Están consiguiendo lo que ya ha comentado en repetidas ocasiones Asustadísimos: nadie se cree ya los precios de catálogo. En mi grupo de amigos, dos de ellos entrados en los cuarenta, y uno de ellos con pareja, con buenos trabajos y ahorro, siguen aferrados al casapapismo. Ante los precios actuales, prefieren esperar a heredar. Y con los alquileres tal y como están, la solución intermedia no sale a cuenta. Desconozco si soy una persona con un entorno con muy mala suerte, pero tengo más conocidos en los cuarenta viviendo con sus padres que independizados. Los que no cogimos la maleta cuando se podía, con juventud y alguna perspectiva, fuimos arrasados.
Respecto a ese paletismo que comenta CHOSEN, se encuentra completamente arraigado en el subconsciente español: tan pronto se ven arriba como tendrán que llorar cuando estén abajo, no existe remedio. Estoy seguro que cuando se produzca el pinchazo y vengan los sudores y los dolores durante una buena temporada, en el hipotético caso de que se vuelva a reburbujear, volverían a repetir las mismas estupideces.
Yo por mi cuenta, llevo ya dos semanas con buen trabajo en Albacete y espero que dure, por lo que también vuelvo al casapapismo, a la tranquilidad y al ahorro, sin ningún interés en negociar nada con ningún casero. Que se coman su ladrillo con patatas; después de tanto, solo espero con tranquilidad el desenlace. Siento que he perdido década y media en la incapacidad de proyectar una vida normal, entre precariedad, maletas, hostales, poca o nula capacidad de ahorro y desempleo. Para algunos afortunados, que tantos hayamos pasado por esto les ha merecido la pena, y seguro que lo habrán disfrutado. Es por eso que no sentiré pena ninguna pena por los inmomutilados, merecen un escarmiento (y no por odio, rencor o envidia, sino para que se den cuenta de que antes que ellos hemos sufrido muchos otros, los actos deben tener consecuencias). Y para el día después, aunque más pobres, ojalá tengamos una sociedad más sana: el Pisito como concepto metafísico nos ha envilecido. Ojala podamos pasar página y miremos atrás éstos últimos veinte años como lo que es, una etapa negra en la historia, con un principio y un final.