlántica y mediterránea), estuvieron fuertemente cohesionados por razones comerciales, lo que provocó que muchos de ellos fueran posiblemente bilingües. Por ejemplo, los rebaños de los pastores trashumantes celtíberos del norte pastaban en invierno en el meridional Tartessos o Gadir, una ciudad eminentemente mediterránea, pero en pleno Atlántico.En el tercer milenio a. C., gentes indoeuropeas procedentes de Ucrania y del sur de Rusia penetraron en el Báltico, generando las lenguas germánicas del norte de Europa, mientras que los que se desplazaron hacia el Oeste dieron lugar a las célticas. El hecho de que este grupo humano portase el grupo genético R1b ―que les permitía, por ejemplo, asimilar de adultos las proteínas de la leche y acumular grandes reservas de ferritina, lo que facilitaba su supervivencia y expansión― ha llevado a los investigadores a seguir su rastro lingüístico en Hispania y Europa. Así han determinado que los protoceltas se asentaron en la Península en forma de mosaico por toda el área atlántica y con ellos llegó el idioma que los lingüistas denominan lusitano. Cuando apareció la escritura, dos milenios después, su huella idiomática se hizo visible desde el norte peninsular hasta sierra Morena.En las zonas mediterráneas, en cambio, se hablaba la lengua ibérica. Este idioma procedía de Anatolia (Turquía) y se extendió en el quinto milenio por el Mediterráneo occidental. Se impuso en el Levante español, Jaén y Andalucía Oriental, donde coincidió con la cultura del Argar y la prototartésica, que tenía su propio idioma, el tartésico (zona de Huelva y sur de Portugal). La lengua ibérica se relacionó por contacto, además, en el norte peninsular con el protovasco, aunque este último también puede estar interconectado con el protosardo.En el 1200 a. C, por los pasos orientales de los Pirineos irrumpieron gentes de una cultura celta conocida como de los campos de urnas, nombre que reciben porque tenían la costumbre de incinerar a sus muertos y enterrarlos dentro de vasijas en amplias necrópolis. En su expansión alcanzaron la zona del alto Jalón (Zaragoza), el Sistema Ibérico, Soria y Guadalajara. Son lo que se conoce como celtíberos, un grupo humano que se impuso en estas áreas a los celtas más antiguos que llevaban siglos asentados en la Península. Su lengua, el celtibérico, está muy próxima, por tanto, a los idiomas celtas de Europa, aunque debido a su ubicación geográfica no evolucionó tanto como sus hermanos: el celta galo o el celta gaélico. Estos celtíberos se desplazaron luego hacia el occidente peninsular ―eran ganaderos― con lo que absorbieron lingüísticamente a otros pueblos ibéricos de esas áreas, como los vacceos o los vetones, que se celtiberizaron. Se extendieron hasta una imaginaria línea que va de las actuales Astorga a Mérida.Al oeste de esta franja, se mantuvo, en cambio, la lengua indoeuropea de los lusitanos, en lo que hoy es Galicia, Portugal y Extremadura. Su idioma tenía, como el español, solo cinco vocales. De esta lengua solo se conservan cien palabras, a medio camino entre el celta y el itálico, por lo que su interpretación resulta todavía difícil. Posiblemente, sea una lengua que desgajó cuando el celta y el itálico no se habían diferenciado aún con las primeras migraciones. A diferencia del resto de pueblos ibéricos, los lusitanos solo empezaron a escribir una vez conquistados por las legiones de Roma. De hecho, existen algunas inscripciones de sacerdotes lusitanos con instrucciones rituales, pero con un prólogo en latín. Este idioma fue identificado por Antonio Tovar en los años cincuenta del siglo pasado.Las élites íberas, al contrario, sí conocían la escritura: la tomaron de los tartésicos en el siglo VI a. C. ―mantenían relaciones comerciales con ellos―que, a su vez, la adaptaron de los fenicios hacia el siglo VIII a. C. Este alfabeto desarrolla un sistema semisilábico, que consiste en escribir vocales y consonantes líquidas y nasales con un solo signo, pero también usa un único signo para las sílabas oclusivas (sistema silábico). La escritura ibérica se divide, a su vez, en meridional (Andalucía, Murcia y Alicante) y levantina (de Valencia al Rosellón, en Francia).Los celtíberos, por su parte, copiaron la escritura de los íberos, de tal manera que es la misma prácticamente con solo algunas variaciones. El descubrimiento de la Mano de Irulegi en Navarra, 40 signos, demuestra que los protovascos tomaron ―también con algunas variaciones para reproducir sonidos propios de su lengua― la escritura de los celtíberos. La lengua vascona se hablaba al sur de los Pirineos, entre Jaca y Navarra hasta Aquitania (sur de Francia), no en el actual País Vasco, cuyos habitantes se entendían en celta, como demuestran los nombres de los accidentes geográficos (Deva o Nervión, por ejemplo). Lo que ahora es Euskadi solo se vasquizó lingüísticamente durante la Edad Media, por lo que este territorio fue conocido desde entonces como Las Vascongadas, que significa las tierras que se vasquizaron.¿Pero cómo es posible interpretar todas estas lenguas sin piedra Rosetta? El primero que identificó la lengua celtibérica fue el marqués de Valdeflores, Luis Joseph Velázquez de Velasco y Cruzado, en el siglo XVIII. Escribió un tratado sobre sus signos gracias a las monedas que logró identificar de la época. Pero el espectacular salto se produjo con los estudios de Manuel Gómez-Moreno, que cotejó las inscripciones de las monedas celtíberas con las romanas de una misma ciudad. De tal manera que el nombre de poblado escrito en las dos piezas numismáticas permitía comparar las dos escrituras y llegar a entender sus símbolos. De todas formas, su gran aportación fue descubrir el sistema semisilábico (alfabeto compuesto por letras y sílabas). El lusitano, por su parte, fue desentrañado por Tovar años después.El alemán Jürgen Untermann (1918-2013) recopiló un vocabulario en sus Monumenta linguarum Hispanicarum de todas las palabras desentrañadas de la península Ibérica. Así, del lusitano se conocen un centenar, del tartésico unas decenas ―porque casi no se han hallado inscripciones―, del ibérico y del celtibérico casi un millar de cada una.¿Y de todas estas palabras cuántas se entienden? “Se lee con seguridad el 80% de las celtibéricas y el 60% de las ibéricas, mientras que del tartésico, muy pocas porque los expertos no se ponen de acuerdo si es una lengua indoeuropea mezclada con elementos antiguos. Del lusitano se entiende el 60%. Pero esto no significa que se hayan desentrañado los idiomas en este porcentaje, sino que somos capaces de leer en esos tantos por ciento los textos que hemos encontrado”, explica Martín Almagro.Actualmente, los expertos están intentando realizar avances a través de la inteligencia artificial. “Primero se están haciendo los corpora [bases de datos de las palabras identificadas] y, cuando los tengamos, se meterán en los ordenadores. Hay lingüistas trabajando en ello, pero si no tienes datos, no se puede avanzar. La arqueología está atrasada en esto. Seguimos buscando monedas mirándolas en los libros. Lo lógico sería ponerlas en un escáner y encontrar paralelos”, añade el catedrático.Existe una base de datos (hesperia.ucm.es) que pone a disposición de los interesados todo lo que los lingüistas conocen del tartésico, celtíbero, íbero y protovasco. Es de acceso libre y en sus mapas se puede localizar y leer todo lo que se sabe de las inscripciones encontradas. No incluye traducciones, pero sí la descripción de los objetos (de monedas a lápidas) con las palabras grabadas en ellos y el contexto arqueológico en que fueron halladas.
Edgar Morin es un hombre con una misión. Una misión inacabada, inaplazable, ineludible: transmitir sus ideas, compartir sus conocimientos, ofrecer un legado lo más nutrido posible. La producción intelectual le mantiene lúcido y alerta a sus 101 años. Le alimenta. Le conserva: se ve a sí mismo “poseído” frente a su ordenador cada vez que se enfrenta a un libro o un artículo. En su libro Lecciones de un siglo de vida, confiesa que fue mal hijo y mal padre. No mal esposo, dice. Ni mal pensador.(...)P. En su libro Lecciones de un siglo de vida dice usted que es fundamental tener una vida poética.R. No se puede vivir poéticamente todo el rato. La vida es una lucha entre prosa y poesía. La prosa son las cosas aburridas, las que tienes que aguantar. La poesía es ese estado de encantamiento, de comunión, de disfrute, el que te da el amor por otro, la amistad colectiva, una obra de arte… Cada uno de nosotros debe intentar cultivar la parte poética de la vida porque eso es vivir. Lo otro es solo supervivencia.P. ¿Qué es lo que más le sorprende de la forma de vida contemporánea?R. En las grandes ciudades, sobre todo, el anonimato. Yo viví en mi juventud una época en que los vecinos no solo hablaban entre ellos, sino que se ayudaban, charlabas con el dependiente de la tienda… Hoy asistimos a la destrucción de la convivencia. Algo queda, con los amigos, con la familia. Además del anonimato, están la robotización de la vida, las obligaciones cronometradas cada vez más estrictas en el trabajo… Todo esto conduce a una degradación de la civilización, del civismo y de las relaciones humanas.P. Usted suele decir que en nuestras sociedades se está produciendo una metástasis del ego.R. El individualismo moderno ha desarrollado aspectos positivos, como la conquista de la autonomía. Pero también negativos, como el predominio de uno mismo sobre los demás. El ser humano es, por un lado, egocéntrico: debe defenderse, alimentarse y pensar en sí mismo; pero también está abierto a los demás, es comunitario, está el amor… El egocentrismo debe reducirse al mínimo vital de conservación. La fraternidad es algo capital.(...)P. En este punto de su vida, ¿cómo se define usted políticamente?R. Me defino como un hombre de izquierdas. Pero desde mi ruptura en 1951 con el comunismo, soy independiente de cualquier partido y quiero seguir siéndolo. Ser de izquierdas significa tomar elementos de tres fuentes principales, y de una cuarta: del anarquismo, el individuo libre; del socialismo, una sociedad mejor; del comunismo, una hermandad humana. Estas tres nociones se han separado y opuesto y, para mí, estas tres nociones deben estar asociadas. La cuarta es la relación con la naturaleza que nos enseña la ecología.P. ¿Y cómo se debe situar la izquierda frente a ese desarrollo económico capitalista?R. Hay que revertir la hegemonía del beneficio en todos los ámbitos donde sea posible. En agricultura, dejar progresivamente la industrializada para ir hacia una ecológica. Hay que recuperar el sentido de la solidaridad. El neoliberalismo económico tiende a destruir los servicios públicos, hay que insuflarles vitalidad. Hacen falta reformas para transformar paulatinamente la sociedad porque, en mi opinión, la revolución no es posible; al menos, tal y como ha existido, ha sido más destructiva que constructiva, pienso en la Unión Soviética o en China. Esta es una misión colectiva progresista y, por el momento, no hay ninguna fuerza política capaz de impulsarla.P. ¿No encuentra usted en ningún país una fuerza de izquierdas que le resulte interesante?R. Hubo intentos, pero duraron muy poco y fracasaron, como el Ecuador del presidente Correa; en Chile hubo un impulso, pero no concluyó; en Brasil, hubo elementos positivos, pero no funcionó. El planeta está en un proceso de regresión política generalizada: crisis de la democracia, regímenes con fachada democrática y neoautoritarios que se multiplican… No es solo el caso de Rusia, Turquía o Hungría. En Europa hay otros países amenazados, como Francia.(...)
[...] Más importante aún fue la evolución del propio juego que pasó de ser un juego de acciones individuales a un juego colectivo, del dribbling game al passing game. En un origen lo que se pretendía era lograr la acción individual más vistosa, y como apunta, Fernández Aja, pasar el balón a un compañero se consideraba una debilidad. La historiadora explica que fue la llegada de los obreros a los terrenos de juego lo que cambió radicalmente la forma de juego, conscientes de su inferioridad física frente a los equipos provenientes de las clases aristocráticas, estos jugadores de origen trabajador comenzaron a hacer pases para llegar hasta la portería rival. “Hacia 1876, el juego de pases reemplaza al dribbling game y el espíritu colectivo de los obreros suplanta también al individualismo burgués”, apunta la historiadora. Más de cien años después, una selección de jugadores españoles que no el alcanzaban el 1,75 m de media dominó el fútbol mundial durante casi una década, volviendo locos a los equipos rivales, que con jugadores mucho más fuertes, rápidos y altos que ellos eran incapaces de tocar el balón.