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Cita de: asustadísimos en Mayo 21, 2022, 15:06:44 pm¿Por qué lospopularcapitalistas andan ciscándose como nunca en las autoridades? ¿Y si las autoridades son popularcapitalistas?
¿Por qué lospopularcapitalistas andan ciscándose como nunca en las autoridades?
Y por cierto, ya que hablamos de censura, que quede claro que los mayores censores son los progres. Si es que casi dan ganas de decir, ¡viva la CIA, viva la NSA y viva el Mosad!CitarLos jóvenes de EE.UU. se movilizan contra la censura y promueven leer los libros que sus colegios han vetadoMuchos adolescentes estadounidenses están creando clubs de lectura en los que comparten entre ellos ejemplares de obras que se han prohibido en las escuelas y bibliotecas del paísLa lista de libros prohibidos crece en Occidente
Los jóvenes de EE.UU. se movilizan contra la censura y promueven leer los libros que sus colegios han vetadoMuchos adolescentes estadounidenses están creando clubs de lectura en los que comparten entre ellos ejemplares de obras que se han prohibido en las escuelas y bibliotecas del paísLa lista de libros prohibidos crece en Occidente
La lista de libros prohibidos crece en OccidenteEl año pasado las bibliotecas de EE.UU. censuraron 729 libros, la mayor cifra de los últimos años. La ideologización en las escuelas y la polarización social han avivado el veto literario. Un mal del que ya se empieza a contagiar EuropaBeatriz L. Echazarreta | Actualizado:30/04/2022 03:07hAlgunos de los libros que han sufrido censura, antes y ahora. Desde 'La Regenta' hasta 'Lolita' - ABCUn tomo de ‘Políticamente Indeseable’, de Cayetana Álvarez de Toledo, tapa varios ejemplares de ‘La Dama roja’, una biografía recién publicada sobre Yolanda Díaz. Es un detalle de la librería de El Corte Inglés de Goya, en Madrid, que sirve para resumir la orientación ideológica del que ha ordenado los libros para el cliente. En una segunda fila, solo a la vista del que lo va buscando, se puede encontrar el libro de Pablo Iglesias ‘Verdades a la cara’.Nada que ver con el puesto preeminente que la tapa morada que firma el exlíder de Podemos ocupa en La Central, en una calle cercana a Callao. Iglesias disfruta de un escaparate entero para sí, con entrecomillado y generosa foto en blanco y negro, nada menos.El escaparate de la librería La Central, en Callao (Madrid) copado por el libro de Pablo Iglesias 'Verdades a la cara' - B.L.EVamos hasta la librería Neblí, de Serrano, en la que no se perciben las preferencias del librero, o no de forma tan evidente. Está Cayetana, pero también Díaz e Iglesias, el periodista Antonio Maestre y Pedro J. Ramírez. Sí se puede intuir cierta querencia por la historia: las obras del historiador John Elliott, fallecido en marzo, están a la vista del público, quizá en un homenaje secreto del dueño.Elliott y Cayetana –cuya tesis dirigió el historiador–, así como Juan Fernández-Miranda y Javier Chicote con ‘El jefe de los espías’ están algo escondidos en Fnac– no están, sin embargo, en La Universal, una librería entre Tirso de Molina y La Latina. Algo que contrasta con el mensaje escrito en la cristalera que da a la calle:«Libros de todo pelaje. Ensayo crítico. Feminismos. Ecología. Libro Infantil. Novela gráfica. Literatura de otros mundos». Traspasado el umbral de la puerta se comprueba que los libros son solo ‘de un pelaje’.Escaparate de la librería La Universal. «Libros de todo pelaje. Ensayo crítico. Feminismos. Ecología. Libro infantil. Novela gráfica. Literatura de otros mundos» - B.L.ELa censura en España se ejerce de maneras diversas y muy sutiles. Los libreros, como el ciudadano, no están libres de prejuicios y dejan claro que la ideología se puede ordenar en una estantería. Sin embargo, aún estamos lejos de rozar la situación que vive Estados Unidos.Se triplica el veto de 2020Hace unas semanas se hizo público el informe con las obras censuradas en Estados Unidos en 2021, que cada año publica la American Library Association (ALA, por sus siglas en inglés). El dato es elocuente: 729 libros fueron retirados de las bibliotecas públicas e infantiles en algunos estados. Es la mayor cifra de libros vetados que este informe ha reportado jamás (se elabora desde hace más de 20 años) y casi triplica el dato del 2020: en el año de la pandemia se señalaron 273 libros. Por momentos, a uno le da por pensar en el argumento de ‘Fahrenheit 451’.En el bosque escondido, a las afueras de una ciudad en guerra, pasean los hombres-libro del clásico de Ray Bradbury. «Yo soy ‘La República’, de Platón. ¿Desea leer a Marco Aurelio?». En esta distopía se prohíben los libros buscando «que nadie pueda sentirse superior», un supuesto bien social. Con todas las novelas calcinadas, un grupo de resistencia se afana en memorizar grandes clásicos literarios en su cabeza, allí donde las autoridades no consigan quemarlos. Los hombres-libro son «mendigos por fuera y bibliotecas por dentro», que guardan en su memoria las páginas escritas por la humanidad por si algún día una nueva civilización quisiera imprimirlas.La resistencia, los hombres-libro, viven hoy bajo distintas formas. La Biblioteca Pública de Nueva York decidió la pasada semana –como respuesta a la realidad que plasma el informe de ALA– que regalaría algunas de las obras literarias censuradas, de hoy y de siempre.Cualquier persona de más de 13 años –y no tiene por qué ser neoyorquina– podrá acceder de forma gratuita a cuatro títulos que soportaron el veto tras ser publicados. No podía faltar ‘El guardián entre el centeno’ (en su momento se dijo que utilizaba un lenguaje «peligroso»),primer título de una lista que completan ‘El dios de las pequeñas cosas’; ‘Beloved’, de la Nobel de Literatura Toni Morrison y el cuento infantil ‘And Tango Makes Three’.Según ALA, los padres de menores son el colectivo que más demanda el veto de alguna determinada obra literaria –con un 39% de las peticiones– y le siguen usuarios individuales –un 18%–. ¿De dónde se retiran los libros?Un 44% de las veces se han censurado en bibliotecas infantiles, un 37% en librerías públicas, un 18% en colegios y un 1% en universidades. Se trata, en su mayoría, de libros de temática sexualizada, vinculados a las teorías de género y al colectivo LGTBI. De hecho, la obra más censurada en 2021 por su explícito contenido sexual fue la novela gráfica ‘Gender Queer’, de la autora Maia Kobabe.El libro más censurado en 2021 en EE.UU., sobre lo 'queer' - ABCEn el estado de Florida se han prohibido el 41% de los textos escolares de matemáticas alegando que promueven la ideología de género y trasladan a los alumnos la imagen de un país que padece un racismo endémico. Pero la intención censora va en ambos sentidos. En el informe también aparecen títulos prohibidos por considerarse racistas, despectivos con los afroamericanos, polarizadores o tránsfobos.En este tipo de títulos, a la prohibición se suma el fenómeno de la cancelación (el rechazo social generalizado de una determinada obra). Quizá uno de los casos más célebres es el del ensayo ‘Un daño irreversible. La locura transgénero que seduce a nuestras hijas’, de Abigail Shrier, una periodista de ‘The Wall Street Journal’. A pesar de ser cancelado, consiguió esquivar varios intentos de veto que juzgaban el libro como profundamente tránsfobo. En él la autora no niega que la transexualidad exista, pero sugiere que se acoge con un excesivo fervor social y menciona ciertos intereses empresariales.Pero la cancelación, además, deja de interesarse por el contenido del libro para examinar la moralidad del autor que lo firma. Ahí están casos como el de la autora de la saga Harry Potter, J.K. Rowling, o el de la autobiografía del cineasta Woody Allen ‘A propósito de nada’, a la que le costó encontrar editorial. En las páginas de este diario se entrevistó recientemente a Tony Lyons, el nombre tras ‘Skyhorse’, una editorial conocida por apostar por temáticas ‘incorrectas’ –y determinados autores caídos en desgracia–. Fue precisamente Lyon quien publicó las memorias de Allen, además del único en EE.UU. que se atrevió con títulos con tintes negacionistas en la pandemia. «Hay límites sobre lo que se puede publicar, pero ahora mismo no se me ocurre ninguno», declaró a ABC.A Allen le costó encontrar editorial que en EE.UU. publicara su autobiografía - ABC¿Por qué este aumento de la censura en la primera potencia del mundo? Según varios sociólogos norteamericanos, desde el asesinato de George Floyd y el apogeo del movimiento ‘Black Lives Matter’, la guerra cultural se ha trasladado al peligroso terreno de la censura. Los datos que arroja el informe de ALA no se entienden sin la llamada ‘ Teoría Crítica de Raza’, una nueva asignatura que se encuentra de forma no oficial dentro del programa escolar público de EE.UU. Muchos colegios han reforzado las charlas y programas en los que se explica este concepto académico, que ve a la población estadounidense como «sistemáticamente racista».Esto ha provocado que una treintena de estados estén intentando aprobar leyes para limitar el contenido de estas lecciones. «Podemos y debemos enseñar esta historia sin etiquetar a un niño pequeño como opresor o exigirle que se sienta culpable o avergonzado por su raza o sexo», dijo el gobernador de Oklahoma, Kevin Stitt. «Me niego a tolerar lo contrario en una época en la que ya estamos tan polarizados». Los padres de varios estados republicanos, molestos con lo que ellos perciben como un «adoctrinamiento» a sus hijos, cada vez son más intolerantes con obras en las que se promuevan relaciones homosexuales o se incorporen contenidos explícitos. De ahí proceden muchas de las demandas de veto que recibe ALA.Pero esa polarización y esa estrechez de ideas ya se ha empezado a extender por Europa o Canadá. En el país gobernado por Justin Trudeau, una comisión escolar de Ontario quemó el pasado año 4.700 libros infantiles –entre los que se encontraban los cómics de Astérix o Tintín– por considerarse que incluían contenido ofensivo para el pueblo indígena.CitarVetos de algunos clásicos de la historia‘Un mundo feliz’, de Aldous HuxleyEsta distopía, que anticipa el desarrollo de la tecnología reproductiva, es el tercer libro más censurado en las bibliotecas de EE.UU. de los últimos 20 años, según ALA.‘La Regenta’, de ClarínEl franquismo vetó la considerada como mejor novela del siglo XX escrita en español. Pasaron más de quince años hasta que se autorizara su publicación en la dictadura.‘Matar un ruiseñor’, de Harper LeeTras la queja de una madre en 2016, esta novela se prohibió en algunas escuelas de EE.UU., al ser tachada de «racista».Los ecos en EuropaEl cuento popular ‘Caperucita Roja’ se eliminó de algunos colegios de Cataluña por sexista. En agosto de 2020 la novela de Agatha Christie ‘Diez negritos’, pasó a llamarse ‘Eran diez’ en Francia. En 2019 se paralizó en Valencia la publicación del libro ‘Valencia. Ephemera y publicidad’ por contener anuncios históricos taurinos. O, hace tres meses, la universidad británica censuró un poema griego de Semónides de Amorgos. Unos versos de más de 2.000 años que ya no se pueden encontrar por machistas.‘¿Dónde está Wally?’ fue censurado a finales de los ochenta por aparecer en sus páginas una mujer en toples, que hubo que vestir. ‘Lolita’ estuvo rodeada de polémica en los sesenta, pero la nueva corrección política también la ha cancelado por «perversa». La censura subsiste en las sociedades ‘libres’ de Occidente.Se censuró a finales de los ochenta por mostrar a una mujer en toples - ABCLo de Fahrenheit que, por cierto, también fue prohibida.
Vetos de algunos clásicos de la historia‘Un mundo feliz’, de Aldous HuxleyEsta distopía, que anticipa el desarrollo de la tecnología reproductiva, es el tercer libro más censurado en las bibliotecas de EE.UU. de los últimos 20 años, según ALA.‘La Regenta’, de ClarínEl franquismo vetó la considerada como mejor novela del siglo XX escrita en español. Pasaron más de quince años hasta que se autorizara su publicación en la dictadura.‘Matar un ruiseñor’, de Harper LeeTras la queja de una madre en 2016, esta novela se prohibió en algunas escuelas de EE.UU., al ser tachada de «racista».
Y una vez más y lo siento si soy pesado, pero el que corrija el mercado ahora un 50% y la vivienda lo que sea, si es que pasa, te deja a niveles de burbuja si partimos del momento actual de reburbuja. Mientras tanto han pasado no se cuantos años y los popularcapitalistas siguen ciscándose en los transicionistas y aquí no pasa nada. Si para que cambie el modelo tiene que haber pandemias, guerras, inflaciones varias y cambios climáticos lo llevamos crudo.
La escasez de trabajadores en el turismo desata una lucha para contratar a los mejores (En Málaga)Los sindicatos confían en que este verano marque un antes y un después, debido a la mejora de las condiciones para firmar contratos indefinidos, así como a las cifras de récord que esperanhttps://www.laopiniondemalaga.es/malaga/2022/05/22/escasez-trabajadores-turismo-desata-lucha-66376155.htmlLos sindicatos en la provincia recuerdan que durante la pandemia ha habido infinidad de trabajadores que han optado por cambiar de empleo. «Muchos optaron por la construcción, que prácticamente no ha parado, otros por los más diversos sectores. E incluso hay quienes buscaron mejores condiciones laborales fuera de España», relata el responsable de Políticas Sectoriales de Hostelería y Turismo de CCOO, Gonzalo Fuentes.
Los hoteleros comprarán viviendas para que sus empleados paguen alquileres asequiblesLas cadenas temen problemas de personal por los elevados precios de mercado en las zonas turísticas12/04/22https://www.periodicodeibiza.es/noticias/baleares/2022/04/12/1721403/hoteleros-baleares-ofreceran-vivienda-asequible-para-atraer-trabajadores.htmlLas cadenas hoteleras que operan en Mallorca y resto de Islas se han encontrado en plena apertura de establecimientos que no cuentan con personal suficiente para cubrir toda su demanda laboral. La principal causa de ello son los elevados precios de los alquileres de pisos en todas las zonas turísticas de Balears, «lo que impide que los trabajadores de temporada que llegaban cada año por estas fechas, no puedan hacerlo por el alto coste de la vivienda», indican desde la patronal de las cadenas hoteleras. La solución más factible que barajan las empresas es comprar edificios de apartamentos y poder abaratar, con ello, el acceso a la vivienda de los trabajadores procedentes de la Península.«En Semana Santa no hay problemas, pero sí los habrá para los meses de julio, agosto y septiembre. La preocupación es manifiesta, principalmente porque no se podrá dar la calidad adecuada en todos los servicios de atención a los clientes. Es por ello, que no quedará más remedio que adquirir apartamentos y vivienda para que puedan venir los trabajadores», señalan cadenas afectadas. Las federaciones hoteleras de Mallorca y Eivissa-Formentera están seriamente preocupadas por esta coyuntura. «En Balears tenemos un problema con el precio de la vivienda, que cada vez se encarece más y hay menos oferta disponible, lo cual resta atractivo a los trabajadores que vienen de fuera por los altos alquileres que deben pagar para poder vivir durante los meses que tienen de contrato», puntualizan las patronales.La patronal alemana DRV afirma que hay un «gran problema en Mallorca»El presidente de la patronal de los touroperadores alemanes DRV, Norbert Fiebig, anunció la pasada semana en Palma que la temporada turística «se puede ver enturbiada por la falta de trabajadores en los hoteles. Mallorca tiene un gran problema en este sentido». Fiebig se hace eco de la preocupación que los touroperadores alemanes tienen en estos momentos por esta causa. «La temporada será muy buena, pero por este problema se puede ver afectada de forma negativa la imagen de las Islas en los mercados europeos. Urge por ello solventar esta falta de trabajadores», apunta la DRV.
Sueldos bajos y la difícil conciliación ahuyentan empleados del sector turístico.La playa de Salou luce este fin de semana de mayo como en los mejores momentos de una temporada alta de las de antes. Los turistas han llegado de repente, sobre todo ingleses, y empiezan a llenar hoteles y restaurantes a unos niveles que incluso sorprende a los empresarios dada la época del año. Pero esta recuperación poderosa de los visitantes ha cogido a los negocios con las plantillas a medias. El sector turístico sufre una fuga de trabajadores nunca vista justo cuando espera dejar atrás la crisis de la pandemia y comienza a haber faena de verdad.Faltan empleados en todas las categorías, sobre todo en la costa: cocineros, recepcionistas, ayudantes de sala y camareras de piso. “Es una situación inaudita”, reconoce José Félix Ruiz, propietario de dos restaurantes emblemáticos de Salou, el Steak House y el Lunatic, a pie de playa. “Yo tengo el 80% de la plantilla cubierta, con personas que trabajan conmigo desde hace años, pero sé que voy a sufrir para encontrar gente para julio y agosto, los meses más fuertes; he empezado a publicar ofertas de empleo y no me llega ninguna respuesta, cero feedback , espero poder cubrirlo con estudiantes”, comenta mientras sirve mesas con la ayuda de un pequeño robot camarero. “A falta de gente...”, bromea. Y están “todos igual”, asegura. En el grupo de WhastApp que comparten los hosteleros de la zona –Ruiz es vicepresidente de la asociación empresarial local– las peticiones de ayuda para encontrar trabajadores son constantes.La patronal se ha planteado un acuerdo con el Gobierno para contratar refugiados ucranianos“Solemos tener cinco empleados fijos pero ahora solo contamos con dos; estoy buscando a la desesperada pero no hay manera; la semana pasada me dejó plantada una chica, me dijo que esto no es para ella”, lamenta Lucía, encargada del chiringuito City, en una de las zonas más concurridas de este epicentro turístico de la Costa Daurada.Los empresarios apuntan a la pandemia y el consiguiente parón para explicar esta gran evasión. “La crisis de la covid ha hecho que muchos trabajadores del turismo busquen empleo en otros sectores, como la distribución, el cuidado de mayores o la construcción; y además muchos candidatos piden unas condiciones que no podemos asumir, fiesta los viernes por la tarde y todos los domingos”, afirma Eduard Farriol, presidente de la cadena Ohtels, con hoteles en Salou, La Pineda, Matalascañas o Almería. “Los hoteleros tenemos auténticas dificultades para encontrar perfiles, ocurre en toda España de forma generalizada”, añade este empresario, miembro de la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (CEHAT). Fuentes hoteleras de Benidorm aseguran que algunos establecimientos no han podido abrir todas las habitaciones por falta de camareras de piso, por ejemplo. La situación ha llegado a tal extremo que la patronal se ha planteado alcanzar algún tipo de acuerdo con el Gobierno para facilitar la contratación de refugiados ucranianos en el turismo, explica Farriol, sin que se haya concretado nada aún.Los empresarios, sorprendidos"Nunca había sido tan difícil encontrar personal"Los empleados del sector señalan por su parte que los sueldos que cobran –poco por encima del SMI en las categorías básicas– no compensan en muchas ocasiones las condiciones laborales, con turnos, horarios partidos y, en la práctica, ningún fin de semana libre aunque los convenios digan lo contrario –ver artículo adjunto–. “Aquí trabajamos todos los sábados y domingos sin excepción”, cuenta un camarero de uno de los locales de copas históricos de Salou, que prefiere mantener el anonimato para no incomodar a su jefe.“El problema que yo veo –prosigue– es que los sueldos son bajos y la vivienda en zonas turísticas muy cara; cobro 1.400 euros brutos al mes y he de pagar un alquiler de 700 euros por un piso de una habitación. Se lo dije el otro día al alcalde [Pere Granados, Sumem per Salou], las cuentas no salen para un trabajador del turismo; si encuentro algo mejor, lo dejo”.Una petición de este diario a través de las redes sociales para conocer las condiciones laborales de los trabajadores turísticos da cuenta de las principales quejas de las plantillas: “no me pagan las horas extras”; “no tengo ni un domingo libre y doblo turnos”; “me han ofrecido contratos de media jornada para, en realidad, trabajar 40 horas y pagarme parte del sueldo en B”.Condiciones laboralesLos trabajadores piden mejores horarios y dicen que el suelo no compensaJudit Lloberol, gerente de la Unió d’Empresaris d’Hostaleria i Turisme de Costa Brava Centre, afirma que estas situaciones son “puntuales” y destaca el esfuerzo de las empresas para mejorar las condiciones de una industria que se ha llevado la peor parte de la crisis de la covid. Para Marina Auradell, responsable de recursos humanos de la cadena Med Playa, con hoteles en Costa Brava, Costa Daurada, Benidorm o Benalmádena, la temporalidad de los empleos y la dificultad para conciliar están entre los principales motivos de la actual fuga de trabajadores: “No creo que sea por un tema de salarios, que están regulados por los convenios, sino de tiempo; la gente valora cada vez más el tiempo libre”.Algunos negocios empiezan a tomar medidas para retener a los trabajadores. Es el caso de Joan Carles Sánchez, con negocios de hostelería en Calella de Palafrugell, Pals y Torroella de Montgrí. Esta Semana Santa ya ha tenido que cerrar parte de las mesas de un restaurante porque no tenía camareros suficientes. “Preferí mantener la calidad del servicio a costa de perder facturación por falta de trabajadores”, asegura. Ahora está pagando sueldos por encima de las categorías profesionales y está introduciendo días libres los domingos de forma rotatoria, además de horarios más ajustados, “porque está siendo extraordinariamente complicado encontrar personal”. La conciliación es, a su juicio, el gran reto pendiente del sector turístico.
Cita de: uno en Mayo 22, 2022, 09:52:18 am La escasez de trabajadores en el turismo desata una lucha para contratar a los mejores (En Málaga)Los sindicatos confían en que este verano marque un antes y un después, debido a la mejora de las condiciones para firmar contratos indefinidos, así como a las cifras de récord que esperanhttps://www.laopiniondemalaga.es/malaga/2022/05/22/escasez-trabajadores-turismo-desata-lucha-66376155.htmlLos sindicatos en la provincia recuerdan que durante la pandemia ha habido infinidad de trabajadores que han optado por cambiar de empleo. «Muchos optaron por la construcción, que prácticamente no ha parado, otros por los más diversos sectores. E incluso hay quienes buscaron mejores condiciones laborales fuera de España», relata el responsable de Políticas Sectoriales de Hostelería y Turismo de CCOO, Gonzalo Fuentes.Y en Málaga, y en la Costa Brava, y en la Costa Dorada, y en...A Ibiza ya ni se la nombra porque nadie quiere ir allí a trabajar como un negro y quemar todo el salario en una habitación de alquiler.Señores, en el foro ya se dijo que la vivienda bajará cuando sea el menor de nuestros problemas. Laboralmente los salarios suben y los contratos precarios empiezan a perseguirse porque ya no hay gente suficiente, el recurso de la inmigración se agota también, y hay que empezar a cuidar más lo que queda.Todo esto inevitablemente alcanzará al ladrillo. Tardará, habrá resistencia, habrá enfados, pero es inevitable.
La compra de vivienda nueva desciende un 33% en cinco añosAna Martínez - sábado, 21 de mayo de 2022La Asociación de Constructores atribuye los malos datos al aumento del precio por los códigos técnicos y la eficiencia energética y a la competencia de la usada cada vez más feroz
Isabel Rodríguez: "Es insostenible que pensionistas tengan más ingresos que sus hijos trabajadores"BEATRIZ TORIJAVIERNES 29 DE ABRIL DE 2022 “La mayor parte del coste de nuestro gasto sanitario individual lo consumimos al final de nuestra vida, en los últimos años de nuestra vida” ha dicho Isabel Rodríguez, Ministra de Política Territorial (@territorialgob) y Portavoz del Gobierno. “Para atender bien y para no perder ese vínculo de cuidado de la generación más joven con la generación de personas más mayores que necesitan de más cuidados. Y para no romper la solidaridad entre generaciones era necesario que abordemos algunas de las brechas que existían en nuestro país”.
Insisto una vez más en que el problema no son las pensiones: pero aunque no se vaya a la raíz del asunto, si veo como resaltable que admitan de que el problema, que ya afecta de forma intensiva y un contexto en gran parte generacional a un sector amplio de la sociedad, es literalmente insostenible.