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Santander dice que la regulación del teletrabajo puede elevar sus costes laboralesEl Ministerio de Trabajo ha redactado un anteproyecto de ley del teletrabajo que contempla que las empresas deberán pagar los gastos en los que incurre el trabajador en su casa "en su totalidad"La expansión del teletrabajo, por la crisis del coronavirus, está provocando que los gobiernos de todo el mundo, también el de Pedro Sánchez, comiencen a regular la actividad del trabajo a distancia. El primer banco español, Santander, advierte que esta nueva realidad laboral puede afectar a su negocio y elevar sus costes.La entidad presidida por Ana Botín ya sabe lo que es operar en un mercado en el que está regulado el teletrabajo. En Chile, donde Santander emplea a 10.900 personas (29.000 en España), el pasado 24 de marzo entró en vigor la Ley 21.220, que regula las condiciones de empleo de los teletrabajadores."Es probable que estas nuevas obligaciones afecten directamente los costes de las empresas que desarrollan sus actividades sustancialmente a través del teletrabajo", informa Santander Chile en un reciente comunicado enviado al regulador del mercado estadounidense, la SEC. "Las obligaciones establecidas en el la Ley de Teletrabajo pueden conducir a un aumento material en nuestros costes laborales", afirma Santander Chile en su comunicado. "Además, no podemos asegurar que este cambio o cualquier cambio regulatorio futuro relacionado con el teletrabajo o las condiciones de trabajo no tengan un impacto material en nuestro negocio", añade.La norma chilena crea una serie de obligaciones para las empresas con sus empleados que trabajan desde casa o desde un lugar que no sea la oficina, teniendo que firmar las dos partes un acuerdo "de trabajo a distancia". La Ley de Teletrabajo de Chile brinda la posibilidad a las partes de establecer horas de trabajo semanales totales, que el empleado puede distribuir según su conveniencia. Los teletrabajadores cuentan con "el derecho a la desconexión, según el cual el empleado tiene derecho a desconectarse del trabajo y no recibir comunicaciones de la empresa durante 12 horas en un periodo de 24 horas", explica Santander.De acuerdo a la ley chilena de teletrabajo, las empresas además tienen que proporcionar a los empleados las herramientas de trabajo necesarias para llevar a cabo sus funciones a distancia; pagar los costes de operación, funcionamiento, mantenimiento y reparación de los elementos necesarios para la prestación de los servicios de forma remota, que incluyen internet y electricidad. Santander explica que, como resultado de la pandemia de covid-19, aproximadamente el 95% de sus empleados corporativos en Chile, cerca de 6.500 personas, están teletrabajando.Anteproyecto en EspañaEl Gobierno español trabaja en la regulación del teletrabajo. El Ministerio de Trabajo ha elaborado un anteproyecto de ley según el cual los teletrabajadores tendrán derecho al "horario flexible".El texto normativo del Ministerio que dirige Yolanda Díaz, que se encuentra en audiencia pública, fija que los costes que conlleve para el trabajador el desarrollo del trabajo a distancia deberán ser sufragados en su "totalidad" por la empresa.El pasado 10 de marzo Santander se adelantó al estado de alarma decretado por el Gobierno cuatro días después y envió a 10.000 de sus empleados en Madrid a trabajar desde sus casas.A finales del pasado mes de mayo la entidad comenzó a reincorporar a sus trabajadores a las oficinas y prevé que en septiembre culmine la llegada a su sede situada en Boadilla del Monte de 8.000 empleados.
Como mando intermedio que soy, les dejo mis dos céntimos sobre el teletrabajo.Lo primero que le dije al equipo cuando "tomé posesión del cargo" es que si algún día querían teletrabajar me parecía bien, pero no como norma general. Lo siguiente fue mover mi sitio para sentarme con el equipo (no en las mesas de los managers). No lo hice para contar las horas que la gente está sentada, ni para ver si están en Facebook o trabajando (si quisiera mirar esas cosas tengo mil alternativas, no me hace falta mirar su pantalla por el rabillo del ojo). Lo hice para enterarme bien de cuáles son las dinámicas y los problemas del equipo. Qué va bien, qué va mal, que pasa cuando alguien se acerca a hablar con ellos, qué está pasando realmente.En el primer mes descubrí que había un conflicto creciente entre dos miembros del equipo (solucionado), que a uno de mi equipo (currante buenísimo que nunca sabe decir que no) otro departamento lo tenía machacado (solucionado también). Que otro muy callado que parece que no hace mucho trabaja una barbaridad pero no se publicita (ahora ya tiene visibilidad) y que una empleada con muy buena voluntad, lamentablemente no es lo que necesitamos ahora mismo. A un empleado junior le tuve siguiéndome en cada conversación.. ahora es totalmente autosuficiente. Todo esto no se podría haber conseguido teletrabajando.El teletrabajo está funcionando porque tuve unos meses para consolidar el equipo y repartir tareas antes de empezar, y porque estamos teletrabajando TODOS. Si sólo tuviera a la mitad del equipo y la otra presencial pasarían dos cosas.. o los que están fuera se perderían las conversaciones improvisadas, o habría que llamarles cada vez, perdiendo esa frescura.Para mí el escenario ideal es combinar bloques de teletrabajo con presencial. Por ejemplo, dos o tres semanas cada dos o tres meses todos juntos en la oficina diseñando los planes del próximo trimestre y recuperando la dinámica de equipo (que se va desgastando poco a poco con el teletrabajo). Hacerlo días sueltos en mi caso no funcionaría. Necesito continuidad con el equipo.En mi mundo ideal, la empresa está en la ciudad, tiene oficinas para el 30%-40% de la plantilla de manera que las semanas se reparten entre los distintos equipos (así puedes organizarte y coincidir con otros equipos con los que trabajas directamente), y tiene alojamiento (apartahoteles) para que los empleados se queden esas semanas (el que quiera y pueda), teniendo en cuenta la conciliación familiar. Cuando llegue el turno del teletrabajo cada uno a su casa, sea en el barrio de al lado, en otra comunidad o en otro país (sin perder la residencia fiscal, claro).
Soy de la opinión de que la buena gestión de equipos y tareas es bastante independiente del medio, siempre que el medio sea razonablemente operativo.A los que argumentan sobre la chispa de lo personal, a lo que no me opongo por principio, recordarles el vicio contrario: reuniones tontas e interminables por el gusto de juntarnos y de que estamos aquí; interrupciones miles de gente que te tiene a mano. Y tratamientos tóxicos por parte de compañeros a otros, jefes a subalternos, y también viceversa (he tenido que lidiar con alguno que vaya tela). Hasta tuve un caso de mala higiene corporal que supuso varios problemas. Pero al final no podemos basarnos en anécdotas.La buena gestión se hace en persona y en remoto, y la mala igual.Pero hay que aceptar que la conversión a remoto no es inmediata y transparente, cambia unas cosas por otras, por lo que la discusión es qué se lleva y qué deja, y si nos interesa en cada caso.Señores, que se habla seriamente de telemedicina y no se me ocurre nada más personal que eso. Y a veces parece que dudamos de si un oficinista puede rellenar formularios desde su casa o desde la piscina.Hay trabajos teletrabajables y otros que no, pero cada vez hay más de los primeros y los segundos cada vez requieren menos presencia física.Por no hablar de que las posibilidades de comunicación evolucionan y se hacen más sofisticadas y no pocas cosas es mejor gestionarlas en modo "asíncrono" y por escrito.
Cita de: Marv en Junio 30, 2020, 12:09:52 pmSoy de la opinión de que la buena gestión de equipos y tareas es bastante independiente del medio, siempre que el medio sea razonablemente operativo.A los que argumentan sobre la chispa de lo personal, a lo que no me opongo por principio, recordarles el vicio contrario: reuniones tontas e interminables por el gusto de juntarnos y de que estamos aquí; interrupciones miles de gente que te tiene a mano. Y tratamientos tóxicos por parte de compañeros a otros, jefes a subalternos, y también viceversa (he tenido que lidiar con alguno que vaya tela). Hasta tuve un caso de mala higiene corporal que supuso varios problemas. Pero al final no podemos basarnos en anécdotas.La buena gestión se hace en persona y en remoto, y la mala igual.Pero hay que aceptar que la conversión a remoto no es inmediata y transparente, cambia unas cosas por otras, por lo que la discusión es qué se lleva y qué deja, y si nos interesa en cada caso.Señores, que se habla seriamente de telemedicina y no se me ocurre nada más personal que eso. Y a veces parece que dudamos de si un oficinista puede rellenar formularios desde su casa o desde la piscina.Hay trabajos teletrabajables y otros que no, pero cada vez hay más de los primeros y los segundos cada vez requieren menos presencia física.Por no hablar de que las posibilidades de comunicación evolucionan y se hacen más sofisticadas y no pocas cosas es mejor gestionarlas en modo "asíncrono" y por escrito.Hablamos de telemedicina pero no hablamos de que toda la medicina se practique en remoto y menos ya. Y aceptemos que si tengo una erupción cutánea, incluso en la medicina de atención primaria, todavía es mejor que me vea personalmente el médico. El médico no puede hacerme una prueba estrecptocóquica en remoto. No se trata del trato personal, se trata de que la tecnología no llega y quizás nunque llegue.Creo que los fans del teletrabajo os equivocaís en una única cosa. Lo he dicho varias veces. El maximalismo. Aceptemos sinceramente que una incidencia que hemos tenido esta mañana, presencialmente la hubiésemos resuelto 20 veces más rápido y pasandolo algo menos mal.¿Cuántas veces pasa esto?¿Qué ganamos a cambio?...son preguntas que tienen que responderse y no puede ser que la respuesta esté ya y sea positiva al teletrabajo en todas las circunstancias, en todo momento y para todo.Nosotros estamos haciendo introspección al respecto. Salen cosas como la custodia de documentos que legalmente tienen que conservarse físicamente en originales y no valen las copias digitales, muchas veces con datos personales protegidos por la ley. Salen otras cosas como que otros departamentos tendrían que participar en nuestros work-flows o facilitar a gente que ahora no tiene herramientas para que se comunicase con nosotros.Nosotros somos poca gente y hasta podríamos estar todo el día conectados y seguir contándonos los chistes en voz alta. Pero cada equipo es diferente y cada trabajo también.Vuelvo a lo de la telemedicina. Si vivo en una aldea de las Alpujarras, tengo 78 años y el médico está a 50km. Tener la opción de conectarme con el médico es una ventaja dadas las circunstancias. No podemos sacar la conclusión de que ni yo necisito nada más ni que eso se puede extrapolar al resto de la población y que basta con que veamos al médico por la pantalla del ordenador.PD: Los oficinistas ya no rellenan formularios (o al menos ese trabajo es marginal).
Cita de: Saturio en Junio 30, 2020, 13:00:44 pmCita de: Marv en Junio 30, 2020, 12:09:52 pmSoy de la opinión de que la buena gestión de equipos y tareas es bastante independiente del medio, siempre que el medio sea razonablemente operativo.A los que argumentan sobre la chispa de lo personal, a lo que no me opongo por principio, recordarles el vicio contrario: reuniones tontas e interminables por el gusto de juntarnos y de que estamos aquí; interrupciones miles de gente que te tiene a mano. Y tratamientos tóxicos por parte de compañeros a otros, jefes a subalternos, y también viceversa (he tenido que lidiar con alguno que vaya tela). Hasta tuve un caso de mala higiene corporal que supuso varios problemas. Pero al final no podemos basarnos en anécdotas.La buena gestión se hace en persona y en remoto, y la mala igual.Pero hay que aceptar que la conversión a remoto no es inmediata y transparente, cambia unas cosas por otras, por lo que la discusión es qué se lleva y qué deja, y si nos interesa en cada caso.Señores, que se habla seriamente de telemedicina y no se me ocurre nada más personal que eso. Y a veces parece que dudamos de si un oficinista puede rellenar formularios desde su casa o desde la piscina.Hay trabajos teletrabajables y otros que no, pero cada vez hay más de los primeros y los segundos cada vez requieren menos presencia física.Por no hablar de que las posibilidades de comunicación evolucionan y se hacen más sofisticadas y no pocas cosas es mejor gestionarlas en modo "asíncrono" y por escrito.Hablamos de telemedicina pero no hablamos de que toda la medicina se practique en remoto y menos ya. Y aceptemos que si tengo una erupción cutánea, incluso en la medicina de atención primaria, todavía es mejor que me vea personalmente el médico. El médico no puede hacerme una prueba estrecptocóquica en remoto. No se trata del trato personal, se trata de que la tecnología no llega y quizás nunque llegue.Creo que los fans del teletrabajo os equivocaís en una única cosa. Lo he dicho varias veces. El maximalismo. Aceptemos sinceramente que una incidencia que hemos tenido esta mañana, presencialmente la hubiésemos resuelto 20 veces más rápido y pasandolo algo menos mal.¿Cuántas veces pasa esto?¿Qué ganamos a cambio?...son preguntas que tienen que responderse y no puede ser que la respuesta esté ya y sea positiva al teletrabajo en todas las circunstancias, en todo momento y para todo.Nosotros estamos haciendo introspección al respecto. Salen cosas como la custodia de documentos que legalmente tienen que conservarse físicamente en originales y no valen las copias digitales, muchas veces con datos personales protegidos por la ley. Salen otras cosas como que otros departamentos tendrían que participar en nuestros work-flows o facilitar a gente que ahora no tiene herramientas para que se comunicase con nosotros.Nosotros somos poca gente y hasta podríamos estar todo el día conectados y seguir contándonos los chistes en voz alta. Pero cada equipo es diferente y cada trabajo también.Vuelvo a lo de la telemedicina. Si vivo en una aldea de las Alpujarras, tengo 78 años y el médico está a 50km. Tener la opción de conectarme con el médico es una ventaja dadas las circunstancias. No podemos sacar la conclusión de que ni yo necisito nada más ni que eso se puede extrapolar al resto de la población y que basta con que veamos al médico por la pantalla del ordenador.PD: Los oficinistas ya no rellenan formularios (o al menos ese trabajo es marginal).Yo no soy fan del teletrabajo, aunque como en la naturaleza todo se tiende a dividir en dos, las circunstancias pueden hacer que parezca que soy "fan" versus "detractor".Simplemente me parece que para las actividades que lo permiten es una cosa de sentido común aplicada en la proporción que resulte más eficiente en cada caso. Esta última frase puede parecer una 'nadería', poco discutible y cercana a la obviedad. Pero no es así, porque claramente existen fuerzas que se oponen al teletrabajo aunque sea de sentido común; y es así, porque altera el statu quo de una buena parte de las rentas actuales. La oposición - oposición general - al teletrabajo es antitransicionista. De hecho, para aquellos de mi entorno que no entendían lo de la TE, el pisito, las rentas aproductivas, etc, ahora con esta visualización de la absurda oposición al teletrabajo (cuando es absurda), ahora lo ven. Por eso me parecía mejor esta discusión en el otro foro. Las últimas aportaciones de todos Uds. me parecen muy interesantes y en general estoy de acuerdo con ellas. Y para seguir con este tema, resumo algunas de mis ideas:* Hay algunas actividades que no son teletrabajables. Algunas son obvias: las que requieren el de manera indispensable contacto físico continuado con personas (comercio minorista, ocio, ...) o contacto físico con materiales (industria, logísitca,...) * Hay actividades que son puramente teletrabajables de manera individual. Estas ya existen y aumentarán; pero tampoco son tan significativas.* El objeto de la discusión es la tercera categoría, la que es diferente a las dos anteriores. Y ahí surge un componente fundamental para analizar el teletrabajo: la proporcionalidad: qué parte de teletrabajo es óptima.Para muchas actividades (IT, consultoría, legal y muchas otras,...) la cuestión del teletrabajo tiene tres dimensiones:* Proporcionalidad (60% por ejemplo, 3 días de 5 a la semana).* Organización (muy importante y requiere mucho esfuerzo):-- organización del trabajo, de las relaciones en y entre los equipos, de la interacción con terceros; -- buenas prácticas para que el teletrabajo no suponga impedimentos, etc.). -- aceptación por parte de todos: sobre todo de la dirección.* Herramientas (sobre todo informáticas de trabajo cooperativo).Pero una vez que se pone esto en marcha - y dejando al margen quién paga la silla (vale, que la pague la empresa) - y se llega a la conclusión de que se puede teletrabajar al menos 3 días a la semana … entonces … el mundo cambia: -- la posición de Madrid y de Barcelona ( y la de París y Londres )-- la posición del pisito-- la posición del coche, la gasolina-- la posición de la hostelería-- …Y es normal que haya una oposición feroz, no contra el teletrabajo en sí sino contra sus efectos. Lo entiendo , pero no hay derecho al tipo de vida que se ha generado alrededor de las grandes ciudades, que son necesarias y muy necesarias. Pero no para esclavizar a los nuevos moradores.
Cita de: delta en Junio 30, 2020, 14:34:55 pmCita de: Saturio en Junio 30, 2020, 13:00:44 pmCita de: Marv en Junio 30, 2020, 12:09:52 pmSoy de la opinión de que la buena gestión de equipos y tareas es bastante independiente del medio, siempre que el medio sea razonablemente operativo.A los que argumentan sobre la chispa de lo personal, a lo que no me opongo por principio, recordarles el vicio contrario: reuniones tontas e interminables por el gusto de juntarnos y de que estamos aquí; interrupciones miles de gente que te tiene a mano. Y tratamientos tóxicos por parte de compañeros a otros, jefes a subalternos, y también viceversa (he tenido que lidiar con alguno que vaya tela). Hasta tuve un caso de mala higiene corporal que supuso varios problemas. Pero al final no podemos basarnos en anécdotas.La buena gestión se hace en persona y en remoto, y la mala igual.Pero hay que aceptar que la conversión a remoto no es inmediata y transparente, cambia unas cosas por otras, por lo que la discusión es qué se lleva y qué deja, y si nos interesa en cada caso.Señores, que se habla seriamente de telemedicina y no se me ocurre nada más personal que eso. Y a veces parece que dudamos de si un oficinista puede rellenar formularios desde su casa o desde la piscina.Hay trabajos teletrabajables y otros que no, pero cada vez hay más de los primeros y los segundos cada vez requieren menos presencia física.Por no hablar de que las posibilidades de comunicación evolucionan y se hacen más sofisticadas y no pocas cosas es mejor gestionarlas en modo "asíncrono" y por escrito.Hablamos de telemedicina pero no hablamos de que toda la medicina se practique en remoto y menos ya. Y aceptemos que si tengo una erupción cutánea, incluso en la medicina de atención primaria, todavía es mejor que me vea personalmente el médico. El médico no puede hacerme una prueba estrecptocóquica en remoto. No se trata del trato personal, se trata de que la tecnología no llega y quizás nunque llegue.Creo que los fans del teletrabajo os equivocaís en una única cosa. Lo he dicho varias veces. El maximalismo. Aceptemos sinceramente que una incidencia que hemos tenido esta mañana, presencialmente la hubiésemos resuelto 20 veces más rápido y pasandolo algo menos mal.¿Cuántas veces pasa esto?¿Qué ganamos a cambio?...son preguntas que tienen que responderse y no puede ser que la respuesta esté ya y sea positiva al teletrabajo en todas las circunstancias, en todo momento y para todo.Nosotros estamos haciendo introspección al respecto. Salen cosas como la custodia de documentos que legalmente tienen que conservarse físicamente en originales y no valen las copias digitales, muchas veces con datos personales protegidos por la ley. Salen otras cosas como que otros departamentos tendrían que participar en nuestros work-flows o facilitar a gente que ahora no tiene herramientas para que se comunicase con nosotros.Nosotros somos poca gente y hasta podríamos estar todo el día conectados y seguir contándonos los chistes en voz alta. Pero cada equipo es diferente y cada trabajo también.Vuelvo a lo de la telemedicina. Si vivo en una aldea de las Alpujarras, tengo 78 años y el médico está a 50km. Tener la opción de conectarme con el médico es una ventaja dadas las circunstancias. No podemos sacar la conclusión de que ni yo necisito nada más ni que eso se puede extrapolar al resto de la población y que basta con que veamos al médico por la pantalla del ordenador.PD: Los oficinistas ya no rellenan formularios (o al menos ese trabajo es marginal).Yo no soy fan del teletrabajo, aunque como en la naturaleza todo se tiende a dividir en dos, las circunstancias pueden hacer que parezca que soy "fan" versus "detractor".Simplemente me parece que para las actividades que lo permiten es una cosa de sentido común aplicada en la proporción que resulte más eficiente en cada caso. Esta última frase puede parecer una 'nadería', poco discutible y cercana a la obviedad. Pero no es así, porque claramente existen fuerzas que se oponen al teletrabajo aunque sea de sentido común; y es así, porque altera el statu quo de una buena parte de las rentas actuales. La oposición - oposición general - al teletrabajo es antitransicionista. De hecho, para aquellos de mi entorno que no entendían lo de la TE, el pisito, las rentas aproductivas, etc, ahora con esta visualización de la absurda oposición al teletrabajo (cuando es absurda), ahora lo ven. Por eso me parecía mejor esta discusión en el otro foro. Las últimas aportaciones de todos Uds. me parecen muy interesantes y en general estoy de acuerdo con ellas. Y para seguir con este tema, resumo algunas de mis ideas:* Hay algunas actividades que no son teletrabajables. Algunas son obvias: las que requieren el de manera indispensable contacto físico continuado con personas (comercio minorista, ocio, ...) o contacto físico con materiales (industria, logísitca,...) * Hay actividades que son puramente teletrabajables de manera individual. Estas ya existen y aumentarán; pero tampoco son tan significativas.* El objeto de la discusión es la tercera categoría, la que es diferente a las dos anteriores. Y ahí surge un componente fundamental para analizar el teletrabajo: la proporcionalidad: qué parte de teletrabajo es óptima.Para muchas actividades (IT, consultoría, legal y muchas otras,...) la cuestión del teletrabajo tiene tres dimensiones:* Proporcionalidad (60% por ejemplo, 3 días de 5 a la semana).* Organización (muy importante y requiere mucho esfuerzo):-- organización del trabajo, de las relaciones en y entre los equipos, de la interacción con terceros; -- buenas prácticas para que el teletrabajo no suponga impedimentos, etc.). -- aceptación por parte de todos: sobre todo de la dirección.* Herramientas (sobre todo informáticas de trabajo cooperativo).Pero una vez que se pone esto en marcha - y dejando al margen quién paga la silla (vale, que la pague la empresa) - y se llega a la conclusión de que se puede teletrabajar al menos 3 días a la semana … entonces … el mundo cambia: -- la posición de Madrid y de Barcelona ( y la de París y Londres )-- la posición del pisito-- la posición del coche, la gasolina-- la posición de la hostelería-- …Y es normal que haya una oposición feroz, no contra el teletrabajo en sí sino contra sus efectos. Lo entiendo , pero no hay derecho al tipo de vida que se ha generado alrededor de las grandes ciudades, que son necesarias y muy necesarias. Pero no para esclavizar a los nuevos moradores.Mi opinión personal es que teletrabajar días sueltos a la semana (por ejemplo 3 días teletrabajo y dos en casa) es quedarnos a medio camino y al final seguir como estamos. Puedes mudarte más lejos de la ciudad y evitas ir y volver a la oficina todos los días de la semana, sí, pero a costa de añadir ese tiempo extra los días que tienes que ir. Al final consigues ampliar el círculo alrededor de las grandes ciudades, pero no deshacerte de el. Por ejemplo, trabajar en Madrid y vivir en un pueblo de Ciudad Real no es viable si hay que ir y volver todos los días, pero la gente haría el sacrificio por dos días a la semana (y se tragaría 5 horas de coche entre ida y vuelta). Teletrabajar en bloques de más de 6 semanas te permite movilidad total. Puedes irte al Caribe y trabajar desde allí si quieres, con la condición de cogerte un avión y volver a Madrid 2 semanas seguidas. Las ciudades dejarían de ser ese elemento de generación y concentración de riqueza. Se crearían nuevos pequeños núcleos rurales con todos los servicios y eso, a la larga, aunque más ineficiente, aumentaría el PIB (no es lo mismo tener un hipermercado a las afueras de Madrid que 20 supermercados medianos en 20 núcleos de población diferentes.. no es lo mismo un mega hospital en Barcelona, que 10 hospitales medianos con diferentes especialidades esparcidos por una comarca), etc.El consumo energético aumentaría. La necesidad de obras y servicios también. Se crearían nuevos puestos de trabajo locales al calor de los sueldos y el consumo de los teletrabajadores de la ciudad.. y lo más importante, aumentaría la calidad de vida una barbaridad.
Stanford Economist Predicts Working-From-Home Continues, City Centers DeclinePosted by EditorDavid on Saturday July 04, 2020 @09:04PM from the 9-to-5-lockdowns dept.The new "working-from-home economy" will likely continue after the pandemic, predicts Stanford economist Nicholas Bloom, in an article shared by Slashdot reader schwit1.Bloom cites results from several nationwide surveys he's conducted:CitarWe see an incredible 42 percent of the U.S. labor force now working from home full-time. About another 33 percent are not working — a testament to the savage impact of the lockdown recession. And the remaining 26 percent — mostly essential service workers — are working on their business premises. So, by sheer numbers, the U.S. is a working-from-home economy. Almost twice as many employees are working from home as at work. More strikingly, if we consider the contribution to U.S. gross domestic product based on their earnings, this enlarged group of work-from-home employees now accounts for more than two-thirds of U.S. economic activity...The stigma associated with working from home prior to COVID-19 has disappeared... And a number of corporations are developing plans for more work-from-home options beyond the pandemic. A recent separate survey of firms from the Survey of Business Uncertainty that I run with the Atlanta Federal Reserve and the University of Chicago indicated that the share of working days spent at home is expected to increase fourfold from pre-COVID levels, from 5 percent to 20 percent. Of the dozens of firms I have talked to, the typical plan is that employees will work from home one to three days a week, and come into the office the rest of the time...Growth of city centers are going to stall. During the pandemic, the overwhelming share of employees who shifted to telecommuting previously worked in offices in cities. I estimate that the loss of their physical presence slashed total daily spending at city center restaurants, bars and shops by more than half. This upsurge in working from home is largely here to stay, and I see a longer-run decline in city centers. The largest U.S. cities have seen incredible growth since the 1980s as younger, educated Americans have flocked into revitalized downtowns. But it looks like that trend will reverse in 2020 — with a flight of economic activity out of city centers.The upside is this will be a boom for suburbs and rural areas.Bloom also predicts firms trying to cut the density of their offices will scatter from high-rise city skyscrapers into low-rise buildings in industrial parks, reducing the crowds on mass transit -- and the need to ride on elevators.
We see an incredible 42 percent of the U.S. labor force now working from home full-time. About another 33 percent are not working — a testament to the savage impact of the lockdown recession. And the remaining 26 percent — mostly essential service workers — are working on their business premises. So, by sheer numbers, the U.S. is a working-from-home economy. Almost twice as many employees are working from home as at work. More strikingly, if we consider the contribution to U.S. gross domestic product based on their earnings, this enlarged group of work-from-home employees now accounts for more than two-thirds of U.S. economic activity...The stigma associated with working from home prior to COVID-19 has disappeared... And a number of corporations are developing plans for more work-from-home options beyond the pandemic. A recent separate survey of firms from the Survey of Business Uncertainty that I run with the Atlanta Federal Reserve and the University of Chicago indicated that the share of working days spent at home is expected to increase fourfold from pre-COVID levels, from 5 percent to 20 percent. Of the dozens of firms I have talked to, the typical plan is that employees will work from home one to three days a week, and come into the office the rest of the time...Growth of city centers are going to stall. During the pandemic, the overwhelming share of employees who shifted to telecommuting previously worked in offices in cities. I estimate that the loss of their physical presence slashed total daily spending at city center restaurants, bars and shops by more than half. This upsurge in working from home is largely here to stay, and I see a longer-run decline in city centers. The largest U.S. cities have seen incredible growth since the 1980s as younger, educated Americans have flocked into revitalized downtowns. But it looks like that trend will reverse in 2020 — with a flight of economic activity out of city centers.The upside is this will be a boom for suburbs and rural areas.
Fujitsu Announces Permanent Work-From-Home PlanPosted by BeauHD on Monday July 06, 2020 @06:10PM from the new-normal dept.Technology firm Fujitsu announced a new "Work Life Shift" program that will offer unprecedented flexibility to its 80,000 workers in Japan. "Staff will be able to work flexible hours, and working from home will be standard wherever possible," reports the BBC. From the report:CitarIn a statement sent to the BBC, Fujitsu said it "will introduce a new way of working that promises a more empowering, productive, and creative experience for employees that will boost innovation and deliver new value to its customers and society." Under the plan employees will "begin to primarily work on a remote basis to achieve a working style that allows them to flexibly use their time according to the contents of their work, business roles, and lifestyle." The company also said the program would allow staff to choose where they worked, whether that was from home, a major corporate hub or a satellite office. Fujitsu believes that that the increased autonomy offered to its workers will help to improve the performance of teams and increase productivity.
In a statement sent to the BBC, Fujitsu said it "will introduce a new way of working that promises a more empowering, productive, and creative experience for employees that will boost innovation and deliver new value to its customers and society." Under the plan employees will "begin to primarily work on a remote basis to achieve a working style that allows them to flexibly use their time according to the contents of their work, business roles, and lifestyle." The company also said the program would allow staff to choose where they worked, whether that was from home, a major corporate hub or a satellite office. Fujitsu believes that that the increased autonomy offered to its workers will help to improve the performance of teams and increase productivity.